La mujer que se casó con un perro

Fuente: La Vida de la Mujer Piel Roja, Beverly Hungry Wolf. Ed. J.J. Olañeta, Palma de Mallorca, 1998 pp.129-131

La mujer que se casó con un perro

Dicen que ésta es una historia auténtica, porque explica los orígenes de la antigua sociedad guerrera blackfoot llamada de los Perros. Sucedió hace muchísimo tiempo, antes de que los indios conocieran a los caballos. Todavía utilixaban perros para transportar sus pertenencias de un lugar a otro.

Había una bonita joven que era hija de un jefe. Muchos jóvenes querían casarse con ella, pero a la muchacha no le gustaba el modo en que lo planteaban, por lo que permanecía soltera. Su mejor amigo era un gran perro viejo que pertenecía a su tío. A menudo lo llevaba consigo para que la ayudara a acarrear leña y agua. Al perro le gustaba la muchacha y siempre era muy obediente. Un día ella le dijo ” Ojalá fueras un hombre y pudiera casarme contigo”.

Aquella noche la joven se despertó y vio que alguien se deslizaba dentro de su lecho. El hombre le tapó la boca para que no gritara, pero por lo demás la trató muy cariñosamente. Estuvieron juntos un rato, y ella tuvo la previsión de coger un poco de carbón del fuego y hacer una marca con él en la espalda y el cabello del hombre sin que éste se diera cuenta. Le sorprendió que tuviera un cabello tan suave y fino.

Resultó que al día siguiente había una gran danza, y la joven observó muy atentamente a los hombres para ver si alguno de ellos tenía las marcas negras del carbón. Estaba ansiosa de descubrir quién era el hombre, pero no se atrevía a decir nada a su padre por miedo de ser acusada de invitar a un hombre a su lecho aquella noche. No vio a nadie con marcas negras y ya regresaba a su tienda muy triste cuando el gran perro de su tío vino a lamerle la mano. Y resultó que tenía unas marcas de hollín en la cabeza y en el lomo, y por un momento la joven se asustó de veras. Pero pensó para sí: ” No puede ser este perro, pues sé que fue con un ser humano.”

Aquella noche el mismo hombre se introdujo en el lecho de la joven. Mientras él estaba con ella, la muchacha cogió uno de sus dedos medios y lo mordió muy fuerte, hasta llegar al hueso. Al día siguiente se celebraba otra danza, y la joven observó atentamente para ver qué hombre tenía la mano herida. Como su padre era el jefe, la joven le hizo una petición especial, a la que el hombre accedió. Quería que todos los danzantes pusieran las manos en alto niebtras recorrían el círculo. Así lo hicieron, pero no vio a ninguno con una herida como la que buscaba.

Aquella tarde, cuando fue a por agua y comida el gran perro de su tío fue corriendo a acompañarla. La muchacha enseguida advirtió que el perro cojeaba, y cuando se detuvo para mirarle la pata vio que uno de los dedos tenía una gran herida. Miró al perro y le dijo: “Eres tú el que ha estado viniendo a mi cama por la noche!” El perro inmediatamente se convirtió en un joven que dijo a la muchacha: ” No es culpa mía. Tú fuiste la que deseaba que yo fuera un joven, así que en eso me he convertido”.

La muchacha quedó muy turbada con su descubrimiento. La gente sabría que su amante era un extranjero, y si descubría que en realidad era un perro, quedaría deshonrada. Sin embargo, sabía que debía cumplir su palabra de casarse con él y, además, era un joven muy apuesto y gentil. De mutuo acuerdo, decidieron huir y vivir en otra parte.

Aquella noche, cuando todo el mundo estaba acostado, la muchacha cogió mocasines de repuesto, comida y algunos utensilios, y abandonó la tienda de sus padres. Su amante ya la esperaba en la espesura, todavía con forma de joven. Cuando llegó la mañana, el padre de la muchacha envió un pregonero por el campamento preguntando si alguien había visto a la joven. Se preguntaban adónde habría ido, especialmente después de que su tío anunciara que su gran perro de travois tampoco estaba.

Pasaron varios años y la muchacha empezó a sentir mucha añoranza de sus padres y del resto de su gente. Finalmente, ella y su esposo decidieron hacer una visita al campamento sin dar a conocer a nadie su verdadera identidad. Aparecieron con sus dos hijos y varios perros que arrastraban sus pertenencias. Se dirigieron a la tienda del tío de la joven y se anunciaron, y él les invitó a quedarse allí. La muchacha llevaba el pelo de modo que le tapaba la mayor parte del rostro, y nadie sospechó nada.

Sin embargo, a su tío le extráñaron algunas cosas peculiares que hacían sus invitados. Cuando les preguntaron la razón de que hablaran la lengua blackfoot, le dijeron que su tribu también hablaba esa lengua. Nunca había oído hablar blackfoot a otra tribu. Asimismo, cada vez que servían carne para comer, el visitante rogaba que le excusaran y se iba con su pieza de carne antes de que pudieran cocerla. Un día, uno de los hijos del tío le siguió y le encontró comiéndose la carne cruda lejos del tipi. Finalmente, una mañana el tío de despertó antes que los demás y vió al visitante que aún dormía. Uno de los pies le salía por debajo de las sábanas. El pie era como el de un perro.

Cuando el tío se encaró con la joven pareja, el esposo le dijo: ” Sí, yo era tu perro, y esta mujer es la hija de tu hermano. Tengo mucho poder, y así es como hemos llegado a ser marido y mujer”. La joven fue a la tienda de sus padres y también se lo contó todo. Sus padres estuvieron contentos de verla de nuevo y de saber que tenían nietos. Respetaban el poder del perro y le dijeron que les satisfacía tenerlo de yerno, de modo que la pareja instaló su propio tipi en el campamento.

No obstante, cuando la noticia circuló por el campamento, algunos jóvenes sintieron envidia de que el hombre-perro tuviera una esposa tan bella. Excitaron a la gente y pronto la joven pareja fue objeto de comentarios groseros y otros insultos. El padre de la muchacha trató de poner fin a esto, pero la gente aún reaccionó peor. Entonces el hombre empezó a ladrar como un perro, y todos los perros del campamento le respondieron y se fueron corriendo con él. Se convirtió en el jefe de todos ellos, y la gente se quedó sin ningún perro para transportar sus pertenencias.

Algunos de los jóvenes que habían iniciado la agitación dijeron que matarían al jefe de los perros. Pero el joven dió órdenes a los animales, que les atacaron, y los que no murieron volvieron huyendo a los campamentos. Viendo esto, todo el pueblo pidió disculpas y prometió tratar al hombre-perro y a su familia con respeto si les devolvía sus perros. Él accedió y se trasladó de nuevo con su familia al lugar que habían ocupado antes en el círculo del campamento.

Cuando el hombre-perro llegó a viejo dio a su hijo el poder especial de perro. El hijo llegó a convertirse en un gran jefe y utilizó el poder para constituir la Sociedd del Perro con un grupo de compañeros jóvenes. Esta sociedad existió hasta algo después de que terminaran los tiempos guerreros, cuando ya no hubo necesidad de ella, y fue disuelta. El hijo del hombre-perro fue un famoso corredor. Su hija se convirtió en una mujer santa célebre por su bondad y sus buenas costumbres domésticas.

« (Previous Post)
(Next Post) »

Comments are Closed