Bujutsu V

De: alexander ojosabiertos.org
Fecha: Mié Nov 10, 2004 5:31 am
Asunto: Definicion de bujutsu – Parte V xandersukey

Definición de bujutsu y sus especializaciones

La larga historia y la compleja tradición del arte japonés de combate están encarnadas en una diversidad de formas, métodos y armas, cada uno
de los cuales constituye una particular especialización de este arte. Cada
especialización, a su vez, es conocida como un jutsu, una palabra que puede ser
traducida como «método», «arte» o «técnica» y es indicativa del modo o modos
concretos en que se ejecutan ciertas acciones. Históricamente, cada arte o
método ha desarrollado ciertos procedimientos o modelos que lo han distinguido
de los procedimientos y modelos de otras artes. En el contexto del arte japonés
de combate, por tanto, una especialización consiste en un método particular
sistemático de usar un arma específica.

Con mucha frecuencia, una especialización de combate se
identificaba con el nombre del arma usada por sus practicantes. Un ejemplo de
este sistema de identificación sería el kenjutsu -es decir, el arte (jutsu) de
la palabra (ken). Sin embargo, un método de combate puede identificarse también
por el modo concreto funcional de usar un arma para lograr la subyugación de un
oponente. Entre las especializaciones del arte de combate sin armas, por
ejemplo, el jujutsu identifica el arte (jutsu) -es decir, el arte de usar la
fuerza del oponente para derrotarle a él mismo. Con frecuencia, una
especialización principal de combate da lugar a subespecializaciones, muchas de
las cuales, mediante un constante refinamiento, mejoran de manera eficaz el
método original hasta el punto de sustituirlo por completo, convirtiéndose así
en especializaciones de combate independientes de las mismas. En tal caso, la
su especialización generalmente se indentificará mediante el nombre de su rasgo
principal. Kenjutsu, el arte de la espada, por ejemplo, siguió desarrollándose
hasta convertirse en una mortífera especialización conocida como iaijutsu -el
arte (jutsu) de desenvainar (iai) y simultáneamente cortar con la espada; fue
también la matriz del nito-kenjutsu, el arte (julsu) de esgrimir con dos (nito)
espadas (ken). Finalmente, una especialización puede indentificarse con el
nombre del maestro que ha ideado su propio estilo de lucha o con el nombre de
la escuela donde se enseñó este estilo concreto.

Las especializaciones del arte japonés de combate que tienen
particular relevancia para este estudio son aquellas que fueron desarrolladas y
llevadas hasta el más alto grado de perfección sistemática durante el período
feudal de la historia japonesa.

Este período abarca un lapso de aproximadamente nueve siglos, desde finales del
siglo IX y principios del siglo x hasta el siglo XIX -más concretamente, hasta
el año de la restauración Meiji (1868), cuando, de un modo característicamente
japonés, la era feudal fue declarada formalmente concluida. Durante los siglos
de dominio de los Tokugawa (1600 a 1867 ), las especializaciones del arte de
combate heredadas de anteriores eras de conflictos fueron profundamente pulidas
y perfeccionadas por un sistema de estudio sorprendentemente moderno en sus
métodos de experimentación y observación; al mismo tiempo, se idearon y
aplicaron nuevas especializaciones para ayudar a resolver los eternamente
precarios problemas de combate. La era de paz relativa impuesta mediante la
fuerza por los Tokugawa, de hecho, hizo posible que muchos maestros del arte
del combate investigaran profundamente los misterios y técnicas de la
confrontación violenta y probaran sus descubrimientos sin la reprimida, y por
tanto extremadamente virulenta y explosiva, realidad del combate individual
(siendo las batallas a gran escala muy pocas y muy separadas unas de otras en
el tiempo).

En la doctrina de las artes marciales japonesas encontramos
largas listas de I especializaciones de combate. Suelen estar divididas
sistemáticamente de I acuerdo con los particulares puntos de vista del autor
que las discute. Ciertos autores, por ejemplo, hacen una clara distinción entre
aquellas especializaciones formalmente practicadas por los guerreros japoneses
(bu-hi) y aquellas que despreciaron porque eran practicadas por los miembros de
otras clases, «inferiores», dentro de la jerarquía rígidamente estratificada de
la nación japonesa. Otros autores las dividen en categorías armadas y
desarmadas de acuerdo con el predominio de las armas mecánicas o anatómicas
como instrumentos principales de combate.

Con el fin de dar al lector una visión panorámica de las
especializaciones del guerrero en el arte del combate individual, nos hemos
impuesto relacionar en la tabla 1 el mayor número posible de los diversos julsu
que hemos descubierto en la doctrina. El único intento que hemos hecho para
clasificarlos en este momento es dividirlos en dos grupos principales -armados
y desarmados-, subdividiendo el primero en tres categorías según la importancia
y prestigio que tradicionalmente se les ha asignado dentro de la cultura del
Japón feudal. No hemos intentado facilitar una traducción específica de cada
nombre usado en la doctrina japonesa para identificar una especialización
particular de bujutsu o una de sus posibles subespecializaciones, puesto que
pueden usarse muchos nombres diferentes para identificar el mismo método básico
de combate.

Es obvio que la nomenclatura japonesa presenta un conjunto
inicial de problemas en la identificación de estos jutsu, puesto que son muchos
los nombres que implican o se refieren a conceptos y funciones de una naturaleza
más bien compleja y esotérica hasta el punto de desafiar los intentos por
establecer una clara identificación en inglés, sin un examen preliminar de
estos conceptos y funciones.

Al cuerpo entero de estas especializaciones, el arte genérico de
combate, se le da la mayoría de las veces la denominación de bujutsu. Esta
palabra es la transcripción fonética de dos ideogramas chinos, (bu) y (jutsu).
Incluso en los primeros documentos escritos de la nación japonesa, bu se
empleaba para denotar la dimensión militar de su cultura nacional,
diferenciándola, por ejemplo, de la dimensión pública (ko) o la dimensión civil
(bun), relacionadas ambas principalmente con las funciones de la corte imperial.
Bu aparece así en las palabras compuestas buke y bumon para identificar
«familias militares», a diferencia de kuge y kugyo (siendo ku una variación
fonética de ko) que hace referencia a «nobles públicos». Bu aparece también en
bushi, «nobles militares», y en buke seiji, «gobierno militar», ambas
claramente diferenciadas de bunji y bunji seiji, «nobles» y «gobierno civil».
Incluso después de que la clase militar, tras la toma del poder nacional,
quedase enfangada en su propia burocracia, las asociaciones semánticas
originales con bu continuaron en un grado considerable. Tal como señala un
investigador:

En lenguaje contemporáneo, el shogunato Tokugawa fue un ejemplo concreto de buke
seiiji o bumon seiiji, es decir, «gobierno militar». En general, esa expresión
significaba gobierno por los soldados, o al menos por oficiales cuyos títulos
implicaban mando militar. Sugería el sentido filosófico de un gobierno que se
basaba para su control en la fuerza o en la amenaza de la fuerza.

Combinada con jutsu, que, tal como se ha indicado antes, puede
traducirse literalmente como «técnica», «arte» o «método», bu se usa para
representar la idea de técnica o técnicas militares (poniéndose de manifiesto
el plural por el contexto en que se usa), artes militares, o métodos militares.
Puesto que el aspecto militar de la cultura japonesa estaba casi totalmente
dominado por la figura del guerrero feudal japonés (el prototipo del hombre
luchador, conocido como bushi o samurai), el término bujutsu fue, y en gran
medida todavía es, empleado para denotar las técnicas, artes y métodos de
combate desarrollados y practicados principalmente (si no exclusivamente) por
los miembros de la clase militar. Por implicación semántica, por tanto, el
término bujutsu identifica las artes marciales de Japón.

Había, naturalmente, otros términos empleados por la doctrina de
estas artes a fin de intentar expresar tan clara y específicamente como fuera
posible su naturaleza y finalidad. La palabra bugei, por ejemplo, es una de
éstas -formada por la combinación del ideograma bu (militar, marcial) y el
ideograma gei (método, logro). Bujutsu, sin embargo, parece estar más
particularmente relacionada con la naturaleza técnica y la funcionalidad
estratégica de estas artes, con el instrumental «como», o camino, en que estas
técnicas de combate alcanzaban su propósito, mientras bugei parece ser un
término más genérico y global, incluyendo e implicando técnicamente formas muy
especializadas de bujutsu, así como varias subespecializaciones.

La palabra bujutsu, por tanto, se usa en la doctrina japonesa
del arte de combate para representar todas aquellas especializaciones del arte
general de combate practicado por el guerrero japonés, así como por varios
miembros de otras clases sociales que practicaban cualquiera de las artes de
combate individuales. El bujutsu, queremos destacar, está especialmente
relacionado con los aspectos prácticos, técnicos y estratégicos de aquellas
artes, indicadas con el ideograma de la técnica. Cuando estas especializaciones
se pretende que sean disciplinas con una finalidad o propósito de una naturaleza
más educativa o ética, «técnica» se convierte en «camino» ( do ), que significa
la «senda» hacia una realización más espiritual que puramente práctica.

El criterio usado por los autores para decidir si una
especialización debe incluirse en este estudio es como sigue: debe haber
ocupado una posición de importancia tradicional en la cultura feudal japonesa;
debe ser estratégicamente relevante en y para el combate individual, y, por
último, debe haber sido ampliamente conocida y practicada.

El orden seguido en la presentación de las diversas artes marciales asigna una
posición de prioridad al tiro con arco, la utilización de lanzas, la esgrima,
la equitación y la natación con armadura, puesto que el principal protagonista
de la historia japonesa, el guerrero o bushi, practicó estas artes con carácter
profesional. La discusión de estas especializaciones, denominadas «artes
marciales mayores», irá seguida por un examen de las otras artes, llamadas
«artes marciales menores», tales como el arte del abanico de guerra y el del
palo, que también fueron considerados tradicionales, así como estratégicamente
importantes y muy populares entre los miembros de algunas otras clases de la
sociedad japonesa. Por último, examinaremos varias especializaciones del arte
del combate que no satisfacen simultáneamente los tres criterios mencionados
antes y, por tanto, reciben la denominación de «artes colaterales de combate».
La ciencia de las armas de fuego (hojutsu), la de la fortificación (
chikujojutsu ) y la del despliegue en el campo ( senjutsu ) se han excluido de
este estudio puesto que están relacionadas más específicamente con el arte de
la guerra más con el arte del combate colectivo que con el arte del combate
individual.

T odas estas especializaciones mayores, menores y colaterales de
bujutsu están clasificadas como armadas puesto que se basan predominantemente
en el uso de armas o surtidos de armas, que las distinguen de aquellas
especializaciones del arte del combate en las que el arma principal era una o
varias partes del cuerpo humano.

Además de un análisis de los antecedentes históricos, la
discusión de cada arte incluye un estudio de sus factores característicos,
tales como las armas empleadas, las técnicas particulares o los medios de
emplearlas, la actitud mental adoptada para enfrentarse al combate con
confianza y el tipo de potencia o energía necesaria para usar aquellas armas
adecuadamente -todos los factores que se mezclan en la formación del arte y
garantizan su eficacia estratégica en combate, así como su importancia como
contribución a la teoría del combate.

Los autores han dividido los factores antes mencionados en dos categorías: la
primera incluye factores tales como las armas y las técnicas de cada
especialización, que pueden calificarse como exterinres o externas puesto que
son fácilmente percibidas; la segunda abarca factores tales como el control y
el poder mental, que pueden no ser visualmente ( o inmediatamente) tafi
impresionantes como los factores de la primera categoría, pero que determinan,
desde dentro, el grado de eficacia de ambas, las armas y las técnicas. Esta
segunda categoría de factores, por tanto, contiene los factores internos o
interiores del bujutsu.

La razón principal para tratar estos factores por separado es que mientras las
armas y las técnicas de bujutsu diferían hasta cierto punto en la estructura y
funcionalidad de una especialización a otra, la actitud y el poder mental
necesarios para controlarlas desde dentro parecen haber sido sustancialmente
idénticos. Por ello, se decidió ilustrar estos factores internos por separado y
como un todo sistemático, evitando una repetición de conceptos e ideas que son
básicamente uniformes en las diversas especializaciones. Aun así, se hacen
referencias particulares a los modos en que estos factores internos fueron
interpretados y aplicados en las especializaciones más importantes.

Comments are Closed