Lobos, Licántropos y literatura

No sabía si dejarlo para NMítica o en Staka… Espero que le salga bien el invento porque este escritor se arriesga mucho. Pero mucho. XD

Fuente:
[url=http://www.elpais.es/articulo/cultura/dia/Cid/resucito/verdad/elpporcul/20061030elpepicul_4/Tes/]http://www.elpais.es/articulo/cultura/dia/…lpepicul_4/Tes/[/url]

El día que el Cid resucitó de verdad

JACINTO ANTÓN – Barcelona
EL PAÍS – Cultura – 30-10-2006

Los almorávides sitian Valencia y parece no haber salvación para los cristianos, pues su gran paladín ha fallecido. Pero entonces, se alza el rastrillo del Alcázar y surge el Cid cabalgando al frente de sus mesnadas… ¿Y si no hubiera sido una estratagema? ¿Y si el Cid fuera realmente un no muerto, un resucitado por el poder de alguna extraña magia? Esta es la singular suposición que hace Rafael Marín (Cádiz, 1959), uno de los grandes nombres de la ciencia ficción y la fantasía españolas en su última novela Juglar (Minotauro). “Mio Cid de Vivar, mi señor Campeador. Valencia te llama. Levántate y anda”, le conjura un joven ducho en magia en la novela. Y ahí va el Cid, rescatado breve y escalofriantemente del sueño de la muerte. “Si los anglosajones han podido hacer buena fantasía con su rey Arturo porqué nosotros no lo íbamos a poder hacer con nuestro Cid”, justifica Marín.

“Siempre me ha atraído la historia del juglar que escribió el Cantar de Mio Cid”, explica Marín de la génesis de su relato. “Y en la novela he tratado de imaginar su vida y sus aventuras, mezclándolo con una trama de magia y fantasía, presentándolo como un personaje solitario que entra en contacto con las distintas magias de los cristianos, judíos y musulmanes”. El escritor, autor de Lágrimas de luz, considerada la mejor novela de ciencia ficción española, y que el año pasado publicó un delicioso pastiche en el que se mezclaban Sherlock Holmes y Charlie Chaplin, Elemental, querido Chaplin (Minotauro), reivindica el contenido fantástico que, a su juicio, existe en las grandes obras de la literatura española. “En el Mio Cid hay referencias a adivinación, y a arcángeles y vírgenes, y ya me dirán si no es un elemento fantástico hacer aparecer un león en la España del siglo XII”.

Hombre lobo

De la España medieval, dice, “me atrae lo oscuro, lo inexplorado, y ese estado de guerra contínua entre reyes parientes que desmonta la entelequia de las tres culturas que se llevaban bien; se llevaban bien a veces, sí, pero otras se llevaban a matar”. El autor opina que la meseta castellana “puede dar mucho miedo, y tanto juego como las nieblas de Avalon”. De hecho, en Juglar, el traidor Vellido Dolfos es… un hombre lobo.

Marín subraya que su Juglar no es una novela de fantasía, sino “una novela histórica con elementos fantásticos”. De un tiempo a esta parte, los autores de ciencia ficción española se están pasando a la novela histórica -caso de León Arsenal, Juan Miguel Aguilera o el propio Marín-. “Sí, vamos hacia el mestizaje, a mezclar lo histórico y lo fantástico. La ciencia ficción, en cambio, ha perdido el contacto con el público. Es un género muy difícil para el lector y para el autor. Ahora mismo la batalla con la fantasía está perdida. El fantástico es un campo más abierto, con muchas posibilidades si no te quedas en el campo de los dragones y guerreros”. Marín proyecta ahora nada menos que escribir una novela de género fantástico sobre la transición. “A ver si no es atractiva la idea de que los políticos hayan pactado con el diablo”.

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14 Commentsto Lobos, Licántropos y literatura

  1. admin dice:

    Gracias. Rafael Marin es tambien si mal no recuerdo el traductor que tradujo originalmente el ciclo de Alvin Maker y algunas de Ender.

    Una finisima persona, miembro de LibrosOSC.

  2. Vaelia dice:

    Habrá que hacer campaña para que los licántropos buenos salgan a la luz…

  3. Banned Chipola dice:

    los licantropos buenos estan en la luz pero cuando estadesaparece salen los malos.

  4. Vaelia dice:

    [url=http://www.leelibros.com/biblioteca/index.php?q=capitan_de_lobos_0]http://www.leelibros.com/biblioteca/index….itan_de_lobos_0[/url]

    Alexandre Dumas, el escritor europeo más popular del siglo pasado, nos trae con Capitán de lobos, una de las novelas menos conocidas del autor de Los tres mosqueteros, todo el aroma de los terrores de su infancia, de los días en que recorría ocioso y sobrecogido la inmensidad de los montes y bosques de Villers-Cotterêts -región boscosa al noreste de París de donde era originario- hasta el anochecer, cuando el viento hace gemir las ramas, y los árboles, semejantes a un océano, se agitan, cobran vida, te rodean y te envuelven en una terrible y total oscuridad, como la propia muerte.

    El bosque, en los tiempos en que el lobo era su rey absoluto, es el verdadero protagonista de esta novela, aunque es el joven Thibault, extraño ermitaño y fabricante de zuecos, quien vive en su misterioso territorio una serie de aventuras donde lo fantástico y sobrenatural se mezclan con el humor, el odio con el amor y el crimen con las hazañas heroicas. A pesar de la soledad en que vive el ambicioso Thibault, desfilan por la novela otros personajes relacionados con él, como la bondadosa Agnelette, el fiel y auténtico amor el ermitaño, el cruel señor de Vez, la atormentada condesa de Montgobert, en cuya mansión Thibault sufre experiencias estremecedoras… y los enigmáticos lobos que escoltan al extraño zapatero adondequiera que va.

  5. Vaelia dice:

    El rugido de los leones, el aullido de los lobos, el furor del mar tormentoso, y la espada destructora, son segmentos de la eternidad demasiado grandes para el ojo del hombre. – William Blake, El matrimonio del cielo y el infierno.

  6. Vaelia dice:

    Reseña con abundante spoiler

    Fuente:http://www.terra.org/articulos/art01317.html

    Los lobos no lloran
    Una experiencia en el solitario Ártico

    El libro Los lobos no lloran (Never Cry Wolf, 1963) del novelista canadiense Farley Mowat es la excusa para este film intimista en el cual la que naturaleza del Ártico se convierte en un poema mística donde la vida de una manada de lobo ártico (Canis lupus articus) y el biológo Tyler que la estudia centran el interés del que fue el primer film comercial del director Carroll Ballard en un proyecto apadrinado por la factoría Disney.

    Sin duda, uno no puede saber a veces porque el destino nos la juega. Este es el caso de Tyler un experto biólogo que mandan a una expedición a los desolados parajes del distrito de Keewatin en el Norte de Canadá para investigar las extrañas muertes de renos que se están produciendo en la zona y que se sospecha es por causa de los ataques del lobo. Por tanto, se le envía a observar y a capturar un lobo que demuestre que es culpable. Así que le preparan la expedición y con un montón de cajas lo plantan en los confines de la civilización antes que se pierda definitivamente en las montañas. El problema es que ni todo su equipaje cabe en el avión que debe llevarlo ni lo dejan donde supuestamente debería. Así que la aventura está servida. Perdido en la grandiosidad del Ártico descubrirá que sobrevivir exige razonar y decidir sin la presión del miedo amén de la amistad con los que se cruzan en nuestro camino. Como reconoce Tyler superados los primeros sustos “si me queda algún temor es el propio reconocimiento de mi insignificancia”. El film busca deleitarnos con los grandes planos para que notemos que lo humano todavía queda más minúsculo frente a estos espacios de blancura infinita.

    Pero, la primavera y el verano también darán tregua a la montaña helada y la vida renacerá en los verdes pastos. Tyler, puede entonces empezar a buscar el objeto de su estudio, el lobo ártico. Ni que decir que será el animal quien lo encuentre y con el que deberá definir su propio territorio. Para ello debe tomarse 27 tazas de te para que durante 6 horas para orinar sin parar alrededor de su tienda de campaña o territorio para que el lobo le acepte, cosa que el cánido acepta orinando sobre las suyas recorriendo el perímetro pactado en 2 minutos. De este modo el biólogo empieza a adentrarse en el comportamiento de la pareja de lobos que bautiza como Angeline y George y que poco a poco irán permitiéndole descubrir aspectos de la vida de la especie. Para estar seguro de las hipótesis de sus observaciones, Tyler intentará poner en propia carne algunas de las mismas. Así cuando descubre que el lobo se alimenta todo el día de topillos este empieza también a comer a estos minúsculos roedores para comprobar si es posible sobrevivir a base de los mismos. Esta comida es tan abundante que les calcula una población de casi 10.000 ejemplares por hectárea.

    A mitad del verano y cuando ya han nacido los cachorros de su pareja de lobos le visita el inuit Ostek con su hijo que le ayudarán en sus pesquisas sobre la biología del lobo. Así descubrirá que los lobos no son los responsables de la muerte de los caribús sino una enfermedad que no sería tan letal si hubiera más lobos para diezmar a los ejemplares débiles y apestados. En este momento, y en medio de la tundra, entre renos y lobos, Tyler se lanza desnudo junto a los ellos a la cacería como un poseído. Luego reconoce que a veces hay que “experimentar el asombro y decir gracias a la cara del universo”.

    Pero su estudio del lobo no ha hecho más que abrir el camino para que otros vayan detrás de él ya no por conocer a un príncipe del ártico sino por desposeerle de la piel que en el mercado se cotiza a 350 dólares. Al final, tan excelsos y virginales parajes se apuntan también como potenciales víctimas de la fiebre de la especulación. Rossi, el aviador que lo había llevado al principio de su expedición unos meses atrás ha conocido la avaricia y ha sacado pingüe ventaja de sus conocimientos sobre el Ártico. Su pareja de lobos será la primera en caer aunque los cachorros huérfanos serán rápidamente rescatados por la manada, porque entre los lobos no hay huérfanos. Tyler ha vivido una experiencia única de soledad, de introspección, de aventura y de amistad, una historia donde “no hay malvados ni héroes sino sólo silencios. Al mirar al lobo con ojos de hombre, reconoce, señalé el camino a los que vinieron”.

    Esta película combina la singularidad de un científico que sabe observar con humildad pero a la vez sabe mezclarse en el paisaje que le rodea como uno más y de esta forma cautivar al espectador. El humor está presente de forma sutil pero expresiva para que contraste luego con la blancura omnipresente. Y al final, este biólogo, que protagoniza casi en solitario toda la historia junto con los lobos, se mete en el alma del espectador como el lobo que se apoderó del espíritu del indígena inuit y de la suya propia. En esta vida, sentencia la película, al final lo importante es “vivir para ver el gran amanecer de cada día” como canta una vieja canción inuit.

    En contra de esta pequeña obra maestra de Los lobos no lloran uno sólo se tiene que lamentar que a pesar de estar detrás la poderosa Walt Disney Pictures no la haya editado para su uso doméstico nunca en España. Disney ha publicado en vídeo y DVD verdaderos bodrios de películas para niños en España y uno no entiende como no lo hace con la película de un cineasta de prestigio como es Carroll Ballard conocido por películas como Volando Libre (1996) o Duma (2005). No tiene justificación alguna, pues además, Never Cry Wolf apareció remasterizada en el 2004 para el mercado americano en formato NSTC de DVD y contiene incluso el doblaje en español, aunque no en alta calidad de sonido. Quizás ya es hora que esta película pueda formar parte de nuestras videotecas familiares. En televisión la han programado sólo alguna vez. En 1986 la Editorial Debate hizo una edición (agotada y no reeditada) del libro de Farley Mowat en la que se inspiró la película. En fin, sólo si uno dispone de un DVD reproductor multiregional puede adquirir esta película que, aunque los lustros pasen, sigue siendo un buen ejemplo de cine familiar inteligente, sensible y educativo. En Canadá, el libro de Farley Mowat es de lectura recomendada en las escuelas. Aquí aún sin lobos árticos, el relato contiene suficientes elementos para considerar su valor pedagógico.

    Curiosidades…

    Farley Mowat es un escritor canadiense nacido en Belleville (Ontario, Canadá) en 1921. Su historia personal está marcada por sus viajes, especialmente los realizados en el Ártico durante desde que estudiaba biología en la Universidad de Toronto. Fruto de estas experiencias escribió El pueblo de los renos (People of the Deer 1952) que era una implacable denuncia del maltrato hacia los indígenas inuit por parte del gobierno. A partir de este momento, su vida estará marcada por los viajes a las zonas árticas e incluso Siberia y escribir libros de relatos basados en las mismas y, especialmente, literatura juvenil. En este sentido se le considera un autor heterodoxo pues sus obras son una mezcla de vivencias, de realidad y de ficción. Sin embargo, como el mismo reconoce, a veces es difícil distinguir entre la “realidad” y la “verdad” que es una característica concurrente en sus obras. Su objetivo al escribir, tal como reconoce, es educar y contribuir a una sociedad mejor sin perder el buen humor que es precisamente lo que caracteriza su obra. Tiene un estilo de narración claro y sincero que le ha valido el reconocido prestigio de ser uno de los escritores canadienses más leídos en su patria, aunque sus obras también han sido editadas en más de 40 países y 20 lenguas. Durante la administración Reagan se le prohibió viajar a los EUA por sus agudas críticas, su antiautoritarismo y su conciencia medioambiental. Sin embargo, en Canadá se le considera un héroe y le han distinguido su contribución con numerosos premios y reconocimientos oficiales. Su novela Los lobos no lloran publicada en 1963 sirvió a Ballard para convertirla en esta película.

  7. Vaelia dice:

    [url=http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=478901]http://www.elperiodicodearagon.com/noticia…asp?pkid=478901[/url]

    En la piel del lobo

    21/02/2009

    Estos árboles de mi hogar el hombre los considera barreras; la nieve la ve como un estorbo, el frío glacial y el viento cortante le parecen enemigos, pero yo amo esas cosas porque son las que me hacen fuerte: no me echan atrás, sino que siempre me han empujado adelante, lejos del recuerdo del hombre. Un lobo solitario que reflexiona sobre la propia condición y sobre la condición humana: El hombre perdido y ciego y viendo por todas partes formas fugaces entre los árboles, piensa el lobo.

    El lector puede conocer de primera mano la persecución de una presa en la noche helada; un ataque a un rebaño de ovejas: estoy sacando al animal o una parte de él por la cerca atravesando su carne con todos mis dientes. Y a cada tirón noto que algo se desgarra, quizá la madera de la cerca o quizá la pata del lomo del animal: un maravilloso desgarrón que se vuelve más fácil y grande a cada tirón. El uso continuado del tiempo presente crea una mayor proximidad a este depredador que vive del instante, al que le pesa el hambre y mide sus fuerzas; que triunfa o fracasa y aprende siempre.

    La naturaleza, desde este lobo está llena de poesía. Le acompañamos en la persecución de una liebre, llena de descripciones y reflexiones: sus saltos arqueados y sus raudos giros repentinos…, que, una vez atrapada y al acercar las mandíbulas, veo el ojillo negro que me mira aterrorizado y consciente, reemplazada toda la energía de la veloz huida por un consentimiento débil y aborrecido mientras la mansedumbre se congrega donde antes hubo rebeldía. Fiereza instintiva, pero también piedad.

    El propio lobo redime su fiereza por su desvalimiento y sus heridas. Y por el hambre sentida desde lo más hondo: ...Noto palpitaciones de rabia que me recorren las mandíbulas y su sentimiento de vergüenza ante el miedo al hombre que le hace huir de la granja sin llevarse la presa. El hecho de estar escrito en primera persona da un dramatismo a todo lo que sucede que es como un diario escrito a la intemperie.

    La astucia del zorro, la rabia de la raposa que defiende a su retoño, el cazar al vuelo pequeños susurros en la oscuridad total que son interpretados certeramente como movimientos, captar en la mirada del otro lo que tiene en la cabeza, (los animales se comunican mirándose a los ojos y observando las imágenes que proyecta el otro, así evita los diálogos). Y también el venteo de matices, la inclemencia del suelo, la respiración y los latidos propios como única compañía; sobrevivir a un escopetazo.

    Aparece también la extraña pero cierta espiritualidad del lobo, su interpretación de la vida y de la muerte necesarias, la completa identificación con la naturaleza, pero también su sufrimiento por pertenecer a ella. Es una lección para nosotros, los humanos, que no sabemos interpretarla ni leerla y la destrozamos por ignorancia y desapego. Pero nuestro lobo termina complicándose la vida al soñar en un cisne y emprender una aventura fatigosa y alambicada. Como el hombre.

    R. M.

    rmiranda@aragon.elperiodico.com

  8. Vaelia dice:

    [url=http://santosochoabarcelona.blogspot.com/2009/01/el-lobo-de-joseph-smith.html]http://santosochoabarcelona.blogspot.com/2…seph-smith.html[/url]

    “El lobo” de Joseph Smith

    Joseph Smith (Londres, 1980) con su primera novela, El Lobo, fue la sensación del pasado salón de Francfort. Su libro se convirtió el la presa más valorada en el salón.

    En algo más de 120 páginas, Joseph, que para más INRI, estudió filosofía, se pone en la piel de un lobo, el protagonista del relato, y se pregunta, al igual que pudiera hacerlo cualquier humano: ¿qué soy? Y ¿porqué soy así?.

    El dilema está expuesto.

    Smith no quiere que se vea su obra como una fábula sobre los hábitos predatorios que corren hoy día, aunque en las hojas promocionales del mismo, se esté vendiendo así: “Una hermosa fábula moral sobre los tiempos que corren.”

    Su única intención, como explicó en una entrevista al Periódico de Catalunya del pasado sábado, es entretener al lector.

    Y de veras lo consigue.

    Es posible que una nueva hornada de escritores británicos tengan a Smith como bandera, pero aún es pronto para asegurar algo así. Y más, cuando sus “Maestros” aún siguen editando buenos libros.

    Aunque el libro pudiera parecer ciencia ficción, más si tenemos en cuenta que estamos leyendo los pensamientos de un lobo, Smith sale ileso de dicho combate. Se pone en la piel del lobo y si éste pudiera pensar, seguro que lo haría como lo explica Smith.

    Excelente ejercicio literario, directo y con mucho sentimiento, aún sabiendo que un lobo, por defecto es un depredador nato, perfecto para un corto viaje en avión o tren.

    Esperemos que no se ponga de moda meterse en la piel de un animal y que el mercado editorial no se llene de pequeños libros explicándonos lo que piensan: una ballena, un delfín, una gato montés, una serpiente o un escarabajo pelotero, aunque retomando la misma entrevista anteriormente citada, debo afirmar que Smith tiene pensado otro libro del mismo tipo, esta vez con un toro.

    SALVA G.

  9. Vaelia dice:

    [url=http://www.revistafusion.com/20090313789/Libros/Libros/el-filosofo-y-el-lobo.htm]http://www.revistafusion.com/20090313789/L…o-y-el-lobo.htm[/url]

    Autor: Fusión
    13/03/09

    Cuando Mark Rowlands era un joven profesor de filosofía, vivió más de diez años en compañía de un lobo. La observación del animal y la relación que mantuvo con él cambió su visión de sí mismo y del mundo que le rodeaba.

    Rowlands asegura que en algún lugar recóndito de nuestra alma pervive el recuerdo del lobo que alguna vez fuimos. Y el filósofo quiere ayudar a que esto aflore en sus lectores, mostrando lo que él mismo aprendió del lobo Brenin con el que compartió su vida. Con él descubrió una nueva forma de entender la amistad, la felicidad y la justicia, y comprendió cómo ser mejor persona basándose en el amor y la infinita ternura. En las páginas de este libro -que es una historia real- se mezclan las enseñanzas de los filósofos con las del lobo, dando a entender que tanto humanos como lobos somos hermanos y nos queda mucho que aprender de ellos.
    Las reflexiones son sencillas, a la vez que profundas, como se aprecia en los pensamientos de Rowlands: “Lo más importante en tu vida es la persona que eres cuando tu suerte se acaba”, “La esperanza es el vendedor de coches de ocasión de la existencia humana: tan amable, tan verosímil. Pero no se puede confiar en él”, o “Nuestros mejores momentos son aquellos en los que somos mejores, y a menudo hace falta algo terrible para que seamos así”.

  10. Vaelia dice:

    Fuente: [url=http://www.elpais.com/articulo/cultura/viene/lobo/elpepicul/20090428elpepicul_4/Tes]http://www.elpais.com/articulo/cultura/vie…elpepicul_4/Tes[/url]

    ¡Que viene el lobo!
    FERNANDO SAVATER 28/04/2009

    Lo siento por Caperucita, pero la literatura se enriquece en cuanto hay lobos por medio. El lobo es un enemigo y sin embargo también un compañero desde hace milenios, envidiado y temido por los humanos como se envidia y se teme la feroz libertad. En mi hoja de ruta como lector abundan los lobos, siempre bien recibidos: desde la jauría de Akela que crió a Mowgli, pasando por los de Jack London (Colmillo blanco, La llamada de lo salvaje) hasta Kazan, su hijo Bari y los cazadores de lobos del hoy olvidado -no por mí, quede claro- James Oliver Curwood. En las novelas de London y Oliver Curwood los protagonistas suelen ser perros semilobunos, una especie de eslabón perdido entre los ancestros plenamente fieros de la horda primigenia y el resignado y algo histérico bicho que parece convencido de ser el mejor amigo del hombre, puaf.

    Vuelven ahora los lobos a las librerías. Por ejemplo en la ópera prima de Joseph Smith, titulada sencillamente El lobo (Mondadori), que tiene el indudable encanto de no incluir personajes humanos en su reparto. Como contrapartida, sin embargo, presenta a un lobo demasiado razonante y existencialista, que admira los bellos paisajes nevados, es capaz de rasgos compasivos y se angustia tratando de penetrar en las mentes complejas de sus adversarios naturales. El relato no carece de fuerza, aunque a veces corra el riesgo de la alegoría antropomórfica: es difícil no problematizar humanamente los enredos de las vidas no humanas.

    Claro que para eso es mejor recurrir como Edmond Hamilton en El valle de la creación (Alianza) a un expediente decisivo: el humano atrapado mágicamente en el interior de un cuerpo de lobo. La novela es un clásico de la ciencia-ficción de los sesenta, con reinos perdidos en zonas inexploradas de Asia cuyo dominio se disputan animales y hombres bajo el influjo transformador de fuerzas extraterrestres. También transcurre en Asia, aunque no en la fantástica sino en la real Mongolia de la China actual, la extensa narración de Jian Rong titulada Tótem lobo (Alfaguara). Ha sido un best seller en su país y cuenta el choque entre los habitantes nómadas de esas praderas heladas y el voluntarismo ideológico de los hijos de la revolución cultural maoísta. Con pinceladas de reflexión ecológica y crítica política, es en sus mejores momentos un gran relato de aventuras y de la solidaridad humana resistiendo a la sordidez no menos humana que en ellas se dan cita. La traducción se ha hecho de la versión en inglés y es muy legible, salvo la reiterada confusión de “esquilar” por “desollar”, que no es lo mismo ni en inglés ni supongo que en chino.

    Quizá por deformación profesional la obra del género que más me ha interesado es El filósofo y el lobo, de Mark Rowlands (Seix Barral). No es ficción, sino el relato real de la amistad durante 10 años entre el autor y su lobo Brenin. A partir de esa casi amorosa convivencia, el profesor de filosofía cuenta lo que aprendió de su compañero no humano y reflexiona con sagacidad y erudición -a veces mezcladas con cierta ingenuidad antihumanista nunca repelente- sobre los más perdurables enigmas de la vida que compartimos con los animales y otros semejantes. Es un libro sugestivo y hasta emocionante que puede servir a los menos maleados por condicionamientos académicos como introducción original a la problemática filosófica. Si aprenden algo válido así, que le den las gracias a nuestro hermano el lobo…

  11. Vaelia dice:

    Fuente: [url=http://blogs.periodistadigital.com/cronicasbarbaras.php/2009/05/14/amigo-lobo]http://blogs.periodistadigital.com/cronica…5/14/amigo-lobo[/url]

    Félix Rodríguez de la Fuente logró que millones de españoles se sintieran atraídos por los lobos, pero tras su muerte en 1980, y aunque siga vivo en televisión, la pasión por los animales que lo hicieron jefe de manada va extinguiéndose lentamente.
    Fernando Savater, el filósofo español contemporáneo más influyente en el mundo y lector febril de libros con lobos dentro, acaba de publicar un artículo sobre novelas y cuentos alrededor del animal que, domesticado, es nuestro perro. (…)

    Savater recuerda a Caperucita, pero no habla de la madre adoptiva de Rómulo y Remo ni de ningún autor español, lo que indica que se ha perdido “El círculo del lobo” (Almuzara), primera novela del cordobés Antonio Calzado que funde mitología, leyenda con la vanguardia científica de la manipulación genética con fines político-ideológicos.

    Calzado posee el secreto de los hombres-lobo, razón por la que quizás situó su historia, estudiando el territorio y las costumbres a través de internet, porque nunca estuvo allí, en la Galicia donde actuaba Romasanta, hombre-lobo español del siglo XIX.
    La gente creía que este chamarilero comía doncellas, y sobre su existencia real escribió una apasionante reconstrucción novelada (Áncora y Delfín) Alfredo Conde, descendiente del médico que trató al licántropo.

  12. Vaelia dice:

    Fuente: [url=http://www.gentedigital.es/cultura/noticia/63316/lobo-gris-una-historia-magica-sobre-lobos-alta-politica-y-espionaje/]http://www.gentedigital.es/cultura/noticia…ca-y-espionaje/[/url]

    Una novela de James Nava, ‘Lobo gris’, una historia mágica sobre lobos, alta política y espionaje.

    02/6/2009 – 11:05

    Un canto a los lobos y la naturaleza salvaje de las Montañas Rocosas, con raíces en las leyendas indias nativas americanas. Una historia de amor apasionado y alto voltaje erótico en medio del enfrentamiento entre rancheros y ecologistas. Unos documentos vitales que desvelan un secreto de la CIA.
    Un hombre en busca de justicia. Una mujer en busca del amor y el conocimiento de los lobos. Una maravillosa historia de amor a la naturaleza y de lealtad a los ideales en circunstancias adversas.

    Jason Rovin se refugia en el hogar de su infancia, un rancho en Montana, alejándose de Langley y su vida en la CIA durante los últimos diez años, tras huir con un maletín lleno de documentos clasificados como alto secreto. Mientras se dirige a Wild Creek, conoce accidentalmente a Catherine Rush, una bióloga que estudia a los lobos de la zona. Los dos inician una buena amistad y colaboran para averiguar el extraño comportamiento de éstos.
    Entretanto, empiezan a aparecer misteriosas amenazas de muerte contra la bióloga y el sheriff de la localidad. Jason y Catherine descubren, durante una de sus incursiones en las montañas, la presencia de un campamento de milicias paramilitares, liderado por un terrorista neonazi internacional. Al tiempo que la presencia de una creciente manada de lobos alarma a todos los rancheros de la zona, los siniestros planes de un banquero local, apuntan hacia una compleja e inquietante trama que llevará las vidas de todos al límite y pondrá a Wild Creek como foco de atención de toda la prensa. Los documentos secretos que guarda Jason Rovin, se convertirán en claves para la intervención de la CIA y el FBI en el asunto.

    Con un argumento que combina acción, aventuras, intriga, y sentimientos de una forma amena y electrizante, diálogos llenos de humor y una narración absorbente, Lobo Gris refleja valores como la amistad, la lealtad, el valor, la libertad, y el amor, a través de unos personajes que ponen de manifiesto lo maravilloso y lo miserable que encierran los seres humanos, y nos transporta a un mundo casi perdido en las montañas Rocosas de Montana. Una historia mágica sobre lobos, alta política y espionaje, que se mezclan en una novela emocionante de la primera a la última página, con capítulos perfectamente conseguidos que arrancarán emociones encontradas.

    El autor nos conduce al mundo de los ranchos en el Oeste americano, con un misterio de fondo que va in crescendo, y la presencia inquietante de unas milicias paramilitares. Todo un homenaje al mundo del Western americano y sus valores tradicionales, así como un testimonio realista de los entresijos de los Servicios de Inteligencia y el alcance de sus operaciones clandestinas.

    Una historia muy visual, en la que podremos descubrir tanto las viejas leyendas indias como la vida interior de un agente de la CIA. Una novela bien escrita, con un ritmo que acelera a medida que pasan las páginas y los personajes se van asomando, con una atmósfera bien recreada, donde transcurre la acción, y con guiños evidentes a la música country.

    Novela muy recomendable para los aficionados al thriller político, de espionaje, las historias románticas, y las aventuras ecológicas.

    Más información en: http://www.jamesnava.com.

  13. Vaelia dice:

    [url=http://www.letras.s5.com/th181107.html]http://www.letras.s5.com/th181107.html[/url]

    Poesía de Thomas Harris, “Lobo y hombre”

    Por un burgo posmedieval, en la era del preludio a la nada, un lobo se oculta en la multitud escapando de los cazadores del Deseo y sus balas de plata. Fue bautizado por un sacerdote negro, aprendió a leer y ahora anda en busca de carne fresca. Es Lobo, el protagonista que da título al último libro del poeta Thomas Harris: un viaje iniciático -y regado de sangre- de un lobo por el mundo de los humanos y los pliegues de su moral. La partida y el regreso a “la boca del lobo”.

    Como en Cipango (1992), Los 7 Náufragos (1995) y Tridente (2006), por nombrar algunos títulos, Harris se enfrenta en Lobo a la poesía desde un ángulo inequívocamente narrativo. Plagado, claro, de alegorías, metáforas y artilugios lingüísticos que sitúan al lector en un terreno ligeramente inestable y apocalíptico.

    Lobo, un hermano apócrifo de Rómulo y Remo, transita por una zona sin tiempo, casi de ciencia ficción, y se somete a las tribulaciones humanas: la reflexión, la religión y la ética. Pero va y vuelve: es un animal salvaje, un cazador estepario que no puede -ni quiere- detener su impulso asesino.

    En el epílogo, Harris dice haber “intentado una lícantropía al revés, donde la humanidad bestializa a la bestia haciéndola bestia de sí misma, de su propia naturaleza mancillada por una Fe de otra especie”. Pero es una explicación innecesaria. Harris es transparente: Lobo, un relato en clave gótica, cristaliza una vieja labor de la sociedad judeo-crístiana: controlar las pulsiones destructivas y salvajes.