Search Results

Search Term: aurelio diaz

Number of Results: 12


Publicidad en la wikipedia sobre temazcales

Resulta ridiculo que en la wikipedia los enlaces que se den externos sobre el temazcal sea publicidad de grupos bastante lejos de la realidad.
Mezclandolo con cosas de arguelles y de remate Aurelio Diaz.
Aqui me brinca que lo metan como actividad en un centro Osho:
[url=http://www.oshoakeed.com.ar/temazcal.htm]http://www.oshoakeed.com.ar/temazcal.htm[/url]
Y aqui con elementos de arguelles, bandera de la paz y aurelio diaz:
[url=http://video.google.es/videoplay?docid=7037370826990640881&hl=es%20#]http://video.google.es/videoplay?docid=703…1&hl=es%20#[/url]

El remate es cuando los mezclan con incas y ELFOS
[url=http://www.temazcal.cl/]http://www.temazcal.cl/[/url]

Pregunta para validar: Si me puede contestar Tlahuica, Tatanka, Ger o Rules

[url=http://www.youtube.com/watch?v=3YYfA82MUl4&feature=player_embedded]http://www.youtube.com/watch?v=3YYfA82MUl4…player_embedded[/url]
Les parece famiiar algo como ese “campamento de oracion”.
No me es familiar que en los grupos de danza del sol que conozco se hagan “campamentos” de oracion a no ser que se hagan ceremonias como la busqueda (que no precisamente ir a acampar). Me suena estoy muy estilo a Aurelio Diaz version (primero me dan su opinion y depsues digo quienes lo estan haciendo).
Nose, pero hay algo que me da la sensacion de como dijo un dia Tatanka. De,asiado serio para ser litgh y demasiado ligth para ser serio, y me da la impresion de ser mas bien un campamento motivacional sobretodo si hay comida de por medio.

Sobre material de camino rojo

Ya me preguntaron porque no se ha actualizado el material de los foros de camino rojo.
La razon es simple. Ya no hay mucho material respaldable en la red que quede en español siendo que mucho de lo que hay suelto es de o gente de Aurelio Diaz, o Micky Gallardo o Fernando Aguilar. En ese sentido sobre material de la red creo que ya hay poco que se pueda respaldar, quedando la opcion de realizar traducciones o transcribir en escrito lo que tengo de informacion siendo primero validada por Tatanka para evitar confusiones debido a que danza del sol o camino rojo en Mexico tiene diferencias con el camino rojo de los ogaglas y indios norteamericanos debido a que aqui se esta reasimilando los rituales pero atraves del nahuatl y el reconstruccionismo de varias ceremonias originales. Lamentablemente en Mexico asi com hay “Fernandos Aguilar” en los circulos de danza tambien ocurre que hay quienes consideran que como castaneda menciona que lo suyo es camino rojo entonces tambien hay que incluir nagualismo a lo castaneda en ello, o en el peor de los casos vemos concheros que se creen chamanes por haber hecho busquedas de la vision. Entre otras cosas.
El material seguira estando en foro privado y espero en unos dias comenzar a subir ahora material a pueblos de origen en cuanto un administrador me de luz blanca para pasar el material de su foro para aca.

la lista negra lakota de los explotadores de la mespiritualidad lakota

[url=http://www.elexion.com/lakota/bl.html]http://www.elexion.com/lakota/bl.html[/url]
La Lista Negra
Explotadores de la espiritualidad Lakota
Varios de ellos mencionados en este foro.

No pretendemos que nuestras ceremonias sean mejores que las de otras tradiciones, y tampoco creemos que no puedan ser compartidas con personas de otras naciones. Pero las verdaderas ceremonias, prácticas rituales y perspectivas Lakota no se venden ni se mezclan con las de otras tradiciones o religiones en ningún sentido. Quien te intente convencer de lo contrario te estará mintiendo.

Quienes participan y apoyan a los “curanderos”, “jefes”, “líderes de tribus” y “shamanes” fraudulentos solamente están “sanando” las finanzas personales del exponente y, al hacerlo, contribuyen a la destrucción no sólo de la cultura Lakota, sino también de los caminos espirituales de todos los pueblos indígenas.
* EL MOVIMIENTO MEXICANISTA (México)
La Nación Lakota desconoce públicamente cualquier vínculo, asociación y/o enlace físico, oral, espiritual, cibernético o de cualquier otra índole con este movimiento y todos sus asociados. La Nación Lakota también desconoce cualquier rito, ceremonia, palabra y/o acto de supuesto origen “Lakota” o “Sioux” realizados y/o emitidos por cualquier mexicanista y/o asociado en cualquier momento, lugar, medio o circunstancia, y muy particularmente todo lo relacionado con las llamadas “Danza del Sol”, “Búsqueda de Visión” o “Inipis”.
* MIGUEL ANGEL “MICKY” GALLARDO (España)
Fundador del llamado Clan del Lobo, este tipo vende desde artesanías y sitios web “nativos” hasta “ceremonias Lakota”. Presume de ser “seguidor fiel de los Lakota y completamente apoyado por ellos”, y para probarlo utiliza la mentira, la hipocresía, el cinismo, las amenazas y el robo de textos, entre otras cosas. “Micky” efectivamente es ampliamente reconocido por los Lakota, pero como un cínico estafador, por lo que ya están en marcha procesos legales importantes en su contra.
* EMILIANO DIAS LINHARES alias “GIDEON” (Brazil)
Ofrece cursos y ceremonias “Lakota” con una mezcolanza de cristianismo, candomblé, ayahuasca y supuesto chamanismo, además de haberse robado gran parte del material que utiliza en su sitio web para promoverse como “experto” en espiritualidad Lakota.
* GERARDO SAID (México)
Miembro del llamado Movimiento Mexicanista y director de Calli Mexhiko, este señor plagia, tergiversa y explota nuestros ritos, ceremonias, palabras y hasta sitios web por diversos medios. Públicamente desconocemos cualquier vínculo con él.
* AURELIO DIAZ “TEPANKALI”, o “TEKPANCALI”, o “TEKPANCALLI” (México)
Autonombrado “Jefe de Jefes y Fundador” del Fuego Sagrado de Itzachilatlan y “Líder Espiritual” de la Iglesia Nativa Americana de Itzachilatlan que, aunque no logra decidir cómo llamarse, de cualquier manera pone a la venta los siguientes productos:
Búsqueda de Visión – $200 USD
Ceremonias de medicina – $30 USD
Apoyos durante el tiempo de Búsqueda – $150 USD
Acompañantes de Buscadores – $10 USD diarios
Nota – Si participaste (léase “pagaste”) como “danzante” o “apoyo” en la “Danza del Sol” podrás gozar de descuentos en algunos de los precios.
* LOLA VARGAS MALINALTICITL Y KARINA MALPIKA (México)
Ofrecen ciertos talleres de chamanismo que incluyen “Búsqueda de Visión” a sólo $160 USD.
* FERNANDO AGUILAR HERNANDEZ alias “COLIBRI” (México)
Asociado con Gerardo Said, dice ser “Capitán General” de la Confederación Tlauika Hñahñu de Danza Azteca y, aunque proclama no tener fines de lucro, te invita animadamente a formar parte de la “Búsqueda de una Visión (ritual lakota sioux), siguiendo los ritos que los ancestros nos enseñaron por medio de las diferentes danzas sagradas, entre ellas la Danza del Sol y Danza Azteca Chichimeca.”

Chamanismo tolteca con plantas sagradfas y Pipa Sagrada

???
1.- Los tolteca s se extinguieron 300 años antes de la llegada de los españoles asi que es ir contra la historia que haya chamanes toltecas en la actualidad.
2.- La Pipa Sagrada es propio de ceremonias de indios nativoamericanos pero no es practica de chamanismo y menos de toltecas.
3.- La caminata de bastones es ceremonias huichola.
Basicamente haces una revoltura de cosas.
4.- No se puede mezclar el uso de la PIpa con plantas alucinogenas como lo hacen los pretendidos practicantes de camino rojo como Aurelio Diaz. El uso de la Pipa es sin alucinogenos.

Copia a rojo intenso.
pd: Para el administrador: Y luego porque no se puede considerar este sitio serio si permiten que mas que foro chamanes sea foro charlatanes y un panel de mensajes de comercio.

jorge carlos mañalich arana dijo:
>
>
> EL PROGRAMA CONSTA DE 4 CEREMONIAS,
> UNA CEREMONIA TOLTECA QUETZALCOATL
> OTRA CEREMINIA DE LA PACHA
> CEREMONIA DE LA PIPA
> CEREMONIA DE CAMINATA DE PODER CON BASTONES.
>
> TOAS ESTAS CEREMONIA SON DE APOYO A NUESTRO HERMANO Y AMIGO MARKOS
ANTONIO =
> SOBRINO NIETO DE MARIA SABINA ACOMPAÑANDOLO EN SU CAMINATA DE 21 DIAS Y
6=
> 60 KM.
>
> MODO DE LLEGAR:
>
> EN VEHICULO: LLEGAR HASTA MERCEDES BUSCAR LA CALLE 24 LLEGAR POR ESTA
HASTA=
> LA CALLE 47 DOBLAR A LA DERECHA UNA CUADRA Y TOMAR LA 26 HACIA LA
IZQUIERD=
> A CAMINO DE TIERRA, HACER 15 KM, HABRA CARTELES INDICADORES PARA LA LLE=
> GADA AL CENTRO CEREMONIAL HUEHUECUETLACHTLI.
>
> EN OMNIBUS, LLEGAR HASTA LA TERMINAL DE MERCEDES, LUEGO IR A LA TERMINA=
> L DE TRENES DONDE SE LOS RECOGERA PARA LLEVARLOS HASTA EL CENTRO
CEREMONIAL=
> .
>
> LLEVAR ROPA COMODA, ALGO PARA TOMAR Y COMER QUE LUEGO COMPARTIREMOS CON
L=
> OS DEMAS INTEGRANTES DE ESTA MANERA COMENZAMOS A GENERAR EL SENTIDO DE
COMU=
> NIDAD (UNIDAD COMUN).
>
> TE PASO MIS TELEFONOS PARA CUALQUIER CONSULTA:
>
> PARTICULAR 011 44 88 60 75
>
> CELULAR: 15 53 76 09 67
>
> UN ABRAZO EN LA LUZ
>
> HUEHUECUETLACHTLI-KABANHO
>
>
>
> IMPORTANTE LLEGAR A HORARIO, TRAER ALGO PARA COMER Y TOMAR, LUEGO LO CO=
> MPARTIREMOS EN UNA MESA EN COMUNIDAD, LLEVAR GORRO O SOMBRERO Y ROPA
COMO=
> DA.
>
> Date: Mon, 19 Jan 2009 22:33:38 -0200From: cristalpat@gmail.comTo:
chaman=
>.netSubject: Re: [chamanes] FW: INVITACION A CEREMONIA
CHAMANICA =
> EL 1 DE FEBRERO
> Buenas noches.
> Me gustaría recibir más información respecto del evento, si habrá=
> organizado algún tipo de traslado y/o explicarme cómo llegar y cuánt=
> o durará la jornada.
> Con respecto a las ceremonias, hay que llevar instrumentos chamánicos m=
> usicales (tambor, etc.).
> Cuál es la forma de pago y todo lo relacionado que en este momento no
est=
> é solicitando y que ya tengan previsto.
> Desde ya muchas gracias por la atención prestada.
>
> Cristal
> Mödi Tsibi
> El 19 de enero de 2009 11:10, jorge carlos mañalich arana <cabancauac@h= > otmail.com> escribió:
>
>
> Centro de sanación Huehuecuetlachtli
>
> CHAMANISMO TOLTECA
>
> INVITACION A LA CEREMONIA INTERNACIONAL POR EL RECONOCIMIENTO DE LAS
PLANT=
> AS DE PODER
>
> DIA 1 DE FEBRERO DEL 2009
>
> EN MERCEDES PROVINCIA DE BUENOS AIRES-ARGENTINA
>
> LA CONVOCATORIA ES ECHA POR EL CHAMAN MEXICANO MARKOS ANTONIO, SOBRINO
NI=
> ETO DE MARIA SABINA.
>
> HACEMOS UN LLAMADO A TODOS LOS AMIGOS DEL PLANETA TIERRA A QUE CAMINEMOS
Y =
> OFRENDAMOS NUESTRO SUDOR A LA MADRE TIERRA EN HONOR A LAS DIFERENTES
PLANTA=
> S DE PODER QUE EXISTEN EN EL MUNDO YA QUE ELLAS HAN SIDO LAS PRIMEROS
GUÍ=
> AS DE LAS DIFERENTES CULTURAS DE ESTE MUNDO.
> EN ESTE TIEMPO CUANDO EL MUNDO ACTUAL A FRACASADO EN SUS SISTEMAS DE
GOBIER=
> NO, EN LA RAZA HUMANA HAY PENAS Y TURBULENCIAS, LAS BASES ECONOMICAS Y =
> POLITICAS DE ESTA SOCIEDAD ESTÁN EN CAOS, LAS RELACIONES ENTRE LOS PUEB=
> LOS HAN SIDO FUENTE DE CONSTANTES CONFLICTOS Y GUERRAS CIVILES.
> LA EXPLOTACION DEL HOMBRE POR EL HOMBRE SOLO HA SIDO LA MANIFESTACIÓN
MA=
> TERIALIZADA DEL ODIO ENTRE LOS HOMBRES.
> POR ESO SE VISUALIZA UN FUTURO FRIO Y OSCURO, TODOS TENEMOS MIEDO
TERRIBL=
> E DE LA INCERTIDUMBRE QUE EXISTE DE NO LLEGAR A LA META DE NUESTRA VIDA,
=
> DE REALIZARNOS COMO INDIVIDUOS QUE SOMOS.
> PARA PROTEGERSE, LAS GRANDES POTENCIAS DEL MIEDO QUE HAY ENTRE UNOS Y
OTR=
> OS HAN CRIADO GRANDES PROYECTOS DE MAQUINAS DIABOLICAS Y DESTRUCTIVAS,
DE=
> ESA FORMA, POCO A POCO EL SER HUMANO SE HA IDO APARTANDO DE UN
VERDADERO=
> CONOCIMIENTO DE SI MISMO.
> LOS CONOCIMIENTOS QUE LOS HOMBRES DE ESTA ERA HAN TOMADO COMO SU DIOS ES
UN=
> A CIENCIA MATERIALISTA CONOCIDA COMO EL DINERO, QUE HA IDO CONSTRUYENDO
U=
> N NUEVO FEUDALISMO DE PODER MUNDIAL, ASÍ MISMO, LAS DISTINTAS CREENCI=
> AS RELIGIOSAS QUE HAY EN EL MUNDO LANZAN TERRIBLES PROFECÍAS DE OPRESIÓ=
> N PARA LA HUMANIDAD SIN SABER QUE CADA DIA ENTERRAMOS MAS LA SABIDURIA
DE N=
> UESTROS ANTEPASADOS QUE NOS FUE DADA POR MEDIO DE LA MADRE NATURALEZA,
ES=
> TOS HUMILDES SABIOS SON LOS QUE CONOCEMOS HOY EN DIA COMO PLANTAS DE
PODER.
>
> TE INVITAMOS A QUE HAGAMOS EL DIA 1º DE FEBRERO DEL 2009 COMO EL DIA
MUND=
> IAL DE LAS PLANTAS DE PODER.
>
> AMIGOS LUCHEMOS CONTRA L A CONFUSIÓN MENTAL, JUNTEMOSNOS DE TODAS PARTE=
> S PARA APOYAR ESTA PEREGRINACION, PARA QUE NAZCA UN NUEVO SOL QUE SEA EL
=
> FARO LUMINOSO DE ESTE MUNDO, PARA TODOS LOS MUNDOS QUE HAY.
> UNANSE Y TRABAJAREMOS LA MENTE PARA SACAR LA BASURA QUE HAY EN ELLA; AL
C=
> UERPO FÍSICO ES NECESARIO LIBERARLO DE LA DOLENCIA QUE LO ATORMENTA Y AL
=
> ESPIRITU SACARLO DE LA OSCURIDAD DE DONDE ESTA Y LLEVARLO A LA LUZ…
> MARCOS CHAMAN MEXICANO
>
> Se llevaran a cabo meditaciones, un círculo del Fuego Sagrado, una ca=
> minata, y diferentes ceremonias de consagración para la PAZ Y LA LUZ e=
> n el camino hacia el nuevo amanecer del 2012.
>
> Participantes
>
> El Chaman INKA Oscar Campos Quinto de Machu Pichu, PERU.
>
> El Chaman Pincent de la comunidad Mapuche, Argentina.
>
> El Chaman Huehuecuetlachtli, Jorge Mañalich Tradición Tolteca.
>
> Hora de la convocatoria 10.00 de la mañana del 1/2/2009
> Llevar ropa cómoda, Sombreros, bebidas.
>
> Se deberán registrar previamente para una mejor organización y se les e=
> nviara el plano para llegar al centro ceremonial.
>
> Aporte económico para gastos del evento: $ 30 por persona.
>
> Para inscripciones e informes escribir a:
>
> xccccccom

Faq de olmequidad posible version final

Faq tradiciones indígenas postcastanedas y otras pseudotradiciones indigenas (Olmequidad, toltequidad, kinam, xilam, iglesia nativoa americana de Aurelio Diaz, entre otros).

Introducción:
En los últimos años ha prevalecido la venta de la espiritualidad indígena y de tradiciones sagradas con la intención de promoverla como un fast food espiritual vinculado con el chamanismo aun cuando no tengan nada que ver. Conforme los comerciantes de la fe van perdiendo la credibilidad se ven obligados a dos cosas:

Crear nuevos “conocimientos” que hacen pasar como antiguos pero que son de creación reciente siendo estos asimilación de corrientes de creencias mas o menos validas como si fueran un colage.

Esto es, crear nuevos productos en base a cosas que ya han funcionado previamente. En otras casos como lo es la olmequidad crean nuevas cosas pretendiéndolas haberlas “descubiertas”, les dan un origen no comprobable y se sostienen en creencias ya existentes alterándolas de tal forma que sean consistentes con lo que presentan como espiritualidades redescubiertas. Y últimamente vemos como en el caso de Sudamérica Aurelio Díaz se hace llamar dirigente de la iglesia nativo americana y enseña un supuesto camino rojo que es de invención personal, y como en México varias personas siguen su ejemplo de lucrar con tradiciones nativoamericanas mezclándolas con danzas concheras y presuntos orígenes chichimecas inexistentes.

¿Por que los cursos de chamanismo y nagualismo, las ceremonias que han sido cobradas, la toma de planta de poder fuera de su contexto étnico son peligrosos?
La noción del guerrero que más se ha popularizado gracias al internet es una interpretación al entendimiento que tuvo de ello Carlos Castaneda lo que ha provocado que muchas personas han abusado de esa interpretación tratando de obtener un provecho personal al considerar que es el concepto que representa un desarrollo humano para varios de los lectores de Castaneda, en general una buena cantidad de foros de internet basan sus ideas del chamanismo en él sin embargo varias de las cosas que describió no es precisamente lo mas cercano a la realidad, también se suelen centrar en animales de poder, plantas alucinógenas y elementos tomados de estudios y clases de Michael Harner, y en algunos cuantos casos en aprendices de chamanes que desviaron su camino y que pretenden hacerse pasar por uno. Si pretendes que te vuelvas guerrero o aprendiz de chaman por fumar una pipa sagrada, por hacer una búsqueda de la visión, o una caminata de poder estas comenzando por el camino equivocado. Lo que te trasforma es lo que haces internamente y aquello a lo que le des valor luchando por ello.¿Que valores es lo que estas buscando y deseas que dirijan tu vida?. Si piensas que te has vuelto un guerrero tienes que comprender que la realidad es muy distinta a lo que te pudieron decir los “maestros” o “chamanes” de papel que buscan que los alimentes economicamente. Los cursos de chamanismo, las “ceremonias” sagradas de pago por evento, los libros de nagualismo express, tomas de planta de poder con costo y cosas similares lo único que logran es poner en riesgo a los demás fisicamente, mentalmente y espiritualmente.

Son un riesgo físico por que en algunos casos provocan que descuides tu salud creyendo que te darán una formula milagrosa para sanar tu afección y porque en varias ocasiones hacen acciones que literalmente te pueden hacer correr riesgos fuertes: uso de plantas desconocidas o en dosis inadecuada, riesgos de hipotermia, intoxicación, envenenamiento químico o por inhalación, animales peligrosos o ponzoñosos, efectos placebos teniendo enfermedades crónicas, degenerativas o que requieren atención médica especializada, etc. Son un riesgo mental porque crean falsas expectativas, no suplen una asesoría psicológica, o pueden generar que se abran heridas emocionales y mentales sin control. Dar falsos alicientes, provocar cambios anímicos que no es lo mismo que psicológicos y espirituales. Te hacen pensar que estas preparado para enfrentar cosas que en la vida real lo mas posible te puedan herir o puedas provocar daños en otros. ¿O acaso un guerrero formado en cursos te puede ayudar a limpiar heridas o a curar?. ¿Un taller de los cuatro acuerdos toltecas te va ayudar a conseguir un mejor empleo?. ¿Leer a Castaneda te va ayudar a resolver los conflictos de abuso de autoridad?. ¿Fumar una pipa junto a cuarzos te va hacer recobrar la autoestima?. No.

Y una pregunta muy sencilla: De los “maestros” de chamanismo por internet que se anuncian a través de cursos ¿haz visto a alguno que cure de cáncer, se enfrente con el abuso de autoridad contra los grupos indígenas o ayude a personas en situaciones desfavorables? ¿Encontrar tu animal de poder te va ayudar a que a tu hija su inicio no la engañe con otra o te ayude a recuperar el ser amado que perdiste?

Creer que estés preparado en actos que haz hecho sin disciplina, sin preparación continua, en poco tiempo y sin un guía que este cerca de ti que no este viajando hacia el siguiente curso es ponerte en riesgo en situaciones reales y crearte falsas expectativas y te aleja de tu verdadero camino. ¿Cuál puede ser ese?. No lo se, pero si creo que no sea siguiendo a alguien que tenga su ego mas grande que su billetera y que te demuestre sus logros en base a sus reconocimientos escritos y los lugares a los que ha viajado gracias a otros incautos como tú.

¿Te va ayudar esa persona si pierdes algo apreciado por ti?. ¿Van a resarcir los daños si te provocan algo negativo? ¿O van a huir al siguiente país o alegar que tienen cosas más importantes que hacer?. ¿Les importo que no tuvieras dinero para pagar las actividades a las que te invitaban?. ¿Te ayudaron PERSONALMENTE y de forma CONCIENZUDA en tu camino y prestaron continuidad a lo que hicieron por ti o sucedió que te dijeron nos vemos el próximo mes o año y te hablaron superficialmente cinco o diez minutos?. ¿Están mas interesados en dar un curso en Europa o en limpiar un terreno ellos mismos para beneficiar a alguien aparte de ellos mismos?.

¿Vale la pena seguir a alguien que no se acordara de tu nombre si te vuelve a ver o que te va pedir sus treinta monedas a cambio de su mano? ¿Si te intoxican con ayahuasca o “esencias chamanicas” sabes el domicilio legal de la persona para que pague la atención médica o tendrás que pedir ayuda a la INTERPOL después de que haya cruzado la frontera?. ¿Si te pide que en una “limpia”, ceremonia te desnudes o haces cosas vergonzosas a sugerencia suya sabrás donde localizarlo?.
¿Hace uso de su “autoridad” para hacer cosas deshonestas contigo o usarte sexualmente o emocionalmente? ¿Eres su aprendiz o su monedero?. ¿Te utilizan para su egocentrismo, para vanagloriarse de la cantidad de alumnos que tiene o de plano para su goce sexual como lo hacen varios “chamanes” concheros que usan a las extranjeras para el turismo sexual a la inversa?

Y en segunda situación se ven obligados estos comerciantes en la necesidad de unirse y agruparse, para entre si darse credibilidad y muestras de apoyo. Y la red ha funcionado perfectamente para ello. Se dan validez entre si cuando no logran tenerla de personas con credibilidad o probada seriedad.

¿En que se fundamenta la olmequidad?

En el caso específico de la olmequidad se basa en dos cosas:
• La toltequidad de la que habla Carlos Castaneda, que no tiene nada que ver con la cultura tolteca hoy extinta desde hace siglos.
• La toltequidad comercial o ficción prehispánica, que es un derivado de la toltequidad mencionada por Castaneda, y es usada como medio de lucro.

Al perder ambas credibilidad comercial como producto de fast food espiritual usan una idea alterada del movimiento de la mexicanidad para justificarse como movimiento espiritual añadiendo en los últimos meses ceremonias nativoamericanas que ellos no han pasado en si mismos y que abiertamente dicen bajar sus ceremonias de internet.

En la mexicanidad se habla en muchas ocasiones de forma errónea de una cultura prehispánica madre que abarco toda América a la que consideran como Anahuac. Para muchos esa cultura fundadora es la tolteca que en realidad es una cultura del postclásico tardío lo cual significa que cuando esta estaba iniciando todas las culturas principales de América ya habían surgido. Este “desliz histórico” lo arreglan los seguidores de Castaneda y de la toltequidad comercial mencionando que ser tolteca no se refiere a una cultura, sino a un estado de conciencia alcanzado por todas las culturas aun cuando no hayan existido los toltecas históricos todavía, así pues todas las culturas avanzadas fueron toltecas por definición. y que los primeros en alcanzar ese estadio de conciencia fueron los olmecas por ser la mas antigua históricamente y conveniente como origen de todas. La pregunta obligada es que los promotores de esta idea no muestran en lo mas mínimo haber alcanzado ese nivel de conciencia al que equiparan al alcanzado por Jesús, Buda, Zoroastro, Quetzalcóatl, entre otros; pero que sin embargo pretenden enseñar a lograrlo.

Eso con el añadido de que no hay ningún sobreviviente cultural directo de esa cultura que pueda denunciarlos por apropiación cultural hace de los olmecas muy adecuados para la recreación de un movimiento espiritual sin pies ni cabeza, pero si con finalidad de alcancía con la cual pretender fundamentar la existencia de la olmequidad y las bases en esta de la pretendida toltequidad en proceso de retorno.

Y sin embargo la olmequidad new age o mejor dicho pseudo prehispánica de olmeca no tiene nada, pues sus bases son principalmente:

-Ceremonias “antiguas” que en realidad son ceremonias concheras en nahuatl o español de menos de 300 años de antigüedad practicadas por la mitomana de Lolita Vargas que se adjudica a titulo propio ceremonias o actos realizados por otros concheros en Querétaro o que ha demostrado que desea presentar la danza conchera azteca chichimeca como practicas de chamanismo. Vargas entre otras cosas aporta ideas como las supercuerdas cósmicas relacionadas con el orgasmo cósmico a través de la numerología teosófica como elemento espiritual del temazcal (si ustedes no entendieron que tenia que ver cada cosa con la posterior yo tampoco aunque para ella todo eso le pareció tener un orden perfectamente lógico). También habla de los gatos, y de los caballitos de mar como razas protohumanas. Como ejemplos de congruencia ideológica y espiritual.

-Los textos de un editor de libros de new age como es José Antonio Iniesta.
-Artículos de Guillermo Marín que es un historiador que se dedica últimamente al turismo mágico y que junto con Iniesta son los únicos con una credibilidad fuera de los movimientos new age, o que mejor dicho de todos los que se mencionan si tienen credibilidad.

-Creencias de Velasco Piña que habla de una mexicanidad que depende de monjes budistas para sostenerse y que tiene cierta aceptación con grupos de clase alta económica en México; un punto bastante peculiar de Velasco es que mencione que la reina de México que seria encargada del despertar espiritual hiciera un sacrificio de su propia sangre y de sus seguidores en la masacre del 68 de Tlatelolco.

– Ideas de Manuel Lopez Fierro un sujeto que se hace llamar antropólogo cuando le conviene y que también hace turismo mágico presentándose como chaman, pero que en la práctica desconoce situaciones elementales de chamanismo como lo es los aspectos totémicos (decir que la jarra de jaguar es su totem cuando los totems son animales y no parte anatómicas de estos, luego dirá que el pico de pato es un totem o el colmillo del lobo).

Maestro aparentemente de Julio Diana Da Silva por mención de este último y de quien tomaron la idea de los olmecas como cultura original al ser Manuel Fierro alguien que hace eventos para la Secretaria de Turismo en el sureste mexicano.

– Creencias alteradas de mexicanidad mezcladas con maya, y gnósticas de Samael Aun Weor de magia cristica azteca de los prófugos de la justicia Julio Diana Da Silva y Frank Diaz. Fundadores de una secta llamada “El templo de Quetzacoatl”.

-Apoyo de grupos o dirigentes concheros que entregan periódicamente bastones de mando (por 60 mil pesos de por medio por lo menos) pero no de grupos indígenas.

-Ceremonias de camino rojo adulteradas y mal entendidas. Esto predominantemente en Querétaro por gente relacionada con Lolita Vargas, ella misma y Karina Malpika.

El cuerpo teórico son creencias de recién formación como lo es el kinam que fueron trasladadas por Gerardo Sainz (principal promotor de este movimiento olmeca) añadiendo alquimia europea, creencias new age de Kryon, aderezadas con un poco de mexicanidad mal entendida y de la danza conchera al entender de Vargas. Mas lo que se acumule con el paso de los meses, pues la olmequidad como creencia antigua no tiene mas de un año siendo su primer evento el encendido de un fuego nuevo “anual”, del cual Gerardo Sainz les comió el mandado a los de kinam que eran los “padres” del evento al ser el organizador del evento haciendo que la ceremonia realizada en el sureste con la “Sacerdotisa” Vargas tuviera mas éxito que la realizada por los de kinam. Cabe señalar que en el mundo prehispánico no existía sacerdotisas así que mujeres BLANCAS que dirigan ceremonias “tradicionales” con bandera de la paz incluida sin ascendencia indígena y sin formación sacerdotal prehispánica sino conchera (como sahumadoras) de danza azteca-chichimeca es una de las muchas cosas cuestionables de tal corriente espiritual.

¿Que tan valido es este movimiento “espiritual” de “recreaciones” o reconstruccionismo de tradiciones pretendidamente prehispánicas?

Aparte de que tiene completamente motivos de lucro. Ninguna validez más que el comercio y el turismo mágico, siendo que no parte de un contexto real ni de un conocimiento sostenido realmente por una tradición ya sea viva y actual o una cultura antigua.

Que tan valido es hacerle al autodidacta cuando al mismo tiempo sabes que las tradiciones por lo general son orales y por vía tipo linaje. O en algunos casos al estilo “este fue el menos peor que conseguimos para el trabajo”. Hay cierta necesidad de continuidad, hay cosas que para sobrevivir necesitan de otros pero al mismo tiempo sabes que no puedes como tradición hablar en publico.
Tienes casos de pueblos indígenas en donde los wannabes se apropian de tradiciones que no entienden tomando de forma parcializada lo que les interesa rompiendo reglas y tabúes. Rompiendo las formas.

¿Es posible crear tu propio camino espiritual?.

Si. Hay varios elementos que se repiten en distintas tradiciones o búsquedas personales en el contexto espiritual, explícale algunos. Uno de ellos son los caminos en los cuales enfrentas al adversario interno y vez cual es el único modo de vencerlo, siendo en ese momento cuando te muestra la puerta. El mismo. El enfrentamiento con la sombra y la integración con dos distintos yoes o elementos disgregados de si mismo. Se repite en varias tradiciones como muerte del ego. Algunos lo hacen de forma intuitiva o aprendida a través de una tradición. Y siendo algo elemental en el contexto prehispánico es inexistente en el movimiento de “olmequidad”. Los caminos tradicionales suelen basarse obviamente en los valores universales como respeto, no solo a ti mismo sino también a los demás y a tu propio mundo. Como si fuera por así decirlo un camino de valores y de virtudes. También se habla de la necesidad de una profunda observación tanto interna como externa. De sustentar las palabras a través del silencio y de los actos mas que de la vanagloria y egocentrismo, y otra característica mas entre otras era la búsqueda de una comprensión del mundo y de si mismo como parte de ese mundo en un momento presente del cual dependiendo de tus actos puedes alterar el equilibrio o desequilibrio de tu mundo.

Regresando a la situación de la sombra interna:
Uno de los arquetipos de ser humano dentro de la sombra interna, tiene que ver con el aprovechamiento de las habilidades de los poderes intuitivos del hombre en situaciones limite o en situaciones marginales en donde es necesario que el hombre pueda tener una capacidad de crear o de inventar para poder salir adelante. Así como el arquetipo del sanador actúa cuando el hombre ha llegado al limite de su capacidad y no puede actuar conscientemente para sanarse a si mismo, el maquis como arquetipo actúa o aparece cuando es necesario usar de forma unificada varias habilidades del hombre (pensamiento, sentimiento, sensación e intuición). En el chaman aparece cuando es necesario actuar o solo como sanador, como guía o como “guerrero”, y es la capacidad que le da la habilidad de ser “multifuncional”.

En un sentido mas fácil de comprender el Maquis es el ser interno o el aspecto que permanece bajo la Sombra Interna que puede funcionar como un “todólogo” o el generar habilidades que no son las principales que en un momento dado son necesarias. El maquis también esta relacionado con el obtener la información de forma intuitiva para ejecutar tal acción o para conocer algo sin saber conscientemente como realizarlo. Es algo así como el aspecto que te da las acciones y la información de algo sin haberlo conocido antes.
El maquis también aprovecha la información del espíritu del hombre (o espíritu colectivo, o campo morfogenético humano si lo vemos desde la teoría Gaia) para actuar y es una de las conexiones hacia ese espíritu de otros aspectos del ser humano.

¿Cómo hacer que el maquis y otros elementos internos funcionen?. Haciendo algo poco usual para la mayoría de las personas: Llegar al límite en donde uno mismo al verse solo se tenga que llamar a si mismo, a su propia fuerza espiritual como quieres llamarle (real ser, espíritu, voz interna. Ojos del corazón, etc.). Regresando a lo más básico como lo es lo espiritual y el llamar fuerzas mayores a un mismo, para muchos en las tradiciones indígenas a eso se le llama invocar al Espíritu Creador. En el momento de estar al límite y de buscar encontrar la verdad en aquello que damos por cierto. En palabras de alguien de quien aprendí es usar la fe como fuerza espiritual y dejando que no sea la razón quien limite esa fe. Pero recordando que tampoco se debe uno ponerse en situaciones de riesgo. El ser humano tiene elementos cognoscitivos, emocionales, y espirituales que le han permitido sobrevivir, pero desconfía de si mismo e invalida su propia experiencia, su conocimiento, sus sensaciones y emociones. ¿Si no puede reconocer tantos sus defectos como sus propias fuerzas como puede reconocer aquello que dirige al mundo exterior?. ¿Si no puede confiar en si mismo como puede tener fe?, ¿Si no puede escuchar sus necesidades reales y sus temores, como puede escuchar lo mas sutil y los elementos sincrónicos?. No por algo la reiteración del silencio y de la observación en muchas tradiciones. ¿A dónde puedes huir si huyes de ti mismo, sobretodo si no te pides ayuda a todos aquellos elementos dispersos dentro de tu interior?.

Y sobretodo. Buena parte del camino se inicia cuando eliges ser responsable de ti mismo sin ser victima ni victimario.

Las pseudotradiciones dependen de que pongas tu responsabilidad personal y tus decisiones en manos de otros para que hagan las cosas por ti.

¿Cuáles son los puntos mas débiles de las pseudo tradiciones?

Toda tradición tiene una razón de ser, algunos hacen el trabajo sucio, otros sirven como sistemas de defensa, en otros casos son vigías u hombres de acción. ¿Para que sirve entonces cosas como la olmequidad, el xilam, la toltequidad y otras muchas pretendidas espiritualidades pseudo indígenas? ¿Que función tradicional cumplían?.

Las formas de espiritualidad relacionadas con la naturaleza están relacionadas con los ciclos de la vida, la agricultura pero también la cacería. ¿Que elementos tiene la creencia pseudo indígena con la que han tenido contacto de ello?.

¿Como enfrenta a los depredadores sean humanos o no?
¿Como sana o cuales son sus sistemas para recibir información o prever cosas que puedan ocurrir, esto es, sus oráculos?.
Hay un momento que puedes actuar y aprender en base a información de libros. Pero hay momentos en que necesitas pasar a otro nivel y que es el de la palabra viva. ¿Como realizan ese salto?. ¿Como hacerlo si los maestros o los posibles linajes brillan por su ausencia pues no han existido en mas de casi dos mil años?.

Hay personas que toman un camino para sentirse bien. Otros lo toman cuando no tienen otra opción. ¿Que hace un “olmeca” o un “tolteca” (ponga aquí el nombre del practicante de la pseudo tradición de su preferencia en la forma como se hace llamar a si mismo) para ser el que hace la diferencia?.

¿Son capaces de sanar los promotores de estos cultos, ya sea físicamente o espiritualmente a alguien?.

¿Como realizan estas “tradiciones” pretendidamente indígenas el entrenamiento necesario para poder invocar las fuerzas internas del ser humano? ¿O como una forma primigenia de chamanismo prehispánico como explican que se puede usar la “olmequidad” para relacionarse con los espíritus?.

¿Tiene un respaldo espiritual y esas otras pseudo tradiciones indígenas recién creación o las alteraciones de verdaderas tradiciones existentes?

Uno de los detalles mas particulares de ese eclecticismo es que termina siendo llamadas telefónicas a ningún lado. Puedes poner a deidades aztecas/mayas o toltecas en lugar de las olmecas solo porque si tienes información sobre ello o lo comprendes, pero como desconocen los ritos prehispánicos originales de culto les veneran con ritos concheros de menos de 300 años y ya esta el problema resuelto. Aparentemente.

Pero el problema es que cada espiritualidad tiene un contexto y una razón de ser, cada cosas requiere de el respaldo de quienes lo antecedieron para que el llamado o invocación funcione. Si durante 800 años invocaron a Huitzilopoztli sacrificando humanos, ¿creen que va a funcionar la invocación en donde una idiota le pone flores y velitas de colores y enciende una fogata?.
No.

Hay formas y modos, y el respaldo del pasado implica no solo que haya una fuerza acumulada de varios hombres sino que te enlaces entre otras cosas con campos morfogeneticos específicos. De tal modo que si quieres llamar a algo tienes que hacerlo como se ha hecho anteriormente y representar en ti mismo aquello que representa lo que quieres llamar así como aquellos valores y acciones que poseían para que la consonancia te permita ser escuchado. Esto explicándolo en palabras entendibles.

Pero que pasa cuando alguien hace las cosas como “Ometeotl” le de a entender (o sea por inspiración divina) y lo hace como se le pega la gana o como cree que pudo ser…..
Telefonema a número fuera de servicio.

De ahí que si bien puedes ser autodidacta espiritualmente o asumirte como alguien que aprende por si mismo los ritos antiguos reinterpretándolos no significa que te inventes el camino. Puedes recorrer otros pasos o los rastros de caminos ya hollados para comprender el propio. Pero no vender lo que según tu crees que es olmeca, tolteca o chamanico como si realmente lo fuera sin explicar y explicitar que es tu propia interpretación personal de las cosas.

Y otras preguntas para cuestionar estas pseudotradiciones y que a falta de que ellos enseñan de forma unidireccional y se presentan como fuente de conocimiento deben de responder:
Las tradiciones serias por lo general tienen guardianes del conocimiento. Algunos son formas de defensa de la tradición bastante primitivas y otros son hombres. Algunos guardianes ya extintos y otros ocultos. Otra cosa es el portador y otro el guardián de la tradición. ¿Donde quedaron los portadores y los guardianes en estas tradiciones newageras indígenas?. ¿Quienes son? ¿Son ellos?.
Aparentemente de acuerdo a lo que enseñan. Si.

Pero….. En contexto tradicional indígena los portadores son posiblemente los sujetos menos visibles que hay y no se dan a si mismos esos títulos siendo solo reconocidos por algunos cuantos por su seriedad, sensatez, sencillez, vergüenza y humildad (elementos inexistentes entre los promotores de la olmequidad, la toltequidad y un largo etc.).

En el caso de los guardianes suelen ser los que responden a cierta clase de situaciones pero con el entendido de que son sacrificable y que por ello importa el camino y no la persona. Si el cae otro se levantara. Así que no hay relevancia de que sobreviva a ciertas cosas y entre menos se enteren otros que alguien sea un guardián mas posibilidades de sobrevivencia hay a no ser que su trabajo requiera llamar la atención a donde esta por “X” o “Y” motivo (carnada viva) pero sabiendo lo que importa son las acciones que tiene que realizar. Los portadores y guardianes para llamar aquello con lo que se enlazan se requiere que se vinculen con aquello que representa a lo que quieren enlazarse o los enlazaron. Varios guardianes no son voluntarios para hacerlo y la pasan ostias cuando no desean hacerlo pero las fuerzas espirituales los obligan a continuar con su trabajo. En cuanto a tradiciones mesoamericanas también escasean portadores y guardianes pues no es precisamente la clase de trabajos que la mayoría desee.

¿Tiene alguno de los promotores de estas pseudotradiciones o tradiciones adulteradas una de esas características?.

NO. Pues actúan mas como exhibicionistas egocéntricos y como personas que son importantes para sostener esas pseudocreencias. Ellos son los que importan no su “tradición”, y así lo demuestran con sus actos. Soberbia y orgullo en lugar de humildad. Lo vemos con Vargas, con Aurelio y con los de Kinam sobretodo. Ellos son los esenciales, no el camino.

Así como seria ridículo andar reviviendo culturas prehispánicas en la mexicanidad (haber de donde sacan a alguien que voluntariamente quiera que le enciendan una hoguera en el pecho estando vivo para el encendido del fuego nuevo según los aztecas, o como egresarían los sacerdotes prehispánicos del calmecac actualizado después de horadarse orejas, lengua, nariz y de paso su miembro con puntas de maguey, entre otras) también los demás sistemas de conocimiento siguen un cauce de evolución natural o en otros casos de extinción. Aunque todavía hay ocasionalmente ofrendas de animales en algunos casos de ceremonias pero suelen ser aves solamente.

Hay que vivir sabiendo que existe un presente y que si bien el pasado es lo que nos permite sostenernos como una fuerza no podemos depender de ella y mucho menos vivir de esta en los actos presentes cuando se trata de algo de lo cual su época ya paso.

Lo que desean estos comerciantes es promover una idealización del pasado como algo inmaculado y mejor que lo que viven aquellos que desean tener un alimento espiritual olvidando que las culturas prehispánicas se basaron en tres principios para existir: fanatismo, austeridad y trabajo arduo.

¿Qué hay del regreso de la “toltequidad”, la “olmequidad” o la creencia newagera pseudo indígena en turno?

Hay que tomar en cuenta que sin importar la buena voluntad de algunos para rescatar tradiciones mesoamericanas o la mala fe de otros que abusan del desconocimiento de los demás con fines egocentristas hay los siguientes puntos a rebatir:

Primero: retroactividad histórica la asumen como retroactividad espiritual
Nada puede influir a otras sociedades mientras no exista, la retroactividad se da en el concepto del tiempo mental y no en el tiempo físico. Asimismo los toltecas vivieron en una región bien delimitada geográficamente, y no entro en contacto con TODOS los pueblos americanos sino solo con algunos que en su mayoría ya estaban conformados cuando los toltecas iniciaron su existencia como cultura sedentaria. Siendo mas bien los toltecas quienes fueron influidos por otros pueblos durante su periodo nómada. Ya solo faltaría que dijeran que los toltecas fueron los primeros en llegar a América por el estrecho de Bering, llegaron hasta la Patagónica y se regresaron por donde vinieron para también influir Asia, Europa, y África, y que algún tolteca navegante fue a Oceanía como para decir con esto que los toltecas influyeron espiritualmente en todas las culturas. Actualmente al ser los toltecas o mejor dicho la toltequidad una creencia que ha perdido credibilidad han planteado hacer retroactividad para que los olmecas sean toltecas y continuar los restos de la supuesta filosofía tolteca entre olmecas. Pero como explicar que algo que se le es achacado a los toltecas ahora se encuentre presente con los olmecas cuando estos tenían mas de mil años de haber desaparecido antes de la aparición de los toltecas.

Segundo: Castaneda como medio de validez y autoridad antropológica
Hay que recordar que parten en buena medida los promotores de las creencias pseudoindigenas se apoyan en Carlos Castaneda para validarse y decir que lo descrito en sus libros eran las mismas creencias que se practicaba en el mundo antiguo olvidando las claras menciones del mundo antropológico de que Carlos Castaneda si bien como autor literario es reconocido, como investigador no tiene reconocimiento alguno pues ni pudo demostrar que los toltecas de los que hablaba eran los mismos que los que existieron en la realidad ni utilizo metodología científica para su trabajo. Trasladar algo que no es reconocido ni demostrado históricamente originado por un autor mas conocido en círculos de esoterismo indígena a una práctica indígena esta fuera de lugar, pues son cosas completamente diferentes entre si. Lo que se esta mencionando con lo anterior es que están haciendo una combinación de elementos de distintas creencias inexistentes para promoverse.

Carlos Castaneda no puede tomarse como un referente confiable en cuanto a la rama de la antropología o arqueología porque sus mismos libros no tienen elementos de covalidación científica o simplemente no fueron escritos como un trabajo antropológico de etnociencia sino como una novela de ficción. Los hechos históricos hablan de que los toltecas como cultura se extinguió siglos atrás del predominio mexica que encontraron los españoles por lo cual se le cuestiona a Carlos Castaneda la sobrevivencia de toltecas relacionados a sistemas de conocimiento esotérico hasta nuestros días. Y por el otro lado se le cuestiona a Castaneda la fidelidad de sus escritos como hechos reales o por lo menos comprobables debido a que es un conjunto de compilaciones de distintas tradiciones identificables que en conjunto no hacen una síntesis o tradición única. Las acciones de Don Juan, el brujo yaqui corresponde al actuar de personalidades tan dispares como indios americanos, tradiciones del norte, centro y sureste del país por lo cual es cuestionable la existencia del “brujo”, que mas bien parece ser a criterio de antropólogos serios (Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma de Querétaro por ejemplo) y de personas que han analizado la obra de Castaneda de distintas personalidades fundidas en una sola: Don Juan.

Las fuentes documentales no confirman en ningún momento a Castaneda pues es considerado como hecho conocido que la sobrevivencia del linaje tolteca no fue en “hombres de conocimiento” o “brujos” sino que era tomado como elemento para validar la herencia de la aristocracia mexica como grupo predominante ante un imperio y por ende quienes podrían heredar el trono sin embargo los historiadores ven que la “herencia sanguínea tolteca” era refutable pues tenia que ver con líneas de parentesco algunas veces dudosas o que ciertos gobernantes usaban el termino tolteca para validar su casta real muchas veces surgida de grupos que no podrían confirmarse realmente como toltecas puros como los grupos otopames del norte y centro de mesoamerica, los chichimecas del norte, etc. de todo esto estaremos hablando paulatinamente.

Tercero: Ritos fuera de contexto
“Que cualquier elemento de un rito pueda ser usado sin importar el contexto en el que se le ponga y los cambios que se realicen los rituales con la idea de que funcionan igual.”

Es conocido en la mayor parte de los círculos de magia que los rituales existen bajo un contexto especial ya que los símbolos son específicos según la ocasión y el momento, y que ponerlos fuera del contexto original representan no solo una falta de respeto a los espíritus a los cuales están dirigidos, sino también el medio mas eficaz para evitar lograr u resultado. De tal modo que la ceremonia no va simbolizan absolutamente nada a las fuerzas que desean ofrecérselo, y en el peor de los casos perder su tiempo o provocar el rechazo de aquello que en teoría quieren agradecerle.

Citando a un amigo lo siguiente que contesto sobre algo similar pero en otro contexto espiritual:
“Ah, pero es que lo que planteas, es algo acorde con las tradiciones preservadas por siglos entre los practicantes mexicanos, así como entre los de otras culturas y escuelas mágicas transmitidas a través de incontables generaciones, la idea de que determinados elementos y símbolos poseen ciertas propiedades dentro de ciertos contextos y en relación con deidades particulares.

Pero estás contradicendo la “tradición” firmemente establecida por la New Age de que todas esas escuelas religiosas y esotéricas son obsoletas y en realidad sólo están ahí para que se tome a capricho lo que a uno le parezca rescatable, sin apegarse a las bases de ninguna de ellas… ya lo han dicho mil veces genios del marketing esotérico como Velasco Piña.

¡Gracias por tomarte la molestia de no sólo reiterar que el eclecticismo arbitrario “está mal” como admito que yo lo he hecho a veces, sino de exponer las razones detrás de esta afirmación! Eso hacía mucha falta.

Como se ve, no se trata de despreciar las prácticas de nadie; se trata de que al tomarse libertades totales al construir éstas, el resultado es un desprecio implícito (aunque no deliberado) por las tradiciones de las que se abreva pero, peor que eso, el resultado puede ser impredecible e incluso contraproducente. En el ámbito mágico, la idea de que las cosas “sólo significan lo que queremos que signifiquen” está muy bien pero no se acerca mucho a la realidad, en particular cuando ciertos sistemas o fuerzas convocadas pueden matizar los elementos con los cuales son combinadas.”

Hay que recordarle a los promotores de ceremonias “indigenas” prehispánicas que el mundo religioso americano era muy complicado debido a la alta especialización de los rituales que distan mucho de ser tipo chamanico ya que requerían otra clase de conocimiento especializado. Lo que provoca que no cualquiera pudiera hacer esos ceremoniales, así mismo se les recuerda que los sacerdotes tenían los grados que les pertenecía por sus MERITOS y VALORES, que como queda demostrado con las frecuentes faltas de educación y cultura de los promotores de esta ceremonia ante quienes les contradigan que los valores es lo que menos toman en cuenta. Regresando a la temática del sacerdocio prehispánico NINGÚN sacerdote se hacia tal por si mismo, sino que era necesario la ordenación de otros sacerdotes, en el caso del culto a Quetzacoatl sus sacerdotes principales se consideraban sucesores de este, y se les llamaba Quequetzalcoa otros nombres con los que se denominaba a los sacerdotes era Quetzalcóatl Tótec tlamacazque y Quetzalcóatl Tlaloc Tlamacazque que estaban dirigidos en a Huitzilopochtli y Tlaloc respectivamente. El Mexicatl teohuatzin era el sacerdote principal y dirigente de todos los demás; y como no ha habido ninguno en mas de 500 años no es posible el autonombramiento de sacerdotes. En el caso del Mexicatl teohuatzin dirigía a los demás sacerdotes desde un Calmecac y no desde un calpulli que es algo completamente distinto.

Los sacerdotes realizaban votos como el de castidad perpetua, mantenerse perpetuamente encerrados en el templo, en otros casos era no peinarse ni cortarse el pelo el cual podían tener manchado de sangre. Los sacerdotes de grado mas bajo eran conocidos como tlamacazton que era una especie de acolito, y el tlamacazque que actuaba como una especie de diacono, utilizando estos términos para ser comprensibles. Todos los sacerdotes para formarse tenían que pasar varias pruebas distintas, las cuales NINGUNA ha sido descrita por los promotores de la olmequidad, la toltequidad, del kinam y todos los demás.

Cuarto: El neochamanismo como base
El neochamanismo como tal, poco tiene que ver con las tradiciones antiguas, globales, recogidas por Eliade, Hasson y otros. Neochamanismo no es una versión actualizada de Chamanismo, sino DEFORMADA, porque ignoran el aspecto de interrelación con el entorno social de la época.

La idea de los grupos de neochamanismo no comercial, derivada de Castaneda, se resume en que puede llevarse un estilo de vida de respeto a los mayores, para obtener conocimiento y conservarlo sin dañar a otros. Carlos Castaneda como padre “filosófico” del retorno de las religiones pseudo prehispánicas se refiere genéricamente a los Toltecas como los “conservadores de secretos” en su libro el “Segundo Anillo de poder”, y se ha creado en los últimos años un movimiento dividido en dos partes, por un lado los libros de Don Miguel Ruiz, mismo que muestra una serie de ideas o principios morales, y por otro una serie de cursos tipo New Age, donde se publicita sobre todo el manejo de un retorno a las raíces, sin bases históricas.

El neochamanismo es un movimiento creado desde la década de 1970s, como resultado de los libros escritos por autores sean antropologos o no que explicaban su experiencia y que buscaban presentarla de forma predigerida a los demás para una aplicación practica. Sin embargo la mayor parte del contenido del neochamanismo en la red, tiende a vender artículos, que ponen seriamente en duda su contenido espiritual, ya que sus representantes buscan por lo general un provecho económico.

Quinto: respaldo de textos historicos
Ello esta basado en el presunto testamento de Moctezuma, del cual no se ha comprobado de todo su origen, y que de hecho hablaba mas del regreso del indigenismo y la cultura prehispánica que específicamente de los toltecas. Asimismo las condiciones políticas, sociales y culturales de los toltecas son imposibles de duplicar en la actualidad. ¿O alguien desearía acaso regresar aspectos negativos de los toltecas como la esclavitud?. Hablar del regreso de la toltequidad relacionado a un supuesto tonal de los tiempos (derivado a su vez de una lectura mal entendida del inconsciente colectivo) es imposible pues se tendría que duplicar elementos que socialmente no van a ser aceptados de nuevo. En el mundo prehispánico era bien visto la preñez permanente de la mujer, era común las violaciones colectivas para deshonrar a una comunidad en tiempos de guerra, era común que la mujer quedara como un ser social de segundo orden supeditado a las ordenes sociales y morales de la época, así como la situación de que había una situación de esclavitud sexual en muchas de ellas.

Se pueden tomar varios valores de aquel entonces y es algo que realiza León-Portilla, sin embargo hay cosas que no pueden volver. ¿O desearían que sus esposas fueran violadas como medio de tributo ante un gobierno opresivo?.

Hablar del regreso de la toltequidad sería hablar del regreso tanto de elementos positivos como negativos. Y muchos de los cuales bajo un contexto globalizante como el actual es algo ridículo y en muchos casos un retroceso a los derechos humanos.

Los toltecas fueron civilizadores, pero como pueblo militar también fueron causantes de grandes injusticias.

Introduccion para el Faq de olmequidad y otras pseudotradiciones prehispanicas

Faq de olmequidad, y otras pseudotradiciones indigenas

Introducción:
En los últimos años ha prevalecido la venta de la espiritualidad indígena y de tradiciones sagradas con la intención de promoverla como un fast food espiritual vinculado con el chamanismo aun cuando no tengan nada que ver. Conforme los comerciantes de la fe van perdiendo la credibilidad se ven obligados a dos cosas:
Crear nuevos “conocimientos” que hacen pasar como antiguos pero que son de creación reciente siendo estos asimilación de corrientes de creencias mas o menos validas como si fueran un colage. Esto es, crear nuevos productos en base cosas que ya han funcionado previamente. En otras casos como lo es la olmequidad crean nuevas cosas pretendiéndolas haberlas “descubiertas”, les dan un origen no comprobable y se sostienen en creencias ya existentes alterándolas de tal forma que sean consistentes con lo que presentan como espiritualides redescubiertas. Y ultimamente vemos como en el caso de sudamerica Aurelio Diaz se hace llamar dirigente de la iglesia nativo americana y enseña un supuesto camino rojo que es de invencion personal, y como en Mexico varias personas siguen su ejemplo de lucrar con tradiciones nativoamericanas mezclandolas con danzas concheras y presuntos origenes chichimecas inexistentes.

Por otro lado se ven obligados estos comerciantes en la necesidad de unirse y agruparse, para entre si darse credibilidad y muestras de apoyo. Y la red ha funcionado perfectamente para ello. Se dan validez entre si cuando no logran tenerla de personas con credibilidad o probada seriedad.

En el caso especifico de la olmequidad se basa en dos cosas:
• La toltequidad de la que habla Carlos Castaneda, que no tiene nada que ver con la cultura tolteca hoy extinta dede hace siglos.
• La toltequidad comercial o ficción prehispánica, que es un derivado de la toltequidad mencionada por Castaneda, y es usada como medio de lucro.

Al perder ambas credibilidad comercial como producto de fast food espiritual usan una idea alterada del movimiento de la mexicanidad para justificarse como movimiento espiritual añadiendo en los ultimos meses ceremonias nativoamericanas que ellos no han pasado en si mismos y que abiertamente dicen bajar sus ceremonias de internet. En la mexicanidad se habla en muchas ocasiones de forma errónea de una cultura prehispánica madre que abarco toda América a la que consideran como Anahuac. Para muchas esa cultura fundadora es la tolteca que en realidad es una cultura del postclásico tardío lo cual significa que cuando esta estaba iniciando todas las culturas principales de América ya habían surgido. Este “desliz histórico” lo arreglan los seguidores de Castaneda y de la toltequidad comercial mencionando que ser tolteca no se refiere a una cultura, sino a un estado de conciencia alcanzado por todas las culturas, y aun cuando no hayan existido los toltecas históricos todavía así pues todas las culturas avanzadas fueron toltecas por definición.

Y la mas antigua históricamente y conveniente como origen de todas es para los comerciantes de la espiritualidad la cultura olmeca. Eso con el añadido de que no hay ningún sobreviviente cultural directo de esa cultura que pueda denunciarlos por apropiación cultural hace de los olmecas muy adecuados para la recreación de un movimiento espiritual sin pies ni cabeza, pero si alcancia.

Y sin embargo la olmequidad de olmeca no tiene nada, sus bases son principalmente:
-Ceremonias “antiguas” que en realidad son ceremonias concheras en nahuatl o español de menos de 300 años de antigüedad practicadas por la mitomana Lolita Vargas que se adjudica a titulo propio ceremonias o actos realizados por otros concheros en Queretaro o que ha demostrado que desea presentar la danza conchera azteca chichimeca como practicas de chamanismo. Vargas aporta ideas como las supercuerdas cósmicas relacionadas con el orgasmo cósmico a través de la numerología teosófica como elemento espiritual del temazcal. También habla de los gatos, los caballitos de mar como razas protohumanas. Como ejemplos de congruencia ideologicas y espirituales.
-Los textos de un editor de libros de new age como es Jose Antonio Iniesta.
-Artículos de Guillermo Marín que es un historiador que se dedica al turismo mágico y que junto con Iniesta son los únicos con una credibilidad fuera de los movimientos new age.
-Creencias de Velasco Piña que habla de una mexicanidad que depende de monjes budistas para sostenerse y que tiene cierta aceptación con grupos de clase alta económica en México; un punto bastante peculiar de Velasco es que mencione que la reina de México que seria encargada del despertar espiritual hiciera un sacrificio de su propia sangre y de sus seguidores en la masacre del 68 de Tlatelolco.
– Ideas de Manuel Lopez Fierro un sujeto que se hace llamar antropólogo cuando le conviene y que también hace turismo mágico presentándose como chaman, pero que en la práctica desconoce situaciones elementales de chamanismo como lo es los aspectos totémicos como decir que la jarra de jaguar es su totem cuando los totems son animales y no parte anatomicas de estos (luego diran que elpico de pato es un totem o el colmillo del lobo). Maestro por cierto de Julio Diana Da Silva y de quien tomaron la idea de los olmecas como cultura original al ser Manuel Fierro alguien que hace eventos para la Secretaria de Turismo en el sureste mexicano.
. Creencias alteradas de mexicanidad mezcladas con maya, y gnósticas de Samael Aun Weor de magia cristica azteca de los prófugos d e la justicia Julio Diana Da Silva y Frank Diaz. Fundadores de una secta llamada “El templo de Quetzacoatl”.
-Apoyo de grupos concheros pero no de grupos indigenas.
-Ceremonias de camino rojo adulteradas y mal entendidas. Esto predominantemente en Queretaro por gente relacionada con Lolita Vargas, ella misma y Karina Malpika.

El cuerpo teórico son creencias de recién formación como lo es el kinam que fueron trasladadas por Gerardo Sainz (principal promotor de este movimiento olmeca) añadiendo alquimia europea, creencias new age de Kryon, aderezadas con un poco de mexicanidad mal entendida y de la danza conchera al entender de Vargas. Mas lo que se acumule con el paso de los meses, pues la olmequidad como creencia antigua no tiene mas de un año siendo su primer evento el encendido de un fuego nuevo “anual”, del cual Gerardo Sainz les comió el mandado a los de kinam que eran los “padres” del evento al ser el organizador del evento haciendo que la ceremonia realizada en el sureste con la “Sacerdotisa” Vargas tuviera mas éxito que la realizada por los de kinam. Cabe señalar que en el mundo preshispanico no existia sacerdotizas asi que mujeres BLANCAS sin ascendencia indigena y sin formacion sacerdotal prehispanica sino conchera de danza azteca-chichimeca es una de las muchas cosas cuestionables de tal corriente espiritual.

¿Como localizo un mensaje?

No lo halle a la primera.
Es el hilo de mensajes en donde publico los correos intercambiados con un familiar de aurelio diaz en donde el defiende la postura de aurelio pero se niega a contestar preguntas simples sobre las ceremonias y los precios que le pone a las ceremonias.
tambien recuerdo que tatanka hizo un mensaje sobre temazcales o camino rojo en sudamerica bastante bueno pero no recuerdo en que foro estaba ni como buscarlo. =?

Los guardianes de la tradición

Los guardianes de la tradición:
el problema de la «autenticidad» en la recopilación de cantos populares
[url=http://www.sibetrans.com/trans/trans6/diaz.htm]http://www.sibetrans.com/trans/trans6/diaz.htm[/url]
Luis Díaz G. Viana
Departamento de Antropología de España y América
C.S.I.C. Madrid

——————————————————————————–

RESUMEN
Este trabajo aborda el problema de la «autenticidad» en el proceso de recopilación de los cantos populares. La tesis principal es que son los propios recopiladores quienes, de acuerdo con un canon construido culturalmente a partir del romanticismo, deciden qué es lo popular o no, convirtiéndose así en garantes o guardianes de lo «auténtico» y de la «tradición». El texto elegido para mostrar la importancia de ese canon en el papel desempeñado por los recopiladores de folklore en España procede de un trabajo –pionero entre las encuestas de campo sobre el romancero– que fue publicado en 1885 por Juan Menéndez Pidal. Del análisis del mismo se deduce que la concepción de la «tradición» y lo «tradicional», a la que aún hoy tanto suelen invocar los folkloristas, es una invención –históricamente bastante reciente– de fuertes implicaciones ideológicas y transcendentes repercusiones sociales y políticas.

——————————————————————————–

Lo popular y su canon: un texto paradigmático
¡Y qué tiene de raro que un pueblo como éste, apegado a las rancias costumbres y exento al influjo de las corrientes nuevas, como si las oleadas de la moderna civilización y los torrentes invasores de extraños pueblos fueran detenidos y se estrellaran contra los muros de granito allí levantados por la naturaleza, qué raro es, digo, que conserve ese pueblo en su memoria muchos de los viejos cantos, ecos lejanos de otras eras, cual si el verbo de la Media Edad, surgiendo en las ruinas de conventos, burguesías y castillos, aún gimiera en los siglos protestando contra la extinción del espíritu nacional y las virtudes caballerescas! (…).

Yo sorprendí los viejos cantos del cisne popular ya moribundo; y cábeme la honra, aunque inmerecida, de perpetuarlos, presentando en público este ramillete de silvestres flores crecidas en el olvido de apartados lugares y brotadas, sin cultivo y espontáneas, en tierra vigorosa y fértil (…).

Y deben fiar sin escrúpulo en la «autenticidad» de esta colección; que al convertir en escrita la tradición oral, tuve muy en cuenta la necesidad de que los romances aquí publicados fueran irreprochables documentos de estudio, presentándolos, por tanto, íntegros y descarnados, ni más ni menos que como el vulgo los conserva (…).

En sus formas rudas e imperfectas va envuelta siempre lo que podemos llamar «alma del pueblo» (Menéndez Pidal, 1986: IX-XII).

Desde que Juan Menéndez Pidal publicara, en 1885, la colección de poesía popular a cuyo prólogo pertenecen estos reveladores párrafos, se han sucedido, de forma ininterrumpida y en una cantidad casi incontable, las recopilaciones de cantos populares de todo tipo en nuestro país.

No era ésta de Juan Menéndez Pidal la primera ni la más abundante recolección de tal clase que aquí se efectuaba: dejando a un lado, como precedente más que temprano, los Cancioneros de romances del siglo XVI, bastaría con volver los ojos al Romancero general de Agustín Durán, editado entre 1828 y 1832, para encontrar ya una obra anterior –verdaderamente monumental– de gran riqueza y transcendencia (Durán, 1945).

Si he escogido para empezar mi exposición este texto del hermano mayor de Ramón Menéndez Pidal es porque en el mismo aparecen formulados, con más claridad y contundencia que en las introducciones teóricas de otras muchas recopilaciones semejantes, algunos de los principios que habrían de inspirar –habitualmente– hasta hoy la realización de esos trabajos: por ejemplo, la idea de que los cantos populares son expresión «espontánea» y natural del «alma del pueblo» y que, al fijar por escrito la tradición oral de aquél, hay que hacerlo con la «autenticidad» que tales materiales exigen o merecen, con un mínimo de correcciones o añadidos.

Al referirse a los valores que justifican su interés por los cantos allí recogidos, el autor declara, de manera explícita, su intención «propagandística» de reivindicar la excelencia estética de lo popular; y es por ello por lo que dice ofrecer el resultado de su recopilación con escasos retoques. No sólo para que los romances por él transcritos puedan servir de «documentos de estudio» a otros, sino –precisamente– porque la propia calidad de los mismos no precisa mayor acicalamiento y aliño:

(…) y aunque uno de mis propósitos es también hacer propaganda en pro de la belleza de sus formas literarias, como creo inútil añadir pulimentos y adornos a lo que, si bien entre imperfecciones, los ostenta con arrogancia, he prescindido de preocupaciones originadas por el refinamiento del gusto literario (Menéndez Pidal, 1986: XIII).

Se afana, de otra parte, el recopilador de los romances asturianos en defender –igualmente– el valor moral del contenido de estos cantos, lo que ­tampoco debería de sorprendernos, pues todavía quienes ahora proponen la recuperación y enseñanza de la cultura que llaman tradicional –dentro de las escuelas– siguen invocando esa posible dimensión ejemplar o ética:

La moralidad y la perversión más se revelan en la forma que no en el fondo de las acciones; porque en aquélla es donde se transparentan la malicia y la intención, manifestaciones de la voluntad necesarias para que un acto pueda ser imputable.

En los romances a que hago referencia no se vé sino la rústica franqueza de los pueblos patriarcales y la sencillez de los relatos bíblicos (Menéndez Pidal, 1986: XIV).

La vida rural se contrapone en varios párrafos del autor, como modelo mucho más deseable, al ajetreo, artificiosidad y agobios de la existencia en la urbe. Se trata de un tópico folklorístico de gran repercusión que tampoco dejará de repetirse durante más de un siglo en gran parte de las obras dedicadas al co­leccionismo de lo popular:

La atmósfera de la industria, el humo de las fábricas y el ambiente tibio y perfumado de los salones me ahogan.

En las alineadas calles de las poblaciones y en sus artificiales paseos, donde la concurrencia numerosa se vuelve monótona y automáticamente en una misma dirección, señalada por esa ley ridícula de las «conveniencias sociales», padezco la melancólica nostalgia del desterrado. Para mi vida necesito aspirar los agrestes aires de la montaña y ese ambiente de libertad y honrada sencillez en que vive el campesino (Menéndez Pidal, 1986: III).

No podía faltar, por último, en nuestro autor, la alusión a la necesidad de salvar urgentemente un saber popular al que se suponía en trance de total desaparición. Esa voz de alarma de los folkloristas decimonónicos sonará repetidamente en toda Europa por mucho tiempo. Y es que se pensaba que, con la pérdida de determinados cantos de carácter baladístico, desaparecían –también– los últimos vestigios de una historia que no podría ya ser reconstruida cabalmente:

Entonces nació en mí la idea de escribir y publicar dos obras en que aún no se habían ocupado los escritores provinciales y que juzgué de necesidad urgente, ya por estar próximos a desaparecer en el olvido los elementos indispensables a su formación, ya porque tales investigaciones habían de esclarecer puntos harto oscuros en la historia particular del Principado (Menéndez Pidal, 1986: VIII).

La urgente llamada a la recogida de materiales populares, que realiza en estas palabras Juan Menéndez Pidal –y de la cual su propia obra se nos ofrece como ejemplo–, encontraba aparente justificación en el panorama de transformaciones que se estaban produciendo en la vida campesina de su época y que él no duda en describir con los tonos más catastrofistas:

El dialecto bable entra en descomposición lastimosa; las originales usanzas y los pintorescos trajes parecen ya ridículos a los mismos provincianos; la alemana polka y la habanera disputan sus derechos a la danza prima y a la giraldilla; la tropical petenera popularízase en todas las regiones y, cual débil flor tansplantada, languidece bajo el sombrío cielo del Norte en labios del hijo de Asturias o Galicia; e insulsas cantinelas y picarescas tonadillas, sustituyen poco a poco a los tradicionales romances cantados en tono grave y melancólico. Cinco lustros más y estarán olvidados por completo (Menéndez Pidal, 1986: XI).

Paradójicamente, muchos aficionados a la tradición, que persiguen revitalizar el folklore hoy en día, no hacen tales distingos y proponen la conservación de esas habaneras y demás géneros hace un siglo tenidos como espurios: lo que para Juan Menéndez Pidal era una moda foránea que amenazaba a las tradiciones propias es, en la actualidad, para ellos auténtica tradición local.

El prólogo e introducción que Juan Menéndez Pidal escribe para su co­lección resultan, en todo caso, paradigmáticos por el completo compendio de conceptos-clave sobre los que el autor va construyendo el canon de lo popular: «autenticidad», «sencillez», «espontaneidad», «antigüedad», «ejemplaridad estética y moral», «tradición oral», capacidad –en suma– de expresar el «alma de un pueblo» o «espíritu nacional».

No son, por supuesto, ideas originales. Fueron de uso habitual dentro de la corriente romántica que promueve el interés por las tradiciones populares de los distintos pueblos y naciones. Para que nada podamos echar de menos en este acabado muestrario de elementos tomados del romanticismo, surge en las páginas de Juan Menéndez Pidal una invocación que es casi un sello de semejante conjunto: la invocación del «misterio». Y dice:

Atraído por las narraciones y el «misterio», penetré en las grutas escondidas (…) templé mi frío en el amplio hogar del labrador y oí a éste referir seculares narraciones y suspersticiosas creencias (…).

Tosca y desmañada (la poesía popular) comúnmente en sus atavíos, tiene un encanto «misterioso» en su misma «sencillez» y «espontánea frescura» inimitables, porque atesora su rústica envoltura la verdadera inspiración (Menéndez Pidal, 1986: VI-VII y 3).

Romanticismo y más romanticismo. Pero ¿de qué clase? A esta pregunta intentaré responder después. Lo que importa señalar es que el canon propuesto desde entonces apunta no a todo lo que puede estar comprendido en ese cajón de sastre de lo popular, sino a lo que, de acuerdo con los criterios ya expuestos, merecería tal nombre. Semejante canon no pretende tanto comprender o explicar el fenómeno (aunque también contribuyera a ello) como seleccionar lo que dentro de él parece válido o valioso; lo que por supuestamente «auténtico» merece ese sello de lo «popular» o de lo «tradicional» que sólo pueden darle los recopiladores de «reliquias vivas», los garantes de las tradiciones, los autentificadores del «verdadero pueblo».

——————————————————————————–

Guardando la tradición: Juan Ramón Menéndez Pidal entre los recopiladores y estudiosos de lo popular
El folklore ha servido, por largo tiempo, como vehículo en la búsqueda de lo auténtico, satisfaciendo el anhelo de escapar de la modernidad. La comunidad folk, contemplada como pura y libre de los males de la civilización, fue una metáfora para todo aquello que no era moderno (..) identificar algunas expresiones culturales u objetos como auténticos, genuinos, fidedignos, legítimos, implica que otras manifestaciones son fraudulentas, espurias e incluso ilegítimas (…). El reclamo de autenticidad implicó una postura crítica contra el estilo de vida urbano, artificio en el lenguaje, comportamiento, arte, y contra los excesos aristocráticos; tal llamada prometía la restauración de una pura y no afectada manera de ser (…). Rousseau, Herder, y sus contemporáneos asignarían tal pureza y autenticidad al modo de vida rural y pastoril de sus propios países (Bendix, 1997: 9-16).

A pesar de su aparente modestia, la misma colección de romances asturianos de Juan Menéndez Pidal ocupa una posición angular, pues –como el propio autor ya declarara– pretende proseguir la incipiente labor de sondeos que sobre la tradición oral asturiana habían realizado, con anterioridad, personajes a los que el autor ensalza sinceramente, como Agustín Durán o Amador de los Ríos (Menéndez Pidal, 1986: XI-XII). Además, Juan Menéndez Pidal intensifica, si bien no inaugura del todo, la recogida directa de versiones orales contemporáneas, de modo que se arriesga a decir de los textos incluidos en su obra que a aquellos que «no son por completo ‘originales’ puede aplicárseles este calificativo, si se tiene en cuenta que son variantes más antiguas, unas, y, otras, más cabales y de mayor importancia» (Menéndez Pidal, 1986:XI).

Este aspecto de su quehacer como folklorista no ha sido demasiado reconocido; ni tampoco el hecho de que su Introducción o Parte Teórica dé muestras de una información abundante y puesta al día sobre lo que, hasta aquella fecha, se había publicado en torno al romancero. Cita, así, Juan Menéndez Pidal los trabajos al respecto de Jacobo Grimm (1831), Depping (1844), Wolf y Hofmann (1856), Milá y Fontanals (1874) o Joaquín Costa –tan sólo editado 4 años antes que el suyo–, entre otros, comentando o rebatiendo, en algún caso, las opiniones de todos estos estudiosos.

La obra de Juan Menéndez Pidal pasó aparentemente desapercibida para autores relevantes de su tiempo que, como Unamuno, habían demostrado especial interés por la cultura popular. Ha escrito Jon Juaristi que Unamuno:

No prestó atención alguna a lo que, sin duda, constituyó el acontecimiento más importante en la historia de la demótica española del siglo XIX: el descubrimiento del romancero de tradición oral moderna por Juan Menéndez Pidal (et pour cause: Clarín, su autor más admirado, había hecho a aquél objeto de feroces ataques), pero ignoró asimismo los trabajos sobre el mismo tema, si bien de ambición considerablemente mayor, que el menor de los Menéndez Pidal, Ramón, fue dando a la luz desde los primeros años de nuestro siglo (Juaristi, 1996: 32).

Quizá esto se debiera no sólo a la animadversión –más que literaria personal– que un crítico de la talla de Clarín manifestaba hacia el folklorista y escritor asturiano, sino también a que la mitificación de lo popular y de la tradición que el mayor de los Pidal proponía era un viaje del que el pensador Unamuno se sentía –por entonces– de escéptico regreso. El propio Juaristi ha señalado en otro lugar las causas y los pasos de ese progresivo desencanto de Unamuno respecto a la tradición legendaria y sus utilizaciones nacionalistas (Juaristi, 1987: 220-268).

Juan Menéndez Pidal, de otro lado, no es en absoluto ajeno al eco y repercusión que su recopilación puede tener en cuanto a ejemplo que, validando la opción estética de recuperar e imitar lo popular, anime a otros muchos a proseguir por ese camino. Dice, en este sentido, a propósito de los cantos populares por él recogidos:

Dándolos hoy a la luz pública, propóngome no sólo arrancar al olvido documentos tan preciosos para la historia literaria, sino así bien contribuir con mis escasas fuerzas a despertar aficiones hacia la poesía popular, que encierra en formas rudas y triviales inextinguibles veneros de inspiración, ajena siempre a retóricos y amanerados pulimentos (Menéndez Pidal, 1986: XII).

Parece que, en efecto, la incursión de Juan Menéndez Pidal en el romancero oral asturiano no cayó en baldío. Como ya ha señalado Jesús Antonio Cid, «desde el mismo año de 1885 fue reuniendo nuevas versiones, recogidas por él o remitidas por sus antiguos colaboradores y por otros que se sintieron estimulados por la lectura del libro» (Cid, 1986: 9).

La recolección de romances en Asturias experimenta un nuevo empuje cuando, a partir de 1909, Ramón Menéndez Pidal inicia su propia tarea de recopilación en colaboración con otros asturianos interesados en el tema como Aurelio de Llano o Eduardo M. Torner.

Para Cid, comienza entonces «una nueva etapa», en la cual los colaboradores de Ramón «no serán los mismos con que contó Juan Menéndez Pidal» (Cid, 1986: 9). No obstante, las recolecciones directas de romances asturianos que, desde 1910, realiza el menor de los Menéndez Pidal es más bien esporádica, quizá porque sus propósitos apuntaban ya a una recolección global de la «tradición moderna» del romancero, para él «equiparable a la de los textos del Romancero viejo» (Cid, 1992, Tomo XLVII: 128 y 135).

No debemos, sin embargo, desligar del todo una etapa de otra en la reco­lección de los romances de Asturias pues, por otro lado, su misma continuidad en el tiempo viene a reforzar la tesis de que el libro de Juan, aunque haya quedado relegado a un lugar relativamente oscuro –como obra claramente superada dentro de la historia de recopilaciones y estudios del romancero–, tuvo en su momento cierta relevancia y alguna influencia sobre lo que en ese campo se haría inmediatamente después.

Otros intereses –más científicos que estéticos, si se quiere– y métodos ­también más rigurosos de recopilación vendrían a regir, bajo la guía sabia de Ramón, fecundas encuestas posteriores como las de Josefina Sela o Eduardo Martínez Torner (Cid, 1992, Tomo XLVII: 140-53 y 1993, Tomo XLVIII: 175-245).

Es evidente que Ramón Menéndez Pidal revisó y vino a contradecir muchas de las opiniones que Juan realizaba en su Introducción sobre el romancero en general y sobre su origen en particular. En aspectos más específicos pero no menos importantes, como puede ser el de la presencia o escasez de lo maravilloso en la baladística de nuestro país –y, más concretamente, en la asturiana–, ­tampoco los hermanos están de acuerdo: Juan defiende –basándose en unos pocos ejemplos– la existencia de elementos fantásticos en estas composiciones (Menéndez Pidal, 1986: 32-37) y Ramón afirmará siempre el «realismo» predominante no sólo en la épica y el romancero, sino en toda la literatura española (Portolés, 1986: 80-83).

También hay que destacar las prontas diferencias de opinión que, en el terreno ideológico, presentarán Juan y Ramón. El primero tomará parte activa en la política de su tiempo y será en 1888 secretario regional de la Unión Católica (Pérez Villanueva, 1991: 26-27), mientras que el segundo –que se consideraría a sí mismo como el más liberal de su familia– ofrecerá, a lo largo de su vida, una evolución de pensamiento mucho más compleja en este aspecto. Dice Cid:

Su matrimonio, en 1900, con María Goyri contribuyó a aproximar a Menéndez Pidal a los hombres de la Institución Libre de Enseñanza y a distanciarlo de la ideología política ultraconservadora que su familia (Alejandro Pidal, especialmente, pero también el Marqués de Pidal y Juan Menéndez Pidal, hermano mayor de Ramón) representaba desde la restauración canovista. El liberalismo, radical en alguna etapa, y el «regeneracionismo» fueron componentes esenciales, junto al nacionalismo, en la obra de madurez de un Menéndez Pidal que debe ser encuadrado plenamente en la llamada «generación del 98» (Cid, 1994: 469).

Sin embargo, y aunque el tema no ha sido lo suficientemente tratado, no debería descartarse alguna posible influencia inicial de Juan en Ramón –o siquiera un intercambio mutuo– en asuntos no desdeñables como el gusto por determinados temas, ciertas preferencias estéticas o las ideas más generales sobre la historia, el folklore y la cultura de los pueblos de España. No olvidemos, por ejemplo, la polémica –estética e ideológica– que Juan Menéndez Pidal mantuvo ya con Leopoldo Alas, «Clarín», en torno a la literatura popular (Cid, 1985: 1425-1435).

En este sentido, quizá las concepciones previas de Ramón en torno a muchas de las grandes preocupaciones de su vida y de su obra (literatura popular incluida), que algo provocadoramente Portolés ha denominado «prejuicios» (Portolés, 1986: 64-80), guarden alguna relación con lo que se dice en ciertas páginas de su hermano mayor, el poeta y folklorista Juan Menéndez Pidal; o, al menos, releyéndolas, se pueda –acaso– entender un poco mejor su génesis.

La correspondencia entre ambos que me aventuro a sugerir sería de «ideales», y «medios» o «vías» para conseguirlos, no de objetivos científicos o maneras de entender la ciencia. Hay una preocupación –o casi obsesión– común que, desde luego, los Pidal comparten con miles de españoles del momento, fueran cuales fueran sus tendencias ideológicas: el problema de la construcción y recons­trucción de España, el verdadero sentido de su historia, la salvaguarda de su unidad.

Escoger, en ese propósito generacional y «regeneracionista» de desentrañar el «ser» de la nación, un camino que habían empezado a recorrer los románticos en otros países, como el de la exhumación de la épica y la recuperación de la literatura popular, no era ya una estrategia ni tan general ni tan corriente. Cierto que el propio Costa la había ensayado en un trabajo pionero, pero pronto modificaría tal enfoque para interesarse más por el derecho consuetudinario en sí que por sus relaciones con la poesía popular (Costa, 1881).

Suele aceptarse que el maestro español que más influyó en Ramón Menéndez Pidal dentro de este campo de la epopeya y la balada popular fue Milá y Fontanals –del que no llegó a recibir enseñanzas directas–, por encima de Menéndez Pelayo, quien sí le tuvo como discípulo en sus cursos de doctorado de la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid. Pero problablemente serían ambos, junto a la gigantesca figura de Gaston Paris –fuera de España–, quienes contribuyeron en mayor medida a la gestación de las teorías pidalianas (Portolés, 1986: 22-32). Y, de hecho, Ramón Menéndez Pidal no escatima, sino todo lo contrario, los elogios a Milá y Fontanals en sus obras fundamentales (Menéndez Pidal, 1953, Tomo II: 282 y 286).

Por ello, Ramón disiente claramente de algunas opiniones de su hermano en que éste se aleja de lo expuesto por Milá, así en cuanto a la métrica originaria de los romances –en tiradas de ocho o de dieciséis sílabas– y la forma más adecuada de transcribirlos, mas no deja de matizar otros asuntos importantes en los que tampoco coincide siempre con éste, como el de la dependencia del romancero respecto a las crónicas: «Esta idea de la muerte de los poemas en el siglo XII y de la aparición de los romances en el XV, es inaceptable. Una solución de continuidad como ésa no es fácil que se dé en el desarrollo de una poesía tradicional» (Menéndez Pidal, 1974: 110-111).

Tradicionalismo, evolución, «estado latente», serán algunas de las líneas ­maestras del edificio que Ramón Menéndez Pidal construirá con sus investigaciones a partir de la literatura popular. Como ha escrito José Portolés:

(…) La epopeya no es un tema poético cualquiera, desde el Romanticismo se la considera la manifestación por excelencia del espíritu de un pueblo. Se comprende así que Menéndez Pidal evitara cualquier solución de continuidad en la perviviencia de esta tradición, confundiéndose en La epopeya castellana tradicionalismo y evolución, por un lado, y el seguimiento de un tema poético, por otro (Portolés, 1986: 29).

De ahí el interés de Ramón Menéndez Pidal, en efecto, por mostrar el fluir ininterrumpido de la poesía épico-lírica española, desde que los primeros romances, en su opinión, se desgajan de los ciclos heroicos hasta el Romancero gitano de García Lorca; lamentará, precisamente, que la obra de este poeta tomara más como modelo la «degenerada» producción romanceril del XIX, con sus bandoleros y marginados, que la vena tradicional del Romancero viejo (Menéndez Pidal, 1953, Tomo II: 438-439).

Había escrito Juan Menéndez Pidal:

El pueblo se transforma y nace a nueva vida; que todo le aparta de sus tradiciones, y apenas le quedan para alimentar su afición perenne por lo sobrenatural y lo caballeresco (…).

El desvergonzado «ciego», degenerado descendiente por línea recta del juglar, que llevando en el estandarte de hule pintadas las escenas de un crimen, las canta con voz descompuesta al unísono del desvencijado violín (Menéndez Pidal, 1986: X).

Es, básicamente, la misma necesidad de distinguir entre el «pueblo» como proyecto o empresa nacional en el tiempo –al que se identificaría con los ­campesinos– y la «plebe» o «el vulgo» –al que se hace corresponder con las masas aturdidas, bulliciosas y gritonas de las ciudades– que encontraremos ya entre los primeros inspiradores del romanticismo alemán, como Herder. Éste había hecho notar el abismo que separaba al noble Volk, cuyas canciones fueron inicialmente transmitidas por los «maestros cantores», de la gente que poblaba su propio vecindario; ese populacho que, en las propias palabras de Herder, «nunca canta o versifica, sólo chilla y mutila» (Bendix, 1997:39-40).

Como señalé en un trabajo anterior (Díaz, 1997:16), Wolf y Hofmann, en la introducción a su Primavera y Flor de romances, habían apuntado hacia esa «caída» o «degeneración» de lo popular a propósito de la tradición romancística española: «Quedaron, pues, las clases bajas e ínfimas de la nación abandonadas a sí mismas (…) he aquí por qué este vulgo no pudo ya producir cantos y romances populares, sino solamente vulgares» (Wolf y Hofmann, 1945: 39-40).

Y en términos no tan distintos va a expresarse el propio Ramón Menéndez Pidal cuando se refiera a cómo el romance ha pervivido –a partir de un determinado momento– entre los «rústicos y campesinos», a modo de poesía especialmente ligada a ellos, y –al ocuparse de los «romances plebeyos»– afirme que «en el siglo XIX el romancero vulgar se produce entre un pueblo iletrado o de rastrera literatura» (Menéndez Pidal, 1953, Tomo II: 21 y 247-48).

Al fondo de estas apreciaciones todavía resuena aquella clasificación –tan querida por los románticos– de la evolución de la poesía oral en dos etapas diferenciadas, la aedica y la rapsódica, tal y como había sido percibida en el estudio de las más remotas épicas, empezando por la de los antiguos griegos (Menéndez Pidal, 1953, Tomo II: 2).

En algunos de los textos más esclarecedores de Ramón Menéndez Pidal, como es aquél en que establece la distinción entre la «Poesía popular y tradicional» (Menéndez Pidal, 1921), el ilustre investigador –que hace allí un recuento de las aportaciones románticas al estudio de este campo– asume aún la defensa de los valores estéticos de las creaciones de esta clase en un «tono» y estilo que coincide bastante con los que su hermano Juan utilizara en la obra citada. Así, había escrito éste:

Pero la poesía culta ha mirado en todo tiempo con indiferencia y hasta con desprecio a estas manifestaciones tan humildes como valiosas de la literatura, calificando de pueril pasatiempo y nimio estudio el que algunos les dedicaban en largas vigilias y constantes investigaciones (Menéndez Pidal, 1986:3).

Ramón también habrá de extasiarse con la belleza de los versos populares y, por ejemplo, dirá en otro de sus trabajos –a propósito de unos recogidos en el libro De música de Salinas– que exhalan «un hálito de encanto salido de lo que sin rebozo podemos llamar ‘el alma del pueblo’ (Menéndez Pidal, 1968: 161-62).

Si Juan establecía un paralelismo entre los «altos puertos» o los picos de las montañas que sirven como «habitación del gamo corredor» y el arcaísmo de los cantos por él recogidos, Ramón va a referise con un lenguaje metafórico semejante, de alusión a la naturaleza, cuando hable de los romances que aún se cantaban en las sierras de Ávila: «Lo mismo que perdura la prehistórica cabra hispana allí enriscada, perdura el romancero con arcaísmo señalado» (Menéndez Pidal, 1953, Tomo II: 303).

Las analogías naturalistas no se acaban ahí. La metáfora del árbol y la semilla será utilizada por el primero al hablar de los dialectos y por el segundo al hablar de la difusión de los romances. Escribe Juan:

Son los dialectos hojas desprendidas del mismo «árbol» que brotaron en él, alimentadas por la misma savia; y derribadas ya en el suelo, todas en algo se asemejan; aunque entregando unas a la tierra, la «fecunda semilla» que arrastraron tras de sí, arraigan y remanecen produciendo nuevos idiomas; y cediendo otras a la corrupción, se van desfigurando cada vez con accidentes distintos, y ora se arrugan, sécanse en parte y se marchitan, hasta que llegan a desaparecer (Menéndez Pidal, 1986: 61-62)

Y asegurará Ramón:

El Romancero, que tiene por progenitores el espíritu épico castellano y la materia novelesca de la balada europea, difunde las viejas ficciones castellanas como «alada semilla» que, llevada por los vientos, arraiga sobre todo el suelo de la Península, desde Cataluña a Portugal, y pasa por los mares a las tierras de América española y portuguesa (Menéndez Pidal, 1966: 27).

El mismo Juan ya había señalado, por otra parte, la posible correspondencia entre esa ramificación de las lenguas en dialectos y las derivaciones de la materia épica: «Algo de lo que pasó con el dialecto, sucedió asimismo a los cantos históricos y gestas de los héroes» (Menéndez Pidal, 1986: 62).

La referencia al mundo natural y la recurrencia en establecer semejanzas entre aquél y el mundo de la cultura no es casual. Desde el romanticismo se había tendido a ver lo cultural como universo no acabado, como algo orgánico en continua transformación y cambio: el árbol será, de hecho, una de las metáforas preferidas para expresar esta concepción (Alborg, 1980:17). Finalmente, Juan Menéndez Pidal, figura en algún modo oscurecida a lo largo de los años por la gigantesca sombra de su hermano Ramón –que eclipsará a todos los de su saga–, pero de cierta relevancia política e intelectual en su tiempo, ingresa en la Real Academia Española el día 24 de enero de 1915. Para tal ocasión, será respondido (en el discurso de recepción pública) por un «padrino» ilustre, el ­también folklorista Francisco Rodríguez Marín. Y éste va a referirse a la labor de Juan, que en aquella ocasión no presentaría un trabajo de folklore sino sobre Luis Zapata, «un escritor cortesano del siglo XVI», en un tipo de discurso –ya familiar para nosotros– donde igualmente compara la vida natural con la de la cultura: «Bien mirado ¿no es de tanto o más interés científico el estudio de las abejas que el de los leones? Porque es lo cierto que en la vida social, política y literaria, como en la natural, no hay hechos insignificantes» (Rodríguez Marín, 1915: 97).

La reivindicación de lo pequeño, de lo local, de lo aparentemente marginal, venía también de la revisión romántica en torno al valor o la importancia de las manifestaciones culturales; no sólo se revoluciona el orden estricto de los géneros en literatura, sino que igualmente se altera en la plástica la utilización de formatos convencionales y se va abandonando el modelo de equilibrio en las proporciones que había caracterizado a la escultura y pintura dieciochescas.

El problema que se plantea, sin embargo, no es tanto de escalas o de tamaños, como de puntos de vista, de cambio de perspectiva respecto a lo que debería ser «grande» o valioso y lo que no. Las pequeñas identidades, por ejemplo, adquieren renovada importancia, una dimensión casi inédita. Lo «nacional» preocupa de forma inusitada y, de hecho, el mapa de Europa se destruye y reconstruye en sucesivas avalanchas. Como ya ha consignado Regina Bendix:

El nacionalismo europeo fue parte del intento de sacudirse el gobierno de la monarquía y establecer instituciones democráticas; (no obstante) la insistencia en la pureza nacional o autenticidad inherente a la idea de una única nación (…) llega a socavar, finalmente, las tendencias liberadoras y humanitarias de las que esta noción de autenticidad había surgido (Bendix, 1997: 8).

De otro lado, la misma querencia de sesgo romántico por lo diminuto e insignificante, por el detalle, ocasionalmente también podía resolverse en el ­campo científico –y, más en concreto, en el filológico– por un refinamiento metodológico conducente a la minuciosisdad positivista. Algo de ello vamos a encontrar en los estudios –verdaderamente destacables, si les comparamos con los de otros países europeos– que se realizarán en España sobre la poesía popular: planteamientos románticos o, mejor, de un tardío romanticismo de finales de siglo, y una metodología positivista; «un desacuerdo entre ‘fines’ y ‘medios’ (Portolés, 1986: 23-24 y 65), pero –quizᖠuna contradicción o paradoja tan sólo aparentes.

Volviendo al tema de la preocupación por lo nacional, puede decirse que uno y otro –Juan y Ramón Menéndez Pidal– compartían plenamente, además, la idea de que la poesía popular española sobresale entre todas por su carácter nacional, en virtud de una especial historia. Algo que había sido, también, apuntado por Durán cuando hablaba de que «la lengua castellana y la poesía del pueblo empezaron a progresar» entre «los españoles independientes refugiados en las Asturias» (Durán, 1945: I, LIII). Como ya he señalado en otro trabajo (Díaz, 1998: 196-97), Durán acometería su ingente labor de compilador y editor del romancero desde el convencimiento de realizar una «empresa nacional, pues –para él– la literatura popular constituía un campo privilegiado desde el que indagar sobre la supuesta «alma de la nación» (Díaz, 1998: 196-97).

Dice, en una línea muy semejante, Juan Menéndez Pidal:

Circunstancias especiales hicieron que en España, más que en ninguna otra nación, se afirmaran y tomaran cuerpo los tres grandes ideales enunciados. Aludimos a la empresa de la Reconquista. Los héroes de ella peleaban por su Dios, por su Patria y por su hogar (Menéndez Pidal, 1986: 25).

Y confirmará Ramón:

He aquí como el tradicionalismo, que caracteriza tantas manifestaciones de la vida española (…), se revela eminentemente en esta prodigiosa y fecunda continuidad de los temas históricos, más notable, con mucho, que la manifestada en la literatura griega, continuidad que da a la literatura española ese hondo «espíritu nacional» que Federico Schlegel exaltaba como primero en el mundo (Ménéndez Pidal, 1969: 15).

Pero si, para Ramón, la patria era sobre todo la lengua y la historia –y el folklore como auxiliar suyo, lo que es también una visión tan noventayochista como romántica–, para Juan, más allá de todo eso, la patria había sido paraíso perdido y utopía: «Mi Patria es ese mundo que muchos creen ilusorio, (…) donde moran esos seres de luz y esos fantasmas con quienes conversó en dulces coloquios mi espíritu durante los felices años de la niñez» (Menéndez Pidal, 1986: IV).

La nociones de «corrupción», de «degeneración», de lo «falso» o «inauténtico», de lo «artificioso», como contrapunto a las ideas de lo «verdadero», de lo «auténtico, de la «pureza» y «naturalidad», serán referentes indispensables en la mayoría de las aproximaciones que los estudiosos hagan a la cultura tenida por popular, tanto en España como fuera de ella.

Ramón Menéndez Pidal explicará, así, que «las versiones elaboradas tradicionalmente entre las clases cultas en el siglo de oro son el ‘verdadero romancero’ que todos conocemos» (Menéndez Pidal, 1969: 31-32). Pero ¿cuál es la raya que separa lo «verdadero» de lo «falso» en unas creaciones a las que se reclama –precisamente– como «populares», es decir, de acceso abierto a un pueblo que, en rigor, podríamos ser cualquiera? El pueblo ¿somos o no somos «nosotros»? (Dundes, 1977: 19-20). Y, más exactamente, ¿quiénes trazan esa invisible línea y por qué? ¿Quiénes, por qué y para qué se han convertido en los jueces capaces de dictaminar sobre lo «auténtico», en los centinelas infalibles de la «autenticidad» de lo popular?

——————————————————————————–

La invención romántica de lo popular: una incursión por las razones de la autenticidad
Es mucho lo que se sigue de la idea de lo «arbitrario» y lo «no racional». Ser un romántico es ser antinormativo. Es ser suspicaz respecto a la idea de progreso (…) La afirmación romántica anti-normativa establece que no hay estándares dignos de respeto universal (…). Todo el pensamiento romántico consiste en defender la co-igualdad de marcos de comprensión fundamentalmente diferentes (…). Creencias compartidas que son falsas. Prácticas institucionalizadas que son irracionales. ¿Qué nos dicen sobre la mente del hombre? Dentro de la antropología moderna, la antropología de los últimos cien años, la antigua pugna ha continuado: un punto iluminista, un contrapunto romántico (Shweder, 1991: 99-100).

En el texto –que ampliamente he transcrito– de J. Menéndez Pidal pudimos leer varias alusiones críticas hacia el progreso. Cabe pensar que ello encaja perfectamente en el «discurso romántico» del autor sobre lo popular y, en consecuencia, identificar –como tantas veces se ha hecho– al romanticismo con la reacción frente al progreso e ideologías conservadoras. Pero tal identificación cae en la simplificación y el reduccionismo, si tenemos en cuenta que hubo muchas maneras de ser romántico –según etapas y lugares– y que las actitudes del romanticismo hacia lo popular tampoco fueron unidireccionales ni unívocas (Peers, 1967).

Más bien parece que la disyuntiva entre tradición y progreso viene a cobrar especial importancia a partir de los románticos, sumándose a otras dicotomías sobre las que habrá de centrarse el debate en torno a la cultura, el arte y la historia del desarrollo humano. La percepción de que los cambios ocasionados por el progreso han transformado o –incluso– están haciendo desaparecer algo que, quizá, era un bien común, produce que se empiece a tomar consciencia, por parte de algunas élites, del posible valor de todo aquello que se veía como amenazado. Valor que hasta entonces no era contemplado como tal o pasaba casi desapercibido para la mayoría. Había que salvar lo bello, lo bueno y lo auténtico de ese edificio supuestamente en ruinas.

Sin embargo, la impresión alarmante de que las culturas –o las tradiciones culturales que se relacionan e interconectan dentro de ellas– llegarían a desaparecer es una «impresión de época». Las culturas no son materia «orgánica» que, como los árboles, puedan morir y desaparecer por completo. Salvo en casos excepcionales y difíciles de imaginar, las culturas no mueren. Y las culturas no son verdaderas o falsas. Lo híbrido –y no la pureza– es lo habitual en ellas, de manera que estudiar la cultura es estudiar, básicamente, el mundo de lo inauténtico (Bendix, 1997: 9 y 13).

El contexto de incesantes cambios que –en lo social, en lo político y en lo económico– se produce en el pasado siglo, con sus revoluciones, restauraciones y movilidad de las fronteras, puede ayudar a comprender ese nuevo interés por las tradiciones –que son vistas como piezas acosadas en peligro de extinción–, pero no explica el fenómeno por completo. Las agitaciones de esa clase no resultan, como es obvio, exclusivas del XIX, aunque en algún momento parecieran intensificarse especialmente durante este periodo. De la misma manera que el estado más generalizado en las culturas –de Occidente, al menos– es lo híbrido, puede afirmarse también que la situación que más ha caracterizado la historia de las sociedades de los países europeos en los últimos siglos es la crisis.

Si en el siglo XIX tiene lugar, con el surgimiento de lo romántico, el «descubrimiento del pueblo» (Burke, 1981: 28-29) que –caso de existir como tal– siempre habría estado ahí, y la invención (o reinvención) de las tradiciones (Hobsbawm, 1989: 13-14), no es sólo por las transformaciones políticas y socio-económicas que ya conocemos: las consecuencias de la industrialización, el éxodo masivo del campo a las ciudades, la emergencia de los nacionalismos, o la construcción –y reconstrucción– de identidades, en cuyo proceso el folklore habrá de jugar un papel determinante desde la época romántica hasta el presente (Bendix, 1997: 7).

Si en el siglo XIX unos pocos escritores y estudiosos vuelven sus ojos al pueblo y se erigen en descubridores, vigías y garantes de las tradiciones, no es sólo por todo esto. ¿Por qué precisamente ahora aparece lo popular como materia o expresión valiosa? Probablemente porque con la llegada del romanticismo va a producirse un cambio no menos importante: el nacimiento de otra sensibilidad, otra percepción de lo estético que traerá consigo una convulsión en las concepciones sobre los bienes históricos y culturales vigentes hasta entonces, e –incluso– sobre las mismas ideas de historia, de cultura y de arte.

La introducción de un concepto como el de «cultura popular» en el campo de las apreciaciones de la creación humana vendrá a remover profundamente –y hasta a subvertir en algunos casos– los parámetros con que se pretendía medir el valor de lo cultural. Cambian los parámetros, cambian las normas –o se proclama su abolición–; cambian los cánones de lo bueno y lo bello.

El propio concepto de patrimonio cultural debe mucho, desde luego, a la Revolución Francesa (Pomian, 1996: 85-95) y a la idea de que ese patrimonio es algo que pertenece a toda la nación, pero se consolida más claramente con el romanticismo:

Los fenómenos formalmente asimilables que encontramos en otros pe­ríodos de la historia (colecciones reales, gabinetes de curiosidades) o en otras culturas, son radicalmente distintos en sus respectivos procesos de constitución (…). Los criterios de fijación extracultural fijados por el romanticismo son muy característicos de este movimiento, a la vez que participan de un principio de universalidad. Se trata de la «naturaleza», la «historia» y la «genialidad» hija de la inspiración creativa (Prats, 1998: 64).

Lo crucial del cambio no está tanto en que los románticos «descubran» al pueblo, ni siquiera en que lo popular pueda ser para ellos la expresión cultural más próxima a la naturaleza. Lo fundamental es que con ese descubrimiento de otras formas de crear y transmitir el saber o la belleza introducen un valor –o valores– prácticamente inéditos en las maneras de apreciar la cultura.

Puede suponerse, pues, que las referencias que sobre el romanticismo aquí se han hecho o harán no implican nada necesariamente peyorativo. A menudo parece que la utilización del adjetivo «romántico» comporta elementos negativos o sirve para tachar a lo así calificado de obsoleto y poco fiable.

Creo, por el contrario, que bajo la influencia del romanticismo se plantean –si no por primera vez, sí con mayor consciencia– los que luego serán principales debates de nuestro siglo. Y es a partir de él que adquieren toda su transcendencia las dicotomías –que habrán de resultar tan fecundas como tendenciosas y manipulables– de tradición/progreso, rural/urbano, universal/local, culto/popular, nostalgia/utopía, pasado/futuro. Debates y conceptos en contradicción de los que todavía no nos hemos liberado y que menos, aún, hemos resuelto. Son las palabras que sirven de orientación, pero también de límites, al laberinto en que nos encontramos.

Se mira al pueblo. Y se empieza a constatar, desde muy pronto, según ya señalé, que no todo lo que procede del pueblo merecería ser recogido, estudiado y valorado como «popular», de acuerdo con el canon que de lo «popular» se está construyendo. No todo el pueblo parece valer como pueblo. Se mirará preferentemente a los campesinos, entonces, no sólo porque ésa era todavía la población «popular» más abundante en Europa, sino –quizᖠporque eran ellos quienes mejor podían ser identificados con remotas y perpetuas esencias de la nación. Ese pueblo, menos apabullante, presente y molesto que la masa urbana, habría de convertirse en pretexto privilegiado para construir a un «otro» distante, pero no del todo lejano, una especie de antepasado todavía vivo y «natural».

Un pueblo al que se relaciona también con el pasado medieval, tan atrayente para el romanticismo. Dirá J. Menéndez Pidal, por ejemplo, que «el que visite nuestras aldeas más apartadas creerá hallarse aún en plena Edad Media» (Menéndez Pidal, 1986: VIII). Un pueblo, sin embargo, que –en realidad– no existió nunca. Se trata de una utopía hacia atrás que es propuesta como modelo para el futuro: cuando la nación era una, cuando todos los estamentos de la sociedad vivían –supuestamente– en armonía y en pos de una empresa común.

Lo que se cantaba por estas gentes campesinas, lo que no había sido escrito ni anotado y aún se transmitía oralmente, tenía que ser auténtico: «En todas las edades y en todos los países ha expresado el pueblo las más gratas expresiones de su ánimo por medio de espontáneos cantares» (Menéndez Pidal, 1986: 2).
Hay, pues, a lo largo del siglo XIX, una nueva estrategia ensayada por determinadas élites en situación desfavorecida; aquellas élites procedentes de una pequeña aristocracia rural que se ve abocada a llevar una existencia más bien grisácea, difícil y precaria en las ciudades; aquéllas que añorarán siempre su puesto de prevalencia en el olvidado campo y nutrirán el batallón romántico en varios países europeos, no únicamente en España. Parientes pobres de algún aristócrata aún influyente, caballeros a pie, clase desclasada, alejada de su solar natal y rebajada en sus privilegios. !Cuántos escritores y folkloristas de la época no tuvieron ése o parecido origen!

Muchos otros pequeños burgueses de ciudad, también añorantes de un viejo orden, y los modestos empleados o atemorizados menestriles supervivientes de las revoluciones perdidas se agruparán en torno a ellos. Había que recuperar el hálito heroico del ayer, reconstruir las «patrias» desde el principio, o, por lo menos, desde el oscuro medievo. Y ahí estaba el pueblo todavía entonando los más viejos cantos; recordando a antiguos héroes.

En el renacimiento, los humanistas también se habían interesado por lo «vulgar», que es la palabra con que aquellos sabios denominaron a lo popular antes de que lo «vulgar» tuviera la connotación peyorativa –de pueblo decadente o inauténtico– que llegaría a ser de uso entre los folkloristas románticos. Los renacentistas entendían lo «vulgar» como saber común, de todos, y –especialmente– como vía que podía traerles directamente (a través de la costumbre y la transmisión oral) ecos inapreciables del mundo antiguo (Díaz, 1998: 189-91). Otro modelo de mundo también utópico, añorable y al que igualmente se suponía en armonía y unidad casi perfectas.

Lo que reivindican los románticos y pretenden rescatar de las simas de lo popular es, más bien, otra cosa, si no la contraria, aunque –como los humanistas– crean poder recuperar, de la vieja sabiduría de las gentes, el recuerdo de un mundo más pleno, en orden, sin aparentes conflictos o turbulencias. Un mundo sin tiempo, vagamente anterior a la romanización o mantenido por milagro entre esa etapa y la siguiente (la época romana sería de «dominación» y, en todo caso, un paréntesis en el devenir de la mayor parte de los países europeos). En el mundo soñado de los románticos, que ellos identifican con una irreal y arcaica paz de las aldeas, estarían refugiadas las verdaderas identidades de los pueblos, lo que se había salvado del desastre, la medicina para todas las crisis y desórdenes. Escribirá, todavía a finales de siglo, Juan Menéndez Pidal:

Más desgraciadamente, los rápidos y abundantes medios de comunicación, y la idea de cosmopolitismo encarnada en el siglo decimonono, matan el espíritu provincial. Las oleadas de la «civilización» y las corrientes nuevas, salvan la barrera de montañas e inundan este rincón de la Península, borrando lentamente con su paso las venerandas reliquias que de antaño conservaba (Menéndez Pidal, 1986: X).

Los románticos, en su mayoría ni «progresistas» ni «tradicionalistas» por entero, pues progreso y tradición eran en este movimiento caras de un mismo poliedro (Alborg, 1980: 21), desataron con el fervor por lo local y la invención de lo popular las fuerzas de viejos demonios que ni controlaban ni quizá pretendían controlar. El orden habría que buscarlo a través del caos; la armonía en el pasado o en el futuro. Construcción y destrucción era su dicotomía última.

Con la incorporación de lo popular, el canon de lo valorable culturalmente en épocas anteriores se tambalea en sus cimientos más firmes, pero también se amplifica. Aumenta inusitadamente la capacidad de perspectiva. Las producciones artísticas, como todavía ocurre hoy con las manifestaciones de la «Gran Tradición», sólo eran percibidas como valiosas y dignas de conservarse si resultaban datables –emplazables en una época determinada– y autentificadas (de algún modo) como obra única de un autor reconocible y reconocido (Bendix, 1997: 15).

Pues he aquí que, desde el romanticismo, se clama por el valor de las versiones incontables de un autor o autores anónimos, de un pueblo sin nombre ni rostro, por unas tradiciones culturales a las que se cree ancestrales pero que perviven en el presente y han de ser recuperadas con la mayor urgencia. Se reivindica lo ahistórico, la acronía, algo –a la vez– reciente y eterno.

¿Cómo saber que ese algo es «auténtico», si la autenticidad constituye –además– casi su único valor? ¿Quién podrá autentificarlo como tal, como genuina expresión de lo popular, de esa ya nunca insignificante corriente que todavía llamamos «Pequeña Tradición»? (Redfield, 1956). La etimología de la palabra «auténtico» revela que inicialmente –en griego y latín– se calificaba con este término a lo hecho «con autoridad» y, de ahí, a toda cosa «autorizada».

La autenticidad, en el tema que tratamos, la confiere –en gran medida– el recopilador en el acto de recopilación. Él decide quién puede ser o no portador de material «autentificable» y qué material lo es. Y él garantiza también que el trasvase de lo oral a lo escrito se hace de manera adecuada.

Los colectores de cantos populares, por ejemplo, no nos cuentan cómo es lo que existe o cómo ellos lo ven, sino que en su práctica selectiva de rescatar lo que juzgan valioso en el conjunto de la cultura deciden lo que «es», qué existe y qué no. Los recopiladores «autorizan» lo que debe existir, pues el pueblo anónimo dice, pero no sabe lo que sabe; no conoce su «auténtico» valor ni puede sospechar el valor de lo «auténtico».

El colector es –pues– el gran autentificador, el que vela porque la tradición continúe. Es el guardián de la tradición.

——————————————————————————–

Referencias bibliograficas
ALBORG, J.L. 1980. Historia de la literatura española. Romanticismo. Tomo IV. Madrid: Gredos.
BENDIX, R. 1997. In search of Authenticity. The formation of Folklore Studies. Madison, Wisconsin: The University of Wisconsin Press.
BURKE, P. 1981. Popular Culture in Early Modern Europe . New York: Harper and Row Publishers.
CID, J.A. 1985. «Clarín Vs. Juan Menéndez Pidal y la polémica del ‘Folklore’», en Melena, J. L. (ed.), Symbolae. Lvdovico Mitxelena Septvagenario Oblatae, 1425-1435.
CID, J.A. 1992. «La tradición moderna y la edición del Romancero hispánico. Encuestas promovidas por Ramón Menéndez Pidal en Asturias (1911-1920)». RDTP, XLVII: 127-154.
CID, J.A. 1993. «El romancero oral en Asturias. Materiales de Josefina Sela y E. Martínez Torner: Inventario, Indices, Antología». RDTP, XLVIII: 175-245.
CID, J.A. 1994. «Menéndez Pidal, Ramón», en Ortiz García, C. y Sánchez Gómez, L.A. (eds.), Diccionario Histórico de la Antropología Española. Madrid: CSIC.
COSTA, J. 1881. Introducción a un tratado de política sacado textualemnte de los refraneros, romanceros y gestas de la Península. Poesía popular española y mitología y literatura celto-hispanas. Madrid: Imprenta de la Revista de Legislación.
DEPPING, CH. B. 1844. Romancero castellano.(1817). Prólogo y notas de Antonio Alcalá Galiano. Leipsique.
DIAZ G. VIANA, L. 1997. «La invención del concepto de ‘Cultura Tradicional’ en los estudios sobre poesía hispánica: las relaciones entre lo oral y lo escrito», en L. Díaz G. Viana y M. Fernández Montes (eds.), Entre la palabra y el texto: problemas en la interpretación de fuentes orales y escritas. Madrid, Oyarzun: CSIC, Sendoa, 13-32.
DIAZ G. VIANA, L. 1998. Una voz continuada. Estudios Históricos y Antropológicos sobre la Literatura Oral. Madrid: Sendoa, 187-199.
DUNDES, A. 1977. «Who Are the Folk?», en W. R. Bascom (ed.), Frontiers of Folklore. Boulder, Colorado: Westview Press.
DURAN, A. 1945. Romancero general o colección de romances castellanos anteriores al siglo XVIII (1828-32). 2 vols. Madrid: Atlas: Biblioteca de Autores Españoles.
GRIMM, J. 1831. Silva de romances viejos.(1815). Viena: Casa de Schmide.
HOBSBAWM, E. y T. RANGER. 1989. The Invention of Tradition. Cambridge: University Press.
JUARISTI, J. 1998. «Introducción», en Miguel de Unamuno, En torno al casticismo. Madrid: Biblioteca Nueva.
JUARISTI, J. 1987. El linaje de Aitor. La invención de la tradición vasca. Madrid: Taurus Ediciones.
MENENDEZ PIDAL, J. 1986. Poesía popular. Colección de los viejos romances que se cantan por los asturianos en la Danza prima, Esfoyazas y Filandones. Recogidos directamente de la boca del pueblo (1885), Jesús Antonio Cid (ed.). Madrid: Seminario Menéndez Pidal, Editorial Gredos y GH Editores.
MENENDEZ PIDAL, R. 1921. «Poesía popular y poesía tradicional», en R. Menéndez Pidal, 1953. Tomo I. Madrid: Espasa-Calpe.
MENENDEZ PIDAL, R. 1953. Romancero Hispánico. Tomo I y II. Madrid: Espasa-Calpe.
MENENDEZ PIDAL, R. 1966. Castilla. La tradición, el idioma. Madrid: Espasa-Calpe.
MENENDEZ PIDAL, R. 1968. Estudios literarios. Madrid: Espasa-Calpe.
MENENDEZ PIDAL, R. 1969. Flor nueva de romances viejos. 17ª ed. Madrid: Espasa-Calpe.
MENENDEZ PIDAL, R. 1974. La epopeya castellana a través de la literatura española. (1910). Madrid: Espasa-Calpe.
MILA Y FONTANALS, M. 1959. De la poesía heroico-popular castellana. Estudio precedido de una oración acerca de la literatura española. (1874). Martín de Riquer y Juan Antonio Molas (eds.). Barcelona: CSIC.
PEERS, A. 1967. Historia del movimiento romántico español. 2ª ed. Madrid: Gredos.
PEREZ VILLANUEVA, J. 1991. Ramón Menéndez Pidal. Su vida y su tiempo. Madrid: Espasa-Calpe.
POMIAN, K. 1996. «Nation et patrimoine», en D. Fabre (ed.), L’Europe entre cultures et nations. Paris: Editions de la Maison des sciences de l’homme, 85-95.
PORTOLES, J. 1986. Medio siglo de filología española (1896-1952). Positivismo e idealismo. Madrid: Cátedra.
PRATS, LL. 1998. «El concepto de patrimonio cultural», en Política y Sociedad, 27: 63-76.
REDFIELD, R. 1956. Peasant Society and Culture. Chicago: The University of Chicago Press.
RODRIGUEZ MARIN, F. y J. MENENDEZ PIDAL. 1915. Discursos leídos ante la Real Academia Española en la Recepción Pública de Don Juan Menéndez Pidal. Madrid: Tipografía de la «Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos».
SHWEDER, R.A. 1991. «La rebelión romántica de la antropología contra el iluminismo o el pensamiento es más que razón y evidencia», en C. Reynoso (ed.), El surgimiento de la antropología posmoderna. Barcelona: Gedisa.
WOLF, F. & C. HOFMANN. 1945. «Romances viejos castellanos (Primavera y Flor de romances)» (1856), en M. Menéndez Pelayo (ed.), Antología de poetas líricos castellanos. Madrid: Cátedra.

——————————————————————————–

…no que muy cuates?

Primero muy cuates haciendole eventos a los de kinam o invitandolos a participar con ellos.
El problema de querer quedar bien con todos.
[url=http://mx.groups.yahoo.com/group/alianza-anahuaca/message/1052]http://mx.groups.yahoo.com/group/alianza-a…ca/message/1052[/url]

Haber Compañeros.

Se esta suscitando un \”problema\” o un \”chisme\” diría yo, sobre unas cuestiones que pasaron hace algún tiempecito. Y me llegó una petición de la \”abuela-maestra\” Isabel Quevedo P., para publicar unos mensajes, q están más abajo, en el grupo de \”Alianza-Anahuaca\” y q hablan sobre este \”\”\”\”chisme\”\”\”\”, relacionado con cosas de \”Amatlan de Quetzalcouhatl\”, de Mariano Leyva, e indirectamente del Calmecac Nexticpac, además de -como siempre- siempre alguien \”OSTENTA TENER LA RAZÓN\”. Y que de alguna manera afecta a toda la supuesta \”\”\”mexicanidad\”\”\”, por que como siempre, por estas situaciones, Anáhuac no sigue su camino de evolución y armonización.

Como sabrán hay una exageración de \”\”VERDADES\”\” al respecto de toda la Cultura de Anáhuac, como: Que si hay dioses, que el cauhpohualli (calendario) empieza tal día, que si no existen los nemontemis, que si un grupo de danza no pertenece a una \”mesa\” (de concha) no es \”nada\”, que los chimaleros son una burla pa la cultura, que si el náhuatl clásico es el mejor o peor, que si el ilhuitl o tona (día-noche) empieza dependiendo el año y/o q si todos lo años empiezan a la misma hora, y por ejemplo hay quien dice que estamos en el año \”seis lluvia\” y que el fuego nuevo es cada año, o que si los Profes. Meza, Tlacatzin, Cuahcoatl, Tlacaelel, etc, etc, etc. dicen que estamos todavía en el Quinto Sol, que en el 2000 comenzó el Sexto Sol, Que estamos en un reposo por q el Sexto sol (nahui cozcacuauhtli) empezará en el 2012, que si el sexto sol de quetzalcohuatl, que no puede haber sexto sol por qué acabando el quinto sol se comienza otra vez el primer sol, que estamos en el 12avo sol. Y ASI….. un chin… de cosas que los que sabemos poco nos quedamos perplejos, y los que sabemos más nos irritan, pero de alguna manera TODOS ESTAN EN LO CORRECTO, nosotros decidimos el camino que queremos, el más adecuado, el mas a doc. Con la herencia que nos dejaron \”los abuelos\”, Respetando todas las variantes.

Entonces el problema radica en que los \”aprendientes\”, la mayoría de las veces \”somos borregos\”, nos dejamos llevar por lo que DICE tal persona y creemos tener la absoluta verdad, creando desconfianza de las demás \”verdades\” y hasta \”insultando\” a los demás \”poseedores de conocimiento\”. Esto es lamentable, ya que no ayuda a la cultura. Debemos leer, estudiar, analizar, cosmopercibir todas esos conocimientos para entender por qué se dice y llegar a un punto en el que actuemos adecuadamente con nosotros mismos y con el entorno de una manera \”armoniosa y evolutiva\” que es el objetivo Primordial, el objetivo que TODOS ESTAMOS CONCIENTES que es el que se tenía comúnmente en la Antigua Anáhuac, o antiguo México, o los antiguos toltecas, o los aztecas, como le quieran llamar. No se preocupaban de \”chismes\” de iglesia, porque todos estaban sincronizados y conectados a Ometeotl y Omeyocan, así que solo se buscaba la continua evolución COLECTIVAMENTE.

Y bueno esto nos lleva al punto de el ente Frank Díaz y su \”circulo\”, en este caso, no están respetando los \”conocimientos\” de los demás y sobre todo está llegando al insulto al poner \”adjetivos\” a las personas, en este caso a un miembro del Calmecac Nexticpac

Me han comentado que también las \”Energías-Diarias\” de los Meztli que publica de igual manera el Calmecac N. algún calpulli las distribuye como autoría suya, estos llevan en su nombre algo de ollin.

Solo quiero decirle a f. d. que los miembros del Calmecac Nexticpac no vamos a involucrarnos en tus \”chismes\” y que si tienes algún \”pendiente\” con alguien relacionado con el Calmecac, en este caso supongo q con Tlacatzin o con Isabel Quevedo, pues no involucres a nadie más YA QUE USTEDES SABEN BIEN LO QUE PASO Y HA PASADO CON USTEDES y creo deben solucionarlo de la mejor forma ya que supuestamente son \”Toltecas-Anahuaca-Mexicas-Mexicano\” y supuestamente su conocimiento que imparten es para la \”auterrealización armoniza\”.

Esta es una ADVERTENCIA para \”Frank\” ya que nosotros no somos dimes y diretes por la red, si insultas a alguien de la Alianza-Anahuaca \”nos queda el saco a todos\”, y no importando que podamos contradecirnos con lo que buscamos en la anahuaquidad, pues al chile sabemos dónde podemos encontrarte para arreglar estos chismes tontos que tratas de provocar, y no vamos a seguir tu juego por la red, mejor q te parece que si sigues con estos alborotos y te empeñas en ostentar q los que no coinciden con tus \”conocimientos\” están mal y los descalificas pues te vas a topar con \”Los miembros del Calmecac Nexticpac\”. Y tómalo como quieras por que nos atemos a TODO con quien sea. Así que mejor respeta, déjate de comentar cosas de estas… CALLATE.

También a cualquiera que este comentando o distribuyendo información de cualquier Temachtiani y/o grupo-calpulli, sin poner la Fuente, pues TODO CAE POR SU PROPIO PESO.

Ya basta de estar denigrando a la Cultura Milenaria de Anáhuac. Mejor a Ponerse a Trabajar que bastante falta nos hace.

Corre la voz para q llegue este mail a los que les tengan q llegar. Shido.

Yei Zipaktli

Pd. A los miembros del grupo alianza-anahuaca, comentarios, quejas, sugerencia, preguntas, etc. A yeizipaktil@…, disculpen por este mail que no tiene mucho que ver con la tendencia del grupo.

mENSAjes:

DE: ISABEL QUEVEDO P.

Yei Zipaktli
Lo quiero publicar en Yahoo grupos para tener mucho ciudado.
Es un cubano, creo que gusano con muy malos antecedentes que se queria robar patrimonio de Amatlan, fue sacado por autoridades mexicanas de este país

Este señor es amigo de Gabriela Gómez Junco que esta publicando los documentos de nuestro Tlahtocan en la red.

De Alejandro Mendez Evangelista publicó que es un patriotero y que no hay Sexto Sol.
Yo lo increpé.

Es un provocador y extrañamente culto en Anahuac y los Mayas
Esto dice su correo

Mira Isabel, cuando llegué a Amatlán encontré piezas que se destruían en el suelo, archivos enteros de investigacioón que nadie pelaba, y se estaban calcificando. Por allí no te vi a ti, ni a Mariano ni a Aurelio. Solo estaban el buen Don Felipe y la joven Arcela Flores.

El bautizo que ustedes me hicieron fue de caca. Entiendo que se sintieran rivalizados al ver que un cubano estaba haciendo lo que uds no tuvieron el valor de hacer. Pero para eso fui enviado a este pobre pais, y voy a hacer mi tarea con o sin ustedes.

Su actitud entonces fue inexcusable, ya que uds provocaron que este servidor fuera a la carcel por el delito de rescatar archivos del patrimonio.Y sigue siendo inexclusable hoy, desde el momento en que cierran los ojos a las evidencias y se ecaprichan en rollos malichistas -como eso de que la solución de México está en Rusia, o que el nahuatl hay que escribirlo con letras de la India.

Entiendo que yo no te simpatice, pero al menos concedeme esto: han pasado 10 años desde el vergonzoso incicente de Amatlán y yo nunca los he mencionado a ustedes, porque no quiero dañarlos. Pero les consejo: no traten de lucirse comigo, porque al pobre Mariano lo conozco de atrás, y tiene bastante cola que pisar. Que no era santo, vaya.

A pesar de las amables calumnias que ustedes me ha prodigado durante años, mi trabajo está a la vista de todos. Puedes verificar si lo hago por amor o por interes monetario en esta pagina: [url=http://frank-diaz.info/]http://frank-diaz.info/[/url]. Y el trabajo seguirá, a menos que alguno de ustedes me mate antes.

Que la pases bien.

FD

estoy va con copia a persona interesada. Observa, Yeitekpatl, como esta persona confiesa que me denunció por el \”delito\” de defender patrimonio.

Sr. Díaz:

Soy la compañera de Mariano Leyva que en paz descanse, mismo que junto con el maestro Aurelio Ramírez Cázarers originario y sanador, hoy junto a su familia y a su hijo tambien Aurelio Ramírez Cázares aun gozan de prerstigio y honor en su pueblo natal Amatlan de Quetzalcoatl.

Ellos 3 lo denunciaron a usted y por ello fue usted sacado de este país por autoridades de esta patria.

No sea usted provocador.

Cuando uno no sabe, calla.

El Calmecac Nexticpac tiene 20 años trabajando la cuenta del tiempo. El joven Alejandro M. Evangelista no es un patriotero, tiene patria y matria tambien, en el Calmecac Nexticpac afirmamos 6o. Sol y si a usted no le gusta, es su problema.

No andamos inventando cuentos, somos estudiantes de la herencia de nuestros abuelos antiguos y Tlacatzin Stivalet cuando firma un artículo lo hace con conocimiento de causa.

Usted perdone, me parece muy grosero, majadero y tambien extrañamente provocador.

Hasta nunca, señor, respétenos

Isabel Quevedo

——————————————————————————

Un provocador de los correos esos de Red de Luz. nos anda provocando por internet.

Para afirmar lo del 6o. sol mira lo que me envió
Isabel Q.
[sertierra] Re: Por el gran Despertador/Alejandro Mendez Evangelista
martes, 9 de junio de 2009, 07:34 pm
De::
\”frank diaz\”
Añadir remitente a Contactos
Para:
sertierra
Isabel Quevedo, ¿no es usted la misma persona que, en 1999, trató de impedir que yo realizara el rescate de piezas arqueológicas en Amatlán de Quetzalcoatl, porque, según su afirmación, \”un extranjero no tiene derecho a tocar esas piezas\”?

Quizás le alegre saber que, gracias a basuras como ustedes, las piezas se perdieron.

¡Hipócritas!

Frases a la muerte

“Abandonarse es perder pie momentáneamente. No abandonarse es perder pie para siempre”. KIERKEGAARD
“Ahora todo sigue su curso como si nadie muriera”. PHILIPPE ARIES
“Aquellos que aman la sabiduría practican la muerte, y para ellos la muerte es lo menos aterrador del mundo”. NORMAS Y EJERCICIOS PARA BIEN MORIR (S.XVII)
“Aunque en mi cabeza es invierno, en mi corazón es eterna primavera. Cuanto más me aproximo al final, más claramente oigo a mi alrededor las inmortales sinfonías de los mundos que me invitan”. VICTOR HUGO
“Civilizar la muerte, llevarla al hogar y evitar que siga siendo una fuente de temor es uno de los grandes desafíos de nuestra era”. MANIFIESTO DEL CENTRO DE LA MUERTE NATURAL (1991)
“Como un pétalo que cae bajo el sol de la manana y flota serenamente sobre la tierra, así deben prepararse los sabios para la muerte: en silencio y sin inmutarse”. CONSEJO SÁMURAI
“Cuál es la mayor maravilla? Todos los días la muerte ataca, y sin embargo vivimos como si fuéramos inmortales. Ésa es la mayor maravilla”. EL MAHABHARATA
“Cuando tapamos la boca a los moribundos antes de que mueran, sucede algo horrible. Entre ellos y nosotros, crece un silencio más profundo que una tumba. Si impedimos que los moribundos hablen antes de partir, la piedra que cae en el fosos se hundirá para siempre sin que se oiga el chapoteo de respuesta”. FAYE MOSKOWITZ
“Dejemos que los muertos ayuden a los vivos en el curso de su existencia, porque estamos en camino de desarrollar plenamente el potencial de nuestrossentidos, capacidades, intelecto, suenos y creencias. Desde el mismo momento en que nacemos, vivimos y morimos simultáneamente –pues todos somos ignorantes– en una senda felizmente sinuosa hacia la muerte”. YEHUDI MENUHIN
“Despojemos a la muerte de su extraneza, frecuentémosla, acostumbrémonos a ella; pensemos más en ella que en cualquier otra cosa. Puesto que no sabemos dónde nos aguarda, aguardémosla en cualquier lugar. Practicar la muerte es practicar la libertad. Quien ha aprendido a morir, ha desprendido a ser un esclavo”. MONTAIGNE
“El cuerpo que muere no es el cuerpo que nació. Para crecer, debemos experimentar muchas muertes. Una y otra vez cambiamos de aspecto, de actitudes ycomportamiento a medida que pasamos de una etapa de la vida a la siguiente. La persona que muere es sólo una de las personas que llegamos a ser mientras vivimos”. RICHARD REOCH
“El sufrimiento, la dura realidad de la enfermedad, la vejez y la muerte, pueden convertirse, contra toda posibilidad y expectativa, en manifestaciones de una bondad trascendente y siempre presente, de una dulce benevolencia cósmica”. PADRE LAURENCE FREEMAN
“En su empeño por vencer a la muerte, el hombre se ve inevitablemente empujado a vencer a la vida, porque las dos son inseparables”. HENRY MILLER
“Estamos en la tierra un tiempo limitado para que aprendamos a portar la antorcha del amor”. WILLIAM BLAKE
“Felices y sabios aquellos que se empenan en ser en esta vida tal como les gustaría ser en el momento de su muerte. Empenate a vivir así ahora, para que la muerte te encuentre feliz y sin miedo”. THOMAS A. KEMPIS
“La ciencia dice: “debemos vivir” y busca la forma de prolongar, facilitar y ampliar la vida, de hacerla tolerable y aceptable; la sabiduría dice “debemos morir”y busca la manera de ayudarnos a morir bien”. MIGUEL DE UNAMUNO
“La fuente de nuestros defectos, de nuestra mezquindad y cobardía, no es la muerte, sino el miedo a la muerte”. EPICTETO
“La llamada de la muerte es una llamada de amor. La muerte puede ser dulce si le respondemos afirmativamente, si la aceptamos como una de las grandesformas eternas de vida y transformación”. HERMANN HESSE
“La muerte es el único consejero sabio que tenemos. Las trivialidades se esfuman cuando la muerte nos hace una senal, cuando la vislumbramos, o simplemente si tenemos la sensación de que ella, nuestra companera, está observándonos”. CARLOS CASTANEDA
“La muerte es una gran aventura. A su lado, las expediciones a la luna y los viajes espaciales son una insignificancia”. JOSEPH BAYLY
“La muerte no nos asusta. La recibimos con naturalidad y calma, buscando únicamente un final digno como última ofrenda a nuestros familiares y descendientes”. OHIYESA, DE UNA TRIBU SIOUX
“Las personas temen a la muerte sólo porque no comprenden que la vida y la muerte no son dos estados distintos, sino dos etapas de un mismo proceso natural. Ambas están presentes en todo momento”. CHUANG-TZU
“Lo último que analizamos es nuestra concepción de la muerte, que decide las respuestas a todos los interrogantes que nos plantea la vida”. DAG HAMMARSKJÖLD
“Me preparo para partir. Cómo lo hago? Librándome de las cargas y pecados que tan fácillmente me acechan, aligerando mi peso para el vuelo”. WILLIE MAY FORD SMITH
“Mientras pensaba que aprendía a vivir, estaba aprendiendo a morir”. LEONARDO DA VINCI
“Morir bien es un arte que todo hombre debe aprender mientras goza de buena salud”. NORMAS Y EJERCICIOS PARA BIEN MORIR (S.XVII)
“No existe la muerte; sólo es un cambio de mundo”. PROVERBIO INDIO
“Ofrecemos flores que hoy son frescas y florecen dulcemente, flores que manana marchitarán y caerán. También nuestros cuerpos, como las flores, se marchitan y mueren”. ORACION ASIATICA
“Os aseguro que es una bendición estar junto a un moribundo. La muerte no tiene por qué ser una experiencia triste y desagradable. Por el contrario, permite sentir amor y muchas cosas maravillosas. Si fuéramos capaces de transmitir lo que aprendemos sobre la muerte a nuestros hijos y conocidos, quizás el mundo volvería a convertirse en un paraíso. Creo que éste es el momento de empezar”. ELISABETH KüBLER-ROSS
“Para morir bien, debemos ser capaces de comprender y manejar la caótica violencia de nuestras emociones y las de los demás”. RICHARD REOCH
“Para quienes hemos aprendido a amar la vida con todos sus cambios, la muerte no es una experiencia aterradora. Cuando llegue el momento de marchartedebes hacerlo con la mente abierta y una plegaria en el corazón”. SUN BEAR, DE LA SOCIEDAD DE MEDICINA DE LA TRIBU BEAR
“Psicológicamente, la muerte es tan importante como el nacimiento. Cerrarle los ojos es poco saludable y anormal, porque deja sin propósito a la segunda mitad de la vida”. CARL JUNG
“QUIEN BUSCA LA LUZ, ENCONTRARÁ MAS OSCURIDAD” FERNANDO DIAZ
“Si puedes afrontar y comprender tu muerte definitiva, quizá puedas aprender a afrontar y resolver positivamente cada cambio que se presente en tu vida. Si estás dispuesto a aventurarte en lo desconocido, a adentrarte en un territorio ignoto, llegarás a comprender la búsqueda de tu propio ser, que es la meta fundamental del crecimiento personal. Al abrirte y comprometerte al diálogo con tus semejantes, comienzas a trascender tu existencia individual, a ser uno contigo mismo y con los demás. Y, después de practicar este compromiso durante toda la vida, podrás afrontar el fin con serenidad y alegría, sabiendo que has vivido tu vida con plenitud”. ELISABETH KüBLER-ROSS
“Somos al mismo tiempo una persona viva y un moribundo”. RICHARD REOCH
“Somos ciudadanos de la eternidad”. FEDOR DOSTOIEVSKY
“Una buena muerte honra una vida entera”. PETRARCA
“Vive tu efímero momento según la ley de la naturaleza y recibe con serenidad el final del viaje, como una oliva que cae cuando está madura: bendiciendo a la rama que la sostuvo y agradeciendo al árbol que le dio la vida” MARCO AURELIO
¿Morirme…? Sería lo último que haría en la vida. Alejandro Correa
¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures en dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos. TOLKIEN
”Fear not Death, for Death is Normal” Frank Conde
A los viejos les espera la muerte a la puerta de su casa; a los jóvenes les espera al acecho SAN BERNARDO
Aprende a vivir y sabrás morir bien. Confucio
Cuando abandonáis vuestro tejado, entráis en el reino de los muertos; cuando abandonáis vuestro umbral, encontráis al enemigo. HAGAKURE
Cuando no se teme a la muerte, se la hace penetrar en las filas enemigas. Napoleón Bonaparte
Cuando uno empieza a sentirse autosuficiente, comienza a sembrar su decadencia. Bernardino Fernández
Cuánto mejor es morir por algo que vivir por nada. Anónimo
Duerme con el pensamiento de la muerte y levántante con el pensamiento de que la vida es corta. Proverbio
El descanso es algo bueno para los muertos. Thomas Carlyle, escritor británico
El vivir es disfrutar cada momento, bueno o malo, cuando dejamos de hacerlo es momento de morir… Arq. Angel
Entre vida y muerte, sólo hay un cuerpo de diferencia. Jacques Lemort
Es más deseable una hermosa muerte que una larga vida. Séneca
La muerte como final de tiempo que se vive sólo puede causar pavor a quien no sabe llenar el tiempo que le es dado a vivir. . Victor Frankl
La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos. Machado, Antonio
La muerte es algo tan tremendamente airado, que sólo la desnudez, la elemental desnudez, puede escindirla del ridículo Cela, Camilo José
La muerte es dulce; pero su antesala, cruel. Cela, Camilo José
La muerte es el menor de todos los males Bacon, Sir Francis
La muerte es un remedio, pero no debemos hacer uso de él hasta última hora. Moliére
La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene. BORGES
La muerte esta tan segura de que nos va a ganar, que nos da toda una vida de ventaja. La Renga, grupo musical argentino
La muerte no existe, son sólo apariencias Necrosales (montedeoya)
La muerte no viene más que una vez, pero se deja sentir en todos los momentos de la vida. JEAN DE LA BRUYERE
La muerte puede consistir en ir perdiendo la costumbre de vivir. González-Ruano, César
La muerte sólo será triste para los que no han pensado en ella Fenelón
La muerte, con la potencia de un rayo de sol, toca la carne y despierta el alma. PRIS
La perfección es muerte; la imperfección es el arte. Vicent, Manuel
La perfecta igualdad no existe, sino entre los muertos Pitágoras
La resignacion es un suicidio cotidiano Balzac
La vida es tan corta y el oficio de vivir tan dificil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse. Ernesto Sábato
Lo que llamamos muerte es una cosa que hace llorar a los hombres; y, sin embargo, se pasan un tercio de su vida durmiendo LORD BYRON
Lo que no me mata me hace más fuerte. NIETZSCHE
Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte, los valientes gustan la muerte sólo una vez. William Shakespeare
me estoy muriendo hijo, pero tu acabas de empezar a vivir Juan Pablo Ferez Gil
MUERTE PARECE INSONDABLE PERO CUANDO SE PRACTICA LO ESPIRITUAL SE PIERDE EL MIEDO Y SE AMA MAS LA VIDA PARA ALGUN DIA AMAR LA MUERTE AUNQUE SE HAYA LLEVADO A NUESTROS SERES QUERIDOS,ES NUESTRA COMPAÑPERA Y SIEMPRE ESTA A NUESTRO LADO ES ALGO CON LO QUE DEBEMOS VIVIR PARA MORIR Y MORIR PARA VIVIR. CONCIENCIA DEL MAS ALLA
Muy sentida es la muerte cuando el padre queda vivo. Séneca
Nacer es comenzar a morir. Teófilo Gautier
No es morir sólos lo que nos preocupa, lo que nos asusta es vivir sin nadie. OTREUMLEGNA
No es que tenga miedo a morirme. Es tan sólo, que no quiero estar allí cuando suceda. Woody Allen
No es tormento la muerte, sino fin de tormentos. Salustio
No existe la muerte, sólo cambian las condiciones de vida Desconocido
No existe la muerte, sólo cambian las condiciones de vida. J.L
No te preocupes por la muerte, no puede doler algo que pasa sólo una vez. HERNAN QUIROGA
quien camina una milla sin amar ,esta conduciendose a su propio entierro en su propia mortaja “” walt whitman
Siempre son los demás los que se mueren. Duchamp, Marcel
Sin no conoces todavía la vida, ¿cómo puede ser posible conocer la muerte? Confucio
TANTO EN EL MOMEMTO DEL NACIMIENTO COMO EN EL DE LA MUERTE ESTAMOS SOLOS ,.A QUE TEMERLE? VIEJA
Tema el alma su propia muerte y no la del cuerpo. SAN AGUSTIN
Todos los hombres mueren, pero no todos los hombres realmente viven. WILLIAM WALLACE
Un torturador no se redime suicidandose…. pero algo es algo. Mario Benedetti
Una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja. Proverbio Italiano
Ven, muerte, tan escondida, que no te sienta venir, porque el placer del morir no me vuelva a dar la vida CALDERON DE LA BARCA
Ya que no me preocupé por nacer, tampoco me preocupo por morir HERNAN QUIROGA

Microfisica del Poder

Una breve historia del poder.
de los procesos de obediencia y mando en el reino animal
a los procesos de obediencia y mando en los individuos.

1. Introducción
2. La naturaleza del poder
3. Las relaciones de poder
4. Tipos de poder
5. Disposición al mando y a la obediencia
6. Algunas consecuencias de las relaciones de poder en los individuos y en los grupos sociales
7. Conclusiones
8. Bibliografía

I. Introducción
La obediencia y el mando son dos fenómenos que han estado presentes en el desarrollo de la humanidad y hasta en los animales. Ha sido objeto de muchos estudios y, sin embargo, casi siempre o no se les considera en sus verdaderas dimensiones o, sencillamente, no se le asigna la importancia debida. Lo cierto es que, si comprendiéramos el poder, comprenderíamos mucho lo inmensamente bello que existe en los actos de los individuos y lo inmensamente diabólico que esconden sus acciones. El juego del poder se concretiza en las grandes acciones y también en las pequeñas y es, precisamente, en los detalles donde se encuentra la verdadera intención que encierra la lucha por el poder. No estoy diciendo que la lucha por el poder sea dañina; lo criticable es cuando el poder se convierte en un medio para obtener beneficios para unos pocos. El poder, entonces, siendo el objeto de estudio de la política, constituye una categoría fundamental para entender las relaciones entre los individuos y entre las naciones, y nos revelará fenómenos de autoridad sutiles y complejos que permean los procesos sociales. El análisis de los procesos sociales permite observar que siempre y, en muchos casos, de forma inconsciente, los individuos se encuentran en situación de mandar o de obedecer, o de ambas cosas a la vez. Muchas veces estas relaciones de dominio o sumisión son muy difíciles de visibilizar. Por eso, una investigación profunda sobre el poder debe comprender tanto la actitud del que manda (del jefe) como la actitud del que obedece. No es conveniente considerarlas por separado: las relaciones de poder son producto de ambas.
El término poder, bajo la concepción que se entenderá en este trabajo, debe interpretarse como un conjunto de relaciones entre las personas, no el poder que ejerce el hombre sobre la naturaleza o sobre los animales. Podemos afirmar, parafraseando a Morgenthau (Morgenthau, Hans J. S.F. p. 49), siendo la aspiración del poder el elemento distintivo de la política, la política en los grupos sociales es por necesidad una política de poder.
El propósito de este trabajo, debido a su carácter introductorio, es el de motivar a profundizar en el tema del poder, como una manera de desentrañar las verdaderas causas e intenciones, muchas veces disimuladas, que mueven a los individuos y grupos sociales a actuar de determinada forma y, por lo tanto, a entender la esencia de la discrepancia entre las actitudes que se manifiestan verbalmente y la conducta que se observa en la realidad. Mucho de verdad tiene la afirmación siguiente: si quieres conocer a alguien, dale poder. No dudo que el conocimiento del poder, su origen, su naturaleza y su evolución constituye un instrumental teórico-metodológico para reconceptualizar el conflicto en las organizaciones y para repensar y reconstruir nuevos mapas mentales dinámicos que den forma y paso a nuevos paradigmas para el estudio del comportamiento organizacional. En realidad, el estudio del poder es un tema muy interesante, a la vez que muy apasionante. Para aquellos que estén interesados en conocer más sobre las relaciones de poder en las organizaciones, una lectura recomendable es un trabajo denominado Poder, conflicto y mediación en las organizaciones – o la promesa, siempre postergada, de amor- de Marcela Rendón Cobián y Luis Montaño Hirose, publicado en El Orden Organizacional. Poder, estrategia y contradicción, Universidad Autónoma Metropolitana – Iztapalapa, mayo de 1987, México.

II. La naturaleza del poder
Las manifestaciones del poder se encuentran en el reino animal. Es conocido que muchos animales orinan en ciertas áreas para demarcar su territorio y otros, como las ratas, que orinan sobre los cuerpos de sus parejas, posiblemente, como una señal que indique que es parte de su propiedad. Los procesos de sumisión se manifiestan por medio de convenciones hereditarias y, en la disputa por el poder, en muy raras ocasiones, se llega a la agresión real. A menudo – plantean Carl Sagan y Ann Druyan – podemos observar en el comportamiento del animal una ambivalencia, una tensión entre inhibición y desinhibición del mecanismo agresivo (Sagan y Druyan, 1993, p. 187-188). La agresividad, como una de las manifestaciones del poder en los humanos y en los animales, la naturaleza la utiliza como una estrategia de supervivencia:
En las acciones de la Naturaleza-dijo Marco Aurelio-, no se encuentra mal alguno.” Los animales no son agresivos porque sean salvajes, bestias o malvados –esas palabras explican muy poco-, sino porque ese comportamiento proporciona alimento y defensa contra los depredadores, porque espacia la población y evita el hacinamiento y porque tiene un valor de adaptación. La agresión es una estrategia de supervivencia que ha evolucionado para servir a la vida. Coexiste, especialmente en los primates, con la compasión, el altruismo, el heroísmo y el tierno y sacrificado amor hacia las crías. También éstas son estrategias de supervivencia. Eliminar la agresión sería una tontería, aparte de un objetivo inalcanzable: es un elemento demasiado profundo de nosotros mismos. El proceso evolutivo ha actuado para alcanzar el nivel de agresión correcto –ni demasiado, ni demasiado poco- con los inhibidores y desinhibidotes adecuados. Procedemos de una mezcla turbulenta de inclinaciones contradictorias. No debería sorprendernos que en nuestra sicología y nuestra política prevaleciera una tensión de elementos opuestos semejante (Sagan y Druyan, p. 196)
La geometría más observada de una jerarquía de dominación, tanto en los animales como en los humanos, es la lineal o en línea recta. Las jerarquía lineales son más visibles en las grandes corporaciones. En los animales, este tipo de jerarquía se puede observar con más facilidad entre las aves de corral y en algunos animales, como los mamíferos, es parte importante de la vida social masculina. En los grupos humanos y animales está presente este tipo re relación: el gerente delega en los gerentes medios, éstos en los jefes de divisiones y así sucesivamente. Igual sucede con los animales: hay unos que mandan, son los animales alfa y otros que obedecen, que están más abajo y que no tiene a quien mandar, son los omega. Es muy raro observar que un macho comience siendo un alfa, sino que debe ganarse el ascenso a través de la conducta de dominación, tiene que ganarse los galones. Los animales y los humanos que forman parte de una jerarquía lineal deben saber dominar a los que están abajo y someterse a los que están arriba. En ellos coexisten dos fuerzas opuestas: la tendencia a la dominación y la tendencia a la sumisión. En algunos animales, la hembra puede saber quién es el macho sin conocerlo de antemano:
Sin preguntar nada sobre su educación , familia, perspectivas financieras o sus buenas intenciones, todas las hembras desearon ansiosamente tener relaciones sexuales con el macho dominante. ¿Cómo pudieron enterarse las hembras? La respuesta, al parecer, es que podían oler la dominación. Existe literalmente una química entre los hámster: el olor del poder. Los machos dominantes emanan un cierto efluvio, una feromona que no tienen los machos subordinados…..El ex secretario de Estado de los Estado Unidos, Henry Kissinger, no famoso precisamente por su aspecto, explicaba la atracción que una bella actriz sentía por él diciendo: “El poder es el mayor afrodisíaco.” (Sagan y Druyan, p.207)
Para unos, el poder en sí mismo no es bueno ni malo, depende del uso que se haga de él. Para Nietzsche, por ejemplo, el poder es bueno en sí mismo:
¿Qué es bueno? Todo lo que aumenta en el hombre el sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo.
¿Qué es malo? Todo aquello en lo que se origina la debilidad.
¿Qué es la felicidad? El sentimiento de que el poder crece, de que se vence una resistencia.
No sosiego, sino más poder; no paz por encima de todo, sino guerra; no virtud, sino habilidad (virtud al estilo del Renacimiento, virtú, virtud sin moralina).
Los débiles y fracasados deben perecer: primera tesis de nuestro amor a los hombres. Y además hay que ayudarles a ello ( Nietzsche, Friedrich, 1999, p. 21).
En términos similares se expresa Maquiavelo sobre el uso de la crueldad, como método de obtener el poder del estado y mantenerlo:
Creo que depende del bueno o malo uso que se hace de la crueldad. Llamaría bien empleada a las crueldades (si a lo malo se le puede llamar bueno) cuando se aplican de una sola vez por absoluta necesidad de asegurarse, y cuando no se insiste en ellas, sino, por el contrario, se trata de que las primeras se vuelvan todo lo beneficiosas posible para los súbditos. Mal empleadas son las que, aunque poco graves al principio, con el tiempo antes crecen que se extinguen (Maquiavelo, Nicolás, p.40, 1999)
Gorki, sin embargo, afirmaba que el poder es dañino para la persona. No hay peor veneno que el poder, decía. Albert Einstein odiaba el autoritarismo a tal grado que, a la edad de quince años, abandonó la escuela para reunirse con su familia en Italia, por considerarla autoritaria. Después que Einstein ganara el premio nobel de Física en 1921, dijo lo siguiente: Para castigar mi desdén por la autoridad, el destino me convirtió en una autoridad (citado por Thorpe, Scout, en Cómo pensar como Einstein, 2001, p. 17)
A pesar que muchos afirman que ha habido algunos avances en la eliminación de las relaciones asimétricas entre los individuos y entre las naciones, todavía se observa que la existencia del dominio del macho alfa y la sumisión de los omegas es un fenómeno muy presente en nuestras sociedades, con matices muy diferentes.
Traslademos, ahora, nuestra observación a los hombres y dejemos en paz a los animales, al menos por un momento. Digo por un momento, porque, cuando se establecen las diferencias entre los seres humanos y el reino animal, una diferencia que se supone que existe es la religión. Se piensa que sólo el hombre tiene religión. Un examen más profundo de las relaciones de dominio y sumisión entre los animales alfa y los omega puede conducirnos a pensar que, quizás, una predisposición religiosa generalizada sea una característica presente también en los animales.
Hemos visto que la autoridad no es una característica exclusiva de los humanos y que tiene condicionamientos y raíces biológicas que pertenecen tanto a los humanos como a los animales; es decir, instintos que pueden ser sociales, sexuales, agresivos, etc. Antes de continuar, recordemos algunos conceptos de poder.
Emile Littré (1863-1873) definía el poder como la capacidad de hacerse obedecer; así se le entiende, por lo general. En teoría así es; pero, ello supone identificar el estudio de la autoridad con el de la sicología del jefe y, en este sentido, tendríamos que entrar a estudiar la literatura sobre lo que es el jefe, situación que no contribuiría mucho a esclarecer las ideas sobre el poder, puesto que la literatura existente sobre la concepción del jefe frecuentemente lo describe no como es, sino más bien cómo el autor piensa que debe ser. Si aceptamos que el poder es una característica inherente al jefe, podríamos caer en engaños: para explicar el sueño producido por el opio hay que analizar la acción de los alcaloides sobre las células nerviosas y no invocar “la virtud somnífera” del opio, que es precisamente el problema y no su solución. (Marsal, Maurice, p. 13, 1971)
La autoridad de un individuo puede compararse a los conceptos de derecha e izquierda. ¿A qué lado del camino está situada la universidad, a la derecha o a la izquierda? Es imposible dar una respuesta de forma inmediata. Si uno camina del puente hacia el volcán, la universidad estará al lado izquierdo y si, por el contrario, camina del volcán hacia el puente, estará a la derecha. El poder es un concepto que adquiere sentido únicamente al indicar las condiciones en que se desarrollan las relaciones. Un estudio, entonces, de la naturaleza del poder resulta ser más significativo si se realiza, no basado en los atributos de un jefe, sino más bien en una relación que se establece entre él y otros individuos o entre individuos y él. Por otra parte, el poder supone, por lo menos, dos personas. La autoridad de A no existe sino hasta que aparece B, y algo más, que es muy importante: y precisamente porque se trata de B y no de otra persona, de C, por ejemplo.
Los conceptos poder y autoridad son empleados, en muchas ocasiones, como sinónimos. En Administración, se establecen diferencias entre ambos términos. Para Robbins (1987), la autoridad es un derecho cuya legitimidad se basa en la posición de figura de autoridad en la organización. La autoridad forma parte del puesto. El poder, por otra parte, se refiere a la capacidad de un individuo para influenciar decisiones (Robbins, Stephen P. p. 214). En este sentido, la autoridad es una dimensión del poder. Si bien es cierto que un individuo, haciendo uso de su autoridad en una organización que le confiere una posición legítima, puede ejercer influencia en las decisiones, no es necesario que posea autoridad para ejercer influencia. Muchas secretarias ejecutivas tienen bastante poder, a pesar de que tienen poca o ninguna autoridad. Para fines de este trabajo, no estableceremos diferencia entre autoridad y poder.

III. Las relaciones de poder
Gramsci realizó grandes aportes al estudio de las relaciones de poder. Una de las categorías de análisis empleadas por él fue el concepto consenso para explicar los procesos de dominación y descubre nuevos instrumentos para analizar el poder, que se encuentra “difuso a través de la sociedad civil” y, por lo tanto, no es monopolio del estado (Gramsci, Antonio, p. 12, 1987). Otro concepto central de Gramsci es el de hegemonía, el cual define como el liderazgo cultural ejercido por la clase dirigente por lo que, también, es clave para comprender los procesos de dominación.
Michel Foucault plantea el poder como una relación. Analiza, en su libro Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión (1979), la dominación desde las relaciones de poder y la interrelación entre consenso y coerción. A Foucault, le interesa el poder en las instituciones más que en la economía: la micropolítica del poder. Hace suyo el interés de Nietzche por la relación entre poder y conocimiento, cree que el conocimiento genera poder al convertir a las personas en sujetos y al gobernarlos mediante el uso del conocimiento. En Historia de la sexualidad, (primer volumen,1980), Foucault se interesa de nuevo en la genealogía del poder. Para él, la sexualidad es un punto de transferencia especialmente denso para las relaciones de poder (1980, p. 103) y se preocupa en esclarecer la manera en que el sexo se introduce en el discurso y la forma en que el poder permea ese discurso. Para Foucault, el sexo lo explica todo. A través del conocimiento de la sexualidad, la sociedad ejerce más poder sobre la vida.
El poder implica relaciones; en ese sentido, está muy vinculado al concepto de estrategia. Esta última también denota un conjunto de relaciones que se establecen a lo largo de la cadena de mando entre los individuos para alcanzar los objetivos; con otras palabras, la estrategia se refiere al despliegue de recursos, movilización y tensionamiento de fuerzas, por lo tanto, el poder puede definirse como una función multiplicadora de recursos y movilización, tal como lo concebía el sociólogo Huber Blalock.
El poder, entendido como una relación de dominio del individuo sobre las mentes y las acciones de otros individuos, da lugar a varias situaciones (Marsal, Maurice, 1971):
1. Dada una relación, al cambiar los términos unidos por ella hay que esperar también, salvo excepciones, la modificación de la misma. Puede ser que el jefe y el empleado sigan siendo los mismos; pero, cada uno de ellos puede experimentar cambios rápidos y significativos (en sus valores, conocimientos, etc.) que provocan cambios, también, en la relación de autoridad. Cada vez es más difícil la capacidad para hacerse obedecer y ésta varía en el transcurso del tiempo, aumentando o disminuyendo. Ahora, no sería extraño que, cuando la persona autorizada para dar la señal de salida en una carrera dijera en sus marcas, listos, algún joven atleta le respondiera: ¿por qué?
2. La autoridad ejercida sobre ciertos individuos no es extensible a otras individuos. La obediencia de unos no implica automáticamente la obediencia de otros. Si un jefe tiene autoridad sobre A, no significa que la tenga automáticamente sobre B. La autoridad, como ya dijimos, está condicionada a la situación: si un jefe tiene autoridad sobre A, es precisamente por que es A y no otro individuo.
3. De la misma manera, si la autoridad se ejerce de acuerdo a una situación concreta y bajo un aspecto determinado, ésto no significa que pueda aplicarse a otras situaciones y a otros aspectos.
4. Debido a esa diversidad de aspectos y situaciones y, considerando que quien manda lo hace condicionadamente, en todos los individuos coexisten dos fuerzas opuestas, en mayor o menor grado: la tendencia a la dominación y la tendencia a la sumisión. El jefe militar manda como tal y obedece como esposo.
5. Preguntar si una persona tiene autoridad es algo indeterminado y, si se toma al pie de la letra, hasta carece de sentido. Ya explicamos que la tiene sólo en referencia implícita a unos individuos que obedecen y a unas situaciones que se suponen ya conocidas.

IV. Tipos de poder
Uno de los sistemas de clasificación más utilizados es el de Weber (1947). Para Weber existen tres clases de autoridad: Autoridad tradicional, carismática y racional-legal. La autoridad racional-legal se basa en la idea de que quienes están en posiciones más altas tienen derecho para ejercer poder sobre los que se encuentran debajo. La autoridad carismática se basa en las características personales de un individuo. La autoridad tradicional sucede cuando, en la organización, está presente una figura dominante, como el fundador; se origina en un sistema ancestral de creencias, es el caso de los individuos que acceden al poder debido a que proceden de familias importantes. Weber creía que sólo en el occidente moderno se había desarrollado la autoridad racional-legal y que únicamente en este tipo de autoridad podía existir la burocracia moderna en su pleno desarrollo. El resto del mundo tendía hacia sistemas carismáticos y tradicional.
Erich Fromm, (1982) habla de una autoridad racional y la inhibitoria. La autoridad racional representa la condición necesaria para ayudar a la persona sometida a la autoridad, como la relación que existe entre el maestro y el alumno. La autoridad inhibitoria, en cambio, constituye la condición de su explotación; tal es el caso de la relación entre el amo y el esclavo. En la primera, la relación tiende a disolverse y la distancia entre ambos es cada vez menor; en la segunda, la relación o se mantiene o se fortalece y la distancia entre las dos personas se hace, con el tiempo, cada vez mayor. Fromm también menciona que la autoridad, muchas veces, se manifiesta de manera anónima, casi invisible: se disfraza de sentido común, ciencia, salud síquica, normalidad, opinión pública. No emplea, aparentemente, ninguna presión, sino una tenue persuasión: ésta es su bebida favorita, por ejemplo.
Testa (OPS, 1986) establece el poder en tres dimensiones: poder político, poder técnico y poder administrativo. Por su parte, Maurice Marsal (p. 43, 1971) reconoce los siguientes pares de autoridad: colectiva e interindividual, impersonal y personal, oficial y oficiosa, tutelar y funcional, bruta y racional, absoluta y relativa.

V. Disposición al mando y a la obediencia
Nietzche se preguntaba:
¿Qué es lo que induce a los seres vivos a obedecer y mandar, y a que obedezcan incluso cuando mandan? ….. Siempre que he visto un ser vivo he encontrado voluntad de poder; hasta en la voluntad del siervo encontré voluntad de ser señor. Al más débil le induce su voluntad a servir al más fuerte, porque esa voluntad quiere dominar lo que es más débil aún: se trata de un placer del que no quiere privarse ( Friedrich, Nietzche, p. 106, 2000)
Para el análisis de los mecanismos de sumisión y dominación, nos basaremos en el libro El miedo a la libertad de Erich Fromm (1982). El autor es el representante del psicoanálisis de Freud; pero, considera los factores sociales, los valores y las normas éticas en el estudio de la personalidad total. E. Fromm plantea que la forma más nítida de los mecanismos de sumisión y dominación pueden observarse en los impulsos sádicos y masoquistas. Para algunos estudiosos del tema, el deseo de dominar a los demás parecía natural y, en muchos casos, bueno. Hobbes, por ejemplo, veía como inclinación general de la humanidad la existencia de un perpetuo e incesante deseo de poder que desaparece solamente con la muerte. Maurice Marsal (1971) cuenta la siguiente anécdota: “¿Qué sabes hacer?”, preguntan a Diógenes, apresado y vendido por unos piratas. “Mandar a hombres”, responde; y añade, dirigiéndose a su interlocutor: “Pregunta si hay aquí alguien que desee comprar un dueño”.
El primero que estudió los impulsos sádicos y masoquistas fue Freud. El consideraba que los impulsos sádicos y masoquistas existirán siempre juntos, a pesar de su aparente contradicción. A principio, Freud planteó la hipótesis de que el sadomasoquismo es fundamentalmente un fenómeno sexual; posteriormente, la modificó en el sentido de que el sadomasoquismo se trata de un fenómeno ajeno a la sexualidad, ya que el factor sexual es resultado de la fusión del instinto de muerte con la libido.
E. Fromm se pregunta: ¿cuál es la raíz común de las tendencias masoquistas y de las sádicas? Inmediatamente se plantea la hipótesis: tanto los impulsos masoquistas como los sádicos tienden a ayudar al individuo a evadirse de su insoportable sensación de soledad e impotencia. Ambos impulsos, el masoquismo y el sadismo coexisten, se encuentran siempre mezclados, de tal manera que, en muchos casos, resulta difícil determinar qué aspecto del mismo se halla en función en un momento dado. En ambos existe la hostilidad, la destructividad; sin embargo, en el sadismo, la hostilidad es, por lo general, más consciente y se expresa de una manera más directa; en cambio, en el masoquismo es, muchas veces, inconsciente y se expresa de manera indirecta. Lo dicho anteriormente, no significa la identificación del sadismo con la destructividad, a pesar de que se encuentra mezclado con ella. Un individuo es destructivo cuando pretende destruir al objeto, librarse de él; mientras el sádico quiere dominarlo, no destruirlo. Aunque habrá casos en que el sádico pretende destruir. Es más, el sadismo puede aparecer, en algunos casos, sin carácter destructivo, más bien amigable. Este sadismo amigable muchas veces es confundido con el amor (quien te ama, te hará sufrir) Al respecto, debemos decir que no hay que confundir poder con violencia; aunque la violencia es una característica de aquél, no todo poder es violento. En los animales, por ejemplo, el alfa puede tener el deseo de atacar a un inferior, un beta, que le ha ofendido; si este último ofrece gestos de sumisión propios de la especie, el alfa se ve obligado a perdonarle. Estos gestos de inhibición son muy parecidos a un código de moral (Sagan y Druyan) En los humanos, con características sadomasoquistas, muchas veces, cuando la persona le muestra posturas y gestos de sumisión, más crueles son los ataques contra ella. Para el sadomasoquista, el “enemigo” se transforma en lo inhumano.
Lo dicho hasta aquí puede interpretarse que el sadismo es idéntico al apetito de poder. Quien piense de esa manera, estaría cometiendo un error; sin embargo, a pesar de que no es posible hacer idénticos a ambos, sí es posible afirmar que la voluntad de poder es la expresión más significativa del sadismo. Esta voluntad de poder no tiene su fundamento en la fuerza del individuo sino en la debilidad; debilidad expresada en la incapacidad del individuo de experimentar la vida de una manera espontánea y amable. El individuo con carácter sadomasoquista presenta una fuerte tendencia al autoritarismo: ….. la persona sadomasoquista se caracteriza siempre por su peculiar actitud hacia la autoridad. La admira y tiende a someterse a ella, pero al mismo tiempo desea ser ella misma una autoridad y poder someter a los demás (Fromm, Erich, p. 188, 1982)
Es la actitud hacia el poder la característica principal de la persona autoritaria; por eso, los individuos e instituciones que carecen de él merecen su desprecio:
La sola presencia de personas indefensas hace que en él surja el impulso de atacarlas, dominarlas y humillarlas. Mientras otro tipo de carácter se sentiría espantado frente a la mera idea de atacar a un individuo indefenso, el carácter autoritario se siente tanto más impulsado a hacerlo, cuanto más débil es la otra persona (Fromm, E., p. 193)
El autoritarismo se vale de muchos disfraces para ocultar sus impulsos destructivos hacia los otros: amor, deber, igualdad, conciencia, patriotismo, unidad, dignidad y muchos otros medios. A aquellos que, en nombre de la igualdad y la justicia, buscan venganza y destrucción, Nietzsche les dirige el siguiente mensaje:
Predicadores de la igualdad, lo que os hace pedir a gritos igualdad no es más que el delirio tiránico de vuestra impotencia; y, de esta forma, vuestra tiránica concupiscencia se disfraza de virtud. Vanidad amargada y envidia reprimida –vanidad y envidia que quizá heredasteis de vuestros padres- surgen en vosotros como llamas y quimeras de venganza… Yo os aconsejo, amigos míos, que desconfíes de quienes se sienten tan inclinados a castigar. Son gente de mal corazón y de mala ralea, a sus ojos se asoman el verdugo y el sabueso. Desconfiad de los que se pasan toda la vida hablando de su justicia. No es sólo miel lo que falta en sus palmas; y, si se consideran los “buenos y justos”, no olvidéis que, para ser fariseos, únicamente les falta el poder (Nietzsche, Friedrich, 2000, pp.92-93)
A veces, la persona autoritaria se revela contra un grupo de autoridades y, al mismo tiempo, someterse a otras autoridades a las que considera que pueden satisfacerle sus anhelos masoquistas. En todos los casos, la actitud destructiva de este tipo de personas representa el mecanismo de huida de un insoportable sentimiento de impotencia que experimenta cuando se compara con otros individuos y, por eso, quiere eliminarlas, destruirlas. Es más, esta condición de impotencia que siente frente a otras personas, va acompañada, también, de angustia y frustración de la vida, situación que impide el pleno desarrollo de sus potencialidades, la seguridad interior y la espontaneidad. Fromm establece una relación entre el impulso de la vida y el de destrucción; éstos no son mutuamente independientes, sino que son inversamente proporcionales: cuanto más plenamente se realiza la vida, tanto menor es la fuerza de la destructividad. Esta es producto de la vida no vivida.

VI. Algunas consecuencias de las relaciones de poder en los individuos y en los grupos sociales
Las relaciones de poder pueden desencadenar los procesos siguientes: sumisión, identificación, interiorización y oposición.
Sumisión
La disposición a someterse, a acatar las órdenes de otros sin ofrecer resistencia pueden estar motivadas por varios factores. Podría deberse a un cansancio y resignación, producto de la experiencia del individuo de derrotas pasadas, a la desconfianza en los dirigentes y en las organizaciones. Esta actitud de resignación no va acompañada de la aceptación pasiva por parte de la persona; más bien, indica un estado de impotencia frente al poder, sin llegar a tener ninguna identificación con la autoridad y está a la espera de que existan las condiciones mínimas para revelarse contra ella. Acata la autoridad mientras no puede hacerle frente; sabe, por experiencia, que no puede actuar si no existe el apoyo para su causa, pues sin este apoyo está nuevamente condenado al fracaso. No tiene prisa; pero, tampoco dispone de mucho tiempo. Sabe muy bien que esta situación debe ser coyuntural para que no tome impulso y que después resulte difícil detenerla, de manera que se debe actuar con mucha precisión y buen juicio. Si la situación lo obliga a ser sumiso, debe saber moverse con mucha rapidez y astucia entre los dédalos del poder. Es oportuno recordar, en este aspecto a Maquiavelo:
De manera que, ya que se ve obligado a comportarse como bestia, conviene que el príncipe se transforme en zorro y en león, porque el león no sabe protegerse de las trampas ni el zorro protegerse de los lobos. Hay, pues, que ser zorro para conocer las trampas y león para espantar a los lobos. Los que sólo se sirven de las cualidades del león demuestran poca experiencia (Maquiavelo, Nicolás, 1999, p. 67-68)
Identidad
En este caso, el individuo deja de ser el mismo y se transforma en una persona idéntica a las demás y actúa tal como los poderosos esperan que lo haga. Es tal su identificación con los otros que resulta muy difícil distinguirlos entre sí. Al despojarse de su personalidad, se convierte en un autómata más y para compensar la pérdida de la personalidad, el individuo se conforma con su situación y busca el reconocimiento de los demás:
Es lo que les pasa siempre a los débiles: se extravían en su camino; y al final la fatiga les hace decir: ¿De qué ha servido caminar, si todo es igual?’’ A esa gente le gusta que le digan que nada merece la pena, que no se debe querer nada. Eso es predicar a favor de la esclavitud. Zaratustra, hermanos, viene como viento fresco e impetuoso para todos los cansados del mundo, pues va a hacer estornudar a muchas narices (Nietzsche, Friedrich, 2000, p.180)
Este proceso de automatización convierte al individuo en un ser inseguro y desamparado; de aquí que él busque la protección y esté dispuesto a someterse (incluso muy entusiastamente y con orgullo) a aquellas autoridades que le ofrecen seguridad y protección. Se somete al poderoso y, al mismo tiempo, se actúa como él; a pesar de que acepta el poder de los otros, no internaliza sus valores y las normas involucradas. En opinión de Erich Fromm, fue este proceso de identificación de la clase media con el poder alemán que caracterizó el núcleo del movimiento nazi.
Interiorización
A través de este proceso, llamado también proceso de socialización, el individuo hace suyos los principales valores del sistema dominante, se apropia de ciertas características que refleja el sistema de poder y se operan ciertos cambios en la conducta del individuo que tienden a ser más o menos permanentes. Estas características pueden ser denominadas como: valores, motivos sociales, actitudes, creencias, etc.
Los grupos que poseen recursos y, por tanto, poder, suelen imponer a la sociedad su sistema de ideas, el sistema de ideas de los que carecen de recursos es un sistema impuesto. Como el yo del individuo se encuentra debilitado, la persona es incapaz de darse cuenta de su inseguridad y de reconocer que los pensamientos y las emociones no son realmente de ella, sino que han sido recibidos desde afuera, interiorizados a través de instrumentos especializados en crear en los individuos el conformismo, la apatía, el temor y la aceptación pasiva del poder establecido. En muchos casos, los individuos llegan hasta admirar y servir a su opresor; admiración y servilismo que son productos de su temor hacia el poderoso. Existe una red bien organizada de instituciones, difundidas en la sociedad, encargadas del proceso de alienación de las personas. Instituciones como la iglesia, el estado, la familia, la escuela, la universidad, partidos políticos, los hospitales, las empresas son algunos de los mecanismos especializados en este proceso de socialización del conformismo. El individuo se convierte en un autómata: piensa, siente y quiere de acuerdo a lo que los demás piensan, sienten y quieren. De esta manera, el individuo cree que existe una relación de armonía con los poderosos, colabora con ellos y está dispuesto a defender los intereses de los que tienen el poder, porque cree que son sus propios intereses los que están en juego. Pierde, así, los últimos vestigios de su personalidad.
Oposición
Es una reacción de rechazo a la autoridad, de inconformidad con el poder. No consideraré esta acción de rechazo a la sumisión como propia de un delincuente, como en muchos casos se hace, para tipificar conductas desviadas y justificar ciertas acciones represivas por parte del sistema de poder. Más bien, la considero como una forma de rebeldía ante una situación abusiva del ejercicio del poder. Más que una conducta desviada, la tipifico como una conducta normal que permite al individuo luchar para dignificar su existencia y lograr su verdadera libertad, con la conquista de la identidad que le ha sido despojada. El que se revela contra el sistema de poder asfixiante es un quebrantador de las tablas de valores dominantes y es, también, un creador de nuevos valores que promueven la existencia de un nuevo hombre. Conoce que no está solo en esta tarea y, también, sabe que lo etiquetarán de inmoral, de delincuente. En este campo de relaciones conflictivas siempre existen dos grupos: los que siempre son solidarios y los lisiados mentales, los mediocres, los eternos opositores al cambio. Conoce de los riesgos y que lo novedoso y el cambio siempre generan oposición; pero, los quebrantadores de valores son creadores, duros y no desean nada gratis. Sólo los mediocres prefieren las cosas fáciles y gratis y se opondrán a todo aquello que indique cambio: Hay muchos que mueren demasiado tarde y algunos que mueren demasiado pronto. Aún nos resulta extraña esa máxima: “¡Morir a tiempo!”…..Pero,¿cómo puede pretender morir a tiempo quien nunca ha vivido a tiempo? (Nietzsche, Friedrich, 2000, p.70)

VII. Conclusiones
Como se habrá notado, he utilizado varias citas de Friedrich Nietzsche. Ello se debe a que este autor es uno de los que han estudiado el tema del poder desde un pisto de vista filosófico. El mismo Foucault (1969), cuando plantea la expresión “genealogía del poder,” retoma con mucha precisión, ideas de Nietzsche, a quien considera un filósofo del poder.
La autoridad per se no es dañina. Pretender eliminarla, sería una tarea inútil e imposible, es inherente a nuestra condición humana. En el estudio de las relaciones de poder en las organizaciones, habrá que considerar que la autoridad presenta distinta naturaleza de acuerdo con la intención de quien la ejerza. Existen personas que usan su poder para sus propios intereses, para destruir, para dañar. Es la autoridad esclavizante, propia de las personas sadomasoquistas. Hay otras, en cambio, que emplean su poder para la consecución de una causa común. De igual manera, existen dos formas de obediencia: la servil y la libre. Por eso, es muy importante estudiar muy detenidamente el poder, particularmente la naturaleza de la obediencia.
Todos los sistemas sociales, y particularmente el nuestro, funcionan a través de un red de reciprocidades de obediencia común. En todos ellos existe un marcado diferencial de poder que caracteriza toda la red de relaciones y es, precisamente, el fenómeno de la obediencia que nos develará todo un conjunto de fenómenos que operan tras la conducta humana. Estamos “programados” por una compleja, densa, difusa e impalpable red de autoridades superestructurales de la sociedad (escuela, universidad, partidos políticos, iglesias, estado, familia, medios de comunicación, instituciones, organizaciones, hospitales, tribunales) para creer y para hacer lo que se dice, para aceptar sin mucho análisis y cuestionamiento sus “verdades”. Estas instituciones, que conforman lo que Foucault denominó “un sistema de micropoderes,” tienen la función de congelar las conciencias de los individuos a través de procesos subliminares de condicionamientos, que inhiben la actividad creadora del individuo y lo hacen renunciar a su deseo de libertad, ejerciendo un control internalizado, el cual es, en muchos casos, la forma más represiva de control. No es fácil visibilizar este proceso, debido a su compleja red de relaciones que se yuxtaponen y se imbrican unas en otras, y cuyo resultado es un individuo educado con una mentalidad opuesta al desarrollo pleno de sus facultades y a su misma práctica.
La función de la educación está muy bien condensada en la frase, atribuida a Bernard Shaw, y que Gabriel García Márquez cita en su famosa obra Vivir para contarla: “Desde muy niño tuve que interrumpir mi educación para ir a la escuela”. Albert Einstein se refirió al papel de la educación de la siguiente manera: lo único que interfiere con mi aprendizaje es mi educación (Thorpe, Scout, 2001, p. 16)
Aunque el poder puede existir en las situaciones conflictivas y no conflictivas, por lo general, las personas actúan, en lo que Michel Foucault describe como la “microfísica del poder” con innumerables puntos de enfrentamiento. De aquí que sea muy importante estudiar, con profundidad, las relaciones que suceden entre los individuos y los grupos sociales, en un contexto determinado, para descubrir los procesos de obediencia y mando: la relación entre los dominantes y los dominados y, principalmente, la relación de los dominados entre sí. Es importante, en este aspecto, que los profesionales analicen, con mucho cuidado, cuál es su ubicación en esta “microfísica del poder”, cuál es su práctica concreta en estas relaciones de poder para entender la dinámica de los movimientos sociales, de los grupos sociales que operan al interior de las organizaciones, de las intenciones que subyacen en las conductas de las personas. El conocimiento de cómo opera el poder en un contexto específico facilitará al individuo saber si su práctica es coherente con determinado movimiento social.
Hemos planteado anteriormente cómo la disposición a obedecer y la disposición a mandar existen en todos los individuos al igual que en los animales, con matices e intensidades distintas. A algunas personas les gusta más mandar que obedecer y a otras, lo contrario. ¿Cuál es más fácil de las dos? Para algunos estudiosos del tema, es más fácil obedecer que mandar. Yo no estoy tan seguro que esa sea la regla general, en individuos normales. Hemos visto cómo en la disposición al mando y a la sumisión influyen aspectos genéticos (ADN) y sociales, y que aún en la carga genética existen diferencias: individuos que vienen dotados de una carga genética mayor hacia el mando que otros. La dinámica de la autoridad es muy compleja.
La humanidad tiene la responsabilidad, responsabilidad derivada del principio de la selección natural, de la preservación y superación del individuo. La decisión es nuestra: o nos destruimos o nos desarrollamos. El principio de la selección natural no entiende de sentimientos. El panorama no es muy alentador. Y no es que seamos pesimistas; pero, las masacres, el odio, la envidia, la destrucción, el egoísmo son una constante en la ecuación del “desarrollo humano” y en el desarrollo organizacional. En efecto – dice el autor portugués, Premio Nobel de Literatura 1998, José Saramago – yo no sé quien soy. Pero, más que el yo me preocupa el otro, ese otro al que siempre definimos como enemigo. Por eso, la vida pacífica entre los seres humanos no existió nunca y, si existió alguna vez, no duró mucho. Esforzarnos por comprender al otro, que es nuestro semejante, es lo decisivo.
Las naciones alfa imponen sus razones a los países omega y son las primeras las que definen los términos de las ecuaciones que rigen el destino de las segundas, y los gobernantes de los países omega se rinden, incluso con orgullo, a la voluntad de los gobernantes del país alfa. Este proceso se repite, con distintas dimensiones y características, en las organizaciones de todo tipo. Nuestras conciencias están secuestradas, igual que nuestro lenguaje, nuestra identidad perdida. Muy bien lo dijo recientemente, en una entrevista, el ganador del premio Nobel de Literatura 2002, el escritor húngaro, Imre Kertész, con relación a cómo los sistemas secuestran el lenguaje: No, sigue secuestrado. Los medios y los periódicos crean su propio lenguaje en el que el individuo está perdido. Tenemos que volver al lenguaje del individuo. En el discurso aprendí que en un momento de mi vida decidí que mi única realidad era yo. Creo que todo el mundo debería tener ese momento, la libertad total del ser. Debemos rescatar nuestra propia identidad y debemos estar dispuestos a hacerlo por duro y difícil que sea el camino: Debe considerarse que no hay nada más difícil de llevar a cabo, ni éxito más dudoso, ni más peligroso de manejar, que iniciar un nuevo orden de cosas (Maquiavelo, Nicolás) La construcción de una nueva cultura y una nueva ética planetaria no es una opción, es una obligación. Una cultura y una ética que promueva y fortalezca el potencial de resistencia, con creatividad, ante sistemas dominantes que prohiben a las personas una vida digna, una educación que libere y no que domestique. Esa es nuestra misión. Misión que se desdobla en: misión individual y misión grupal. No bastan las buenas intenciones. De buenas intenciones está lleno el infierno.

Bibliografía
Alvarenga, Patricia, (1996) Cultura y ética de la violencia. El Salvador 1880 -1932. Costa Rica: EDUCA.
Alvin, Toffler, (1994) El Cambio del poder. España: Plaza & Janés Editores, S.A.
Cooper, David, Editor, (1970) La dialéctica de la liberación. México: Siglo XXI.
Duverger, Maurice, (S. F.) Introducción a la política. Barcelona, España: Editorial ARIEL.
Friedrich, Nietzsche, (1999) El Anticristo. Madrid: editorial ALBA
Friedrich, Nietzsche, (2000) Así habló Zaratustra. Madrid: Ediciones Escolares.
Friedrich, Nietzsche, (2002) ECCE HOMO. Madrid: Alianza Editorial S. A.
Fromm, Erich, (1993) Etica y política. Barcelona: Editorial Paidós.
Fromm, Erich, (1982) El miedo a la libertad. Barcelona: Editorial Paidós.
Hall, Richard H. (1983) Organizaciones, estructura y proceso. Madrid, Editorial Dossat, S. A.
Leahey, Thomas Ardí y Harris, Richard Jackson, (2001) Aprendizaje y Cognición. Madrid: Prentice Hall.
Macciocchi, María Antonieta, (1980) Gramsci y la Revolución de Occidente. México: Siglo Veintiuno, S. A.
Maurice, Marsal, (1971) La Autoridad. España: oikos-tau, s.a.-ediciones.
Morgentau, Hans J. (S. F.) La lucha por el poder y por la paz.
Nicolás, Maquiavelo, (1999) El Príncipe. El Salvador: Editorial Jurídica Salvadoreña.
Petrovski A. (1897) Psicología General. El Salvador: Editorial Universitaria.
Portelli, Hugues, (1978) Gramsci y el Bloque Histórico. México: Vox S. A.
Rendón Cobián, Marcela y Montaño Hirose, Luis, (1987). Poder, conflicto y mediación en las organizaciones – o la promesa, siempre postergada, de amor- publicado en El Orden Organizacional. Poder, estrategia y contradicción. México, Iztapalapa: Universidad Autónoma Metropolitana.
Reynaldo, Suárez Díaz, (1995) La educación. México: Editorial Trillas.
Ritzer, George, (1994) Teoría Sociológica Contemporánea. México: McGraw-Hill.
Robbins, Stephen P., (1987). Administración: Teoría y Práctica. México: Prentice-Hall Hispanoamérica, S. A.
Rovere, Mario R. (1993) Planificación Estratégica de Recursos Humanos. Washington, D. C: OPS.
Sagan, Carl y Druyan, Ann, (1993) Sombras de antepasados olvidados. Colombia: Planeta Colombiana Editorial S. A.
Scout, Thorpe, (2001). Cómo pensar como Einstein. Colombia: Editorial Norma S.A.
Smirnov, A. A. y otros, (1960). Psicología. México: Editorial Grijalbo, S. A.
Timasheff S, Nicolás, (S. F.) La Teoría Sociológica. México: Fondo de Cultura Económica.
Universidad Autónoma Metropolitana, (1990). Organización y sociedad: el vínculo estratégico. México: Universidad Autónoma Metropolitana.
Universidad Autónoma Metropolitana, (1987) El orden organizacional. Poder, estrategia y contradicción. México: Universidad Autónoma Metropolitana.

Fernando Guerrero