junio, 2009

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Cuando ya no tienen donde mas publicitarse

[url=http://rinconcafe.mforos.com/859088/7569053-templo-tolteka-de-la-serpiente-emplumada/]http://rinconcafe.mforos.com/859088/756905…ente-emplumada/[/url]

aeropuerto espacial

  1. [url=http://www.20minutos.es/noticia/475161/0/aeropuerto/espacial/nuevomexico/]http://www.20minutos.es/noticia/475161/0/a…al/nuevomexico/[/url]

20MINUTOS.ES. 21.06.2009 – 19.21 h El pasado 19 de junio comenzó en mitad de un páramo de Nuevo México, EE UU, [url=http://www.bbc.co.uk/mundo/ciencia_tecnologia/2009/06/090621_0715_puerto_espacial_wbm.shtml]la construcción de lo que será el primer aeropuerto espacial del mundo[/url], informa la cadena de noticias británica BCC.

El megaproyecto, que lleva por nombre [url=http://www.spaceportamerica.com/]Spaceport America[/url], costará 200 millones de dólares y estará terminado, en principio, a finales de 2010. El diseño futurista de las instalaciones ([url=http://www.fosterandpartners.com/Projects/1613/Default.aspx]creación del estudio de arquitectura de Norman Foster[/url]) comprende una terminal de viajeros y un hangar (lo suficientemente grande para dar cabida a siete aeronaves). Todos estos elementos servirán a la compañía [url=http://www.virgingalactic.com/]Virgin Galactic[/url] para promocionar antes de 2011 sus viajes privados al espacio.

Héroe de Sonora

Héroe de Sonora recibe premio doble
HERMOSILLO, Son.— El valor de servir a los demás piensa inculcar a su hijo, más que otra cosa en la vida, Francisco López Villaescusa, el héroe que evitó que la tragedia en la guardería ABC subrogada al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de esta capital, fuera mayor.
Con su camioneta Silverado abrió unos boquetes en las paredes de la guardería ABC, sin importarle arriesgar su físico, mucho menos la carrocería de la unidad y hasta perder el vehículo. Su intervención fue fundamental, pues de lo contrario, las víctimas mortales hubieran sido más de las 46 que hasta hoy se contabilizan.
(…)
Pero Fran ya no quiere hablar de aquella tarde, dice que todo está dicho, y mejor platica de su pequeño Ángel (Francisco), nombre que —admite— se lo impuso la gente en reconocimiento a la salvadora intervención de su heroico padre.

Ángel Francisco apenas nació el pasado miércoles 10 de junio y su padre ya piensa en la formación y educación que le dará.

“Lo más importante son los valores”

“Lo más importante son los valores, que crezca con los valores, como la familia y el servir a los demás, que sea responsable y honesto, es lo principal, es lo que quiero para mi hijo”, comenta el orgullo de papá mientras carga al pequeño en sus brazos y lo abraza y lo besa.

“Resultó ‘nochero’, no nos deja dormir por la noche, porque se la lleva despierto, trae todavía el reloj volteado”, es la descripción breve de Francisco con respecto al comportamiento del bebé.

Recuerda que él tuvo una educación excepcional en casa, que le ayudó a ser un hombre honesto y que valora la vida.

“Mis padres fueron estrictos, pero a la vez muy cariñosos, pienso que esa es la clave para que los hijos crezcan sin el peligro que hay hoy en día en las calles”, comenta este héroe.

López Villaescusa es el mayor de tres hermanos y tiene en Martha Elena Flores a su esposa. Se autocalifica como un hombre serio y reservado, que no le gusta mucho hablar. (…)
nota completa en:
[url=http://www.eluniversal.com.mx/estados/72225.html]http://www.eluniversal.com.mx/estados/72225.html[/url]

Food Inc.

Fuente: [url=http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/20/cronicasdesdeeeuu/1245456568.html]http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/20/c…1245456568.html[/url]

¡Terror en el supermercado!
CARLOS FRESNEDA desde NUEVA YORK

20 de junio de 2009.- ‘Arrástrame al infierno’ aspiraba a convertirse en la película más terrorífica de la temporada en las carteleras norteamericanas. Pero en esto llegó un documental independiente, con una trama indigesta y un título más bien insípido: ‘Food Inc.’.

“Lo único que pretendía era mostrar a la gente de dónde vienen los alimentos”, confiesa el director, Robert Kenner. “Yo no aspiraba a convertirme en Michael Moore, pero las grandes compañías me negaron una y otra vez el acceso a sus instalaciones, y allá donde iba me topaba con el silencio y con el miedo”.

Con la ayuda de cámaras ocultas, ‘Food Inc.’ entra en los intestinos de los mataderos, y en las jaulas donde viven y mueren a oscuras decenas de miles de pollos, y en la fábricas de procesamiento en las que se consigue el milagro: la carne triturada de 1.000 vacas, contribuyendo generosamente a la hamburguesa que costará menos de un dólar o un euro.

“Es trágico ver cómo la dieta americana se ha convertido en la dieta del mundo”, nos confesaba recientemente Michael Pollan, autor de ‘El detective en el supermercado’ y locuaz protagonista de ‘Food Inc.’.

Su voz nos acompaña durante esta inmersión profunda a los secretos mejor guardados de la industria de la alimentación, cuyo desdén por el consumidor es tan sólo comparable con el que exhibía hace una década la industria del tabaco.

“Lo que nos venden como alimentos no son más que productos ultraprocesados con apariencia comestible”, insiste Pollan, que nos adivierte contra la presencia insidiosa del sirope de maíz (el producto ‘mágico’ que todo lo endulza) y nos recomienda que no probemos lo que no seamos capaces de descifrar. “Comed alimentos reales, no demasiados, preferiblemente plantas”, es su lema infalible.

Eric Schlosser, autor de ‘Fast Food Nation’, nos recuerda cómo la comida rápida ha marcado el tren hacia el que avanzan los gigantes de la alimentación industrial, con las lamentables consecuencias para la salud (obesidad, diabetes) y para el medio ambiente (monocultivos, deforestación, alimentos modificados genéticamente, emisiones de metano). Los poderes políticos, entre tanto, prefieren mirar hacia otro lado y se convierten periódicamente en cómplices del pánico alimenticio, como el que circula estos días por cuenta de la masa contaminada con la bacteria e coli.

“!Nunca mirarás a la cena de la misma manera!”, advierte con razón el cartel de ‘Food Inc.’, rebautizada por los críticos como ‘¡Terror en el supermercado!’. La película aspira a convertirse en el aliño necesario de ‘Una verdad incómoda’, donde por cierto no se le hincaba el diente a la todopoderosa industria de la alimentación. Como sabroso antídoto, veremos en escena al agricultor ecológico Joel Salatin, y saborearemos de cerca alguno de los 5.000 mercados de granjeros en Estados Unidos, y viviremos desde dentro la revolución del Slow Food, de la comida local y de la agricultura urbana…

Pero el postre lo dejamos para otro día, cuando nos hayamos recuperado del susto y de los retortijones. ¡Que aproveche!

Perros asilvestrados

[url=http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009061900_54_770760__Centro-Cerco-canes-salvajes-Nava]http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pR…s-salvajes-Nava[/url]

Nava, Mariola MENÉNDEZ

El centro canino El Xelán, con el que el Ayuntamiento de Nava tiene contratada la recogida de perros abandonados, apresó ayer a un último animal a quien se le achacan los recientes ataques a ganado ovino y caprino en la zona de La Cueva. Al parecer, esta perra, un cruce de pastor alemán, estaba deambulando en las inmediaciones del Cabañón, según señala Ignacio Antuña, gerente del centro canino. El día anterior, el miércoles por la tarde, colocaron comida como señuelo para que ingiriera tranquilizantes y así poder capturarla al día siguiente con una correa.

Antuña señala que llevaban semanas intentando apresar al animal, desde que recogieran a otros dos canes, en las cercanías de Ceceda y El Cabañón, y con quienes parece que cometía las tropelías contra el ganado. Son machos mestizos y para uno de ellos tuvieron que utilizar tranquilizantes y el otro fue apresado después de encerrarlo en una cuadra, afirma Ignacio Antuña. Ninguno de ellos disponía de microchip de identificación. Cree que la perra puede estar preñada, hecho que confirmarán una vez que se encuentre en las instalaciones del centro canino, donde se le realiza una ficha de entrada. A partir del octavo día de su custodia el animal pasa a integrase en el programa de adopción. El año pasado gestionaron 300.

Ignacio Antuña manifiesta que los casos de recogida de perros asilvestrados «son mínimos» al darse más habitualmente los de dueños que entregan a sus animales o los de abandonos. Este adiestrador profesional (campeón de España) explica que «los ayuntamientos, por ley, tienen que disponer el servicio de recogida de animales vagabundos y si no tienen perrera municipal lo hacen a través de una empresa privada o de una protectora».

Los perros vagabundos, como los que realizaron los recientes ataques en la zona de La Cueva, son animales abandonados o extraviados, apunta Antuña. «Suelen tener un comportamiento tímido, esquivo y les sale el instinto de la evitación. Son desconfiados, introvertidos y huyen de los humanos», indica. Este profesional canino matiza que los perros asilvestrados son aquellos que «nunca han estado en contacto con humanos». Es decir, serían los cachorros de los canes vagabundos, que «aprenden el comportamiento de la madre», quien les enseñará a buscar comida en vertederos o cazando ovejas, gallinas y otro ganado. «Si no se les captura, sí es un problema», afirma. Antuña agrega que los perros abandonados «al no tener el instinto arraigado, como el lobo, matan por matar, por ver a la presa en movimiento. Ése puede ser un comportamiento genético y no se puede modificar, sólo controlar».

El centro canino El Xelán, además del servicio de recogida de animales sin dueño a ayuntamientos (en la Comarca de la Sidra, a Nava y Villaviciosa), imparte clases de adiestramiento y dispone de residencia. Los 20 años de trayectoria profesional de Ignacio Antuña le sirven para interpretar la comunicación gestual de los canes. Apunta que los animales «aprenden por estímulos positivos y negativos. Hay que educarlos».

El Lobo en la cultura popular giennense

[url=http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=766]http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=766[/url]

REVISTA DE FOLKLORE, Caja España, Fundación Joaquín Díaz
Año: 1989 – Tomo: 09b – Revista número: 104 Páginas en la revista: 39-45

EL LOBO EN LA CULTURA POPULAR GIENNENSE
AMEZCUA, Manuel

Una de las relaciones atávicas desaparecida hace años del panorama antropológico giennense se refiere a la presencia del lobo y su influencia en la cultura popular en una época en que este animal, al menos en las zonas más rurales, era considerado como la encarnación misma del mal. Aún viven ancianos pastores que cuentan historias de sus encuentros con la fiera, pero lo cierto es que el lobo, como animal mitológico que es, únicamente pervive como un motivo literario que en forma de romances y cuentos sirve para alimentar la fantasía de los niños.

El tiempo que me he movido entre los numerosos testimonios de su presencia en las sierras de Jaén, de sus costumbres y el proceso de su desaparición, así como el acercamiento al mundo que envuelve a la relación entre el hombre y el lobo, ha constituido una de esas apasionantes aventuras que alguna vez se vive en nuestro empeño de la investigación etnográfica, y es que por momentos he tenido la sensación de haber topado con una cultura milenaria en la que los datos históricos no son más que secuelas de una relación más profunda, que cae dentro del complejo mundo de la alegoría (1).

LAS RESERVAS NATURALES DEL LOBO EN JAEN

No abundan las fuentes a las que recurrir para conocer nuestra riqueza ecológica desde una perspectiva histórica; sin embargo, en lo que a fauna se refiere, quizá sean las «Relaciones Topográficas» de Felipe II las que con más detalle identifiquen las especies más abundantes en nuestras montallas allá por el siglo XVI. El manuscrito escurialense, en lo que a la provincia de Jaén se refiere, sólo conserva las informaciones de los pueblos pertenecientes a las comarcas de Sierra de Segura y Sierra Mágina, y entre los que declaran la existencia de lobos en su término se cuentan: Albánchez, Beas, Benatae, Chiclana, Hornos, Orcera, La Puerta, Segura, Siles y Sorihuela, existiendo además otras muchas especies hoy desaparecidas o en vías de serio, como venados, ciervos, corzos, gatos cervales, quebrantahuesos, gavilanes, halcones baharies, ánades, azores, osos, nutrias y un largo etcétera (2).

Sin embargo, la auténtica reserva del lobo en nuestra provincia se encontraba en Sierra Morena, desde donde se trasladaba siguiendo a los rebaños en sus migraciones invernales, consiguiendo adentrarse en el mismo corazón de la Sierra de Segura. Allí se refugiaba en rincones tan sombríos como «las Malezas» o «las Tablas», desde donde no salía más que para rondar las tiendas de los pastores o algún cortijo apartado.

LA CAZA Y OTRAS ARTES DE EXTERMINIO

Si hay algo que ha determinado en buena parte la existencia del lobo, ha sido la manía persecutoria por parte del hombre, que no ha podido superar ni el propio instinto de conservación del animal. ¿Qué daños causó el lobo que justificasen su total erradicación? Antiguos documentos del Cabildo de Andújar nos hablan de estragos en el ganado en un tiempo en que la ganadería era principal fuente económica (3), pero cuando uno habla con los pastores se percibe un extraño sentimiento de competencia hacia una fuerza oculta.

Y es que el lobo no siempre mata por necesidad, según dicen. Cuando entra en la majada degüella a las ovejas y se bebe su sangre, y contra este instinto feroz nada pueden hacer los perros ni los pastores. Ataca sobre todo de noche, en manada, haciendo alarde de su astucia cuando acomete contra reses más grandes, como toros o vacas. En este sentido hay quienes sostienen que bajo la piel del lobo se encuentra el mismo diablo (4).

Con tales argumentos se entiende que la caza del lobo haya sido algo implícito a su propia existencia. Ya en el siglo XVI, las «Ordenanzas del Común de la villa de Segura y su tierra» dedican un capítulo a «los que tomaren lobos» en su término, designando las cantidades que habían de pagar los concejos según se tratara de un lobo mayor, un lobezno o una camada entera, con la sola condición de presentarlos en el concejo con la oreja derecha cortada (5).

Dos siglos antes, en la Sierra Sur se recompensaba a las personas que mataran lobos, como es el caso de Fernand Martínez del Palomar y Alonso Martín de Córdoba, que recibieron del Concejo de Alcalá la Real diez mrs por uno que mataron en su término (6).

Los lobos de Sierra Mágina también sufrían continuos acosos por este tiempo. Así el concejo de Huelma se quejaba del mucho daño que cometían en el ganado, y en 1578. basándose en cierta pragmática de Su Majestad sobre asignación de un salario a las personas que matasen lobos, pregonaba públicamente que cualquier persona que viniere a matar lobos a su término y dehesa recibiría la cantidad de 22 rs. por cada cabeza de lobo o camada de ellos que presentara muertos. Expertos vecinos de Huelma y de pueblos comarcanos como Cambil, Campillo de Arenas, Jódar, Montejícar, Bélmez y Albánchez, además de otros de Linares, comenzaron una incesante cacería que en aquel quinquenio saldaron una cuenta de ocho camadas, dos lobas y tres lobos procedentes del término de Huelma, de lugares como la dehesa de Alequillas o el río de Polera (7).

Pocos años más tarde, ya en el siglo XVII, se toman medidas similares contra los lobos de Sierra Morena, llegando incluso a realizarse una lista de los cazadores de Andújar para exigirles a cada uno de ellos que presenten un lobo en cada año natural, so pena de tres ducados de multa, que se darían a otra persona capaz de hacerlo. Finalizado el siglo, Cabildo agradecerá la buena disposición de los ganaderos de esta ciudad por ofrecerse a hacer un arca por su cuenta para pagar a los cazadores que matasen lobos, y en 1720 los tratantes de ganado exigirán el importe de algunas recaudaciones destinadas a perseguirlos y matarlos (8).

También la villa de Linares de comienzos del seiscientos gratificará con dos ducados a quienes presentaren lobos matados dentro de su término; así ocurrió en 1610 cuando se presentan en el Cabildo cuatro vecinos de las tierras de Segura que llevaban diez lobos procedentes de los confines y rayas de esta villa, por lo que recibieron su recompensa además de las gratificaciones de los ganaderos (9).

De acuerdo con las costumbres biológicas del lobo, la caza de ejemplares sueltos se verificará fundamentalmente en los meses de invierno, desde diciembre hasta abril, las camadas se obtendrán nada más iniciado el verano, de mayo a julio. En las últimas décadas del siglo XVIII se reciben en los Ayuntamientos reales cédulas en las que se previene el exterminio de los lobos y demás animales considerados dañinos. En su consecuencia, ciudades y villas organizan cacerías a nivel de comarca, con un despliegue de recursos que difícilmente justifican los resultados obtenidos.

Atendiendo a alguna de estas Reales Cédulas, el Cabildo de Noalejo libraba en el mes de mayo de 1778 la cantidad de 365 rs «que se gastaron en el aleo de lobos practicado en el referido año por mano de dho Rexidor como su comisario» (10) .Diez años más tarde, por la expedida en 27 de enero de 1788, la ciudad de Ubeda organiza con la colaboración de los pueblos de su partido una gran batida que tuvo lugar el día 29 de octubre, por ser la época más propicia para tales monterías, llevándose acabo en los torcales de la Sierra de las Cabras y Pinar Negro, distantes cinco leguas de la ciudad. Participaron ciento veinte hombres, ochenta como tiradores y los cuarenta como ojeadores, además de cincuenta perros que unidos a los gastos de repostería y aderezos de caza, montó la cuenta en más de mil reales, que fueron sacados del arca de propios de la ciudad. El resultado no fue tan opulento: dos días de penalidades para acabar con tres o cuatro lobos y con algunos accidentes propios de tal montaje, de lo cual se lamentó el propio corregidor de Ubeda, solicitando en balde el cese de tales monterías (11).

EL OFICIO DE MATAR LOBOS

Pero si los efectos depredadores de las grandes batidas dejaban mucho que desear, no fue así con las acciones de ciertos particulares que hicieron de la caza del lobo un singular oficio, «los loberos». Ellos tenían un especial instinto para descubrir las camadas de los lobos y, desafiando los rigores del invierno, no les importaba andar grandes distancias entre montañas con tal de lograr su objetivo.

A veces pasaban varios días esperando el parto de la loba, y al menor descuido le sustraían los lobeznos que criaban en su casa y después exponían en el interior de unos cajones a modo de jaulas en los pueblos de la sierra durante toda la primavera y el estío. Todo ganadero que se preciara no pasaba sin dejar una limosna a quienes tanto contribuían a preservar la integridad de sus ganaderías, con lo cual el negocio se mantenía hasta encontrar nueva camada al siguiente invierno. Mañas tales contribuyeron a la definitiva desaparición de la especie en nuestras montañas hace treinta o treinta y cinco años, según testimonios de quienes aún dicen que si no hay lobos es porque ellos se fueron.

LA DANZA DEL LOBO Y EL PASTOR

La relación entre el lobo y el pastor era otra cosa, teniendo en cuenta que éste raramente ha ejercido de cazador. Los testimonios de pastores octogenarios relatan curiosas escenas de esta rara sincronía.

El pastor puede ser consciente de la presencia cercana del lobo sin necesidad de descubrirlo o percibir su humo. Si así ocurre, un pelo frío recorrerá su cuerpo y hará que le baile la gorra encima de la cabeza, ya sabe que el lobo anda cerca.

Si está en la tienda o la majada, encenderá una buena lumbre, con abundante leña, rodeando el corral con bardas o red de guita; la oportuna tirada de unos tizones incandescentes originará un círculo de fuego que hará imposible la penetración del lobo. Si, en cambio, va solo y la fiera le sale al encuentro, aflojará inmediatamente su faja y la dejará que arrastre por el suelo mientras camina; el lobo se pegará a su extremo y le seguirá sin atacarle hasta que alcance lugar poblado, en cuyo caso huirá. Si no lleva faja podrá mantenerlo a distancia usando el mechero de pedernal, chisqueándole continuamente a la cara.

González-Ripoll narra la historia de cierto aserrador de la Sierra de Cazorla que estuvo a punto de perder la vida como consecuencia del susto que le produjo el encuentro con unos lobos que le salieron una noche en los campos de Hernán Pelea. El hombre le quitó unas vueltas a la faja y la iba arrastrando por el suelo hasta que encontró abrigo en el cortijo de Viana, donde un sudor frío se apoderó de él y perdió el habla durante bastantes días, hasta que fue llevado por su mujer a lomos de mula hasta una saludadora famosa en el contorno, la Tía Telesfora, que de forma inexplicable le devolvió la salud. Desde entonces el Tío Julián Leiva, que así se llamaba, quedó apodado como «el de los lobos. (12).

LOCOS, SABIOS Y HOMBRES-LOBO

También se cuenta de personas con la particular facultad de poder comunicarse con el lobo, como el tío Bartolo Ferreiro, personaje medio sabio o medio brujo que a finales del siglo pasado, entre tantas diabluras que hacía, como la de trasladarse por los aires de un cerro a otro, amenizaba las noches de Sierra Mágina aullando como los lobos, y dicen que a sus aullidos le contestaban los lobos de la Serrezuela.

El autor anteriormente citado se refiere a un hombre que le decían el Tío Gil «el de los lobos», vecino de la Iruela, que parecía cruzado en lobo y sabía imitar el aullido lo mismo que ellos y los llamaba y acudían. Podía decirse que se había criado entre ellos, pues desde pequeño quedó huérfano y lo recogió su abuelo, viviendo ambos completamente solos, de transeúntes por la sierra. Sin casa ni choza y llevando un atajo de cabras levantiscas, dormían donde les pillaba la noche. Cuando el abuelo tenía que ir a Cazorla a por el suministro, que echaba un día y una noche en ir y volver, dejaba al nietecillo con sus cuatro o cinco años escondido en el ahuecado tronco de un viejo roble para que no se lo comieran los lobos. Y así se fue criando hasta que fue mayor y se le murió el abuelo y él siguió solo en la sierra con las cabras. Y como estaba tan acostumbrado a oir el aullido de los lobos, aprendió a imitarlo y lo hacía de forma idéntica, y al terminar hacía un castañeo con los dientes que ponía los pelos de punta (13).

También hemos encontrado algún caso de auténtica metamorfosis. Lo recoge Andrés Cárdenas y se refiere a cierta familia que habitaba en un apartado cortijo de Cazorla y que les llamaban “los locos». Se decía de ellos que tenían un libro mágico que leían al revés y se convertían en lobos. Todo parece suponer que fueran descendientes de alguna familia de moriscos, de tantos que se asentaron en las más escabrosas sierras giennenses, y la leyenda en torno a ellos, fruto del aislamiento y tradicional rechazo social al que estuvieron sometidos, lo cierto es que de ellos se cuentan tantas fechorías que la gente procuraba no acercarse a su escondido imperio; sobre todo, en noches con luna llena (14).

El ULTIMO LOBO

Dicen los viejos que los años veinte fueron años de mucho lobo (15); después, poco a poco, los fueron mermando y era raro escuchar de alguien que los hubiera visto. Varios factores se fueron sumando: la acción de los loberos, especialmente los de Andújar, que en tiempo en que paren las lobas se metían en sus cuevas y les quitaban las crías, la aparición de las escopetas de fuego central, que vendían los recoveros por los cortijos sin necesidad de papeles, y como daban premio por lobo muerto, además de las limosnas de los ganaderos, los fueron apocando hasta que los acabaron.

En varias comarcas he escuchado relatos sobre la desaparición del último lobo, pero tal vez sea la historia que recogió González-Ripoll en Cazorla la que mejor se acerque a esa especie de duelo entre el hombre y la naturaleza que ha constituido todo el proceso de la desaparición de esta especie de nuestras montañas.

El hecho ocurrió hacia los años veinte, cuando cierto cazador hirió a un lobo mientras estaba acechando a los conejos. A partir de aquí la historia se asemeja a aquella de la loba parda del romance, ya que el lobo herido hubo de vérselas con un gran mastín que le persiguió incesantemente hasta que fue a caer en un poyato del que no pudo salir por la debilidad y la gran pérdida de sangre. Finalmente, fue rematado por alguno de aquellos serranos, y sus pellejos fueron a parar a manos de unos zagales que los llenaron de paja, como era costumbre, y salieron a pedir con él, obteniendo de los ganaderos la poco despreciable cantidad de cuarenta reses entre borregas y chotas (16).

Testimonio de la presencia del lobo en nuestro suelo provincial son algunos topónimos como el «Collado del lobo» en la población minera de El Centenillo; la «Cueva de la lobera» de Castellar, que es a la vez un importante yacimiento ibérico, o la aldea alcalaina de «Villalobos», por citar sólo algunos, además de algunos motes como el de «Negro Lobero» en Bélmez de la Moraleda, o la pervivencia del apellido «Lovera».

Sin embargo, como ese último rayo de esperanza, nos llega un estudio publicado hace poco tiempo por Isidoro Ruiz Martínez, que identifica un grupo de lobos compuesto por cuatro a seis ejemplares de «Canis lupus signatus» (lobo ibérico) que se asienta principalmente en Sierra Morena, con movimientos esporádicos hacia la provincia de Ciudad Real y hacia el Este en los meses donde se celebran monterías, catalogando, además, a estos ejemplares como de los mejores de España (17).

UN ARQUETIPO LITERARIO

El lobo ha sido y es un motivo literario dentro del amplio abanico de la cultura popular. Prueba de ello es que el bebé inicia sus primeros juegos al son de la conocida letrilla de «Los cinco lobitos» y que el que tal vez sea el cuento infantil más popular, el de «Caperucita Roja», está basado en la ancestral relación hombre-Lobo. Es en este género de cuentos maravillosos, así como en la leyenda y en el cancionero tradicionales, donde la figura del lobo alcanza su carácter mítico.

Un ejemplo muy ilustrativo es el «Romance de la Loba Parda», de origen pastoril y muy realista en cada una de sus descripciones. Menéndez Pidal piensa que nació en Extremadura y que los pastores trashumantes lo propagaron por otras regiones (18); lo cierto es que es tan popular que aún se puede escuchar cantado de boca de los niños en sus juegos de corro y comba. La versión que sigue me la cantó un niño de Noalejo, que la había aprendido de su abuelo, un pastor fallecido hacía unos años:

Estando en la mi choza / pintando la mi cayada las cabrillas altas iban / y la luna rebajada,
mal barruntan las ovejas / no paran en la majada
vide venir siete lobos / por una oscura cañada,
venian echando a suertes / a ver a cual le tocaba,
le tocó a una loba parda, / cana y patituerta,
que tenía los colmillos / como puntas de navaja.
Dió tres vueltas al redil / y no pudo sacar nada
a la otra vuelta que dió / sacó a la borrega blanca,
hija de la oveja Churra, / nieta de la Orejisana,
la que tienen mis amos / para el domingo de Pascua.
-Aquí mis siete cachorros, / aquí perra trujillana,
aquí perros de los hielos, / a correr la loba parda,
si me cobrais la borrega / cenareis leche y hogazas,
si no me la cobrais / cenareis de mi cayada.
Los perros tras de la loba / las uñas se esmigajaban.
siete leguas la corieron / por unas sierras muy agrias,
al subir un costarrillo / la loba ya va cansada.
-Tomad perros la borrega / buena y sana como estaba.
-No queremos la borrega / de tu boca alobada
que queremos tu pellejo / para el pastor una zamarra,
el rabo para correas / para atarse las bragas,
de la cabeza un zurrón / para meter las cucharas,
las tripas para vihuelas / para que bailen las damas.

Para finalizar, diremos que el lobo ha sido animal también tratado en otro género popular como es el refranero, que enseña desde las costumbres biológicas del animal:

«Primero día de mayo corre el lobo y el venado».

«La casa del lobo, donde le toma la noche»

resaltando su astucia:

«Muda el lobo la lana, mas no la maña»

su instintiva necesidad de la caza:

«La loba y la espada, si no hallan presa, muerden la tierra de rabia»

«El lobo no come carne que muere, sino la que por su pie hubiere».

y sus costumbres depredadoras:

«Cuando el lobo va a hurtar. lejos de su casa va a cazar»,

hasta el esfuerzo del pueblo por combatir sus fechorías:

«Con cabeza de lobo gana el raposo».

Demonio o no, necesidad de alimento o de muerte, lo cierto es que hace muchos años ya que dejó de verse por las agrias laderas de sierra Morena, de Segura o Mágina, imagino que para la tranquilidad de muchos. La última duda es si fue más lobo el hombre que la propia fiera a la que acabó venciendo y aniquilando:

«Quien lobo nació, lobo murió», reza la última conseja.

____________
(1) Consecuencia de estos trabajos han sido otras publicaciones:

La danza del lobo y el pastor. Presencia, costumbres y exterminio del lobo en Jaén. Dominical Diario JAEN, 24-IV-88.

Una cuestión antropológica: la relación entre el hombre y el lobo en la Sierra de Segura. I Encuentro Histórico-costumbrista de la Sierra de Segura. Junio de 1988.

(2) VILLEGAS DIAZ, L. y GARCIA SERRANO, R. : Relación de los pueblos de Jaén, de Felipe II. Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, núms. 88-89, 1976.

(3) TORRES LAGUNA, C.: Historia de la ciudad de Andújar y de su patrona la Virgen de la Cabeza. Libro quinto. Andujar a través de sus Actas Capitulares (1600-1850). Instituto de Estudios Giennenses, 1981.

(4) Los testimonios orales los tomé en los días de Semana Santa de 1988 de boca de Antonio Fernández Bautista, de 85 años, y de Antonio y Ramón Femández Beteta, de 84 y 88 años respectivamente, todos pastores jubilados de Santiago de la Espada (Jaén).

(5) CRUZ AGUIILAR, E.: Ordenanzas del Común de la villa de Segura y su tierra de 1580. Instituto de Etudios Giennenses, 1980. El cáp. 63:

“De los que tomaren lobos en el termino de Sigura.

Item. ordenamos y mandamos que qualquier persona de
cualquier calidad que sea que en nuestros terminos tomare lobos mayores e camas dellos de este concejo de Sigura pague a la tal persona que los tomare deste nuestro cavildo de cada lobo mayor quatro ducados y de cada lobecino quinientos mrs. y cada concejo de las villas deste común pague a cada lobo mayor un ducado y de cada lobecico cien mrs. y cada una aldea pague por cada lobo mayor doscientos mrs. y de los lobecicos no paguen nada y de cada una çorra pague esta villa un real y las demás villas de su término medio real todo lo cual se entienda que se ha de pagar registrándose en el dicho concejo de Sigura con los dichos lobos e camas dellos y çorros donde se corte a cada uno la oreja derecha y jure la tal persona ora sea vecino o forastero que los tomaron en nuestros términos e mandamos que los dichos concejos paguen lo aquí declarado e para ello sean apremiados porque ansí conviene”.

(6) JUAN LOVERA, C.: Colección Diplomática de Alcalá la Real. 1988, pág. 57.

(7) Arch. Municipal de Huelma. Actas Capitulares, años 1571 a 1576.

(8) TORRES LAGUNA, ob. cit.

(9) Arch. Municipal de Linares. Libros de Actas Capitulares. Años 1608 y 1610.

(10) Arch. Municipal de Noalejo. Libro de cuentas de propios, año 1775. También se libraron 60 rs. en premios dados por zorros muertos.

(11) Arch. Municipal de Ubeda. Expediente sobre la batida de lobos correspondiente al mes de octubre de 1778.

(12) GONZALEZ-RIPOLL, J.L.: Narraciones de caza mayor en Cazorla. 1978, pág. 55 y ss.

(13) Gira anterior, pág. 25.

(14) «Ocurrió también una vez que uno de los hermanos de los «locos” llevaba todas las noches un cordero a casa y la mujer siempre le preguntaba de dónde lo había sacado. El contaba que se la daba un amigo suyo que tenía un caserío. Un día la mujer le dijo que quería acompañarlo a conocer a su espléndido amigo y se empeño tanto que la mujer no tuvo más remedio que decirle que sí. Cuando iban por mitad del camino, el hombre le dijo a su esposa que se quedara allí, debajo de una encina, pues él iba a comprobar si su amigo estaba en casa. Así lo hicieron. Al rato a la mujer se le apareció un lobo. Ella se subió rápidamente al árbol y el lobo pegaba saltos para ver si podía pillarla. Cada salto que daba le arrancaba un pedazo de refajo. Cuando el lobo se fue y regresó el marido, ésta le contó llorando el miedo tan terrible que había pasado. Se fueron a la casa y se acostaron. Pero a la mañana siguiente, cuando la mujer se levantó, vio que en los dientes del marido, pues él siempre dormía con la boca abierta, habla trozos de refajo que el lobo la había arrancado. Entonces fue cuando comprendió qui era su marido el que se convertía en lobo y que lo que quería era asustarla para que no fuera más con él. Le pegó una paliza que lo dejó casi muerto”.

CARDENAS, A.: Carriles de Silencio. 1986, pág. 53.

(15) Juan Sánchez Caballero, cronista de Linares que me ha facilitado los datos referentes a esta ciudad, me comentaba que los lobos de su comarca duraron hasta los años de 1928 al 30, y que cerca de la estación de Vadollano se recomendaba tener cuidado a los caminantes ante la posible presencia de lobos procedentes de Sierra Morena. El mismo recuerda haber presenciado de niño la visita de algunos con ocasión de encontrarse en la casería de las Correderas.

(16) Ob. cit., pág. 24.

(17) RUIZ MARTINEZ, I.: Fauna y flora de La Carolina. Seminario de Estudios Carolinenses, 1986.

(18) MENEZ PIDAL, R.: Romancero Hispánico. 2 vols. Espasa Calpe, 1953.

Otro ladrón con IQ negativo

Ver foto en el original.

La historia es muy sencilla. Edu entró a robar en una casa del norte de Nueva York, concretamente en el condado de Peekskill, y se llevó una cámara y un ordenador. Un vecino le pilló de refilón y dijo a la policía que lo único que había podido ver es que el ladrón tenía el pelo rojo, muy rojo.

Edu debió pensar que su look estaba de moda, porque al tío, ni corto ni perezoso, no se le ocurrió otra cosa que coger un autobús sólo unas horas más tarde, y no creáis que muy lejos de la zona del robo. La Policía no tuvo ni que buscarlo, claro. Entre esto y entregarse, no hay mucha diferencia. Vieron a un tipo con el pelo de [url=http://es.wikipedia.org/wiki/Pumuki]Pumuky[/url] y lo detuvieron como el que se bebe un vaso de agua.

http://blogs.20minutos.es/becario/post/2009/06/19/aaquao-ladrain-se-pinta-pelo-rojo-

Feliz Cumpleaños Meripedes

felicidades!

Proyecto kyokasho

Debido a la realizacion de un proyecto para el trabajo he estado ocupado realizando un manual de reglas gramaticales de chino insular y mexicano.

ni siquiera he podido encender la maquina para hacer boinc points, asi que para no ser un parasito, pongame en stand by de arjuna, en lo que termino esto.

Prefiero un tiempo fuera sincero a ser un parasito sigiloso.

Tras las huellas del lobo

Fuente: [url=http://www.alonsoquijano.org/cursos2004/animateca/recursos/Biblioteca%20virtual/C1.%20Tradiciones%20y%20Literatura%20Infantil/5.%20Julia%20Valenzuela.pdf]http://www.alonsoquijano.org/cursos2004/an…0Valenzuela.pdf[/url]

María Sahuquillo / Julia Valenzuela
Facultad de Educación, Universidad Complutense

I. PRESENTACIÓN

La tradición cultural, tal y como la entendemos, contribuirá a la formación de la conciencia de un “nosotros” siempre que sea una realidad actual, viva. Dicho de otro modo, el patrimonio cultural distintivo, propio, es siempre algo que se vive en el presente (los recuerdos son recuerdos de personas vivas). Así ocurre, por ejemplo, con las lenguas o los dialectos, que dejan de considerarse comunes, vivos, en el momento en que dejan de compartirse porque ya nadie los recuerda.
Desde esta óptica, la tradición habrá de ser restaurada, y nos preguntamos si de la misma manera en que se restauran los edificios, las obras pictóricas, las
esculturas,… podremos restaurar fiestas, costumbres, formas peculiares de hablar, textos mutilados, fragmentados por el tiempo, creencias o juegos. Evidentemente, al igual que el restaurador artístico o arquitectónico precisa para hacer su trabajo de vestigios, restos de las piedras, las tallas, los colores… antiguos, el restaurador de la
tradición cultural necesitará procurarse documentos, vestigios sonoros, gráficos o materiales que le permitan recrear la tradición. Y esta ha sido la tarea que múltiples estudiosos llevan y han llevado a cabo durante décadas. Pero esta labor de documentación nunca será suficiente si consideramos que la cultura de un pueblo no es sustancia inerte (como las piedras, los óleos, las tallas), sino una compleja trama de procesos dinámicos que se construyen en el seno de marcos compartidos de significado, negociados y renegociados en comunidad, en diálogo social. Así, quien quiera restaurar la tradición se verá abocado a propiciar que sus protagonistas, hombres y mujeres, niños o ancianos, recojan el testigo de la misma haciendo intervenir a todo su cuerpo, participando con todos sus sentidos y en cooperación con los otros (para llegar al “nosotros”) en fiestas, bailes, juegos, ritos,… eso sí,
después de haber conocido los documentos antiguos, después de haber oído los ecos de la vieja lengua, de los viejos ritmos, de las remotas melodías. Porque, volviendo al símil del habla perdida, sabemos que los trabajos histórico-descriptivos que se han llevado a cabo para reconstruir una lengua o un dialecto olvidados, fuera del valor filológico intrínseco que tales investigaciones comportan, no han servido, ni servirán para revivirlos, para reanimarlos: con ellos no se logra que el habla se hable, se use, se comparta en comunidad (principal función de una lengua).

Así, el modo o procedimiento de trabajo que proponemos pretende una búsqueda, siempre desde la actualidad, lo más exhaustiva posible de las huellas, las manifestaciones, los vestigios, las cristalizaciones y derivaciones, de todo lo que pueda conducirnos a determinar el significado, la supervivencia, la difusión de algunos tópicos (temas recurrentes) en la tradición cultural de nuestro pueblo y que permanecen aún vivos, ya sea en los libros actuales para niños, ya en otras manifestaciones tradicionales o folklóricas de toda índole.
Entendemos que a lo largo de este tipo de búsqueda diversificada y extensa niños y adultos, como si de arqueólogos se tratara, irán encontrando múltiples restos, unos enteros, otros fragmentados, de la propia historia, de las raíces culturales de su pueblo, de su civilización, que irán siendo llamados a la vida, recreados, compartidos en cooperación, negociados, en una búsqueda de sentido con que poder reconstruir, restaurar, nuevas fotografías retrospectivas, nuevos mapas que al tiempo les lleven a entender mejor lo que les mueve y les conmueve.
Nuestra propuesta incumbe a niños y jóvenes de todos los niveles educativos de la enseñanza obligatoria –cada cual en la medida de sus posibilidades-, e incluso podría hacerse extensiva a niveles superiores, de modo que podría incardinarse tanto en centros educativos (E. Infantil, E. Primaria, E.S.O., Bachillerato), como en otro tipo de entidades o instituciones que asuman la iniciativa (Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales, Bibliotecas públicas,…) y que puedan responsabilizarse de organizar y coordinar los trabajos preparatorios (determinación del tópico, objeto de estudio y reparto inicial de tareas); los de desarrollo (búsqueda de las fuentes para la obtención de datos, testimonios, textos…), así como los de difusión del producto
final (jornadas, exposiciones, puestas en común).

II. ELECCIÓN DEL TEMA: JUSTIFICACIÓN.

Para ejemplificar el procedimiento hemos elegido como tópico el de EL LOBO, animal omnipresente en la cultura y la tradición de la Península Ibérica,
tanto como ente real que acecha y amenaza a hombres y animales, a pueblos enteros, como en sus representaciones simbólicas en mitos, leyendas o cuentos infantiles. El lobo reúne las condiciones que antes considerábamos como necesarias para iniciar en torno a él el trabajo que propugnamos:

I. ANTIGÜEDAD.- Se puede afirmar que la figura del lobo es una constante en la cultura ibérica ya desde la prehistoria. Así, aparece como motivo decorativo en escenas de caza de vasijas de cerámica prerromana ibéricas, del levante español, desde el siglo VI a.d.C.. Y se tienen noticias de que los guerreros numantinos más feroces se cubrían en las batallas con pieles de lobo, como símbolo de su fuerza y arrojo.

En Roma, el lobo era un animal con rasgos valorados y temidos a la vez. Recuérdese que Rómulo y Remo, fundadores de la capital del Imperio, fueron
amamantados por una loba. El lobo estuvo muy arraigado en la cultura latina a juzgar por la abundancia de proverbios y frases hechas en que aparece como protagonista. El Diccionario Latino-Español, de Agustín Blázquez Fraile recoge, entre otros, algunos registrados en autores clásicos: así, TERENCIO atestigua la frase “hacer guardar el rebaño por el lobo”, como equivalente a “confiar algo a alguien de quien no debemos fiarnos”; PLAUTO proporciona “sacar al cordero de la boca del lobo”, como expresión sinónima de “intentar algo imposible” y VIRGILIO utiliza la frase “el lobo huirá de las ovejas”, también con este mismo significado. Por otra parte, LUPUS fue, no sólo el nombre del animal, sino también un antropónimo muy frecuente entre los latinos. Este arraigo del lobo en la cultura latina y la valoración en que se le tenía, mezcla de admiración y temor, se trasladó, como era de esperar, a nuestra península (y a todos los dominios de la Romania), en donde se incorporó profundamente a su cultura, persistiendo hasta la actualidad. De la antigüedad que este elemento cultural ha tenido entre nosotros dan testimonio, en el terreno meramente lingüístico, la toponimia y la antroponimia.

José GODOY ALCÁNTARA, en su Ensayo Histórico Etimológico Filológico sobre los Apellidos Castellanos afirma que “El lobo es el (animal) que a más hombres ha denominado en las lenguas antiguas y modernas (en vascuence Ochoa). Las referencias a sus instintos, habilidades y movimientos han engendrado también nombres, como Golfanguer, del alemán Wolfang (=”andares de lobo”)”. Y en este mismo estudio (p.123) recoge los nombres y apellidos castellanos formados la base del nombre de este animal (entre los que destacan Lope y López) y que se encuentran abundantísimamente en toda la documentación medieval y moderna.
La toponimia de la península ibérica está plagada de topónimos a base de lobo y derivados. Son nombres de caminos o cañadas transitados por los lobos (Correlobos, Carrelobos, Carrelobar, Cañada Llobera…), de los pozos en los que se colocaban trampas para cazarlos (Pozo Lobo, La Poza de los Lobos, El Chorco de los Lobos…), de los parajes en donde solían ser vistos (Los Lobos, Los Lobicos, El Chano los Lobos, Miralobos, La Peña los Llubercos,…), etc., etc.

II. ACTUALIDAD.- Es el lobo un animal todavía presente en la vida de los niños y los jóvenes (de pueblos enteros) de grandes zonas rurales, sobre todo de las montañosas, donde aún los lobos de carne y hueso alcanzan gran protagonismo y viven rodeados de un aura legendaria de muerte y destrucción: las historias recientes de lobos se narran en nuestras aldeas como vivas, se recogen en las crónicas, se citan en la prensa diaria. De sus correrías dan cuenta abundantes noticias documentadas, como lo ocurrido en septiembre de 1970 en Lena (Asturias), en 1976, en Boal. Todavía hoy en algunas comarcas se conservan restos de arquitectura popular que dan fe de los procedimientos comunales empleados para la caza del lobo. Es el lobo, en fin, tema recurrente en documentales que se difunden en televisión: primero fue F. Rodríguez de la Fuente, pero otros han retomado su testigo y la vida
del lobo, sus costumbres, sus mañas para la caza conmueven a nuestros jóvenes.

III. VALOR SIMBÓLICO.- Al tiempo, el lobo en su faceta simbólica está aún presente y muy presente en la vida cotidiana: sería difícil, casi imposible,
encontrar un niño que no haya aprendido a contar los dedos de su mano cantando los Cinco Lobitos, que no haya crecido oyendo de boca de sus mayores los cuentos de Caperucita y el Lobo, Los Tres Cerditos y el Lobo, Los Siete Cabritillos y el Lobo, o romances, como el de La Loba Parda, o fábulas en las que el lobo esté presente, como las de ESOPO o IRIARTE.

Esta presencia del lobo-símbolo en la infancia –prueba de su fuerte raigambre- resurge en el hombre maduro y ahí tenemos a nuestras más recientes
generaciones de escritores reviviendo la tradición en sus obras de juventud: Julio LLAMAZARES escribe en 1985 Luna de Lobos, una de sus primeras novelas; Julián MARÍAS, Los Dominios del Lobo, la primera de su ya extensa novelística, que acaba de ser reeditada.

Pero, aquí no termina la presencia de nuestro protagonista, porque el lobo, junto a los tres cerditos, ha servido recientemente a “creativos “publicitarios como pretexto en la elaboración de un spot que habla de las maravillas de un vehículo todo-terreno (“Donde te lleva un Montero no llega nadie”, ni siquiera el lobo); y estas misma Navidades, junto a Caperucita Roja, reaparece en su papel de seductor para anunciar un afamado (y casi también mítico) perfume.

Por último, no queremos dejar de mencionar que, a medio camino entre el lobo real y el legendario se sitúan algunas creencias fronterizas que aún perviven en algunas regiones, como Asturias, y que podrían ubicarse en el territorio de la superstición o la brujería. Así, Luciano CASTAÑÓN, en su obra Supersticiones y creencias de Asturias, cita, entre otras, las siguientes:
“La presencia del lobo quita el habla y pone los pelos de punta. El caballo se niega a caminar por un lugar en el que haya un pelo de lobo. El lobo no se aproxima a una persona que lleve una luz en la mano o la faja arrastrando. Cuando come a una persona, no le come el brazo derecho. (…) En algunas casas suelen tener un diente de lobo, incluso con un engarce de plata; , colmillo que es muy apreciado por sus funciones curativas y como propiciador de suerte, ya como amuleto, ya para hacer cruces mientras se ensalma. Algunas enfermedades a que se aplica: cuxillos, dixipelas, meadas de sapo, hinchazones extrañas, picaduras de culebra, picaduras de alacrán, de avispa”.

Consideramos que la del lobo es una figura en la que se aúnan lo real y lo mitológico y en la que se entrecruzan múltiples factores culturales, históricos,
lingüísticos, folklóricos, antropológicos y mitológicos. Así pues, creemos que el lobo será un magnífico pretexto para indagar en el pasado y traerlo al presente, porque aún está vivo en nuestras conciencias y en las de nuestros niños y jóvenes.

III. DESARROLLO

Por tratarse de un tópico tan extendido, consideramos necesario orientar nuestra búsqueda hacia múltiples fuentes, tanto orales como escritas, fílmicas o
gráficas y que, esquemáticamente ordenamos así:

ESTUDIO LINGÛISTICO

Para conocer en profundidad el término y los vocablos con él relacionados, tanto en el plano diacrónico, como en el sincrónico, acudiendo a diccionarios de todo tipo y a manuales y estudios que permitan conocer: -Su etimología y su significado: etimológico; figurado o metafórico.-Familia léxica a la que pertenece: derivados y compuestos. Campo semántico. -Sinónimos y antónimos.-Antropónimos: nombres propios; apellidos o patronímicos.-Topónimos.

ESTUDIO HISTÓRICO

Para reconstruir con objetividad la trayectoria histórica del lobo. Revisión de fuentes locales, regionales, documentos, tratados, legislación, etc. En esta
investigación será conveniente señalar “a priori” algunos hitos o momentos históricos que pudieran ser significativos. En nuestro caso nos situamos en la
Prehistoria, el Imperio Romano y la Edad Media para llevar a cabo tres calas que den muestra de la antigüedad y la trayectoria de nuestro protagonista.

ESTUDIO FILOSÓFICO–PSICOLÓGICO

Para determinar la simbología, los significados asociados del tópico, que son muy numerosos y varían de unas culturas a otras (símbolo de luz entre los griegos y los pueblos nórdicos, alegoría guerrera entre los indios americanos, símbolo del sol entre los chinos, divinidad infernal en la cultura greco-latina, brujo en la imaginería europea, representación de los terrores de la infancia,…) para lo que habrá que ahondar en su misma naturaleza y en la del ser humano. Consulta de diversas fuentes, como diccionarios de símbolos, tratados sobre mitología, estudios psicoanalíticos de los sueños, los cuentos, etc.

ESTUDIO FOLKLÓRICO-ETNOLÓGICO

De recopilación de refranes, frases hechas, leyendas, cuentos, romances, canciones, juegos infantiles y de todas aquellas manifestaciones que den cuenta de cómo la tradición ha tratado el tópico estudiado. Para ello será necesario llevar a cabo encuestas orales (trabajo de campo), así como consultar todo tipo de antologías y recopilaciones folklóricas.

ESTUDIO ANTROPOLÓGICO

Que permita reconstruir la vida, costumbres, trabajo, organización social de todo un pueblo. Visitas a museos etnológicos; consulta de tratados y monografías sobre el pastoreo, la trashumancia, la mesta,… que den cuenta de cómo se evitaba el ataque del lobo, de cómo se organizaban las distintas comunidades para cazarlo, etc.

ESTUDIO ARTÍSTICO

De recopilación de manifestaciones artísticas en las que el lobo aparezca, ya sea por su valor simbólico o por su significado real. Las fuentes literarias serán prioritarias en esta investigación y se atenderá a todos los géneros (lírica, narrativa,dramática, didáctica). Las manifestaciones pictóricas también serán atendidas, y muy especialmente las ilustraciones de las obras literarias recopiladas, sin olvidar los cómics, donde el lobo aparece con frecuencia. También se indagará en otras artes, como la música, e incluimos en este apartado las creaciones cinematográficas donde el lobo esté presente (sin dejar de lado la figura del hombre-lobo).

ESTUDIO CIENTÍFICO

Orientado al conocimiento biológico y ecológico del lobo: su morfología, su reproducción, alimentación, su hábitat, agrupamiento, su difusión geográfica … Consulta de tratados de Zoología o Ecología y, sobre todo, de obras de divulgación (también de documentales) en que se difundan tales conocimientos.

MASS-MEDIA

Organización de un archivo sonoro-visual con documentos en torno al lobo: programas divulgativos, vídeos didácticos o ecologistas, dibujos animados, textos publicitarios o de otra naturaleza. Organización de una hemeroteca donde se archiven noticias de prensa, reportajes, entrevistas, etc.

Dejemos ya que el lobo vuelva a su guarida con el convencimiento de que aún no hemos explorado totalmente sus dominios, pero en la creencia de que sí hemos sido capaces de tenderle un buen cerco, esperemos que el próximo invierno podamos darle alcance.

Madrid, enero, 2000