Hace unos momentos pasé un límite que no sucede seguido en el ser humano, pero trataré de explicar por donde salió el asunto.

Estoy preprando una presentación en powerpoint para un curso de muy alto nivel de seguridad de DB2 ; Db2 no es algo que yo use mucho, pero el que dará la presentacion es un experto en el tema, pero le pidieron un modulo de seguridad basado en SQL Server, tema del que estoy certificado.

Entre una cosa y otra, tratando de conectarme con lo que los programadores llamamos “The flow”, empecé a prepararme mentalmente. Conexion casi lista, portatil cargada de cursos de IBM de una certificacion anterior, y pongo musica.

Lo primero que suena es el clásico de Survivor: Eye of the Tiger. Me doy cuenta que estoy donde estoy porque el enemigo era demasiado pequeño para enfrentarme con el. Microbios, Bilirrubina, la pariente que esta de visita en casa ya está sana, pero no es asunto mio.

Me pregunto cual es la relación y es evidente.

Cuando no te comes al mundo, el mundo te come a tí.

Nunca he buscado bienes económicos, y la forma de comer al mundo no es la misma de una joven que encuentra que en cierta edad se come al mundo, lo que simbolizan muchas cantantes POP, desde Las Spice Girl a Sasha, o demás.

Pero lo que yo quiero del mundo, no es lo mismo que buscan esos jovenes que sacrifican su juventud por coches bajando la espalda.

Son elecciones. No como las panistas.

Las decisiones que eligen la parte del mundo que te pertenecen, estan aqui.

Asi que me encuentro cerca de una situación insostenible: Por un lado escribo presentaciones de seguridad de DB2 para ejecutivos de Sony, y veo que le mundo no me puede comer por las reservas que tengo.

Asi que me doy cuenta de que lo que estoycomiendo es algo de otro mundo.

Aunque hace rato comi medio kilo de milanesas, cosa que no hacia desde hace unos dos meses, me doy cuenta de algo sencillo.

Cuando no te comes al mundo, el mundo te come a tí.

Y eso puede ser la clave. Se aplica al mudno magico y al de todos los dias.

En resumen, el sistema digestivo y resistencias, que te permiten pasar ala pelea se convierten a la vez, en uno de esos mundos, en un sistema de defensa a lo ejercito del iching.

Y lo malo es que este mundo tiene muchas cosas que no me interesan en lo absoluto, y menos para comérmelo.

Pero si no me lo como, me come a mí.

Quizá es hora de apagar el estereo que en este momento tiene una canción llamada “Algo que decir”, y es hora de irme a comer.

Buen Provecho.