Food Inc.

Fuente: [url=http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/20/cronicasdesdeeeuu/1245456568.html]http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/20/c…1245456568.html[/url]

¡Terror en el supermercado!
CARLOS FRESNEDA desde NUEVA YORK

20 de junio de 2009.- ‘Arrástrame al infierno’ aspiraba a convertirse en la película más terrorífica de la temporada en las carteleras norteamericanas. Pero en esto llegó un documental independiente, con una trama indigesta y un título más bien insípido: ‘Food Inc.’.

“Lo único que pretendía era mostrar a la gente de dónde vienen los alimentos”, confiesa el director, Robert Kenner. “Yo no aspiraba a convertirme en Michael Moore, pero las grandes compañías me negaron una y otra vez el acceso a sus instalaciones, y allá donde iba me topaba con el silencio y con el miedo”.

Con la ayuda de cámaras ocultas, ‘Food Inc.’ entra en los intestinos de los mataderos, y en las jaulas donde viven y mueren a oscuras decenas de miles de pollos, y en la fábricas de procesamiento en las que se consigue el milagro: la carne triturada de 1.000 vacas, contribuyendo generosamente a la hamburguesa que costará menos de un dólar o un euro.

“Es trágico ver cómo la dieta americana se ha convertido en la dieta del mundo”, nos confesaba recientemente Michael Pollan, autor de ‘El detective en el supermercado’ y locuaz protagonista de ‘Food Inc.’.

Su voz nos acompaña durante esta inmersión profunda a los secretos mejor guardados de la industria de la alimentación, cuyo desdén por el consumidor es tan sólo comparable con el que exhibía hace una década la industria del tabaco.

“Lo que nos venden como alimentos no son más que productos ultraprocesados con apariencia comestible”, insiste Pollan, que nos adivierte contra la presencia insidiosa del sirope de maíz (el producto ‘mágico’ que todo lo endulza) y nos recomienda que no probemos lo que no seamos capaces de descifrar. “Comed alimentos reales, no demasiados, preferiblemente plantas”, es su lema infalible.

Eric Schlosser, autor de ‘Fast Food Nation’, nos recuerda cómo la comida rápida ha marcado el tren hacia el que avanzan los gigantes de la alimentación industrial, con las lamentables consecuencias para la salud (obesidad, diabetes) y para el medio ambiente (monocultivos, deforestación, alimentos modificados genéticamente, emisiones de metano). Los poderes políticos, entre tanto, prefieren mirar hacia otro lado y se convierten periódicamente en cómplices del pánico alimenticio, como el que circula estos días por cuenta de la masa contaminada con la bacteria e coli.

“!Nunca mirarás a la cena de la misma manera!”, advierte con razón el cartel de ‘Food Inc.’, rebautizada por los críticos como ‘¡Terror en el supermercado!’. La película aspira a convertirse en el aliño necesario de ‘Una verdad incómoda’, donde por cierto no se le hincaba el diente a la todopoderosa industria de la alimentación. Como sabroso antídoto, veremos en escena al agricultor ecológico Joel Salatin, y saborearemos de cerca alguno de los 5.000 mercados de granjeros en Estados Unidos, y viviremos desde dentro la revolución del Slow Food, de la comida local y de la agricultura urbana…

Pero el postre lo dejamos para otro día, cuando nos hayamos recuperado del susto y de los retortijones. ¡Que aproveche!

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One Commentto Food Inc.

  1. Vaelia dice:

    Malhablado, pero razonable.

    [url=http://rabadecalamar.blogspot.com/2009/07/iconoclasta-y-divergente-hoy-me-cago-en.html]http://rabadecalamar.blogspot.com/2009/07/…me-cago-en.html[/url]

    Se dice a menudo que el buen marketing crea necesidades. Pues bien, a continuación una serie de ejemplos en el campo de la nutrición del que algo entiendo, que constatan cómo el maketing efectivo pero sin escrúpulos genera dependencias suponiendo un perjuicio, o en el mejor de los casos, una no mejora, de nuestra salud:

    * La única razón por la que los cereales son dietéticos o light es porque son carbohidratos poco refinados y procesados de lento metabolismo, contenedores de mucha fibra que en contacto con líquidos aumentan su tamaño en la cavidad estomacal, produciendo sensación de saciedad durante un largo periodo de tiempo. Las marcas ha patentado la falsa idea de que los cereales son la panacea para perder peso y estar sanos, llegando a proponerlos incluso como cena, lo que es aberrante: No hay nada más pesado e indigesto que comer cereales, por lo que tomarlos antes de acostarse augura un sueño ligero y molestias estomacales. Si yo me pasara dos de las tres comidas lameteando pienso también perdería peso, así cualquiera.
    * Los productos lácteos que aseguran reforzar el sistema inmunológico no son ni prebióticos ni medicinales, si no, no se venderían en supermercados. Su base es el suero lácteo de los yogures, rico en lactobacilus, que refuerza la flora intestinal y es gástricoprotector, como cualquier yogur. Nada más. Ni batallas épico futuristas de nuestras defensas contra pérfidos virus, ni sustitutivos de un estilo de vida sano y sereno. Todo el merchandising enfocado a los niños, con muñecos, pegatinas, videojuegos, y consignas es sectariamente asqueroso y manipulador.
    * Todas las bebidas y mejunges que pretenden sustituir las piezas de fruta y verdura por un refresco con vitamina C acaban provocando carencias nutricionales y si no estás estreñido, diarrea. La vitamina C refuerza el sistema inmunológico, y en exceso aumenta la actividad de nuestras defensas hasta el punto de destruir nuestra propia flora bacteriana intestinal, con consiguientes problemas gastrointestinales.
    * Esas bazofias de yogures reguladores de la mierda deben de tener el mismo principio. Si comes sano y equilibrado, o sea, NORMAL, no estás estreñido, pues el estreñimiento es un estado patológico como lo es la diarrea. Y si por estrés o por cambios en los hábitos alimenticios te cuesta ir más al baño, esperas a acostumbrarte o te metes un supositorio. Estar un mes tomando un yogur para cagar a la misma hora cada día fomenta la dependencia y la fidelización de su producto.
    * Los alimentos \”enriquecidos\” son híbridos de laboratorio abominables y diabólicos. Lo mismo, si uno come de todo, algo muy sencillo en nuestra sociedad hiperconsumista, no tiene que tomar complementos, y mucho menos de dudoso origen. EL día que vi anunciado un zumo de fruta enriquecido con proteína de huevo supe que el Apocalipsis estaba cerca.
    * Cuando un ojo está deshidratado, se enrojece porque el cuerpo, para recuperar la homeostasis o equilibrio interno, redirige mayor torrente sanguíneo. Privarlo de ello con colirios que \”blanquean\” porque vasoconstriñen las venas y capilares ya es nocivo a corto plazo.
    * Lo mismo puedo decir de todos los dentríficos y enjuagues bucales blanqueantes. El blanqueamiento corroe la dentina o esmalte natural, que dependiendo de la propia pigmentación de la persona, puede ser más oscuro o amarillento. Si tu piñata parecen granos de maíz por el tabaco, el alcohol o el café, no te destruyas la puta boca, deja de fumar o de beber tanto, y obtendrás doble beneficio.
    * Mascar un jodido chicle no te quita los trozos de comida ni es bactericida, así que no es lo mismo que lavarse los dientes, por mucho que te lo intenten vender así.
    * La soja NO es la penicilina del siglo XXI. Si quieres ser tan longevo y saludable como los orientales, no basta con tomarte un vaso de su leche de soja o cenar sushi los fines de semana. Putos occidentales.
    * ¿El incremento de anuncios de antiherpéticos para la boca está relacionado con la creciente promiscuidad sexual?

    PD: Maldigo los anuncios de esos productos, en especial los lácteos, que a propósito de la crisis y el aumento en marcas blancas, han estado promocionándose hasta la extenuación con misivas del tipo \”Menganito no fabrica para otras marcas porque es el mejor y único en su ámbito\” o los todavía más lastimosos \”Sí, podríamos reducir costes, pero no garantizaríamos tanta calidad, ni tantos controles de sanidad, ni tantos estudis de eficacia de mercado, bla bla bla\” Hijos de la gran hiena carroñera, la diferencia de precio que costea el bombardeo de publicidad alienante no la mencionáis, ¿verdad? Un par de esas marcas, después de comprobar que ni puto caso, han empezado a anunciar ofertas y promociones especiales. ¿En qué quedamos? No tenéis vergüenza.