Un médico de Nevada hace la reforma sanitaria por su cuenta:

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ANNA GRAU | NUEVA YORK
Publicado Martes, 18-08-09

Mientras el gobierno de los Estados Unidos se pregunta, angustiado, si no sería mejor reducir su proyecto de reforma sanitaria a un proyecto de ley para poner la efigie de Obama en las band aid (tiritas), y evitar así poner en peligro el capital político del presidente, otros hacen la guerra y la reforma por su cuenta. Como el doctor Nick Spirtos de Nevada, donde están los casinos de Las Vegas y un montón de ciudadanos enfermos de cáncer que de repente se han quedado sin derecho a quimioterapia. El estado ha recortado el presupuesto y los fondos para el servicio de oncología del University Medical Center.

Eso significa que los pacientes quedan abandonados a su suerte…y al libre albedrío de las aseguradoras médicas que, a lo mejor después de pagar el seguro durante años, van y les informan de que la quimioterapia ellos no la cubren. A dónde vas a parar, con lo cara que es. Algo así le dijeron a Christina Aguilar, 28 años, cuya madre falleció hace una década de cáncer linfático. A ella le acaban de extraer los ovarios, informa la CNN, para hacer frente a un tumor tan avanzado que las opciones están claras: o 10.000 dólares de quimioterapia, o la muerte segura. Dado que Christina tiene trabajo –es cajera en la cadena de juguetes Toys R Us a 8,76 dólares la hora-, ni siquiera puede optar al misérrimo servicio de Medicaid que es lo único que ahora tienen los pobres entre los pobres.

Probablemente Christina ya estaría bajo tierra de no haberse cruzado en su camino el doctor Nick Spirtos, director del Centro de Cáncer de Mujeres de Nevada. Cuando cerraron el ala de oncología abrió una artesanalmente. Entre 85 y 100 mujeres recurren a él cada mes y él les administra la quimioterapia gratis total en un almacén, sentadas en su despacho o incluso dentro de un armario. Donde sea. El doctor no cobra un dólar por este trabajo y tampoco lo cobra ninguna de las personas a las que ha convencido de colaborar. La carísima quimio se paga con subvenciones públicas que el propio Spirtos no ha parado hasta conseguir, e incluso con el dinero de colectas. “Dinero para Quimioterapia”, dicen claramente las cajas que ha diseminado por todo el condado. Que se llenan poco a poco, pero se llenan.

¿Cuántas vidas habrá salvado Spirtos? Su figura da la talla del médico héroe atrapado entre la espada de lo que se entiende por Sanidad pública en su país y lo que dice su conciencia. Por supuesto esto tiene un coste económico y personal muy alto para el doctor. Por ahora cobra sus honorarios en espontáneos abrazos de sus pacientes, que divertidas le tocan la calva, reluciente como si a él mismo le estuvieran tratando con quimio. “La diferencia es que a ellas el pelo les vuelve a salir cuando se curan y a mí no me volverá a salir jamás”, bromea.

Por supuesto una Sanidad normal debería funcionar sin necesidad de sacrificios heroicos. Spirtos le ha escrito una carta abierta al presidente Obama pidiendo que los políticos dejen de pelearse en abstracto sobre cosas que parece que no entienden y que hagan el favor de bajar al barro y preguntar a los médicos qué problemas reales hay y cómo se pueden resolver.

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3 Commentsto Un médico de Nevada hace la reforma sanitaria por su cuenta:

  1. yusuf dice:

    este hombre es un heroe de verdad….

  2. Dark Crow dice:

    MItologia moderna.
    Ser heroe es hacer locorrecto aunque se enfrente a lo “imposible”, no es esperar halgos sino hacerlo lo correcto si se esta a la mano.

  3. matu dice:

    Acostumbrados a vivir desde la experienica de otros, nos llama la atencion que alguien lo haga bajo la propia.