05-31-2006, 01:55 AM 
		
	
	
		Entre los componentes del concepto "aliado" la idea de que un aliado tenía una regla era el único indispensable para explicar qué era un aliado.
La regla, que don Juan llamaba también [span style=\\\'color:yellow\\\']LA LEY[/span], era el rígido concepto organizador que regulaba todas las acciones a ejecutar y la conducta a observar durante el proceso completo de manejar un aliado. La regla se transmitía verbalmente de maestro a aprendiz, idealmente sin alteración, a través de la sostenida interacción entre ambos. Así, la regla no era sólo un conjunto de reglamentos; era, mas bien, una serie de diagramas de actividad que gobernaban el curso a seguir en el proceso de manipular a un aliado.
Sin duda muchos elementos habrían cumplido con la definición que Don Juan daba de un aliado como "un poder capaz de transportar a un hombre mas allá de sus propios límites".
Quienquiera que aceptase tal definición habría podido concebir que cualquier cosa que poseyera dicha capacidad sería un aliado. Y, lógicamente, hasta las condiciones corporales producidas por el hambre, la fatiga, la enfermedad y cosas similares podrían haber servido como aliados, pues acaso tuvieran la capacidad de transportar a un hombre mas allá del terreno de la realidad ordinaria. Pero la idea de que un aliado tenía una regla eliminaba todas estas posibilidades. Un aliado era un poder que tenía una regla. Todas las otras posibilidades no podían considerarse aliados porque no tenían regla alguna.
Las ensenanzas de don juan matus, pag 260-261, FCE.
	
	
	
	
	
La regla, que don Juan llamaba también [span style=\\\'color:yellow\\\']LA LEY[/span], era el rígido concepto organizador que regulaba todas las acciones a ejecutar y la conducta a observar durante el proceso completo de manejar un aliado. La regla se transmitía verbalmente de maestro a aprendiz, idealmente sin alteración, a través de la sostenida interacción entre ambos. Así, la regla no era sólo un conjunto de reglamentos; era, mas bien, una serie de diagramas de actividad que gobernaban el curso a seguir en el proceso de manipular a un aliado.
Sin duda muchos elementos habrían cumplido con la definición que Don Juan daba de un aliado como "un poder capaz de transportar a un hombre mas allá de sus propios límites".
Quienquiera que aceptase tal definición habría podido concebir que cualquier cosa que poseyera dicha capacidad sería un aliado. Y, lógicamente, hasta las condiciones corporales producidas por el hambre, la fatiga, la enfermedad y cosas similares podrían haber servido como aliados, pues acaso tuvieran la capacidad de transportar a un hombre mas allá del terreno de la realidad ordinaria. Pero la idea de que un aliado tenía una regla eliminaba todas estas posibilidades. Un aliado era un poder que tenía una regla. Todas las otras posibilidades no podían considerarse aliados porque no tenían regla alguna.
Las ensenanzas de don juan matus, pag 260-261, FCE.

     