En mi juventud compré un libro por error, cuando estaba en mi etapa de leer al filósofo Alan Watts. El libro que compré por error era de la misma colección, escrito por un norteamericano que según entendí era maestro de artes marciales en españa, llamado Raymond Thomas, y que llevaba unos años tratando de hacer una enseñanza basada en el zen, como algo práctico y elegante, lo cual es cierto.

En mi juventud compré un libro por error, cuando estaba en mi etapa de leer al filósofo Alan Watts. El libro que compré por error era de la misma colección, escrito por un norteamericano que según entendí era maestro de artes marciales en españa, llamado Raymond Thomas, y que llevaba unos años tratando de hacer una enseñanza basada en el zen, como algo práctico y elegante, lo cual es cierto.

Sin embargo, todos los que he conocido interesados en el zen están ma sque perdidos. Y eso sin incluir a un sacerdote de quetzalcoatl que se daba el titulo de monje zen chaman guardian del conocimiento, por rídiculo que suene.

Hoy supe de la detención en un pais sudamericano de una persona que expulse del foro cryogen por tarugadas zen, alla por 1997. Pero lo detuvieron por un fanatismo político que es quizás mas contrario al zen todavía que crear religiones seudo prehispánicas.

Raymond Thomas populariza algunos terminos como Shibumi, que a su vez es el nombre de una novela bastante decente de Trevanian. La idea detrás de Shibumi es “simplicidad elegante” que significa muchas cosas, pero en lo absoluto el ser dependiente económicamente, o como dice el autoasignado monje zen, el asignarte titulos como “Chamán Dragón Guardián del Conocimiento” cuando te nombran “monje zen” en el mismo año en que tratas de fundar la secta templo de la serpiente emplumada (ver mas detalles en juliodiana.com sobre los datos notariados).

A lo que voy es que títulos como “chaman dragon guardian” no tienen nada de zen ni de oriental, y tampoco de Shibumi, o como comente en otro lugar de las reglas del octuple sendero y las observancias morales yama y niyama.

Pero , el problema que vi cuando lei aquel libro de Zen de Raymond Thomas, es que aunque Thomas explicaba de manera clarísima el “ver de Castaneda” o la iluminación “Satori”, la idea era poco mas o menos un koan porque era lo mas practico. Es decir, Satori o iluminación era para Thomas EL SER CAPAZ DE PERCIBIR LAS COSAS SIN DEJARTE INFLUENCIAR POR ELLAS, y los requisitos para alcanzarlo eran seguir buscando pero con indiferencia, como diría el personaje Don Juan , sabiendo que tienes poca esperanza de conseguirlo.

Al enterarme del problema del activista político en sudamérica, me di cuenta hoy que su problema era Nietzche: Si hundes largo tiempo la mirada en el abismo el abismo entra en tí. Así que no puede ser Zen meterte en rebeldía con el gobierno, ni puede ser zen tener problemas para comer porque eres incapaz de trabajar en equipo o de conservar un trabajo.

El montón de ciegos que veo son seudo practicantes de religiones new age o de doctrinas de hacerte pendejo solo, por ejemplo, hay personas que en el trabajo solo aplican horas pompi, hay personas que no se dedican a mantener sus propias promesas, tanto comerciales como a sí mismos, y esto es por una parte porque no tienen la energía para ser responsables por sus acciones, o portque siguen una ideología que es mas cómoda que usar el cerebro.

Ir a rescatar indígenas en Chiapas o ir a enfentarse a los problemas de la policía rural en el mexico moderno es simplemente en contra de la supervivencia pero tampoco es zen, no porque no es sencillo ni elegante, sino porque se dejan influenciar por lo que estan observando, y por ridículo que suene, una de las ideas mas importantes es que un hombre no puede sacarse de un abismo jalándose a sí mismo de los cabellos, es decir, el perder objetividad es , automaticamente perder el zen, y la iluminación.

Ahora bien, el hecho que esté empezando un año nuevo, para mi es siempre un momento de mirar alrededor y darme cuenta de todos aquellos que siguen sin darse cuenta versiones idealizadas de su propia soledad. Hay personas que se inventan maestros prehispanicos que no tienen para comer, y gentes que se dicen gerentes de sistemas que no pueden desarrollar un ensayo sobre la catedral y el bazar, que es un libro importante de desarrollo de software y que no tiene nada que ver con religión.

Aunque a veces por diversión uno va al cine a ver una película, y a veces uno ve una película que no quiere en el avión, el principio es diferente. Lo objetivco es que no son cosas reales: Si uno va a ver una película por ejemplo de “el lobo de wall street”, puede tener sus razones, pero con un poquito de conocimiento de la historia, uno sabe que wall street era la calle del mercado de esclavos en Nueva York, así que simplemente ver una pelíucla por gusto sobre alguien que engaña es exactamente igual de estupido que tomar como guia a Don Juan de Carlos castaneda que habla del engaño como algo valido, y esto se refiere a que ese tipo de mentiras son untiles para el que miente , y personas debiles pueden creer que es util para su “diversión” y en cierto modo para su sobrevivencia, pero en realidad resulta mas sano para todos, el darse cuenta que los valores morales resultan implicitos en la naturaleza y que uno no puede esperar torcer las leyes de la naturaleza sin pagar un precio por ellos, y eso es algo que se erntiende al llegar a una satori, o darse cuenta que el estar viendo las cosas no implica estar influido por ellas.

Tanto es el error de gritar consignas a un gobierno corrupto, como el vivir bajo las reglas del gobierno corrupto. La sobrvivencia tiene que ver con ser objetivo y alcanzar una serie de principios para no vert influenciado por la bola de idiotas sin oficio ni beneficio que de repente se acercan a uno.

Resulta pues, inaudito, que en el libro de Thomas esté uno de los peores prólogos que he leido, donde un maestro español de artes marciales cita a Teilard de Chardin, con su frase de “todo lo que sube converge”, que en la práctica sería decir que los millones de moscas que comen caca son superiores por haber ido al mismo lugar.

La única manera de conservar la objetividad, es a través del intento inflexible diria Castaneda, de tener los ojos abiertos, y, usando una frase muy sabia, no perder el tiempo en pendejadas que no corresponden a tu época y mucho menos si no tienes resuelto el asunto económico.