Mitología Moderna

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Stanislav Petrov: El hombre que salvo al mundo de la 3 guerra mundial

El 25 de septiembre de 1983 pudo ser el día del fin de la vida en la Tierra. La Guerra Fría estaba en su Máximo apogeo y la tensión entre EEUU y la URSS era si cabe aun más grande, tras el derribo de un avión civil surcoreano por parte de cazas soviéticos, con algunos americanos a bordo, y con un balance de 269 muertos. En ese contexto, Stanislav Petrov, teniente coronel de la Fuerza de misiles estratégico del Ejercito ruso, se encontraba al mando del bunker Serpukhov-15 en Moscu, desde donde se monitorizaban los cielos soviéticos.

El protocolo indicaba que sí se registraba una amenaza en forma de misil nuclear hacia posiciones de la URSS, el oficial al mando debía inmediatamente ordenar un primer contraataque contra suelo americano e informar a las autoridades. Esa noche se hizo realidad. El ordenador captó lo que identificó como un misil militar lanzado desde EEUU con dirección a Moscú. Petrov estaba sustituyendo a un compañero esa noche, pero tuvo que hacer frente al incidente.

A pesar de la alarma que se apoderó del bunker, su primera reacción fue de escepticismo. Si Estados Unidos decidía lanzar un ataque, era poco probable que lo hiciera con un solo misil y dando la oportunidad al enemigo de responder. Podía ser un error informático, -el radar ya había fallado antes- así que ordenó suspender la alarma que hubiera lanzado el contraataque y esperar. Pero minutos después, el ordenador informó de un segundo misil, luego de un tercero, un cuarto y un quinto.

Petrov seguía teniendo dudas, pero la presión para que respondiera alcanzó límites extremos. Podía elegir entre seguir su instinto que le indicaba que se trataba de un error, asumiendo que si se equivocaba podían morir miles de rusos en su propio país, o lanzar la respuesta nuclear hacia suelo americano que ordenaba el protocolo estratégico. Optó por lo primero, y cuando pasaron los minutos y fue evidente que había tenido razón, se dieron cuenta de que posiblemente habían evitado la tercera guerra mundial y un posible holocausto nuclear.

La investigación reveló que el error se debió a un rarísimo alineamiento de rayos solares y nubes que los ordenadores interpretaron como un misil. Petrov sin saberlo había salvado al mundo, pero para sus superiores militares había desobedecido el protocolo de seguridad poniendo en riesgo a sus compatriotas. Además había dejado en mal lugar al sistema. Así que le jubilaron anticipadamente dejándolo con una pensión de 200 dólares al mes y mantuvieron el incidente en secreto hasta 1998.

Años después cuando por fin se conoció la historia, Stanislav Petrov recibió reconocimientos y homenajes incluso de la ONU. Aunque algunos documentos rusos aseguran que nunca un solo hombre podía haber lanzado los misiles, la mayoría de expertos en la Guerra Fría considera que el incidente de septiembre de 1983, por el contexto del momento, el paroxismo existente y los detalles de la situación, fue el instante en el que el mundo estuvo más cerca que nunca de la guerra nuclear. Sin embargo un hombre, Petrov, evito el holocausto nuclear que probablemente hubiera acabado con la vida en este planeta. Muchos lo consideran el héroe más grande de la historia, o por lo menos el mayor héroe de la historia moderna.

El incidente se conoce con el nombre de Equinoccio de Otoño, y tuvo lugar el 26 de septiembre de 1983 en Rusia. Al ser preguntado por que no había dado la alerta, Petrov contesto \”La gente no empieza una guerra nuclear con solo cinco misiles\”.

Stanislav Petrov evitó el solito la 3ª guerra mundial (si la guerra atómica) Toda su historia la puedes leer en la wikipedia yo quiero pararme a pensar en tremenda responsabilidad y la inteligencia que demostró no pasandoles la pelota a los políticos de turno.
A unos 50 kilómetros al sudoeste de Moscú se encontraba el búnker de Serpujov-15, donde se centralizaba la información proveniente de los sistemas de alerta de la URSS (???? ????????? ???????????????? ????????? (????)) ante posibles ataque a su territorio con misiles intercontinentales. El deber del oficial a cargo era el de validar cualquier alerta surgida del sistema e iniciar el procedimiento de represalia (disparar los propios misiles contra el enemigo). Una vez iniciada la respuesta, el Kremlin tenía entre diez y doce minutos para cancelarlo. Siguiendo la política de dispara primero y pregunta después.

Stanislav Petrov Actualidad
En la noche del 25 al 26 de setiembre de 1983, el oficial al mando era un teniente coronel de 44 años, llamado Stanislav Petrov. A las 0:15 del 26, las computadoras interpretaron un destello detectado sobre Montana, EE. UU., por uno de los nueve satélites Oko (“ojo”) como señal de que un misil había sido disparado hacia la URSS. Stanislav creyó que se trataba de un error: un ataque con un solo proyectil no tenía sentido. ¿Qué presidente norteamericano lanzaría un solo misil contra la URSS, sabiendo que la respuesta serían miles y miles? Petrov sabía que la fiabilidad del sistema, y que la posibilidad de un fallo no era despreciable: la computadora M-10 no era de lo mejorcito. Además los satélites Oko habían sido puestos en órbita más para simular ante los norteamericanos la existencia de una sofisticada red de alerta que para organizar una defensa eficaz.
Poco tiempo después, los sistemas advirtieron que un segundo misil había sido disparado. A esta alarma le siguieron rápidamente tres más: ahora, tal vez había cinco misiles viajando con su carga de destrucción hacia territorio soviético. Los radares no podían detectar blancos más allá de la línea del horizonte; para cuando estuvieran en condiciones de confirmar o negar el ataque, podría ser muy tarde como para responderlo. Petrov no tenía otra información disponible más que las cinco alertas; intuía que eran otros tantos fallos del sistema, pero ¿si no lo eran? Estaba consintiendo ni más ni menos que la devastación de su propia nación. Por otra parte, si iniciaba el procedimiento de represalia, existía una probabilidad muy elevada de que el mismo terminara desatando un contraataque total inmediato. En cualquiera de los dos casos, ello equivaldría a la muerte de millones de personas.
En Serpujov-15 la tensión crecia, y Stanislav Petrov debía estar bajo una presión y un nerviosismo brutales. Sin más información que la que le brindaban las computadoras del búnker, Petrov, con el corazón en la garganta, decidió confiar en su intuición y avisó a su superior, el general Yuri Votintsev (encargado de despertar al Ministro de Defensa, Dimitri Ustinov) que el sistema había emitido una falsa alarma. Los cinco minutos que pasaron hasta que fue evidente que Stanislav Petrov estaba en lo cierto debieron ser infartantes.
El resultado es que ante situaciones de intensa crisis las normas escritas resultan insuficientes y rara vez preveen la situación real. En cierta ocasion Stanislav explicó que su mujer le preguntó que había hecho y este le contestó “no he hecho nada” lo cual es la pura verdad y al mismo tiempo lo que había que hacer.

El incidente

El 26 de septiembre de 1983 (todavía 25 en Estados Unidos) se produjo el llamado Incidente del Equinoccio de Otoño, que colocaría al mundo a escasos segundos del Apocalipsis atómico. A las 00.14 (hora de Moscú) un satélite soviético dio la alarma: un Misil balístico intercontinental estadounidense se habría lanzado desde la base de Malmstrom (Montana, EEUU) y en 20 minutos alcanzaría la URSS.

Stanislav Petrov estaba a cargo del búnker Serpujov-15, el centro de mando de la inteligencia militar soviética desde donde se coordinaba la defensa aeroespacial rusa. Su misión era verificar y alertar de cualquier ataque a sus superiores, con lo que se iniciaría el proceso para contraatacar con armamento nuclear a los Estados Unidos.

Sólo tres semanas antes, la Unión Soviética había derribado un avión de pasajeros coreano que había invadido el espacio aéreo soviético, matando a las 269 personas a bordo, incluidos varios estadounidenses (Vuelo 007 de Korean Air). La OTAN pronto comenzó el ejercicio militar \” Able Archer 83\”, interpretado por el KGB como una preparación de un primer ataque.

De acuerdo con CNN, el KGB había enviado un mensaje a sus espías en Occidente, advirtiéndoles que se prepararan para una posible guerra nuclear.

En principio Stanislav Petrov pensó que debía de tratarse de un error, porque no tendría sentido que los estadounidenses atacaran con un único misil. Más tarde los ordenadores indicaron que cuatro misiles más se dirigían hacia Rusia.

Stanislav Petrov conocía bien las peculiariades del sistema satélite OKO de alerta temprana rusa y creía que éste podía equivocarse, así que consideró de nuevo que eran muy pocos misiles, sólo cinco, cuando EE.UU. tenía miles de misiles nucleares. Decidió esperar y finalmente se descubrió que era una falsa alarma causada por una rara conjunción astronómica entre la Tierra, el Sol y la posición específica del satélite OKO . Cuando le preguntaron por qué no había dado la alerta, contestó simplemente:
\”La gente no empieza una guerra nuclear con sólo cinco misiles\”
Stanislav Petrov

Su superior le dijo que sería homenajeado por evitar la catástrofe. Se ha propuesto crear un día en su honor

Este incidente avergonzó a altos cargos soviéticos y en materia de disciplina militar, consideraron que el teniente coronel Petrov se equivocó en su decisión (ya que su deber era comunicar el dato a sus superiores, y dejar que ellos decidieran si era erróneo o no). Sin embargo, dadas las circunstancias no lo castigaron, pero lo reasignaron a un puesto inferior y decidieron ocultar el incidente.

Hoy en día, Petrov se encuentra retirado del ejército y pasa sus días como pensionista en Fryazino, Rusia.[1] Aunque no se considera un héroe por lo que hizo ese día, la “Association of World Citizens” (Asociación de Ciudadanos del Mundo) le otorgó su premio “World Citizen Award” el 21 de mayo de 2004, que consta de un trofeo y 1.000 dólares estadounidenses, por evitar lo que podría haber sido un desastre mundial.

En enero de 2006, Petrov realizó un viaje a EEUU, donde fue homenajeado por las Naciones Unidas, y donde posteriormente le fue entregado un segundo premio de la Asociación de Ciudadanos del Mundo. En el documental “The Red Button & The Man Who Saved The World” (“El botón rojo y el hombre que salvó el mundo”, 2008) Petrov afirma: “Todo lo que pasó no me concernía – era mi trabajo. Estaba simplemente haciendo mi trabajo y fui la persona correcta en el momento apropiado, eso es todo. Mi última esposa estuvo diez años sin saber nada del asunto. ‘¿Pero qué hiciste?’, me preguntó. ‘No hice nada'”

El teniente coronel Stanislav Petrov es un heroe mundial que probablemente salvó millones de vidas… pero casi nadie le conoce. No hizo una lista como Oscar Schindler, pero su determinación en una noche muy tensa, evitó una guerra nuclear entre la URSS (ahora Rusia) y EEUU. En 2008 se estrenará una película su historia que quizá logre sacarle del anonimato y la pobreza en la que vive y colocarle en el lugar que se merece.

El propio Petrov ha contado en varias ocasiones como transcurrió el incidente del 25 de septiembre de 1983, y que pudo acabar con la vida en la Tierra. La Guerra Fria estaba en su máximo apogeo y la tensión entre EEUU y la URSS era si cabe aun más grande, tras el derribo de un avión civil surcoreano por parte de cazas soviéticos, con algunos americanos a bordo, y con un balance de 269 muertos. En ese contexto, Stanislav Petrov, teniente coronel de la Fuerza de misiles estratégico del Ejerctio ruso, se encontraba al mando del bunker Serpukhov-15 en Moscu, desde donde se monitorizaban los cielos soviéticos.

El protocolo indicaba que sí se registraba una amenaza en forma de misil nuclear hacia posiciones de la URSS, el oficial al mando debía inmediatamente ordenar un primer contraataque contra suelo americano e informar a las autoridades. Y de pronto esa noche, la pesadilla se hizo realidad. El ordenador captó lo que identificó como un misil militar lanzado desde EEUU con dirección a Moscú. Petrov estaba sustituyendo a un compañero esa noche, pero tuvo que hacer frente al incidente.

A pesar de la alarma que se apoderó del bunker, su primera reacción fue de escepticismo. Si Estados Unidos decidía lanzar un ataque, era poco probable que lo hiciera con un solo misil y dando la oportunidad al enemigo de responder. Podía ser un error informático, -el radar ya había fallado antes- asi que ordenó suspender la alarma que hubiera lanzado el contraataque y esperar. Pero minutos después, el ordenador informó de un segundo misil, luego de un tercero, un cuarto y un quinto.

Petrov seguía teniendo dudas, pero la presión para que respondiera alcanzó límites extremos. Podía elegir entre seguir su instinto que le indicaba que se trataba de un error, asumiendo que si se equivocaba podían morir miles de rusos en su propio país, o lanzar la respuesta nuclear hacia suelo americano que ordenaba el protocolo estratégico. Optó por lo primero, y cuando pasaron los minutos y fue evidente que había tenido razón, se dieron cuenta de que posiblemente habían evitado la tercera guerra mundial y un posible holocausto nuclear.

Luego la investigación reveló que el error se debió a un rarísimo alineamiento de rayos solares y nubes que los ordenadores interpretaron como un misil. Petrov era un heroe que había salvado al mundo, pero para sus superiores militares había desobedecido el protocolo de seguridad poniendo en riesgo a sus compatriotas. Además había dejado en mal lugar al sistema. Asi que le jubilaron anticipadamente dejándolo con una pensión de 200 dólares al mes. Y lo que es peor, mantuvieron el incidente en secreto hasta 1998.

Años después cuando por fin se conoció la historia, Stanislav Petrov recibió reconocimientos y homenajes incluso de la ONU. Aunque algunos documentos rusos aseguran que nunca un solo hombre podía haber lanzado los misiles, la mayoría de expertos en la Guerra Fría considera que el incidente de septiembre de 1983, por el contexto del momento, el paroxismo existente y los detalles de la situación, fue el instante en el que el mundo estuvo más cerca que nunca de la guerra nuclear. Sin embargo un hombre, Petrov, evito el holocausto nuclear que probablemente hubiera acabado con la vida en este planeta. Muchos lo consideran el heroe mas grande de la historia, o por lo menos el mayor heroe de la historia moderna.

El incidente se conoce con el nombre de Equinoccio de Otoño, y tuvo lugar el 26 de septiembre de 1983 en Rusia, que aun era 25 de septiembre en Estados Unidos. Al ser preguntado por que no habia dado la alerta, Petrov contesto \”La gente no empieza una guerra nuclear con solo cinco misiles\”… gran verdad.

Petrov en cambio no se considera un heroe y sigue viviendo de forma más que modesta en Rusia. Ya se han hecho algunos documentales sobre él y ha sido entrevistado en varios medios, pero la película-documental que se prepara para 2008 podría ser la que lo convierta en un heroe no tan anónimo. Se llamará \”El hombre que salvó al mundo\” y contará, además de con el testimonio del propio teniente coronel, con la participación de Walter Cronkite, Robert De Niro, Matt Damon o Kevin Costner.

Spiderman vs Kraven

”De todos entre los que podías haber sido, tu eres el Hombre-Araña. Aquel que soporta un gran poder con la responsabilidad que conlleva. No es justo. Tú no lo decidiste… pero la verdad es que representas a la fibra moral que recorre todo el mundo. Ese es tu propósito, eres el que da fuerza al hilo mediante el que la telaraña de la vida está tejido. Pero como destructor, podrías ser igualmente efectivo. Y las vidas que podrías arruinar con un solo acto… Cuantas vidas han sido destruidas por estas enfermedad. El dolor es inevitable, Peter, el sufrimiento, opcional. Debes elegir un sendero más alto. Te han hecho cosas terribles, pero si sigues sus reglas y matas a este hombre… nunca te perdonarás a ti mismo. Nunca sanarás. Te convertirás en algo feo y terrible y la telaraña se romperá para siempre. Salva a la vida de Kraven y salvarás la tuya propia… y la de los miles que salvarás después de esto. Y los millones que ellos salvarán. Eres el mejor de nosotros. El eje debe perdurar”
De la actual saga con Kraven.
Este parrafo se lleva toda la saga.

5 superheroes inexistentes que ayudaron en el mundo real

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Posted: November 22nd, 2009 | Author: Carlos | Filed under: Blog | No Comments »

La historia de los cómics en Estados Unidos ha sido la de los superhéroes. Desde que Jerry Siegel y Joe Shuster inventaron a Superman en 1938, los cómics han proliferado con miles de personajes. Algunos de esto héroes son extremadamente ridiculos, pero algunos de los superhéroes más famosos que conocemos hoy ayudaron de hecho en el mundo real. No todas las historias son de hechos fantásticos, ni todos los personajes son superhéroes, pero esto es una muestra de la influencia de los cómics en la cultura estadounidense de la postguerra.

Superman combate el Ku Kux Klan

En los años 40’s uno de los shows más populares en la radio era Las Aventuras de Superman. Aunque el hombre de acero seguía apareciendo en los cómics para niños, el show de radio era extremadamente popular. Es ahí cuando Superman enfrenta por primera vez a la Kriptonita y conoce a Jimmy Olsen.

Gracias a la popularidad de este show, Stetson Kennedy, un activista que estaba en contra del Ku Kux Klan, decidió ir a donde los productores del show y utilizar al hombre de acero como herramienta contra el mal.

En esa epoca, el KKK se estaba volviendo muy popular. Sus miembros era empleados publicos, policias y politicos que no harían nada por destruir su organización. Kennedy se infiltró en secreto en la organización y tomó nota de todos los detalles que pudo para luego ir a los estudios que producían Superman en la radio y entregar esta valiosa información.

En una serie de 16 episodios llamada “El clan de la cruz ardiente”, el hombre de acero expone los secretos del Klan. Cosas como claves secretas y sitios de reunión son reveladas al público. Después de dos semanas el velo de misticismo que cubría al KKK desapareció. Los reclutamientos cayeron drásticamente y para 1948 la gente sólo asistía a sus manifestaciones para burlarse de ellos.

Popeye ayuda a la nutrición de un país

Popeye tiene un secreto muy bien conocido por todos. Cada vez que quiere pelear saca una lata de espinacas, la exprime con fuerza, traga su contenido entero, y acompañado de la música y un despliegue de fuerza a veces desagradable, golpea al que se le atraviese.

Pero la verdad es que es el ejercito de Estados Unidos el responsable de la adicción del marino a los vegetales.

Eran los 30’s. La gran depresión hizo que la carne escaseara y el gobierno quería que los niños comieran mas espinaca, debido a su alto contenido de hierro. La fuerza de Popeye nunca había sido explicada en los cómics hasta el momento y cuando el ejercito contrató a los escritores del personaje para hacer que éste comiera sus vegetales, atribuyeron sus poderes al consumo de espinacas.

Como dato curioso, el contenido de hierro en la espinaca no es tan alto como se creía. Un estudio de un cientifico alemán, E Von Wolf, fue la base para que el gobierno viera al vegetal como un sustituto excelente para la carne. La verdad es que el cientifico falló en poner la coma en un decimal, lo que hizo que el gobierno creyera que la espinaca tiene 10 veces más hierro de lo que en realidad tiene. Sin embargo, todo esto sirvió y los niños de la epoca comieron sus vegetales felices de poder ser tan fuertes como Popeye.

El Pato Donald y su lado cientifico

En 1966 un cientifico danés llamado Karl Kroyer desarrolló un metodo para extraer barcos hundidos mediante pequeñas bolas de polietireno inyectadas en su interior. Cuando fue a patentar su invento la respuesta fue que un personaje se le había adelantado por más de 20 años. El personaje: El Pato Donald.

Carl Barks era un escritor y dibujante de las historias del pato inventado por Walt Disney. Es uno de los más famosos escritores de las aventuras de Donald, no solo por el caracter que le imprimió al personaje y por que sus aventuras se convirtieron en íconos del mundo de los cómics, sino también por que era un entusiasta de la ciencia y expresaba esto en sus guiones.

En una de las aventuras escritas por Barks, el pato Donald con ayuda de sus sobrinos toman miles de pelotas de ping pong y las inyectan mediante un tubo en el interior de un barco hundido. Este milagrosamente sale a flote. Y esta fue la aventura que le quitó a Kroyer la patente. De hecho esta historia puede verse también en el famoso show de TV “Los Cazadores de Mitos” y sí, resulta ser verdad.

Un invento en Spiderman que mantiene los malos fuera de la carcel

Kingpin es un de los villanos más gordos de los cómics. Su poder criminal es tan grande que en una edición de 1977 de Spiderman, rastrea a Peter Parker con un dispositivo atado a su muñeca. Aunque al final Kingpin pierde, el invento fue tomado por un juez de Nuevo Mexico aficionado a los cómics.

En 1983, el juez Jack Love con la ayuda de un vendedor de computadores llamado Michael Goss, produjo un dispositivo que rastrea a las personas. Con un grupo de 5 reclusos, Love probó con exito los dispositivos como una alternativa al encarcelamiento. Hoy en día el dispositivo que se coloca en el tobillo es ampliamente usado en Estados Unidos. En el caso más famoso Martha Stewart donó uno cuando tuvo encierro domicialiario en 2004.

El capitan Marvel Junior influencia al rey

En los 40’s hubo un personaje en los cómics de Shazam llamado Capitan Marvel Jr. Su estilo único en el peinado y su capa de medio lado fueron la inspiración para un cantante llamada Elvis Presley.

Elvis era conocido por su afición a los cómics y cuando se volvió famoso adoptó el look de uno de sus personajes favoritos, haciendo de su peinado uno de los más famosos del siglo XX. La capa corta con adornos dorados tambien fue adoptada por el rey, quien nunca negó su amor a este personaje y cuyas historietas pueden verse aún hoy en .

GUERRA DE LOS MUNDOS

GUERRA DE LOS MUNDOS
[url=http://www.samizdat.com.ar/samizdat20/S20-01%20-%20Guerra%20de%20los%20mundos.htm]http://www.samizdat.com.ar/samizdat20/S20-…os%20mundos.htm[/url]
A propósito del reciente estreno de Guerra de los mundos, la última película de Steven Spielberg, les ofrecemos un repaso por la obra de H.G. Wells y su traducción a otros medios de expresión artística.

Es difícil encontrar un autor de ciencia-ficción más influyente que H.G. Wells (1866-1946). Sus textos aparecieron a finales del siglo de las invenciones, el XIX, y cautivaron a un gran número de lectores de periódicos de circulación masiva. Durante la época de las revistas pulp (décadas del 20 y del 30 del siglo pasado), fueron reeditados en revistas como Amazing Stories, marcando el camino de lo que los autores de ciencia-ficción harían en buena parte del siglo XX. La máquina del tiempo, la invisibilidad, la antigravedad, son algunos de los temas que popularizó Wells.

Y por supuesto, la invasión alienígena. La guerra de los mundos apareció en 1898 y tuvo un enorme impacto en el artista brasilero Henrique Alvim Corrêa (1876-1910). Radicado en Bélgica, Corrêa produjo decenas de originales aprobados por Wells para ilustrar una edición especial de 1906. Fue, tal vez, el mejor intérprete de la obra, superando al inglés Warwick Globe y al estadounidense Frank R. Paul. Wells afirmaba que Corrêa era su favorito. ¿Comienza allí el trásito por diferentes medios de La guerra de los mundos?

Cuando Orson Welles realiza su versión radiofónica en 1938, las historias de guerra no eran muy populares en Europa -debido a los traumas originados por la Primera Guerra Mundial-, pero sí eran consumidas en los Estados Unidos. También en 1898, aparecerían Fighters from Mars: The War of the Worlds in and near Boston y Edison’s Conquest of Mars, de Garrett Serviss, donde Edison creaba la tecnología que llevaba la guerra a Marte. La versión de Welles es sólo otra actualización del original y el máximo ejemplo de las parodias que eran entonces comunes en la prensa estadounidense -como «The Great Balloon Hoax» de Poe (1846), por ejemplo-. En 1996 aparecería la antología de cuentos War of the Worlds: Global Dispatches, que globalizaba el conflicto a través de la mirada de grandes figuras como Albert Einstein y Jack London, pero narrado por autores contemporáneos. El hecho de que lo global de esa colección editada por Kevin J. Anderson se resuma sólo a autores norteamericanos, me llevó a escribir «A Vitória dos Minúsculos» (1997), cuento en el que el escritor brasilero Machado de Assis narra la invasión marciana en Río de Janeiro.

No sorprende, entonces, que Steven Spielberg recurra al clásico de Wells para cerrar su trilogía sobre alienígenas iniciada con Encuentros cercanos del tercer tipo (1977) y ET, el extraterrestre (1982). La elección pone en evidencia los cambios en la mentalidad del cineasta y del público, que pasa del deseo del contacto o la simpatía por el extraño amenazado por la frialdad tecnocrática, a la agresión sin posibilidad de diálogo. Los invasores no vienen ya de Marte, la ciencia ha demostrado que es un mundo estéril.

Alusiones al 11 de septiembre aparecen en esa nieve color ceniza que queda después de la desintegración de los seres humanos, y en las máquinas de guerra, subterráneas como las «células terroristas latentes» que se supone que todavía existen en los Estados Unidos.

El héroe con aspiraciones intelectuales de la novela es sustituido por un norteamericano común, interpretado por Tom Cruise. El científico de la película de 1953 (la dirigida por George Pal), se transforma en apenas un interesado por la mecánica de los automóviles, símbolo de un medio de movilidad destruido por la invasión. El film sigue acertadamente los pasos de la trama original, en especial en el diálogo en el sótano con el personaje del Artillero (así llamado en el libro original). Interpretado por Tim Robbins, en la película es un hombre que inútilmente sueña con contraatacar a los alienígenas: ¿caricatura del belicismo exagerado del gobierno de Bush? En el libro, el personaje es un fiel retrato del militar imperial británico, del que el héroe huye para abrazar el destino común de la humanidad, cualquiere que éste fuese.

El libro de Wells exige dos interpretaciones: la crítica descarnada al colonialismo que «chupaba la sangre» de los pueblos colonizados, y el ataque cruel a las ilusiones de seguridad de la especie humana. La película se concentra en la segunda interpretación, cabalmente representada por la sollozante hija del protagonista (Dakota Fanning). Hacia el final, el héroe abandona la locura armada y se une al destino común de la humanidad, que en la visión de Spielberg es el reencuentro de la familia. Si nuestro deseo de seguridad es infantil, el deber de proveerla es una de las características de la civilización.

Traducido por Horacio Moreno

Wyrms (un viaje iniciático), de Orson Scott Card

Wyrms (un viaje iniciático), de Orson Scott Card
[url=http://reginairae.blogcindario.com/2006/07/00298-wyrms-un-viaje-iniciatico-de-orson-scott-card.html]http://reginairae.blogcindario.com/2006/07…scott-card.html[/url]
Wyrms (1987)
Editorial: Ediciones Obelisco
Colección: narrativa
336 páginas
14,50 €

Argumento:

Paciencia, una diplomática y asesina de 13 años, se entera de que es la verdadera Heptarca de su mundo y que hay una leyenda que la destina, como séptima hija de una séptima hija… y por tanto la 343, está destinada a ser la madre de Kristos…
Al quedarse huérfana, en lugar de reclamar sus derechos, parta en busca Cranning, el lugar al que desertaron los Sabios del planeta, donde la espera Unwyrm…

Comentario:

Cualquiera que haya leído unas cuantas novelas de Card no tendrá dificultad en equiparar a esta Paciencia con personajes como Ender, Bean o Alvin Maker, con los que tiene mucho en común: niñ@s obligados a crecer antes de tiempo, dotados para el crimen y predestinad@s a salvar su mundo. Sin embargo, la similitud con otras obras no impide que conocer a estos seres manipulados y utilizados, obligados a creer antes de tiempo, sea sumamente emocionante.

En “Wyrms”, Card ya trata los temas que aparecen en la mayoría de sus novelas:

– La ingeniería genética con vistas a mejorar las especies.
– La intrusión humana en un mundo que pretenden cambiar, incluyendo el equilibrio de poder entre las especies nativas y las nuevas.
– Especies nativas que se interrelacionan de forma simbiótica (“La voz de los muertos…”), que en este caso va desde relacionar una cabeza conservada con vida con la colaboración de un mono y un halcón, a la forma en que se complementan los nativos con los humanos o cómo se adaptan a la invasión.
– Un mundo carente de metales (“Un planeta llamado Traición”).

Aunque el título (en castellano) no avisara que se trata de un viaje iniciático, es fácil descubrirlo: la protagonista y sus amigos atraviesan un bosque donde deben enfrentarse a un grupo de forajidos para llegar hasta la morada de los geblins Reck y Ruina, y navegan por un río en el que las diferentes paradas les llevan a lugares significativos, especialmente la casa de Heffiji, hembra de una de las especies nativas, cuyo aporte de datos y explicaciones del pasado histórico es de gran ayuda en la misión.

Es evidente el contenido simbólico tanto del bosque como del río y nítido el aporte trascendental a la historia.

También son significativos los nombres de los protagonistas: Paciencia, Ángel, Voluntad, Ruina, Paz…

Paciencia ya es una experta diplomática y asesina cuando abandona su lugar natal para seguir la llamada del Unwyrm, al que intenta resistirse, lo que no impide que durante la travesía, en parte por las nuevas amistades, continúe aprendiendo.

El autor llena las páginas de todo tipo de reflexiones, desde intentar leer entre líneas de lo que cada cual dice o pretende en realidad, hasta disquisiciones filosóficas, conversaciones teológicas y la comprensión del todo.

Paciencia es la legítima Heptarca, y está entrenada para anteponer el bien del mundo al suyo propio o al de quienes ama, llegando a comprender que el mundo en que vive no son sólo los humanos.

Card compone una historia clásica de crecimiento personal, y lo hace sin un capítulo sobrante: en todos aporta algo necesario para comprender el mundo en que se mueve Paciencia y se avanza hacia la resolución de los múltiples misterios.

Ya he comentado que Paciencia tiene mucho en común con otros protagonistas de Card (Ender, Bean, Alvin…), siendo mayor y mujer quizá por exigencias de la trama: debe ser fértil para el Unwyrm, y que el autor trata temas comunes a otras de sus obras, en que incluso es posible que las desarrolle en mayor profundidad, pero esto no impide disfrutar de una novela inteligente, de ideas, que pretende que al leerla se piense, se haga el esfuerzo de intentar anticiparse a la resolución de los misterios, incluso que se cambie como lo hacen los personajes.

Quizá el final es algo precipitado, incluso decepcionante, en parte por toda la expectativa creada, resuelto con rapidez y menos dificultades de las previsibles.

Así, siendo una obra que no es original dentro de la bibliografía de Card, no cabe duda que el autor mantiene su capacidad de emocionar, conmocionar, de hacernos empatizar con Paciencia, con los geblins, con todos los personajes, además de una lectura interesante, con momentos de profundidad e incitación a la reflexión.

Jedi y Coaches, un fin noble

Jedi y Coaches, un fin noble
[url=http://www.portaldelcoaching.com/Actualidad/Columna/NL15-DOC3-Jedi%20y%20Coaches.htm]http://www.portaldelcoaching.com/Actualida…y%20Coaches.htm[/url]

A Carmen Giménez-Cuenca

Hay muchas diferencias entre los coaches y los jedi, pero teniendo en cuenta lo famosas y queridas que son las películas de La guerra de las galaxias, el poner en relación ambas cosas puede ser muy estimulante.
Primero hay que recordar quiénes son los jedi, los protagonistas de la saga. Son caballeros, como los que existieron en la Edad Media, aunque seguramente más nobles, con un código ético más fuerte y una espiritualidad superior. Su fin es el de servir a la Fuerza, a la paz, a la democracia, todos los instintos nobles que pueda tener el ser humano.
Los jedi, y aquí entramos en el tema de este artículo, suelen hacerse cargo de un discípulo, un padawan, al que van enseñando a medida que llevan a cabo arriesgadas misiones. Buscan potenciar sus capacidades y les adiestran en el control de la Fuerza que, sin embargo, como le dice Oby Wan a Luke en el Episodio IV, “en parte la controlas y en parte te controla a ti”.
La relación de jedi-padawan tiene puntos en contacto notables con los coaches y sus pupilos, y puntos en los que se distancian más. Oby Wan va potenciando poco a poco las cualidades de Luke Skywalker, mientras viajan hacia la Estrella de la Muerte. En realidad le da unas pautas generales que después Luke desarrollará, y esto es algo similar a la forma de actuación de un coach con su pupilo, aunque en el coaching ortodoxo el coach procura que las pautas salgan del mismo pupilo, evitando condicionarlo.
Un coach no ordena, no manda, ni siquiera sugiere… El coach, como el jedi, disfruta de una condición superior, que en parte se la da su trayectoria y en parte la consideración, muy alta, que le da su pupilo. Si es coach, al igual que si es jedi, es porque ha hecho méritos para serlo. Una realidad indiscutible. Esto supone ver las cosas desde un punto superior, pero sereno, tranquilo, y pronunciar sus palabras también desde ese punto superior; esto es así aunque la intención del coach es ser un mero acompañante en el proceso de crecimiento personal del pupilo. Lo cierto es que para el pupilo su coach es un faro, un referente.
Aquí también hay que diferenciar, si miramos a La guerra de las galaxias, entre la trilogía nueva y la antigua. Los jedi que aparecen en los episodios IV, V y VI están más alejados de la acción; no en vano su orden ha sido exterminada, y tanto Yoda como Oby Wan Kennoby viven apartados de la acción, esperando el momento oportuno. Los consejos de Yoda están llenos de distanciamiento, hasta de desapego, muy propios de los jedi.
Los coaches actúan con desapego, pero con mucho acercamiento. Están involucrados en el proceso y las acciones de sus pupilos, pero no son ellos los que propiamente las realizan. En esto se parecen al Yoda de El imperio contraataca, por ejemplo, que entrena a Luke en el planeta Dagobah, cuerpo y mente, al igual que lo hace el coach, con ejercicios de integración cuerpo-mente, pero Yoda no va a acompañar a Luke en la acción, en la batalla, en el duelo con Darth Vader. Su misión es preparar a Luke para cuando todo eso se produzca.
El coach marca unos objetivos con el pupilo, que pueden ir desde potenciar unas capacidades a ascender en la carrera profesional, aunque el verdadero objetivo es mejorar, ser mejor. El coaching es holístico y mejora de manera integral la vida de la persona. Los coaches entrenan a sus pupilos para ser la mejor versión de sí mismos, la versión que pueda materializar el objetivo que atrajo al pupilo al coaching.
Los jedi adiestran a los padawan para convertirlos en caballeros jedi, y luego en maestros jedi. Ése es el objetivo. Pero todo este proceso, que se nos cuenta muy bien en las películas en los primeros episodios, I, II y III, con Anakin Skywalker y un joven Oby Wan Kennoby, todo este proceso está encaminado al enriquecimiento espiritual, intelectual e incluso físico de los padawan o discípulos. Creo que hasta el término que se suele dar a los discípulos de los coaches encaja perfectamente con el rol de los discípulos jedi, es decir, pupilos. Hay que insistir en la palabra “pupilos”, pues a menudo se utiliza “clientes”, para indicar el carácter práctico y efectivo y la distancia con las terapias que atienden a pacientes. De estas terapias el coaching quiere distinguirse, y tampoco los maestros jedi se verían reflejados en ellas, aunque el aprendizaje y el progreso interior y exterior puedan tener algo de terapéutico.
El aprendizaje de Anakin con Oby Wan en El ataque de los clones y La venganza de los Sith acaba de forma negativa, porque Anakin se pasa al Lado Oscuro, y de gran esperanza de la Orden Jedi se convierte en un Lord Sith. Pero todos sabemos que la historia es más larga. En el caso de los coaches y los pupilos es difícil que esto ocurra, porque siempre hay un progreso positivo, o por lo menos un acabar como empezó todo. Los objetivos que se marcan coach y pupilo son muy claros, y si hubiera una mínima marcha atrás se abandonaría ese proceso. Además, en ningún caso un coach accedería a entrenar un objetivo relacionado con el lado oscuro porque se lo prohíbe el código ético de la profesión del coaching.
Pero lo que es claro es que tanto en el adiestramiento jedi-padawan como coach-pupilo hay una historia de enriquecimiento constante. Si hay distanciamiento entre ellos, en el caso del coach, es porque estamos ante un profesional que conoce bien su trabajo y, como se ha dicho antes, ve las cosas desde arriba. Sus palabras son órdenes sin ser órdenes. Indaga en la vida, en la trayectoria del pupilo, en lo que puede hacer y no hacer, y pide continuamente respuestas e ideas que partan del propio pupilo. De una sesión a otra se fijan unos objetivos, esta vez parciales o metas de desempeño, siempre relacionadas con el objetivo final, y se asiste a un crecimiento paulatino.
El coach no es un maestro, o no es un maestro normal; el jedi se parece mucho más a un maestro convencional, como puede ser un maestro académico o literario o artístico. El coach y el pupilo marcan unas líneas de actuación como podría hacerlo un arquitecto, y luego es el pupilo el que realiza su propio camino, digamos, intensificado a la luz de la consciencia, pues el coaching es el arte de crear consciencia y donde hay consciencia se dispara la responsabilidad que nos hace cambiar de comportamientos, y cuando cambia nuestro comportamiento cambia nuestro destino.
Hay un reconocimiento de las virtudes, del trabajo del pupilo, por parte del coach, como lo suele reconocer el maestro jedi con su padawan. En las películas Qui Gon Jin le dice a su padawan Oby Wán que va a ser un jedi excepcional, y asimismo Oby Wan, cuando sea maestro de Anakin, alabará su sabiduría y le dirá que se ha convertido en un jedi mucho mayor que él. El coach dice siempre la verdad; alaba lo que cree que es alabable y verdadero. Los coaches actúan como espejos, pero están siempre alertas y preparados para incentivar todo lo que es mejorable en el pupilo. El coach sabe que este proceso es algo costoso para su pupilo, y por eso está siempre atento ante cualquier mejora, por pequeña que sea, para reconocer su mérito.
Los jedi también hacen esto, y muchas veces son espejos correctores. Los coaches lo son cuando dan feedback negativo, cuando las circunstancias del pupilo lo requieren, es decir, cuando éstos hacen algo que va en contra de su proceso. De este modo se puede decir que los maestros jedi están construyendo lo que serán sus padawan más adelante, aunque un jedi ya hecho es completamente distinto a todos sus compañeros; tiene su propia personalidad, como vemos perfectamente en las películas. ¿En qué se parece Yoda a Qui Gon Jin, o éste a Oby Wan, u Oby Wan al propio Luke? ¿En qué se parece Anakin a todos estos jedi? Se parecen en un espíritu, su control de la Fuerza, que hoy podríamos llamar sabiduría o un saber conducirse por la vida… pero son muy diferentes.
El coach, sin embargo, se encuentra con una persona que ya ha hecho mucho, acertado o erróneo. No se trata de construir una persona, ni de enderezarla, sino de potenciarla y ayudarla a lograr lo que tanto ansía o, mejor todavía, a iluminar sus virtudes y capacidades para que esto ocurra.

Autor: Eduardo Martínez-Rico
Escritor y profesor de la Facultad de Comunicación de IE Universidad.
Autor del libro La guerra de las galaxias, el mito renovado (Ed. Alberto Santos)

EL NUEVO BATMAN

EL NUEVO BATMAN
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En el principio fueron las pulp magazines, y la historia de Batman no es ajena, ni por orígenes ni por actualidad, a ese medio privilegiado de la era de la «industria cultural». El ensayo que les ofrecemos a continuación explora la historia de las revistas económicas, su relación con otros medios de comunicación y el surgimiento del «héroe pulp», una tradición que Christopher Nolan homenajea desde su última película.

Cerca de 100 años atrás -poco más, poco menos- la mayoría de las expresiones de entretenimiento estaban exclusivamente en papel, no existían la radio ni la televisión, el cine ensayaba sus primeros pasos y en países desarrollados como Inglaterra, Francia y Estados Unidos, florecía un mercado editorial de revistas populares que mezclaban artículos, reportajes y ficción. En los Estados Unidos, un personaje llamado Frank A. Munsey creó en 1896 la revista The Argosy, que ofrecía únicamente ficción, creando una nueva tendencia. En las primeras décadas del siglo XX, los kioscos, farmacias, pequeños locales y librerías estaban repletas de decenas, cientos, de revistas que frecuentemente representaban un género por título. La mayoría de los géneros populares que conocemos hoy en día -las historias de detectives, la ciencia-ficción, la fantasía, el terror, las historias de amor o del lejano oeste- se cimentarían en las páginas de esas publicaciones del mismo modo que muchos otros géneros que desaparecerían o serían absorbidos dentro del mainstream de la literatura, como las aventuras aéreas o las de deportes.

Las revistas se imprimían en papel fabricado de pulpa vegetal, más barato y con esa apariencia áspera que en Brasil y Argentina se denomina papel prensa. Eran las denominadas pulp magazines.

En oposición a este tipo de publicaciones estaban las slick magazines, con un papel cubierto con una capa de material brillante, que les daba una apariencia lisa («slick»en inglés), similar al papel que se conoce como couchê(o ilustración en la Argentina). Las slick magazines, que existen en la actualidad en la forma de las tradicionales The Athlantic Monthly, Esquire, GQy The New Yorker, publicaban -y publican- ficción mezclada con reportajes y otros materiales de no-ficción, tenían una gran circulación y sobrevivían mayormente gracias a la publicidad. Las pulp magazines no tenían esa facilidad y por eso buscaban un público masivo, apostando a las historias aventurescas y sensacionalistas. De ahí que pulp se haya transformado en un adjetivo aplicable a cierto tipo de historias, a cierto tipo de personajes y a un cierto abordaje popular de la ficción.

Un elemento fundamental de eso que podríamos llamar estética pulp es el héroe pulp que, en las décadas de 1920 y 1930 era ya una especie de presencia multimedia, porque comúnmente migraba de las amarillentas páginas de las revistas a las tiras cómicas de las páginas dominicales sindicalizadas de los grandes periódicos, o a la radio en forma de radioteatros.

De esta manera, Buck Rogers, creación de Philip Francis Nowlan para la historieta, se basó en su novela de ciencia-ficción homónima, seriada en las páginas de Amazing Stories entre 1928 y 1929. Flash Gordon, de Alex Raymond, debe mucho de su estética y sus líneas narrativas a la serie Barsoon, aventuras marcianas escritas por Edgar Rice Burroughs, el creador de Tarzán, otro héroe pulp que pasó después a las historietas y más tarde al cine. Hasta el propio Superman estuvo basado en la historia de Philip Wylie, «Gladiator», de 1930.

Otra estirpe distinta de héroes pulp está representada por Doc Savage, que tuvo su propia revista en 1933, pero que apareció en varios programas de radio y en películas. Súper hombre en fuerza física e intelecto, Savage divide su tiempo entre «La fortaleza de la soledad», ubicada en una helada isla del Ártico (concepto utilizado más tarde por los artistas que desarrollarían Superman en historieta), y un almacén en Nueva York, desde donde lanza sus ataques contra el crimen organizado. Doc Savage es un millonario que tiene acceso a una fortuna en oro, guardada por los descendientes de los mayas en algún lugar de América Central.

Un héroe de perfil similar y origen anterior es La Sombra, creación de Walter Gibson también presentada en las pulp magazines, en radioteatros, series y películas cienamtográficas, incluyendo un film relativamente reciente (1994), con Alec Baldwin en el papel del héroe.

La Sombra es la identidad secreta del millonario Lamont Cranston (en las revistas, un disfraz del aviador Kent Allard), que fue entrenado en artes mentales en el exótico Oriente y es capaz de disimular su apariencia real, surgiendo delante de los bandidos como un sombrío y alto pistolero con sendas automáticas 45 de caño largo. Él también combate al crimen, que tiene la forma de una horda de supervillanos.

Hasta en el mismo Brasil tuvimos nuestro pulp hero, Dick Peter, creación del escritor paulista Jerônymo Monteiro (1908-1970) para la radio de los años ’30, y más tarde adaptado por él mismo en historias que aparecieron en varias ediciones populares de libros.

A esta altura queda claro que nuestro personaje historietístico Batman, creado en 1939 por Bob Kane y Bill Finger, es un legítimo héroe pulp, heredero de esa tradición de millonarios que combaten al crimen como La Sombra y Doc Savage. Tanto que, en sus inicios, el héroe portaba una pistola y combatía al crimen en base a una violencia irrestricta. Era publicado en la revista Detective Comics, publicación que daría su nombre a la famosa DC Comics, que todavía edita las historietas de Batman.

Lo interesante de la nueva tentativa de retratar al héroe en el cine radica en el hecho de que la película Batman inicia, de Christopher Nolan, realiza el esfuerzo más fiel hasta el momento para mostrar a Batman como un héroe pulp. Anteriormente, Batman fue una mera caricatura, tanto en la serie televisiva y en el film creado a partir de ella, como en las películas de Tim Burton y sus secuelas, con su exceso de estilo y carencia de peripecia y tensión dramática.

La relación con el linaje de los héroes pulp que llevó a la creación de Batman es bastante clara en la cinta, con el pasaje del joven Bruce Wayne (Christian Bale) por las montañas del Himalaya, donde obtendrá la disciplina mental que estará en la base de su concepción del superhéroe, a través del contacto con una organización secreta e inmemorial de guerreros y asesinos que, liderados por Ra’s Al Ghul, el primer supervillano con el que Batman deberá enfrentarse para salvar a la decadente Ciudad Gótica. El parecido del recorrido inicial de Btaman con el de La Sombra llevó al crítico Rick Norwood a señalar que ese comienzo es casi idéntico a la historia del origen del héroe en el film de Alec Baldwin (ver aquí).

Asimismo, la ciudad también está claramente enraizada con la imaginería pulp de la década de 1930, con rascacielos que parecen salidos de la película Metropolis (1926), de Fritz Lang, o del lápiz de Frank R. Paul, el principal tapista de la pionera revista de ciencia-ficción Amazing Stories (creada también en 1926). En el film, el principal centro criminal es una especie de ghetto que recuerda también a las sombrías y violentas calles de la Nueva York de los años ’30.

La película se desarrolla correctamente, sobre todo después de que Wayne consolida su personalidad de Batman. El montaje, en particular en el caso de las peleas, es un poco precipitado y demasiado fragmentado. Por otro lado, los efectos especiales son óptimos y discretos, lo que en este caso es una virtud.

Christian Bale está mejor como Batman que como Bruce Wayne, a quien interpreta de manera un tanto somnolienta, como a desgano. Pero su Batman de movimientos seguros y voz cavernosa impone el miedo a los criminales y emociona al espectador. El excelente reparto secundario -incluyendo a Michael Caine como Alfred, el mayordomo; a Gary Oldman como el todavía detective Gordon; y a Rutger Hauer como el actual presidente de las empresas Wayne- le da más personalidad a la película, y se destaca Morgan Freeman interpretando a Fox, el inventor que provee a Bruce Wayne de todos los equipos que le permiten transformarse en un superhéroe esquivo y escurridizo. Ese aspecto le da al personaje un excelente aggionamiento, en términos de una ciencia-ficción posible que incluye tejidos activados por electricidad (la capa se transforma en un ala delta) y trajes especiales de combate, además de un dinámico vehículo de asalto que sirve de Batimóvil.

En definitiva, se puede ver que el héroe pulp, anticuado como su propia historia puede dar a entender, es pasible de actualizaciones que pueden llevarlo exitosamente a su segundo siglo de existencia.

Traducido por Horacio Moreno

Orson Scott Card cree que no hay bastantes juegos de estrategia por turnos

Orson Scott Card cree que no hay bastantes juegos de estrategia por turnos
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“Me encantan los juegos de estrategia por turnos, pero no hay demasiados, y muchos de ellos son malos”.

El prestigioso novelista Orson Scott Card ha hablado sobre la cierta desertización que ha experimentado en los últimos años el género de la estrategia en su división de turnos, y ha comentado que hacen falta más juegos de este estilo.

“Me encantan los juegos de estrategia por turnos, pero no hay demasiados y muchos de ellos son malos”, comentó Scott Card al portal Big Download. “En realidad es Sid Meier el único tipo que hace cosas interesantes con esto. Y me gustaría que más gente aprendiera la lección de la forma en la que lo hace él”.

“Tienes que luchar en esas batallas larguísimas, y yo no quiero jugar a la guerra. Quiero jugar a Civilization. Y en Civilization no tiene que luchar, tienes que estar preparado para luchar, pero el principal foco de atención es crear cosas, construir edificios… Eso es lo que quiero hacer”, concluyó el novelista.

Mundo anillo

Mundo anillo
[url=http://www.bibliopolis.org/resenas/rese0174.htm]http://www.bibliopolis.org/resenas/rese0174.htm[/url]
Larry Niven
Título original: Ringworld
Trad. Mireia Bofill
Col. Solaris Ficción nº 11
La Factoría de Ideas, 2001

Abrir las páginas de Mundo anillo supone adentrarse en un universo fabuloso y fantástico, rebosante de imágenes y conceptos que difícilmente podemos imaginar. Larry Niven creó un singularísimo planeta al que intentó atrapar en este entretenido libro.

Enmarcada en un futuro no muy halagüeño, donde la Tierra ha perdido su diversidad cultural y existe un Comité de Fertilidad que selecciona la descendencia a partir de genes “deseables”, Mundo anillo se presenta como una novela de exploración. La intriga, el ansia de abarcar lo desconocido, se sustenta en la propia incertidumbre de los personajes que se encuentran perdidos y desconcertados en un planeta irreal. La acción avanza así como avanzan los conocimientos de los protagonistas sobre ese mundo ajeno. Mediante la sorpresa y la novedad, Niven consigue capturar y atar al lector.

Escrita con escasa voluntad de estilo, el autor quizá haya desaprovechado el potencial de análisis psicológico que encierran los peculiares personajes extraterrestres. También podría achacarse que le cueste arrancar (llegan al Mundo anillo vencido un tercio de la historia). A pesar de ello, la obra ofrece una serie de temas y apuntes bastante sugerentes en los que se echa de menos una mayor penetración.

La globalización de las costumbres como consecuencia de la globalización de las comunicaciones y el problema de la superpoblación y la contaminación se revelan como algunos de los grandes males que el progreso industrial (se deduce que cualquier progreso tecnológico) trae consigo. A este respecto, como nota curiosa cabría reseñar que la especie más avanzada técnicamente, los titerotes, es herbívora, aunque ellos tampoco han podido evitar el desastre medioambiental.

Pero la novela se encuentra lejos de tesis ecologistas. El protagonista humano, Luis Wu, refleja el tono y el espíritu de la obra. Él es una fiel representación del hombre de acción nietzscheano que busca el riesgo para vencer al hastío. La larga longevidad, que él posee, se torna negativa si está insertada dentro de la sociedad (productora de tedio). Su interés antropológico también se corresponde a esa condición de hombre de acción, inquieto y curioso; al igual que su incapacidad para controlar sus impulsos sexuales. Sobre este punto Niven abre unas cuantas líneas de reflexión, centrándose en las consecuencias psicológicas de la abstinencia sexual. La última pincelada que da color al personaje que más y mejor está dibujado es la curiosa actitud paternal que mantiene Luis hacia su amante Teela, 180 años menor.

Sin embargo, el aspecto más relevante de Mundo anillo es el análisis del “intrusismo antropológico” que presenta. El autor nos muestra las repercusiones de la participación de una especie más avanzada en los conflictos y progresos de otras y del uso de éstas para lograr sus objetivos y mantener la convivencia según sus necesidades. La obra ofrece una recapacitación sobre el control y dominio de unas personas sobre otras, sobre el condicionamiento, la dependencia; la sugestión y el engaño. Un estudio, en suma, de la ilusión de ser dioses a todos los niveles.

Pero el libro encierra una inquietante conclusión. La obra se configura entonces, por encima de todo, como un ambicioso juego con la predestinación y la fortuna.

Mundo anillo es una novela entretenida, con varios apuntes atractivos e interesantes aunque con altibajos de ritmo y algunos despistes narrativos. Un libro ameno que contiene las suficientes gotas de reflexión como para no quedarse en una obra insulsa y hueca.

Alberto García-Teresa

La gente del margen de Orson

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La gente del margen
Orson Scott Card
Título original: The Folk of the Fringe
Trad. Márgara Auerbach
Col. Nova CF nº 45
Ediciones B, 1992
La gente del margen es uno de esos raros libros de ciencia-ficción que no narran la peligrosa vida de un héroe del futuro o la historia de un gran imperio. Ni siquiera es una historia de un mundo después del holocausto, aunque de hecho éste ha ocurrido (después de ser usados tan sólo seis misiles, como ya explica la publicidad), sino la de su gente, la gente del margen, con sus pequeñas vidas y sus problemas cotidianos, con sus pensamientos y esperanzas. Y está narrado desde el personal punto de vista de Orson Scott Card, mormón practicante, hablando de los mitos y la forma de vida de los Santos del Último Día, con lo que adquiere un sabor muy particular, muchas veces a derrota y a melancolía, y a una voluntad de volver a hacer del mundo un lugar donde se pueda vivir. La situación toma especial relevancia al transcurrir la acción en América, en los alrededores de Salt Lake, en una zona que, después de cambios climáticos y demasiada lluvia, se ha convertido en el Mar Mormón y donde ahora se encuentra sumergido el templo de Moroni, el último de los profetas e historiadores nefitas que una vez resucitado visitó al profeta Joseph Smith para revelarle dónde se encontraban las planchas que componen el Libro de Mormón. Y más teniendo en cuenta que consideran América como una nueva tierra prometida, una tierra que ahora han perdido y que se esfuerzan en conservar.

El libro se compone de varias historias de personajes que aparecen y desaparecen, individuos o grupos que se mueven por las duras tierras del margen, donde cada año los nuevos colonizadores roban unos seis metros más de tierra al desierto para que sus descendientes puedan sembrar en el futuro. Son personajes problemáticos, errantes, con una historia y unos intereses particulares y no en todos los casos altruistas: Deaver Teague, encontrado y bautizado por exploradores después de una traumática experiencia y al cual vemos en distintas épocas de su vida; Carpenter, el profesor paralítico que utiliza un ordenador para hablar a sus alumnos; los miembros del teatro ambulante…

Ahora, todo el mundo depende de la comunidad, ya que el fallo de una persona hace que las plantas cuidadas con tantos trabajos mueran y las lluvias se las lleven. Pero nadie es perfecto, y por eso las historias tratan de los problemas que surgen en las comunidades para evitar la corrupción y el robo y venta de grano en el mercado negro, o de los deseos de conseguir fortunas que no existen, de los teatros ambulantes que recorren los pueblos mormones o de los peligrosos viajes por las ahora nuevamente salvajes tierras americanas. Porque la acción se desarrolla en los alrededores del Mar Mormón, y los núcleos humanos están constituidos principalmente por mormones. Esto puede hacer pensar que se trata de un ejercicio de proselitismo por parte de Card, pero nada más lejos de la realidad. Su mirada es crítica, y en muchas ocasiones pone el dedo en la llaga al hablar de ciertos defectos que considera que podrían observar personas fuera de su religión: comunidades cerradas en sus propios miembros, falta de confianza en los extranjeros, e incluso falta de sentido del humor en los ancianos mormones.

Sin embargo, lo dicho hasta ahora es común para todas las historias del libro, excepto para una, la última. Mientras que las cuatro primeras narraciones están centradas en estas comunidades, y unidas por referencias comunes a los mismos mitos, a los mismos personajes (en especial Deaver Teague), la quinta y última, “América”, es una historia especial viniendo de quien viene, a la vez un rayo de esperanza en el mundo posterior al holocausto y una confirmación de que los “europeos” en general y los mormones en particular han perdido definitivamente la oportunidad de conseguir la tierra prometida, América, a consecuencia de sus actos. Ésta vuelve a manos de los anteriores pobladores y de una religión nueva apoyada en mitos autóctonos, como el nacimiento de un salvador bajo el nombre de Quetzal, la serpiente emplumada, que expulsa lentamente pero con firmeza a la raza un día colonizadora de un territorio que nunca fue suyo. Este cuento se sale, por su ambiente general, de los temas y de la forma en que Card trata los anteriores. Mientras que los demás se engloban claramente en la ciencia-ficción, éste tiende más hacia la fantasía y la alegoría.

La gente del margen es un libro hermoso, en el sentido de que expresa, muchas veces de manera poética aunque todo lo realista que requiere la narración, los sueños y los augurios de futuro de un hombre que lucha por ser imparcial en lo que podría ser la historia de su gente, los mormones, en caso de estar colocados en esa situación. Las referencias a los profetas mormones como Moroni, la imagen del templo sagrado de su religión sumergido por las aguas del lago, la capacidad de sus miembros para reconstruir, dentro de sus posibilidades, una parte de la civilización que alguna vez estuvo presente, son muchas veces conmovedoras, haciendo el libro muy agradable de leer, siempre que seas una de las personas a las que este tipo de libros sin héroes ni malvados pueda interesar.

Josué Insua Ayuso