Objetivos varios

Objetivos

Azulejos, Marzo del 2000, quizas el 2001; no he sido muy constante en las reuniones, a veces sigo preguntándome qué hago aqui.

La técnica de relacionar las cosas que no entiendo, con temas en los que tengo algo de dominio ya no me ha funcionado como antes. Ahora aparecen conceptos totalmente distintos, y tareas que aparentemente son muy fáciles, pero a la hora de realizarlas siento que me topo con una pared de cemento y hormigón.

Por ejemplo, definirme un objetivo, una tarea en la cual me voy a enfocar durante todo un mes. Otra cosa, definir la problematica ms reincidente en el mes que acaba de pasar. Y una imposible, un objetivo que parece nunca alcanzable pero que con un esfuerzo constante se logra. Ja, me dije a mi mismo, eso lo puedo decir, pero la realidad fue otra al momento de transmitirlo al papel; no me llegaban las palabras, no había objetivos, nada, todo seco. Inmediatamente abandoné esa tarea, me parecía inútil, y muy diferente a las anteriores. Dejé de ir mucho tiempo a las reuniones, como aproximadamente unos 100 días, hasta ahorita en este momento que estoy recordando lo de los objetivos por que el Nagual me lo pregunta. Me siento raro, como si fuera un engreído, una persona non grata a una fiesta, como el invitado incómodo que nadie sabe como llega a la reunión y se la pasa haciendo chistes de mal gusto.

El Nagual lo detecta y me avisa que va a trabajar sobre mi. Yo encantado, pues siempre quise que me dieran atención, para ver cosas, y ver que se sentía. Fue algo sencillo, pero que me dejo honda huella, definirlo en palabras sería mucho gasto de energía y apenas daria una idea de lo que fue llevado a cabo. Si la pudiera definir en una frase esta sería: Cirugía Energética. Cuando se estaba realizando en mi esa operación y más cuando termino, me sentí desprotegido, sin una caparazón protectora. Me enfrenté a lo que realmente era, sin máscaras, ni vendas. Fue doloroso, pues recorde aquel 1994 cuando me hice una promesa a mi mismo, y como unos años después, me llegaba otro acicate y hasta con ultimátum de que estaba errando y hasta perdiendo el camino.

Eso es, actuar de verdad. Trabajar por aquello que me prometí alcanzar. Dónde quedó esa hambre de lucha, ese me importa poco lo que piensen de mi, ese yo no soy del montón. Abril, 30 días después de la mano espada, ansioso esperando para una salida, ansioso por empezar de nuevo. Entre mis cosas personales una tarjetita con un objetivo escrito: Tener un objetivo.

« (Previous Post)
(Next Post) »

Comments are Closed