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Cómo empezó el Ritual del Lobo

Nativos de la Costa Noroeste

Hace mucho tiempo, una mujer joven de la tribu, con tres compañeras, caminaba fuera de la aldea. Iban a un lugar llamado Tomak’cluh a buscar ah-et’s’l, una pequeña planta de raíces comestibles. Durante el viaje, un lobo se cruzó trotando en su camino, fuerte y brillante, sin percatarse a penas de la presencia de las muchachas.

La joven mujer dijo: “¡Qué hermoso es! Me gustaría que mi esposo, cuando me case, fuera tan fuerte y valiente!”

Por la noche, cuando las mujeres fueron a dormir, el lobo fue con ellas. (Los lobos saben todo y leen las mentes de las criaturas humanas). La joven no se dió cuenta de la llegada del lobo, pero el lobo la despertó y le dijo que había venido para llevarla con él. Al abrir los ojos, ella vio un elegante joven tras ella…

La joven fue con el lobo a su hogar en la montaña, y permaneció allí largo tiempo. Nacieron dos hijos que crecieron siendo mitad lobos y mitad hombres. El viejo padre de la muchacha, mientras tanto, no sabía dónde había ido su hija, y estaba muy preocupado. En su casa habían tratado de encontrarla, buscando sin éxito por todos los lugares, hasta que la lloraron como muerta.

En la tierra del lobo, el hijo mayor, crecido para ser un hombre, había preguntado a su madre porqué él parecía diferente de la gente de su entorno (los lobos). La madre le había respondido que él venia de otro lugar,y que allí, lejos de donde vivian los lobos, moraba su propio padre.

Entonces el hijo le preguntó cuándo volvería al hogar, puesto que tenía gran deseo de ver cómo era la gente allí. Por ello la mujer dijo a su marido que a su hijo le gustaría conocer a su abuelo.
Él finalmente aceptó, pero antes de que partieran, como regalo a su esposa, el lobo empezó a instruir a la mujer en el Klukwana [el ritual del lobo], que tenía allí. La mujer se había casado con el Jefe de los LObos, y todos los lobos fueron a su casa para el Klukwana.

Cuando ella hubo aprendido todo sobre Klukwana, los lobos la llevaron lejos hasta a su propia aldea. La dejaron en casa de su padre por la noche, y esperaron tras las otras csas, pero sin acercarse. La mujer fue a despertar a su padre, y empezó a hablarle de una hija que él había perdido, pero guardó oculta su identidad.
Dijo que ella misma era esposa de un lobo, y con él había tenido dos hijos.También contó a su padre muchas cosas acerca de los Lobos, y que los aldeanos no debían hacer nada cuando los lobos aullaban, ni tratar de herirlos. En lugar de eso debían tratar de aprender de ellos.

El viejo padre se había afligido mucho por la muerte de su hija, pero no la reconoció porque era de noche y ella había cambiado después de tantos años. Pero finalmente ella reveló su identidad y le contó que ahora tenía una “canción” propia como signo que los lobos la habían retornado y por la que la podría reconocer de nuevo.

El padre reunió a su gente y les contó del retorno de su hija. Ellos escucharon a los lobos a las afueras, y empezaron a golpear palos y largas varas. Los lobos aullaron cuatro veces y se fueron.

Entonces la mujer enseñó su padre todo sobre Klukwana, y los secretos que ella había aprendido de los lobos en cuanto a su energía y fuerza. Después de que ella le hubiera enseñado todas las canciones y todas las danzas, el padre comenzó el Klukwana y enseñó más adelante al resto de la tribu todo que su hija había aprendido de los lobos.

Fuente: Alice Ernst, El Ritual del Lobo de la Costa Noroeste