LA ANOREXIA Y LA BÚSQUEDA ESPIRITUAL

breviario cultural, otra vision de la anorexia y del chamanismo.

LA ANOREXIA Y LA BÚSQUEDA ESPIRITUAL

\”Espacio Humano\” Nº 36
Existen denominadores comunes en los ritos de iniciación chamánicos en todo el mundo. Los aspirantes a chamanes deben pasar duras pruebas físicas que con frecuencia incluyen largos ayunos y privaciones; a veces debe aparecerles en la cara una segunda piel a base de frotarse y arrancarse la primera; a veces incluso debe aparecer una tercera piel que responde con un agudo dolor al más mínimo roce.

Los ritos de transición de muchas culturas también incluían pruebas físicas para que los muchachos se convirtieran en hombres, que hoy nos parecen verdaderas torturas.

Y en la tradición mística cristiana hay muchos ejemplos de privaciones de comer, de autoimposición de castigos físicos para acceder a otro estado de conciencia.

Todos ellos suponen una muerte a un estado anterior y el nacimiento a otro nuevo. Los chamanes dejan atrás una naturaleza humana común, los adolescentes mueren a su infancia y a su relación estrecha con la madre y los místicos mueren de alguna manera a su naturaleza carnal. Y todos ellos aspiran a un renacimiento a un nuevo estado. El chamán pasa a ser un privilegiado intermediario entre el mundo de los espíritus, al que pertenece, y la comunidad de sus iguales, lo que le proporciona numerosos poderes usados en beneficio de la comunidad, poderes de curación de enfermedades y de clarividencia; el muchacho pasa a ser admitido en la comunidad de adultos y el místico entra en comunión con Dios.

Sin llegar a esos extremos en las culturas antiguas existen cauces, ritos, creencias compartidas que canalizan un impulso muy profundo del ser humano, un impulso espiritual, de búsqueda de algo que de sentido a su vida, un impulso de búsqueda espiritual.

Pero ¿cómo es posible canalizar hoy en día esos impulsos? ¿cómo y dónde llevar a cabo esa búsqueda de sentido? ¿es posible ver esa aspiración de trascendencia en el baile bajo muchos decibelios en una discoteca? ¿es muy diferente eso respecto al estado extático en que cae el chamán después de bailar o realizar alocadamente una danza? ¿Y en qué es diferente? ¿Y qué cosa está haciendo una anoréxica, un anoréxico, que se priva de comer hasta poner en peligro su vida?

La anoréxica decide privarse de alimento. Puede que quiera responder a los cánones de belleza de la moda, puede que quiera seguir siendo una niña y abomine de su cuerpo de mujer, puede que quiera controlar a su familia y al mundo, aún a costa, en muchos casos, de su propia vida. Pero además puede que su renuncia a comer responda a un anhelo profundo de trascendencia y libertad similar al que han experimentado chamanes, místicos y buscadores; trascendencia de las limitaciones físicas mediante el dominio absoluto del cuerpo y libertad en el sentido de no dependencia de las necesidades orgánicas. Durante siglos, por ejemplo, los ascetas en muchas partes del mundo se subían a un poste y permanecían allí años demostrando su ascensión a otro estado en el que no se tenía en cuenta el cuerpo.

La diferencia en todos estos casos está en el contexto y en la base social de creencias que rigen en uno y otro caso. Pero no hay diferencia en lo más profundo. La anoréxica está en una búsqueda espiritual tan profundamente arraigada en su interior como la mística. Pero no sabe que lo está. El joven que está bailando hasta la madrugada en una discoteca, a veces con ayuda de sustancias, está buscando; igual que el chamán que quiere caer en éxtasis. Pero no sabe que lo está. Y además cuando se da cuenta, cuando lo sabe, no tiene el lugar, el maestro, el canal donde depositar sus impulsos; es difícil esta época para él porque debe buscar dentro de sí y no puede atenerse la mayoría de las veces a un rito.

Por eso la terapia con anoréxicas debe abarcar muchos aspectos. La paciente o cliente va a tener que enfrentar muchas cosas de las que hablaba antes, su deseo de ser eternamente una niña, la imagen distorsionada de su cuerpo, su necesidad de controlar a su familia, y mil cosas más, ya que los seres humanos somos muy complicados. Pero a medida que ella misma vaya enfrentando esos aspectos, es muy probable que se encuentre con otros anhelos igualmente profundos y con las últimas preguntas que desde siempre nos hemos hecho. Y al terapeuta se le va a pedir que sea testigo y catalizador también en ese proceso.

Las terapias humanistas, entre las que podemos incluir Rebirthing, conectan con esa parte espiritual del ser humano. Ofrecen la posibilidad de acceder a otros estados de conciencia mediante la práctica de una forma determinada de respiración, no dirigen la búsqueda, ni ofrecen maestros, pero ayudan a reconocer al maestro interno; desde la vivencia, desde la experiencia, los pacientes conectan con su intuición, se abren a una comprensión de sí mismos que incluye, a veces, una dimensión espiritual.

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