Bujutsu X – Bujutsu y Haragei

De: alexander@ojosabiertos.org
Fecha: Jue Nov 11, 2004 5:23 am
Asunto: El haragei en especializaciones antiguas de bujutsu – Parte X xandersukey

El haragei en especializaciones antiguas de bujutsu

El concepto de centralización (hara), en su forma activa de extensión
del poder centralizado (ki) encarnado en la doctrina del haragei, impregnó y
fue absorbido en la corriente principal de las antiguas escuelas de bujutsu,
cuyos maestros sagazmente adivinaron las poderosas posibilidades de la
aplicación de esta doctrina a sus varias especializaciones.

La visión de monjes, tales como los del monte Hiei, saltando hacia una
muerte ardiente sin un momento de vacilación había impresionado a los bushi.
Este tipo de coraje y dedicación a un ideal atraía al guerrero japonés, puesto
que la violenta naturaleza de su profesión exigía que estuviese siempre alerta
en lo concerniente a las formas en que pudiera mejorar sus poderes de
concentración va los métodos que le ayudasen a asegurar una tranquila mente
independiente, y por tanto una capacidad de juicio equilibrada, cuando se
comprometía en la turbulenta realidad del combate. De hecho, tal como señalaron
muchos maestros de artes marciales, casi no había ninguna otra forma de
actividad tan dramáticamente cargada de vida vista como energía, movimiento y
transformación explosivos (incluida la transformación definitiva, la muerte).
No había tampoco ninguna otra forma de acción que requiriese una tan completa
coordinación, un tan ininterrumpido flujo de poder centralizado (ki) para
alcanzar estos fines.

El concepto de energía centralizada emanante del hara se convirtió así
en una piedra angular de las artes marciales. Con el tiempo, casi ninguna
escuela respetable o especialización en el arte del combate (es decir, entre
aquellas que se distinguían ellas mismas de las escuelas «inferiores» de
combate centradas en el concepto de fuerza bruta o de técnica solamente)
olvidaba mencionar, o incluir en su programa de entrenamiento, el estudio del
haragei y de las disciplinas particulares desarrolladas para esta aplicación
práctica en respuesta a las exigencias dramáticas del combate. Desde las
enrarecidas y metafísicas esferas de aplicación práctica en las escuelas
médicas, eugenésicas y artísticas de la expresión, el haragei fue así
finalmente cambiado para ayudar a resolver los dramáticos problemas de la
realidad en la dimensión del combate.

Naturalmente, tanto la teoría como las disciplinas asociadas sufrieron
alteraciones al pasar de la dimensión genérica y universal del hara y el ki a
la dimensión especializada y muy práctica del bujutsu antiguo. Fue
efectivamente el concepto de ki como hara en acción, el centro en su momento de
«conversión», cuando la integración se convertía en acción pura, lo que interesó
a los bushi y a sus sensei. Su concentración sobre esta aplicación particular
del haragei se hizo, en la mayoría de los casos, tan absoluta, y los resultados
de los métodos de entrenamiento empleados para el desarrollo y empleo de la
energía centralizada tan asombrosos, que al ki se le consideró de naturaleza
«esotérica» e intrínsicamente «divino». Además, este punto de vista ha
persistido en Asia a lo largo de los siglos. El maestro japonés de jujutsu que
dijo a Harrison a principios del siglo xx que «un hombre que ha dominado en
profundidad el arte del ki limita con lo divino» (Harrison) parece el eco del
maestro chino de boxeo shaolín que calificó al ch ‘i como «verdaderamente
misterioso y divino» (Smith).

Un estudio de ciertos textos de tiro con arco japonés (kyujutsu),
esgrima (kenjutsu), lucha tradicional (sumo) y combate sin armas (jujutsu)
ayudará a clarificar aquellos aspectos y conceptos del haragei que el maestro
de bujutsu y los bujín de cualquier clase encontraron particularmente adecuados
para la resolución de problemas concretos de combate, así como aquellos que
facilitaron aquella plataforma de control y poder interior tan vitales para una
efectiva acción o reacción en una situación de combate.

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