EL MITO DEL HÉROE

EL MITO DEL HÉROE

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El Mito del Héroe: contiene tres sub-estadios: 1) El Nacimiento del Héroe, 2) El Asesinato de la Madre y 3) El Asesinato del Padre.

Diosa Maya con Buda

El Nacimiento del Héroe: Con el Mito del Héroe se entra en una nueva fase en la que se abandona la preponderancia de lo cósmico en el mito: “la preponderancia ahora es el centro del mundo como lugar en donde está el ser humano… El proceso de masculinización se cristaliza ahora definitivamente y, de ese modo, pasa a ser definitivo para la estructura de la naturaleza del ego y de la conciencia…”

“El hecho de tener el héroe dos padres o dos madres constituye una característica esencial del canon del mito del héroe. Además de su padre personal, hay un padre ‘superior’, esto es, una figura arquetípica de padre, apareciendo de igual manera, al lado de la madre personal, la figura de una madre ‘superior’..” (Neumann, 1968: 108).

Buda
“Lo importante en el nacimiento del héroe es siempre su naturaleza poco común, diferente o sobre-humana. El milagro de su nacimiento era atribuido por la mujer a los espíritus ancestrales, lo cual es “una experiencia pre-patriarcal que antecede la época en que se pasó a reconocer el nexo causal de la procreación con el intercambio sexual con el hombre. La experiencia primaria de la mujer con el nacimiento es matriarcal. No es el hombre el padre del hijo: el milagro de la procreación viene de Dios… De ese modo, en las imágenes primordiales de madres de héroes como novias de Dios y vírgenes, reside una parte mportante de la experiencia femenina pre-patriarcal…” (Neumann, 1968: 109)

Cástor y Polux, Museo Británico Londres.
En el comienzo, la Gran Madre era el único creador verdadero, más tarde ella es embarazada por un procreador espiritual y finalmente lo hace un Rey-Dios patriarcal. Esto sucede en Egipto: “La naturaleza doble del padre es reproducida en el hijo Horus por él generado, que es `hijo de su padre y todavía, al mismo tiempo, un hijo del Dios supremo’.
Esa estructura dual del rey reaparece en el motivo arquetípico de los hermanos gemelos, uno mortal y otro inmortal, cuyo ejemplo más evidente es el mito griego de los Dióscuros” (Neumann, 1968: 109-110).

“El ego que despierta experimenta su masculinidad, o sea, su autoconciencia cada vez más activa… es expulsado de la matriz maternal y se encuentra a sí mismo al distinguirse de esa matriz… Los hombres son asociados a los padres, los viejos, que son el ‘baluarte de la ley y el orden’ y con ellos, a un sistema del mundo que se puede llamar, simbólicamente, de ‘cielo’, por estar en oposición a la tierra femenina… De ahí viene la correlación fundamental entre cielo y masculinidad…. es la comprobación de la capacidad manejable de preservar, donde sea necesario el ego y la conciencia, y de superar la naturaleza inconsciente e infantil de los miedos e impulsos… Cielo, padre, espíritu y masculino son correlacionados y representativos de la victoria del patriarcado sobre el matriarcado…” (Neumann, 1968: 113-114)

San Jorge y el dragón, S. XVI

El Asesinato de la Madre: Ahora, el ego está inminentemente delante de aquello que llamamos la ‘lucha con el dragón’, la cual “representa tres componentes principales: el héroe, el dragón y el tesoro. Al vencer al dragón, el héroe gana el tesoro, que es el producto final del proceso simbolizado por la lucha…”. Es el combate con una madre que no se puede considerar una figura personal sino que se trata del arquetipo de la madre. El miedo al dragón representa “el temor masculino al elemento femenino en general. El incesto del héroe es incesto con la Grande y Terrible Madre. …. Superar el miedo de ser castrado significa vencer el dominio de la madre…Para el ego y para el elemento masculino, el elemento femenino es sinónimo de lo inconsciente,… el vientre de la mujer es el lugar de origen de donde se vino. De ese modo, todo lo que es femenino es, como vientre, el útero primordial de la madre, de la Gran Madre del origen de todo y del inconsciente” (Neumann, 121-126).

Jonás saliendo de la ballena

“El arquetipo más ampliamente diseminado de la lucha con el dragón es el mito del sol, en que el héroe es devorado todas las noches, en el oeste, por el monstruo nocturno del mar, en cuya cavidad uterina lucha victoriosamente con otro dragón, un doble en cierto sentido. Él entonces nace en el este como el sol victorioso, el sol invictus; o mejor, cortando el monstruo para salir, él realiza su propio renacimiento. En esa secuencia de peligro, batalla y victoria, la luz
-cuya significación para la conciencia repetidamente enfatizamos- es el símbolo central de la realidad del héroe…. El héroe no es solamente el vencedor del elemento materno, sino que también mata el aspecto terrible de este para libertar su aspecto fecundo y benéfico” (Neumann: 126-128)

Zeus, Grecia

El asesinato del padre: “La transición para el patriarcado lleva a un nuevo énfasis de valores. El matriarcado, o sea, el dominio de lo inconsciente, pasa entonces a ser negativo. Es a causa de eso que se da a la madre el carácter de dragón y Madre Terrible. Ella es el aspecto antiguo a ser superado. Surge al lado de ella el hermano más viejo de la madre, el tío materno, que, en el matriarcado, es portador del complejo de autoridad… es portador de aquello que denominamos ‘cielo’, símbolo de masculinidad… es el deber, la prohibición y la coerción… El deseo de matar, del niño, se dirige contra esa autoridad que representa la ley colectiva”. En el patriarcado, la mencionada oposición que comienza contra el tío materno al hijo es sustituida luego por el conflicto padre-hijo, con la necesidad de asesinar al padre, sin lo cual “ningún desarrollo de la conciencia y de la personalidad es posible” (Neumann: 138-145).

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