octubre, 2007

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eyeOS

Es open source, es online, puedes accesar a el desde cualquier lugar.
Es eyeOS, solo mide 1.9mb!!

Cd – The First Gate f Dreaming

For those who have practiced with this CD: are there specific passes that correspond to the music or can you practice any passes with the music?

Feliz Día de Bruj@s

eso, pásenlo bien.

El precio de la Magia y los no haceres

Uno de los principios basicos del conocimiento esoterico, es que todo lo que uno desea tiene un precio.

Esto se ve en varias tradiciones, por ejemplo, en la iglesia catolica los diferentes votos. Tomar la decisión de hacer algo por el resto de tu vida, indica una perseverancia, y renuncia, que muchas personas no estan dispuestas a pagar. Esa renuncia a la capacidad de hacer o no hacer, es a veces un fracaso en aceptar las propias responsabilidades.

El precio no es algo material.

Dentro de los libros de Castaneda se mencionan dos conceptos que suelen ser mal entendidos, y los que conocemos el trabajo de Watts y otros filosofos nos queda la duda de si estaba hablando de un budismo zen mezclado con otra cosa, ya que los haceres y los no haceres Castanedianos no son ni simbolos de desprendimiento, ni simbolos de deber.

La mayor parte de las personas piensan que la magia es el proceso para conseguir algo a cambio de nada, perono es asi, un principio basico del conocimiento esoterico dice que en una operaciòn esotèrica , debe darse a cambio algo de igual valor. En el caso especifico que me viene a la mente, no es frecuente que yo haga ayunos porque son bastante perjudiciales si se hacen sin el adecuado intervalo de tiempo, pero en esta ocasion mañana empiezo un ayuno de siete dias que es un simbolo de preparaciòn para la ceremonia del dia 6 de noviembre. El precio del concepto esoterico de purificacion, es en este caso la renuncia temporal voluntaria a cierto tipo de alimento.

Asi mismo, para cumplir otra promesa, el dia de hoy comí mi ultima comida partida con cuchillo por mi propia mano. El decidir no volver a realizar una accion simbolica, es en si mismo un tipo de ceremonia, y un precio. Mientras mas tiempo pase de vida, despues del juramento, mas efectivo será el intercambio.

Ya que no podemos ni debemos dar nuestra honestidad, alma, o el simple deseo, debemos dar algo simbolico. Y como siempre, los juramentos cumplidos se hacen notar. Este juramento es en parte mas facil que uno que realice hace casi 17 años, pero el principio es el mismo. Muestro mi respeto a ciertos principios morales, no ofreciendolos, sino ofreciendo de manera continuada una acciòn sencilla, a cambio de que no hayan obstaculos para cumplir con el objeto de la ceremonia del dia 6, que no es en mi beneficio personal, sino de alguien que merece ser protegido en sus circunstancias especiales, y que ni siquiera esta en el camino del nagualismo a pesar de sus habilidades.

Asi que, como muestra de respeto al conocimiento , y a la labor que he aceptado, inicio este proceso.

Por que la magia nunca debe ser usada en beneficio personal.

Los renegados del diablo

Los renegados del diablo
Título original
The Devil’s Rejects
Nacionalidad
Estados Unidos de América
Año
2005
Género
Accion · Suspense · Terror · Western
Formato
Color
Duración
101
Director
Rob Zombie
Guión
Rob Zombie
Fotografía
Phil Parmet
Música
Tyler Bates & Rob Zombie
Producción
Lions Gate Films
Distribuidora
Deaplaneta
Reparto
Sid Haig, Sheri Moon, Bill Moseley, Matthew McGrorey, Leslie Easterbrook, Danny Trejo

Sinopsis
Escrita y dirigida por Rob Zombie, “Los renegados del diablo” reúne de nuevo a los Firefly, la familia de homicidas de su anterior largo, y los acompaña en su sangrienta huída de un sheriff forajido con sed de venganza. La familia Firefly se despierta una mañana a ritmo de los disparos del Sheriff Wydell y un equipo de hombres armados que han rodeado su casa, pero sólo Otis y su hermana, Baby consiguen escapar ilesos del tiroteo. Escondidos en un motel de mala muerte, los dos hermanos esperan a su padre, el errante Capitán Spaulding, acabando con la vida de cualquiera que se interponga en su camino. Según crece el número de víctimas, el Sheriff Wydell decide tomarse la ley por su cuenta, allanado el camino hacia uno de los enfrentamientos más depravados y terroríficos de la historia del cine.

Crítica

Puntuación
del crítico: 7
Secuela de “La casa de los 1000 cadáveres” que es, para mi gusto, mucho mejor que su predecesora.
Aquí se dejan a un lado todos los tópicos del género que estropearon a la anterior, haciendo de esta película un filme totalmente diferente, toda una novedad en el género y una sorpresa para tratarse de una secuela.
“The Devil´s Rejects” es un thriller muy influido por el western. Una película que vuelve a mostrarnos la pervesa mentalidad de la familia Firefly, conociendo con todo lujo de detalles sus escabrosos crímenes y las torturas a las que someten a sus víctimas minnutos antes de acabar con ellas.
Tiene bastante escenas gore, y algún que otro punto de humor negro, lo que hace en su conjunto un film divertido, entretenido, original y, como ya he dicho, diferente.
La primera parte de la película sigue el camino dejado por “La casa de los 1000 cadáveres”, con algunos de los miembros de la familia de psicópatas matando a todo aquel que se cruce en su camino. Pero a partir de la primera hora, da un giro de 180º, las víctimas dejan de ser víctimas y los verdugos dejan de serlo… En fin, los que crean que va a seguir la estela de la extraña primera parte pueden quedar sorprendidos.

30 dias

30 días de noche
Título original
30 days of night
Nacionalidad
Estados Unidos de América
Año
2007
Género
Terror
Formato
Color
Duración
120
Director
David Slade
Guión
Mark Bomback, William Wisher Jr.
Música
Brian Reitzell
Producción
Ghost House Pictures, Columbia Pictures
Distribuidora
Columbia
Reparto
Josh Hartnett, Melissa George, Ben Foster, Danny Huston, Manu Benett, Craig Hall, Kate O’Rourke, Megan Franish, Ben Fransham, Mark Boone Junior

Sinopsis
Pueblo de Barrow, Alaska. Un pueblo donde cada x tiempo no hay luz durante todo un mes, treinta días sin luz solar en los cuales sus habitantes viven en la más profunda oscuridad. Eben y Stella son los sheriffs locales y a la vez marido y mujer. Deberán lidiar cntra todo un grupo de salvajes vampiros que van a alimentarse al pueblo. Un mes para sobrevivir…o para encontrar una manera de matarlos sin la luz del Sol.

Crítica

Puntuación
del crítico: 9
La verdad es que esperaba bastante de esta pelicula, debido a que leí en su día la novela grafica del mismo nombre en la que se basa y me encantó. Una estetica oscura, un dibujante no convencional y un argumento simple pero tremendamente efectivo con un final inesperado…y eso es lo que hay en la peicula, eso y mucho más.

En cuanto a adaptación cumple con creces. Se adapta todo bastante fielmente más alguna que otra cosita nueva que no voy a mencionar para no destripar nada y es que los que no hayan leído el cómic van a disfrutar enormemente con este film, mientras que los que sí lo hemos hecho vamos a disfrutar muchisimo, pero ya sabemos qué va a pasar y sobre todo como va a terminar la cosa, por más sorpresa extra que haya.

La ambientación está enormemente conseguida, logrando casi lo mismo de cómic, una angustia impensable, una tensión continua y sobre todo unos vampiros muy muy terrorificos muy en la estetica de los dibujados en el cómic, es decir, muy topicos en algunas cosas pero distanciandose de otras brutalmente, como por ejemplo, lo dificiles que son de matar, tan salvajes como racionales y sobre todo lo espantosos que son y el acojone que dan.

En cuanto a los actores, cumplen con creces. Melissa George está lejos de ser otra rubita tonta más, cercana más a ser la proxima Naomi Watts o Maria Bello, mientras que me ha sorprendido bastante Josh Hartnett, el cual aun le queda por demostrar bastante en esto del cine. Mención aparte merecen Ben Foster y el actor encargado de interpretar al “jefe” de los vampiros…realmente perturbadores.

Comentaría alguna escena…pero prefiero que la veais vosotros mismos. De todos modos, me quedo con todo el principio y la fase de “invasión” y la parte final…el contraataque por asi decirlo.

Resumiendo, enorme pelicula de terror, gran adaptació, toda una gran sorpresa cinematografica y por supuesto…con posibilidades de segunda parte.

The Stranger

El ciclo del heroe (aranruth)

Una Aproximación al Ciclo del Héroe (Aranruth)

La figura del héroe, en todas las culturas, es semejante a la de los dioses. Suele, en su sentido más subrepticio, representar la totalidad de la psiquis del pueblo que la genera, así como la complementación o idealización del yo real de este pueblo, en ambos puntos del continum de lo que, para otros pueblos, podría ser catalogado como sus «defectos» y «virtudes». En el mito, de forma muy cercana al arquetipo, el ciclo del héroe se cumple paso a paso, aún en culturas muy disímiles, en todo tiempo y circunstancia.

Plantea J.M. Campbell en su libro «El Héroe de las Mil Caras» (donde se detalla este ciclo), que «Las religiones, las filosofías, las artes, las formas sociales del hombre primitivo e histórico, los primeros descubrimientos científicos y tecnológicos, las propias visiones que atormentan el sueño, emanan del fundamental anillo mágico del mito.» Caracteriza de esta forma un camino a seguir por el protagonista de todas y cada una de las gestas heroicas de la historia, una repetición eterna de los antiguos ritos de separación – iniciación – retorno, en los cuales el niño se transforma en hombre y el pequeño es ensalzado, retirándose desde su seno social, o más generalmente desde su «centro de gravedad espiritual» (Mundo Externo al Mundo Interno), a una zona desconocida para su especie, donde se guardan en forma pura y sin distorsiones los arquetipos del conocimiento humano, las figuras que llaman y demuestran lo mejor del inconciente colectivo, los «ayudantes de la infancia» o los «potenciales vitales no transferidos» como les llama Campbell. Caracteriza el ciclo esas mismas grandes etapas, dividiendo cada una en «estadios»:

1.- La partida:

a) La llamada a la aventura , momento en que el héroe es solicitado para transformarse en tal. En este punto puede producirse lo que llama «Negativa al destino», en que el héroe imberbe, no conociendo sus propios límites aún, se siente incapaz, teme o simplemente se niega a aceptar su misión o su transformación, en lo que Castaneda también sindica como uno de «los enemigos del hombre de conocimiento»: El temor. El héroe puede emprender voluntariamente el camino, como en el caso de Teseo, o bien ser llevado forzosamente a él, como en el caso de Odiseo.

Es el momento en que Frodo es llamado a destruir el anillo, Luke Skywalker recibe la espada de luz de su padre o Paul Atreides es abandonado en el desierto.

La ayuda Sobrenatural: representando, en pocas palabras, a las fuerzas del destino, protectoras y benignas para el héroe. Y simbolizada en muchas ocasiones como aquello que le da el empuje final hacia el cruce del umbral. Una vez que el héroe confía, se hace merecedor de la ayuda de todas las fuerzas de aquel «otro mundo» al que accede. Los guardianes y guías arquetípicos aparecen. Guías arquetípicos como Gandalf, Obi Wan Kenobi o Stilgar, el Naib.

Cita Campbell en este punto, las palabras de Napoleón: «Me siento empujado hacia un fin que no conozco. Tan pronto como lo alcance, tan pronto como me vuelva innecesario, un átomo será suficiente para destruirme. Hasta entonces, ninguna fuerza humana puede hacer nada contra mí».

c) El Cruce del Umbral : Donde se produce la que Campbell llama «Liberación del Divino Entusiasmo», el sentimiento dionisiaco del esclavo que rompe las primeras cadenas que lo atan. Esto monta al héroe en alas del frenesí inspirado por las musas, o bien del entusiasmo guerrero de Ares o sencillamente en el más conocido y utilizado, principalmente durante el período romanticista: el frenesí del amor. Pero este es sólo el primer paso. Luke rescatando a la Princesa Leia, Frodo dejando la Comarca o partiendo hacia Mordor, Paul Atreides comenzando a asumir su papel de líder de los Fremen.

d) El Vientre de la Ballena: Donde los esquemas aprendidos comienzan a purificarse, la introspección llega al punto en el cual el héroe se libra de sus ataduras conceptuales, de la prisión a que lo confinan sus sentidos, comenzando la depuración del arquetipo que ha recibido distorsionado por las nieblas de la sociedad. Es este el momento en que Buda alcanza el conocimiento del «Principio Trascendente»: «Ser es ser libre, siempre». Es Luke Skywalker aprendiendo en Dagoba o Muad’dib en el trance de la Especia.

2.- La Iniciación:

Es el momento en que se completa la «Purificación del Yo» de nuestro héroe, el momento en que sus sentidos se encuentran humillados y limpios y el protagonista se concentra en la trascendencia.

a) El Encuentro con la Diosa – La Reconciliación con el Padre: Madre, hermana, amante, esposa. « La Diosa» siempre encarna el modelo de la belleza de la cultura que la genera y es quien otorga la dicha y motivación a la búsqueda terrena o no terrena de nuestro héroe. Es como una premonición de la existencia del júbilo al final de la aventura, una promesa de perfección, del regreso a casa. Puede ser representada también como una mujer que ejerce la tentación. Al ser ambos géneros, como afirman los budistas «dos mitades de un guisante partido», la figura del padre se presenta como un antecedente a esta división, ambos símbolos pueden presentarse juntos o por separado. En esta fase de su viaje, el héroe logra darse cuenta de que aquello que busca yace en el fondo de si mismo, que él es precisamente aquello en lo que busca convertirse.

Es clara la figura de Darth Vader como el padre o bien de Leia o Galadriel, como « La Diosa».

La Apoteosis: El ensalzamiento, la glorificación. «Cuando la envoltura de la conciencia ha sido aniquilada, se libera de todo temor, queda fuera del alcance de todo cambio» Se alcanza en este punto la transición nacimiento-Muerte-Trascendencia, Tiempo-Eternidad. Es el punto en el cual el héroe decide entregar su «gracia última», como es el caso del Portador del Loto, Avalokiteshvara que hace una pausa antes de cruzar el último umbral, mirando desde arriba, con piedad, al pueblo del que viene y decide regresar a entregar los dones recibidos, como el caso de Prometeo y el fuego. El héroe pronuncia la frase final: «Al menos haremos de esta una muerte digna de ser cantada» (Théoden en Las Dos Torres): El don será entregado, sobrevivamos o no.

3.- El Regreso:

Quizás la etapa mas difícil del viaje de nuestro héroe. En que debe volver a su lugar de origen a entregar los dones que ha recibido o bien legar a su pueblo el don ganado con su muerte.

a) La Negativa a Regresar – La Huida Mágica – El Rescate del Mundo Exterior: Aquí el héroe puede negarse a regresar, por el gusto de los dones ganados, la paz alcanzada o simplemente por el goce de la compañía de los Dioses. Es en este punto en que Frodo, puede escoger entre quedarse en Gondor y gozar del favor de los Hombres del Oeste o bien regresar a liberar a su tierra de la opresión. Esta negativa al regreso, puede nacer también de la incapacidad de volver a aceptar como reales las banalidades. Si el Don ha sido ganado a pesar de la oposición, como en el caso del robo del fuego por Prometeo, se produce la Huida Mágica; un viaje de regreso en que el héroe es perseguido o bien debe ser rescatado de ese lugar extraño.

El Cruce del Umbral de Regreso: El retorno al mundo «cercano» y la entrega del Fuego, del Don, de la Palabra. Aquí es donde además, se puede producir la lucha del héroe por enseñar a sus congéneres aquello que ha aprendido, «los mensajes que vienen de las profundidades» y que por su sola naturaleza, desafían la palabra. El héroe que regresa, para completar su aventura, debe sobrevivir al impacto contra el mundo que dejó. ¿Cómo convencerán los hobbits de la Comunidad a sus congéneres de que deben luchar y rebelarse, a ese pueblo acostumbrado a la sumisión y las comodidades?

4.- La Posesión de Ambos Mundos:

En que el héroe puede moverse libremente entre un mundo y otro, pudiendo ser ese mismo el legado que transmite «Soy aceptado tanto en Sietches como en la ciudad» (Liet Kynes en Duna) o bien caminar entre elfos así como entre Medianos. Ya ha trascendido y ha muerto como hombre moderno, pero sigue vivo como hombre eterno: perfecto, inespecífico, universal. La «bailarina cósmica» que caracteriza Nietzche.

A través de este ciclo se caracteriza el nacimiento del mundo, la invocación a esas cosas que yacen en lo profundo del alma de todo ser humano, de esas potencialidades arquetípicas que nunca fueron expresadas. El héroe no es más que la persona que ha logrado luchar y triunfar sobre las limitaciones que le impone la historia y las costumbres locales y personales, para alcanzar al ser humano en su forma general, inespecífica y universal antes mencionada. El resto de su misión consistirá, como enseñan todas las mitologías del mundo, volver a nosotros ya cambiado y enseñarnos lo que ha aprendido en su viaje iniciático, hacernos entrega del Don recibido.

En un mundo donde la tragedia ha sido ensalzada, las pequeñas realizaciones personales son a veces consideradas irrisorias. Pero finalmente representan hoy (y representaron para las culturas antiguas) una forma de trascender a la tragedia universal del hombre, una forma de traer ante nuestros ojos, una vez más la existencia de algo que las nieblas de la historia y las costumbres han velado de nuestros ojos.

(Publicado Originalmente en “ La Almenara de la Frontera” Edicion Cero, año 2004)

El sol simbolo

Culto al Sol, devoción religiosa al Sol, considerado tanto una deidad como símbolo de la divinidad. La adoración al Sol era practicada en Estados Unidos por la confederación iroquesa y el pueblo tsimshian, así como por algunas culturas de las Grandes Llanuras, y alcanzó un alto grado de desarrollo en el México y el Perú precolombinos. En el México prehispánico, la mitología náhuatl consagró a Teotihuacán como la ciudad de los dioses cuando éstos se reunieron después de la desaparición de los primeros cuatro soles que habían alumbrado al mundo. El dios Nanahuatzin, débil y enfermo, se sacrificó arrojándose al fuego para convertirse en el quinto Sol, gracias al cual sigue existiendo la vida. Teotihuacán fue el precursor de la que siglos más tarde sería la Gran Tenochtitlan, el Imperio del Sol, centro religioso, cultural y político de Mesoamérica.

El conjunto de culturas mesoamericanas compartía una forma de pensamiento en la que el Sol es el fuego, el cielo diurno, el dador de vida. Así, en la cultura náhuatl se le llama Tonatiuh, en la zapoteca Copijza, en la maya Hunabku y en la tarasca Curicaveri.

El Sol era considerado el símbolo de la vida al que es necesario asegurar la fuerza para luchar contra los enemigos de la noche y, que de esa forma, pueda alumbrar cada mañana, gracias al alimento divino que es la sangre humana. El ciclo solar recrea la existencia humana en un solo día; así, el Sol joven sale en la mañana, madura al mediodía y envejece al atardecer. En el ocaso lo devora la Tierra y se sumerge en el inframundo, en el dominio de los muertos. Para volver a nacer cada día debe nutrirse de lo más preciado del ser humano: su sangre.

Algunos historiadores afirman que el juego de pelota (como el de la ciudad maya de Chichén Itzá), un rito deportivo-alegórico, simboliza el combate entre las fuerzas antagónicas del cosmos: el bien contra el mal, el Sol contra la Luna, el Cielo contra la Tierra. Tradicionalmente se ha afirmado que los perdedores en el juego de pelota eran sacrificados para ofrecer su sangre a los dioses, pero una revisión moderna de la historia apunta a que pudieran ser los vencedores a quienes se les concedía el honor de ofrendar su sangre como alimento de las deidades solares y, de ese modo, morir como los guerreros en batalla, a los que se aseguraba la gloria eterna. Los muertos en combate eran los encargados de conducir al Sol que nace cada día, mientras que las mujeres muertas en el parto lo acompañaban por la tarde a su morada final. Según los aztecas, el papel que debía cumplir el individuo era estar del lado del Sol, del bien, para que éste siguiera prodigando la luz del día, así como los demás dioses proveían de agua o de semillas. Las personas no debían preocuparse por sus problemas sino porque los dioses siguieran vivos para poder resolverlos.

El culto al Sol en la Gran Tenochtitlan condujo a organizar, a mediados del siglo XV, las ‘guerras floridas’, una serie de enfrentamientos que llevaron a cabo los aztecas o mexicas y los texcocanos contra señoríos vecinos, sin que existiera enemistad previa ni afán de dominación, sino el propósito místico de tomar prisioneros para sacrificarles a los dioses que habían mandado sequías y hambrunas, tal vez como síntoma de su molestia por la falta de alimento espiritual.

En el Perú prehispánico, la muerte de los primeros tres soles por la indiferencia de los humanos dio origen al cuarto Sol, obra de Viracocha. Este dios emergió del lago Titicaca para crear el Cielo, la Tierra, el Sol y la Luna y mandar salir a los hombres de las profundidades de la Tierra; luego desapareció en el mar. Después de Viracocha, Inti, el Sol, es el dios más importante ya que a él se deben todos los beneficios que hacen posible la agricultura. El inca, supremo soberano, recibía su poder directamente de Inti, siendo considerado hijo del dios Sol. La adoración del Sol comprendía un gran número de templos dedicados a él, dentro de los cuales destaca el Koricancha (Cuzco), un séquito de mujeres llamadas Acllas dedicadas a la elaboración de chicha y tejidos para los ritos en su honor, una serie de posesiones materiales y una fiesta que se prolongaba durante todo el mes de junio, cuando se celebraba el Inti Raymi. Además, todos los días del año se sacrificaba una llama en honor del Sol, excepto el primer día de cada mes, cuando se llegaban a sacrificar hasta un centenar de llamas que luego eran consumidas por el fuego.

En la India, el Sol personificado como Surya era un dios hindú, considerado maléfico por los drávidas del sur y benévolo por los munda de las zonas centrales. Los babilonios eran adoradores del Sol, y en la antigua Persia la adoración del Sol formaba parte del elaborado culto a Mitra, que más tarde se extendió por todo el Imperio romano. Los egipcios de la antigüedad adoraban a Ra, dios del Sol. La diosa del Sol, Amaterasu, es la deidad más elevada del panteón sintoísta y tutelar de la casa imperial japonesa.

En la antigua Grecia, las deidades del Sol eran Helios y Apolo. La adoración a Helios estaba muy extendida; templos dedicados a él fueron construidos en Corinto, Argos, Troezen (que ya no existe) y otras muchas ciudades, pero el asentamiento principal se encontraba en la isla de Rodas, en el Dodecaneso, donde cada año se sacrificaban al dios cuatro caballos blancos. Un sacrificio similar se ofrecía en la cima del monte Hagios Elias, en los montes Tayeto de Laconia. Más tarde casi todas las funciones de Helios fueron atribuidas al dios Apolo, en su advocación de Febo. La adoración del Sol continuó en Europa incluso después de la introducción del cristianismo, como se hace patente por su pervivencia disimulada bajo ritos y celebraciones cristianas tradicionales, como la hoguera de Pascua y el leño de Navidad que se quema en los países anglosajones. La adoración del Sol, o al menos las religiones centradas en una deidad solar, es poco frecuente en general. La mayoría de las culturas que muestran cultos solares estaban altamente organizadas y gobernadas por un monarca, emperador o elite aglutinadora que se sumaba al ideal del reino solar para justificar y consolidar su posición.

tonalpohualli cuenta de los dias y el tonamalatl

La mayor parte de los estudiosos del saber tolteca suelen traducir la voz tonalpohualli por “cuenta de los días y de los destinos”, entendiendo que este vocablo nahua se refiere a un conjunto de 260 signos, cada uno de los cuales sirve para denominar a un día ó tonalli, y caracterizando a este sistema simbólico como calendario adivinatorio.

Filósofos y sacerdotes nahuas llaman Tonalamatl al libro ó amoxtli que desarrolla la representación gráfica de la cuenta de los destinos. La Historia general de las cosas de Nueva España en su libro IV, obra escrita por fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), muestra ejemplarmente lo que debería entenderse, según la versión castellana clásica, en relación al amoxtli y a su contenido.

Sahagún se negó a considerar a la tonalpohualli como calendario y a las interpretaciones proféticas del libro como legítimas: “Estos adivinos [los tonalpouhque] no se regían por los signos ni planetas del cielo, sino por una instrucción que según ellos dicen se la dejó Quetzalcóatl la cual contiene veinte caracteres multiplicados trece veces…Esta manera de adivinanza en ninguna manera puede ser lícita, porque ni se funda en la influencia de las estrellas, ni en cosa ninguna natural, ni su círculo es conforme al círculo del año, porque no contiene más de doscientos sesenta días, los cuales acabados tornan al principio. Este artificio de contar, o es arte de nigromántica o pacto y fábrica del demonio, lo cual con toda diligencia se debe desarraigar”.

En el pasaje citado de la obra del franciscano se plantean los asuntos que son cruciales esclarecer para comprender el mensaje del Tonalámatl: el origen divino de la tonalpohualli, sus características como concepto matemático y su relación con la astronomía, con la cronometría y con la adivinación.

El comentario al Tonalamatl transmitido en caracteres latinos más importante existente se encuentra en el Códice Florentino, se expresa en lengua náhuatl y fue asentado según los conocimientos de los informantes indígenas de fray Bernardino de Sahagún durante el siglo XVI. Al menos una veintena de ancianos, tres escribanos y cuatro gramáticos latinos, entre los que sobresale Antonio Valeriano, participaron bajo la dirección del franciscano en la elaboración del códice de Florencia.

En el libro IV del Códice Florentino el comentario se hace en torno a la tonalpohualli distribuida en 20 grupos de 13 tonaltin cada uno. Tal distribución de la cuenta de los destinos aparece congruentemente ilustrada en el Códice Borbónico, en el Tonalámatl de Aubin, en los códices Vaticano A, Vaticano B, Telleriano-Remensis, y en el Códice Borgia. Anotaciones y glosas explicativas escritas con letras latinas aparecen además en los códices Telleriano, Vaticano A y Borbónico. En todas las fuentes escritas de este conjunto se enfatiza la relación de la tonalpohualli con la adivinación, procurando asociar a cada uno de sus signos con la fortuna buena, mala ó indiferente que le corresponde. Ninguna de estas fuentes aventura una razón que apunte a explicar el origen lógico de la cuenta.

El Tonalámatl es una obra muy compleja; se trata al mismo tiempo de una composición pictórica que literaria; contiene mensajes con valores lo mismo lógicos que analógicos; difícilmente puede establecerse para él una clasificación entre los géneros de la literatura conocidos por los europeos. Se ha dicho del Tonalámatl que es un libro de sortilegios, lo cual es sólo una parte de la verdad. Ciertamente ha sido un libro utilizado hasta hoy por algunas personas para realizar adivinaciones; mas el contacto directo con el amoxtli también revela otras vertientes de lectura.

Como pictografía, en el Tonalámatl, materiales, colores, formas, dimensiones relativas de los elementos, distribución de éstos, en fin, el arreglo todo, tienen un cometido expresivo, al mismo tiempo ritual y simbólico. Como obra literaria, se organiza de tal modo que describe el despliegue de un argumento en 20 partes. En su aspecto expositivo se revela conteniendo el desarrollo de diversas bases numéricas, 9, 13, y 20 principalmente, relacionadas entre sí. Por estas razones, una lectura analítica del Tonalámatl ha de comprender al menos dos etapas: una en la que se describan los mensajes lógicos del manuscrito y otra en la que se describan sus mensajes analógicos.

El mensaje lógico más evidente del Tonalámatl es matemático, pues el manuscrito muestra la estructura interna de la tonalpohualli. Dado que cada término de la cuenta de los días y de los destinos representa igualmente valores cuantitativos que cualitativos, el Tonalámatl resulta ser al mismo tiempo una obra objetiva que subjetiva, en sí mismo abarca las dos posibilidades. En cuanto que obra objetiva, el Tonalámatl muestra los aspectos matemáticos, geométricos y astronómicos que son la base de la ciencia tolteca. Como obra subjetiva el amoxtli muestra las figuras arquetípicas con que se relaciona cada una de las 260 cifras de la tonalpohualli; cada tonalli dibujado en el amoxtli puede asociarse a diversos objetos, a veces a una parte del cuerpo, otras a un rasgo de personalidad, otras a un rumbo del espacio, otras a un ave, otras a un vegetal, y así casi de modo indefinido. La matemática tolteca, a diferencia de la moderna, se halla íntimamente ligada a la metafísica y aún a la poesía.

En el proceso de lectura cognitiva, el mensaje primero del Tonalámatl es geométrico y matemático, el mensaje segundo es astronómico, el tercer mensaje es mitológico, de éste se derivan mensajes metafísicos: éticos y ontológicos. Como si fuese un mapa (un dibujo a escala de un territorio dado), el Tonalámatl muestra a sus lectores la estructura de los fenómenos en el espacio-tiempo y la carga energética relativa de cada una de sus partes, así como ilustra los juicios correctos y la conducta justa para cada situación vital.

Para conocer, al menos en sus aspectos más sobresalientes, las características y aplicaciones de la tonalpohualli es preciso conocer el libro que la contiene. De los libros elaborados en tiempos anteriores a la conquista, el llamado Tonalámatl de Aubin, al que prefiero denominar Tonalámatl de Tlaxcala, servirá aquí como modelo de tal obra. El manuscrito citado fue compuesto sobre una tira de papel de amate plegada en 20 folios. El pintor analizó la superficie total del papel en 1440 unidades cuadradas. En cada folio reservó un área de 20 unidades cuadradas para dibujar la escena que se conoce como regencia de la trecena; el resto del espacio se divide en unidades cuadradas mediante líneas rojas. En cada folio aparecen los signos de 13 tonaltin, 13 representaciones de personajes divinos asociables cada uno a un numeral de la trecena, 13 volátiles y 13 personajes divinos de una serie de 9 (por lo cual 4 de ellos se repiten en la misma trecena); cada uno de estos elementos se dibuja dentro de un cuadrado de tal modo que el área total de cada folio se analiza en 20 unidades cuadradas para la regencia y 52 unidades cuadradas para los tonaltin y sus elementos asociados, sumando 72 unidades cuadradas que multiplicadas por 20 arrojan el área total que tiene la superficie de la tira de papel sobre la que se extiende la pintura.

Existen diversos modos de representar cantidades; hoy como antaño se ha representado a las cantidades mediante numerales, letras y formas geométricas. Los olmecas crearon un sistema de escritura numeral y también usaron logogramas y formas geométricas para representar números; ellos estructuraron la tonalpohualli combinando logogramas y numerales para crear pares ordenados de números. Como es sabido actualmente, un par ordenado de números ha de graficarse en el plano complejo y no en la recta numérica ó sistema Coordenado Lineal. Todo término de la tonalpohualli vale, en cuanto que relación de un logograma (de base 20) con un numeral (de base 13), como un número que tiene su gráfica en el plano. Un rectángulo de 260 unidades cuadradas representa geométricamente a la tonalpohualli. En la cronometría maya, heredera de la olmeca, la base aritmética 260 se pone en relación con la base 360 para medir los ciclos astronómicos que sirven de referencia para llevar la cuenta de los múltiples calendarios cívicos. Para el astrónomo tolteca es práctico suponer que un ciclo tiene una forma circular: de este modo puede calcular la medida de su perímetro a-priori, asumiendo que tiene 360 partes. Así, un día contiene 360 partes lo mismo que una veintena de días ó que un año, ó que una Era Precesional: la observación y el cálculo permiten entrever de qué parte se trata. Como a la observación, los ciclos celestes particulares no se presentan en números exactos de días, el astrónomo intuyó la presencia de una regla de variación de la medida “real”, representable por fracciones, con respecto a la medida “ideal”, expresada en números enteros. A-priori, todo ciclo presenta 360 partes, todos los ciclos son en ese sentido idénticos, varían sólo con respecto a una escala, siendo un círculo n veces más grande ó más pequeño que otro.

Para representar en un área rectangular las partes constitutivas de todo ciclo cronométrico mesurable al modo tolteca, se requiere una cantidad que sea múltiplo de 360; para que esa área sea cuadrada se toman 4 ciclos juntos para ser analizados en 1440 partes. Esta regla matemática, que establece por convención el análisis de un todo en 1440 términos, se muestra a sí misma en las medidas y divisiones del manuscrito de Tlaxcala.

Las bases aritméticas 13 y 20, sin ser las únicas usadas por los toltecas, sirven perfectamente, funcionando en relación una con otra, para representar los momentos básicos del despliegue ó manifestación de cualquier ente. Cada uno de los 260 estadios de manifestación de un todo se simbolizan mediante la animación y la personificación en el Tonalámatl. Las bases 9, 13 y 20 son con evidencia usadas en el amoxtli; los toltecas consideran que inteligencias supremas simbolizadas por estos números influyen sobre la vida humana y por ello representaron sus términos gráficamente como divinidades.

La clave para entender el simbolismo de la tonalpohualli y del Tonalamatl se encuentra en el sistema numérico vigesimal. Los 20 signos de cempohualli, “una cuenta”, lo mismo representan la categorización del Ser en la ontología, que la del espacio-tiempo y sus transformaciones en la cosmología, ó la del ser microcósmico en la antropología. A cada número de la veintena corresponden asociados una altura solar con respecto al plano terrestre en la cronometría diaria y un dedo del cuerpo humano. Cada término de la veintena, y cada término de la tonalpohualli connotan valores matemáticos, astronómicos y antropológicos, asociados a valores ontológicos, teológicos y éticos.

Los sabios mesoamericanos utilizaron diversas bases aritméticas aplicadas a la comprensión de un mismo objeto; entendieron que toda base numérica es múltiplo ó submúltiplo de otra, así 20 es múltiplo de 5 y submúltiplo de 260. Los números se piensan en el plano. El Tonalámatl es un modelo plástico de la estructura del movimiento del espacio-tiempo en el plano complejo, muestra, si se quiere “primitivamente”, el modo en que la unidad plana crece. El Códice Dresde, a diferencia de otros, contiene tablas numéricas que exponen con suficiente claridad el modo en que la tonalpohualli se aplica al cálculo astronómico; entre las cantidades registradas en este libro maya se encuentran los llamados “Números de Anillo”, que son análogos a los números negativos de la matemática moderna; tal vez no sean números negativos, pero se constituyen de tal modo que hacen posible la noción de inverso de un número. El Manuscrito de 1558, documento elaborado en lengua nahua, contiene información que desde el punto de vista matemático alude al conocimiento de cantidades elevadas al cuadrado y al conocimiento del conjunto de los números reales. En prácticamente todos los llamados códices mesoamericanos conservados, y no sólo en los nahuas, se representa de algún modo a la tonalpohualli y a sus términos como pares ordenados de números; mixtecas y mayas también registraron en sus libros signos para la cuenta de 260 términos. La arqueología confirma que ya los zapotecos durante el preclásico conocieron la cuenta de los destinos, establecida presumiblemente por los olmecas a quienes se atribuye también el descubrimiento del cero. Desde tiempos de los olmecas los toltecas tuvieron conocimiento del plano complejo, el Tonalámatl de Tlaxcala muestra perfectamente cómo este plano es graficado.

El Tonalamatl representa la conciliación entre los términos del ente y los días del año vigesimal con el número 1440, ó sea, 4 veces 360; de este modo el amoxtli se convierte en un verdadero resumen plástico ó modelo físico de las relaciones entre Ser y Tiempo. El Tonalamatl enseña que el Ser es Uno Dual y que existen 20 diferentes modos de hablar de Él. También enseña que cada uno de los 20 aspectos del Ser presenta a su vez 13 momentos ó niveles, por lo que las formas de hablar del Ser se elevan a 260. Cada tonalli en el amoxtli expresa simbólicamente la constitución dual del ente mediante números: su aspecto masculino en base 20, el femenino en base 13. La tonalpohualli forma parte esencial de un sistema lógico-matemático, que permite al usuario de cualquier especialidad científica categorizar sus entes, lo mismo diacrónica que sincrónicamente, aplicando de modo simultáneo el sistema vigesimal y otras bases aritméticas (4, 5, 9 y 13 principalmente) al análisis de un objeto de conocimiento considerado como un todo, ó bien a la comprensión del objeto en términos de su pertenencia a una totalidad. En este sistema algebraico un tonalli representa no sólo a un día, sino a cualquier ente. El Tonalamatl representa para el astrónomo la estructura de un ciclo completo de precesión del eje terrestre. Para comprender y explicar en qué sentido son idénticos un día, un año solar y una era precesional, los sabios anahuacas realizaron complejos cálculos matemáticos; el sistema aritmético de base 20 por sí sólo era y es insuficiente para servir como modelo estructural de las transformaciones del espacio-tiempo al modo en que fueron concebidas por aquellos pensadores. Matemáticamente un tonalli no es sólo signo de un número entero, sino que explícitamente es además signo de un par ordenado. La tonalpohualli es modelo lógico-matemático (tezcanicuilli) lo mismo del macrocosmos (Cemanahuac) que del microcosmos (Tlacatl). Según el sistema de pensamiento tolteca, todo ente es categorizable en 260 términos, siempre los mismos; lo cual equivale a decir que lo micro es estructural y esencialmente idéntico a lo macro. La elegancia y belleza del sistema matemático tolteca permite no sólo calcular con precisión ciclos astronómicos, sino también vislumbrar a través de lo cíclico el sentido de la condición humana. El hombre se concibe entre los toltecas como un microcosmos, formado a imagen y semejanza del macrocosmos. Todo individuo tiene su lugar propio en el universo, el momento en que nace determina sus ritmos de vida; como los ciclos astronómicos también la vivencia humana es categorizable en 260 términos, alrededor de uno de estos 260 caracteres gira la psicología individual. Al registrar términos algebraicos a los que pueden asignarse valores astronómicos y al asociar a cada término un simbolismo teológico y filosófico, el Tonalámatl se constituye como el mejor resumen pictórico-literario del saber ancestral tolteca.

Al conocer correctamente el contenido del Tonalamatl será posible conocer mejor los principales rasgos de la cosmovisión de los pueblos mesoamericanos todos, y no únicamente los de los nahuas: su Ciencia, su Teología, su Filosofía, su Mitología y su moralidad. Sin duda la lectura de los aspectos adivinatorios del Tonalámatl ha predominado sobre la lectura de los aspectos matemáticos, geométricos y metafísicos del manuscrito al menos a lo largo de los últimos 5 siglos: las razones han sido múltiples. Una lectura crítica del amoxtli que abarque lo mismo sus aspectos filosóficos que científicos está aún por hacerse, sin duda especialistas de diversas disciplinas intervendrán en su elaboración. Sobre todo es deseable que sean no los historiadores de la filosofía ni los antropólogos únicamente sino también los iniciados en la Machiliztli quienes comenten el libro. El presente trabajo se limita a recoger, de las fuentes más directas y al alcance de los estudiosos, evidencia de que la lectura del Tonalámatl no se restringe a la profética, evidencias por cierto que no pretenden ser determinantes sino indicativas; por método tal tarea ha supuesto destacar los aspectos lógicos del amoxtli, procedimiento ajeno al discurrir tolteca y que aquí sirve sólo para sugerir que fueron los antiguos sabios de mesoamérica también insignes científicos.

para ver mas sobre el tonamalatl
[url=http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/051020020036-Cap_iacu.html]http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/05102…6-Cap_iacu.html[/url]

Los 6 soles

Los 6 Soles

El Sol de Agua.

He aquí el relato que solían contar los Viejos Abuelos, en un cierto tiempo que ya nadie puede contar, del que nadie ahora puede acordarse, fue que nació el primer Sol o era que se inició cuando Quetzalcóatl alienta con su soplo divino el desarrollo de los primeros seres humanos, pero en este primer Sol, Tezcatlipoca su eterno adversario provocó un gran diluvio e hizo que los seres humanos perecieran ahogados y se convirtieran en peces. En esta época se comía el teocentli.

El Sol de Fuego.

Pasaron muchos años en que la tierra se mantuvo a obscuras y sin seres humanos que la habitaran. Pero entonces los dioses iniciaron de nuevo otro intento de perfección y pusieron a Tlalóc, el dios de la lluvia y el fuego celeste ha crear el siguiente Sol. Pero ahora Quetzalcóatl hizo que lloviera fuego y los seres humanos se quemaran convirtiéndolos en pájaros. La comida de esa época era -el acecentli- llamado maíz de agua.

El Sol de Viento

Nuevamente la tierra paso muchos años sin la luz del Sol y sin seres humanos que adoraran a los dioses. Fue entonces que Quetzalcóatl hizo el tercer Sol, otro intento de mejorar a la humanidad. Fue en aquella época cuando los seres humanos comían accocentlí, una bellota que se da en los pinos. Pero ahora Tezcatlipoca provocó grandes vendavales que derribaron a todos los árboles y acabaron con casi todos los humanos y los pocos que se salvaron se convirtieron en monos.

El Sol de Tierra.

Este Sol fue alentado por Tezcatlipoca, para que lo poblaran creó a los gigantes, seres muy grandes que cuando se caían ya no se levantaban. Estos gigantes no sembraban ni cultivaban la tierra, ellos sólo comían raíces, bellotas y frutos que recogían del campo. Sin embargo un día Quetzalcóatl derribó a Tezcatlipoca con su bastón e hizo que cayera en el agua, transformándose en un tigre quien se comió a todos los gigantes dejando nuevamente despoblada a la tierra y sin Sol.

“El Temblor”

Cuando aún era de noche,
cuando aún no había día,
cuando aún no había luz,
se reunieron,se convocaron los dioses allá en Teotihuacán.
Dijeron,
Venid acá,
¡Oh dioses!
¿Quién se hará cargo
de que haya días,
de que haya luz?

Según Dicen Nuestros Antepasados, cada ciclo destructivo en las diferentes etapas de la tierra, representaban soles.

Los soles representaban una etapa destructiva hacia la tierra, inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas, caída de meteoritos, incendios, Etc.

De estos ciclos, en el que nos encontramos actualmente, se llama, el Quinto Sol,

del cual existe un pequeño relato tolteca.
Quinto Sol “Nahui Ollin”

Los Dioses se reunieron en Teotihuacan, y todos se formaron al rededor de una hoguera. Los dioses hablaron así…

Vamos A crear un Quinto sol, para eso, uno de nosotros tendrá que arrojarse a la hoguera. – Dijo un Dios ahi reunido – Nadie Hablo… la hoguera ardía vivamente, pero todo era silencio. Se levanto alguien, un ser envuelto en mantos negros, un dios cubierto de verrugas y costras. Se levanto con timidez, y se puso a temblar. Los demás dioses, lo miraban con desprecio. El arrogante Tecuciztecatl, vio un dios tan pequeño, y sin embargo, se había ofrecido para convertirse en el Quinto Sol, se puso de pie. – ¡Silencio! -Grito.

Ea pues, Tecuciztecatl, entra en el fuego, – dijeron los demás dioses – El dios arrogante, sonríe mientras va caminando hacia la viva hoguera, pero al sentir al calor, pierde la confianza, le da miedo. De nuevo intenta, cierra los ojos y camina de nuevo, lanza un grito al acercarse al Fogón Divino, pero no puede avanzar mas. Los demás dioses, se levantan indignados, Tecuciztecatl, ruge e intenta lanzarse a la hoguera, lo intenta cuatro veces.

Nanahuatzin, prueba tu.

El dios feo, arrugado y tembloroso, arranco sus vestiduras negras y se para en frente del fogón divino. Nanahuatzin se arroja a las llamas del fogón, y en aquella plaza de teotihuacan, hubo una gran explosión, Nanahuatzin fue tragado por el cielo, y todo se torno oscuro y frió.

Luego, en esa noche obscurísima, los dioses se sientan, exhaustos a esperar la salida del nuevo sol. Al fin comienza a ponerse colorado el cielo y en todas partes aparece la luz del alba. Exhalando un suspiro los dioses se hincan de rodillas para ver por donde saldrá el feo Nanahuatzin. Miran por todas partes sin poder acertar donde aparecerá. Solo el dios Quetzalcoatl sabe el lugar en que aparecerá el Quinto Sol. Y cuando aparece en el cielo, por el oriente, emerge de un color rojo encendido y tambaleandose de uno a otro lado. Nadie lo puede ver, tan brillante y dorada es la luz que despide.

-Pero, como habremos de vivir?- clamann entonces los dioses- No se mueve el Sol! No sigue su camino por el cielo! No hay ni noche ni día!

El Sol sigue tambaleándose de un lado a otro. Sin embargo, no avanza por el cielo. Tiene vértigo. Alguien canta allá a lo lejos: “El Quinto Sol se llama el Sol del Movimiento porque sigue su camino; pero tú no te mueves, Nanahuatzin! ¡TU NO TE MUEVES!

Los dioses dan un grito y se clavan en las venas sus cuchillos de obsidiana, ofreciéndole al Sol su propia sangre, que va subiendo hasta el cielo. Luego la sangre se convierte en un gran viento que sopla sobre el Sol y lo hace levantar como si estuviera flotando. Este pasa volando por delante de los sacerdotes, quienes se afanan por detenerlo, pero el Sol ya esta bajando por la escalinata, precipitadamente… huyendo hacia el horizonte que empieza a empaparse de sangre…”

Este es el sol que nos alumbra, nos alimenta y nos calienta. Se esta moviendo constantemente sobre nuestras cabezas, y moviéndose nuestro sol, vamos a perecer, para dar paso al siguiente sol, mas perfecto.