Ritual con laberinto (para Samhain)

De: Áuryn-  (Mensaje original) Enviado: 30/10/2005 13:20
Para quienes anden tan perdidos este año como yo, aquí va una idea para un ritual o meditación basándose en la simbología del laberinto.

“El mito del laberinto está en lo más profundo de la naturaleza humana. En el origen de los tiempos, perdida ya la facilidad del instinto animal para encontrar los caminos de la Naturaleza y afrontar sus peligros, el hombre creó el arquetipo del laberinto que aparece en leyendas mitológicas y ritos religiosos, de numerosas culturas antiguas y primitivas a lo largo y ancho del mundo, reflejo del miedo ancestral y de la desorientación que el ser humano experimentó ante la naturaleza hostil y, como ser racional, también y fundamentalmente, miedo ante la vida.

En todas las culturas el laberinto está compuesto por un espacio perfectamente definido, de calculada geometría, pero engañoso por sus múltiples posibilidades y por la similitud de los elementos que lo conforman. El laberinto recrea la variedad infinita de los bosques en su monótona similitud, los enredos de los senderos de las montañas, las vueltas y revueltas de lo desconocido, las estrellas del firmamento, que son a un tiempo ayuda y desvío de los navegantes, y para la que el hombre, sin embargo, encontró el orden absoluto e intrincado en el laberinto de las constelaciones.

El laberinto es también y quizás más que ninguna otra cosa, símil perfecto de la vida misma, con sus posibilidades, sus riesgos y su orden íntimo y sutil, para cuyo tránsito cuenta el ser humano con los escasos hilos de Ariadna.

El laberinto, al contrario que la naturaleza, o que la vida, se cierra en sí mismo, es abarcable, está hecho por el hombre como un teatro del mundo, y es en su centro donde se haya la respuesta, el mecanismo del sistema para hallar el tesoro, o la salida o la libertad.

El laberinto es, con todos sus pasadizos y vueltas, el resumen de las preguntas primordiales (â?¦) Y es, también, la manifestación material de una búsqueda espiritual, aquella que trata de formar una unidad con el universo.â?

Mariange De Luca / Franklin Quintero / Susana Quintero

Como es lógico, lo primero es tener un laberinto sobre el que trabajar. Podemos buscar uno e imprimirlo, pero recomiendo hacerlo uno mismo, para poder personalizarlo.

Normalmente, cuando pensamos en un laberinto, pensamos en un espacio con muchos posibles caminos a escoger en el que resulta muy fácil perderse, pero ésa es la concepción moderna. Los primeros laberintos en realidad consistían en un solo camino que se enroscaba sobre sí mismo hasta llegar a un centro, de varias maneras. (He puesto una carpeta de imágenes con laberintos de los dos tipos, para que podáis ver cómo son)

En este tipo de laberintos no hay elecciones correctas o incorrectas, y lo importante no es encontrar el camino, sino recorrerlo en su totalidad.

Cada cual puede elegir el tipo de laberinto con el que se encuentre más cómodo, o que mejor refleje su situación de desorientación actual. Si queremos centrarnos o meditar, podemos preferir el laberinto clásico de un solo camino, mientras que si nos sentimos agobiados por múltiples elecciones y queremos encontrar un “camino seguroâ?, quizá elijamos un laberinto lleno de recovecos.

Podemos dibujar el laberinto en papel, modelar los surcos en plastilina o barro, o marcarlos en la tierra o en la arena si vamos a trabajar al aire libre. Mientras lo vamos trazando pensamos en esa situación de desorientación o confusión en la que nos encontramos. Podemos también escribir en los márgenes del laberinto palabras o símbolos que resuman esos ámbitos de nuestra vida en los que ahora mismo andamos perdidos. Al terminar el laberinto, lo contemplamos, fijándolo en nuestra mente.

Luego cogemos el instrumento que vayamos a emplear para recorrerlo. Si es un laberinto dibujado, un lápiz o bolígrafo; si está modelado, una canica o similar que podamos empujar con el dedo por el recorrido (si queremos, podemos simplemente seguirlo con el dedo, pero yo prefiero usar un objeto, porque me despisto menos, y el objetivo es concentrarse).

Apoyamos el lápiz o la caniza en la entrada del laberinto y decimos con qué propósito queremos recorrer el laberinto ¿queremos encontrar la salida?¿o algún “tesoroâ? para nosotros que se oculta dentro?¿qué queremos que nos brinde? También podemos recitar una oración pidiendo orientación, o algo que refleje nuestro estado de extravío actual. (A mí me gusta usar las primeras palabras del poema “Laberintoâ?, de Borges. Reflejan lo que es para mí verme desorientada en una situación sin solución aparente:

“No habrá nunca una puerta. Estás adentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.�).

Una vez hecho esto, comenzamos a recorrer el laberinto, siguiendo el trazado con el lápiz, la canica, el dedo o lo que sea, pero procurando no mirar todo el trazado del laberinto a la vez, como si estuviéramos resolviendo un pasatiempo, sino centrándose en la zona concreta por la que estamos pasando y sintiendo el camino, la peregrinación que estamos haciendo, reflexionando sobre el recorrido (¿Adónde nos dirigimos?¿Nos acercamos al centro o nos alejamos de él? A veces hay que dar un rodeo, y los caminos que parece que nos alejaban de la meta al final nos conducen hacia ella).

Si estamos usando un laberinto clásico en cualquiera de sus formas, se trata de llegar al centro y volver a salir. En este caso, al llegar al centro nos detendremos y pensaremos en lo que encontramos allí. Estamos en nuestro centro, en el lugar donde todos los caminos confluyen. Es el momento de hacerse preguntas, de buscar  ese “tesoroâ? que el laberinto escondía, de recordar cuáles son nuestros puntos de anclaje. Cuando estemos preparados, emprenderemos el camino de salida, pensando en las semejanzas y diferencias con el recorrido anterior (¿Nos parece más corto o más largo que al entrar?¿Adónde nos dirigimos ahora?¿Qué esperamos encontrar a la salida?).

Si usamos un laberinto con encrucijadas, como el objetivo es hallar la salida, además de sobre el propio camino, como en el otro caso, reflexionamos también sobre las alternativas y bifurcaciones que nos encontramos en la vida y las elecciones que vamos haciendo, pidiendo, si queremos, una señal que nos guíe por el camino correcto.

Al salir del laberinto, se impone una valoración (¿Qué nos llevamos de vuelta?¿qué hemos dejado atrás?¿Hemos obtenido respuestas?¿o nuevas preguntas?). Después de meditar al respecto, damos gracias por lo que hayamos recibido y aprendido (también  podemos recitar otro texto si queremos), y guardamos el laberinto para que si nos sentimos perdidos de nuevo podamos mirarlo y recordar la experiencia. Durante unos días podemos dejarlo a la vista, o sobre el altar. Incluso, si es de papel, podemos probar a doblarlo y dormir con él debajo de la almohada, o llevarlo encima.

Ea, que lo disfrutéis. Espero que os sea de utilidad y os ayude a encontrar el camino.

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De: _Lapislázuli_ Enviado: 01/11/2005 13:36
Bueno yo tengo un agradecimiento muy personal por este ritual ;).
Asi que ¡¡Muchas gracias¡¡¡ ^^

Y para los que no los hayais visto, y aún vayais a celebrarlo (el dia 7 por ejemplo, como yo ^^) Auryn nos ha dejado una serie de interesantes laberintos en la carpeta de imágenes llamada Laberintos 

Espero que lo disfruteis ¡¡¡FELIZ SAMAINNNNNNNNNNN¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
^^

kises

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De: VaeliaBjalfi Enviado: 01/11/2005 19:58
Pues sí; a mí también me entusiasmó cuando lo leí, aunque reconozco que no lo he probado. Gracias Auryn . ¿Se podría poner el mensaje en la sección del “Baúl de mensajes” o en el libro de Sombras, para que quede bien localizable?.

Hace tiempo una hermana me comentó que se venden una especie de laberintos prefabricados como útiles de meditación. Por supuesto, me parece mucho mejor la idea de trabajar un poco y hacerse uno mismo el laberinto (tiene más coherencia la cosa), pero es curioso así que os dejo el link (larguito, él):
http://hornillos-para-aromaterapia-terapias-alternativas.lashabichuelas.com/terapias.asp?alternativas=laberinto-iniciatico

Besos,
Vaelia.

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De: VaeliaBjalfi Enviado: 11/11/2005 0:41
Por cierto, hoy he visto un laberinto de madera en una juguetería antigua… 64 euros.
(Vamos, que ya puedo ir a por la arcilla de moldear. jajaja). Otra cosa, al lado del susodicho había un “juego de la oca”, que si no recuerdo mal tenía también su gracias…

Bueno, ya me han dado las tantas, pero la cosa queda pendiente.

Besos,
Vaelia.

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De: RebeccahWoolcot Enviado: 11/11/2005 11:27
Siempre me han apasionado los laberintos… Me encantaría encontrar uno de verdad, como en la peli Labyrinth.. No como estos cutres que ponen en los parques de atracciones sino con muros, recovecos y con la magnífica posibilidad de perderse! Hay uno muy chulo en Aranjuez, pero no te puedes perder demasiado… Un verano hace algunos años hicieron uno de maíz, además había haditas que te decían si ibas por buen camino y duendes que podían engañarte… o no… La pena es que no fui, qué mema. Bueno, si alguien descubre alguno que me lo diga!

Besitos
Rebeccah

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De: Áuryn- Enviado: 11/11/2005 22:08
Yo también aluciné con el laberinto de Labyrinth, y ¿habéis visto el trailer de la última de Harry Potter? También sale un laberinto enorme y lo han recreado divinamente, en el cine se me va a caer la baba.

Pero me temo que para recorrer uno en condiciones vamos a tener que ir a Inglaterra. Allí estuvieron de moda en el Romanticismo, y en mi libro de laberintos vienen fotos de varios que son preciosos. Me muero de envidia al verlos…

Bueno, en el Parque de las Ciencias de Granada hay un laberinto de setos, pero está un poco mal planteado… Yo lo vi y fui corriendo a entrar con toda mi ilusión, pero es chiquitín, todavía la parte del final no está terminada, y, no sé a quién se le ocurrió el trazado, pero no le han puesto centro, lo que le quita el punto místico. Además, es muy difícil perderte, tuve que hacerlo aposta, jiji.

En fin, si algún día llegamos a vernos y hacer algo juntas, podemos construir un laberinto de suelo en un descampado o playa… No es lo mismo que uno con muros, pero tiene que ser toda una experiencia.

¡A ver cuando podemos!

Besos a todas.

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