La sombra del Nagual 3/4

En uno de los libros dice Don Juan, a través de Castaneda, que “Nadie le hace nada a nadie, y mucho menos a un guerrero”.

La frase es parcialmente cierta, la cita creo que de Viaje a Ixtlán, pero la he escuchado en muchos contextos tipo autoayuda.

Pero no es cierta. Es una receta al suicidio, para que seas presa.

Es evidente que una persona que trata de darte un tiro, o de robarte, puede hacerte algo.

En el trabajo, si tienes mejor sueldo despertarás envidias de parásitos. Lo mismo sucede cuando uno tiene una pareja de buen ver.

La mayor parte de los parásitos tratan de cambiar a otros. Otro tipo de personas tratan de conservar valores. Tratar de cambiar valores no funciona. Lo que hace Don Juan, es un término medio entre parasitaje y locura. No le pone valores definidos coherentes con lo explicado en la regla, y al mismo tiempo habla de cierto comportamiento que no debe cambiar.

Por ningún lado se ven valores. No hay valores en Castaneda, en Soledad, en La Gorda, en Pablito.

En muchos casos solo ambición.

Por lo general el uso de la sombra solo DEBE estar relacionado con defensa de valores. Tratar de imponer ritos o valores no funciona.

Mostrar ideas es posible. Cuando alguien no entiende ideas, y trata de hacer algo que nos perjudica ( que por lo general es un método para tratar de parasitarnos ), existen dos posibilidades:

1 ) Que pueda hacerlo porque no estamos preparados.
2 ) Que no pueda hacerlo porque lo pensamos de antemano.

Sin embargo, en la naturaleza hay animales enfermos. Hace años era mas frecuente ver animales con rabia, que no son predecibles, al igual que a un drogadicto no puede predecirse que visiones va a tener.

Esto no hace que un animal rabioso sea un guerrero o que un borracho que habla solo en la calle diciendo mentiras que el se cree o gritando a alguien que no existe, sea un guerrero.

La sombra sirve para aquello que no puede predecirse.

La mayor parte de los parásitos, drogadictos, mentirosos y personas que no tienen un trabajo, carecen de la energía necesaria para atacar a una persona de manera efectiva.

Y si lo hace, es frecuente que no pueda mantener su ataque. Los antivalores creados por fantasías funcionan en las fantasías. No pueden atacarnos en las fantasías. No pueden robarnos en las fantasías. Solo ahogarse en su vomito, quemarse el sistema nervioso en el alcohol y el veneno de su impotencia.

No tienes porque aceptar que se acerque un parásito. Si eres capaz de plantar un árbol, puedes esperar comida, y que se acerquen parásitos.

No importa si el árbol sobrevive después de ti. El árbol o lo que construyes es para tu propio beneficio, y quizá de otros que tu decidas, pero una vez que mueras no es tu problema que le pasa al árbol. Idealmente deberías arreglar tus asuntos y destruir el árbol cuando vayas a morir. No sabes si sus frutos sean venenosos para otros, y es tu responsabilidad no llevar a otros a la muerte; si los beneficiarios no tienen los mismos valores el árbol será veneno, y si tienen los mismos valores, deberían poder crearlo o solo serán parásitos.

¿Quieres que sean parásitos aquellos con tus mismos valores? Por eso a veces es mejor hacer algo con el árbol que dejarlo en el lugar que lo creaste.

El árbol que construyes te da SOMBRA. Si creas una casa, decides que haces con ella cuando vas a morir. Puedes donarla, puedes heredarla, puedes venderla a alguien que entienda su precio; darla a alguien para que no sea un regalo, y pagar tu deuda.

La sombra es un mecanismo para no necesitar regalos, y para jamás poder darlos. No puedes dar el poder de hacer sombra con tus manos.

El producto de tus manos es intransferible si puede medirse. Un libro puede entenderse de otro modo. No te da sombra. Una casa si, es objetiva. Un libro es subjetivo. Puede darte sombra o volverte loco.

Por lo mismo, el que tenga la sombra debe ser capaz de crear sombra con sus manos.

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