La llamada

La llamada es un tema literal. Pero ejemplos… sobran y a la vez son necesarios. El día de mañana habrá una reunión en mi departamento, y parte del sitio será convertido y traducido al inglés. Esto surgió por dos llamadas. Este fin de semana debía ver a una persona importante, a la que cuando conocí me aclaró algunos puntos en base a acciones simples. Podría decir que es una persona común y corriente. Sin embargo, no lo es. No es una persona sabia, ni siquiera un guerrero. Tampoco es una persona sincera. Es una persona valiosa pero no sabe ni por donde salir adelante. Tiene presiones en casa y trabajo, y me da la impresión de dar palos de ciego todo el santo día, desde que nació. A veces atina el golpe.

Menciono esto porque hace unas semanas lancé una llamada. Algunas personas respondieron a ella, esta persona en especial sabe lo que es una llamada. Y llama a su vida cosas contradictorias. Canceló de manera imprevista una plática pendiente, que quizá pase a un futuro, quizá no. Cuando se canceló el viaje, lancé una llamada [span style=\\\’color:yellow\\\’]sin pensarlo y sin hacerlo[/span]. Así que la gente respondió.

Antes de entrar en el tema debo explicar algo. Estoy a mediados de septiembre. A mediados de agosto se juntaron las cosas de tal modo que cumplí un juramento y volví a partes de mi vida que había dejado de lado. De repente, antes de hacer el viaje, en medio de algunos detalles sin importancia, hice un rito cotidiano, un proceso de concentración que ya es automático. Pero en mi interior, algo habló de manera diferente, y al hacer la llamada a las fuerzas del orden, algo respondió.

Por la llamada se pueden entender muchas cosas, o muchos tipos de llamada. Solo puedo decir que no es posible realmente que algo venga, sino abrirnos nosotros mismos a ciertas fuerzas. La llamada nos lleva, no trae. Los seres humanos viven con esperanzas de cierta índole. Sabemos que tenemos que morir, no sabemos de donde venimos, y que estamos expuestos a accidentes y enfermedades. A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos a fuerzas a las que de alguna manera atraemos con nuestras acciones, con nuestras virtudes y defectos. En mas de una ocasión nos ha pasado que por tratar de sacar partido de algo hacemos un problema mayor de algo relativamente simple. Como comentario, creo que la mayor señal de llamada negativa es la codicia; actuar con codicia pervierte todo lo que una buena acción era, convirtiéndola en una burla. Pasar a detalles es superfluo. Los bienes deben llamarse con trabajo y valor, no con engaños. Las llamadas válidas se hacen a la luz del día, con nobleza y justicia.

En diversos lugares he mencionado que cualquier cosa para ser valor debe poder ser publicado libremente; pero no a todas las personas. Hace un tiempo, cuando empecé a pensar en que un día me casaré, me di cuenta que aunque mi padre conocerá a mi esposa, el debe estar alejado de ciertas cosas, porque las corrompe. Hablando con mi hermana acerca de pedir a mi futura esposa, ella lo dijo de manera muy clara, gracias a mi papá el evento podría ser un éxito o un fracaso. Estoy oyendo un disco que para él es basura, para mi es valor; puedo publicarlo libremente, pero para él nada es valor.

Realizar la llamada no es suficiente; porque [span style=\\\’color:yellow\\\’]la llamada es una especie de eco de murciélagos[/span], de radar. Detectando las barreras sabemos para donde ir y podemos movernos de noche, sin problemas. El problema que hay es sencillo, envidia, miedo, rencor, son cosas que influyen en las personas y nos hacen ponernos obstáculos. Por una parte el proceso de empezar a caminar nos permite ver las cosas de una manera diferente, por ejemplo, si vamos a salir a la calle, una vez que pasamos la puerta el panorama es diferente. Podríamos decir que nuestros pasos, llamaron a algo que ahí estaba, pero que no contestó a nuestra llamada, sino que estaba ahí por una razón independiente de nosotros.

En el amor la llamada tiene significados muy importantes pero algo extraño sucede. Debe hacerse una llamada de los dos lados. Si uno solo es el que recibe, pueden crearse situaciones extrañas. La llamada en el amor debe ser mutua, un intercambio. La gallardía de un amor verdadero, no se esconde, pero tampoco hay razón para que uno sirva y esté dispuesto a consentir al otro. Siempre que pienso en la llamada y el amor, recuerdo la frase que dice que en el verdadero amor nadie manda, obedecen los dos. Cuando uno de los dos siempre es buscado, es por una razón muy sencilla. PORQUE NO REALIZA LA LLAMADA.

Sin embargo, lo anterior es sólo lo aparente de la llamada. La parte más importante puede parecer un absurdo, pero ..a qué se dirige la llamada? La llamada se dirige a uno mismo. Que otros respondan es otra cosa. La llamada verdadera se hace aunque no haya quien la escuche, si se hace coherentemente la llamada es respondida, siempre. Las llamadas no son peticiones de apareamiento. Las llamadas se hacen con nobleza y justicia, o sólo son gritos de animales.

Cualquier acción es una llamada. Una no acción jamás es una llamada.

Muchas personas han dicho a lo largo de la historia, cualquier cosa que desees con la suficiente intensidad es casi seguro que la logres. Una frase china dice: La vida es tan cruel que siempre te da lo que mas deseas. Yo diría que ninguna llamada queda sin respuesta, y los gritos de animales tampoco.

Cualquier acción es una llamada.

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Alfonso Orozco – Septiembre 1999

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