Nada Cambia 3/5

Esta tarde escribo después de validar parcialmente por un cliente un proyecto que empezó en enero, equivalente a un mes de ingresos de antes. Nada cambia, porque estamos en agosto. Para mi solo ha sido un desfase temporal, pero esa empresa lleva ocho meses tirados a la basura.


Esta tarde escribo después de validar parcialmente por un cliente un proyecto que empezó en enero, equivalente a un mes de ingresos de antes. Nada cambia, porque estamos en agosto. Para mi solo ha sido un desfase temporal, pero esa empresa lleva ocho meses tirados a la basura.

Comentaba ayer que en el tiempo de visitar a mi señora madre en meses pasados, tuve una conversación interesante con una persona que dejó atrás Castaneda, ya señora mayor. No es una persona “valiosa” en el sentido “guerrero” del término de Castaneda. Tampoco es una mujer derrotada o “vieja”, sigue viva aunque mi madre no.

La historia empieza hace unos meses. Me encontraba sentado con mi esposa en el cuarto del reposet de mi mamá. Llegó una de sus raras visitas, una persona que conoció años antes, no se si a través de la familia que hay en esa ciudad, o de sus actividades en talleres literarios.

Poco mas o menos llegó la señora de unos 60 años con unos seis libros de Velasco Piña (que horror !!) No tengo los nombres a la mano. La señora venía a regalarle los libros a mi mamá junto con “el don del águila”. Me los pasó y como me vio cara de extrañeza la visita dijo, si no los quieren destruyelos. No quiero esa basura en mi casa.

Al ver mi sonrisa la señora me preguntó si los había leido. Le respondí que el libro Regina estaba lleno de inconsistencias, y antes de dejarme decir cuales me dijo, si, me enteré de lo que hizo a la familia de Regina y ya me sonaba medio raro antes pero eso no se vale. Quedatelos si quieres. Le dije que gracias, pero que no los iba a tomar en serio , sino por si servían en pruebas contra una secta que había causado problemas.

(Para los no enterados, Velasco Piña alteró la historia de una muchacha llamada Regina mezclándolo con fantasías prehispánicas y tibetanas, y es usado como bandera por una serie de personas new age, a pesar de los deseos de la familia de Regina.)

Mi mamá me ofreció el libro de Castaneda, y dije que ya lo tenía. La señora dijo, antes me consideraba una “guerrera”, hasta que me di cuenta que mi vida era “ser una guerrera” que no hacía nada por sí misma. Este libro me hizo dejar de ser una guerrera. No necesitas leer a Castaneda ni a los aztecas para tener una oportunidad.

Solo trabajar y no mentir.

La señora se fue, y guardé los libros en una caja a la que marqué basura newage.

Y me quede pensando en esa señora, que no fue al funeral de mi madre, y me acordé de aquella otra mujer que en el funeral de mi madre se acercó a mi , y que me dio a entender que era parte de un grupo de estudio en que estuvo mi mamá a finales de los 70s.

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Nada cambia.

No necesito que la persona que visitó a mi madre, ni la mujer del funeral, se acerquen, pero sigue siendo lo mismo. Personas que pertenecen a una escuela real.

El nagualismo no puede ser alterar el pasado a lo velasco Piña, ni tratar de “conseguir una oportunidad”, si se trata de tener una oportunidad, creo que el camino lo dijo claramente Louis Pauwels en algun momento.

El cielo se gana con las manos.

El problema es que nada cambia. Si bien Pauwels trató de comentar los problemas de la defensa mental y su frase con “El cielo se gana con las manos”, pocas personas entienden que la vulgaridad televisiva, la ideología del mundo del espectáculo, van completamente en contra de la idea detrás del realismo fantástico.

CIertos libros no pueden ser realismo y tampoco saben ser fantásticos. Solamente se preocupan de la forma y no del contenido.

Cuando años después Castaneda crea lo que para unos es el “Nagualismo Moderno”, o el único que conocen, hay una carencia de contenido que resulta dificil de explicar. No es lo mismo una producción literaria de alguien que “anhela” otra oportunidad, que la simple oportunidad de alcanzarla por el trabajo de las manos.

Y me pregunto entonces, cuantas personas son capaces por haber experimentado en el trabajo, con su dolor y sufrimiento no autodestructivo, sino de músculos al crecer, la capacidad de pensar.

La señora de los libros dejó de “querer” ser una guerrera. Simplemente era lo que era y no etiquetas. Y me pregunto si se dará cuenta alguna vez que la señora del funeral, y sus palabras al corazón, por su camino propio, eran lo mismo, contenido.

Facta, non verba.

Hechos, no palabras.

Una frase de Castaneda :

“Ser un guerrero es mas que la simple lucha de querer serlo. Es una lucha que terminará hasta el ultimo instante de nuestras vidas”

Tan sensato y tan estúpido.

Eres lo que debes hacer, lo que juras hacer, el contenido que preservas, y ese contenido es lo que hace la realidad de un guerrero. No la falsa Regina, ni andar pidiendo oportunidades.

¿Puede haber contenido en un gerente de Burguer king que ni siquiera puede hacer que entreguen a tiempo 30 usd de hamburguesas?

Al final de cuentas lo único que importa es que tan bueno eres en tu trabajo.

Nagualismo de guerreros de escritorio terminará en personas que van cayendo y muriendo, preguntando que pasó con su oportunidad.

Y Pauwels y otros dicen: El cielo se gana con las manos.

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