Revista Buzos Num. 242
16 de abril del 2007 – Escafandra literaria
//www.buzos.com.mx/242/esp_escafandra.html

Don Martín Océotl
Ángel Trejo

Martín Océlotl fue un nahual (brujo con capacidad para convertirse en jaguar, puma o perro) que 15 años después de consumada la Conquista española fue procesado por incitar a la sublevación contra el gobierno virreinal. Océlotl, sacerdote con rango de tepeyollotli (corazón del monte, es decir nahual-jaguar de Tezcatlipoca), habría instruído a su hermano Andrés Mixcóatl y a su criado Papálotl para que acopiaran 3,600 puntas de flechas para emprender el exterminio mágico de los españoles y, de modo muy especial, de los frailes franciscanos que considerada más dañinos que los soldados por su mayor habilidad para convertir a los indios al cristianismo. Atrapado en 1536 fue sujeto a proceso judicial en el que un encomendero de Texcoco (Cristóbal Cisneros), un fraile de Ciudad Rodrigo (Fr. Antonio), un cacique indio (Don Carlos) y una beata (doña Catalina López) testimoniaron en su contra con cargos de idolatría, bigamia y subversión. Su hermano y su sirviente fueron ejecutados mediante ahorcamiento, previa azotaína y paseo ultrajante semidesnudos, rapados y montados en lomo de mula con las caras hacia la grupa. Gracias a la intervención del obispo Juan de Zumárraga, Océloltl fue enviado para su enmienda a Sevilla, donde murió en los años 40 del siglo XVI.

Océlotl nació en 1496, era de familia noble y desde muy joven descolló como sacerdote. Tenía poderes curativos, adivinatorios, hacía llover y desataba plagas. En 1519 formó parte del grupo de sabios convocado por el tlatoani Moctezuma Xocoyotzin para interpretar los malos augurios aparecidos en el lago de Texcoco, el cielo y la costa de Yucatán, donde ya habían sido entrevistos los españoles de Hernando de Cortés. Cuando sobrevino la catástrrofe del 13 de agosto de 1521 el aún joven Océlotl se exilió en Texcoco para dedicarse a la agricultura y el comercio, sin dejar de ejercer a escondidas su oficio de sacerdote. Estas tareas lo llevaban a la región oriente del Valle de México (Tlalmanalco) y al Valle de Puebla (Chinantla), donde vivía su madre. En 1530, según una versión, habría participado en una conjura anticolonialista rápidamente descubierta y sofocada por el virreinato. En contra de la conseja que lo vincula con dos tempranas tentativas de independencia, de las que curiosamente sobrevivió; resaltan la actitud protectora de Zumárraga, su conversión al cristianismo en 1525 y su casamiento por la iglesia en 1533. Es posible que Océlotl no haya sido un rebelde pero seguramente fue un sabio.