Una irrealidad de 37 años 3/4

Hace unos meses, por cuestiones familiares inicié el contacto en la zona del bajío con un matrimonio de antropólogos, en sus treintas, con hijos de 1 año y medio y otro como con tres meses.

El es maestro en una universidad, y ella se dedica al hogar, aunque los dos tienen sus respectivas tesis y titulaciones. Se titularon hace mas de 10 años.


Hace unos meses, por cuestiones familiares inicié el contacto en la zona del bajío con un matrimonio de antropólogos, en sus treintas, con hijos de 1 año y medio y otro como con tres meses.

El es maestro en una universidad, y ella se dedica al hogar, aunque los dos tienen sus respectivas tesis y titulaciones. Se titularon hace mas de 10 años.

Uno de los problemas fuertes que presentan carreras como antropología , en nuestra era moderna, es la casi imposibilidad de poder hacer algo mas que ser maestro o un cierto trabajo de campo. Sin embargo, esta carrera en lugar de producir resultados, produce teorías, si es que produce algo.

En las veces que he visto a estas personas, el se mantiene en calma y pendiente del reloj. Lleva unos seis años dando clases y por lo que veo da unas cinco horas diarias divididas en dos bloques. Trae una camioneta bastante decente y tienen otro coche, pero no es producto de las clases solamente.

En la plática de la última vez que nos vimos, salió algo acerca del problema actual de grilla e incompetencia en el INAH en cuanto a la conservación de vestigios, y me comentaron que decidieron hace unos años no invertirle tanto tiempo a pelear con burocracia, supongo que por sentido común y que se dieron cuenta que no tienen nada que ganar.

Decidieron poner un negocio. Renta de locales, trabajar como perros saliendo de la universidad (elal empieza a ver a los niños por ser recientes y el se dedica a eso en cuanto sale ). Hay momentos en que ella le dice, deja el negocio, le estás metiendo dinero en lugar de sacar de el, y el, sigue probando.

En un momento dado tienen tres empleados, y les quieren subir la renta del local porque estan vendiendo. La persona que les renta es un parásito por ser excesivo el aumento. Deciden, decir no, y esperar.

Cierran el negocio. Tienen el material y están esperando otro local en buen precio.

En lo personal, me llama la atención la actitud de estas personas desde antes de ser padres, eran lo que estados unidos llaman sus “firsties” Están en su primer coche, su primer hijo, su primera camioneta, su primer matrimonio.

Ahora tienen dos hijos, dos coches, cinco horas diarias de clases a nivel licenciatura, y un negocio.

Es importante por la actitud de ellos. Eligieron una carrera , sin darse cuenta o sabiéndolo sin creerlo, que las posibilidades de ciertas carreras son pocas, por haber puestos burocráticos para corruptos, o por no dar resultados la carrera sino teorías.

De momento, decidieron crear.

Tienen dos hijos, un negocio en cuanto encuentren otro local, y un futuro.

El futuro no es su familia ni el negocio, sino la actitud de estar dispuestos a trabajar y decir no a los parásitos.

Consideremos que la mayor parte de los maestros dan seis a 8 horas a la semana Calculo que eso son unos 3000-4000 libres al mes en universidades publicas y unos 6000 a 7000 en privadas. Ellos dan por lo que he visto unas 12 a 20 horas.

Es muy diferente el sentido de la maravilla que da el trabajo duro en el mundo real con problemas reales, a los que buscan la maravilla armando cosas de la basura, o poniendo palabras en civilizaciones muertas y títulos de antropología que no tienen.

Da gusto tratar con personas que no le tienen miedo al trabajo.

Castaneda no dio clases, no siguió esquemas de trabajo de campo, y falló a su carrera por hacer negocio de lo sagrado. Este matrimonio no saben si la antropología sea o no la respuesta, pero están dispuestos a poner sus manos a trabajar.

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