Escuadra Dragón

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El autor de la saga de Ender habla de todo.

El autor de la saga de Ender habla de todo. Redacción
de Samizdat
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ORSON SCOTT CARD
Desde su forma de cuento en la revista Analog a un premio Hugo y a un Nebula a la mejor novela, El juego de Ender catapultó a la fama al prolífico escritor Orson Scott Card. La novela –que trata sobre un niño que se convierte en la gran esperanza de la Tierra contra una invasión alienígena– ha vendido más de 1.000.000 de copias desde su lanzamiento en 1985. Hoy, ocho novelas más tarde, la serie se ha convertido en la franquicia más popular y duradera en la ciencia-ficción.

El octavo libro, Shadow of the Giant, salió a la venta el 8 de marzo de este año, el cuarto y último libro del ciclo «Shadow», una rama de «Ender». Toda la serie es una narrativa paralela enfocada en Bean, el mejor amigo de Ender. En esta última historia, un Bean adulto busca refugio de sus enemigos, y un hogar para su familia. Escuchemos al propio Card hablando de su trabajo:

Shadow of the Giant es el octavo y último libro de la serie de Ender, ¿qué lo hizo concluir aquí la historia?

Ninguno de estos libros comenzó como una serie. La voz de los muertos fue el corazón de la novela; escribí la versión novelada de El juego de Ender para arrancar con La voz… Se suponía que Hijos de la mente sería sólo un libro basado en una idea que tuve antes de La voz…, y terminó adosado a la serie cuando decidí que sería mejor que Ender fuera el héroe.

También se suponía que La sombra de Ender sería un único libro sobre Bean, con sólo unos pocos capítulos en paralelo con El juego de Ender. Pero me enamoré de algunos personajes periféricos y la historia creció hasta 4 volúmenes de la serie Shadow.

Así que no pienso en Giant como el octavo volumen de nada. Es el cuarto volumen de los libros que, aunque se suponían que eran sobre Bean, últimamente se han convertido en libros sobre Peter y Petra.

Por lo menos habrá dos libros más del universo Ender, pero nuevamente, el orden no es importante para mí. Trato de escribir todos los libros de manera que se pueda empezar a leer por cualquiera, y cada libro contiene toda la información necesaria para comprender la historia.

¿Es éste el final de algo que usted decidió desde el principio?

Terminé Giant tal cual lo había planeado. No puedo escribir un libro hasta que no sé cómo termina, porque si no sé cómo termina, ¿cómo puedo saber dónde empezar? El comienzo tiene que prometer el final para que el lector lo sienta desde que empieza a leer.

¿Cómo ha cambiado su forma de escribir?

El cambio primario durante el proceso de escritura de cualquiera de mis novelas es que intento tratar a cada personaje como el héroe o la heroína de su historia. Eso significa que, en mi mente, he desarrollado personajes menores que a veces se convierten en mayores, y la historia se modifica para acomodarlos. Esto hace que el libro se alargue. Así fue como la historia de Bean se convirtió en cuatro volúmenes, y porqué mi trilogía de Alvin Maker tendrá siete volúmenes.

¿Se imagina volviendo a este mundo con más historias, en algún punto del futuro?

Shadows in Flight viene después de Hijos de la mente, pero incluirá algunos cabos sueltos de Shadow of the Giant. Sin embargo, no es una secuela de Giant. Ender in Exile: Ganges, el título en el que estoy pensando, tampoco es una secuela de Giant, aunque contendrá un par de argumentos de ella y hará que Ender llegue hasta una colonia donde viven una mujer llamada Randi y su hijo. Quizás, algún día será una novela de Mazer Rackham.

¿Cuáles son sus personajes favoritos para escribir?

Sin lugar a dudas, las novelas de Alvin son las más divertidas.

¿Cuáles son los más problemáticos?

Las novelas son siempre difíciles de escribir porque tengo que descubrir a sus personajes a medida que las voy escribiendo.

¿Qué clase de investigación ha hecho sobre entrenamiento militar y teoría del juego para los libros?

Una vida de lectura y juegos y diseño, más pensar en ellos y sacar conclusiones sobre cómo funciona el mundo. El elemento más importante en mi razonamiento es el siguiente: nada tiene una sola causa, y nada tiene un sólo efecto. Esto mantiene mi mente abierta y amplia, y me mantiene alerta en la búsqueda de múltiples posibilidades en la historia.

Mientras la tecnología y la sociedad se acercan a su mundo de ficción, ¿cómo ha afectado esto su escritura?

No escribo sobre tecnología para no ser temporal. Cuando una tecnología es importante, sale a la superficie. Pero generalmente escribo sobre extrapolaciones de tecnologías actuales. No soy un escritor de ciencia. Mis tecnologías son cajas negras. Sólo cuento lo que entra en la máquina y luego lo que sale.

¿Cómo han dado forma a sus historias los eventos actuales?

El mayor problema era que no sabía cómo resultarían los eventos actuales. Así que tenía que dejar que el pasado de la novela fuera lo suficientemente ambiguo como para acomodar todos los resultados posibles de la guerra actual contra el terrorismo.

Se dice que Warner Brothers está haciendo una adaptación de la serie de Ender para la pantalla grande, ¿es cierto?

El juego de Ender y La sombra de Ender están siendo evaluadas por Warner Brothers para hacer una película que se llamará como la primera novela. Wolfgang Petersen será el director, y también está desarrollando el guión junto con Robert Chartoff y Lynn Hendee, de Chartoff Productions; David Benioff y D.B. Weiss están escribiendo el borrador.

¿Qué lo atrae de la ciencia-ficción?

Cuando escribo ciencia-ficción, por suerte cuento con una audiencia sofisticada y de mente abierta. Le interesa más la historia que cómo está contada, y no quiere leer el mismo libro una y otra vez, busca mundos e historias nuevas y sorprendentes.

¿Es más fácil o más difícil escribir ciencia-ficción que otro género?

Para aprender lo que se necesita, y así evitar errores de principiante, se requiere que el escritor esté familiarizado con el género, algo que se logra leyendo. De algún modo, la insistencia de Ia ciencia-ficción en una historia se hace más difícil que escribir ficción literaria, que permite historias casi sin argumento bajo un estilo artificial. En ciencia-ficción tenés un esqueleto y músculos, en varios otros géneros uno puede arreglárselas sólo con la piel.

¿Qué hace a la buena ciencia-ficción?

Una creación mundial y profunda, especialmente sobre sociedades humanas plausibles. Luego se selecciona de un menú de personajes, aventuras, eventos que sacuden al mundo, e intrigas y misterios.

¿Usted escribe específicamente para sus fanáticos establecidos, o también trata de pensar en nuevos lectores?

Siempre escribo para la misma audiencia: un grupo imaginario de gente que cree y se preocupa por el mismo tipo de historia que yo. La única diferencia entre ellos y yo, es que yo conozco la historia y ellos no. Así que escribo lo más claramente posible para que la entiendan, y simplemente asumo que están interesados, creen en ella y la entenderán.

Usted también trabaja con estudiantes de sus clases y talleres. ¿Cuál es el consejo más importante que puede darles?

¿Qué están haciendo en esta clase? ¿Por qué no están en sus casas escribiendo? Aprenden más escribiendo una novela de 100.000 palabras que tomando clases en donde se supone que se preparan para escribir. Estudien historia. Allí es donde se aprende el comportamiento humano en las diferentes sociedades y bajo distintas circunstancias. El anotador es el mejor amigo del escritor. Es tu mente inconsciente diciéndote que lo que escribiste o estás por escribir está mal, no creás en eso o no le prestes atención, y entonces vas a poder soportar no escribir. Releé y reinventá la historia, aunque eso pueda significar que tirés todo lo que escribiste hasta ahora. Terminá la historia y guardala. Salí de la casa. Después de unos días, los manuscritos que no fueron guardados empiezan a largar olor y no te dejan concentrar en algo nuevo.

Orson Scott Card

Portada original de El juego de Ender.

Ender, el xenocida, supuesto final de la saga de Ender que finalmente no fue.

Orson Scott Card autografiando

Los libros de Orson

[url=http://www.quedelibros.com/autor/3707/Card-Orson-Scott.html]http://www.quedelibros.com/autor/3707/Card-Orson-Scott.html[/url]

OBRAS DE ESTE AUTOR

:: Abyss
:: Alvin Maker 1 – El Septimo Hijo
:: Alvin Maker 2 – El Profeta Rojo
:: Alvin Maker 3 – Alvin El Aprendiz
:: Alvin Maker 4 – Alvin El Oficial
:: Alvin Maker 5 – Fuego Del Corazon
:: Alvin Maker 6 – La Ciudad De Cristal
:: America
:: Atlantis (en inglés)
:: Calle De Magia
:: Capitol
:: Ciudad De Basilica
:: Cruel Miracles
:: Cuentos ocultos
:: Desamparado en el infierno
:: El Aprendiz Alvin y el Arado Inservible
:: El Cofre Del Tesoro
:: Encantamiento
:: Ender 0 El Juego De Ender (cuento)
:: Ender 1 El Juego De Ender (novela)
:: Ender 2 La Voz De Los Muertos
:: Ender 3 Ender El Xenocida
:: Ender 4 Hijos De La Mente
:: Ender 5 La Sombra De Ender
:: Ender 6 La Sombra Del Hegemon
:: Ender 7 Marionetas De La Sombra
:: Ender 8 La sombra del Gigante (español)
:: Ender 8 Shadow Of The Giant (ingles)
:: Ender I, El juego de Ender
:: Ender II, La Voz de los Muertos
:: Ender III, Ender el Xenocida
:: Ender IV, Hijos de la Mente
:: Ender VI, La Sombra del Hegemon
:: Esperanza del Venado
:: Flux Tales Of Human Futures (coleccion De Cuentos)
:: Heal Thyself
:: How To Write Science Fiction
:: Info Alvin Maker
:: La Gente Del Margen
:: La Saga De Worthing
:: Los Cuentos Ocultos
:: Lovelock
:: Maestro Cantor
:: Mapas en un espejo
:: Missed
:: Negligencia
:: Niños Perdidos
:: Observadores Del Pasado – La Redencion De Cristobal Colon
:: Saga Del Retorno 1 – La Memoria De La Tierra
:: Saga Del Retorno 2 – La Llamada De La Tierra
:: Saga Del Retorno 3 – Las Naves De La Tierra
:: Saga Del Retorno 4 – Retorno A La Tierra
:: Saga Del Retorno 5 – Nacidos En La Tierra
:: Speaker For The Dead
:: The Changed Man And The King Of Words
:: Un planeta llamado Traicion
:: Xenocide

o de Taringa
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El Comic de “El juego de Ender”:

[url=http://www.taringa.net/posts/comics/2134876/El-Juego-de-Ender-(Orson-Scott-Card).html]http://www.taringa.net/posts/comics/213487…cott-Card).html[/url]

[url=http://www.taringa.net/posts/comics/2150050/El-juego-de-Ender-(Orson-Scott-Card)—Comic—nº3.html]http://www.taringa.net/posts/comics/215005…omic—nº3.html[/url]

ULTIMATE IRON MAN, de Orson Scott Card y Andy Kubert

ULTIMATE IRON MAN, de Orson Scott Card y Andy Kubert
Escrito por David Fernández el día 30 Septiembre, 2006 =

[url=http://www.zonanegativa.com/?p=3418]http://www.zonanegativa.com/?p=3418[/url]

Edición original: Ultimate
Iron Man núms. 1 a 5 (marzo de 2005 / febrero de 2006); Marvel Comics.
Edición España: marzo de 2006
Guión: Orson Scott Card.
Dibujo: Andy Kubert.
Entintado: Danny Miki.
Color: Richard Isanove.
Formato: revista de 48 y 64 págs.
Precio: 3 €.

En su inagotable búsqueda de fórmulas que faciliten la comercialización de sus productos, las grandes editoriales han venido siguiendo la tendencia de contratar los servicios de autores de renombre procedentes de medios ajenos al mundo del cómic. La idea, lejos de ser anecdótica, ha llegado al punto de generalizarse, de modo que raro es el mes en que no podemos encontrar en las estanterías de las librerías especializadas y kioscos algún cómic firmado por el novelista, guionista, director, o incluso actor de cine o televisión de turno. A título de ejemplo, cabe citar a los ya “clásicos” (en algunos casos por sus méritos, en otros simplemente por ser veteranos en estas lides) Kevin Smith, Joe Michael Straczynski, o Geoff Johns, totalmente asentados en una industria que los ha recibido con los brazos abiertos. Casos más recientes son los de Joss Whedon (Astonishing X-Men), Reginald Hudlin (Pantera Negra), o Stephen King, cuyo cometido en la plasmación en viñetas de la muy recomendable saga de La Torre Oscura es todavía una incógnita. Visto el panorama, hasta los intérpretes Thomas Jane, Seth Green y Rosario Dawson se han animado a aportar su ¿talento? a la industria comiquera norteamericana. El tiempo dirá si realmente son merecedores de esta oportunidad, pero por lo de pronto e independientemente de los resultados creativos, a la vista está que estamos ante un mecanismo publicitario de indudable rentabilidad, idóneo para captar la atención de los medios generalistas e incrementar de forma considerable el abanico de hipotéticos lectores.

Sea como fuere, de entre los últimos “fichajes mediáticos” destaca sobremanera el de Orson Scott Card como encargado de escribir los guiones de Ultimate Iron Man, miniserie centrada en los orígenes de la versión definitiva del Hombre de Hierro. Pese a que en los últimos tiempos Card ha destacado más por sus polémicas declaraciones de contenido político, moral, ideológico y religioso que por sus obras más recientes, su valía como novelista en el campo de la ciencia-ficción está fuera de toda duda, de modo que tanto su contratación por La Casa de las Ideas, como la elección de Andy Kubert como ilustrador de la miniserie parecían ser todo un acierto.

En las líneas que siguen analizaremos si el resultado final ha estado a la altura de las expectativas levantadas. Pero antes, y como viene siendo tradición en las reseñas sabatinas, nos acercaremos a la biografía y bibliografía de ambos autores:

Orson Scott Card (Richland, Washington, EE.UU.; 1951) es uno de los más destacados escritores de ciencia ficción de las últimas décadas. Sus primeros pasos en el mundo de las letras lo llevaron a interesarse por la poesía y el teatro, hasta que finalmente dio el paso de escribir sus propias novelas de ficción. En 1977, la revista Analog incluyó en su edición de agosto un relato que finalmente se convertiría en la multipremiada novela El Juego de Ender, obra referente de la ciencia-ficción moderna, ganadora de los Premios Hugo y Nébula. Con esta novela daría inicio a toda una saga, integrada por Ender el Xenocida, La Voz de los Muertos e Hijos de la Mente, retomada a finales de la década de los 90 con La Sombra de Ender, La Sombra del Hegemón, Marionetas en la Sombra, y La Sombra del Gigante, donde se relatan los sucesos vividos en las cuatro primeras novelas, desde el punto de vista de Bean, secundario de peso de la primera tetralogía.

Pero la tendencia de Card a narrar historias épicas de forma episódica no se limita a las aventuras de Ender Wiggin, ya que también ha firmado La Saga del Retorno, o Alvin Maker.

En el año 2005, aceptó el ofrecimiento de Joe Quesada de encargarse de sendas miniseries protagonizadas por la versión “Ultimate” de Iron Man, acometiendo el que hasta la fecha es su primer trabajo en el mundo del cómic.

Andy Kubert (Nueva Jersey, EE.UU.; 1962), hijo del mítico Joe Kubert, es junto a su hermano Adam, uno de los más reconocidos dibujantes del género superheróico. Como no podía ser de otra forma, se formó artísticamente en la Joe Kubert School of Cartoon and Graphic Art, y tras completar sus estudios en el Rochester Institute of Technology (especializándose en entintado y maquetismo) afrontó su primer proyecto como profesional con el número 108 de la serie Sword of Conan. Este encargo fue el pistoletazo de salida de una prolífica carrera que en su primera etapa se desarrolló principalmente en DC Comics. Para la “Distinguida Competencia” ilustraría colecciones como: Sgt Rock, Warlord, Action Comics, Doc Savage, Adam Strange o Batman vs. Predator.

Pero no fue hasta su fichaje por Marvel cuando comenzó a gozar de una gran popularidad entre los lectores. Desde un primer momento, la editorial depositó una gran confianza en Andy, encargándole títulos tan emblemáticos como Los Vengadores, Factor-X, Ghost Rider, Punisher’s War Journal, La Patrulla-X, X-Men, Ka-Zar, y Capitán América.
Por si quedaban dudas acerca del importante papel que jugaba este dibujante dentro de los planes de “La Casa de las Ideas”, los últimos años se han caracterizado por su participación en los proyectos más relevantes de la editorial. Así, a Lobezno: Origen, habría que sumarle varios números de Ultimate X-Men, Ultimate Fantastic Four, y dos auténticos best-sellers, ya publicados en España por Panini Cómics: 1602, junto al aclamado guionista Neil Gaiman, y la serie limitada Ultimate Iron Man, escrita por Orson Scott Card, uno de los más reconocidos autores de ciencia-ficción.

En junio de 2005, y tras casi 15 años prestando sus servicios a Marvel, tanto Andy como Adam Kubert firmaron un contrato en exclusiva de 3 años de duración con DC Comics.

SINOPSIS: “Howard Stark tiene todo cuanto un hombre puede desear: dinero, fama y un genio al alcance de muy pocos. Pero su vida dará un vuelco cuando, con motivo del más importante proyecto que gestiona su corporación, contrata a la Dra. Maria Cerrera, reputada bioquímica que terminará por convertirse en la Sra. Stark. Sin embargo, un accidente laboral sufrido por Maria, estando ésta embarazada, marcará el futuro de Tony, su hijo no nato. Abrumado por lo sucedido, Howard se centrará de forma total y absoluta en la recuperación de su mujer, y en el inminente parto, descuidando sus obligaciones para con la empresa que regenta hasta el punto de poner en peligro años de duro trabajo e investigación.”

Cuando Mark Millar y Bryan Hitch acometieron la tarea de dar vida a una versión actualizada de Los Vengadores, mantuvieron gran parte de los rasgos característicos de Iron Man: la posesión de un intelecto brillante, y su condición de millonario, playboy, genio de los negocios y aficionado a la ingesta desmedida de bebidas alcohólicas. Pero, al igual que hicieron con el resto de los Ultimates, dejaron lugar a la imaginación del lector en cuanto a la determinación de si sus motivaciones, orígenes y personalidades coincidían con las versiones clásicas de los personajes.

A este respecto, Card abandona la narración de los hechos acaecidos en el día a día del Universo Ultimate para profundizar en la infancia de Tony Stark, pues no debe dejarse llevar a engaño el lector: el verdadero protagonista de esta miniserie no es Iron Man, sino el primogénito de Howard Stark, de modo que la acción se retrotrae al momento en que éste, enfrascado en un proyecto militar de gran importancia y en un farragoso proceso de separación, conoce a la que se convertirá en su segunda esposa. Partiendo de este punto, Card teje una interesante trama de pasiones y ambiciones encontradas, salpicada por detalles alusivos al espionaje industrial y a la ciencia-ficción, aunque sin incidir en los ya redundantes y cansinos lugares comunes del género superheróico más estereotipado.

Sin embargo, a partir del nacimiento de Tony el desarrollo de la acción es alterado de forma sustancial, pues es en este punto donde Card pisa terreno frecuentado en sus anteriores obras, al cederle todo el protagonismo a un joven, apenas un niño, más que especial. Ésta viene siendo una idea recurrente en la biografía del afamado escritor, no en vano tanto Ender Wiggin, como Alvin “El Hacedor”, por citar los ejemplos más evidentes, comparten con el Tony Stark de esta miniserie cierto predeterminismo: un condicionamiento derivado de estar en posesión de ciertas características que los hacen acreedores de un talento especial, que los convierten en personajes llamados a marcar, de un modo u otro, una época. Líderes naturales de gran madurez y fuerte carácter, forjado a base de padecer y superar adversidades que les han impedido gozar de una infancia normal. Así, con el transcurrir de las páginas, podremos comprender ciertos rasgos del comportamiento del Iron Man adulto, al tiempo que el guionista, de forma meritoria, se esfuerza por buscar explicaciones científicas (o pseudocientíficas, ya que en ocasiones recurre a la ciencia-ficción pura y dura) a los sucesos acontecidos y al comportamiento del protagonista. Todo un despliegue de imaginación y lucidez que arroja inusitadas dosis de originalidad sobre una obra que, sorprendentemente, flaquea precisamente donde a este autor se le supone mayor habilidad: en la articulación de una historia bien estructurada. Y es que el final de esta miniserie es, con diferencia, uno de los más abruptos que recuerdo. Bien es cierto que está confirmada la publicación de una nueva serie limitada de Ultimate Iron Man, con Card de nuevo a los guiones, y nuestro Pasqual Ferry a los lápices, pero ello no justifica el finalizar una historia de un modo tan forzado y anticlimático.
También ha sido insatisfactoria, aunque en menor medida, la caraterización de Loni, ex-mujer de Howard Stark, y su nuevo marido: Zebediah Stane, por momentos meras caricaturas que poco o nada se ajustan al tono y ambiente general del cómic.

Por lo que respecta a Andy Kubert, pese a no rayar a la altura de los que hasta ahora han sido sus mejores trabajos (Lobezno: Origen y 1602), cumple a la perfección con su cometido, haciendo de la claridad y sencillez su mejor virtud, sin por ello renunciar a la confección de unas cuantas páginas realmente espectaculares. Por desgracia, como comentamos con anterioridad, el protagonismo de la versión superheróica del Hombre de Acero es casi nula, de modo que no hemos tenido la oportunidad de disfrutar con Kubert en todo su esplendor, ya que según se desprende de las numerosas viñetas en las que se reflejan elementos tecnológicos, el resultado podría haber sido espectacular (aunque estoy convencido de que Pasqual Ferry no tiene nada que envidiarle al menor de los Kubert: seguro que nos dejará a todos con la boca abierta). Como curiosidad, comentar que en el último número, coincidiendo con su marcha a DC Comics, fue sustituido por un discreto Mark Bagley, lejos de sus mejores momentos en Ultimate Spiderman.

Resumiendo: estamos ante un cómic entretenido, atípico e interesante, que ofrece ideas tan elaboradas como curiosas, líneas argumentales prometedoras y un apartado gráfico más que correcto, pero a mi juicio a un autor de la talla de Orson Scott Card se le puede y debe exigir más, mucho más. Por fortuna, tiene una nueva oportunidad para redimirse. Esperaremos con atención e interés la publicación de la anunciada secuela para comprobar la verdadera valía de este escritor como guionista de cómics, cuyos primeros pasos en campo ajeno han sido firmes, aunque ligeramente arrítmicos.

Un saludo y hasta la semana que viene! (eso espero)

LA CIENCIA FICCIÓN SEGÚN… ORSON SCOTT CARD

[url=http://www.libroandromeda.com/PDF/La_CF_segun_Orson_Scott_Card.pdf]http://www.libroandromeda.com/PDF/La_CF_se…_Scott_Card.pdf[/url]

Por Claudio Landete Anaya
Orson Scott Card fue el invitado de honor en la Hispacón de Mataró,
celebrada en el año 1997. De su estancia entre nosotros quedó un agradable
recuerdo y abundante material escrito. Un verdadero dossier de prensa que a
buen seguro será interesante para el aficionado en caso de estar a su
disposición y que desvela las convicciones y la faceta creativa de este escritor
nacido en Salt Lake City en el año 1951.
A continuación se unifican en un artículo las opiniones vertidas en
diversas entrevistas que concedió a los medios de comunicación durante dicho
evento y la mesa redonda sobre la construcción de Mundos Imaginarios.
En el décimo aniversario, recordamos uno de los hitos más importantes
de aquella convención.
– o – o – o –
Teoría literaria.
Card apunta que los lectores de la literatura convencional esperan que
el libro siga una normas establecidas, mientras que los autores de ciencia
ficción inventan el género sobre la marcha, ya que ninguno puede decirles
como se debe escribir.
La literatura convencional, según él, está muy condicionada por la
opinión del mundo académico desde el año 1925. Scott Card cree que el
lector del género ficticio quiere novedad y, posiblemente, sea una de las
causas por las que los cambios en la literatura corriente se producen cada 50
años, mientras que en el ámbito de la ciencia ficción se dan más
frecuentemente, cada 5 años aproximadamente.
«La mayoría de los escritores se fían de las indicaciones de los
profesores universitarios», explica Scott Card, «pero los autores de CF
tenemos que guiarnos por los aficionados, que no son nada complacientes
sino por lo general muy críticos. Por eso venimos a las convenciones, a ver
qué se ha entendido de lo que queríamos decir.»
El único secreto escondido en la redacción de sus novelas es comenzar
y seguir escribiendo hasta que la obra literaria está finalizada:
2
«Una novela no es diez veces mayor que una historia corta; es sólo dos
veces más grande, pero cuesta más de explicarla. Se necesita más tiempo
para desarrollar los personajes secundarios que en una historia corta, por
falta de tiempo se tienen que dejar de lado.»
Card afirma que la mayor diferencia entre el mercado editorial
estadounidense con respecto al del resto de países es que en EE.UU. el
mercado es tan amplio que los autores pueden permitirse hacer una primera
obra mala. La venden igualmente y pueden vivir hasta que escriben otra.
Respecto a si la ciencia ficción es menospreciada:
«Los académicos y los críticos la ignoran y eso permite a los escritores
de ciencia ficción tener la libertad de poder escoger los propios caminos.»
Además afirma con valentía:
«Hay mejores escritores dentro de la ciencia ficción que fuera.»
Más adelante añade en la misma entrevista:
«La ciencia ficción es un patrimonio norteamericano.»
«Hace demasiados años que este género es exclusivo de los Estados
Unidos y los escritores de los otros países sólo tratan de imitar nuestro
estilo.» Y añade que eso no es nada bueno: «Todo el mundo tiene un futuro,
no sólo los Estados Unidos».
El autor pensaba, en 1997, que la cultura americana estaba en franco
declive.
Construir universos y mundos.
Lo importante a la hora de crear un universo literario, un mundo… ,
según Orson Scott Card no es que sea de verdad, en realidad sólo tenemos
este que conocemos. Lo trascendente es que lo “sientas” como de verdad,
que uno mismo y el resto de la gente lo perciba como verosímil. El contexto
de la historia es una realidad falsa, pero debe presentarse creíble a dos
niveles.
1.- El nivel físico. Cumplir una serie de leyes o parámetros.
2.- Las relaciones personales.
Y, finalmente, la regla más importante: los lectores te perdonan
cualquier posible error de figuración/ambientación si la historia vale
la pena.
3
Tienes que olvidarte de predecir lo que está porvenir. Según este autor,
en cuanto alguien intenta adelantarse a su tiempo y predecir lo que sucederá
en el mundo real, dentro de poco sus libros serán obsoletos. Pone como
ejemplo la serie de Robert A. Heinlein La historia del futuro. ¿Dónde está la
colonia de la Luna? y concluye que ya hemos pasado la época en que tenía
que ocurrir la revolución lunar. Así, entre bromas, aclara que él ambienta sus
historias a 3.000 años o 30.000 años en el futuro.
Estilo intimista y poético.
Cuando se le comenta que sitúa los sentimientos y las emociones
como eje argumental central, Orson Scott Card se ratifica en que no se puede
escribir una historia sin un contenido moral. Aunque matiza que su contenido
reflexivo no es más destacado que en las obras de otros autores. Apunta que
quizás lo que diferencie más sus novelas es que los personajes piensan más
abiertamente sobre cuestiones morales y éticas. Sufren un exceso de
culpabilidad.
Advierte en repetidos medios que todas las historias desprenden una
moral y lo preocupante, precisamente, es que las obras más peligrosas son
las que no tienen consciencia de la ética que difunden.
De hecho es un gran autor de sublimes historias de reconciliaciones y
de héroes memorables. Un alto grado de lirismo caracteriza la producción de
este creativo, presente, sin ir más lejos, en sus relatos relacionados con el
arte, como son: La casa del canto y Sonata sin acompañamiento.
Sus profundas creencias religiosas, es mormón practicante y misionero
de su iglesia en Brasil a principios de los setenta, le impulsan a crear
personajes ficticios y sensibles que luchan para convivir en un futuro de razas
diferentes.
La crítica ha destacado que Card domina como nadie unos temas que
tienen como referente la identidad del individuo y su papel en el seno de la
sociedad.
Cuando le preguntan sobre su personaje más famoso Ender Wiggins,
matiza que a él no le sucede como a Conan Doyle con Sherlock Holmes.
Afirma que quiere a Ender y que además tiene la suerte de disponer de otros
muchos personajes que funcionan igual de bien que Ender, el niño privado de
su infancia e instruido como cadete espacial al que se educa para luchar
contra la raza invasora de los insectores. Ender se ejercitaba en muy difíciles
problemas estratégicos y simulaciones de ordenador, para darse cuenta al
final de la novela que sus deducciones fueron aplicadas de manera real para
destruir a la raza alienígena. De esta forma, se ha convertido,
involuntariamente, en el mayor genocida de la historia.
Razón no le falta a Card, sin ir más lejos, la serie de novelas de fantasía
protagonizadas por Alvin Maker, enmarcadas en un Oeste Americano del siglo
4
XIX, donde la magia sí funciona, ha obtenido casi tantos galardones como la
Saga de Ender.
Personajes memorables.
El individuo no existe hasta que no tenga su lugar propio en un ámbito
mayor. La alegría de la vida es haber encontrado tu sitio y saber que la gente
que te rodea está contenta de saber que estás ahí. Y por contra, la verdadera
tragedia en la vida de un ser humano es no tener la sensación de pertenecer
a un colectivo.
«Cuando crees una trama, has de intentar imaginar muchos conflictos
que hagan que la existencia de los personajes sea difícil. En el fondo los
individuos quieren formar parte significante de la vida de los otros.»
«La forma de introducir esos conflictos es hacer que los personajes no
siempre se comporten de una manera conveniente para el tema de la historia,
complicando las cosas. Permitir que los personajes periféricos destrocen la
trama y le hagan cosas que no se esperaban. De no ser así, la historia se
asemeja a un guión prefijado de antemano. El proceso es que por unos
momentos el creador se convierta en lector, permitiéndose ser sorprendido
por los propios personajes. Actuando de esta forma, es como una cadena, a
su vez se podrá sorprender a terceros lectores.»
Mensajes peligrosos.
La trilogía (original) de Star wars también presenta una cuestión muy
peligrosa, según Card, le preocupa el contenido ético de la película:
«Transmite el mensaje de que funciona más cerrar los ojos y desear
algo que prepararse para conseguirlo.»
Card admite que no le gusta la justificación que se desprende de films
como “La guerra de las galaxias” porque al final se ponen al mismo nivel la
moral del bueno y del malo. Considera que tiene un desenlace que le parece
malévolo con Darth Vader poniéndose a la altura moral de Yoda y de Obi Wan
Kenobi. Piensa que es como si se le dijera al público:
«Puedes destruir todos los planetas y seguirás siendo bueno mientras
no mates a tu hijo.»
5
Ciencia ficción versus fantasía.
«La ciencia ficción y la fantasía son dos tipos de literatura que hablan
de historias que actualmente no son posibles. La diferencia entre las dos es
que la fantasía habla de cosas que nunca serán realizables, mientras que el
mundo de la ciencia ficción puede llegar a ser real.»
Posiblemente sea la mejor definición que ofreció respecto al tándem cffantasía
en esos días, pues en otro contexto definió -creo que con escaso
acierto, sería tema de un debate más amplio, aunque parece ser que quizás
se refería exclusivamente a la escenificación alternativa-:
«La diferencia entre CF y Fantasía la ponen los editores. En la fantasía
hay más árboles, mientras que en la ciencia ficción todo es de metal: eso es
todo.»
Sea como fuere, del análisis de sus conversaciones se llega a la
conclusión que Orson Scott Card casi no diferencia CF y F. Afirma con plena
honestidad que los escritores de ciencia ficción siempre rompen las reglas: las
historias de ciencia ficción son técnicamente historias de fantasía,
porque si las analizamos son imposibles, aún así se violan las reglas.
Todos sabemos que es imposible viajar más rápido que la velocidad de la luz.
También pone el ejemplo de que el tiempo es lineal y va en una única
dirección pero le encanta escribir historias sobre viajes en el tiempo.
También en el nivel de las reglas homogeneiza ambos géneros. Ante
afirmaciones como que las leyes en la fantasía no tienen tanta importancia
como en le ciencia ficción, responde que sí que se requieren leyes en la F, lo
que sucede es que son muy diferentes.
En la fantasía las leyes son mágicas. Pero, por ejemplo, dice que el
autor tiene la obligación de explicar muy al principio de la novela cuáles son
esas leyes y cómo funcionan. Delimitar las reglas del juego. De lo contrario
acontece el caos, cualquier cosa puede pasar. Y si cualquier cosa puede
pasar… ¿qué más da lo que suceda?
«Con Tolkien sabes desde muy pronto cuáles son las leyes que rigen los
anillos.»
Concluye este apartado aconsejando que la fantasía, magia al fin y al
cabo, aún así, debe de requerir algunas leyes naturales. Se ratifica en lo que
explicó antes, el mundo, el contexto narrativo soporte de la acción debe de
sentirse como “real”.
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Tecnología y humanidad.
Precisamente este fue el tema de la conferencia que dio en Mataró’97.
Creo que las siguientes frases hablan por sí solas:
«La tecnología no afecta tanto a las personas como parece. A pesar de
los cambios tecnológicos, los humanos no hemos cambiado mucho. Nos
acostumbramos fácilmente.»
«Las máquinas sólo nos permiten pecar a mayor escala.»
«No tengo miedo de las máquinas, sino de las personas. Las
metralletas no mataron a nadie en Bosnia hasta que alguien las disparó.»
«Los seres humanos se hacen mal unos a otros. Con la ayuda de la
tecnología y desarrollo que supone, podría ser que fuera más sencillo hacer el
bien o el mal.»
«No tengo esperanza en que la naturaleza humana cambie, sospecho
que la diferencia entre los simios y nosotros es que, tras pecar, ellos no se
sientan a hablar del tema.»
En resumen, Orson Scott Card, apostaba claramente que la naturaleza
de las personas perduraría en el futuro. Posiblemente, lo que sucedería, es
que con las máquinas se podrá pecar a escala más grande y siempre se
necesitaría la redención. No olvidemos que mucha obra del autor gira
alrededor del pecado y del acto de redimirse.
Este autor siempre ha creído en la redención y en el papel exculpador
de Cristo, pero que sólo sería posible ese hecho con el esfuerzo de la persona
y no simplemente cerrando los ojos y pidiéndolo. Nunca ha compartido la idea
de la gracia divina que Dios otorga, con independencia de tus actos.
Una mirada al hombre.
Cuando se le ha preguntado sobre cómo surgió la vocación de escribir
novelas, invariablemente sonríe:
«Lo cierto es que cuando yo era joven hacía teatro, pero la gente me
aplaudía más cuando escribía el guión que cuando actuaba, así que decidí
escoger el camino de la escritura. De hecho todo el mundo termina haciendo
aquello que la gente aplaude y esta es la lección que hacemos servir para
educar a nuestros hijos: les aplaudimos cuando hacen alguna cosa bien y les
reñimos cuando lo hacen mal. Cuando los niños se convierten en adultos,
7
hacen lo que sea preciso para que la gente los aplauda.»
Este literato inició su trayectoria, precisamente, escribiendo historias
cortas. Tanteando el camino. Y estos originales fueron posteriormente los que
se convertirían en sus novelas.
Reconoce en las entrevistas:
«Si me hubieran gustado más los relatos cortos no los habría alargado
más tarde. Hasta diez años después de comenzar a escribir no fui consciente
de que podía escribir historias cortas con tranquilidad.»
Es consciente que la mayoría de sus personajes disfrutan de una vida
religiosa, como sucede en el mundo real. Esa espiritualidad se ha convertido
en una constante en su literatura. Al contrario que otros muchos escritores
conoce a mucha gente religiosa. Es una clara influencia de vivir en comunidad
mormona. Scott Card explica que la mayoría de la gente que conoce no son
intelectuales, sino funcionarios, ecologistas, vendedores… Y puntualiza que
uno de sus mejores amigos es bombero. Concluye esa parte de entrevista con
la siguiente frase que refleja porqué su CF es humanista:
«Cuando he de utilizar personajes, los tomo de la realidad.»
El proceso creativo de Orson Scott Card ha sido saltar de una serie de
novelas a otra, para no aburrirse agotando exhaustivamente una saga
argumental, y escribiendo un libro cada vez.
Aunque se le conoce principalmente por sus obras en el género de la CF
también se mueve en otros campos que no son estrictamente literatura de
anticipación, principalmente destinados a público mormón, por los que es muy
renombrado en su país. Fundamentalmente son ensayos, obras de teatro,
incluso también guiones para dibujos animados.
Final de cuento.
En la fecha que se hicieron estas declaraciones, año 1997, Orson Scott
Card pensaba que la CF había ganado la partida, era época de vacas gordas,
boom editorial, y afirmaba que los lectores de hace una década, serían los
profesores universitarios de hoy y recordarían la CF con estima porque la
habrían leído por voluntad propia, mientras que odiarían la literatura leída por
obligación.
Como ya se afirmó con anterioridad en este artículo, cualquier intento
de anticipar el futuro está condenado al fracaso.
El tiempo termina por desmentirte.
🙂
8
Bibliografía básica.
Un planeta llamado traición (1979).
Maestro cantor (1980).
Esperanza del venado (1983).
El juego de Ender (1985).
La voz de los muertos (1986).
El séptimo hijo (1987).
La gente del margen (1989).
La saga de Worthing (1990).
Mapas en un espejo (1990).
Articulista: Claudio Landete Anaya; Mataró, Barcelona, España.
Material diverso recopilado en el Dossier de prensa Mataró’97 y en el Centro
Documental Mundo Imaginario.
TeoremaZ. www.libroandromeda.com

Orson Scott Card

Orson Scott Card
[url=http://www.bibliopolis.org/articulo/card.htm]http://www.bibliopolis.org/articulo/card.htm[/url]

Lo primero que te llama la atención al ver así en persona a Orson Scott Card es que es enorme. Luego, claro, en plan personal, que se parece mucho a uno de mis mejores amigos. Y después, cuando charlas con él, no puedes dejar de sorprenderte por la paz y serenidad que transmiten sus ojos.

Lo que sigue no es puramente una entrevista, sino una conversación donde, como traductor de Card y seguidor de su obra, me di el gustazo de preguntarle las dudas y curiosidades que durante todos estos años me han ido asaltando mientras lo leía y recomponía. A veces nos vamos por los cerros de Úbeda, hablando de cosas que a lo mejor tienen poco que ver con su trabajo como autor de ciencia-ficción, pero sí con su actitud ante la vida. Y en un tipo como Card, parece que es imposible separar su militancia mormona de su labor como escritor. Me lo pasé pipa en la conversación, sobre todo con las expresiones de Kristine, la mujer de Card, que alucinaba con los vericuetos que iba tomando lo que hablábamos (parece que es superexperta en la obra de su marido), y con la traductora que la organización de la HispaCon de Mataró le había puesto, y que agradeció como nadie no tener que traducir al castellano los larguísimos párrafos con los que Card se despachaba.

Rafael Marín: Me gustaría empezar por la pregunta típica. ¿Por qué elegiste escribir ciencia-ficción?

Orson Scott Card: Tú, como escritor de ciencia-ficción, sabes que el público de la ciencia-ficción está preparado para escuchar ideas que nunca ha oído antes. El público “mainstream”, el público “literario”… finge que le interesa la ficción experimental, pero al menos en inglés los experimentos tienen que ser del mismo tipo que ha hecho gente como Virginia Woolf, Faulkner, James Joyce, Ernest Hemingway. Si el experimento parece distinto, si experimentas en un aspecto diferente de la ficción además del estilo, si experimentas con las historias que se cuentan y las ideas que se presentan, no tienen ni idea de lo que estás haciendo.

La ciencia-ficción es despreciada por la mayoría de los académicos porque no la entienden, no saben cómo leerla. Creo que fue Samuel R. Delany, pero puede que me equivoque, quien dio el ejemplo a un académico de una historia de ciencia-ficción que empezaba algo así como “Bob miró al cielo y vio que la segunda luna no había salido todavía”. Un lector de ciencia-ficción sabe inmediatamente que la acción no se desarrolla en la Tierra, o que de algún modo hay una nueva luna en el cielo, o que se trata de una aventura en el pasado cuando sí la había… El lector de ciencia-ficción pilla las ideas por anticipado, y espera más información, y tiene una actitud diferente hacia lo que lee. Sabes que el mundo va a desplegarse delante de ti, y esperas a conocer las reglas.

Un académico dice inmediatamente: “¿Qué quiere decir con dos lunas?” (risas) “¿Qué simboliza esto? ¿Está el personaje loco?”. Porque la realidad, para el académico, no se cuestiona. Busca la metáfora. Y trata de leer metafóricamente lo que en la ciencia-ficción se presenta literalmente. La cf sigue llena de metáforas, pero se presenta alegóricamente, con objetivos en la historia, no sólo en el estilo o la forma de escribir el autor. El académico no está intelectualmente preparado. Mientras que el lector de ciencia-ficción está preparado para leer tanto la ficción académica como la ciencia-ficción. Podemos alternar entre las dos fácilmente. Con diferencia, el lector de cf es más maduro. Pero trata de decírselo a un académico… (risas).

RM: Ya lo has dicho en algún sitio con anterioridad, pero eres distinto a otros autores de ciencia-ficción. Creo que eres muy buen escritor, con un estilo muy limpio, muy poético en ocasiones…

OSC: Hace falta un lector español para apreciar eso… En la ciencia-ficción americana me acusan de no tener estilo, porque no es un estilo académico. Los autores de ciencia-ficción que se parecen más a los autores académicos desprecian mi obra, porque no es académica. No se parece a lo que ellos piensan que es buena literatura. En los Estados Unidos no parecen conscientes del hecho de que hago, creo, cosas mucho más interesantes con el lenguaje que ellos. Sigo aprendiendo. Me esfuerzo mucho trabajando con el lenguaje en formas interesantes, pero lo que estoy haciendo, mi experimento es tratar de escribir “oralmente”. Escribir tal como se habla. Mis editores se vuelven locos, porque no puntúo según las reglas del inglés formal. Puntúo según la respiración, según el ritmo. Trato de hacer en la ficción lo que Hopkins hizo en poesía, el ritmo, la cadencia del habla natural, en vez del artificio literario. Y por eso es posible leer mi obra y no darte cuenta. Suelo escribir los últimos párrafos de una obra con un pentagrama, no por afectación, sino porque se acerca más al ritmo que busco, aunque los lectores no sean conscientes, porque da un ritmo al final de la historia.

RM: Yo suelo ver la música en lo que escribes, esa cadencia…

OSC: No sabes cuánto lo… Eres el primero que me lo dice. En serio.

RM: Para mí traducirte es fácil, porque no tengo que cambiar las frases. No hay que darle la vuelta a lo que quieres decir… Excepto en Alvin.

Card y su esposa, al unísono: ¡Alvin, claro!

RM: ¿Quién está “escribiendo” Alvin, por cierto? ¿El niñito negro, Arturo Estuardo?

OSC: Sí.

La esposa de Card: ¡Bien por ti! (risas)

OSC: La mayoría de la gente no lo sabe.

RM: No llegué a traducir los tres primeros libros, sólo el cuarto, y tuve que leerme los tres primeros en muy poco tiempo. Y no llegaba a saber quién “escribía” esa historia.

OSC: Si te confieso una cosa, yo tampoco lo sabía al principio. Sólo lo decidí en el libro tercero. No sabía qué personaje debía contarlo. Era un experimento que los académicos nunca advertirán. Solía coger los párrafos, según el punto de vista del personaje que tocara, y los escribía con la “voz” de ese personaje, aunque no sea el “escritor”. Cuando escribo, en mi mente tengo el acento de la gente de la frontera (cambia la voz y empieza a hablar con un acento casi ininteligible), y cuando atiendo el teléfono en mitad de lo que escribo, lo hago hablando de esa forma tan rara… (risas). Y tengo que luchar para volver a escribir al inglés normal. Pero las secciones que están vistas desde el punto de vista del predicador, las escribo con un estilo mucho más formal y elegante (vuelve a cambiar la voz, y ahora parece un predicador de verdad). Así pensaba mientras escribía. En cierto modo, cuando escribo estoy actuando. Actúo como si fuera el cuentacuentos.

RM: Al principio pensé que el narrador era Truecacuentos. Pero luego me di cuenta que no…

OSC: Nunca pretendí que fuera Truecacuentos, en parte porque muere antes de que la serie termine, antes de la muerte de Alvin.

RM: ¿Cuánto va a durar la serie, siete libros?

OSC: Originariamente iban a ser tres, pero tardé tres libros en contar lo que quería para el primero. Y al final del cuarto aún no he terminado con lo que originalmente quería que fuera el segundo.

RM: ¿Hay un momento en que Alvin sueña con El señor de los anillos?

OSC: Sí, lo puse como diversión. Aquí en España parece que todavía tiene mucho tirón, pero en Estados Unidos fue muy popular en los sesenta y setenta, pero ahora los estudiantes universitarios ya no lo leen. Creo que porque es demasiado duro para ellos. Empieza siendo aburrido, muy lento. Y los lectores americanos se han vuelto perezosos. Los profesores de instituto los obligan a leer a Hemingway y Moby Dick, a Hawthorne… autores terribles para los chavales. En cierto modo, esos libros están escritos en un idioma extranjero. Pero si les das El señor de los anillos y rebasas el principio, es genial.

RM: Es lo mismo que pasa en España con El Quijote. Hay que tener al menos treinta años para entenderlo y disfrutarlo.

OSC: Exactamente. Moby Dick es magnífico, pero yo traté de leerlo con diecisiete años. Es un libro difícil, lo leí de nuevo con treinta y tantos y me quedé maravillado. Ya estaba preparado. Descubrí que era un libro divertido, lleno de humor y sátira. Cada frase es un delicia. Pero no para un chaval de diecisiete años. No se deja a un niño de diez años conducir un coche. A los jóvenes lectores hay que darles primero algo que puedan amar, y una vez que lo amen, entonces pueden aprender cómo es la literatura.

RM: ¿Qué pasa cuando prefieres, como es mi caso, a Calvin en vez de a Alvin? Creo que mucha gente prefiere al malo que al bueno.

OSC: Calvin es más interesante porque causa problemas. Los problemas con los que trata Alvin son los problemas de un adulto, tratar de construir una comunidad y todo eso. Calvin tiene problemas de niño. Es un niño pequeño que no se controla, que no sabe quién es, que se siente tentado a hacer cosas malas. Alvin ya ha superado esas tentaciones. Al final del tercer libro ya ha aprendido que quiere ser un hombre virtuoso. Sigue fascinándome Alvin, para mí sigue siendo el centro de estos libros. Pero comprendo que Calvin sea más entretenido porque se mete en problemas.

RM: Me pasó más o menos lo mismo cuando leí La danza de la muerte de Stephen King. Me caía mejor el malo que la madre Abigail. Era fascinante como personaje.

OSC: El problema de La danza de la muerte es que Stephen King, conscientemente o no, tiene una visión calvinista del mundo. El final del libro me irritó, porque todas esas personas esforzándose y al final todo queda en nada. Para que aparezca el dedo de Dios y acabe con todo, podía haberlo hecho al principio. ¿Para qué prepara Dios a todos esos personajes? No creo en ese tipo de Dios (la mujer de Card se ríe). No me gusta. Aunque me parece que es el mejor libro de King, junto con La zona muerta y Misery, quizás, me resultó irritante el final.

Yo sí tenía miedo al malo de esos libros. Porque hay gente así de malvada en el mundo real. El mal no me fascina. Creo que la gente mala actúa siempre de la misma forma, y una vez que entiendes cómo funciona la tentación, me resulta sencillamente repugnante. He conocido a un par de corruptores de niños en mi vida, y sé qué hay en sus mentes, y siempre es lo mismo. Es como los alcohólicos, o los cocainómanos. Son todos iguales. Son máquinas para obtener los cuerpos de los niños. No quiero explorar esos tipos de personajes.

RM: Pero en tus libros sueles sopesar mucho las acciones y sus consecuencias, todos los lados de una situación. Por ejemplo, en Observadores del pasado o en la serie de Ender, la idea del virus como ser inteligente… Sopesas todos los aspectos distintos de una situación.

OSC: Trabajo en ello. Pero eso no es explorar el mal. Es explorar cuestiones difíciles. Llegará el momento en que Calvin tome la decisión de destruir todo lo que ha hecho Alvin, y en ese momento dejará de ser interesante para mí. Todo eso pasará en el último libro, y veremos a Calvin poner en marcha una cadena de acontecimientos que acabará por matar a su hermano.

RM: ¿Los nombres Alvin y Calvin son por Abel y Caín?

La esposa de Card: ¡Oh!

OSC: Nunca se me había ocurrido. Es la primera vez que me sugieren esa idea.

RM: Es que soy muy inteligente (risas).

OSC: Pero a partir de ahora voy a decir que sí, que eso es lo que pretendía desde el principio (carcajada general). Elegí el nombre de Calvin porque rima con Alvin, y no hay muchos nombres en inglés que rimen con Alvin. Pero también elegí Calvin porque quería poner a prueba la filosofía de Calvino, una perversión del cristianismo que es muy perniciosa.

La historia de Alvin está basada muy libremente en la vida de Joseph Smith, el fundador de la religión mormona. No fue su hermano, sino un tal John C. Bennet, quien se convirtió en su amigo más íntimo y cuando estaba construyendo la ciudad que en los libros de Alvin es la Ciudad de Cristal, constantemente trataba de minarlo todo, explotarlo todo para su propio beneficio. Al final, acusó a Smith de todo lo que él mismo había hecho. Y por eso mataron a Smith, por los crímenes de John C. Bennet.

RM: ¿Entonces Alvin morirá? ¿No va a triunfar?

OSC: No. Va a fracasar. Pero Arturo Estuardo liderará al resto de la gente a través del Mizzipy hacia el País Rojo, y curiosamente en las orillas del Salt Lake (risas) construirán…

RM: ¿Puedo contar esto?

OSC: Sí. Lo llevo contando desde hace años. Construirán una nueva Ciudad de Cristal en las orillas del Lago Salado. Todo el que comprenda la estructura de la historia sabrá que Arturo Estuardo es mi tatarabuelo.

RM: Para nosotros en España es muy difícil comprender todas las implicaciones de esa historia, aparte de saber quién es Napoleón, o La Fayette. Nuestra idea del Oeste son pistolas, indios, y todo eso. Y la pregunta es cuándo va a aparecer Davy Crockett y todos los héroes de la frontera…

OSC: Oh, todos aparecerán. Me estoy divirtiendo mucho jugando con la historia americana. Meto personajes cada vez que puedo, la rebelión de los esclavos… Introduzco cosas que son reales, incluso la forma en que éstos usan la magia, que es el vudú.

RM: ¿Has pensado en enlazar la historia de Alvin con una de las posibilidades de alterar la historia de Pastwatch?

OSC: No. Bueno, sí lo he pensado, pero no lo voy a hacer, porque el mundo físico de ambas historias es completamente diferente. Son universos distintos y no puedo mezclarlos. Con Pastwatch, el próximo libro trata de Noé. Tengo una novela corta y voy a ampliarla. Y luego, después del Diluvio, haré Adán y Eva. Creo que eso me creará ya suficientes problemas sin tratar de enlazar la alegoría de Joseph Smith con el universo de Pastwatch.

RM: ¿Cuál ha sido la reacción del público americano a Pastwatch?

OSC: Como no es parte de una serie que conozcan, se mueve más lentamente. Mis series venden mejor. Con los libros que no pertenecen a series, la gente se lo piensa más.

RM: Creo que en Starlog leí una pequeña reseña y decía que no era muy interesante. Y para mí es uno de los mejores libros que has escrito jamás.

OSC: Me alegra que te gustara. Como traductor, creo que lees las cosas con mucha más atención que un lector normal. Para mí es la mejor novela de ciencia-ficción que he escrito como tal. No sé si podré hacer un libro como ese otra vez, en parte porque fue durísimo. Empezó como un juego, por pura diversión, pero me enamoré de los personajes, de la situación, y de los temas históricos, y tuve que hacer un montón de investigación… para mí, al menos, quizá para un escritor de verdad, no. (risas)

RM: La idea de viajar en el tiempo y la posibilidad de cambiar el pasado como una obligación moral nunca se había tratado antes.

OSC: En realidad, trato de decir que tenemos la obligación moral de cambiar el futuro con lo que hacemos ahora. Y lo escribí en el contexto de la agonía de ser un norteamericano con lo que es probablemente el peor presidente de nuestra historia… y hay competencia de sobra para ocupar ese puesto. Pero un presidente que se queda cruzado de brazos cuando tenemos poder para detener las masacres en Ruanda, o en Bosnia… ¿Es que no hemos aprendido nada de la Segunda Guerra Mundial? ¿Somos tan estúpidos que vamos a dejar que suceda lo mismo una y otra vez? No hay otro país con poder para intervenir. ¿A qué esperaba? Esperaba permiso. A que fuera políticamente conveniente. Necesitamos un presidente que sea un líder y diga “Esto es intolerable”, y cuando América tiene el poder de detener esta locura, si a otra gente no le gusta, es una lástima. Pero este tipo de asesinatos, y matanzas, no pueden existir en el mismo mundo que una buena nación. No somos una buena nación. Nos quedamos de brazos cruzados y reelegimos a ese hombre. Me avergüenza mi país.

RM: ¿Has leído Paz interminable, de Joe Haldeman?

OSC: No la he leído. Dejé de leer ciencia-ficción hace cinco años.

RM: Lo traduje este verano y la idea era forzar a la gente a ser buena, por medio de implantes, y no podían actuar violentamente. Mientras lo traducía, pensaba en cómo habrías tratado tú ese tema, porque no era una acción moral obligar a la gente.

OSC: ¿Y Haldeman decía que eso era bueno?

RM: Al final tienen éxito. Aunque el diez por ciento de la gente implantada muera en el proceso…

La esposa de Card: Eso es inaceptable.

OSC: La suma total de las guerras no han matado al diez por ciento de la población terrestre.

RM: Es una de las cosas que se dicen en el libro, pero aun así… Cambiemos de tema. ¿Qué hay de Ender y compañía? ¿Has terminado de verdad con la historia?

OSC: La historia de Ender está terminada, y no volveré a ella. Tengo contratada una novela sobre Mazer Rackham, que empieza antes de El juego de Ender, y que termina después. Dos mil años antes de La voz de los muertos. También, si puedo encontrar a los autores adecuados, quisiera autorizar una serie de libros de otros autores sobre los compañeros de Ender en la Escuela de Batalla. Me encantaría una historia sobre Bonzo Madrid, porque creo que es un personaje fascinante. Mucha gente piensa que es un tipo malo, pero me parece que es alguien atrapado por su propia personalidad, una figura trágica. Me encantaría leer una historia desde su punto de vista. Pero yo no tengo tiempo para escribir esos libros. Tengo que escribir otros libros.

RM: Después de muchos rumores, parece que por fin has escrito un guión cinematográfico sobre Ender. ¿Qué nos puedes adelantar sobre la película?

OSC: Me han pedido que escriba el guión de la película cientos de veces en los últimos diez años. Pero siempre querían hacer que Ender tuviera dieciséis años, y se enamorara… No quise vender los derechos, no importaba cuánto me ofrecieran, a menos que fuera descrito como un niño de menos de doce años. Esto sorprendía a la gente de Hollywood, porque no están acostumbrados a que se rechacen sus ofertas. Todos dicen: “¡Pero si vamos a convertirlo en una película!”. Y yo les respondía: “Ah, pero es ya un libro”. Finalmente la he vendido a alguien que la hará tal como es el libro. Claro que hay que cambiar la forma en que se narra la historia para convertirla en película, pero el productor, Robert Cakartoff es un hombre que hará la película que yo quisiera ver.

RM: ¿Qué nos puedes adelantar sobre la continuación de Lovelock? Me pareció fantástico, me hiciste llorar por culpa de un mono.

OSC: ¡Sí, esa era la idea! (carcajada general)

RM: Estaba traduciendo y estaba lloriqueando todo el rato, sintiéndolo tanto por aquel pequeño mono… (risas). Y me decía…

La esposa de Card, al unísono conmigo: ¡Es sólo un mono!

RM: Era muy divertido, muy cínico, y al mismo tiempo muy trágico.

OSC: Pero lo más triste de todo es que la idea original del libro ni siquiera tenía a Lovelock dentro. Cuando empezamos el libro era la historia de ella, y de ese pueblecito en el espacio. En la investigación para los personajes, recurrimos a una idea que tenía desde hace tiempo, los animales como testigos, para observar y registrar de forma electrónicamente ampliada. La idea original era un cerdito, pero luego te das cuenta de que los cerdos son limitados. La gente con más prestigio tendría algo tan sofisticado como un mono por testigo. Mientras Kathryn Kidd y yo hablábamos, nos dimos cuenta de que Lovelock era mucho más interesante que los humanos, y robó el libro. Por eso, la trilogía en vez de tratar sobre los colonos humanos ahora trata de la búsqueda de Lovelock por crear una familia y fundar una tribu. Puedo decirte que al final del tercer libro tendrá éxito, y habrá monos libres en el nuevo mundo… pero habrá muchos problemas por el camino.

El segundo libro se llamará Rasputín, y la mitad está contado desde el punto de vista de Lovelock y la otra mitad desde el punto de vista del gato, Rasputín, testigo de un psiquiatra. Y Rasputín será muy parecido a Lovelock, aunque no comprende su fascinación por crear una descendencia. Sólo le interesa su propia vida. Es muy egoísta, como son los gatos (risas).

RM: Entonces estará condenado a perecer.

OSC: Pero no le importa. Porque su vida es la única vida que le interesa. ¿Qué le importa que la próxima generación sepa lo que él sabe? Pero a veces actúa contra Lovelock, y serán antagonistas durante un tiempo, pero al final del segundo volumen Rasputín hará algo clave para ayudar a Lovelock y acabará siendo un buen tipo.

RM: ¿Estás trabajando en eso ahora?

OSC: Estamos en el capítulo cuatro. Llevamos un año clavados en el capítulo cuatro. Ahora me toca a mí…

RM: ¿Cómo escribís en conjunto? ¿Por capítulos alternos?

OSC: Yo escribo un capítulo, entonces Kathryn Kidd lo reescribe y escribe la continuación, yo reescribo el suyo… Es muy lento. Muy lento. Pero sabemos básicamente adónde va la historia. Y no nos peleamos. El motivo de los retrasos esta vez es la película, el haber estado trabajando con el guión de Ender. Y eso me ha retrasado tanto que he tenido que anular algunos contratos de libros.

RM: Comentabas que el actor que haga de Ender probablemente no haya nacido todavía, porque quieres que sea un niño de menos de doce años. Si alguna vez se llevara al cine La voz de los muertos, por ejemplo, ¿tienes en mente a algún actor concreto para el Ender adulto?

OSC: (tajante) Yo nunca haría esa película.

RM: ¿Por qué no?

OSC: Es demasiado vil, demasiado sangrienta. Si hicieran la película, yo no querría verla. La mayor parte de lo que pasa es dentro de las cabezas de la gente. ¿Cómo comprendes por qué hacen lo que hacen? Hay mucha gente hablando y explicándose cosas mutuamente, y de pronto hay crueldad. La mayoría de mis libros serían películas malas. Y los que serían buenas películas, como Wyrms, serían muy tenebrosas. David Lynch está echándole un vistazo a la idea, pero…

RM: ¿Has notado diferencias entre escribir un guión y una novela?

OSC: Bueno, he escrito obras de teatro durante años. En cierto modo, fue divertido volver a escribir diálogos, pero en otro sentido una película no puede ser sólo diálogos. Tuve que ser muy económico con lo que la gente dice, y fue doloroso escribir una buena escena y luego cortar y cortar… Había veces en que los productores decían: tienes que incluir esta escena y yo decía no, no es necesaria.

He escrito varios comienzos y un borrador completo, y al final empecé de nuevo con otra perspectiva. Mucha gente odia ese principio, porque revela el “secreto”, pero eso pasa en el libro porque sólo aprendes lo que aprende Ender, está contado desde su punto de vista. Pero en la película la cámara no está dentro de su cabeza, sino fuera, y sería mentir al público durante toda la película. La gente diría que es un fraude.

RM: Personalmente, me parece mejor idea así. La gente no saldrá del cine pensando que era un videojuego.

OSC: Sabrán que es real desde el principio. Y el suspense estará en saber cuándo lo descubrirá Ender. Hay una línea de diálogo que creo que no está en el libro, que dice que cada vez que Ender descubre una mentira tienes que estar seguro de que hay otra mentira esperando detrás, para que nunca llegue a la verdad. Y de eso trata la película, de mentir a los niños. Si pudiera volver atrás y escribir de nuevo la historia como en la película, pienso que sería mejor.

Entrevista publicada originalmente en Artifex vol.18, abril 1998.

Ender

Sugiero que a los nuevos se les recomiende leer libro de Orson Scott Card, el juego de Ender ya que en este se pueden entender conceptos muy interesantes ademas de mostrar las cosas desde un punto de vista distinto.
Y ademas esta chido jaja.

Otras Obras

La sombra de Ender

En la sombra de Ender, el autor de la saga nos muestra otra perspectiva de la misma historia que en “El juego de Ender”. Esta vez el protagonista es Bean, un niño que vive en un mundo hostil y es reclutado para formar parte de la Armada Espacial, a muy corta edad. Para el que haya leído El juego de Ender se trata de una matización al primero, de manera que ya no nos parece un ser invencible y todopoderoso, pues descubrimos aquí a Bean, un niño superdotado y extremadamente hábil en las técnicas de combate, que a veces se hace totalmente necesario para las victorias de Ender. Las historias se entremezclan y tienen un mismo final, pero resulta curioso leerla.

La sombra del Hegemón
Es una novela de Orson Scott Card, es el segundo tomo de la saga de la sombra que a su vez es una secuela de la saga de Ender. Es aconsejable haber leído anteriormente la saga de Ender, pero indispensable leer El juego de Ender que seria el primero de las dos sagas.

Argumento
Al acabar la guerra contra los insectores los compañeros de Ender vuelven a la tierra desde la escuela de batallas.

En la tierra, a falta de un enemigo común, los países vuelven a empezar la lucha por el control de la tierra. Peter Wiggin, el Hegemón y hermano de Ender, es un líder político que, al igual que el resto de líderes intentan hacerse con los servicios de los niños de la escuela de batalla, Peter consigue hacerse con los favores de Bean, el lugarteniente de Ender en la escuela de batalla, para sus causas militares.

Marionetas de la sombra

Bean (Julian Delphiki) se ve en problemas al regresar su acérrimo enemigo Aquiles Flandes, al mismo tiempo valora la posibilidad de tener hijos con su pareja Petra Arkanian siempre y cuando se asegure de que ellos no heredarán su “defecto” genético (la clave de Anton)

El juego de Ender

El juego de Ender

El juego de Ender (título original Ender’s Game, 1985) es la novela más conocida de Orson Scott Card. Obtuvo los dos premios más prestigiosos de la ciencia ficción: el Premio Hugo a la mejor novela en 1986 y el Premio Nebula a la mejor novela en 1985. La novela se originó como un cuento de ciencia ficción en Analog Magazine (1977) y está ambientada en un futuro donde la humanidad se enfrenta al exterminio a manos de una agresiva sociedad extraterrestre conocida como los Insectores (buggers en el original). El Ender del título es Andrew Wiggin, quien es reclutado a la edad de seis años para ser adiestrado en la Escuela de Batalla, una estación espacial donde niños superdotados son preparados desde su infancia para dirigir la próxima guerra. El juego de Ender es el primero de un grupo de cuatro libros conocidos como la Saga de Ender. En 1999 Card comenzó una serie de novelas paralela a la acción descrita en la Saga de Ender, la Saga de las Sombras, que se compone de otros cuatro libros. La primera de estas novelas fue La Sombra de Ender.

Argumento
En el año 2070 la humanidad está en guerra con una raza extraterrestre conocida como los insectores. Tan sólo el talento de un estratega inigualable, Mazer Rackham pudo detener a los Insectores en la primera batalla entre ambas razas, pero ha pasado el tiempo, y con Rackham fuera de combate, la humanidad se enfrenta a un futuro exterminio por los extraterrestres. El protagonista de la novela, Andrew ‘Ender’ Wiggin es un niño prodigio reclutado por la Flota Internacional para su entrenamiento y futuro liderazgo en la guerra contra los Insectores. Ender es el tercero de tres hermanos y su personalidad viene marcada por la rivalidad y temor hacia su hermano Peter Wiggin y el amor y compasión de su hermana Valentine. En la Escuela de Batalla se transforma rápidamente en un líder nato deslumbrando a sus profesores y compañeros, pasando de ser el cadete de menor edad a comandante de la Escuadra Dragón, creada ex-profeso para ponerle las cosas difíciles, y que terminará rompiendo todas las estadísticas de la escuela. Como parte de su entrenamiento psicológico Ender practica un juego de fantasía. Este forma parte de su entrenamiento psicológico, el cual es controlado con brutalidad por el cínico Coronel Hyrum Graff, director de la Escuela.

El cuento breve original es tan sólo una descripción de las experiencias de Ender en la Escuela de Batalla, la novela es un trabajo complejo en el que se abordan temas clásicos de la ciencia ficción desde una perspectiva más psicológica.

Película La compañía Warner Bros tiene un proyecto para una película basada en la novela original y realizada por la compañía Fresco Pictures. Esta película se encuentra ahora en fase de pre-producción y será dirigida por Wolfgang Petersen. El guión de la película fue finalizado por Orson Scott Card en Mayo del 2003.

22 de Marzo de 2006

Actualizada la página oficial de Orson Scott Card, podemos leer que el proyecto sigue en pie. El propio autor del libro sigue escribiendo el guión con ayuda de los productores de Warner Bros. No se conoce quienes serán los actores pero la información se conocerá a medida que pase el tiempo.

Enlaces externos
Reseña literaria en Bibliopolis [url=http://www.bibliopolis.org/resenas/rese0039.htm]http://www.bibliopolis.org/resenas/rese0039.htm[/url]
Cuento original publicado en inglés en Analog 1977: [url=http://www.hatrack.com/osc/stories/enders-game.shtml]http://www.hatrack.com/osc/stories/enders-game.shtml[/url]
Información sobre la película [url=http://www.imdb.com/title/tt0400403/]http://www.imdb.com/title/tt0400403/[/url]
Información Oficial sobre la película [url=http://www.taleswapper.net/movies/endersgame/endersgame_update.html]http://www.taleswapper.net/movies/endersga…ame_update.html[/url]

La voz de los muertos

La voz de los muertos (título original Speaker for the Dead, 1986) es una novela de ciencia ficción escrita por Orson Scott Card y la primera secuela de la novela El juego de Ender. Esta novela fue publicada un año después que la anterior marcando un cambio significativo de registro con su protosecuela constituyendo una narración más filosófica y reflexiva sobre la naturaleza del ser humano y sus relaciones con otras formas de vida inteligentes. Al igual que El juego de Ender ganó los premio Hugo (1987) y Nebula (1986) a la mejor novela de ciencia ficción siendo Card el primer autor en la historia capaz de ganar ambos premios en años consecutivos.

Así como la primera novela había triunfado mayoritariamente entre el público juvenil y la crítica esta segunda novela presentaba un cambio de registro tan radical que decepcionó enormemente a los lectores de la primera, si bien contentó de nuevo a la crítica, especialmente su sector más exigente, al tratarse de una novela sutil en la que predomina la complejidad de los sentimientos de los personajes.

La Voz de los Muertos se publicó en una edición revisada en 1991 y fue seguida por Ender el Xenocida e Hijos de la Mente.

Argumento
La voz de los muertos transcurre 3000 años después de los eventos de El Juego de Ender. Debido a efectos relativistas Ender, (Andrew Wiggin) permanece joven (apenas 35 años) tras haber viajado a velocidades cercanas a la de la luz por toda la galaxia. Ender busca un lugar en el que depositar a la Reina Colmena, el último superviviente de los insectores, la raza a la que Ender extermina en la primera novela, motivo por el que tiene un profundo sentimiento de culpa. El viaje le lleva a una colonia humana en el planeta Lusitania, una colonia reciente en la que se ha encontrado de nuevo vida extraterrestre alienígena.

La novela examina las difíciles relaciones entre los humanos y los “pequeninos” (nombre portugués de los nuevos extraterrestres), la compleja biología de estos extraterrestres y los intentos de Andrew de llevar la paz a una familia de investigadores brillante y atribulada cuyas vidas se han cruzado con la historia de los pequeninos. Los científicos tienen mucho cuidado de no realizar acciones que puedan dañarlos o contaminar su cultura para que esta vez, el contacto sea pacífico. Pero ese mundo entraña un grave peligro, un complejísimo virus llamado “descolada”, capaz de desarmar las cadenas de ADN y reordenarlas nuevamente. Sólo unas pocas especies nativas de Lusitania pudieron resistirla y los colonos sobreviven gracias a drogas supresoras que ingieren con el agua y los alimentos. En la novela aparece también Jane, una inteligencia artificial nacida espontáneamente entre las redes de comunicaciones de ansible de los humanos. El principal aspecto destacado de la novela son las relaciones y sentimientos entre tan diversos tipos de personaje.

El título de la novela se refiere a la profesión que adquiere Andrew en la novela. Los Portavoces de los Muertos son viajeros representantes de un movimiento humanista, sacerdotes para aquellos que no creen en dioses pero sí en los valores y ética humanos. Los portavoces pronuncian discursos tras la muerte de un individuo intentando hablar por ellos y calmar el mal que los secretos de la vida del individuo pudiesen causar en la comunidad. Este movimiento surge como consecuencia del exterminio de los Insectores por Ender en la primera novela que se transforma del odio inicial contra esta raza, a una posterior pena y culpabilidad de la humanidad al haberla exterminado. En la novela, los Portavoces de los muertos son considerados como el equivalente de un clérigo o sacerdote de una religión tradicional.

Ender el Xenocida
Libro de ciencia ficción de Orson Scott Card perteneciente a la Saga de Ender, continuación de La voz de los muertos.

En este “episodio” de la saga, se deberán resolver nuevos y viejos problemas. El Congreso Estelar ha enviado una flota dotada del Ingenio de Desintegración Molecular para acabar con la amenaza de la descolada, que podría destruir rápidamente toda la vida de cualquier planeta a donde sea llevada. Además la descolada misma plantea un peligro para la población de Lusitania. Y la existencia misma de Jane se ve en peligro. Se introducirán personajes nuevos que influirán a favor y en contra de los protagonistas.

En las obras anteriores, la mención del ansible que planteaba una clara contradicción con el principio básico de la relatividad especial (la imposibilidad de transmitir información más rápida que la luz) pero describía correctamente los efectos de dilatación que la ciencia prevé sobre los viajes a velocidades cercanas a la de la luz. Pero esta vez, el autor se sumergirá repentinamente en una metafísica de caracter muy discutible para encontrar solución a los problemas planteados, lo cual le da a esta obra un carácter bastante menos científico que las otras alejándose un poco más de lo que muchos entusiastas de la ciencia ficción aprecian en este género: el rigor científico. Algunos incluso consideran que el final de este libro compromete la totalidad de la trilogía.

Al igual que en obras anteriores, si bien la historia tiene un final aceptable, deja claramente abierta la posibilidad de una continuación, la cual se ve plasmada en la siguiente obra Hijos de la Mente.

Hijos de la Mente
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Hijos de la Mente (título original Children of the Mind, 1996) es una novela de ciencia ficción escrita por Orson Scott Card y es el desenlace de la saga iniciada con el libro El juego de Ender. A diferencia de El Juego de Ender o La voz de los Muertos y al igual que Ender el Xenocida, Hijos de la Mente no ha ganado el premio Hugo ni Nebula a la mejor novela de Ciencia Ficción.

Argumento
Lusitania, el mundo en el cual está viviendo actualmente Ender, está siendo amenazado por una flota del Congreso Estelar armada con la misma tecnología que le permitió, tiempo atrás, acabar con los Insectores (Excepto con la crisálida ya fecundada que contenía a la última reina colmena, que encontró en el escenario que los Insectores habían preparado para él).

Actualmente en Lusitania conviven tres razas inteligentes: Los humanos provenientes del espacio, los Pequeninos (o cerdis), una raza que habitaba el planeta antes de la llegada de los humanos y los Insectores, establecidos en el mundo gracias a Ender.

En este libro Ender y sus compañeros deberán ocuparse de varias cosas: evitar que la descolada acabe con ellos, parar la Flota Lusitania o idear un modo de viajar a una velocidad mayor que la luz para escapar de ella y evitar que un grupo de fanáticos pequeninos tome el control de las naves y esparza la descolada por el universo, aniquilando así a la raza humana

Orson Scott Card

Orson Scott Card
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Orson Scott Card (24 de agosto, 1951) es un escritor estadounidense de ciencia ficción y otros géneros literarios. Su obra más conocida es El juego de Ender.

Orson Scott Card da con frecuencia charlas a los escritores que empiezanNacido en Richland, Washington, Card creció en California, Arizona y Utah. Vivió en Brasil dos años como misionero para la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días (Iglesia mormona). Es licenciado por la Brigham Young University en 1975 y la Univesidad de Utah en 1981. Actualmente vive en Greensboro, Carolina del Norte. Él y su mujer, Kristine, son padres de cinco niños: Geoffrey, Emily, Charles, Zina Margaret y Erin Louisa, llamados así por Chaucer, Brontë y Dickinson, Dickens, Mitchell, y Alcott, respectivamente.

Escritor prolijo, Orson Scott Card, es autor de numerosas novelas individuales (Niños perdidos, El cofre del tesoro) y diversas sagas como La Saga del Retorno o las historias de Alvin el Hacedor.

Ha ganado numerosos premios Hugo y Nebula, como el Nébula de 1985 y el Hugo de 1986 a la mejor novela por El juego de Ender y el Nébula de 1986 y Hugo de 1987 por La voz de los muertos.

Además, y como curiosidad Orson Scott Card es el autor de las frases de la famosa batalla de insultos de El secreto de Monkey Island.

Así mismo, Orson Scott Card se ha adentrado en el mundo del cómic, guionizando entre el 2005 y el 2006 la miniserie Ultimate Iron Man

Cuentos Cortos

Orson Scot Card sigue escribiendo de estos temas; por lo que entendi se publican como cuentos cortos en una revista de 22.5 USD al mes.

Cuentos publicados :

Mazer en Prision – Que sucede despues de la primera Guerra insectora, y datos de la formaciòn de la Escuela de batalla
Tramposo (cheater) – La infancia de Hun Tzu (octubre 2006)
El polaco – Vida previa del padre de Ender
Unnamed – Sobre como el programa del juego de fantasia de la escuela de batalla se convierte en Jane