Staka Brown Esotérico

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El fraude de los niños indigo

LOS NIÑOS ÍNDIGO EXISTEN

Carlos A. Quintana

A lo largo de la experiencia de esta bitácora pude cumplir con el objetivo principal de compilar artículos que analizan racionalmente la impostura New Age de los Niños Índigo, debido a que son escasos y difíciles de hallar en la red.
Como comenté anteriormente la dinámica de esta página se caracteriza por presentar una retroalimentación que permitió generar nuevas ideas y debates. Los comentarios fueron importantes para encarar nuevos textos ya que se conformaron como una fuente de contacto directo con el crédulo en sus diferentes variantes. Esta experiencia de intercambio parece haber llegado a una meseta porque los discursos de los indigófilos se reiteran, y convierten los debates en algo aburrido por tener que contestar siempre lo mismo: “traiga sus pruebas”. Normalmente, frente a este pedido se termina el debate.

Como síntesis de esta experiencia, a la fecha puedo afirmar lo siguiente:

LOS NIÑOS ÍNDIGO EXISTEN
LOS NIÑOS ÍNDIGO NO EXISTEN

LOS NIÑOS ÍNDIGO EXISTEN

Son una creación de Nancy Tappe definidos por un carácter esotérico (el aura). Luego otros inventores de fantasías le agregaron condimentos: son extraterrestres, superpoderosos, una raza superior, etc. Esta existencia es meramente conceptual, es decir, carecen de un referente concreto en la realidad.
¿Qué significa esto? Que la idea de Niños Índigo no se confirma porque no tiene un correlato material en alguna persona que sea como lo define la idea.
Por ejemplo, la idea “mesa” tiene un referente conceptual: objeto plano elevado del piso para apoyar cosas y realizar tareas de distinto tipo. Esa idea tiene referentes concretos: los objetos que cumplen con esas características, como el que sostiene el teclado en el que estoy escribiendo o el que me sirve de apoyo para almorzar: idea y objeto coinciden. Lo conceptual y lo material se corresponden.
Con el concepto Niños Índigo no ocurre lo mismo, falta esa segunda parte, que la idea se corresponda con algún niño o adulto concreto que concuerde con esas características.

LOS NIÑOS ÍNDIGO NO EXISTEN 1

Como consecuencia de lo anterior, si no se pueden identificar niños que se comporten y que tengan las características de los Niños Índigo, entonces no existen niños a los que se los pueda llamar Niños Índigo.
Lo mismo ocurre con los Hobbits, los personajes de Tolkien: están definidos, tienen características claras que permiten reconocerlos, hasta contamos con dibujos y animaciones. Pero jamás se halló un Hobbit real. Si no podemos identificar a una criatura que sea como un Hobbit, pues los Hobbit sólo existen como una idea, no son reales.

LOS NIÑOS ÍNDIGO NO EXISTEN 2
Además, no se cumple con lo que afirman quienes inventaron a los Niños Índigo.
Por ejemplo, NO SE CUMPLE:
– Que el 80% (u otros altos porcentajes) de los niños actuales son Niños Índigo (de hecho no se conoce ni a uno).
– Que hay niños extraterrestres.
– Que hay niños con ADN distinto al humano.
– Que hay niños que no se enferman nunca.
– Que hay niños sanadores (y en el porcentaje de más arriba).
– Que hay niños de una raza diferente y superior.

Tampoco se cumple todo eso junto, lo cual sería propio de un Niño Índigo. Es decir los autores originales y posteriores que inventaron el concepto de los Niños Índigo les endilgaron características que jamás se encuentran en los niños.

Teniendo en cuenta lo anterior:
No se conocen niños con las características de los Niños Índigo, pero tampoco se ha demostrado la existencia de la mayoría de las características propiamente dichas que los definen.
Siendo así se puede afirmar que los Niños Índigo no existen en la realidad material.

TRAIGA SUS PRUEBAS

A pesar de esto
¿Usted afirma que los Niños Índigo existen en la realidad?
¿Afirma que usted o un conocido es un Niños Índigo?
Traiga sus pruebas, demuéstrelo.
Si lo hace yo me comprometo a divulgar que hay personas que son Niños Índigo, y a rectificarme de todo lo que escribí en esta bitácora.

Pero tiene que cumplir con dos requisitos:

REQUISITO 1. Lea todos los artículos de este blog. Si sigue sosteniendo que los Niños Índigo existen, pase al

REQUISITO 2. Argumentos que no califican como pruebas.
Debido a la experiencia de estos años de debates con indigófilos y crédulos ingenuos voy a comentar algunas de las “pruebas” que no califican como evidencia de la existencia concreta de los Niños Índigo, para que ni usted ni yo perdamos el tiempo.

1- La fe.
¿Usted cree en los Niños Índigo? Tiene esa libertad de opción, es su convicción. Pero la fe no mueve montañas ni materializa conceptos.

2- Su testimonio o el de alguien de su confianza.
Usted afirma que los Niños Índigo existen, porque se lo indica determinada experiencia personal. Bien, nuevamente es su convicción personal nadie puede cuestionarlo. Pero no es aplicable a toda la humanidad. Lo que usted relata no puede ser creído sin pruebas. Confío en que usted no miente, que no inventó su relato. Confío en su honestidad y en su convicción de los hechos. Pero nadie puede creer ciegamente en lo que usted dice ciegamente, su testimonio no convierte una idea en realidad. Para eso hacen falta pruebas.

3- El aura.
El efecto corona, mal llamado aura, es un fenómeno físico que se produce en condiciones definidas de humedad y corriente eléctrica. Cualquiera puede generar esas condiciones y capturar imágenes de auras, tanto de algo orgánico (vivo o muerto) o de objetos de cualquier material. Las propiedades esotéricas del “aura”, es decir, lo que supuestamente significa el aura en términos de la new age y de las pseudociencias, jamás fue demostrado. Quienes dicen ver al “aura” a simple vista, mienten. Quienes dicen que las imágenes tomadas con Cámara Kirlian sirven para “diagnosticar” Niños Índigo, engañan.
Entonces, al “aura” no interesa como prueba de la existencia de los Niños Índigo.

4- Otras variantes pseudocientíficas o esotéricas.
La sanación mágica, la telepatía, la telekinesis, la comunicación con los muertos, el origen extraterrestre y otras variantes paranormales jamás fueron demostradas. Si usted recurre a alguno de estos argumentos, primero debe demostrarlos en general, y luego aplicado a la existencia de los Niños Índigo.

5- Coincidencia de características “índigo”.
¿Encuentra en usted mismo o en otra persona coincidencias con las características de los Niños Índigo? Esto sería una evidencia de la existencia de los Niños Índigo.
Sólo tiene que cumplir que esas características:
– Sean exclusivas: si se trata de un nuevo tipo de ser humano, entonces esas características no deben ser compartidas por otro ser humano no-índigo.
– No sean vagas o generales: como “inquieto”, “impulsivo”, “desobediente”, ya que millones de niños son así.
– Sean plausibles: que esas características no sean ilusiones como las propiedades pseudocientíficas del tipo “lee la mente” o “se comunica con el pensamiento”.
– No sean subjetivas: como “transmite paz interior”, “son más espirituales”, “genera un ambiente de tranquilidad”.

6- El “informe de la Universidad de California”
Muchos afirman que los Niños Índigo existen porque así lo demuestra una “investigación de la Universidad de California”. El informe parece perdido porque no se conoce ni el contenido, ni el título, ni el autor. ¿Usted lo tiene? Pues muéstrelo así podemos leerlo, analizar las pruebas y eventualmente consultar a los autores de la “investigación de la Universidad de California”.

7- Las pruebas del ADN y otras características físicas.
Algunos indigólogos recurren a supuestas evidencias físicas: que el ADN índigo es distinto al humano, que usan diferente los hemisferios cerebrales, que nunca se enferman, etc. ¿Usted sostiene eso? Bien, pruébelo es lo que falta para sostener como ciertas a esas afirmaciones.

8- La confirmación por analogía.
Las analogías son interesantes para incentivarnos a pensar, pero no sirven para corroborar ideas. Muchos afirman que
– los Niños Índigo existen,
– que no tienen pruebas,
– pero que será demostrado en el futuro
Para sostener esto como cierto recurren a la analogía del heliocentrismo, dicen algo así:
“muchos científicos sostenían que el Sol era el centro de nuestro sistema planetario pero no les creyeron y siglos después se demostró. Que lo mismo ocurre con los Niños Índigo, ahora no me creen pero en el futuro se demostrará. ”
Este argumento es absurdo, primero por querer usar una analogía para validar un concepto. Luego porque quienes sostuvieron el sistema heliocéntrico (o cualquier caso similar) PRIMERO tuvieron las pruebas y LUEGO expresaron sus ideas. Finalmente si este argumento fuera válido, cualquier afirmación sin pruebas sería veraz, incluso las que confirman y niegan la misma idea. Como sabemos, algo no puede ser y no ser a la vez. Si usted se apoya en este argumento para sostener la existencia de los Niños Índigo, yo sostengo lo contrario por los mismos motivos.

Si sus pruebas caen en alguna de estas categorías no voy a tomar como ciertas a sus fantasías. No me haga perder el tiempo contestándole.
Si usted tiene pruebas que demuestren la existencia de los Niños Índigo, Cristal o cualquier otra secuela de los índigo, expóngala en esta bitácora. La voy a publicar, voy a borrar los artículos anteriores y me voy a convertir en el primer defensor de la existencia de estos seres.
Espero sus pruebas en un comentario de esta entrada o en adepensar@yahoo.com.ar

seminarios de cleargreen

La Tensegridad de Carlos Castaneda

¿Qué anhelas?
Relatos del Río Xingu

Un Seminario para Rastrear tus Ensueños

Curitiba, Brasil
Noviembre 27 y 28, 2010

Este seminario se impartirá en español, con traducción consecutiva al portugués desde el escenario. Habrá disponibilidad de traducción en otras lenguas, dependiendo del número de practicantes que lo soliciten.

Programa:

Sábado, 27 de noviembre, 10:00 AM, hasta domingo 28 de noviembre, 4:00 PM.

Costo:

Residentes de Sur América:
$165 USD (aproximadamente 285 Reales)

Todos los demás:
$295 USD

La hermana de Regina y Velasco Piña

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Regina Teuscher, entre la mitificación y lo real
La figura de la joven activista ha dado pie a la creación de sectas e incluso musicales; los familiares dan su versión de la historia
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Domingo 23 de marzo de 2003
Alejandro Toledo | El Universal

Ese día, una tarde de febrero de 1993, en la Casa de la Cultura Reyes Heroles de Coyoacán, los “reginistas” se llevaron dos grandes sustos.

Antonio Velasco Piña presentaba un libro más de la saga sobre Regina Teuscher, El retorno de lo sagrado , y había convocado a gran cantidad de seguidores, que llegaron al lugar en actitud y vestido definitivamente religiosos.

No esperaban que el rito consagratorio fuera doblemente agredido.

Primero, por la dura crítica de Elena Poniatowska, una de las presentadoras, que entre otras cosas no podía creer que el destino de Regina Teuscher fuera morir en la Plaza de las Tres Culturas porque esa idea le parecía demasiado cruel. “Un acto brutal como el de un asesinato no puede ser divinizado ni exigido por los dioses. […] ¿O creerá Antonio Velasco Piña que continúa vivo el rito de ofrecer en sacrificio a las doncellas en lo más alto de las pirámides y en lo más profundo de los cenotes sagrados? […] ¿Era necesaria también la muerte de esos que él llama los 400 mártires?”

Y “si Regina fue una víctima propiciatoria, Antonio Velasco Piña la entroniza, la beatifica, la santifica, la comercializa, la manda a la calle, la pone en circulación, y sin pedirle permiso la lanza a despertar conciencias y la vuelve una criatura de deleites mitológicos y mágicos”.

Entre otras opiniones

El segundo susto para los “reginistas” (ya alterados en su equilibrio místico por los juicios de Poniatowska) vino de una escéptica que estaba entre el público y que reiteradas veces, durante las intervenciones de Patricia Vega (a favor), Laura Esquivel (a favor) y la autora de La noche de Tlatelolco , pidió el uso de la palabra. Cuando se lo concedieron, dijo: Soy la hermana mayor de Regina. De Ana María Regina Teuscher Krüger. Me llamo María Luisa Teuscher y he venido a preguntarle, señor Velasco, quién lo autorizó a utilizar a mi hermana para hacer tanto dinero, para escribir esa bola de mentiras, de sandeces, para engañar a la gente…

Hay muchas Reginas, repito. Usted habla de una de ellas ?intentó responder Velasco Piña.

Es todo lo que tengo que decir ?cortó María Luisa Teuscher, y salió del salón, seguida por una corte de reporteros.

Los “reginistas”, agredidos por la realidad, acudieron al incienso y a las oraciones para ahuyentar a los chamucos.

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Días después Elena Poniatowska y el reportero Luis Enrique Ramírez fueron invitados a la casa Teuscher, y pudieron acercarse al personaje a través de fotos y recuerdos familiares. Con esa información armaron la historia de la verdadera Regina, esa que nació el 3 de junio de 1949 en el Hospital Francés de la Ciudad de México, como la cuarta de cinco hijos del matrimonio conformado por el médico Pablo Teuscher Cortés y María Luisa Krüger Hernández, ambos mexicanos de padre germano.

Regina estudió hasta la preparatoria en el Colegio Alemán; luego ingresó a la Facultad de Medicina de la UNAM. En la casa y en la escuela la llamaban Marietta .

El 2 de octubre Regina pidió permiso para ir por la tarde con su amiga Guillermina Kolkmeyer al cine Metropolitan a ver Nacidos para perder , la película de moda. Hacía algunas semanas había sido aceptada como edecán de los Juegos Olímpicos, por lo que ese día llevaba su uniforme a rayas con los cinco círculos de colores en el pecho. La razón para mentir era que su padre era un crítico severo del movimiento estudiantil, y pedía a sus hijos que no intervinieran. “A todos esos revoltosos los debían encerrar”, habría dicho. Como a las 10 de la noche sonó el teléfono en la casa Teuscher. Era Guillermina.

Estoy en la Cruz Roja herida de una pierna. Perdí a Marietta , búsquenla.

Cuenta Poniatowska: “Toda la familia Teuscher salió, cada uno por su lado, en una infernal expedición por las cruces, los hospitales, puestos de socorro, anfiteatros, hasta culminar en la Tercera Delegación, la de Rayón, donde Pablo Teuscher Krüger, participante también del movimiento, identificó la frágil figura de su hermana entre centenares de cadáveres apilados. En su espalda, seis tiros de arma calibre 45.”

Fue velada Regina en la agencia funeraria de Gayosso de Félix Cuevas. El cuerpo pudo ser sacado de la morgue gracias a las gestiones del secretario particular de Luis Echeverría, Rubén Pérez Peña, amigo de los Teuscher. La sepultaron el 3 de octubre en el Panteón Español.

Escribe Luis Enrique Ramírez: “Regina no nació ni fue enterrada al pie del Iztaccíhuatl. Nunca estuvo en el Tíbet, no fue educada por los lamas, no tenía el poder de detener tormentas, inundaciones, incendios, terremotos; no hablaba náhuatl ni chino ni tibetano, tampoco entendía el lenguaje de los animales. No tenía idea acerca de religión oriental alguna. Era católica, era hija de familia, era estudiante. Participó en el movimiento estudiantil de 1968 como una más entre miles, y así murió, una entre la multitud masacrada el 2 de octubre en Tlatelolco. No fue mártir, fue víctima. No se ofreció en sacrificio, fue asesinada. Regina no quería morir, corrió para salvarse.”

Las disculpas

En los recuentos de la literatura escrita a partir del movimiento estudiantil de 1968 y su desenlace trágico, la novela Regina: dos de octubre no se olvida (1987) suele ser colocada junto a dos libros de postura oficialista: Juegos de invierno (1970), de Rafael Solana, y La plaza (1972), de Luis Spota. En ambos se disculpa a Gustavo Díaz Ordaz y al gobierno de la matanza, y se acude a las explicaciones que dieron los funcionarios en turno: que todo fue un plan urdido por “manos extrañas” (FBI o KGB) para crear confusión en el país y desacreditar a un gobierno que iba a contracorriente de las grandes potencias. Velasco Piña da al asunto del 2 de octubre un sentido ritual y encuentra a Regina, edecán mártir del 68, como “el ser de elevada espiritualidad que logró dar al movimiento esa fuerza irresistible y avasalladora que alcanzó en determinados momentos y que resulta del todo incomprensible para quienes no aceptan la intervención de tan singular personaje”. Intervención divina, cabría agregar.

Las críticas no han detenido las ventas de la novela (más de 320 mil ejemplares hasta 1998) ni han impedido que, en distintos momentos, se haya pensado llevarla a la pantalla (por Laura Esquivel y Alfonso Arau, proyecto que abortó) o convertirla, lo que sí se hizo, en turbia obra musical.

Diez años atrás María Luisa Teuscher mandaba a Velasco Piña los siguientes mensajes: Fue obsceno presentar la imagen de mi hermana muerta en la portada; fue morboso, oportunista, ¡fue un crimen! Que deje a mi hermana descansar en paz es importante, pero también lo es que se sepa la verdad.

La fantasía mística más rudimentaria lucha, así, por imponerse a la feroz realidad.

Regina, Vicente Fox y los mayas Galacticos

[url=http://www.jornada.unam.mx/2003/08/18/004a1pol.php?origen=index.html&fly=2]http://www.jornada.unam.mx/2003/08/18/004a….html&fly=2[/url]

ASTILLERO

Julio Hernández López

Foxismo galáctico

Regina, otra personalidad (fallida) de la Evita celayense
Sostén extraterrestre de pifias mundanas

LUCERO, LA DESPECHADA actriz y cantante que está de moda en los espacios mediáticos de espectáculos y policía, forma parte de la plantilla extraoficial de propagandistas de Fox, particularmente de la señora Marta. De hecho, la obra a causa de la cual la esposa de Mijares en tantos líos anda fue montada con nexos innegables con Los Pinos: Rebeca Moreno producía Regina, un musical para una nación que despierta, al mismo tiempo que era la coordinadora de giras y eventos de la esposa del Presidente de la República. Antonio Calvo, autor de la música de la obra y del libreto, junto con Alex Slucki, creó diversas canciones para que Vicente Fox las usara en actos de proselitismo, entre ellas una denominada México šya!, y luego usó en la confección de Regina remembranzas del cierre de campaña del candidato presidencial en 2000. La señora Sahagún asistió inclusive al estreno público de la mencionada obra teatral, en marzo del presente año, sin la compañía de su esposo, que había prometido acudir a la premier pero a quien mantenía en cama una operación de columna. En esa ocasión, la presidenta de la Fundación Vamos México aseguró que el presidente Fox “tiene un gran concepto de Lucero, es una mujer muy generosa, siempre dispuesta a apoyar las causas nobles y a protagonizar papeles como los de ahora (de Regina), de un México que, hasta donde tengo conocimiento, significa la esperanza, el futuro, la unión de todos los mexicanos. El también tiene admiración por ella”. Y es que, decía doña Marta, “el mismo eslogan es maravilloso: me parece que ha llegado ya el despertar de esta maravillosa nación, nuestra nación”. Su subordinada, la mencionada Rebeca Moreno, se afanaba mientras tanto en asegurar que Regina no era una apología de la propia señora Marta.

EL APOYO DE la familia real al polémico texto de Antonio Velasco Piña y a su conversión en aleccionadora obra de teatro partió de la búsqueda desesperada de alguna mitología que pudiese ser apropiada, modificada y convertida al foxismo. La mescolanza arbitraria de gestas cívicas modernas, de herencias de sabiduría prehispánica y de pasajes tibetanos parecía proporcionar al foxismo una oportunidad de justificación histórica y cierta forma de presunto adoctrinamiento. La indigencia cultural e intelectual de quienes hoy gobiernan México les llevó a apoderarse de esos textos de controvertible valor literario y convertirlos en presuntas verdades históricas y en ideología fundacional del fenómeno Fox. Por ello, la citada Regina tiene en su versión teatral una misión: “México vive un momento único en su historia. Sin embargo, el enemigo está aquí, actuando cuando no utilizamos nuestro potencial para ser un país triunfador. Ante esta situación, surge la necesidad, por parte de la Reina de México, de hacernos un llamado a despertar. Este llamado de la Reina de México fue transmitido a nosotros por un ermitaño en el volcán Tacaná un día antes de su reactivación. El despertar de la conciencia se hace hoy más necesario, debido a que la solución de nuestros problemas no la encontraremos en ningún gobierno, sino dentro de nosotros mismos”.

NO DEBE EXTRAÑAR que brebajes de esoterismo barato sean degustados en los banquetes -?intelectuales?- foxistas como vinos de calidad sublime. Regina habría nacido, según Velasco Piña, el 21 de marzo de 1948 en el mismo lugar donde “los principales reyes aztecas”. Luego, un notable lama tibetano la diagnosticó como dakini, es decir, un ser superior, con facultades especiales para controlar la naturaleza, que habría rencarnado para cumplir una misión “muy especial”. Educada en el Tibet, Regina encabezaría entre otros rituales el del 2 de octubre de 1968, cuando dirigió el sacrirficio voluntario de 400 mártires que, junto con ella, murieron en Tlatelolco para despertar a la Mujer Dormida. Pero como se decía líneas arriba, la propensión del foxismo a las fábulas no se quedó solamente en las historietas de Kalimán: Santiago Pando, que fue uno de los grandes publicistas del ex gobernador de Guanajuato en su carrera hacia Los Pinos, dijo en septiembre de 2002 que su trabajo de propaganda política había tenido inspiraciones galácticas: el šYa! distintivo de la campaña foxista y otros detalles de éxito mercadotécnico le habrían sido sugeridos a Pando por seres extraterrestres. Su contacto con los “mayas galácticos” le fue dado en 1999 en Playa del Carmen, gracias a un chamán chiapaneco: “Recibo vibras. Oigo todo el tiempo voces. Son entes, son seres de luz (…) me han dicho que soy su vocero y que escogieron a México porque su pueblo cree en su espiritualidad y en el lado mágico, y porque nuestras raíces son de dioses y nosotros somos dioses”. ?Otro ejemplo? Antonio Calvo, cuyo papel ha sido clave en la realización teatral de Regina, anotó en el diario que está disponible en la página www.regina.com.mx que el 19 de junio de 1999 fue a conocer al médium Jorge Berroa: “En esta sesión el médium me comunicó que era un alma que venía de Orión a cumplir una misión en esta tierra, y me contó que hay muchos espíritus trabajando en México en varias dimensiones para el despertar de la nación”.

ASI ES QUE, como verán los lectores no identificados de esta columna piramidal, se ha ajado la de por sí nunca seriamente atendida pretensión foxista de fabricarse mitologías e ideologías de cómic. No sólo el Teletón ha perdido la falsa cara amable de una cantante y actriz que durante años cumplió el papel de ángel de la caridad publicitable y deducible de impuestos, sino que también ha perdido viabilidad la idea de contar con una variable mexicanista (Regina) a los sueños de heroína libertadora de la Evita de Celaya. Lucero, Lucerito, la dama que dijo lo que otras respecto a la prensa callan, la amiga, amiguísima de la pareja gobernante, la que estalló contra los medios acaso reproduciendo lo que en su entorno se dice: ?quién te manda traer esos guaruras tan poco templados? Ahora la Señora tendrá que buscarse otras historias para adaptarlas a sus pretensiones heroicas.

Ac Tah mayologo arguellista entrenador en chamanismo al vapor

Me enviaron esto por correo. Conteste un par de cosas.

Hola a todos en dias pasados les envie este correo con la información del taller que impartira Ac Tah, ha habido ajuste en la fecha, el taller inicia el martes 30 de noviembre de 7:00 a 10:00 p.m. el costo es aportación voluntaria si somos más de 80 participantes, la inscripción es de $350.00 y si se reunen menos de 80 participantes tendra un costo mensual de $350.00. Es una buena oportunidad tener a Ac Tah en Queretaro impartiendo este taller ya que por cuestión de tiempo (agenda) no se iba a realizar, despues de platicarlo y solicitarle acepto. Es un taller que imparte en varias ciudades del pais, he tenido oportunidad de platicar con personas de diversas ciudades que lo toman y me dicen que lo que han aprendido a impactado de forma muy positiva en sus vidas y les a ayudado a cristalizar proyectos. Difunde esta información a quien creas que le puede interesar y por favor confirma tu asistencia, es importante para asi decidir el lugar donde se impartira de acuerdo a el número de participantes.

Luz en tu camino

Un fuerte abrazo

XXXX

Conteste esto a todos los remitentes a quienes dicho mensaje fueron enviados.

Lo siento pero no me agrada esa clase de negocios de fast food espiritual que usan el nombre de chamanismo para algo bastante alejado de la realidad y que no es otra cosa que lucrar con la espiritualidad. Un entrenamiento de un año de 3 horas a la semana con un chaman intinerante es una tonteria. Un entrenamiento real es diario durante cerca de 10 años. Un curso de ese tipo es el entrenar a futuras victimas de si mismos que no sabran ni meter las manos ante un problema real del cual creeran que han sido capacitados para enfrentar. Un entrenamiento real no es un saloncito aseptico estilo Lolita Vargas. Es el campo rompiendose la madre diariamente en situaciones en donde no hay lugar para los debiles. Esto es vender lo sagrado y cuando eso ocurre deja de serlo. No es la primera vez ni la ultima que veo algo asi.
3 horas para 80 personas es nada. Un verdadero maestro puede entrenar a 5 a lo mucho a la vez en un periodo de 10 años. No es produccion en serie. Es crear arboles de leña y no de frutos este hombre Ac Tah. Un chaman es alguien que recorre el camino verde, alguien que sana y guia sosteniendose en un lugar, no es alguien intinerante que le da atole con el dedo a otros encubriendose con su tal vez real ascendencia indigena. Por lo general en los foros tradicionales y en la red escribo con pseudonimos porque lo que importa no es la persona sino el camino. No es exhibirse. Es guardar con constancia una tradicion. Me explico porque creo que este charlatanazo no es chaman.

Los chamanes estan relacionados con culturas agrarias tradicionales relacionadas con la edad de piedra o bronce y no con la tecnologia. Si cualquiera pudiera ser chaman habria por montones pero lamentablemente para los neotoltecas y los pseuddo espiritualistas no solo se requiere una situacion de compromiso, disciplina, integridad, entre otras, tambien implica la relacion y una permanencia con una cultura tradicional indigena que en la actualidad los modos de vida y accion occidentalizados poco permiten sobrevivir. No es un primitivismo pero si una relacion vinculada con la naturaleza en la cual quien decide o no le queda de otra mas que ser chaman tiene que vincularse con las mismas fuerzas que representaron a sus antepasados y repetir mismos ciclos y acciones que ellos. No puede en tal sentido \”recrearse\” los actos en el chamanismo cada que haya una nueva generacion, el chaman implica el sentido de permanencia y estabilidad para su grupo y de ahi que resulte que parte de su deber sea proteger esos valores y tradiciones, pero tambien a su propio grupo tanto de interferencias culturales y religiosas daniñas (esto es ataques de otros grupos, agresiones, etc) asi como de ataques fisicos , sobrenaturales o espirituales. Si un chaman no tiene la capacidad de defender a su grupo es inutil (de ahi que mencione que requiera desarrollar tambien habilidades para dañar). En otro sentido en una cultura tradicional indigena lo que sobrevive es simple, claro, fuerte, practico, util y que funcione como fuerza creadora. La capacidad de un chaman para sanar debe de ser equiparable a la de su capacidad para destruir.

En ese sentido implica a su vez que el chaman o que mejor dicho el practicante tradicional reconocido por SU COMUNIDAD y no por si mismo sea \”multidisciplinario\”: saber medicina tradicional, musica, arte, las danzas tradicionales y los elementos etnicos y culturales propios de su grupo, etc. Y buena parte de su fuerza tambien implica en su capacidad de guardar silencio. Sus acciones en muchos casos en los terminos indigenas tradicionales estan respaldadas no por lo que dice sino por los actos de tal modo que cuando hable si palabra debe de ser considerada como realidad pues la realiza como lo menciona (ver contexto lakota y mazahua por ejemplo). Otro detalle mas que olvidas en tus distintas identidades es el elemento de simbolo. El practicante tradicional es un simbolo para su comunidad pero tambien un hombre. No un simbolo ha ridiculizarse sino un simbolo de algo que puede representar el ideal a seguir o el ejemplo dentro de su comunidad.

Se puede hacer eso en 3 horas a la semana durante un año. No. Es suicida.
Es suicida porque se mal entrena a gente que cree que en un momento dado va a tener la habilidad para enfrentarse a cosas que aun en bajo nivel dañan a otros.

La revolucion espiritual no depende de las religiones establecidas espiritualmente o de sus mercanchinfles. Que mas que producir un cambio lo que buscan son adeptos o medios economicos de subsistencia. La revolucion sera por el hombre que actua por si mismo buscando su camino personal. No puedes vender al espiritu del hombre. Ni aquello que lo forma. He visto gente que ha muerto defendiendo sus creencias, o siendo lesionadas por defender otra alternativa distinta a la religiones predominantes. Ellos no se vendieron sabiendo que en sus manos estaban las responsabilidad las vidas de otros.

chaman en 2 años

Ya ni Julio Diana:

Martin Ribes

MARTÍN RIBES es terapeuta chamánico, formado en el Centro de Estudios Chamánicos de Irlanda (Dunderry Park), país en el que vivió durante 5 años y trabajó con sanadores de formación chamánica y druídica. Viajó 6 meses por todo el continente americano y se inició con chamanes de la tribu Shipiba en los Andes del Perú. Tras vivir 2 años en una yurta, en contacto directo con la naturaleza, volvió a España para poner en práctica los principios de sanación aprendidos y compartirlos con todos aquellos que deseen una trayectoria de crecimiento, sanación y exploración interior

Tiene como enlacs de interes a karina Malpika

¿chamanismo urbano?

A tres patadas de decir que el ciberchamanismo es el futuro

El chamanismo es un sistema ancestral de conexión con los distintos planos de la realidad en busca de información, poder y conocimiento, utilizado desde siempre para la sanación del ser. No se limita a un lugar en particular, a un estilo de vestimenta o al ambiente cultural sino que es una manera de pensar y actuar que desafía fronteras y limitaciones.

El chamanismo moderno, o chamanismo urbano, utiliza la misma sabiduría, las mismas técnicas que los chamanes de la antigüedad y tiene sus mismas pretensiones pues las necesidades humanas de salud, prosperidad y bienestar son las mismas hoy. Lo que difiere es el contexto del hombre actual que ya no busca dónde está la caza sino manejarse en el complejo y tecnológico mundo que le toca vivir y comprender cómo relacionarse con él mismo y con sus semejantes.

En todas las tradiciones chamánicas del mundo hay dos vías principales hacia el poder interior.

En primer lugar, la más ampliamente conocida y practicada es la Senda del Guerrero. Este punto de vista, que es el más común en los tiempos actuales y no sólo entre chamanes, sostiene que el mundo es un lugar peligroso en el que hay que luchar contra los enemigos para sobrevivir y hacer uso de la fuerza: hay peligro de muerte y enfermedad, fracaso y rechazo, tiranía y aniquilación. El Chamán Guerrero construye su mundo sobre este punto de vista. Esta vía es la seguida por la mayoría de chamanes indios americanos, por ejemplo, y es un buen modo porque su intento es bueno. Este ideal del Guerrero se basa en el poder de la fuerza. La visión del mundo como un lugar peligroso es la imperante en la sociedad hoy en día.

Por otro lado, tenemos la visión del Aventurero que aunque entiende que existen peligros no considera el mundo un lugar peligroso; más bien al contrario, considera el mundo un sitio excitante y lleno de oportunidades para hacer lo que uno quiera, y pone el énfasis en la búsqueda de aventura, el desarrollo de la autoconsciencia, una autodisciplina orientada a metas y el cultivo del amor, la amistad y la unidad. La principal premisa del Aventurero es que nosotros somos los creadores de nuestro propio mundo y tanto los peligros como los placeres y el resto de experiencias son auto-generados. El Aventurero entiende la vida como una aventura y persigue, no mediante la fuerza, sino por el poder creativo de la mente, cambiar la propia experiencia y ayudar a otros a hacer lo mismo.

No hay un camino mejor que otro pues ambos tienen la sanación como su propósito social y los dos pueden conducir a estados de elevado desarrollo personal. Pero son caminos diferentes y las diferencias tienen efectos profundos sociales y personales.

El punto de vista del Aventurero es un paradigma difícil de mantener en una sociedad orientada objetivamente pero para quienes estén dispuestos a intentarlo es enormemente gratificante porque, al final, descubrimos que somos nosotros quienes creamos nuestro propio bien y nuestro propio mal. En realidad, ahí \”fuera\” no existe nada \”malo\”, sólo pensamientos dañinos que pueden ser transformados mediante creencias correctas. Aquí la verdadera fuerza o poder consiste en corregir nuestra propia mente y no el mundo que nos rodea.
Ana Pérez
Psicoterapeuta gestalt y periodista

Escatologia

Escatología: la secta de la que salí
[url=http://cesartort.blogspot.com/2009/05/escatologia-la-secta-de-la-que-sali.html]http://cesartort.blogspot.com/2009/05/esca…a-que-sali.html[/url]

En memoria de
Juan del Río
(1923-2001)

“Obviamente la mayor tragedia que puede sucederle a [los escatólogos] ocurre cuando mueren de una enfermedad curable por haber pospuesto consultar a un médico. Una forma más sutil de tragedia aflige a los creyentes que, por no haberse sanado por medio de la fe, suponen que el defecto está en ellos mismos”. —Martin Gardner

El 9 de agosto de 1985 llegué a medianoche al aeropuerto de San Francisco desde la ciudad de México. Me encontraba solo esperando al encargado de inmigración. Únicamente otro joven se entrevistaba con el encargado, una persona mayor. Cuando tocó mi turno revisó todo lo que traía en mis maletas. Me sorprendió que fuera amable conmigo y que fácilmente me diera el pase para salir como turista a la ciudad. Lo había engañado: mi proyecto no era turistear sino emigrar. Me dije a mí mismo con entusiasmo: “¡No saben lo que hacen! ¡No saben lo que hacen! ¡No tienen idea de la amenaza que represento! Ahora le llegó la hora al mundo…”

Y es que creía que poseía la clave para desarrollar poderes paranormales. Creía que yo y aquellos que desarrollaríamos tales poderes forzaríamos el éscaton en la historia, irrumpiríamos en el devenir humano al grado de trasformar el mundo irreconociblemente como en la novela El fin de la infancia. ¿Cómo fue que llegué a creer semejante cosa?

En primer lugar, no hay que prestarle la más mínima atención a los modelos médicos de los siquiatras. Tales modelos biologicistas, externos a la odisea interior de una persona, no pueden ser válidos por la sencilla razón que otros me habían enseñado esas cosas en una secta llamada Escatología.

Como revelaré en los dos primeros tomos de Hojas susurrantes, de adolescente sufrí una tragedia de catastróficas consecuencias. No es de extrañar que, en un estado de gran confusión, haya caído a una secta. Aunque estaba seguro que me salvaría, la secta me perjudicó aún más en lo que a adaptación social se refiere. Como creí que Escatología resolvería mis problemas no le vi caso a reanudar los estudios que había suspendido a causa del vapuleo al que se me sometió de chico. Pero en lugar de contar mis desventuras en Escatología he de hablar, a grandes rasgos, sobre el tipo de secta en la que caí, y cómo salí de ella.

Mary Baker Eddy

Mary Baker Eddy (1821-1910), una niña sensible de Nueva Hampshire, fue víctima de su padre, un calvinista que le inculcó la idea de la predestinación a la condenación eterna. Mary se trastornó. Los médicos que la atendieron eran tan ingenuos como los siquiatras de hoy día: abordaron su problema familiar mediante tratamientos físicos. Desde entonces Mary se resintió, con razón, de la medicina convencional. El trastorno producido por su familia fue profundo. Después de casarse y enviudar, Mary tuvo una vida naufragante hasta que halló refugió en la figura paternal de Phineas Quimby, uno de los típicos curanderos americanos que florecieron en el siglo diecinueve inspirados por Franz Mesmer. Quimby creía en el poder de la sugestión para tratar las enfermedades. El encuentro fue crucial. En lugar de usar métodos físicos Quimby se interesó en la persona de Mary, y sin proponérselo le ayudó a transfigurar el calvinismo de su padre en un cristianismo más benigno y sin infierno alguno. Quimby llegó a usar la expresión “ciencia cristiana” para sus enseñanzas curanderas, término que Mary Baker se apropió posteriormente para nombrar a la iglesia que formó.

Sin darle crédito a Quimby como el mentor de sus ideas, en 1875 Mary Baker publicó la primera edición de su manual de texto Ciencia y salud con llave a las escrituras sagradas. Al siguiente año formó una sociedad con algunos de sus seguidores. En 1877 se casó con Asa Gilbert Eddy. En 1879 Mary Baker Eddy fundó oficialmente una iglesia, que en 1890 ya contaba con cuatro mil seguidores. A partir de entonces la iglesia prosperó exponencialmente. En 1895 se construyó un templo frente al Parque Central de Nueva York, y para 1906 otro inmenso templo en Boston cuando Eddy ya contaba con ochenta y cinco años de edad. Stefan Zweig escribió:

En veinte años hace de una maraña metafísica toda una terapéutica nueva. Una ciencia profesada por millones de adeptos y dotada de universidades, periódicos, maestros y tratados; levanta templos de gigantescas cúpulas, crea un sanedrín de sacerdotes y predicadores, y recoge para sí una fortuna particular de tres millones de dólares […]. Desde Isabel de Inglaterra y Catalina de Rusia, ninguna mujer en el mundo consiguió triunfo semejante sobre el mundo, ninguna alcanzó a ver sobre la tierra un monumento a su gobierno como Mary Baker Eddy.[1]

Los seguidores eran legión. Surgieron cientos de curanderos y docenas de sectas con diversos nombres a lo largo de Estados Unidos; facciones por apóstatas o por aquellos que habían sido expulsados de la iglesia. Uno de éstos fue un tal William Wilfred Walter (1869-1941).

William W. Walter

Comenzando como peluquero, Will Walter tuvo que ganarse la vida desde los diecisiete años en Aurora, Illinois. Se casó a los veintiuno con Bárbara Stenger y la pareja tuvo un hijo. En una secta la información sobre el fundador no es muy asequible, pero de las pocas cosas que se dicen de Walter es que a los veintisiete consiguió un trabajo de agente comprador en un gran almacén. Inició contacto con la Ciencia Cristiana a raíz de una tuberculosis que padeció. Walter ignoraba que la remisión espontánea no es rara en casos de tuberculosis pulmonar, por lo que quedó convencido que una practicante de la iglesia lo curó por medios psíquicos. Desde entonces Walter fue un devoto seguidor de la iglesia y llegó a ser primer lector (aunque no hay clérigos en la Ciencia Cristiana, para un visitante el primer lector puede parecer lo equivalente al pastor Protestante).

En 1912 Walter se distanció de la Ciencia Cristiana a causa de su revolucionaria idea de Dios. O quizá lo excomulgaron: la información de escatólogos que poseo es contradictoria. Sea como fuere, Walter aceptó el título de “El Método Walter de la Ciencia Cristiana” con el que sus seguidores distinguían a su incipiente organización; recibió correspondencia de algunos científicos cristianos decepcionados, y aseveró haber sanado enfermedades por medios mentales exclusivamente. En 1917 impartió su primera clase en su casa, pero sólo hasta 1928 cambió el nombre de su organización a “Escatología”.[2]

Con la excepción del abandono del teísmo, Escatología comparte casi todas las increíbles doctrinas de la Ciencia Cristiana, como la creencia que para los entendedores avanzados es posible curar toda enfermedad e incluso no envejecer y permanecer siglos en este mundo. Pero tanto Eddy como Walter murieron a edades comunes.

Walter falleció sin haber terminado una serie de folletos que había prometido serían setenta. En 1940 escribió: “Éste [el #31] es el primer folleto de la cuarta serie de diez de la Common Sense Series”.[3] Pero apenas escribió el #34 cuando poco después le sorprendió la muerte.

A partir de su fallecimiento la información que poseo es, una vez más, contradictoria. Algunos dicen que el movimiento se desbandó; otros, como en un panfleto de la organización, que la investidura pasó de Bárbara, la esposa de Walter, a Genevieve Rader. Lo cierto es que en los años 1960 la organización se mudó a California, donde florecen todo tipo de sectas y movimientos new age. En los años 70 el terrateniente Mario Estrada, quien estudió con Rader, llevó las doctrinas de Walter a Cuernavaca en México. Estrada fue el maestro de Juan del Río, a quien conocí en 1977 a través de su hijo Ricardo. Ahora bien: 1977 había sido precisamente el año en que una descomunal agresión cometida contra el adolescente que fui, narrado en el mencionado libro que quiero publicar, estuvo a un tris de destruir mi vida: cosa que explica el estado confuso en que me encontraba al entrar al mundo de la Escatología.

La doctrina de Walter

Si bien los científicos cristianos no son muy devotos del teísmo, Walter concibió la deidad más o menos como el new age posterior: llegó a creer que cada individuo es Dios, algo así como democratizar para la humanidad lo dicho sobre Jesucristo en los primeros concilios cristianos, la famosa fórmula Vere homo, vere Deus. Walter libró batallas internas para deshacerse del teísmo que le enseñaron de pequeño, una agonía que me recuerda la crisis religiosa de Eddy, aunque Walter logró superar el introyecto parental eliminando de su mente toda creencia en Dios como un ser personal.

Según la cosmovisión de Walter, Jesús de Nazaret, a pesar de haber sido el individuo que mejor ha entendido la ciencia de la vida (llamada “Escatología” por Walter) y quien mejor ha desarrollado los poderes paranormales, era un hombre como cualquier otro. Potencialmente todos podemos desarrollar la percepción extrasensorial como Jesús le adivinó el pensamiento a la samaritana; y la psicokinesis, el dominio sobre el mundo material como Jesús sanaba o caminaba sobre las aguas. La “Mente Maestra Jesús”, nos dice Walter, aprendió esos poderes gracias a una larga tradición hebrea de entendedores de la ciencia de la vida, registrada en la Biblia aunque de forma velada para ocultar la fórmula del poder mental “a los malpensados”. Walter escribió:

Los llamados prodigios realizados por Moisés fueron hechos a través de su propio entendimiento del poder mental, y por consiguiente no eran milagros sino el producto de fenómenos mentales producidos por métodos conocidos. Con el mismo grado de entendimiento podrían ser reproducidos, otra vez, en nuestros tiempos. El hecho es que prodigios más grandes están siendo producidos por los estudiantes de la Mente.[4]

Como no sólo Jesús sino cada ser humano es Dios encarnado, Walter dedujo que la era en que la humanidad tome conciencia de su divinidad, y por ende de sus potenciales poderes, llegará cuando sus estudiantes entiendan —como entendieron Jesús y Walter— la ciencia de la vida. Cuando esto suceda las consecuencias serán escatológicas. En La hoz, título sacado de un pasaje del Apocalipsis, Walter nos dice: “Luego de la publicación de este libro vendrá el entendimiento de la aplicación del poder mental”, cosa que devendrá en “el fin de la era”.[5]

Todas estas grandilocuentes, aunque megalomaníacas ideas de Walter y sus seguidores, contagiaron al adolescente que fui y explican mi soliloquio en el aeropuerto de San Francisco. Para entender mi extravío no tengo más remedio que entrar en detalle sobre el arte de desarrollar el poder mental tal y como lo enseñaba Walter.

La ley de la importunidad

En Escatología hay tres leyes que Juan del Río me enseñó a mí y a mis compañeras de grupo desde la primera clase formal, que recibí en diciembre de 1978, las cuales yo interpretaba de manera muy práctica.

La primera, la Ley de causa-efecto, nos muestra que dada nuestra naturaleza divina podemos crear ex nihilo aquello que deseamos.

La segunda, la Ley de la proporción, nos muestra qué cualidad debe tener nuestro pensamiento para que sea causal: debe ser un sentir absoluto en la realidad objetiva de nuestro deseo. Walter interpretó que eso fue lo que quiso decir Jesús: “Cualquier cosa que desees cree que la posees, y la tendrás” (Mc. 11:24). La ilustración que nos puso del Río en clase fue la de una balanza de dos platillos. Cuando un platillo de la balanza acumula el 51 por ciento de pensamientos de nuestro sentir positivo (“cree que la posees”) el brazo se inclina hacia un lado y la manifestación del deseo es automática (el lado del platillo opuesto representaría las “apariencias” y carestía “engañosa” en nuestras vidas). De ahí el nombre de “proporción” para esta ley. Pero el verdadero problema empieza aquí. Si poseemos la habilidad de causar (la primera ley) y conocemos la cualidad que debe tener nuestro pensamiento para que sea causal —una convicción profunda (la segunda ley)— ¿cómo llegamos a tal convicción?

La tercera ley, la Ley de la importunidad, nos lo revela. Según los escatólogos importunidad significa “orar insistente y persistentemente hasta que la mente ceda”, es decir, hasta que la suma de pensamientos genere un sentir positivo sin duda alguna. Esto es algo que Walter también dedujo de las enseñanzas de Jesús: la parábola del hombre que tiene un invitado a medianoche y le pide unos panes a su vecino, quien le contesta que ya están todos acostados pero que, a causa de su importunidad, se levantará a dárselos (Lc. 11: 5-13). La idea se repite en la historia de la viuda que con gran persistencia importuna a un juez rogándole justicia, parábola cuya moraleja es que “hay que orar siempre y no desfallecer” (Lc. 18:1-8). Walter interpretó la oración de estos versículos no como una súplica a un Dios personal inexistente, sino como la práctica mental del escatólogo avanzado. La vía para llegar al estado de convicción profunda (“¡cree que la posees!”) es un ejercicio mental repetitivo y molesto, una importuna oración con uno mismo que culmina con el sentir de convicción. Siguiendo la analogía de la balanza, a través de la importuna repetición de pensamientos la mente acumula el 51 por ciento necesario en el platillo “correcto” para que el brazo de la balanza se incline a nuestro favor, es decir, genere el sentir de convicción.[6]

Para ilustrar cómo un entendido en Escatología utilizaría estas tres leyes supongamos que perdió una mano en un accidente y desea volver a tenerla. Según la primera ley puede hacerlo porque su pensamiento es causal y puede crear de la nada. Según la segunda ley para lograrlo tiene que sentir que ya la posee. Ahora bien, para generar un sentir que contradice todas las apariencias hay que “orar”, nos dice la tercera ley, hay que decirse a uno mismo que la mano existe con inexorable importunidad hasta lograr la convicción. La manera de hacerlo es irse a un lugar a solas, quizá tapando el muñón donde debiera estar la mano para que las apariencias no disturben al orador, y repetir una línea de pensamiento como “Mi mano existe y sé que está aquí” con tanto sentir como uno pueda generar. Con el tiempo, alegan los escatólogos, gracias a la importunidad devendrá un estado mental en que el orador creerá realmente que posee su mano. Eso significaría cumplir la segunda ley, y por ende, en el mundo objetivo aparecerá su nueva mano. Eso sí: se les dice a los estudiantes que para lograr semejante hazaña debe comenzarse por objetivos mucho menores, como curarse un catarro o una úlcera nerviosa. Estos logros modestos servirán de plataforma para desarrollar una fe invencible en la propia habilidad de causar; fe que, retroalimentada de logro en logro, nos permitirá resolver problemas cada vez mayores, como la reexpresión de un miembro perdido.

Disonancia cognitiva

En esencia esa es la fórmula de cómo desarrollar la psicokinesis según Walter: un poder que, como ya he señalado, cuando muchos escatólogos lo desarrollen llegará “el fin de la era”. (Aunque uso términos como “psicokinesis” en este artículo, los escatólogos no lo hacen. En parasicología a la psicokinesis también se le conoce con el nombre de telequinesis.)

Hace veinte años, cuando creía fervientemente en el apocalipsis de Walter, me imaginaba que si los maestros de Escatología se enfermaban, envejecían y morían como cualquier otro mortal era porque no aplicaban bien las enseñanzas; creía que eran individuos mediocres y sin ambición alguna. Una de las razones por las que rompí con Juan del Río y con mi segundo maestro, Jaime López, fue porque no vi resultado psicokinético alguno no sólo en mi vida, sino en la de ellos. Del Río, quien murió de cáncer en 2001, era un señor que cuando estudiaba con él en 1979 aparentaba su edad: cincuenta y seis años. Cierta ocasión me contó un estudiante de recién ingreso que le había preguntado a del Río si conocía al menos un solo escatólogo que no envejeciera. Del Río se quedó pensando y respondió que no. “¡Entonces la Escatología todavía no plancha!” (las arrugas) exclamó el estudiante. Yo pensaba igual. ¿Dónde estaban los centenarios que habrían por necesidad que existir una vez que Eddy y Walter redescubrieron la “ciencia de la vida” que originalmente habían descubierto entendedores como Matusalén y los otros centenarios bíblicos? En teoría, el desarrollo más elemental de la psicokinesis habría de controlar, por medios psíquicos, al propio cuerpo. Eddy misma había enseñado que su ciencia podía impedir los estragos de la vejez, por lo que muchos de sus devotos seguidores pensaron que Eddy no moriría. Pero lo que veía contradecía rotundamente lo prometido por Walter, quien dedicó dos capítulos al tema de cómo vencer la vejez en La hoz afilada, el libro de texto de Escatología. Walter escribió:

La juventud, siendo una sensación de juventud, puede ser conscientemente continuada o mantenida con todo su vigor, energía y buenas emociones. Que esto no es una mera teoría puede establecerse por la longevidad de los personajes de la Biblia, quienes entendieron este hecho.[7]

Los discípulos de Walter se tragan esta afirmación. En uno de sus folletos Florence Stranahan escribió: “Dices que tu cabello está prematuramente gris. La edad nada tiene que ver con eso. Es tu propio pensamiento”. Que los escatólogos realmente se creen poseedores del elixir de la juventud se advierte además en el comentario de Genevieve Rader sobre esos capítulos de La hoz afilada: comentario que se les lee a los estudiantes avanzados y donde se reafirma y reelabora lo declarado por Walter.[8] Pero Rader, quien dirigiera Escatología por cuarenta años hasta 1981, al igual que Eddy, Stranahan y Walter envejeció y murió.

Así que los grandes maestros envejecían y morían como cualquier mortal. Eso no me alarmaba porque yo también me tragué las racionalizaciones de los escatólogos: que Eddy, Stranahan y Rader no habían entendido del todo la ciencia de la vida, y que Walter hizo la “transición” al otro mundo porque así lo quiso.

Creer en estas ingeniosas racionalizaciones me permitió continuar con mis estudios de Escatología. Durante mi primer año en la secta innumerables veces intenté cumplir la tortuosa Ley de la importunidad, pero no podía. Me sentía tonto repitiendo tanta línea como loro sin resultado alguno y nunca logré las maratónicas sesiones de horas e incluso días que, según del Río, Walter había realizado. Tenía entonces veinte años y quería convertirme en un virtuoso de la oración —la importunidad— a fin de manifestar mis jóvenes deseos. Pero jamás se me ocurrió dudar de la existencia de tales poderes. No se me ocurrió pensar que la falla no se encontraba en mí, o que otros escatólogos podrían haber tenido dificultades similares en la praxis de la importunidad. No osaba pensar que ellos habían cumplido con la Ley de la importunidad sin resultado alguno, y mucho menos me atrevía a pensar que las historias de las maratónicas sesiones de Walter eran exageraciones. Creo que fue Jaime Hall, mi más cercano amigo escatólogo (fallecido en 1996 por un fulminante paro cardiaco), quien me dijo que Walter había orado días; que necesitaba dinero y que un antiguo alumno le envió un cheque por correo: milagro que atribuyó a su maratón de importunidad. Jamás se me ocurrió cuestionar ese milagro o los atribuidos a Jesús. No concebía que lo que cuentan los evangelios podía no haber sido histórico sino que fuera ficción literaria; o que la interpretación “metafísica” de Eddy y Walter sobre las narrativas neotestamentarias fuera una patraña. Años y más años tenían que pasar para que cuestionara la historicidad de los relatos bíblicos…

Ahora que he abandonado toda fe en la existencia de esos poderes veo cuestiones elementales que en su momento no vi por mi fe ciega. Si Escatología fuera una ciencia y si sus leyes fueran tan reales como la ley de la gravedad o la ley de la termodinámica, es más que elemental que habría atestiguado hartas demostraciones de tales leyes de parte de mis maestros Juan del Río y Jaime López (en una conversación con mi padre a principios de los años ochenta le llamé “Yoda” a este último). La gravedad no requiere demostrarse: la vemos todos los días. Pero ni yo ni ningún otro estudiante de Escatología había visto no se diga un Matusalén que reexpresara miembros perdidos, sino ni siquiera un logro paranormal relativamente modesto como mover un pequeño objeto por medio de la mente.

Mueren más jóvenes…

A todo aquél que esté por caer a Escatología u otra secta le sugeriría que considere esta prueba de tornasol para distinguir la falsa ciencia de la verdadera.

Los científicos demuestran la realidad de sus ciencias a la vista de todos: electricidad, ingeniería, computación, medicina, aeronáutica, petroquímica, mecánica automotriz y muchas más. Los seudocientíficos no pueden hacerlo. Si antes de emigrar hubiera razonado de esta forma, me habría percatado de que no necesitaba viajar en busca de material parasicológico “serio” para robustecer mi fe escatológica. El hecho que ningún escatólogo se mantuvo joven, o al menos más sano que la norma, debió haber sido suficiente motivo para no buscar en ese camino mi salvación.

Según la Revista de la Asociación Médica Americana del 22 de septiembre de 1989 se registraron los decesos de miles de seguidores de Eddy junto con un grupo de control. Si la Ciencia Cristiana de Eddy fuera una verdadera ciencia, uno esperaría que sus seguidores fueran más longevos que los del grupo de control. Pero la revista médica reveló algo muy distinto:

Entre los científicos cristianos la proporción de muertes de cáncer duplicó el promedio nacional, y el seis por ciento de ellos murió de causas consideradas prevenibles por los doctores. En promedio, quienes no eran científicos cristianos vivieron cuatro años más que los científicos cristianos en el caso de las mujeres, y dos más en el caso de los hombres.[9]

Así que los seguidores de Eddy mueren más jóvenes por cáncer que el americano promedio debido a su renuencia de acudir al doctor. Si se hicieran los mismos estudios a los seguidores de Walter, quienes también son renuentes de ir al médico porque “la creencia en la enfermedad enferma”, apostaría a que el estudio arrojaría cifras muy similares. Mi ex maestro Juan del Río se enfermó precisamente porque, a pesar de haberse hecho rico con el montón estudiantes de Escatología que tuvo, omitió hacerse chequeos médicos y cuando tuvo síntomas el cáncer ya estaba muy avanzado.

Debo decir que la mejor clase que jamás he recibido sobre la Ley de la importunidad me la dió del Río en privado. Su exposición fue más clara y didáctica que los mismísimos capítulos de La hoz afilada en que se le enseña al estudiante cómo “orar”. Veinte años después, cuando le detectaron el cáncer, del Río tuvo una ventana de oportunidad de más de cuatro años para orar con importunidad y vencer la enfermedad. Pero fracasó. Y fracasó por el simple hecho que el cáncer no tiene una etiología “mental” ni se cura con “pensamientos de salud” o “erradicando todo odio” como predicó Walter.

Mi segundo maestro, Jaime López, fue más lejos que del Río respecto al dilema de ir o no al médico. Cierta vez hizo un comentario crítico sobre la familia del Río porque practicaban la vacunación profiláctica (Juan fue médico y había ejercido su profesión antes de entrar a la secta). En su estudio de Puebla López me dijo que él no vacunaba a sus hijos, y que lo habían decepcionado Juan y su esposa por hacerlo. Jaime López finalizó su comentario diciéndome que él se manejaba en la vida “como lo dice Walter”.

Es importante señalar que en 2006 Raquel Hall, la viuda de Juan del Río, imparte clases a 400 alumnos de Escatología, que ahora la llama “Aplicación Mental”. Increíblemente, la larga agonía de su marido no le hizo dudar a ella o sus alumnos “aplicados” del dogma de que la enfermedad es curable por medios mentales. El creyente en una secta, religión o seudociencia rara vez madura al enfrentar lo que los psicólogos llaman disonancia cognitiva.

Aunque a mis veintes desconocía el estudio de la Asociación Médica Americana, creía que la vejez y muerte de los maestros se debía a que carecían del entendimiento que tuvieron Jesús y los centenarios del Antiguo Testamento. Una vez más: jamás se me ocurrió que las “leyes” de Escatología simplemente no existían, que eran una gran fantasía. No se me ocurrió porque no podía concebir la inexistencia de lo paranormal: una idea que mi padre me había inculcado de niño con sus bellas historias sobre los milagros de Jesús. Si bien de joven había abandonado al cristianismo, erróneamente creía que la existencia de la percepción extrasensorial y la psicokinesis, en las que tácitamente se basan los sistemas de Eddy y Walter, había sido demostrada científicamente por parasicólogos. Sólo necesitaba verlo para confirmarlo en los laboratorios gringos de parasicología. De ahí la necesidad de emigrar y mi soliloquio aquel día en el aeropuerto.

¡Dénme una lección a la Yoda!

La terrible experiencia en California en 1985-88, basada en mi quijotesco proyecto de desarrollar poderes, será tema del quinto tomo de mi serie autobiográfica Hojas susurrantes. Por el momento lo único que puedo hacer es citar un pasaje de mi diario que muestra la madurez de mi ulterior apostasía de Escatología:

2 septiembre 1997

Ayer leí dos capítulos de La hoz afilada en inglés después de años de no leerla. Y pasó algo importante. El caso es que por vez primera dudo de la honestidad de Walter. ¿Recuerdas ese artículo de la revista Skeptical Inquirer donde anoté cómo debí haber reaccionado ante el alegato de la Ley de la importunidad?:

Gurú: “No tomes mi palabra por sentado. Tú mismo puedes aprender a desarrollar la psicokinesis”.

Escéptico: “¡Magnífico, me encantaría! Pero antes de usar mi tiempo en intentarlo quisiera hacer una pequeña indagación de consumidor. ¿Que me dice usted de una demostración?”

Este es el quid. Ni Walter ni Genevieve o Robert Durling pudieron realizar ni una monada psicokinética como eso que dice Walter en la página 219 de su libro de texto: que con su puro pensamiento afectó pedazos de acero, hule, piedra, madera y arcilla. Mi actitud actual sería exigir la demostración (“antes de usar mi tiempo…”) o no intentar cumplir las interminables horas que exige la supuesta Ley de la importunidad. Es en este punto donde he cambiado. Quien lee ahora La hoz afilada es otro: un escéptico.?

Es una golosina lo que dice Walter en la página 207: “Investiga los resultados [¡énfasis en el original!] de quienes escoges como maestros y no te extraviarás”. ¡Miren quién habla!: ¡si él mismo murió súbitamente! Y ve esta otra: “Que la señora Eddy no descubrió toda la verdad es evidente porque ya no está con nosotros”, escribió Walter en el libro más atesorado por los escatólogos. ¡Otra gema, pues nada hay más fatal para la credibilidad de Escatología que Walter muriera aún más joven que ella!

?Al final del capítulo “Conclusión” de La hoz afilada anoté con tinta roja a pié de página:

“OK, Walter o maestros contemporáneos de Escatología, se los pido sin burla alguna: Denme una lección a la Yoda levitando la nave frente a Luke como en la película El imperio contraataca, y mañana reiniciaré humildemente el estudio del primer folleto de Pláticas Francas…”

Engañabobos

Salvo algunas correcciones, eso fue lo que escribí en mi diario en 1997. El folleto referido es la primera clase para principiantes de Escatología. Vale mencionar que en su época hubo quienes consideraban a Walter un timador. Florence Stranahan, una de sus más fieles discípulas, escribió en el folleto Messages on Christian Science series I:

Escribes que la Sra. __ dice que el Sr. Walter es un engañabobos […] que usa una treta para hacer dinero.

Stranahan dudaba de que la acusación de la señora cuyo nombre omite fuera cierta. Pero Oliver Roberts de La Fontaine, hombre rico de la Wells Fargo & Co. en California, escribió en The great understander que Walter le cobró $10,000 dólares por un curso para iniciados (lo que en ese entonces costaba una mansión). En su libro Oliver confesó que al oír semejante cifra albergó momentáneamente el pensamiento que Walter lo había estado cazando con cursos previos para, una vez convencido, sacarle un dineral. De hecho, algunos pasajes del libro de texto de Escatología denotan una gran falta de integridad de parte de quien, in absentia, tomé por guía espiritual y maestro. Walter escribió:

Existen dos etapas positivas en el desarrollo que preceden la transición conciente, las cuales deben entenderse y demostrarse del todo antes de que la tercera etapa de la transición consciente sea entendida y demostrada. Por lo tanto, cuando cualquiera de mis estudiantes me demuestre que entiende las primeras dos etapas, con gusto le enseñaré la ley que gobierna la tercera. La primera etapa es la demostración de invisibilidad. Jesús podía hacerlo a voluntad, como declaran las escrituras. El segundo estado es la transfiguración […]?.

¿Realmente creía Walter eso? En sus palabras (“cuando cualquiera de mis estudiantes me demuestre que entiende las primeras dos etapas…”) se da por sentado que, si Walter le pedía al alumno semejante demostración, él mismo podía volverse invisible y transfigurarse.

Hace años solía pensar que a Walter simplemente se le había aflojado un tornillo. Ahora comienzo a verlo bajo tonos aún más oscuros. Si Walter no se hacía invisible era moralmente peor que un chiflado: un charlatán. La diferencia entre chiflado y charlatán es que el chiflado se cree sus mitos, mientras que el charlatán engaña conscientemente. Martin Gardner distingue entre uno y el otro en su libro La ciencia: lo bueno, lo malo y lo falso. El chiflado sería un Velikowski, quien creía en su lunática astronomía; el charlatán sería un Uri Geller, quien nos engañaba con trucos “psicokinéticos” de ilusionismo.

Así que ¿realmente creía Walter lo que le pedía a sus alumnos? Como dije, en tal demanda no sólo estaba implícito que él, Walter, se había hecho invisible sino que también se había transfigurado como Jesús. Pero es un hecho comprobado que Walter jamás demostró que podía hacerse invisible ante los hombres de ciencia en las universidades y laboratorios de su país. De haberlo hecho habría revolucionado al mundo.

Actualmente no creo que Walter se hiciera invisible. Y eso sólo puede significar una cosa: que Walter le mintió a sus alumnos y lectores al implicar, con la cita de arriba, que él podía lograr semejante hazaña parasicológica. Esto parecerá muy brusco a los escatólogos, dado que Walter había terminado La hoz diciendo que, ante todo, uno tiene que ser sincero consigo mismo. Pero es un hecho consabido que entre gurús y sus creyentes este tipo de autoengaño es harto frecuente.

Si bien es imposible probar un negativo —como por ejemplo que Walter no se hacía invisible—, es importante dar una breve clase de ciencia real en esta página.

Hay dos preceptos centrales para los escépticos. Uno es “Afirmaciones extraordinarias requieren de evidencia extraordinaria”, por ejemplo, que Walter no sólo hubiera demostrado públicamente su invisibilidad sino que los escatólogos avanzados lo hicieran hoy día. Pero en su libro de texto Walter ni siquiera se tomó la molestia de describir una prueba ordinaria para sus extraordinarias afirmaciones (la misma falta que aparece a lo largo y ancho del libro de texto de su gran mentora, Mary Baker Eddy). El otro precepto es “La carga de la prueba recae sobre quien propone la afirmación extraordinaria”. Se ha observado que en las seudociencias se invierte la carga de la prueba: como un maestro que le exige al estudiante que se haga invisible ¡sin que él mismo, el maestro, le haya dado antes una demostración de invisibilidad!

Vamos a suponer por un instante que Walter podía hacerse invisible. ¿Por qué no hizo demostraciones públicas? ¿Para ocultar su fórmula secreta de la importunidad sobre estos poderes a los mal pensados? ¡No me hagas reír, Walter! Imaginemos qué absurdo sería que Edison, cuando acababa de inventar el foco, no se lo quisiera enseñar a nadie sino que se guardara a sí mismo su máximo descubrimiento. Imaginemos que pusiera este requisito a sus estudiantes: que ellos, no el inventor, le demostraran a Edison cómo crear luz en una bombilla al vacío ¡antes de dejarlos entrar al laboratorio para que vieran el foco encendido de su maestro!

Ponderando lo que dice La hoz afilada con sano escepticismo, el veredicto sobre Walter parece insoslayable: muy bien pudo haberse comportado como un engañabobos, tal como escribió aquella conocida de Stranahan citada arriba.

Lecturas recomendadas

Para comprender a Walter no es mala idea leer biografías sobre las pícaras vidas de los creadores de imperios religiosos en suelo Norteamericano: desde Joseph Smith y sus mormones hasta el reverendo Sun Myung Moon y Ronald Hubbard pasando por quienes, como Walter e incontables otros, no lograron crear grandes organizaciones y sus seguidores apenas son conocidos. El libro de Martin Gardner, The healing revelations of Mary Baker Eddy, es un buen comienzo; así como The transcendental temptation de Paul Kurtz, a quien tengo el gusto de conocer personalmente.

Quien quiera saber por qué los verdaderos hombres de ciencia no creen en la existencia de poderes paranormales —que tantas sectas prometen a sus seguidores— no debe perderse de Leaps of faith de Nicholas Humphrey. Al momento de escribir no está traducido al castellano, pero algunos libros de Gardner críticos de seudociencias y sectas que prometen tales poderes han sido traducidos: La ciencia: lo bueno, lo malo y lo falso (1988) y La nueva era (1990).

¡Espléndidas lecturas para curarse del pensamiento mágico!

Posdata

El 6 de marzo de 1941 el Aurora Beacon News, periódico del pequeño pueblo donde Walter pasó la mayor parte de su vida, publicó la nota: “William Walter Muere Súbitamente en su Casa de Florida”. El artículo especificaba que Walter estaba en su cálida casa de Florida para pasar los inviernos, y que la causa de su fallecimiento había sido un ataque cardiaco.

La nota demuestra que lo que escuché en Escatología es un mito: que Walter no murió como todos sino que hizo la “transición” al siguiente plano de la existencia como Jesús (en los cursos más avanzados, los escatólogos afirman que la narrativa de la Ascensión del Nuevo Testamento describe la “transición consciente” de Jesús). El mencionado libro de Paul Kurtz desmitifica la Resurrección y Ascensión y nos muestra al Jesús histórico en toda su prosaica mortalidad.

Artículo enciclopédico

Wikipedia publicó este artículo sobre la Escatología de Walter.

Notas

[1] Stefan Zweig, La curación por el espíritu (Colección Austral, 1965), págs. 13 & 110s.

[2] Tanto las doctrinas de Eddy como las de Walter aparecen en publicaciones que las respectivas organizaciones venden al publico general. Escatología se anuncia aquí, donde es posible solicitar algunos textos de Walter. Parte de la información biográfica la obtuve del panfleto Additional background information and a brief summary of the writings of William W. Walter (Eschatology Foundation, 1977). Los textos de Escatología en estas notas han sido publicados por esa organización.

[3] William Walter, “Perfection” en Common sense series, number thirty-one (1940), pág. 1. Walter había prometido una serie de setenta folletos en “Mental warfare”, Common sense series, number eleven (1932), pág. 1.

[4] William Walter, The sharp sickle (1928), págs. 484s.

[5] La hoz, traducción de Mario Estrada (1974), págs. 313s (La hoz y La hoz afilada son dos distintos libros de Walter).

[6] Walter usó la expresión “Ley de la importunidad” en The unknown God, Vol. II, (1922), pág. 123, libro que alegadamente es “la interpretación metafísica”, versículo por versículo, de los evangelios; y explica la importunidad en Notas de la clase primaria, traducción de Mario Estrada (1975), págs. 105s.

[7] The sharp sickle (op. cit.), págs. 278s.

[8] Genevieve Rader, The sharp sickle questions: Eschatology (1962), págs. 256-284.

[9] Martin Gardner, The healing revelations of Mary Baker Eddy (Prometheus Books, 1993), pág. 217.

Invitan a un expresidiario, y no le pagan el viaje de regreso

Me comentan que el importador de Droga Julio Diana mando un demonial de correos anunciando un evento que se hizo semanas atras por un expresidiario estadounidense (relacionado con el AIM), pero parece que esta saludando con sombrero ajeno, de algo que de por si no suena logico. Y ese expresidiario al que quieren presentar como la maxima autoridad lakota, avala a Micky Gallardo , a Mary Thunder y a su vez hace eventos en ñlugares de Swingers y donde fue asegurado Frank diaz por destruccion del patrimonio historico, para finalmente ser anunciado el evento con dos semanas de retraso por un lider de secta.

Basicamente dijo que se hicieron eventos en amatlan de quetzalcoatl, relacionados con el relampago.

http://en.wikipedia.org/wiki/Leonard_Crow_Dog

Por lo que yo se es un comerciante, vende cosas, y estaba relacionado con el caso de leonard peltier y los muertos (buascar a leonard peltier da una idea de pòrque encarcelaron a ese sujeto, no por activismo)

Aviso para que esten enterados.

http://www.ipl.org/div/natam/bin/browse.pl/A228

Native American Authors

Leonard Crow Dog , 1942-

Lakota
Sioux

Leonard Crow Dog was the spiritual leader of the American Indian Movement of the 1960’s and 1970’s and served time in prison as a result of his political activities. He was born in 1942 on the Rosebud Reservation. His book Four Generations of Sioux Medicine Men describes the history of four generations of his family from the time of Sitting Bull and Crazy Horse through Buffalo Bill Cody’s Wild West Shows to Native people’s struggles today.

Segun los sitios estuvo Preso pero por posible participacion en el homicidio del agente federal asesinado por el otro Leonard.

http://www.newagefraud.org/smf/index.php?topic=1026.0

Crow Dog is no fraud. At one time he was medicine man for AIM at the Wounded Knee standoff. [color=#00FF00]But he has a terrible record of endorsing or defending frauds like Michael Hull and Mary Grimes/\”Mary Thunder\”. He also lets just about anyone come to Crow Dog’s Paradise, including many outsiders who then turn around and set themselves up as sweatlodge sellers. That’s probably how those German sweatlodge sellers in the links got trained.

The Lame Deer link could be from Archie Lame Deer’s group in Germany, who sold sweats for 666 euros each. (I don’t know why they chose that amount, but it struck me that they were making fun of Christians.) Archie has passed on, but his son is still in Germany and grew up there. To me it’s sad, since his grandfather, John Lame Deer, was a greatly respected man.

Basicamente por lo que veo, el tipo era descendiente de uno de los ultimos ghost dancers, pero los segudiroes de Peltier lo agarraron de bandera y ha estado haciendo danzas del sol para el que quiera donde quiera, con un sitio que pide donaciones.

Hay razones para pensar que stuvo preso no por activismo politico, sino por cosas relacionadas con AIM y su tocayo directamente.

Pd, este sujeto avala a Micky Gallardo.que esta en la lista negra lakota

Mas de Fuegos Nuevos…

No se si haya un post para los fuegos nuevos porque tal parec que hay unos 10 cada año.
este me llamó la atención porque en la palabra tiene buenas intenciones, pero parece que su actuar esta alejandose de la sociedad.

Desde tiempos ancestrales las tribus de las cuatro direcciones se han reunido en Consejos para compartir historias, enseñanzas y rezos. Siguiendo este legado y desde 1991 se vienen realizando en México y en varias partes de Latino América los encuentros conocidos como “Consejo de Visiones – Guardianes de la Tierra”. Hasta este momento se han realizado 9 encuentros nacionales, 8 Consejos locales y 3 encuentros internaci …onales; el 1er Encuentro Biorregional de las Américas en Tepoztlán, México (1996), “El Llamado del Cóndor”, en Cuzco, Perú (2003) y “El Llamado de Colibrí ”, en Alto Paraíso, Brasil (2005).

El “X Consejo de Visiones Guardianes de la Tierra” es un evento multidisciplinario y educativo enfocado a generar un cambio social y ambiental. Es también un foro la creación de redes y para el intercambio de recursos y saberes prácticos en temas como la medicina natural, nutrición y salud holística, eco-construcción, energías renovables, comercio y economías justas, arte de conciencia, agricultura organica, permacultura, bio-regionalismo, toma de decisiones y resolución de conflictos, pedagogía alternativa, tradiciones místicas y shamánicas, calendarios sagrados, etc.

en: [url=http://www.facebook.com/event.php?eid=108915859149297&ref=ts]http://www.facebook.com/event.php?eid=1089…9297&ref=ts[/url]