Y eso que Castaneda lo dijo

Frases dichas en los mismos libros de Castaneda que a alguna gente le conviene mejor no mencionar.

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6 Commentsto Y eso que Castaneda lo dijo

  1. Banned Chipola dice:

    \”Los indios son los desafortunados de nuestro tiem­po. Su caída empezó con los españoles y ahora, bajo el reino de sus descendientes, los indios lo han per­dido todo. No es una exageración decir que los in­dios han perdido su tonal.\”
    ?¿Es eso una metáfora, don Juan?
    ?No. Es un hecho. El tonal es muy vulnerable. No soporta el maltrato. El hombre de razón, el blanco, desde el día en que puso el pie en esta tierra, ha des­truido sistemáticamente no sólo el tonal del tiempo, sino también el tonal personal de cada indio. Uno puede fácilmente darse cuenta de que para el pobre indio común, el reino del blanco ha sido un verda­dero infierno. Y sin embargo, la ironía es que, para otra clase de indio, ha sido una verdadera bendición.
    ?¿De quién habla usted? ¿Cuáles es esa otra clase de indio?
    ?El brujo. Para el brujo, la Conquista fue un de­safío a muerte. Esos fueron los únicos a los que la Conquista no destruyó; se adaptaron a ella y le saca­ron el último jugo.
    ?¿Cómo pudo ser eso, don Juan? Yo tenía la im­presión de que los españoles arrasaron con todo.
    ?Digamos que arrasaron con todo lo que estaba dentro de los limites de su propio tonal. Pero en la vida que vivían los indios había cosas incomprensi­bles para el blanco; esas cosas ni siquiera las notaron. Capaz fue la pura suerte de los brujos, o capaz fue su conocimiento lo que los salvó. Después que el tonal del tiempo, y el tonal personal de cada indio, fueron aniquilados, los brujos se encontraron agarrados de lo único que seguía en pie: el nagual. En otras pa­labras, el tonal del brujo buscó refugio en su nagual. Esto no habría podido pasar de no ser por las penu­rias del pueblo vencido. Los hombres de conocimien­to de hoy, son el producto de esas condiciones y los únicos catadores del nagual, puesto que los dejaron allí, totalmente solos. En esos matorrales, el blanco nunca se ha aventurado. Es más aún, ni siquiera tie­ne la idea de que existen.

    Relatos de poder version electronica, pag 50

  2. Banned Chipola dice:

    ?¿Me ayudaron las plantas de poder? ?pregunté.
    ?Claro ?dijo?. Te abrieron al detener tu visión del mundo. En este aspecto, las plantas de poder tie­nen el mismo efecto sobre el tonal que la forma co­rrecta de andar. Ambas cosas lo inundan de informa­ción y fuerzan el diálogo interno a detenerse. Las plantas son excelentes para eso, pero muy costosas. Causan al cuerpo un daño incalculable. Ésa es su desventaja, sobre todo con la yerba del diablo.

    Relatos de poder version electronica, pag 84

  3. Tlahuica dice:

    Las plantas son excelentes para eso, pero muy costosas. Causan al cuerpo un daño incalculable. Ésa es su desventaja, sobre todo con la yerba del diablo.

    Relatos de poder version electronica, pag 84

    ¿Asi? ¿o mas claro?

  4. Banned Chipola dice:

    ?El secreto está en el ojo izquierdo dijo?. Con­forme un guerrero progresa en el camino del conoci­miento, su ojo izquierdo puede coger cualquier cosa. Por lo general, el ojo izquierdo del guerrero tiene una apariencia extraña; a veces se queda bizco, o se hace más pequeño que el otro, o más grande, o dife­rente de algún modo.

    pag 82

  5. Banned Chipola dice:

    ?No hay manera de referirse a lo desconocido ?dijo?. Uno sólo puede presenciarlo. La explica­ción de los brujos dice que cada uno de nosotros tiene un centro desde el cual podemos presenciar el nagual: la voluntad.

    Relatos de poder version electronica, pag 94

    Misma nota dicha por mente critica.

  6. Yisus dice:

    La Gorda le comenta a CC …”El Nagual sostenía que sus plantas de poder reducían el aspecto más amenazante de tu segunda atención a una mata, y esa era la forma que se desprendía de tu cabeza. Según sus palabras, eso es lo que les ocurre a los brujos que toman plantas de poder. Si no mueren, las plantas de poder convierten su segunda atención en esa espantosa forma que surge de su cabeza”.

    (Castaneda, Carlos. Segundo anillo de poder, Ed. Emecé, 4a. edición, pp. 279)