Las cucarachas

[span style=\\\’font-family:Optima\\\’]Página dedicada especialmente a VirtualAngel, una linda persona ( ella sabe porqué ).[/span]

A las pocas semanas de empezar mis visitas a casa del Nagual Rafael, Rosalba empezó a ir a unos ejercicios del grupo de los miércoles, y poco a poco mis visitas se pasaron a las mañanas de los sábados, y casi completamente los domingos y días festivos, porque como dije en otro lugar, yo iba a la escuela y el tenía otro grupo, para ser exactos era el grupo de las personas que lo conocían como un exsacerdote católico.

Por lo general antes de pasar con el grupo, el me planteaba una pregunta a la que yo debía responder el domingo como “pago” por la plática, y el resto del día me la pasaba escuchando comentarios sobre detalles de la pregunta que se me habían escapado, no era raro sentirme como un completo idiota, pero siempre me planteaba enfoques muy originales.

Un sábado estaba platicando con Lucía, la hija de doña Geno sobre una tarea que tenía. Era sobre el rey al que servía Zaratustra, y los cuatro deseos que pidió. Acabamos hablando de qué cosa nos gustaría saber siempre , y qué cosa imposible nos gustaría poder hacer siempre. Ella quería saber siempre donde estaba el Norte, porque era medio desnorteada, y un closet que diera a la biblioteca mas grande del mundo.

Yo quería poder llamar a mi coche silbándole como a un perrito y que viniera solo ( no sería fantástico?? ), pero no tenía idea de lo que quería saber fuera de toda duda. Como ese día se habían retrasado varios del grupo, el tema empezó a llamar la atención, así que cuando él se enteró la razón del alboroto, se rió un poco y nos invitó a Lucía y a mí a pasar. Habló de temas importantes con su manera de siempre, y mi tarea para el día siguiente era decirle lo que quería saber fuera de toda duda. La clase hablaba sobre el error de meternos donde no nos llaman, o peor aún, juzgar por nuestros intereses o los de la otra parte, ya que lo justo es justo aquí y en China.

Como siempre transcribiré lo que recuerdo. Cualquier error es mío y no de él.

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Antes de hablar de lo justo, tenemos que bajarlo a la tierra. Hablar en abstracto o filosóficamente no sirve. Todos sabemos que vamos a morir, aunque no queremos pensar en eso, y sabemos que los planetas crecen tan lento que para nosotros es como si fueran del mismo tamaño. El Sol se convertirá en una nova, y Júpiter en otro Sol, pero ninguno de los que estamos aquí lo vamos a ver.

Así que tenemos dos cosas fijas, la vida y el espacio. Las dos tienen sus límites, aunque si juntamos a las dos obtenemos lo que se llama “espacio vital”.

Dicen que el hombre es una especie evolucionada, pero todos hemos visto perros mas evolucionados que los hombres. Si a un perro le toca un mal amo, sea lealtad o sea lo que sea, el perro debe irse. Si se queda merece a su amo, porque compartir el espacio vital de otros seres vivos nos obliga a adaptarnos, o a concentrar nuestro espacio vital.

Por ejemplo, algunos de ustedes le tienen miedo al señor Andrés el jardinero, porque toda la parte de atrás de la casa se siente como suya, por las plantas y ese no se qué, pero en la ciudad van ustedes pegaditos junto a gente muy diferente y menos útil, y nos quedamos callados y no decimos ni pío.

Algunos de ustedes descubrirán más adelante que estén donde estén hay gente y calma a su alrededor, y que siempre acaban estando a cargo de las cosas. Son personas a las que se dice que “hacen casita”, porque la gente se siente a gusto cerca.

[span style=\\\’color:yellow\\\’]En esas una señora le dijo “perdone maestro pero hay una cucaracha junto a la veladora”, el Nagual contestó “ahorita se quita” y siguió hablando.[/span]

Así que algunas personas crean a su alrededor casita, porque su espacio vital atrae a ciertas personas; por ejemplo, a Lucía y a doña Geno no hay quién las quite de hablar con el señor Andrés.

A veces llamamos cosas que no queremos, por ejemplo ( se volteó y vio la cucaracha ) esa cucarachita sigue allí, pero yo le digo sencillamente “cucarachita, si estás de paso síguele, si no allá tú”. Si la cucaracha es consciente y tiene poder cucarachil ( risas ) se va a ir. De ese poder depende si se la come un perro o si regresa a su casa cargada de comida.

Las cucarachas tienen su razón de ser, además que son de buena suerte, porque solo están donde hay comida.

Cucarachita, esta es la ultima vez.. o te vas o te voy ( risas )

La cucaracha ya recibió su aviso, pero si no entiende ya sabe lo que le va a pasar, no?

Las personas que crean casita y calma, que hacen que las personas se sientan bien, suelen tener estabilidad, son consideradas, y siempre son un punto de referencia. Cada persona con sus sentimientos, pensamientos y acciones, colorea su espacio vital. Algunas personas que no piensan y tampoco sienten ( aunque crean lo contrario ), no afectan para nada el lugar donde están.

Cuando era joven una persona me decía que Jesús, el Cristo, debía tener una presencia tal que abarcaba el mundo. Dicen que ahora hay muchas influencias negativas, pero sólo nos afectarán aquellas a las que nos abrimos.

Las personas que hacen casita no necesitan desear hacerlo, su presencia crea solita esa calma, esa comprensión y esa sensación de estar protegidos. No vayan a creer que hablo del aura. Eso no le sirve a nadie, lo que importa es el espíritu del hombre o de la mujer.

Algunos son buenos y otros no. Que un lugar sea casita o no depende de las personas. Ustedes conocieron a Laura. Una vez fui a su casa cuando se fracturó el coxis, y en ella solo había un comedor, una mesa con una tele y ya. Pero era obvio que ahí vivía gente feliz, aunque seguramente la fractura dolía horrores. El espacio vital estaba lleno de esa sensación de casita.

Una persona desgraciada tiene que ser fracasada, aunque no lo sepa y aunque tenga éxito aparente, arrojó la toalla y esa actitud de derrota y fatalidad es la que vuelve a un lugar desagradable. Por eso es importante que cuando llegamos a un lugar, sea de visita o no, sintamos el espacio vital, para que no nos sorprenda y no influya en nuestra vitalidad.

Todos conocemos la ley que dice “La materia no se crea ni se destruye, solo se transforma”, eso y el espacio vital que está alrededor de nosotros está muy ligado con las invocaciones, pero de eso hablamos otro día, y con lo que llamamos y cambiamos.

El espacio vital a nuestro alrededor, es una llamada, que atrae según su vibración. A veces la gente no sabe porqué le pasan las cosas, y es simplemente porque emitieron una llamada, quizá sin darse cuenta.

Así como no es justo que un león esté enjaulado, tampoco es justo que una persona pise un hormiguero, pero si las hormigas llegan al día de campo es por la comida.

Si ustedes no les tienen miedo a las hormigas y no hacen movimientos bruscos, ellas no los van a picar, y hasta puede ser bueno por control de uno mismo dejarlas andar a sus anchas por el mantel, pero si la hormiguita es ambiciosa y se va por la comida sin esperar las sobras, es justo matarla, así que por lo mismo, resulta un acto de misericordia darle un dedazo y mandarla lejos, a donde pertenece y tiene que hacer.

Pero si regresa a donde no es su lugar, es a la vez justo y necesario mandarla al cielo o al infierno de las hormigas.

[span style=\\\’color:yellow\\\’]La cucaracha se tiró al piso y empezó a caminar hacia el maestro, que se quitó el zapato, miró al cielo y dijo “que conste eh”. ( Silencio de todos, casi casi oíamos las patitas )

CUAZ!!!!![/span]

¿En qué íbamos?

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Alfonso Orozco – Agosto 1999
ICQ 41907900

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