Kitsune y Tanuki

Kitsune
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La palabra japonesa Kitsune significa zorro, animal que constituye un elemento de singular importancia en el folklore japonés, hasta el punto en que dicha palabra se utiliza tradicionalmente para nombrar a aquel espíritu del bosque con forma de zorro, cuya función clásica es la de proteger bosques y aldeas. Según la mitología japonesa, el zorro es un ser inteligente que posee habilidades mágicas, las cuales ve incrementadas con la edad y la adquisición de conocimientos. Por lo demás, la edad, la sabiduría y el poder de un kitsune son también mayores a medida que aumenta el número de colas, siendo el más poderoso el kitsune de nueve colas.

Además, el kitsune está estrechamente asociado al dios Shinto (kami) Inari, dios de la fertilidad, de la agricultura, del arroz y de los zorros, tanto como mensajero como sirviente del mismo; estas funciones refuerzan su poder sobrenatural.

Entre sus poderes más sobresalientes se encuentra la capacidad de adoptar la forma humana, concretamente como mujer joven. En algunos cuentos tradicionales, y en general en el folklore, el kitsune se desenvuelve como un ser que aprovecha su metamorfosis para hacer travesuras con las personas; en otras ocasiones, el animal desempeña funciones de fiel guardián, amiga, amante o esposa.

Como consecuencia de todos estos atributos mágicos, al kitsume se le ofrecen ofrendas como si fuera una deidad.

El origen histórico de este papel central del zorro en el folklore japonés está en su convivencia armónica con el ser humano en Antiguo Japón, de la que se derivó un creciente corpus de leyendas al respecto.

Origen

Existe un debate acerca del origen de los mitos del kitsune, algunos destacan en fuentes extranjeras o en ideas indígenas japonesas alrededor del siglo V adC. Es ampliamente conocido que algunos mitos de los zorros pueden ser encontrados en China, Corea o la India. Muchas de estas primeras historias están registradas en el Konjaku Monogatari, una colección del siglo XI de narraciones chinas, indias y japonesas.[1] Las historias folklóricas chinas relatan acerca del huli jing, un espíritu de zorro parecido al kitsune y que posee nueve colas. En Corea existe el kumiho (zorro de nueve colas), una criatura mitológica que llegaba a vivir los mil años. Existen diferencias, como por ejemplo el kumiho es visto como un ser maligno, opuesto a su contraparte japonesa. No obstante, eruditos como Ugo A. Casal sugieren que las similitudes muestran que los mitos de los zorros tuvieron origen de fuentes indias como el Hitopadesha y que estas se esparcieron a China y Corea, y en última instancia a Japón.[2]

En contraste, el folklorista japonés Kiyoshi Nozaki argumenta que el kitsune japonés adquirió atributos positivos alrededor del siglo IV; y que solamente en China y Corea se presentaron atributos negativos.[3] Estima que, en base a una colección de libros del siglo XVI llamado Nihon Ryakki, los zorros y los humanos vivían muy correlacionados en el antiguo Japón, y que dio como resultado la aparición de leyendas indígenas acerca de los kitsune.[4] La investigadora Karen Smyers, una investigadora del dios Inari, menciona que la idea del zorro como un ser seductor ante el ser humano y la conexión de los mitos del zorro en el budismo, fueron introducidos al folklore japonés a través de las historias chinas, pero sostiene que algunas historias de zorros contienen elementos únicos en Japón.[5]

Etimología

Según Nozaki, la palabra kitsune fue originalmente una onomatopeya.[4] Kitsu representaba al aullido del zorro y dio como significado a la palabra zorro. Ne es una expresión afectiva, en la que Nozaki lo toma como evidencia de una tradición establecida y de origen propio de la benevolencia del zorro en el folklore japonés.[3] Kitsu es ahora un arcaísmo, ya que en el japonés moderno el aullido del zorro es representado como kon kon o gon gon.

Una de las historias más antiguas que se conoce acerca de los kitsune explicaba la etimología popular más conocida para la palabra kitsune, no obstante en la actualidad es falsa.[6] A pesar que la mayoría de las historias de los kitsune que se transformaban en humanos y se casaban con varones, esta historia en particular no terminaba de manera trágica:[7] [8]

Ono, un habitante de Mino (tomado de una antigua leyenda japonesa del 545), pasaba las estaciones buscando su ideal de belleza femenina. Una tarde la conoció en un vasto páramo y se casó con ella. Simultáneamente con el nacimiento de su hijo, Ono adquirió un cachorro de perro y a medida que crecía se volvía más y más hostil con la mujer del páramo. Ella suplicó a su esposo a que lo matara, pero él se negó. Un día el perro la atacó con tanta furia que ella perdió el coraje, se convirtió en un zorro, saltó el cerco y huyó.

\”Tu puedes ser un zorro\”, Ono le respondía, \”pero eres la madre de mi hijo y yo te amo. Regresa cuando puedas; tú siempre serás bienvenida\”.

Así cada tarde ella se escabulliría a la casa y dormía en sus brazos.[6]

Como el zorro regresaba a donde su esposo cada noche como una mujer, pero abandonaba en la mañana como un zorro, ella es llamada Kitsune. En japonés clásico, kitsu-ne significa “venir y dormir” y ki-tsune significa “venir siempre”.[8]

Características

Estatua de un kitsune en el santuario de Inari; cercano al templo budista de Todai-ji en Nara, JapónLos kitsune son conocidos por poseer una inteligencia superior, una larga vida y poderes mágicos. Son un tipo de y?kai, o entidad espiritual, y la palabra kitsune es a veces traducido como “espíritu de zorro”. Sin embargo, esto no quiere decir que los kitsune sean fantasmas, ni tampoco que sean fundamentalmente diferentes a los zorros comunes. La palabra “espíritu” es usado para reflejar un estado de conocimiento o iluminación, ya que todos los zorros con larga vida adquieren poderes sobrenaturales.[5]

Existen dos clases comunes de kitsune. Los my?bu son zorros benevolentes y celestiales asociados con el dios Inari; ellos son simplemente llamados como zorros de Inari. En cambio, los nogitsune (literalmente, “zorros de campo”), son salvajes, tienden a ser traviesos e inclusive malvados.[9] Las tradiciones locales añaden otras clases de kitsune.[9] Por ejemplo, un ninko es un espíritu de zorro invisible que los humanos sólo podían percibirlo cuando eran poseídos por ellos. Otra tradición clasifica a los kitsune en trece tipos definidos por la clase de habilidades sobrenaturales que posea el kitsune.[10] [11]

Físicamente, los kitsune sobresalen por su cantidad de colas, que llegan a tener hasta nueve colas.[12] Generalmente, un gran número de colas indica a un zorro más longevo y más poderoso; de hecho, algunas narraciones populares mencionan que un zorro tendrá colas adicionales cuando haya alcanzado los mil años.[13] En las historias son comunes los kitsune de una, cinco, siete y nueve colas.[14] Cuando un kitsune obtiene su novena cola, su pelaje se vuelve blanco o dorado.[12] Los zorros de nueve colas o ky?bi no kitsune tienen la habilidad de ver y oír cualquier suceso que ocurra en el mundo. Otras historias le atribuyen sabiduría infinita, esencialmente omnisciente.[15]

Un kitsune puede tomar la forma humana, una habilidad que se aprende a cierta edad — usualmente a los 100 años, aunque otras historias mencionan que a los 50 años.[13] Como un requisito para la transformación, el zorro se debe poner juncos, una hoja de gran tamaño o una calavera sobre su cabeza.[16] Las formas que puede asumir el kitsune son de mujeres hermosas, chicas jóvenes o de hombres ancianos. Estas formas no estaban limitadas por la edad o por el género del zorro,[5] inclusive un kitsune puede duplicar la apariencia de una persona en específico.[17] Los kitsune son particularmente conocidos por convertirse en bellas mujeres. Había una creencia popular en el Japón medieval en la que si se encontraba una mujer solitaria, especialmente al anochecer o durante la noche, podía ser un zorro.[18]

En algunas historias, los kitsune tienen dificultad en esconder sus colas cuando se transforman en seres humanos; la aparición de la cola, cuando el zorro se emborrachaba o se descuidaba, es una forma habitual de descubrir la verdadera identidad de la criatura.[19] Otras formas de descubrir la identidad de los kitsune eran que como seres humanos aún tenían rasgos parecidos al zorro, también les cubre un pelaje fino, tienen una sombra en forma de zorro, o su propio reflejo revelaba su identidad.[20] El término kitsune-gao (literalmente “cara de zorro”) se refiere a las mujeres humanas que tienen una cara angosta con ojos muy juntos, cejas delgadas y pómulos salientes. Tradicionalmente, esta estructura facial es considerada atractiva, y en algunas historias se le atribuyen a los zorros con forma humana.[21] Los kitsune tienen fobia y desprecio a los perros, inclusive en su forma humana, y algunos se turban ante su presencia al punto que se convierten en zorros y huyen. También una persona devota puede ser capaz de ver la identidad del zorro inmediatamente.[22]

Una historia popular ilustra estas imperfecciones en los kitsune convertidos en humanos; relataba acerca de Koan, un personaje histórico que poseía la sabiduría y los poderes mágicos como vidente. Según esta historia, él estaba en la casa de uno de sus devotos cuando se quemó su pie al entrar al baño debido a que el agua estaba muy caliente. Entonces, “en su angustia, él se escapó del baño desnudo. Cuando la gente de la casa lo vio, ellos estaban pasmados cuando observaron que Koan poseía un pelaje que cubría gran parte de su cuerpo y le sobresalía una cola de zorro. Entonces Koan se transformó en frente de ellos, convirtiéndose en un zorro anciano y huyó.”[23]

Otras habilidades sobrenaturales que se le atribuyen comúnmente al kitsune incluyen la posesión, la aparición de fuego o luz en la boca o en las colas (son conocidos como kitsune-bi; literalmente “zorro de fuego”), la manifestación voluntaria en los sueños de otros, la capacidad de volar, invisibilidad, y creación de ilusiones bien elaborados que son casi indistinguibles de la realidad.[20] [16] En algunas historias se menciona al kitsune con poderes más grandiosos, como curvar el tiempo y el espacio, volver locas a las personas, o tomar formas fantásticas como un árbol de considerable altura o una segunda luna en el cielo.[24] [25] Otros kitsune tienen características similares a los vampiros o los súcubos y se alimentan de la energía vital o del espíritu de los seres humanos, generalmente a través del contacto sexual.[26]

Kitsunetsuki

El kitsunetsuki (??? o ???, ‘kitsunetsuki’?) literalmente significa “el estado de estar poseído por un zorro”. La víctima es principalmente una mujer joven, en la que el zorro entra debajo de sus uñas o a través de sus senos.[27] En algunos casos, la expresión facial de la víctima cambia de una forma que es parecida a la de un zorro. La tradición japonesa menciona que la posesión de un zorro puede hacer que si la víctima es analfabeta tenga la habilidad temporal de leer.[28]

El folklorista Lafcadio Hearn describe la condición de ser poseído por un kitsune en su primer volumen de su libro Glimpses of Unfamiliar Japan:

Es extraña la locura de éstos cuando los zorros demonio se introducen. Algunas veces ellos corren chillando a través de las calles. Algunas veces ellos se acuestan y les sale espuma en la boca, y aúllan como zorros. Y en una parte del cuerpo del poseído aparece sobre la piel una protuberancia que se mueve, y que se nota que tiene vida propia. Si se lo pincha con una aguja, éste se desliza a otro lugar. Si no se puede agarrar, debe ser tomado con firmeza con una mano fuerte y que no se escape entre los dedos. Las historias de posesión indican que hablan y escriben en idiomas que ellos no conocían antes de ser poseídos. Ellos comen sólo lo que les gustan los zorros — tofu, aburagé, azukimeshi, etc. — y ellos comen bastante, alegando que no son ellos, pero los zorros posesionados, son hambrientos.[29]

Cabe anotar, que al liberarse de la posesión, la víctima no será capaz de comer tofu, azukimeshi, u otra comida que le agrade a los zorros.

El exorcismo, a veces realizado en un santuario de Inari, puede inducir a un zorro a abandonar su huésped.[30] En el pasado, cuando no era posible el exorcismo con métodos benevolentes o si no estaba un monje, las víctimas del kitsunetsuki eran golpeados o quemados para forzar el abandono del espíritu. Familias enteras eran condenadas al ostracismo en sus comunidades si tenían a un miembro de la familia poseído por un zorro.[29]

En Japón, el kitsunetsuki era considerado una enfermedad desde la era Heian y permaneció como un diagnóstico común de una enfermedad mental hasta comienzos del siglo XX.[31] [32] La posesión fue la explicación para la conducta anormal mostrada para las aflicciones individuales. A finales del siglo XIX, el doctor Shunichi Shimamura afirmó que las enfermedades físicas que causaban fiebre eran a veces considerados kitsunetsuki.[33] La creencia había perdido apoyo, pero las historias de posesiones por zorro aún aparecían en los periódicos y en los medios de comunicación. Una de las más conocidas involucraba afirmaciones de que los miembros del culto Aum Shinrikyo estaban poseídos.[34]

En la medicina, el kitsunetsuki es una psicosis étnica única en la cultura japonesa. Aquellos que sufren la condición creen que son poseídos por un zorro.[35] Los síntomas incluyen ansias por el arroz o frijoles rojos dulces, apatía, inquietud y aversión al contacto de ojos. El kitsunetsuki es similar pero distinto de la licantropía clínica.[36]

Hoshi no tama

Las descripciones de los kitsune o de sus víctimas poseídas pueden hacer aparecer esferas blancas redondas o de forma similar a la cebolla, llamadas hoshi no tama (esferas de estrella). Las leyendas describen que resplandecen con los kitsune-bi o zorros de fuego.[37] Algunas historias las identifican como joyas o perlas mágicas.[38] Cuando no están en su forma humana o en una posesión con un humano, un kitsune mantiene el hoshi no tama en su boca o lo lleva en su cola.[13] Las joyas son un símbolo que identifica al dios Inari, y las representaciones de los zorros sagrados de Inari sin su hoshi no tama son raros.[39]

Existe una creencia cuando un kitsune cambia de forma, su hoshi no tama toma una porción de su poder mágico. Otra leyenda es que la perla representa el alma del kitsune; el kitsune moriría si se le separa de él por mucho tiempo. Los que obtienen la esfera pueden ser capaces de obtener una promesa al kitsune a cambio de devolver la esfera al zorro.[40] Por ejemplo, una historia del siglo XII describe a un hombre usando un hoshi no tama de un zorro para pedir un favor:

\”¡Maldición!\” deliró el zorro. \”¡Regrésame mi esfera!\” El hombre ignoró su suplica hasta que finalmente el zorro dijo llorosamente: \”Está bien, tu tendrás la esfera, pero tu no sabrás como mantenerlo. No será nada agradable para ti. Para mí, será una perdida terrible. Te diré, que si no me lo das de vuelta, seré tu enemigo por siempre. Si tu me lo das, yo seré para ti como un dios protector.\”

El zorro salva su vida después de encontrarse con un grupo de bandidos armados.[41]

Descripciones

Sirvientes de Inari

Los kitsune son asociados con Inari, el dios Shinto del arroz.[42] Esta asociación refuerza el significado de los poderes especiales del zorro.[43] Originalmente, los kitsune eran mensajeros de Inari, pero la relación entre ambos ahora es tan confusa que Inari a veces es mostrado como un zorro. Asimismo, santuarios enteros son dedicados al kitsune, donde los devotos rinden con ofrendas.[9] Los espíritus de zorro están interesados particularmente con una especie de tofu frito en rebanadas llamado aburaage, que se encuentra en el kitsune udon y kitsune soba. Igualmente el inarizushi es un tipo de sushi que tomó el nombre de Inari y que consiste en sacos de tofu frito rellenado con arroz.[44] Existe una especulación entre los folkloristas de que existió otra deidad zorro Shinto en el pasado. Los zorros han sido adorados como kami.[45]

Los kitsune de Inari son blancos, un color de buen presagio.[9] Poseen el poder de ahuyentar el mal, y a veces sirven como guardianes espirituales. Además de proteger los santuarios de Inari, son invocados para intervenir en nombre de los lugareños y particularmente para ayudar contra los problemáticos nogitsune. Los zorros negros y los zorros de nueve colas también son considerados buenos presagiadores.[19]

Según las creencias derivadas del fusui (feng shui), el poder del kitsune que ejerce sobre el mal puede representarse en una estatua de zorro que puede disipar la energía o kimon maligno que fluye desde el noreste. En muchos santuarios de Inari, como el famoso santuario Fushimi Inari en Kioto, existen dichas estatuas, a veces en gran número.

Los kitsune están conectados con el budismo a través de Dakiniten, una diosa menor que se combina con el aspecto femenino de Inari. Dakiniten es representada como un bodhisattva femenino portando una espada y cabalgando un zorro volador de color blanco.[46]

Embaucadores

Los kitsune en ocasiones se presentan como embaucadores, con variaciones que llevan desde seres traviesos hasta malévolos. Las leyendas cuentan que los kitsune traviesos atacaban a los samurai demasiado orgullosos, comerciantes codiciosos y plebeyos pretenciosos, mientras que los más malvados abusaban de los comerciantes pobres y granjeros o sobre los monjes budistas devotos. Sus víctimas eran usualmente varones; ya que a las mujeres eran poseídas.[18] Por ejemplo, los kitsune idean usar los kitsune-bi para llevar a los viajeros por un camino errado como una forma de fuego fatuo.[47] [48] Otra táctica del kitsune es confundir a su objetivo con ilusiones o visiones.[18] Otro truco usado por los kitsune embaucadores incluyen la seducción, robo de comida, humillación del arrogante o venganza con insultos.

Existe un juego tradicional llamado kitsune-ken (puño del zorro) que da testimonio del poder del kitsune sobre los seres humanos. El juego es similar al piedra, papel o tijeras, pero las tres posiciones de la mano significan un zorro, un cazador y un jefe de la villa. El jefe de la villa gana al cazador porque lo supera en rango; el cazador gana al zorro porque le dispara; el zorro gana al jefe de la villa, pues lo hechiza.[49] [50]

Estas descripciones ambiguas, junto con su reputación para los vengativos, motivaron a las personas a descubrir los motivos de la problemática de los zorros. En un caso, Toyotomi Hideyoshi, quien fue el daimyo que unificó Japón a finales del siglo XVI, escribió una carta al dios Inari:

A Inari Daimyojin,

Mi señor, tengo el honor de informarle que uno de los zorros que está bajo su jurisdicción ha hechizado a una de mis sirvientas, causándola a ella y a otros una serie de problemas. Haga el favor de tomar unos minutos en consultar el tema, y procure encontrar la razón de por qué su súbdito se comporta mal y me haga conocerla.

Si el zorro no tiene un motivo adecuado para su conducta, quedará bajo arresto y se le castigará inmediatamente. Si usted vacila en tomar una acción en este tema, ordenaré la destrucción de cada zorro en el país. Cualquier otro asunto sobre el que se desee informar o en referencia a lo que haya ocurrido, puede consultarlo al sumo sacerdote de Yoshida.[51]

Los kitsune mantienen sus promesas y se esfuerzan por pagar cualquier favor. Ocasionalmente un kitsune se enfoca especialmente a una persona o familia, a la que pueden causar toda clase de travesuras. En una historia del siglo XII, sólo la amenaza de exterminarlos por parte del dueño de una casa consigue persuadirlos a comportarse bien. El patriarca de los kitsune apareció en los sueños del hombre:

\”Mi padre vivió aquí antes que yo, señor, y ahora yo tengo muchos hijos y nietos. Ellos hacen muchas travesuras, estoy asustado, y yo siempre les pido detenerse, pero ellos no prestan atención. Y ahora, señor, usted razonablemente se ha hartado de nosotros. Comprendo que usted nos vaya a matar a todos. Pero solo quiero que sepa, señor, cuanto lamento que esta sea nuestra última noche con vida. ¿No podría perdonarnos, una vez más? Si nosotros creamos problemas otra vez, entonces usted podrá hacer lo que mejor convenga. Pero los jóvenes, señor — estoy seguro que ellos entenderán cuando yo les explique por qué usted está tan alterado. Haremos cualquiera cosa, nosotros podemos protegerlo de ahora en adelante, sólo con que nos perdone, ¡y estaremos seguros de hacerle saber a usted cualquier cosa buena que pueda ocurrir!\”[52]

Otros kitsune usan sus poderes mágicos para el beneficio de su compañero o huéspedes mientras el ser humano lo trate con respeto. Como y?kai, sin embargo, los kitsune no comparten la moralidad humana, y un kitsune está establecido en una casa a su estilo, por ejemplo, se lleva el dinero del huésped o artículos que han sido robados de las casas vecinas. Como consecuencia, las familias comunes pensaban que los kitsune protegidos son tratados con sospecha.[53] Extrañamente, las familias de samurai tenían privilegios de compartir la misma disposición que los kitsune, pero estos zorros eran considerados my?bu y usaban su magia como signo de prestigio.[54] Las casas abandondas eran guaridas comunes para los kitsune.[18] Una historia del siglo XII cuenta que un ministro que se mudó a una vieja mansión descubrió una familia de zorros viviendo en ella. Ellos intentaron asustarlo, reclamando que la casa “había sido nuestra por muchos años, y … nosotros deseamos protestar enérgicamente.” El hombre se negó, y los zorros se resignaron a mudarse a un lote abandonado cercano.[55]

Las historias distinguían los regalos del kitsune con los pagos del kitsune. Si un kitsune ofrecía un pago o recompensa que incluía dinero o bienes materiales, parte o todo el pago consistiría de papel viejo, hojas, ramitas, piedras u objetos similares sin valor que están bajo un hechizo que los hace aparentar como bienes con valor.[56] [57] Los verdaderos regalos del kitsune eran usualmente intangibles, como la protección, conocimiento o larga vida.[57]

Esposas y amantes

Los kitsune son muy conocidos como amantes, usualmente en historias que involucran un joven varón humano y un kitsune que toma la forma de una mujer humana.[58] Los kitsune pueden ser seductores, pero estas historias ofrecen un aspecto más romántico.[59] Típicamente, el hombre joven desconoce que se casa un zorro, quien se muestra como una esposa devota. El hombre eventualmente descubre la verdadera identidad del zorro, y la esposa es forzada a dejarlo. En algunos casos, el esposo despierta de un sueño, con inmundicia, desorientado y lejos del hogar. Él debe entonces regresar a confrontar a su abandonada familia deshonrada.

Muchas historias presentan a las esposas zorro teniendo hijos. Si los hijos son humanos, heredan cualidades físicas especiales o sobrenaturales.[19] El onmy?ji Abe no Seimei era conocido por haber heredado dichos poderes extraordinarios.[60]

Otras historias muestran a los kitsune casándose con otro. Cuando llueve con un cielo despejado, es llamado a veces kitsune no yomeiri o la boda del kitsune, en referencia a una leyenda que describía a una boda entre las criaturas que ocurrió durante dicha lluvia.[61] El evento es considerado un buen augurio, pero los kitsune obtendrán venganza de cualquiera que no fue invitado.[62]

(…)

Notas

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? Johnson, T.W. “Far Eastern Fox Lore”. Asian Folklore Studies 33:1 (1974) 35-68
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? a b Hamel, Frank. Human Animals: Werewolves & Other Transformations. New Hyde Park, N.Y.: University Books, 1969. 89
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5 Commentsto Kitsune y Tanuki

  1. Banned Chipola dice:

    Curiosamente, segun la tradicion cuando se esta poseido por el kitsune, una buena fogata aleja al mal espiritu.

    Y por ahi debe decir algo de la rivalidad que existe entre los kitsune y los tanuki. (zorros y tejones).

  2. Vaelia dice:

    Sí, creo que postee de eso hace tiempo (de los Tanuki) pero no sé dónde quedó.
    Buscaré para no duplicar info, sino lo rescato y traigo para aquí.

  3. Banned Chipola dice:

    Tambien es comprobable que la figura del lobo tambien es reconocida como diferente a la del kitsune.
    Me han contando que en Japon tienen el templo lobo

  4. Vaelia dice:

    Pues… lo tenía en el grupo de yahoo, pero no lo pasé aquí
    Pongo lo de los kitsune y Tanuki, y en otro post de los lobos japoneses.

    [url=http://kitsunemonogatari.blogspot.com/2007/04/para-comenzar-esta-seccin-voy-dar-una.html]http://kitsunemonogatari.blogspot.com/2007…oy-dar-una.html[/url]

    LOS KITSUNE (ZORROS JAPONESES)

    (…) Un kitsune en Japón es la palabra para denominar al “zorro” como animal, independientemente de sus poderes mágicos o no. No es necesario que un zorro tenga poderes como un dios para transformarse, es algo inherente a él, quiero decir, en Japón existen varias categorías de seres mágicos o fantasmales, los más importantes son los:

    -O-bake: que denominan a una serie de animales capaces de cambiar de forma por sí mismos (tanuki, kitsune) u objetos poseídos por espíritus que buscan venganza, o simplemente han sido muy usados por los humanos y han cobrado vida (lámparas, libros..).

    -Yurei: esto sería el fantasma en sí. Vamos el típico poltergeist, o aparición fantasmal.

    -Yokai: fantasmas pero esto porque son seres fantasmales, no espíritus de gente muerta. Es decir, que los yokai nunca fueron seres que estuvieron vivos , estilo a los goblins occidentales (rokurokubi).

    -Oni: demonios, pero no lo que nosotros llamaríamos demonios, sino más bien les llamaríamos “ogros o gigantes”. Seres enormes, de piel roja, azul o verde, con cuernos o un solo cuerno, normalmente vestidos con un taparrabos de piel de tigre.

    Hay una cosa que distingue a los kitsune de los tanuki y es que los primeros son capaces de poseer a las personas durante un rato. Cuando un zorro entra en una persona ésta se vuelve un poquito loca, hace muchas gamberradas y come muchísimo tofu o cosas de soja, porque es el alimento favorito de los kitsune.

    No es necesario que obligatoriamente tomen posesión de alguien porque pueden transformarse e imitar a la gente a la perfección, habitualmente para hacer bromas y confundir a las personas. Sin embargo aunque pueden conseguir verdaderas maravillas de transformación, a veces no pueden ocultar su cola, por las noches vuelven a transformarse en zorro, su sombra en el suelo con forma de zorro les delata o simplemente muestran su verdadero ser en cualquier espejo, por lo tanto es muy fácil terminar descubriéndoles.

    Otra de las propiedades del zorro japonés es que puede vivir miles de años, pero a veces mueren más jóvenes (supongo que porque en alguna de sus aventuras les capturan y les matan). Los que llegan a semejantes edades milenarias, suelen tener 9 colas y poderes iguales a los de un dios (kyubi kitsune, zorro de nueve colas; también llamado tenko, zorro celestial).

    Por lo que hemos visto, desde luego los kitsune no son animales de fiar y la gente procura no cruzárselos en su camino, sin embargo se salva de semejante mala fama porque todos ellos son mensajeros de dios shinto Inari-sama, dios zorro patrón de las cosechas, la fertilidad y los negocios. Un dios muy venerado y que cuenta con multitud de templos por todo Japón.

    Se cree que los cocineros de los templos, sobretodo los monjes que llegan sin llegar a saber nunca de dónde son, son zorros. También las familias con tradición de poderes mágicos tenían sirvientes zorros sometidos por un hechizo (como aquí los magos a los diablos o espíritus sirvientes).

    Otra de las manifestaciones de los kitsune son los llamados fuegos de zorro, kitsune-bi, cuando un zorro lanza un poco de su aliento este se convierte en unas llamitas entre blancas y azules que flotan a su alrededor. Lo que nosotros diríamos que son “fuegos fatuos”. En realidad es un fenómeno siempre relacionado con apariciones fantasmales o de fenómenos paranormales, ya sean fantasmas u o-bake.

    Y como no… las famosas bodas de zorros, kitsune yomeiri, que se producen cuando llueve y luce el sol, es un dicho muy famoso en Japón. Relacionado con esto existen algunos matsuri como el que se realiza en Kudamatsu, prefectura de Yamaguchi, el 3 de noviembre.
    Una pareja sale vestida de boda con sendas máscaras de kitsune, suben en una jinrikisha y son paseados por todo el lugar para beneficiar las cosechas. Es un matsuri con 250 años de tradición. La identidad de los que llevan la máscara es secreta, la chica que hace de novia se dice que conseguirá un buen matrimonio.

    En Julio se celebra también en Okaya el kitsune matsuri. Boda de zorros que conmemora la leyenda de un joven que se convirtió en zorro blanco para luchar contra un pez-gato que amenazaba al poblado. Pero perdió y murió, así que su prometida se suicidó para acompañarlo en la muerte.

    La ribera del río Tokonami sirve de escenario para otro festival, aquí se realiza en la confluencia entre el río Agano y el Tokonami. En ese punto existe siempre una misteriosa niebla, que tiene la sencilla explicación de que el Agano tiene sus aguas más frescas que el Tokonami y por lo tanto surge la niebla. También está el matsuri de Tsugawa-machi en la prefectura de Niigata, con su particular kitsune yomeiri, el día 3 de mayo. En estas celebraciones curiosamente suele llover, con lo cual se interpreta como buen augurio para el lugar durante ese año.

    Por último uno de los matsuri relacionado con zorros es el kitsune-odori, en la prefectura de Chita. Baile de zorros realizado por los niños de escuela elemental que, disfrazados de zorro blanco, bailan con sus lamparitas en la mano (kitsune bi), es una variante de la danza Himejima Bon.

    Seguro que todos vosotros ha visto alguna vez una foto de un santuario dedicado a Inari-sama… Son esos que tienen un montón de puertas rojas todas seguidas en hilera y al principio dos figuras de “perros” (en realidad zorros), a veces los zorros llevan un rollo de pergamino en la boca, o una bolita y a sus pies juega un cachorrillo. Son los guardianes del templo, un macho y una hembra (la que lleva el cachorro). Lo que llevan en la boca suele ser un símbolo de su poder mágico o de protección.

    Si sois lectores asiduos sabréis que los japoneses a veces creen que según que cosas pueden cobrar vida o tener alma. El propio Lafcadio Hearn habla mucho sobre este tema de figuras en templos que se han marchado a dar una vuelta por el pueblo, etc.. A una enorme tortuga de un templo le rompieron una de sus patas para que no se moviera
    por las noches. Bueno, pues igual ocurre con algunas figuras de zorro en los templos de Inari, están cubiertas por una jaula, no para protegerlas del bandalismo ni de los fenómenos naturales, ¡al contrario! es para que no se escapen a hacer de las suyas!!!!!!!!

    Existen muchas leyendas también acerca de zorros convertidos en mujer que se enamoran de un humano se casan con él y hasta tienen hijos. Son historias muy tristes porque siempre terminan por descubrirlas y con gran dolor las damas deben de abandonar a sus hijos y volver a su forma original y al bosque.

    Para finalizar este artículo, me gustaría hablar de la tan comentada rivalidad Tanuki-Kitsune. El tanuki es como una especie de mapache japonés, que siempre preside las entradas de algunos negocios o restaurantes, mostrando una abultada barriguita blanca, su calabaza con sake, un gorrito de paja en su espalda y unos enormes…….”atributos”. JAJAJAJAJAJAJAJAJA. Es el otro rey de la transformación y puede llegar a ser mucho más camorrista que el
    kitsune, porque tiene mucho afán a las bebidas alcohólicas.

    Habitualmente ambos animales no suelen tratarse mucho, porque claro…. ambos están aquí para estafar, engañar, divertirse y comer. Así que si se encuentran tienen un trato un poquito distante, aunque no siempre, ok? Hay muchísimas leyendas sobre ambos animales juntos, siempre con competiciones curiosas, como la que enfrentó a un zorro y un tanuki en una prueba de transformación.

    Estaban un día ambos por el campo cuando Kitsune-san le dijo a Tanuki-san. -Oye, Tanuki-kun yo sé que ambos podemos transformarnos y engañar a cualquiera, pero me gustaría que compitiéramos por ver quién es mejor de los dos. ¿Qué te parece?

    El otro estuvo de acuerdo, así que se separaron. Tanuki solía comer junto a las estatuas de Jizô del camino, así que encontrando una se puso a disfrutar de sus bolitas de arroz favoritas, cuando hubo acabado ofrendó una al Jizô, pero mientras rezaba desapareció del pedestal. El animalillo muy extrañado porque pensaba que sí había ofrecido algo volvió a colocar una bolita de arroz y comenzó de nuevo la plegaria, pero desapareció. Así que colocó otra bola más,
    pero esta vez, antes de acabar la primera palabra abrió los ojos y descubrió media en la mano del Jizô.

    -Ah! Kitsune-kun, me engañaste!!!!

    Y la estatua se transformó riendo en nuestro amigo zorro.
    El mapache, le dijo: -Bueno, es mi turno, mañana por la mañana ve al puente del pueblo porque por allí pasará el daimyo con su escolta, yo iré transformado en él.

    A la mañana siguiente, Kitsune se fue al puente y vio pasar la comitiva, al llegar el transporte con el daimyo, era tal el parecido que el zorro se lanzó hacia él en su forma original diciendo:

    -Has ganado Tanuki-kun, tu transformación es perfecta!!!

    Pero, ah!!!! nuestro amigo había sido engañado, porque el mapache no se había transformado en el daimyo, sino que era el mismo gobernante quien iba de viaje, así que los sirvientes cuando vieron al zorro salir de su escondite, le dieron una buena paliza.

    Supongo que Tanuki no debía de andar muy lejos y se debió reír bastante. (…)

    Una última curiosidad para los estudiantes de japonés. Sabéis que cuando se llama por teléfono en Japón lo primero que se dice es “moshi-moshi”, bien pues parece ser que un kitsune es incapaz de pronunciar esa palabra y por lo tanto el que habla se está asegurando, o asegurando al que le escucha de que no es un zorro transformado. (…)

  5. Vaelia dice:

    Fuente: [url=http://www.digital.xpress.com.pe/tanukinews/Edicion_15/articulo_15.htm]http://www.digital.xpress.com.pe/tanukinew…articulo_15.htm[/url]

    Tanuki o Mujina es un animal real y mitológico a la vez. Como animal a menudo es confundido con el tejón (ana-guma) y el mapache (arai-guma). Es más bien una especie atípica de perro salvaje que crece hasta 60 cm. de largo, con rayas distintivas de piel negra debajo de los ojos, que vive en los bosques y los valles de las montañas.

    Es originario del Japón, así como del sudeste de Siberia y la Manchuria. Sin embargo, desde la década de los cuarenta, en razón de su hermosa piel, ha sido implantado en el Cáucaso, Ucrania y Bielorrusia. Luego se ha extendido a Escandinava y otras partes de Europa.

    En el folkore y mitologia japonesa el Tanuki es uno de los animales más populares. Se trata de un animal-espíritu travieso que tiene la habilidad de cambiar de forma y adoptar apariencia humana si uno se topa con él. Bajo su disfraz comete travesuras y bromas para molestar a los viajeros.

    Hay numerosos cuentos sobre el Tanuki. En ellos el Tanuki asume a menudo la forma de un monje o de una tetera para jugarle trucos a la gente. Puede crear poderosas ilusiones, como volver las hojas en dinero falso o el excremento de caballo en una cena de apariencia deliciosa.

    La actual imagen humorística del Tanuki se cree data de la Era Kamakura (1191-1336). El famoso Shogun Ieyasu Tokugawa (1543-1616), fue referido irreverentemente como Furu Tanuki (tanuki viejo ).

    El Tanuki salvaje tiene unos testículos inusualmente grandes, una característica exagerada a menudo cómicamente en las pinturas artísticas. El Tanuki puede ser mostrado con sus testículos arrojados sobre sus espaldas, como llevando una bolsa de viajero, o usándolos como tambores.

    Sus testículos llamados Kin-tama (bolas de oro) en japonés, más que símbolos sexuales, supuestamente son símbolos de buena suerte. Se dice que sus testículos se estiran hasta 8 esteras de tatami (unos 13 m2).

    El Tanuki también se representa típicamente con un vientre grande. Pueden ser mostrado batiendo sus panza en vez de sus testículos, especialmente en el arte infantil. Los niños japoneses cantan canciones referentes al Tanuki y al ruido que hace al tamborillar su panza (“pon-poko-pon” ).

    Patrono de los Restaurantes

    Las estatuas de cerámica y madera del Tanuki se pueden ver por todas partes alrededor del Japón, especialmente en el exterior de los restaurantes y bares, donde el Tanuki hace señas a los comensales y bebedores para que ingresen (similar al rol jugado por el Maneki Neko , el gato que hace señas, que está colocado afuera de los establecimientos minoristas).

    Este Tanuki que hace señas es representado usualmente con un sombero de paja, una panza redonda grande, testículos gigantescos, una botella de sake (vino del arroz ) y una nota de promesa de pago

    Se dice que el Tanuki ama el sake, por lo que lleva una botella en una mano (comprada quizás con el dinero falso hecho de las hojas) y una nota de promesa de pago en la otra mano (una cuenta que probablemente no pagará ).

    En el pasado la piel del Tanuki era a menudo usado para sacar brillo al oro. En consecuencia, el Tanuki llegó a ser asociado con las minas y el trabajo con metales y fue puesto como decoración de fachada y de augurio de la buena suerte y traer prosperidad a los negocios .

    El Tanuki no sólo está presente en las numerosas estatuas por todo Japón, sino también es un personaje usual en las películas japonesas de anime y en los juegos de computadora. Debido a su gran vientre, el Tanuki se le asocia a otras dos figuras de estómago grande, el pez Fugu (pez globo) y el Hotei , un dios gordo e hilarante de la suerte.

    En la jerga japonesa, Tanuki Kao (“cara de tanuki”) se refiere a mujeres de cara redonda, con grandes ojos, frente amplia y labios llenos. Hay también platillos de comida local conocidos como Tanuki-jiru, o “sopa de Tanuki”, que utiliza el Tanuki o el tejón, siendo éste último renombrado por su sabor. También existe el plato de fideos Tanuki Soba .

    Cuentos de Bunbuku Chagama

    La historia de la tetera. Hay muchas y diversas versiones de esta leyenda. En uno, un Tanuki es ayudado por un leñador pobre quien le salva su vida, así que el Tanuki se transforma en un Chagama (una tetera usada en la ceremonia del té ) para ayudar al viejo hombre a hacer dinero. Así el leñador vende la tetera a un sacerdote, quien a su vez ordena a sus ayudantes limpiarla y utilizarla para hacer té.

    Sin embargo la Tanuki-tetera es infeliz con la vida del templo -es pulida y utilizada sobre el fuego, que realmente lo lastima. Entónces retorna al leñador y hace que él gane dinero convirtiéndolo en un artista ambulante, haciendo bailar la tetera sobre una cuerda tirante.

    En otra versión, un sacerdote intenta atrapar al Tanuki para cocinarlo en la cena, pero el Tanuki logra escapar transformándose en una tetera. El sacerdote lleva la tetera al templo, pero cuando ésta es colocada sobre el fuego, a la tetera le brotan progresivamente los brazos, las patas, la nariz y las orejas, y pronto reasume su forma verdadera de Tanuki creando un alboroto.