septiembre, 2007

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Demanda judicial a Dios

miércoles 19 de septiembre, 07:25 AM

Washington, 18 sep (EFE).- El senador estatal de Nebraska, Ernie Chambers, presentó una demanda judicial contra Dios, al que acusa de haber causado \”nefastas catástrofes\” en el mundo, que han provocado muerte y destrucción sin misericordia.

El escrito fue admitido a trámite el pasado 14 de septiembre por la Corte del distrito de Douglas, en Nebraska, en una prueba más de que en Estados Unidos las demandas pueden prosperar pese a lo extravagante que sea su contenido.

La demanda, a la que tuvo acceso Efe, reconoce que el \”demandado\” es conocido con varios \”alias, títulos, nombres y designaciones\”.

Ante la imposibilidad de que Dios se presente en el proceso, se cita a los representantes de \”varios religiones, denominaciones, y cultos que, de manera notoria, reconocen ser agentes del demandado y hablan en su representación.

El demandante reconoce que ha hecho \”razonables esfuerzos\” para invocar al demandado, con llamados de \”manifiéstate, manifiéstate, donde quiera que estés\”, aunque sin éxito.

En la demanda, el senador lanza en lenguaje bíblico varias acusaciones contra Dios, como que ha causado \”espantosas inundaciones, egregios terremotos, horrendos huracanes, terroríficos tornados, perniciosas plagas, feroces hambrunas, devastadoras sequías, y guerras genocidas\”.

Todas estas \”nefastas catástrofes\” han provocado \”muertes generalizadas, destrucciones y ha aterrorizado a millones y millones de habitantes de la tierra, incluido bebes inocentes, niños, ancianos y enfermos, sin ninguna distinción\”.

Con todo ello, \”el demandado no ha mostrado ni compasión ni remordimiento\”, y no contento con ello, incluso ha proclamado que \”reirá cuando las calamidades ocurran\”.

Para Chambers, que ocupa un asiento en el Senado de Nebraska desde 1970, \”la conducta pasada y la historia del demandado hace ver que sus amenazas terroríficas son creíbles\”.

Por ello, pide al juez que someta a Dios a un proceso judicial, no sin antes pedirle que le haga un requerimiento permanente para que cese en sus \”acciones destructivas y sus amenazas terroríficas\”.

Le podria añadir que el demandado le solicite a sus representantes terraqueos la devolucion total debiernes incautados a su nombre y el pago de daños a aquellos que han sido agredidos en sus derechos humanos por sus acciones?.

la demencia

quien es el loco ? aquel que con sus acciones daña el cuerpo o la mente de los que le rodean , o aquel que crea su propio universo sin importarle lo que piensen los demas?
quien es el demente ? aquel que daña en nombre de la ayuda o en nombre de el bienestar abusa de los que confian en el , o aquel que esat en otro lugar aunque lo veamos aqui?
quien es el loco verdadero ? el que mata por placer o por simple “quehacer ” o el que en los manicomios camina por alli con la mirada perdida
por que llamar loco o demente al hombre que logra ver cosas que los demas no?

Recogida de firmas

De vez en cuando me llegan invitaciones para recogidas de firmas en la red.
La pregunta es, partiendo de la base que la propuesta sea seria, hasta qué punto serían útiles, o pérdida de tiempo?

believing without believing & faith

I mentioned in another post that I used to be a Christian & believed in the Bible. I had faith. I was taught to believe that the Bible is the word of God. After I denounced Christianity I knew that I could never again believe something or put my faith in the writings of some book just because it is supposed to be true.

So when I am to “believe without believing” what is the difference between that and blind faith?

Oh, & while your at it… can God make a boulder sooo heavy even He canââ?¬â?¢t lift it?

Frases celebres

1. El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.

2.Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.

3.Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.

4.La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre.

5. Sin música la vida sería un error.

6. Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.

7. Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los “cómos”.

8. La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio.

9. Fe significa no querer saber la verdad.

10.En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón.

11. No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.

12.La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano.

13. Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes.

14. Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.

15.Para llegar a ser sabio, es preciso querer experimentar ciertas vivencias, es decir, meterse en sus fauces. Eso es, ciertamente, muy peligroso; más de un sabio ha sido devorado al hacerlo.

16.Los que más han amado al hombre le han hecho siempre el máximo daño. Han exigido de él lo imposible, como todos los amantes

17.Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.

18.La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.

19.La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor.

20.Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz.

21. Todos los pozos profundos viven con lentitud sus experiencias: tienen que esperar largo tiempo hasta saber qué fue lo que cayó en su profundidad.

22.La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.

23.¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?.

24.Lo que hacemos no es nunca comprendido, y siempre es acogido sólo por los elogios o por la crítica.

25. La mujer perfecta es un tipo humano superior al varón perfecto, pero también es un ejemplar mucho más raro.

26. El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.

27. Hay almas esclavizadas que agradecen tanto los favores recibidos que se estrangulan con la cuerda de la gratitud.

28. La esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte.

29. El matrimonio acaba muchas locuras cortas con una larga estupidez.

30.Olvida uno su falta después de haberla confesado a otro, pero normalmente el otro no la olvida.

31. Todo idealismo frente a la necesidad es un engaño.

32. La edad de casarse llega mucho antes que la de quererse.

33.El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse.

34.El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa.

35.Lo que no me mata, me fortalece.

36.Nuestro destino ejerce su influencia sobre nosotros incluso cuanto todavía no hemos aprendido su naturaleza; nuestro futuro dicta las leyes de nuestra actualidad.

37.El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme.

38.El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación.

39.El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería.

40.La demencia en el individuo es algo raro; en los grupos, en los partidos, en los pueblos, en las épocas, es la regla.

41.En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre.

42.Toda convicción es una cárcel.

43.Sólo comprendemos aquellas preguntas que podemos responder.

44.Yo necesito compañeros, pero compañeros vivos; no muertos y cadáveres que tenga que llevar a cuestas por donde vaya.

45.Un filósofo casado es, para decirlo claro, una figura ridícula.

46.Sin arte la vida sería un error.

47.No se odia mientras se menosprecia. No se odia más que al igual o al superior.

48.La sencillez y naturalidad son el supremo y último fin de la cultura.

49. ¿No es la vida cien veces demasiado breve para aburrirnos?

50.Nada más hipócrita que la eliminación de la hipocresía.

(continuara…)

El hombre-lobo de Klein-Krams

EL HOMBRE LOBO DE KLEIN-KRAMS

Fuente: Fondebrider, Jorge; Licantropía, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2004.pp.267-278.
Fuente original del relato: Karl Bartsch, 1879, “Sagen, Märchen und Gebräuche au Meklenburg”.

Cerca de Klein-Krams, no lejos de Ludwigslust, antiguamente había extensos bosques tan ricos en presas que los duques a menudo iban a esa región para llevar a cabo sus grandes cacerías. Durante esas cacerías, casi siempre veían a un lobo que, aún cuando estuviera dentro del radio de tiro, nunca pudo ser alcanzado por un cazador.
De hecho, tuvieron incluso que observar cómo se llevaba las piezas de caza ante sus mismos ojos y – algo que les parecía increíblemente notable- corría hacia el pueblo.

Sucedió entonces que un húsar de Ludwigslust, que estaba de viaje, pasó por el pueblo y entró en la casa de un hombre que se llamaba Feeg. Cuando lo hacía, una multitud de niños se precipitó a la puerta gritando y apiñándose en el patio. Cuando el soldado les preguntó por su comportamiento, le dijeron que, salvo uno de los niñitos, no había nadie de la familia Feeg en la casa, y que el muchachito, según era su costumbre cuando no había nadie, se había transformado en lobo, y que ellos estaban escapando de él, porque, de otro modo, los habría mordido.

De inmediato apareció el temido lobo, pero para entonces había abandonado su forma bestial. El húsar se volvió hacia el hijo de Feeg y trató de saber más sobre el juego del lobo, pero el niño no decía nada. Sin embargo, el forastero no se daría por vencido y finalmente consiguió hacer que el muchacho hablase.

El niño le contó que su abuela tenía un cinturón y que si se lo ponía, se convertía instantáneamente en lobo. El húsar le pidió
amablemente que le mostrara cómo se convertía en lobo. Al principio, el niño se negó, pero al final consintió en hacerlo, si el forastero subía al desván, para q no saliese herido. El húsar estuvo de acuerdo y, para asegurarse, subió también al desván la escalera por la que había ascendido.

Apenas sucedió eso, el muchacho corrió al cuarto principal y de inmediato volvió bajo la forma de un joven lobo, que persiguió a todos los que permanecían en la entrada de la casa. Luego de que el lobo volviese al cuarto principal, retornando nuevamente como muchacho, el húsar descendió y el hijo de Feeg le mostró el cinturón mágico, pero el soldado no descubrió en éste nada inusual.

Más tarde, el húsar fue a ver a un guardia forestal de Klein-Krams y le contó lo que había vivido en casa de Feeg. Luego de oír la historia, el guardia, que siempre había estado presente en las grandes cacerías de Klein-Krams, pensó de inmediato en el hombre lobo al que nunca podía herirse. Creyó entonces ser capaz de matarlo.

En la próxima cacería, al tiempo que ponía una bala de plata heredada en el cañón de su rifle, les dijo a sus amigos: “Hoy el
hombre lobo no se me escapará!”. Sus compañeros le miraron asombrados, pero él no dijo más.
Pronto comenzó la caza y no pasó mucho antes de que el lobo se mostrara nuevamente. Muchos de los cazadores le dispararon, pero nadie lo hirió. Finalmente, se acercó a guardia forestal, quien lo derribó. Todos pudieron ver que el lobo estaba herido, pero de un salto escapó hacia el pueblo. Los cazadores lo siguieron, pero el hombre lobo los dejó atrás y desapareció en la granja de Feeg.

En su búsqueda, los cazadores entraron en la casa, donde encontraron al lobo sobre la cama de la abuela. Lo reconocieron por la cola, que asomaba por debajo de las cobijas.
El lobo no era otro que la abuela de Feeg. Dolorida, se había olvidado de sacarse el cinturón y, de ese modo, había revelado su secreto.

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CONTEXTO

A finales del s. XVIII- principios del XIX el movimiento cultural conocido como Romanticismo se extiende, desde Alemania, por toda Europa. Entre otras características, el movimiento idealiza el pasado medieval, despreciado hasta entonces, y eleva las manifestaciones de la cultura popular, también despreciada hasta entonces, a la categoría de objeto de estudio.
Así mismo, el Romanticismo presta especial atención a la irracionalidad de los sentimientos y emociones; no se centró sólo
en el amor, sino especialmente en el miedo o el misterio, acompañándose de un interés por lo sobrenatural o inexplicable, que sería la base para el posterior “horror gótico”.

Los hermanos Jakob (1785-1863) y Wilhelm (1786-1859) fueron pioneros en la recopilación y estudio comparado entre tradiciones, de relatos mitológicos y folclóricos de la zona germánica. Kinder-un-Hausmärchen (1812-1815) es su obra más conocida, de dónde provienen los cuentos por todos conocidos; pero la mayoría de historias de licántropos se encuentran en las Deutsche Sagen (1816-1818).
Los hermanos Grimm cuentan con varios continuadores directos o indirectos en este aspecto, puesto que las recopilaciones de leyendas y narraciones tradicionales, incluidas aquellas que trataban de licantrópos, continuaron publicándose hasta principios del siglo XX.
Sin embargo, estas compilaciones van perdiendo con el paso del tiempo su original carácter de investigación, para convertirse en un conjunto de historias curiosas, o incluso divertida, con fines de entretenimiento.

Acerca del autor original:

Karl Friedrich Bartsch (Sprottau 1832 – Heidelberg 1888) fue un filólogo alemán.

Tras acabar sus estudios en la Universidad de Breslau se instaló Berlín, discípulo de Wilhelm Grimmm viaja a Francia e Inglaterra para estudiar manuscritos en occitano. Fue conservador del Museo Germánico de Nuremberg (1855), profesor de filología en la Universidad de Rostock (1858) y Heidelberg (1871). Tradujo La Divina Comedia al alemán, fijó una edición crítica de los Nibelungenlied y escribió, entre otras obras, Denkmäler der provenzalischen Litteratu (1856), Chrestomathie de l’ancien français (1866) e Grundriss zur Geschichte der provenzalischen Literatur (Bases para a historia da literatura provenzal) (1872).

Fuentes:

Fondebrider, Jorge; Licantropía, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2004.pp.267-278.
“Na Galipedia”, [url=http://gl.wikipedia.org/wiki/Karl_Bartsch”]http://gl.wikipedia.org/wiki/Karl_Bartsch”[/url]

Lobos en Norteamérica

Fuente: National Geographic Ed. España, vol.2, nº5 , Mayo 1998, pp.72-99
Nota: Se omiten los comentarios a pie de imágenes.

EL REGRESO DEL LOBO

Por: Douglas H. Chadwick
Fotografías de Joel Sartore

Durante miles de años, el lobo común ha sido uno de los mamíferos con mayor distribución sobre la Tierra. A principios de este siglo, se le había cazado con trampas, envenenado y disparado hasta casi su extinción en la mayor parte de Estados Unidos.
Aunque un plan federal para la reintroducción de lobo en algunos de sus antiguos hábitats ha tenido mucho éxito, todavía existe una fuerte controversia, tanto sobre el terreno como en los tribunales.

Los lobos devoran kilómetros con su trote infatigable. Este ejemplar era negro y se desplazaba como una silueta por los remotos campos nevados de abril. Mientras enfocaba su telescopio, la joven investigadora dijo que, según creía, se trataba del macho alfa de la manada de los depredadores más controvertidos de América del Norte, que había colonizado la Blacktail Deer Plateau, situada entre los pliegues noroccidentales del Parque Nacional de Yellowstone. A este lobo se le conocía como Número Dos.
El lobo se dirigía hacia la carroña de un uapití que su manada había abatido el día anterior. Los cuervos se dispersaban a medida que el carnívoro se aproximaba. Dos águilas calvas carroñeras volaron pesadamente hasta la copa de un álamo temblón. Un coyote solitario, que arrancaba trozos de carne de los huesos, no miró hacia arriba, y debería haberlo hecho.
Desde que en 1995 las autoridades empezaron a reintroducir lobos en Yellowstone, 69 años después de que se capturara con trampa el último ejemplar, los lobos habían matado a la mitad de los coyotes en la zona en que coincidían sus áreas de distribución, provocando una reducción de sus territorios, sus movimientos y sus grupos sociales.
Y entonces, de repente, el lobo negro rompió a correr. En el último momento, el coyote escapó a toda velocidad hacia la ladera de un montículo arbolado. La próxima vez que apareció, el lobo le seguía a unos 10 metros y continuaba acercándose. Momentos después los volví a ver a apenas 5 metros de distancia. Estaban tumbados y ambos meneaban la cola. Entonces el lobo se quedó frente al coyote, se inclinó sobre su cuarto trasero y meneó la cabeza: una invitación canina al juego. “Bueno – dijo la investigadora-, creo que éste no es Dos. Tiene que ser Número 56.”

El lobo común, Canis lupus, todavía es frecuente en Alaska y Canadá. Pero en otros lugares de América del Norte se libró una guerra sin cuartel, con rifles, trampas y venenos, contra estos animales durante más de 300 años. En 1967, los expertos declararon que la especie estaba amenazada de extinción al sur de Canadá. En 1974, el lobo común obtuvo finalmente una figura de protección bajo el Acta de Especies en Peligro.
Para averiguar cómo les iba a los lobos había decidido seguir la trayectoria de su reubicación en la zona más apartada de Yellowstone y en las tierras salvajes del centro de Idaho, su migración espontánea desde Canadá hasta el norte de Montana y su expansión natural en Minnesota. Aprendí a leer las huellas frescas. Aullé con los biólogos, bajo las estrellas, para incitar a las manadas de lobos a responder al aullido y revelar de este modo su posición. Y ahora estaba observando a Número 56, famoso por ser el primero a la hora de jugar y el último a la hora de luchar, mientras mantenía un careo juguetón con un coyote.
Al igual que los seres humanos, los lobos muestran una gran variedad de temperamentos y de peculiaridades psicológicas. Su estructura familiar es más parecida a la nuestra que la de muchas sociedades de primates. La lealtad y el afecto hacia sus parientes son dos de las características más fáciles de observar en el lobo común. La curiosidad es otra de estas características. Si el modo en que los lobos aprenden, se comunican y se entretienen también describe a los perros, ello se debe a que nuestros antepasados de la edad de piedra crearon el Canis familiaris domesticando el Canis lupus. Genéticamente, ambos son todavía el mismo cánido, capaces de cruzamiento.
La combinación de fuerza, inteligencia y comportamiento coordinado de la manada hizo de los lobos una especie estremadamente próspera. Con un área de distribución que se extiende por Europa, Asia y América del Norte, desde el gran Ártico hasta el centro de México, el lobo común ha sido durante milenios el mamífero terrestre más difundido después del hombre. Este carnívoro, el mayor de los cánidos – entre 35 y 55 kilogramos de peso -, también fue uno de nuestros competidores más inteligentes en la búsqueda de carne. Pero cuando los humanos empezaron a depender del ganado, el respeto por el lobo dio paso al aborrecimiento.
En la época medieval, un bestiario advertía a los lectores de que el propio diablo “guarda semejanza con un lobo, quien siempre está examinando a la raza humana con su maléfica mirada y merodeando misteriosamente por los apriscos de los fieles”. El derroche de propaganda en contra de los lobos durante siglos revela el arraigo del animal en nuestra psique, pese a que las leyendas de los indios norteamericanos consideran a este animal una deidad y el fundador de los clanes humanos. Para bien o para mal, estos grandes depredadores siguen recordándonos con su inquietante canto algo de nosotros mismos.

Con la excepción del sudeste de Estados Unidos, que era el dominio de una especie algo más pequeña conocida como lobo rojo, Canis rufus, el lobo común se extendía originariamente de costa a costa por América del Norte. Había cientos de miles de individuos repartidos en numerosas subespecies, entre ellas el lobo mexicano, cuyo territorio abarcaba el sudoeste de Estados Unidos.
Pero allí dónde los europeos se asentaban en el Nuevo Mundo, a continuación se producía la exterminación de los lobos. Durante muchos años, las agencias gubernamentales pagaron recompensas en metálico y los cazadores federales siguieron el rastro de los supervivientes incluso dentro de los parques y refugios. Un cazarrecompensas particular tendió trampas durante seis meses a través de 6700 kilómetros cuadrados de tierras limítrofes entre Wyoming y Dakota del Sur con el propósito de capturar a un único ejemplar, y lo consiguió.
Tras ser exterminados en la mayor parte del Este mucho antes de fines del XIX, los lobos comunes desaparecieron del Oeste en losaños treinta. Hacia los años sesenta, los únicos lobos que sobrevivían al sur de Canadá eran unos pocos individuos que se refugiaban como bandidos en la Sierra Madre de México, otros cuantos en Isle Royale, en el lago Superior, y entre 300 y 700 en el extremo norte de Minnesota.
Joe Baltich, Sr., ex jefe de policía en Ely, Minesota, me enseñó una vieja fotografía en la que aparecían once lobos colgados de un poste junto a una avioneta aparcada en la nieve. La escena tuvo lugar en los años cuarenta. Minesota ofrecía en aquella época jugosas recompensas por los lobos y Baltich, que tenía 15 años,acababa de ayudar a su hermano a matar desde el aire a ocho ejemplares. “Pasamos parte del invierno viviendo de esto”, recordaba.
Las recompensas se acabaron en 1965 y el entusiasmo de Baltich por poner trampas se fue convirtiendo poco a poco, y muy a su pesar, en admiración por el lobo.
Joe Jr., el hijo de Baltich, vino a sentarse con nosotros. “Solía acompañar a papá a cazar lobos con trampas – nos comentó-. Ahora se podría decir que atrapamos turistas utilizando los lobos como cebo.” Las excursiones de ecoturismo son ahora la especialidad de la familia y los lobos locales son sin duda la principal atracción. “Basta con encontrar deyecciones frescas en una de las pistas que preparamos para la práctica del esquí de fondo para que los visitantes se emocionen”, decía Joe Sr. Su hijo añadió “No se trata realmente de los lobos. Se trata de cómo cambian las personas”.
Muchas especies en peligro necesitan hábitats especializados para vivir o se reproducen muy lentamente. Para ellas, la recuperación puede ser un asunto largo y delicado. Pero los lobos son resistentes, ecológicamente elásticos, se reproducen muy deprisa y recorren grandes distancias. Unos ejemplares equipados con collares radiotransmisores que se habían alejado de su territorio fueron rastreados a casi 900 kilómetros. Los lobos pueden prosperar en casi cualquier tipo de hábitat que les ofrezca alimento. Su destino en el mundo moderno depende mucho menos de la biología que de la opinión que de ellos se tenga.
Y como las opiniones cambian, Minnesota alberga hoy a más de 2000 lobos, y la población se está expandiendo hacia la zona norte de Wisconsin y la península Superior de Michigan, que albergan cada una un centenar de animales como mínimo. Ely se enorgullece de poseer una nueva institución lla,ada International Wolf Center. Las 50000 personas que acuden anualmente, atraídas por su recinto de lobos vivos, su museo de exposiciones y sus clases sobre el terreno aportan una cantidad estimada de tres millones de dólares a la economía local.
Pero la antigua imagen de los lobos como seres maléficos y astutos ha tardado mucho en desaparecer en el país de los cowboys, el Lejano Oeste, donde las historia de los bisabuelos sobre famosos asesinos de rebaños todavía se conservan frescas en la memoria. Una razón por la cual el Viejo Oeste creó este tipo de historias es que, al parecer, por aquel entonces los carnívoros no tenían mucho más que comer. La caza no regulada había eliminado 60 millones de bisontes y dejado bajo mínimos a las poblaciones de uapitís, de berrendos e incluso de los resistentes ciervos. Los lobos que se cambiaron a la “carne mansa” fueron eliminados y estuvieron ausentes durante casi medio siglo, hasta que algunos ejemplares canadienses bajaron por la Divisoria Continental durante los años ochenta para colonizar una parte del Parque Nacional Glacier en Montana.

Los vástagos de los lobos pioneros del Glacier fundaron otras manadas más al sur, a lo largo de las Montañas Rocosas de Montana. Y luego, en 1995 y 1996, durante una acción tan cargada de simbolismo como de importancia biológica, las autoridades del servicio de Pesca y Vida Salvaje (FWS) de Estados Unidos decidieron acelerar el proceso, trasplantando un total de 31 lobos canadienses a Yellowstone, el parque nacional más antiguo del país, y 35 más al Área de Vida Salvaje Frank Church-River of No Return, en el centro de Idaho. El servicio federal de vida salvaje podrá afirmar que se ha recuperado la población occidental en el momento en que se cumplan estas dos cosas: cuando se establezcan diez manadas reproductoras en cada una de las dos zonas de reintroducción y permanezcan juntas durante tres años consecutivos, y cuando se establezcan diez manadas en la región de Montana, donde continúa la colonización natural.
Los tres ecosistemas tenían al menos media docena de manadas en 1997, lo que significaba que la recuperación se había adelantado a la fecha prevista y no sobrepasaba el presupuesto. Los funcionarios del Parque Nacional de Yellowstone calculan que, hasta el momento, más de 20.000 visitantes han visto un lobo, y los estudios pronostican qye la presencia de los animales generará millones de dólares en consumo turístico sólo en la región del gran Yellowstone. La población del lago Superior ha llegado ya a un nivel que muchos consideran seguro. Con suerte, el Canis lupus será excluido de la lista de especies amenazadas en unos cuantos años, lo que constituye un gran éxito no sólo para el lobo, sino también para la propia Acta de Especies en Peligro.

La firme recuperación del lobo en el oeste de las Montañas Rocosas y en la región del lago Superior ha alentado a los científicos y a los defensores de la vida salvaje a considerar factible la reintroducción de lobos de los bosques orientales en los 2,4 millones de hectáreas del Parque Adirondack, en el estado de Nueva York.
El Parque Nacional Olympic, en el estado de Washington, está siendo evaluado como otro hogar potencial. Mientras tanto, el lobo común se ha introducido por sí mismo poco a poco en el norte de Idaho, e incluso se han visto algunos enb las vastas praderas de Dakota.
En cuanto al lobo mexicano, la subespecie más críticamente amenazada en los 48 estados contiguos, es posible que haya dejado de existir en estado salvaje. Afortunadamente, se ha criado en cautividad una población de más de 175 individuos a partir de siete supervivientes de los últimos conocidos. Los biólogos tienen la intención de empezar a poner algunos en libertad este año en las áreas forestales nacionales que se extienden por la frontera entre Arizona y México.
Antes de la suelta de lobos para reforzar la población de las Montañas Rocosas, el FWS distribuyó 750.000 documentos informativos, convocó más de 130 conferencias públicas y recopiló unos 160.000 comentarios y cartas, la mayor cantidad recibida nunca sobre el problema de una especie amenazada. Las opiniones se inclinaban decididamente a favor de la reintroducción y, lo que causó cierta sorpresa, las encuestas revelaron que la mayoría de los consultados en los estados ganaderos de Montana, Idaho y Wyoming también estaban a favor. No obstante, los ganaderos pronosticaban el fin de su sistema de vida. La sola idea de que se fuera a prestar ayuda a los lobos hizo que los vaqueros se manifestaran por las calles.
En el curso de una manifestación contra el Acta de Protección de Especies en Peligro en Ronan, Montana, Troy Mader, de la Abundant Wildlife Society de América del Norte, me entregó un folleto con la foto de un ciervo mutilado y me dijo “En Alaska y Canadá hay muchos lobos. ¿Cómo puede el gobierno decir que están amenazados e intentar metérnoslos por las narices? Los lobos son dañinos, y deberíamos tener la posibilidad de controlarlos con veneno y cacerías aéreas. Primero hay que tener en cuenta los derechos de las personas”.
El plan de reintroducción obtuvo el apoyo público, en parte porque los Defensores de la Vida Salvaje, un grupo conservacionista privado, se comprometió a indemnizar a los rancheros por cada cabeza de ganado muerta por los lobos. Además, el gobierno mitigó la protección que normalmente se otorga a las especies en peligro decretando que los rancheros de las zonas de reintroducción podían disparar a cualquier lobo que atacara a sus ganados.
Sin embargo, se ha aplazado una nueva puesta en práctica del plan de reintroducción mientras un tribunal federal decide sobre su legalidad. Consideremos el caso de dos lobos a los que afectó el plan de recuperación: un macho gris de un año y una joven hembra negra. Sus vidas transcurrían en áreas separadas de los bosques canadienses cuando cada uno de ellos fue capturado, drogado, enjaulado y enviado por avión junto con otros lobos a un lugar de puesta en libertad en Idaho. Esto sucedió a principios de 1995.
Un año después, durante la primavera de 1996, el macho, designado como B7, y la hembra, B11, vagaron hacia el este a unos 150 kilómetros de Idaho hasta el valle de Big Hole, en Montana, donde, después de no causar problemas durante varios meses, tomaron parte en la muerte de una novilla.
Un agente de los Servicios de Vida Salvaje del Departamento de Agricultura de Estados Unidos despegó en un helicóptero para disparar a la pareja dardos con drogas inmovilizadoras. Alcanzó a B7 pero, como el dardo se clavó en el hueso y no inyectó el líquido, el macho escapó. En cambio, sí pudo capturar a su compañera. La hembra fue trasladada a una zona de Idaho situada a 250 kilómetros de distancia y allí fue liberada. Once días después, estaba otra vez de vuelta en el Big Hole con B7. Tardaron meses en capturarlos y devolverlos a las apartadas tierras de Idaho, donde un recinto recién construido con un cercado de tres metros y medio de altura debía retenerlos hasta la primavera siguiente, fecha en que serían liberados bastante más al norte. Pero B7 logró saltar la cerca. Durante dos semanas estuvo rondando por las inmediaciones, intentando entrar para reunirse con B11 o liberarla de algún modo. Finalmente, volvió al este solo.
Un vaquero lo avistó en el Big Hole a principios de abril. El lobo estaba en las lindes de un nevado pastizal paridera, alimentándose de placentas. Oí la noticia y conduje todo el día para acudir al lugar. Cuando llegué acababan de dispararle otra vez un dardo desde un helicóptero. Entonces tenía tres años de edad, estaba sano y pesaba 48 kilogramos. Sin embargo, sus dientes parecían los de un animal viejo, rotos y desgastados de tanto morder en los cercados metálicos en los que había estado confinado.
Visité el valle de Big Hole una vez más para conversar con Bob y Arlene Peterson, propietarios del pastizal paridera en el que B7 había estado merodeando.
“No odio ni culpo a estos animales – dijo Bob Peterson-. El lobo está haciendo lo que Dios le mandó hacer. No es culpa suya si forma parte de este programa federal.”
B7 fue enviado por avión para reunirse con B11 en el cercado de Idaho, cuya parte superior había sido ampliada ahora con una valla más amplia. En el verano de 1997 se les dio una última oportunidad de libertad. Si alguno de ellos molestaba al ganado a partir de entonces, ambos serían abatidos. Pero si pueden resistir en su nuevo territorio, y de algún modo construirse un hogar como el que tenían en Canadá antes de que fueran arrancados de allí, qué historia encerrarán sus cuerpos patilargos y sus ojos interrogadores.

El programa de recuperación del lobo de Idaho está gestionado por la tribu nez percé. Asistí a un powpow (gran reunión ceremonial) de primavera en la pequeña población de Kamiah, en la Reserva Nez Percé. En la ladera de una colina que domina el río Clear Water me encontré con Ken Bourgeau, que trabaja en el departamento forestal de la tribu. Se estaba poniendo un collar de plata y hueso. La capa que vestiría para las danzas de la tarde tenía una cola peluda.
“Mi padre compró esta piel de lobo en el norte de Washington – me dijo Bourgeau-. Mi padre me enseñó a respetar a todos los seres vivos. Me siento orgulloso de pertenecer a esta tribu y de formar parte del regreso de los lobos. Tenía que ser así, porque ya estaban aquí desde que existen las montañas.”
Otro danzante tradicional, Dan Spaulding, añadió: “ El lobo vuelve a cerrar el círculo”.
Otras personas no están tan seguras de que todo ser vivo tenga derecho a la existencia. Aunque la depredación que ejercen los lobos sobre el ganado en el oeste ha sido leve, las cifras van en aumento, lo que lleva a mucha gente a plantearse preguntas cómo éstas: ¿Qué sucederá cuándo vuelva a haber manadas en el territorio? ¿Realmente podremos vivir con ellos?
Volví a Minnesota, donde me encontré con el ganadero Julian Brzoznowsky, en cuya propiedad de 400 hectáreas se han capturado en las dos últimas décadas casi tantos lobos como existen en el oeste: 200 como mínimo. “Estos ecologistas… – suspiró-; Si alguien les robara el coche, querrían un juicio. Pero no les importa si los lobos me roban todo el ganado.” La acción legal emprendida por Brzoznowsky ayudó a que el estado empezara a pagar indemnizaciones por los daños causados por los lobos.
Sin embargo, la situación de Brzoznowsky es un caso extremo. Su rancho, una isla de prados despejados y cubiertos de hierba en una inmensa extensión de bosque próxima a Canadá, es el centro de media docena de territorios de lobos que se solapan. Las estadísticas a nivel estatal narran una historia mucho más pacífica. Dentro del área ocupada actualmente por más de 2.300 lobos hay unos 8.000 ranchos y granjas. Durantes los últimos años, tan sólo entre 70 y 90 granjas – aproximadamente un uno por ciento- sufrieron daños. Los casos registrados desde 1979 hasta 1996 muestran un promedio de 43 ovejas y 38 vacas depredadas al año por lobos, o aproximadamente una oveja de cada 400 y una vaca de cada 6.100 en el país de los lobos. La cantidad que el estado paga anualmente para compensar a los ganaderos de las pérdidas causadas por los lobos asciende a unos 32.000 dólares.
“Resulta gracioso que los lobos sean el foco de tanta discusión, ¿no crees? – me decía Bill Paul, especialista en lobos de los Servicios de Vida Salvaje para Minnesota, mientras dejábamos atrás unos pálidos abedules cuyas hojas a penas empezaban a salir-. Minnesota tiene piscifactorías que pierden cada una 50.000 dólares al año por culpa de las aves. Cuando se inició aquí el programa de recuperación de lobos, los ganaderos creían que los depredadores iban a devorarlo todo. Ahora se dan cuenta de que no es un problema tan grande como pensaban en un principio.”
A los lobos que causan problemas en Minnesota ya no los trasladan. Los capturan con cepos de acero y les disparan una bala en el cerebro. Unos 200 mueren de este modo cada año. Mientras llegábamos a los pastizales de Emery Erola, me acordé de que la tarea de Bill Paul era aumentar el total.
Mi memoria evocó la escena que se produjo aquí a principios de semana: una vaca mugía con fuerza entre las flores amarillas del prado, negándose a abandonar el cuerpo medio devorado de su ternero recién nacido, y Erola, un hombre de voz suave, murmuró: “Esto me está empezando a fastidiar de verdad”.
Entonces Paul miró al lugar de los hechos. Había huellas frescas en el barro y surcos por donde habían sido arrastrados la cadena y los ganchos de anclaje de una trampa.
Momentos después, Paul encontró al lobo atrapado junto a un árbol caído, en el límite del bosque. Tenía una pata desgarrada y dos huesos rotos. Alguien le había disparado un tiro de gracia en el pecho.
Considerémoslo con detenimiento. Cuando hay lobos, es inevitable que se produzcan muertes. Para que ellos vivan, deben morir necesariamente las presas salvajes. Cuando otras circunstancias provocan el declive de las presas salvajes, el ganado muere. Entonces se mata a determinados lobos para que la gente permita vivir a otros.

“Nos pasamos años educando a la gente para que no matara a los lobos”, me dijo una vez Ed Bangs, el coordinador del programa de recuperación de lobos del FWS. En cuanto se declare recuperada la población de lobos, y ya no se los considere oficialmente en peligro, ni siquiera Bangs está seguro de la forma que adoptará la gestión de estos animales. La autoridad sobre la especie revertirá entonces a cada uno de los estados, que pueden tomar la decisión de considerar al lobo una pieza de caza.
Teniendo en cuenta la capacidad de aprendizaje tanto de los lobos como de los humanos, existen alternativas a futuras guerras políticas contra los lobos, por lo menos para las pequeñas explotaciones ganaderas. Las más eficaces son simples mejoras en el manejo del ganado, como trasladarlo a zonas más seguras durante la vulnerable estación de los nacimientos. La rápida eliminación de los animales que mueren por otras causas es crucial, no sólo porque la carroña atrae a los depredadores, sino porque puede enseñar a los lobos inexpertos a considerar el ganado como un alimento. También está aumentando el interés por los perros guardianes criados y entrenados ex profeso. Los destellos de luz y los dispositivos acústicos también pueden funcionar como medidas disuasorias temporales.
Uno de los métodos más eficaces de control de los lobos fue inventado hace milenios. Se trata del propio sistema territorial del animal, cuyos límites define rociando orina.
Mike Nelson, una de las principales autoridades en ciervos del país, y David Mech, un experto federal en lobos, han estado documentando la relación entre estas dos especies durante tres décadas. Sus datos demuestran que el número de ciervos se ve afectado principalmente por las condiciones invernales – profundidad de la nieve, frío y comida disponible -, pero rara vez por los lobos.
En las manadas de lobos pequeñas sólo se reproducen la hembra y el macho dominantes. La supervivencia de los cachorros puede aumentar con el incremento de las poblaciones de ciervos pero, en cuanto una manada empieza a crecer más allá de un cierto punto, las tensiones sociales se agudizan hasta que los miembros empiezan a dispersarse. En los lugares en que los investigadores llevan el control, el número de lobos se ha mantenido siempre entorno a uno por cada 25 a 24 kilómetros cuadrados y, según Mech, es muy probable que se prosiga así hasta que el número de ciervos aumente o disminuya de forma radical.
Una manada no puede ampliar su territorio sin invadir uno ajeno, lo que provoca una pelea en la que los contendientes tienen grandes probabilidades de sufrir lesiones o incluso de morir. De hecho, aquí la causa principal de mortalidad entre los lobos son los lobos vecinos. En Yellowstone hay nada menos que 35.000 uapitís: demasiados, dicen algunos, indicando los signos de deterioro de la zona debido al exceso de pastoreo. Los defensores de los lobos sostenían que la reintroducción ayudaría a equilibrar las poblaciones de uapitís. Es posible, pero las pocas decenas de lobos que viven actualmente en medio de tanta abundancia de presas ya han empezado a matarse entre sí en conflictos territoriales.
Incluso cuando están separados por su sistema territorial, los lobos se mueren de hambre, sobre todo los jóvenes. El moquillo, el parvovirus, la Dirofilaria immitis y los parásitos intestinales se cobran su tributo, afectando con mayor dureza a las poblaciones más numerosas. La enfermedad de Lyme también les afecta. La sarna, provocada por la parasitación del ácaro Sarcoptes scabei, se está extendiendo entre las manadas de la zona del lago Superior y puede causar pérdida de pelo y una muerte lenta por congelación. La preocupación de que los lobos se sigan multiplicando hasta eliminar a las presas es infundada. Los seres humanos lo han hecho, pero los lobos rara vez.
Por otra parte, la teoría de que los lobos sólo matan a los animales viejos u enfermos tampoco se sostiene. “Los datos muestran que los lobos atacan principalmente a los ciervos más jóvenes, con menos de un año de edad – me explicó Nelson-. Los animales viejos y débiles son normalmente el segundo objetivo.”
Además, de vez en cuando matan más de lo que pueden comer, en especial cuando las presas avanzan con indecisión por la nieve. Aunque este exceso de muertes permite a la manada tener más carne para alimentarse en el futuro, nos causa la impresión de que se trata de una matanza gratuita.
“Cada lobo mata un promedio de 18 a 20 ciervos al año – añadió Nelson -. Las manadas pueden afrontarlo.” El predominio de inviernos por lo general moderados desde los a los setenta hasta 1995 ha permitido que el número de ciervos en la tierra de lobos de Minnesota se triplicara a pesar del incremente de la población del carnívoro y de que los cazadores y los conductores de vehículos matan unos 200.000 ejemplares cada año.

La siguiente vez que vi a David Mech estaba sobre un cerro de Yellowstone, con los prismáticos apretados contra sus ojos, expeliendo vaho en el aire frío. “Este se ha convertido en el mejor lugar del mundo para observar lobos”, me dijo. Mech ha observado al Canis lupus por todo el mundo y, en fechas recientes, ha iniciado un estudio intensivo en la cordillera norte del parque. Entre las laderas de las montañas se extienden vastos herbazales veteados de artemisa, lo que permite tener a los animales a la vista durante innumerables horas. La luz del sol y los frescos vientos de montaña despejan las sombras que siempre parecen envolver al lobo de las tradiciones de Europa y los bosques del Norte. Lo que se ve es sólo un poderoso depredador que desempeña su papel en una variada comunidad de otros carnívoros y de potenciales presas de ungulados.
La manada de lobos que había frente a nosotros se desplazó de un grupo de uapitís al siguiente, calibrando sus posibilidades. Algunas veces, los uapitís corrían más que los lobos. Un uapití macho giró con tal rapidez frente a un perseguidor que una cuerna suelta salió volando de su cabeza. Otros se agruparon y se mantuvieron firmes, repeliendo las incursiones con patadas violentas. Como la pata anterior de un uapití podría triturarles fácilmente las costillas o abollarles el cráneo, los lobos hacían asaltos fingidos, meramente intimidantes, para intentar asustar a algún miembro de la manada y hacerlo huir. Podíamos percibir el ímpetu de una batalla segundo a segundo, con un desenlace no predestinado, sino únicamente una suma de la destreza, la experiencia y la determinación de cada animal, más un poco de suerte. Una mañana observé un uapití que desaparecía por la cresta de una montaña con un lobo colgando en cada uno de sus hombros. Tres minutos después reapareció – aparentemente ileso – y poco más tarde empezó a pastar mientras el par de lobos se alejaba a paso largo.
No es la única especie que se está recuperando. Al ser el principal depredador de ungulados del hemisferio norte, el lobo ejerció una influencia enorme en la selección natural de otras especies. En cada generación, resultaban vencedores aquellos que eran un poco más fuertes que la media, más ágiles, algo más veloces, quizás más comunicativos, más capacitados para mantener el grupo alerta. Durante decenas de miles de años, la prueba del lobo forjó a los uapitís, ciervos, alces, caribúes, bisontes carneros salvajes, cabras de las nieves y bueyes almizclados que hoy admiramos.
En un sentido muy profundo, el uapití es el lobo, y el lobo es el uapití, al haber influido tanto las exigencia de uno en la evolución del otro. Un proceso de configuración mutua abarca al lobo y también a sus competidores. En el lado oeste del Parque Glacier, investigadores de la Universidad de Montana descubrieron que los grizzlis de las Rocosas, los pumas y los lobos consumían un número de presas aproximadamente equivalente. Ahora que los osos grizzlis se pueden alimentar de restos abandonados tanto por los pumas como por los lobos, unos cuantos osos macho permanecen activos durante todo el invierno en vez de retirarse a la osera. Desde las semillas de huckleberry (un arbusto parecido al arándano) propagadas en las eyecciones de los osos hasta los gallos de monte que prosperan donde los lobos reducen las poblaciones de coyotes, la conexión se establece en todas direcciones.
Y yo empecé a vislumbrar lo que los nez percé quieren decir cuando hablan de que el lobo vuelve a cerrar el círculo. [FIN]

Felíz cumpleaños Tiareani!

Que pases un día único!

Un abrazo!!

Lux

Brevisima relacion de la destruccion de las indias (descarga)

Brevísima relación de la destrucción de las Indias
[Crónica de Indias: Texto completo]
Fray Bartolomé de las Casas

 

Se adjunta una versión ilustrada para descarga, ignoro la fuente :

https://rojointenso.net/adjuntos/3025-brevisima-relacion-de-la-destruccion-de-las-indias.pdf ( 8 mb aprox click derecho para descargar)

 

Lobos en Europa

Reportaje aparecido en el Magazine de la Vanguardia Digital. 16/09/07
Siguiendo el link se ven buenas fotos.
[url=http://www.magazinedigital.com/reportaje.php?cnt_id=920&pageID=1]http://www.magazinedigital.com/reportaje.p…20&pageID=1[/url]

La reconquista del territorio
Lobos

Texto de Elena García Quevedo
Fotos de Andoni Canela

El lobo ibérico o “Canis lupus signatus” ha estado a punto de desaparecer, pero hoy supone la población más importante del carnívoro en toda Europa Occidental. El argumento de su periplo es la historia épica de un superviviente admirado y odiado, que narra la relación del hombre con el medio y, ante todo, la alegoría de cómo la naturaleza siempre sale adelante.

Suena un aullido, y después, el silencio. En la llanura castellana huele a tierra y a pinos mojados, a hojarasca y al agua que las nubes espolvorean sin pasión. Estamos junto a un cruce de caminos, cerca de Valladolid. Juan Carlos Blanco, biólogo experto en el lobo y consejero del Ministerio de Medio Ambiente, imita el aullido del cánido, cuyo nombre despierta algo atávico, sumergido en la memoria de los genes. El lobo ibérico, o “Canis lupus signatus”, es el rey de gran parte de la Península, en especial de la mitad nororiental. Su apariencia física se alza como bandera entre las 32 subespecies del mundo: ojos canela, piel tierra –más roja en verano que en invierno–, manchas blancas sobre los belfos, líneas negras que recorren las patas delanteras, la marca oscura en la cola y, sobre la espalda, una mancha en forma de cruz. Hay cerca de trescientas manadas, unos dos mil individuos. El noventa por ciento está en Galicia y Castilla y León. Los lobos que habitan en Cataluña proceden de Italia. El carnívoro sólo tiene, de adulto, un enemigo: el hombre. Por eso, ahora y aquí, en la noche de la vieja Castilla, debe de andar olfateándonos con la certeza en unos sentidos que le ha permitido sobrevivir en medios como éste.

A nuestro alrededor se abren los campos reverdecidos por el nuevo cereal. Tras un largo día de búsqueda, las señales nos indican que estamos cerca: un rastro de huellas firmes de lobo que avanza sobre el camino, una detrás de la otra siguiendo un monótono compás; una hez junto a un guante deja claro quién manda aquí. Por si no fuera suficiente, dentro del coche duerme un puñado de folios con localizaciones cercanas de varios lobos seguidos por Blanco vía satélite. “Los lobos son fascinantes. A veces parecen como una familia humana. Hay un papá, una mamá, unos hijos. También ves en ellos la competencia y la miseria que se dan en las familias”, explica el científico.

La familia loba se alza en forma piramidal bajo un macho y una hembra dominantes –llamados alfa–, los únicos que se aparean en la manada. Ellos guían la estrategia común de la caza y de la vida. Los cinco o seis lobeznos que una vez al año pare la loba en cuevas, refugios de zorros o tejones agrandados, e incluso entre matorrales, son el centro neurálgico desde donde se teje lo cotidiano: todos protegen y alimentan a los pequeños. Cuando éstos cumplen un año, se convierten en lobatos; a los dos, emprenderán un camino en solitario hasta encontrar o formar su hogar.

El periplo puede durar hasta dos años si es al norte del Duero, donde la densidad de población es mayor, o tan sólo diez días si se produce más hacia el sur.

Como ocurre en las familias humanas, hay unos que permanecen en el grupo sin disgregarse –los llamados beta–; o quienes viven en la periferia sin ser aceptados, pero sin buscar su propio lugar –los periféricos o épsilon–. Pero, como en todo, no hay regla sin excepción: “‘Paca’ espera heredar el reino de su madre”, ha explicado Juan Carlos Blanco poco antes de desviarse por las carreteras secundarias y pedregosas que nos han traído hasta aquí. Es una loba de cinco años que, según los datos, hace un par se refugió en una cueva durante la época del parto. “Vivió un embarazo psicológico”, comenta. El caso de “Ernesto” parece bien distinto: alfa durante más de una década, fue destronado. Después reemprendió su búsqueda en solitario. Cuando le cazaron, vieron a otros lobos junto a él.

“Gloria”, sin embargo, siempre vivió como periférica. Su cuerpo disolvió los fetos cuando quedó preñada, como, según Blanco, suele ocurrir en la especie a modo de control natural. “Paca”, “Ernesto” o “Gloria” no son distintos del resto, sino ejemplos de la impresionante versatilidad de la especie. Capaz de cambiar de costumbres, espacios y alimentación, a lo largo de los siglos, el lobo en la península Ibérica ha ajustado su vida a un mandamiento: sobrevivir. De hecho, sus costumbres y su alimentación varían de montañas como la cordillera Cantábrica a serranías como las leonesas o zamoranas, o en las llanuras. En cada lugar come lo que encuentra: ciervo, corzo, jabalí u otros ungulados en tierras altas; pequeños mamíferos, como conejos o topillos, en la llanura. La carroña tampoco está fuera de su dieta.

Por eso se adaptó a los más inhóspitos lugares cuando el hombre emprendió con él una guerra a muerte. Al terminar ésta, reconquistó sus viejos territorios: “Cuando el hombre abandona el campo, el lobo lo recoloniza”, concluye Blanco.

Pruebas que lo demuestren no faltan: si hasta el siglo XIX los lobos habitaban todo el territorio peninsular excepto Cataluña, a partir de 1950 sobrevivieron arrinconados en lugares como algunas sierras de Zamora, León, la cordillera Cantábrica y Galicia. También en Sierra Morena. Su resurrección se escribe paralela al despoblamiento rural. También al cambio de estatus del cánido: la ley aprobada en 1970 lo recalifica de alimaña a especie cinegética.

Al menos en teoría, porque en la práctica las cosas pueden ser diferentes.

Luis Mariano Barrientos lo sabe bien. Es un naturalista vallisoletano que lleva 27 años cerca del cánido. La afición se le adivina en el tono de voz que, sin velos, transmite pasión cuando pronuncia la palabra lobo, pero también al hablar de los enemigos del animal. “El mayor peligro de la especie son los furtivos”, dice. Un peligro que aún hoy acaba con camadas enteras al más puro estilo alimañero, pese a que apenas se constatan denuncias.

Mucho tuvo y tiene que ver el temor a los ataques del animal a la ganadería, que los expertos minimizan, y que ocasiona pérdidas anuales estimadas en un millón doscientos mil euros en todo el Estado. Las administraciones pagan los daños y proporcionan perros mastines para el pastoreo, que ayudan a la convivencia pacífica con el animal. Pero esta convivencia puede no ser tan fácil, depende de dónde y cómo. “La diferencia está en la forma de pastorear”, aclara Barrientos: “En Castilla y León hay manadas de lobos estables y apenas se producen ataques porque los rebaños van con pastor. Cuando se deja al ganado solo en las fincas, como por ejemplo ocurre en ciertas zonas de Asturias, el lobo ataca más”.

Para quien siempre ha vivido cerca del carnívoro, los matices de su relación pueden ser distintos; o tal vez no.

A las cuatro de la tarde de un día ceniciento, María Pilar Rodríguez Barrio limpia el mostrador del hostal Kilobas, mientras escucha preguntas sobre un tema que conoce bien. Estamos en Pedralba de la Pradería, en pleno corazón de la sierra de la Culebra, al oeste de Zamora. Nueve especies de peces, catorce de anfibios y otras tantas de reptiles conviven con el cánido. También 29 tipos de mamíferos, como corzos, ciervos, lobos, nutrias o gato montés. El cielo lo surcan aguiluchos cenizos, alimoches, águilas reales, culebreras, búhos, peregrinos y hasta azores. Pero si por algo se reconoce a esta tierra es porque cobija la mayor población estable de lobos de toda Europa Occidental. “La naturaleza es una cadena de la que todos formamos parte. El lobo es el regulador, controla al más débil. Sin ellos, los corzos se nos comerían”, dice la mujer. Su discurso no es tan común en una tierra ganadera donde siempre ha vivido el mamífero. “A mi marido le pone nervioso porque le mató veinte ovejas”, añade. De hecho, cerca de aquí permanecen en pie loberas donde antaño se le cazaba para exhibirlo después. Incluso en la actualidad, este mismo año, en el municipio de Villardeciervos, se pujó a mano por tres cabezas de lobo. Aquí el cánido se caza, al igual que en Galicia, Euskadi, Cantabria y, al norte del Duero, en Castilla y León, pero también vienen turistas con ánimo de observarlo.

La situación va cambiando, y el aura del animal atrae a gente y también dinero.

Al atardecer, las tres líneas de color que matizan el horizonte –tierra, sierra y cielo– se desdibujan. En plena reserva de la sierra de la Culebra esperamos al mamífero, tutelados por dos guardas. El animal aparece solo, tranquilo, y camina en línea recta hasta que, tras girar, desaparece. “Hay un cambio. Algunos niños de la zona me piden que les cuente cosas del lobo”, dice Pedro, uno de los guardas, que lleva décadas siguiéndole.

Luis del Riego, ecologista del grupo Ciconia, tiene algo que decir sobre el incipiente cambio de mentalidad. Durante años su grupo trabajó con escuelas de la zona. “Sabíamos que el cambio de los ganaderos vendría a través de los hijos. Queríamos desmitificar al lobo, hacerles saber cuál era su función.” Luis asesora hoy al Ayuntamiento de Puebla de Sanabria para crear el primer centro de interpretación del lobo, que atraerá más turismo y expertos.

A las afueras de Puebla, un grupo de niños demuestra que las palabras de Riego siguen de actualidad. Proceden de otras provincias castellanas y atienden a Javier Talegón, biólogo especializado en el mamífero, que durante varios días compartirá su pasión con los más pequeños a través de sus clases. Muestra diapositivas, objetos, y plantea preguntas: “¿Qué hacen los lobos cuando ven a una persona?”. Los niños, que ya no creen el cuento con el que otros crecimos, le responden: “¡Corren!”.

DESCRIPCIÓN
Cánido grande de aspecto robusto. Ojos de color canela, orejas triangulares y mandíbula muy fuerte. Su pelaje, de color pardo grisáceo, es variable según la época y es muy espeso en invierno. La subespecie ibérica (“Canis lupus signatus”) tiene unas manchas negras en la cola y en las patas delanteras. Destaca su aullido, que suele ser más frecuente al anochecer.

MAPA DE DISTRIBUCIÓN
Cubre Asturias, Cantabria, Galicia, Castilla y León, La Rioja, País Vasco, Extremadura y Andalucía (Sierra Morena). Y también hay una pequeña mancha en Cataluña.

HÁBITAT
Se encuentran en montañas, valles, bosques e incluso llanuras cerealistas. Al norte de Cataluña hay lobos de la subespecie italiana llegados desde el Pirineo francés.

SITUACIÓN
Se calcula que hay en torno a 2.000 lobos, la mayoría de ellos en Galicia y Castilla y León. Está considerada especie de interés comunitario de carácter prioritario, pero su estado y su protección varían según cada comunidad autónoma (especie cinegética, vulnerable, protegida, amenazada o en peligro.