agosto, 2007

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Asi es desde software, hordware, adaptaciones, todo lo que el ingenio humano hace ver insignificante a los productos caros de las empresas.
Tecnologia homebrew.

Documental sobre kalari

Serie de documentales sobre kalari, arte marcial hindú, interesante lo referente a la marman, medicina tradicional hindú que es parte del curriculum de los que practican este arte marcial.

[url=http://www.youtube.com/watch?v=FZZYl2IUKbo]http://www.youtube.com/watch?v=FZZYl2IUKbo[/url]

Los Peligros -reales- de la Magia

Nota previa ( la misma de antes): Siento especial predilección por la editorial Luis Cárcamo, con una distribución de cuenta-gotas y siempre presente en los mercados de viejo, cuando encuentras uno de sus libros te reencuentras con ese estilo es tan inconfundible que parece que sea trabajo artesanal. ^^ Sus traducciones son muy particulares también, así que con la pena, me he tomado la libertad de sustituir algunas palabras o expresiones para que el texto fuera más comprensible (por ejemplo, ellos escriben siempre la palabra \”realizar\” en lugar de \”darse cuenta\”). Así mismo, las cursivas son del autor, y las negritas son mías.

W.E. Butler, El Mago, su entrenamiento y trabajo, Ed Luis Cárcamo, Madrid, 2006.

pp. 18-25

Como dice muy verdaderamente un escritor oculto, Israel Regardie, “no hay lugar aquí para exclamar portentosas advertencias sobre el uso y abuso de poderes mágicos y del conocimiento espiritual. Dentro de la psique misma hay un centinela que nunca duerme. Es un guardián de la ley moral cuyo castigo es tan espantoso y devastador que no hay apelación, salvo por la expiación del crimen. De los dictados y juicios de este Ser interno no hay escape, excepto por la admisión y aceptación del abuso, seguidas por la firme determinación de evitar siempre un acto similar.”

Esta advertencia les parecerá insuficiente a algunos lectores, así que será mejor, quizá, que demos nuestro propio punto de vista. En tantos grupos y fraternidades esotéricos se oye de tales portentosas advertencias dadas contra la magia, que sería bueno que tratásemos de discutir el asunto a la luz del día.

¿Hay algún peligro en la práctica de la magia? La respuesta es, “Bueno, sí; por supuesto que lo hay. Cualquier cosa puede ser abusada, y cuanto más poderosa sea la cosa para el bien, mayor será el mal si se usa mal”. (…)

Los peligros del trabajo mágico pueden ser divididos en peligros espirituales, emocionales y físicos. Estudiémoslos brevemente en este orden. ¡Peligro espiritual! ¿Qué queremos decir con esto? Simplemente ese orgullo presuntuoso y satánico por el que, como dice el poeta “cayeron los ángeles”. Este es el vicio característico del seguidor del sendero oculto, y con mucho la gran mayoría de estudiantes siguen este sendero. El alejamiento intelectual y el desprecio frío hacia el “rebaño ignorante” son muy comunes en los círculos ocultos, y puesto que los ritos mágicos exigen una aplicación muy concentrada y continua, el estudiante empieza a sentirse en algún modo superior a los otros de alrededor suyo. Así es, pero eso le debería hacer muy humilde, desde que empezase a tomar conciencia que la única justificación para la práctica del arte mágico es a fin de que pueda estar en mejores condiciones de ayudar a sus compañeros los hombres. “Deseo saber para servir”, dice el neófito de los Misterios, y esa es la única razón por la que deberíamos entrenarnos a lo largo de estas líneas. Uno que desoye este consejo y no se suscribe a este cometido, ha tomado el primer paso en el camino descendiente, y aunque pueda conseguir gran poder y conocimiento, está sin embargo en peligro de convertirse en uno de los Hijos de la Perdición, una Estrella Errante, para la que está reservada la negrura de las tinieblas (…) Pero éste no es sino el destino de unos pocos, pues los Cristos del Mal son tan raros como los Cristos del Bien. No obstante, el “inflado del ego falso o empírico” como lo denominan los psicólogos, significa que en un punto u otro el desastre espiritual le espera a uno que ha intentado aislarse, en orgulloso desprecio, de sus hermanos.

¿Cuáles son los peligros emocionales? Para responder a esta pregunta es necesario recordar que la personalidad se construye durante la vida terrestre por la experiencia con la que se encuentra, y sus reacciones ante ella. Puesto que estas experiencias son muchas y variadas, y puesto que las reacciones de la personalidad son extremadamente complejas, llegamos usualmente a la edad madura con una personalidad que ha sido construida sin un plan definido. Aquí hemos combatido circunstancias, allí nos hemos abandonado a ellas. Aquí hemos encarado circunstancias adversas y aprendido la lección que tenían que enseñar, habiendo obtenido así su poder para nosotros, allí hemos intentado escapar de tales condiciones y de la necesidad de tener que tomar una decisión concerniente a ellas. Y así sucesivamente, de modo que se verá que el templo de nuestra personalidad es usualmente una estructura muy curiosa, construida con materiales mal escogidos, y mostrando muy poca traza de algún plan coherente. Dentro de esta estructura traemos hacia abajo fuerzas y poderes del universo, y no es sorprendente que suceda que esta casa de la personalidad sea derrumbada por el rayo relampagueante de las fuerzas invocadas. En lenguaje simple, la presencia de del poder invocado actúa sobre nuestra “psique”, y los “complejos” reprimidos tanto como la conciencia integrada sienten la presión. Es así que a veces sucede que un estudiante de magia comienza a dar signos de inestabilidad mental. Bajo la supervisión de un instructor sabio, tal condición puede convertirse en lo que se conoce en psicología como una “catharsis” mental de purificación, y el material reprimido; habiendo sido elevado a los niveles conscientes, se integra en la consciencia normal. Los síntomas de desequilibrio desaparecen, y el estudiante ha ganado decididamente con la experiencia. Pero a veces una ocurrencia tal como ésta no puede tener lugar. Los complejos enterrados están cargados con poder, pero no pueden emerger en, y ser integrados con, la conciencia. El resultado es una ruptura más o menos completa de la mente. Pero debe recordarse que ésta es una ocurrencia muy rara (…).
El estudio mágico puede convertir a alguna gente en casos psicopáticos, pero debe tenerse presente que la sicopatología ya estaba ahí antes de que el estudiante comenzara su trabajo mágico. Todo lo que hizo la magia traerla a manifestación activa. El estudio de cosas misteriosas atrae a cierta clase de psicópata, y no importa mucho si la atracción es hacia la magia, el espiritismo o el Adventismo del Séptimo Día. (…) Es una idea común entre el público en general que los médium y los psíquicos sensitivos “oyen” y “ven” cosas que no son visibles a aquellos de alrededor suyo. Pero igual ocurre con ciertos individuos mentalmente desequilibrados, y sucede que esos infortunados, oyendo de las visiones y voces de los psíquicos, gravitarán hacia las organizaciones psíquicas. Si se les reconoce por lo que son, gente mentalmente enferma, entonces todo está bien. Pueden ser mandados afuera de la organización concernida, y puede ser que, a través de una comprensión de su caso, puedan recibir un tratamiento curativo que, aunque no ortodoxo desde el punto de vista médico, puede ser muy efectivo. (…)
Cuando, sin embargo, a esa gente desequilibrada se la permite intentar un trabajo psíquico o mágico, entonces la responsabilidad descansa simple y llanamente sobre los hombros de aquellos que son los líderes de tal trabajo (…).

Llegamos ahora a los peligros psico-físicos de la magia. Hay de nuevo peligros que pueden ser evitados por cualquiera que use el sentido común. Debe recordarse que uno de los resultados directos del trabajo mágico es un incremento tremendo de las energías vitales, y este poder aumentado, como ya hemos dicho, afecta a toda la personalidad. Ahora bien, parte de la personalidad es el cuerpo físico, y sus sistemas y centros nerviosos. Estrechamente asociados con los plexos nerviosos están esos maravillosos laboratorios químicos del cuerpo, las glándulas endocrinas o de secreción interna. Asociados con ellas también están los diversos factores instintivos y emocionales de la mente, y sabemos que las secreciones de las glándulas endocrinas, las “hormonas” o “mensajeros”, transmitidas por el torrente sanguíneo a todas las partes del cuerpo, causan efectos de largo alcance tanto sobre el cuerpo como sobre la mente. Si por las prácticas mágicas incrementamos las energías vitales, y si por una concentración sobre los diversos centros psíquicos (que están situados cerca del plexo nervioso físico) dirigimos hacia ellos una cantidad excesiva de esta energía que nos viene, podemos esperar entonces que la incrementada actividad del centro nervioso y de la glándula concernida resulte en la liberación excesiva de sus hormonas en el torrente sanguíneo. Así como la mente puede afectar de este modo a los procesos del cuerpo, así pueden éstos afectar a la mente. (…)

Otro peligro psicofísico viene cuando se juntan prácticas mágicas, meditaciones místicas y técnicas psíquicas, sin un conocimiento real por parte de los concernidos. Es como si un niño fuera a decir, “aquí hay una sustancia negra que los mayores llaman carbón, aquí hay un polvo amarillo al que llaman azufre, y aquí hay una sal blanca a la que llaman salitre. Los mezclaré y veré que pasa”. Si por casualidad los mezclase en cierta proporción, y prendiera fuego a la mezcla resultante, los resultados podrían muy bien ser desastrosos. Así que una de las primera reglas es “no mezcles las técnicas, salvo que sepas lo que estás haciendo”. Incluso entonces no las mezcles hasta que hayas llevado bajo tu control consciente y positivo a cada técnica en particular.

Hay otro peligro, el grupo o logia pseudomágico. Aquí se viste un pequeño conocimiento con términos grandilocuentes, y se emplean ciertos “trucos” psicológicos o físicos por parte de los líderes del grupo. Por tomar sólo una cosa. El incienso (…) tiene un efecto psíquico muy poderoso sobre la conciencia. Pero hay muchas clases de incienso, y no todos producen un resultado psíquico beneficioso. (…)

(…) Es sabio tener un standard de referencia al que uno pueda volverse en tiempos de duda. El standard de referencia del escritor presente es el Señor Jesús. No es necesario aceptar todos o algunos de los puntos de vista dogmáticos sobre El, pero Su vida y enseñanzas nos dan un standad contra el que podemos situar las enseñanzas o prácticas de aquellos de cuya naturaleza dudamos. Otros pueden preferir otros standards, y “a cada hombre su propio maestro”. Pero debería adoptarse algún standard antes de que el buscador se una a cualquier grupo mágico u oculto.

Razones para el secreto

Nota previa: Siento especial predilección por la editorial Luis Cárcamo, con una distribución de cuenta-gotas y siempre presente en los mercados de viejo, cuando encuentras uno de sus libros te reencuentras con ese estilo es tan inconfundible que parece que sea trabajo artesanal. ^^ Sus traducciones son muy particulares también, así que con la pena, me he tomado la libertad de sustituir algunas palabras o expresiones para que el texto fuera más comprensible (por ejemplo, ellos escriben siempre la palabra \”realizar\” en lugar de \”darse cuenta\”). Así mismo, las cursivas son del autor, y las negritas son mías.

W.E. Butler, El Mago, su entrenamiento y trabajo, Ed Luis Cárcamo, Madrid, 2006.

pp.13-18

Puede preguntarse, “¿por qué otro libro sobre Magia? Con seguridad que ya hay muchos escritos. En cualquier caso todos están cortados de la misma pieza – todos son descripciones de la experiencia de otras gentes- y significan simplemente que sus autores toman de la lavandería literaria de los otros”.
(…)

El problema es que la magia ha yacido por tanto tiempo bajo una nube de superstición, ignorancia y temor por una parte, y ha sido obscurecida por la otra por un biombo de humo de secreto, maquinado por aquellos que temían la pérdida de poder y de prestigio si el asunto se llevaba a la luz, que es muy difícil para el escritor corriente hacer algo más que dar un bosquejo general sobre el asunto. El está compelido a extraer su material del trabajo publicado de otros, que estaban también bajo la misma limitación.
La posición fue complicada aún más por el hecho de que aquellos que podían haber dado un registro de primera mano fueron amordazados por terribles juramentos de secreto, y la ruptura de un juramento de iniciación no es una cuestión ligera. Desde luego, algunos rompieron su juramento de silencio y lealtad, pero como regla general lo hicieron no para instruir al público en general, sino para aumentar su propio poder, y aunque prometieron dar todos los secretos, retuvieron sin embargo ciertas claves esenciales. Formaron entonces alrededor suyo grupos obligados al secreto y a la obediencia y toda la historia se repitió.

Ahora bien, la ruptura de un juramento es un asunto serio, e involucra el honor del individuo concernido. Pero la exacción de un juramento de secreto donde no debería estar presente secreto alguno, es también deshonroso. Fue Aleister Crowley, que se ganó una considerable notoriedad como mago (…) y como rompedor de juramentos, quien escribió amargamente que sus iniciadores le obligaron al silencio por terribles juramentos ¡y le revelaron entonces el alfabeto hebreo y los nombres de los planetas!

El cuerpo general del conocimiento mágico puede ser dividido groseramente en dos grupos. El primero, en cantidad si no en calidad, es el cuerpo general de ceremonias y prácticas mágicas que son las existencias disponibles de la organización “oculta” normal. Todo éste, con pocas excepciones, está compuesto de material ya existente en libros que son accesibles al público. (…) Todos ellos proporcionan inagotables canteras de las que podemos obtener el material que necesitamos. (…)

Surge la pregunta de porqué habrían conminado las diversas ordenes mágicas a sus iniciados al secreto respecto a estas cosas que son de conocimiento común. La respuesta es que, en las órdenes y fraternidades que eran genuinas, la información que era dada en estas diversas fuentes era combinada en un patrón particular, y era este patrón el que era el objeto real del secreto.(…)
Podemos decir que las partes componentes de los patrones del ritual (…) se acoplan para formar una cerradura metafísica. En esta cerradura se insertan y giran ciertas llaves, y la puerta de la conciencia y el poder suprafísicos se abre. (…)

Estas llaves son de dos clases, llaves mayores y menores.(…) Las llaves menores consisten en técnicas fisiológicas, psicológicas y psíquicas que han sido transmitidas desde el pasado, o se han construido por un proceso de trabajo experimental. Los diversos ejercicios de yoga son tales técnicas. Una buena parte es de “dominio público” pero hay varios artificios técnicos que son muy poderosos en sus efectos, y que requieren la preparación debida por parte de la persona que los usa. Estas llaves se mantienen consiguientemente secretas. (…)

Los sensitivos mediumnísticos (…) no deberían “hurgar” en estas materias. Con ellos, es una cuestión de entrenamiento concienzudo en la técnica, bajo cuidadosa supervisión, o de dejarlo estrictamente. No hay razón, por supuesto, para que un psíquico bien desarrollado y estabilizado no siga el sendero de la magia ritual, si sinceramente desea hacerlo.

Estas llaves menores constituyen las llaves principales en las manos de los rectores de las logias. Pero las llaves mayores son una proposición enteramente diferente. Las llaves menores pueden ser comunicadas a otros, que pueden practicar la técnica y adquirir destreza en ella, pero con estas llaves mayores tal proceso es imposible. (…)

Se ha dicho lo suficiente como para dar alguna idea de las razones para el secreto de las órdenes y fraternidades mágicas, y le queda ahora al escritor presente por indicar su propia posición en el asunto. (…) Como miembro de la Fraternidad de Dion Fortune, dio el juramento de secreto usual concerniente a su enseñanza y rituales, y todavía respeta ese juramento. Nada de lo de aquí es en modo alguno parte de lo que juró mantener secreto e inviolado.

Pero de su primer instructor y de sus asociados Orientales, y de Dion Fortune misma, recibió un considerable cuerpo de conocimiento, sin restricción alguna sobre su uso, excepto, desde luego, el consejo general que queda bien expresado por la advertencia que fue situada encima de un aserradero americano, “¡No jugar con la cuchilla!”
Habiendo “jugado” al menos en una ocasión con una cuchilla, él aprecia ahora la fuerza del mandato. Por lo tanto, las instrucciones prácticas dadas aquí son prologadas por la advertencia necesaria.

Destino del Héroe

Los fragmentos que siguen son de “El Destino del Héroe”, de Georges Dumézil. Para que no se preste a confusión, más que tratar el tema del ciclo del héroe trata acerca del origen de esta figura en la familia de las mitologías Indoeuropeas, en relación a la función guerrera. Tengo que pedir disculpas porque mi teclado no da para tantos signos como los de los editores del libro; por lo que la mayoría de nombres propios reproducidos con fidelidad en el original, han sido transcritos “libremente” :/

El Destino del Guerrero, Georges Dumézil. Ed. Siglo XXI, Mexico D.F., 2003

pp.3-8

(…) Una vez reconocido el carácter indoeuropeo común del marco ideológico de las tres funciones – administración de lo sagrado, del poder y del derecho; de la fuerza física; de la abundancia y la fecundidad- emprendimos el estudio comparativo, entre los diversos pueblos de la familia, de la economía interna de las expresiones teológicas y míticas de cada una de ellas. (…).

Por lo que toca a la primera, muy pronto fue posible obtener un cuadro sencillo y enteramente coherente del cual la India védica – verificada por Irán – proporciona, con su Varuna y su Mitra, un ejemplar teológico bien conservado y del que Roma ha heredado una exposición muy completa en la historia de sus fundadores, Rómulo y Numa. Con evoluciones propias de cada una, Escandinavia, Irlanda han confirmado esta primera imagen. Luego, al lado de los dos aspectos y personajes principales de la soberanía, han sido deslindados los servicios y las figuras de dos soberanos menores, de los cuales los indoiranios, los romanos, los escandinavos presentan “realizaciones” diversas, pero de igual sentido. Si aún deben examinarse cantidad de puntos más de cerca, no parece que falte mucho por añadir a estas líneas maestras. No ha ocurrido otro tanto con los dioses y los mitos de las otras dos funciones.

Uno de los caracteres más inmediatamente apreciables de la tercera es su fragmentación en provincias muy numerosas, cuyas fronteras son imprecisas: fecundidad, abundancia en hombres (masa) y en bienes (riqueza), alimentos, salud, voluptuosidad, etc., son nociones que se condicionan unas a otras, que se comunican unas y otras por mil capilares, sin que sea posible determinar entre ellas un orden de derivación. Otro carácter de la misma función es su estrecha vinculación con la base geográfica, topográfica, étnica también, de cada sociedad particular y con la forma, los órganos variables de cada economía. (…) Hasta el presente no ha aparecido ninguna estructura general y puede dudarse de que aparezca alguna en el porvenir.

La segunda función, la fuerza y ante todo, por supuesto, el uso de la fuerza en los combates, no resulta para el comparativista una materia tan desesperada, pero no ha disfrutado de una sistematización tan completa como la soberanía religiosa y jurídica: sea porque los teólogos y los filósofos responsables de la ideología no hayan reflexionado con tanto cuidado acerca de las actividades más apartadas de las suyas, sea porque las realidades no ya del suelo sino de los acontecimientos hayan contrariado la teoría. De suerte que la comparación no ha deslindado aquí tanto una estructura como aspectos, ni siquiera todos coherentes. Pero la antigüedad de estos aspectos, tomados por separado, es atestiguada por redes de correspondencias precisas y complejas entre la India (las más de las veces los indoiranios) y Roma o el mundo germánico. Tres son objeto de la presente compilación. Con algunos excursos, cada una de las tres partes se propone esencialmente obtener el certificado o – como se dice hoy- el label indoeuropeo para un grupo de representaciones hindúes bien conocidas, relativas al principal personaje del segundo nivel, Indra: la serie de sus más célebres proezas; su reputación de “pecador entre los dioses”; y aquello que parece aflorar de práctica social, de ritual, bajo su título de “Vrtrahan” y bajo el escenario de algunas de sus hazañas.

Otros “aspectos”, que aquí no pueden más que señalarse y a los que aludiremos incidentalmente en el curso del libro, no tienen por cierto menor importancia.

Ante todo, la división de la función entre dos tipos de representantes, no articulados y complementarios, como lo son Varuna y Mitra, pero cuando menos irreductibles el uno al otro: los que el Mahabharata encarna en los héroes Bhima y Arjuna, patrocinados para los indoiranios (…) por los dioses Vayu e Indra, padres, por lo demás, de Bhima y de Arjuna, respectivamente, en la epopeya. Heracles y Aquiles ilustran bastante exactamente estos dos tipos entre los griegos. Pero es en el mundo germánico, con una alteración que le es particular, donde esta distinción tiene mayor importancia: el segundo nivel se ha desbordado abundantemente sobre el primero, de suerte que el primer soberano, el Odin escandinavo, resulta ser, a la vez, uno de los dioses más ocupados en la guerra; sin superponérsele exactamente, la diferencia entre Odin – en tanto que preside las batallas- y el campeón Thor, gustosamente solitario, recuerda por algunos rasgos la que hay entre Indra y Arjuna o entre Vayu y Bhima.

Luego está la existencia de “sociedades de guerreros”, agentes eficaces de conquista. Los mariannu, combatientes en carro, que en el segundo milenario antes de nuestra era sembraron el espanto entre las naciones del Cercano Oriente, son sin duda los más antiguos testimonios directos, y los Marut de la mitología védica (…) trasponen este tipo de órgano social al otro mundo. (…)
Hay también relaciones de la mitología naturalista y la mitología social en este segundo nivel, o más sencillamente, en cuanto a la India, el doble valor de Indra y de los Marut, a la vez modelos de los combatientes terrestres y divinidades del rayo y la tormenta, de las manifestaciones terribles y de las consecuencias felices de la tormenta. Si es erróneo ver fundamentalmente en Indra a un dios de la fecundidad (…) una gravidez lógica constantemente lo ha empujado en tal dirección, como por lo demás al Thor noruego, “el buen hombre Thor”, “Thor el campesino” ( el “Hora Galles” de los lapones) (…) pues otro problema (…) es el paso del rayo, o del arma mítica que le corresponde, a manos de un dios de primer nivel: Mitra, Zeus, Júpiter. (…)

Existen, en fin las relaciones de la función guerrera con la juventud, con esos iuuenes, a la vez clase de edad en una sociedad y depositarios de las esperanzas de duración o de renovación de dicha sociedad (…). Las tradiciones de muchas ciudades de Italia que se concedían por fundadores una banda de iuuenes conducidos por un animal de Marte, leyendas germánicas como la del origen de los lombardos, hacen pensar que la oposición de las clases de edad ha desempeñado con frecuencia un papel en la expansión de los indoeuropeos. (…).

Coca Cola Zero

Razon 1: ciclamato como endulzante.

Fue un regalito de Vicente Fox a su antiguo patrón: The Coca Cola Company. Sólo unos meses antes de concluir su período presidencial, la Secretaría de Salud levantó la prohibición al uso como edulcorante en bebidas y alimentos del ciclamato de sodio, una sustancia vetada desde 1970 por las autoridades sanitarias en los Estados Unidos, Japón, Francia, Gran Bretaña y otros países porque se encontraron evidencias de que su consumo excesivo puede ocasionar cáncer. La proscripción también se aplicó en México por obvias razones, aunque muy tardíamente -apenas a partir de 1999- pero al dejarla sin efecto el gobierno de Fox -quien, hay que recordarlo, fue durante años alto empleado de esa empresa transnacional-, se abrió el camino para lanzar al mercado en México la Coca Cola Zero, que contiene ese compuesto químico.

En efecto, la autorización de la Secretaría de Salud para emplear ciclamato de sodio como edulcorante en bebidas y alimentos -cosa que, como decíamos, no se había permitido en México durante siete años- fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 17 de julio de 2006. Y sólo cinco meses después salió a la venta el refresco en mención. Es obvio que aquello no fue mera coincidencia, ni que la embotelladora simplemente aprovechó que ya se podía usar ese edulcorante. El lanzamiento de un nuevo producto -sobre todo por parte de las grandes empresas transnacionales- es un proceso largo y complejo, que lleva años de preparativos.

Resulta evidente, pues, que el asunto se estuvo cocinando entre la Coca Cola y el gobierno de Fox, y una vez listo todo para iniciar la producción, la Secretaría de Salud levantó el impedimento. Aquella fue simplemente la última fase de la operación, y el momento, por lo demás, se eligió muy bien, pues en esos días -hablamos de julio del año pasado- todo el interés nacional estaba centrado en el problema electoral y nadie iba a fijarse en minucias tales como una lista de productos químicos publicada en el Diario Oficial.

Por ello el asunto pudo pasar inadvertido por más de un año, hasta que hace unos días la Dra. Laura Olguín, catedrática e investigadora la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional, llamó la atención sobre el hecho de que a los consumidores mexicanos se les está exponiendo a una sustancia prohibida en otras naciones y que ello -de remate- se hace con el conocimiento y la aquiescencia de las autoridades que debían velar por la salud pública.

El ciclamato de sodio, conocido también en la industria alimentaria como E-952 y en la terminología química como ciclohexilsulfamato, es un producto sintético derivado del ácido N-ciclo-hexil-sulfámico. Fue creado en 1937 y es 50 veces más dulce que el azúcar de caña. Por eso, y por su bajo precio, comenzó a usarse desde 1950 como edulcorante artificial en muy diversas bebidas y alimentos, pero sobre todo en bebidas gaseosas, pues tiene también la ventaja de que es muy estable y no lo afectan los cambios de temperatura ni la acidez. Su único inconveniente es que deja cierto saborcillo desagradable, pero esto se evita mezclándolo con sacarina. Sin embargo, no duró mucho tiempo en el mercado, pues además de sus posibles efectos cancerígenos se encontró que tiene un potencial teratogénico. Esto es, puede causar defectos en el feto. Por eso en algunos países europeos donde se permite su uso hay restricciones al mismo. Se recomienda, por ejemplo, que no lo consuman niños ni mujeres embarazadas.

Desde que se proscribió el ciclamato en Estados Unidos, ha habido fuertes presiones sobre el gobierno por parte de las grandes empresas refresqueras para que se anule la prohibición. Pero a pesar de su gran poderío económico y de su indudable influencia política, no han tenido éxito. En México, en cambio, pudieron lograrlo fácilmente, gracias a un dócil y obsequioso presidente de la República, preocupado más por los intereses de su antiguo patrón que por la salud de los mexicanos a los que debía servir.

habla el martillo

Habla el martillo
«¡Por qué tan duro! –dijo en otro tiempo el carbón de cocina al diamante; ¿no somos parientes cercanos?»
¿Por qué tan blandos? Oh hermanos míos, así os pregunto yo a vosotros: ¿no sois vosotros – mis hermanos?
¿Por qué tan blandos, tan poco resistentes y tan dispuestos a ceder? ¿Por qué hay tanta negación, tanta renegación en vuestro corazón? ¿Y tan poco destino en vuestra mirada?
Y si no queréis ser destinos ni inexorables: ¿cómo podríais – vencer conmigo?
Y si vuestra dureza no quiere levantar chispas y cortar y sajar: ¿cómo podríais algún día – crear conmigo?
Los creadores son duros, en efecto. Y bienaventuranza tiene que pareceros el imprimir vuestra mano sobre milenios como si fuesen cera, –
-bienaventuranza, escribir sobre la voluntad de milenios como sobre bronce, – más duros que el bronce, más nobles que el bronce. Sólo lo totalmente duro es lo más noble de todo.
Esta nueva tabla, oh hermanos míos, coloco yo sobre vosotros: ¡endureceos!–

Así habló Zaratustra. Friedrich Nietzsche. Alianza, Madrid, 2005, págs. 299-300.

Umwertung (Transvaloración)

Umwertung (Transvaloración)

Ya se habrá adivinado que la manera sacerdotal de valorar puede desviarse muy fácilmente de la caballeresco-aristocrática y llegar luego a convertirse en su antítesis; en especial impulsa a ello toda ocasión en que la casta de los sacerdotes y la casta de los guerreros se enfrentan a causa de los celos y no quieren llegar a un acuerdo sobre el precio a pagar. Los juicios de valor caballeresco-aristocráticos tienen como presupuesto una constitución física poderosa, una salud floreciente, rica, incluso desbordante, junto con lo que condiciona el mantenimiento de la misma, es decir, la guerra, las aventuras, la caza, la danza, las peleas y, en general, todo lo que la actividad fuerte, libre, regocijada lleva consigo. La manera noble-sacerdotal de valorar tiene – lo hemos visto – otros presupuestos: ¡las cosas les van muy mal cuando aparece la guerra! Los sacerdotes son, como es sabido, los enemigos más malvados – ¿por qué? Porque son los más impotentes. A causa de esa impotencia el odio crece en ellos hasta convertirse en algo monstruoso y siniestro, en lo más espiritual y más venenoso. Los máximos odiadores de la historia universal, también los odiadores más ricos de espíritu, han sido siempre sacerdotes – comparado con el espíritu de la venganza sacerdotal, apenas cuenta ningún otro espíritu. La historia humana sería una cosa demasiado estúpida sin el espíritu que los impotentes han introducido en ella: – tomemos enseguida el máximo ejemplo. Nada de lo que en la tierra se ha hecho contra «los nobles», «los violentos», «los señores», «los poderosos», merece ser mencionado si se lo compara con lo que los judíos han hecho contra ellos: los judíos, ese pueblo sacerdotal, que no ha sabido tomar satisfacción de sus enemigos y dominadores más que con una radical transvaloración de los valores propios de éstos, es decir, por un acto de la más espiritual venganza. Esto es lo único que resultaba adecuado precisamente a un pueblo sacerdotal, al pueblo de la más refrenada ansia de venganza sacerdotal. Han sido los judíos los que, con una consecuencia lógica aterradora, se han atrevido a invertir la identificación aristocrática de los valores (bueno = noble = poderoso = bello = feliz = amado de Dios) y han mantenido con los dientes del odio más abismal (el odio de la impotencia) esa inversión, a saber, «¡los miserables son los buenos; los pobres, los impotentes, los bajos son los únicos buenos; los que sufren, los indigentes, los enfermos, los deformes son también los únicos piadosos, los únicos benditos de Dios, únicamente para ellos existe bienaventuranza, – en cambio vosotros, vosotros los nobles y violentos, vosotros sois, por toda la eternidad, los malvados, los crueles, los lascivos, los insaciables, los ateos, y vosotros seréis también eternamente los desventurados, los malditos y condenados!…» Se sabe quien ha recogido la herencia de esa transvaloración judía… A propósito de la iniciativa monstruosa y desmesuradamente funesta asumida por los judíos con esta declaración de guerra, la más radical de todas, recuerdo la frase que escribí en otra ocasión (Más allá del bien y del mal) – a saber, que con los judíos comienza en la moral la rebelión de los esclavos: esa rebelión que tiene tras sí una historia bimilenaria y que hoy nosotros hemos perdido de vista tan sólo porque –ha resultado vencedora…

La genealogía de la moral. Friedrich Nietzsche. Alianza, Madrid, 2005, págs. 45-47.

China Prohibe la reencarnaciòn

[url=http://www.elpais.com/articulo/internacional/China/prohibe/reencarnacion/Dalai/Lama/elpepuint/20070806elpepuint_9/Tes]http://www.elpais.com/articulo/internacion…elpepuint_9/Tes[/url]

Buda viviente, pero ilegal y sin sucesores. China ha prohibido nuevas reencarnaciones de Buda, personificado en la actualidad en el celebrado Dalai Lama, exiliado en India. Por orden del Gobierno chino, materializado en un decreto de su departamento de Asuntos Religiosos, el paraíso espiritual de Tíbet, que China ocupa militarmente desde finales de los años 50, continuará sin patrono en tierra. Al maestro y líder espiritual no le sucederá tibetano alguno, al menos hasta que China modifique su legislación al respecto, informa The Times

El “llamado Buda viviente reencarnado es ilegal e inválido sin la aprobación gubernamental”, afirma la singular directiva china, que incluye nuevas reglas de China para remarcar su autoridad sobre el país himalayo. El texto, formulado por la Administración Estatal para Asuntos Religiosos, busca limitar la enorme influencia del Dalai Lama, y, sobre todo, bloquear su sucesión en el futuro.

La prohibición, que entrará en vigor a partir del primero de septiembre, alcanza no sólo al Dalai sino a todos los lamas, o sabios reencarnados, llamados tulkus. Bastante numerosos en Tíbet, a menudo lideran comunidades religiosas y supervisan la formación de los monjes. Esto les da una enorme influencia en la vida religiosa del Himalaya. La segunda figura clave en este sistema es el llamado Panchén Lama, el encargado de reconocer al Dalai Lama reencarnado en un niño.

El actual Dalai Lama, Buda reencarnado según la tradición tibetana, tiene 72 años y vive en el exilio desde la invasión china. La popularidad de su figura le ha situado como portavoz de la lucha contra la ocupación china. Pekín busca ahora prevenir que el sucesor del Dalai Lama, un dios de carne y hueso para los tibetanos, tenga también esa misma proyección, políticamente indeseable para la dominación china.

La reencarnación, entre rejas

En 1995, el actual Dalai Lama anunció el hallazgo de la reencarnación del nuevo Panchén Lama. Era un niño nacido en 1989 en el seno de una familia pobre. Días después, el monasterio donde se hallaba fue tomado por la policía china. Desde esa fecha se desconoce el destino y lugar de detención del niño, considerado el preso político más joven del mundo.

Nadie fuera de Tíbet puede tomar parte del proceso de búsqueda y reconocimiento del nuevo Buda viviente, excluyendo al Dalai Lama, quien por tradición puede jugar un rol importante en su sucesión. Los budistas tibetanos consideran que los Dalai Lamas son emanaciones de una de las formas de Buda, santo patrono del Tíbet y que, tras su muerte, tarda cuarenta y nueve días, por lo menos, para reencarnarse en un niño. Este suele dar desde su nacimiento señales de su carácter especial según la creencia tibetana. En 1996 las autoridades chinas designaron al hijo de un miembro del Partido Comunista como nuevo Panchén Lama. Pero sin un Panchén legítimo, el budismo tibetano no tiene forma de designar al futuro Dalai Lama.

Política del hijo único

El anuncio de la orden sobre Tibet coincide con una prohibición más. Esta vez, sobre la población china. El Gobierno de Pekín ha propuesto una lista de 190 nuevas alternativas para convencer a las parejas de que tengan un solo hijo, en lugar de las empleadas hasta ahora, con eslóganes como “Cría menos niños, pero más cerdos” o “Un niño más significa una tumba más”. La nueva normativa de la Comisión Nacional de Población y Planificación Familiar propone sustituirlas por, entre otras, “La madre tierra está cansada de mantener a más niños”.

Herman Hesse sobre Nietzsche

Hermann Hesse sobre Nietzsche

Un hombre de la Edad Media execraría todo el estilo de nuestra vida actual no ya como cruel, sino como atroz y bárbaro. Cada época, cada cultura, cada costumbre y tradición tienen su estilo, tienen sus ternuras y durezas peculiares, sus crueldades y bellezas; consideran ciertos sufrimientos como naturales; aceptan ciertos males con paciencia. La vida humana se convierte en verdadero dolor, en verdadero infierno sólo allí donde dos épocas, dos culturas o religiones se entrecruzan. Un hombre de la Antigüedad que hubiese tenido que vivir en la Edad Media se habría asfixiado tristemente, lo mismo que un salvaje tendría que asfixiarse en medio de nuestra civilización. Hay momentos en los que toda una generación se encuentra extraviada entre dos épocas, entre dos estilos de la vida, de tal suerte, que tiene que perder toda naturalidad, toda norma, toda seguridad e inocencia. Es claro que no todos perciben esto con la misma intensidad. Una naturaleza como Nietzsche hubo de sufrir la miseria actual con más de una generación por anticipado; lo que él, solitario e incomprendido, hubo de gustar hasta la saciedad, lo están soportando hoy millones de seres.

El lobo estepario. Hermann Hesse. Alianza, Madrid, 2004, págs. 27-28. (Texto seleccionado por Daniel Aragón Ortiz, Daorino).