Sinopsis: Tallis Keeton se ha criado junto al bosque Rhyope y siempre ha sentido una fascinación especial por él. Tiene la convicción de que su hermano Harry Keeton, desaparecido en su interior hace años, necesita su ayuda para poder volver.

Tellis va conociendo poco a poco los rincones del bosque. Conforme consigue dar con los nombres de los distintos parajes, las historias ligadas a los mismos se revelan ante ella, y simultaneamente va descubriendo el arte de hacer máscaras, las cuales le permiten entrever los secretos que esconden.

Sueños, visiones y los mitos encerrados en las historias populares van desarrollando en Tallis un conocimiento intuitivo de los mecanismos del bosque… Hasta que se ve obligada a adentrarse por sus senderos en una búsqueda que dista mucho de comprender. Y dentro del bosque, donde el paso del tiempo pierde sentido y la tierra cambia a merced de la memoria, Tallis se encontrará viajando hacia la región dsconocida, Lavondyss, el origen de todos los mitos.

Hasta aquí podría tratarse de una obra fantástica más, si bien algo menos rosa de lo que el mundo editorial nos tiene acostumbrados. Pero a medida que avanza la lectura las cosas dan un giro brusco, y la historia se vuelve impredecible y cruda como la vida misma.

Varias razones hacen que esté como mitología moderna, por un lado es un libro que no pudiera haberse escrito en otra época, por otro tiene relación con el hecho de que cada generación tiene un tiempo que es su presente y un territorio que es su medio.

He visto críticas de todos los colores sobre la novela, pero para mí este es uno de los mejores libros que han pasado por mis manos, y si lo cito aquí porque creo que puede causar cierto efecto brutal en las personas que realizan búsquedas en relación al pasado, o el origen de los mitos; o a aquellas que están a un paso de perderse en el mundo de la “fantasía”.

Edito: Es prácticamente imposible encontrar el libro en castellano, pero está disponible en la red.