Marvel 50 Aniversario – El cine de la casa de las ideas

Marvel 50 Aniversario – El cine de la casa de las ideas
Escrito por: Diego Matos el día 30 noviembre, 2011

El cómic tiene tirón en la taquilla, atrae espectadores, atrae atención y crea expectativas. Casi semanalmente en las carteleras aparecen títulos relacionados con el noveno arte (este verano, por ejemplo, hubo tantos estrenos que las revistas de cine dedicaron especiales sobre cine y cómic). Los lectores desean ver una traslación, más o menos fiel, de sus personajes favoritos al celuloide, y son críticos feroces cuando la adaptación en concreto incluye cambios, da igual si son sustanciales o superficiales. Los tebeos están cada vez más integrados en la cultura, al igual que el resto de artes.

Estas películas tienen la forma de grandes blockbusters capaces de entretener a los espectadores durante unas dos horas y siguen una suerte de fórmula de reconocida solvencia (historia de origen en la primera parte, ampliar el número de enemigos en la segunda…) que los grandes estudios ya han probado en anteriores ocasiones, con mayor o menor fortuna.

Los que ganan de esta simbiosis son los estudios y las editoriales. Los primeros porque se nutren de ideas ajenas a la industria cinematográfica, que ya cuentan con un público lector fiel detrás y que está deseando ver la adaptación de su personaje favorito; y las segundas, porque la aparición de dichos personajes en un medio de difusión aún más masivo, como es el cine, les viene de perlas para revitalizar una serie o para darla a conocer a nuevos públicos.

“Los superhéroes en el cine y la televisión generan mucho dinero, dan pie a noticias y también despiertan en muchos un fanatismo apasionado. Su paso al cine ha dado pie a todo tipo de historias. La mayoría tienen que ver con la ficción o con las cruzadas de los productores de Hollywood por generar enormes negocios. Hasta hace una década, la relación de las películas y las historietas era algo excepcional. Los casos más notorios eran las películas de superhéroes que aparecían una vez cada tanto con una suerte irregular”, especifica Matías Castro en la introducción de su libro Películas de Superhéroes.

Pero el cine y el cómic comparten muchas cosas; mucho más que héroes de disfraces llamativos que lucen relativamente igual de bien en las páginas que en los fotogramas (aunque este punto sea objeto de discusión constante ya que hay disfraces que en el audiovisual no funcionan como en las viñetas). Para empezar comparten contenidos, géneros y argumentos. Guzmán Urrero, especialista en comunicación audiovisual e imagen, escribió en 2007 un excelente monográfico sobre el tema en su web: “De hecho, la relación entre cine y cómic no se limita a la adaptación de ciertas obras de uno a otro medio. Por encima de todo ello, películas y tebeos comparten características fundamentales de sus respectivos lenguajes”.

Urrero señala que “tanto en el cine como en la historieta existe una construcción de la secuencia, siguiéndose parecidos criterios técnicos para conseguir el ritmo narrativo pertinente. Este hecho se demuestra al comparar una página de cómic con otra de story-board, que es la planificación dibujada de las secuencias que será usada al preparar cada sesión de rodaje. De hecho, es frecuente que sean dibujantes de historieta los encargados de realizar el story-board”.

Si una editorial ha tenido buena suerte en la traslación de sus héroes (o de su universo interconectado, si atendemos a los últimos grandes estrenos) a la gran pantalla esa ha sido Marvel Cómics (aunque no siempre fue así, sobre todo en sus primeros intentos tuvo éxitos y fracasos). Así que aprovechando su 50 aniversario que se celebra en este mes de noviembre de 2011, daremos un paseo por las adaptaciones cinematográficas de la casa de las ideas, desde las primeras, hasta las más recientes.

Los Cuatro Fantásticos, Hulk, Spìder-Man, la Patrulla-X, Lobezno, el Capitán América, Thor, Iron Man, Daredevil, el Castigador, el Motorista Fantasma, Elektra, Man-Thing, Howard el Pato, Blade… todos han tenido su versión fílmica (algunos incluso varias versiones). Y sólo son parte de una larga lista a la que se sumarían los múltiples personajes de Marvel sobre los que ya suenan futuras películas.

No podía ser de otra forma, el superhéroe más reconocible de Marvel también fue el primero en saltar al cine. En 1977 E. W. Swackhamer dirigió El hombre araña, que ya había contado también con una serie de televisión desde 1967, en dibujos animados, y de 1977 a 1979 con actores de carne y hueso. De esta serie salieron cinco telefilmes que más tarde se convirtieron en tres largometrajes que se estrenaron en salas. Tras El hombre araña vinieron Spider-Man 2 (El hombre araña en acción) y Spider-Man, el desafío del dragón. Nicholas Hammond se puso en la piel de Peter Parker.

En el mismo año 1977 se podría ver la película de La Masa (Un hombre increíble), de Kenneth Johnson, que era el episodio introductorio de la serie de televisión protagonizada por Bill Bixby y Lou Ferrigno. La popularidad del personaje se disparó, llegando a aparecer otros héroes de la editorial (Daredevil o Thor, por ejemplo) en algunos capítulos de la serie o en los telefilmes.

En el 1978 Phillip DeGuere dirige el piloto de Doctor Extraño para una serie de televisión que nunca fue realizada. Peter Hooten es el doctor Stephen Extraño y le acompañan Jessica Walter como Morgana LeFay y Clyde Kusatsu como Wong. El capítulo piloto terminó tomando forma de película y el mismísimo Stan Lee se encargó de supervisar el trabajo (Lee se convertiría, con el tiempo, en una constante en las películas sobre superhéroes Marvel, gracias a sus cameos).

George Lucas produjo en el ochenta y seis una película dirigida por Willard Huyck en la que el protagonista era un pato. Se trataba de Howard… un nuevo héroe, filme donde aparecían unos jovencísimos Lea Thompson, Jeffrey Jones y Tim Robbins, entre otros. La voz del pato extraterrestre que llega a la Tierra la puso Chip Zien. Solamente en el traje de Howard, Lucas invirtió dos millones de dólares. El proyecto, de entrada, era arriesgado porque Howard el pato no era un personaje demasiado reconocido ni uno de los más icónicos del mundo del cómic y tampoco resultaba fácil, en aquella época, solucionar las dificultades técnicas realizar una película de imagen real de un pato antropomórfico. Los efectos visuales de la compañía Industrial Light & Magic de Lucas aún eran incipientes y la película no atrajo al público ni encandiló a la crítica.

Tres años después, en 1989, Frank Castle viviría su primera incursión en el cine, de la mano del director Mark Goldblatt y con Dolph Lundgren, uno de los héroes de acción de los ochenta y los noventa, normalmente rubio (aquí teñido de moreno), como protagonista. En España se tradujo su título como El Vengador, en lugar de El Castigador (The Punisher, en el original). Fue el primer intento de adaptar a este personaje, al que seguirán, como veremos, otro par de proyectos.

En 1990 se estrena Capitán América, de Albert Pyun. Antes, en 1979 ya se habían realizado un par de películas para televisión sobre el patriótico personaje, protagonizadas por Reb Brown, en el que aparecía el Capi con un uniforme diferente al conocido por los lectores. En cambio, en la película de los noventa la estética del cómic sí que se mantuvo. Matt Salinger es Steve Rogers aka Capitán América y Scott Paulin su enemigo, Red Skull. Con el estreno en cines el pasado verano de la nueva película sobre el abanderado, volvieron a reeditar esta otra en dvd, pudiendo “disfrutar” de ella quienes no lo habían hecho aún.

De la que no se puede disfrutar con tanta facilidad es de la primera versión de Los Cuatro Fantásticos, la dirigida por Oley Sassone en 1994. Esta coproducción entre Estados Unidos y Alemania (Roger Corman y Bernd Eichinger se aliaron como productores) se convirtió casi desde su estreno en una curiosidad debido a su bajo presupuesto (costó sólo un millón y medio de dólares), considerándose casi una película de serie Z. Marvel bloqueó el filme tras ver el resultado final. No hubo difusión televisión, ni distribución en vídeo ni estreno en salas. Alex Hyde-White interpretó a Reed Richards, Rebecca Staab fue Sue Storm, Jay Underwood se puso en la piel de Johnny Storm, y Michael Bailey-Smith hizo lo propio con Ben Grimm.

En 1998 el sino de Marvel en el cine cambió con Blade, la incursión del matavampiros afroamericano. El tono de las películas superheroicas también se vio modificado, transformándose en algo dirigido a un público más adulto, a un público más amplio, buscando a espectadores de todo tipo, no necesariamente lectores de cómics, sin olvidar, tampoco, el guiño cómplice con los consumidores de tebeos. Stephen Norrington dirigió un guión de David S. Goyer, mientras que Wesley Snipes dio vida y contundencia a Blade, el protagonista. Los vampiros ya nunca más volvieron a estar a salvo, ni los personajes de cómics, porque después del éxito del caminante diurno muchos más probarían suerte fuera de sus páginas y de sus viñetas.

Ese mismo año Rod Hardy dirige otro guión de David S. Goyer. Esta vez era otro capítulo piloto con intención de ser la apertura de una nueva serie de televisión. Llevaba por título Nick Fury: Agente de Shield, y no pasó de aquel primer capítulo largo, que más tarde se promocionaría como telefilm. No deja de ser una curiosidad digna de mención, quizá también por quien era el actor protagonista: David Hasselhoff. Además del propio Furia, otros personajes de su entorno aparecían, como Dum-Dum Dugan (Gary Chalk), Andrea von Strucker/Viper (Sandra Hess) o la condesa Valentina de Allegro Fontaine (Lisa Rinna).

El 2000 trajo consigo una de las incursiones más celebradas dentro del género (o subgénero) superheroico, X-Men, de Bryan Singer. Con un reparto coral repleto de caras conocidas (Patrick Stewart, Ian McKellen, Halle Berry, Famke Janssen…) y una mejora sustancial de los efectos especiales, la película supuso un antes y un después en este tipo de cine también debido a la estética, porque cambiaron las mallas de colores de los mutantes por unos trajes de cuero negro que oscurecían, literalmente, el tono de la producción. Esto supuso una retroalimentación con el cómic y en las colecciones de la Patrulla-X pronto los protagonistas cambiarían su atuendo a algo más similar a lo visto en pantalla. El casting de Lobezno fue sonado porque optaron por Hugh Jackman, un actor no demasiado conocido que guarda pocas similitudes físicas con el personaje (era mucho más alto, por ejemplo), pero el resultado fue satisfactorio y después de eso nadie dudó del acierto de esta elección. La puesta en escena fue excepcional y, de fondo, se atisbaba el componente social que rodea a los productos mutantes.

2002 fue cuando Blade volvió a matar chupasangres. Blade II fue una segunda parte repleta de la fuerza que el director Guillermo del Toro influye a todo lo que toca. David S. Goyer vuelve a firmar el guión en el que el implacable asesino de vampiros debe aliarse con algunos de sus enemigos para hacer frente a un nuevo peligro común: los segadores. Wesley Snipes vuelve a encabezar el reparto, con su espada y sus gafas de sol.

En el mismo año Sam Raimi se enfrenta al reto de trasladar a la pantalla grande al amistoso vecino arácnido en Spìder-Man. Será la primera de las tres entregas de las que se hará cargo, todas ellas con repartos de auténtico lujo. Tobey Maguire se pone en la piel de Peter Parker, Willem Dafoe será su archienemigo Norman Osborn (el Duende Verde) y Kirsten Dunst su eterna vecina, la tigresa MJ Watson, en los papeles centrales. El resultado es una personal visión del creador de “Posesión Infernal” del superhéroe trepamuros.

Otro héroe urbano se trasladaría a los fotogramas poco tiempo después. Mark Steven Johnson fue el encargado de dirigir Daredevil, además de realizar el guión. De este proyecto se recuerda su casting poco afortunado, con Ben Affleck como Matt Murdock y Daredevil, Jennifer Garner como Elektra, Colin Farrell como Bullseye, y Michael Clarke Duncan como Kingpin (personaje que en las historietas era blanco, interpretado en el cine por un actor de color). Al final, la película tuvo poca profundidad, preponderando las escenas de acción que las de dualidad del justiciero ciego. El desenlace amenazaba con un continuará, pero nunca llegaron a realizar una segunda parte (y ya llevan un tiempo hablando de un reboot).

2003 también fue el momento en que Ang Lee realizó su particular Hulk. El taiwanés se rodeó de grandes actores de la talla de Eric Bana (Bruce Banner), Jennifer Connelly (Betty Ross), Sam Elliot (General “Trueno” Ross), Josh Lucas (Glenn Talbot) y Nick Nolte (David Banner), e intentó dotar al producto de ciertos momentos de estética de cómic (con una especie de viñetas en la pantalla incluidas), pero los espectadores buscaban una película de acción, por lo que hubo cierta disonancia. Con todo, hay muchos defensores de esta particular película sobre el monstruo gamma, pero los productores decidieron, años más tarde, darle una vuelta de tuerca a su continuación (que ni siquiera fue una continuación al uso).

Aquel fue uno de los años más prolíficos en cuanto a adaptaciones de héroes Marvel ya que también se estrenó X-Men 2, de nuevo con Singer haciendo frente a la dirección del proyecto. Repitieron todos los actores de la primera entrega y se sumaron otros, como Alann Cumming en el papel de Rondador Nocturno (personaje con el que se abre la película). El proyecto Arma-X también sale a relucir, convirtiéndose Lobezno casi en el protagonista absoluto del filme. Continúan las líneas de la anterior y se magnifican, consiguiendo un resultado más redondo. Cuando se pregunta a los aficionados sobre sus películas favoritas de superhéroes, ésta suele estar en casi todos los listados.

David S. Goyer, que ya había guionizado las otras dos anteriores, se aposenta en la silla de director de Blade: Trinity en el 2004. A la lucha de Blade (de nuevo interpretado por Snipes) se le suman los Nightstalkers Abigail Whitsler (Jessica Biel) y Hannibal King (Ryan Rynolds), para enfrentarse, juntos, a una gran amenaza: nada más y nada menos que el Conde Drácula (Dominic Purcell). Los elementos novedosos brillaron por su ausencia y el personaje daba muestras de agotamiento en todo momento. Acción por acción que culmina con el enfrentamiento definitivo entre el “padre” de los vampiros y “el que puede ver el sol”.

De nuevo el 2004 fue un gran año en el cine de superhéroes Marvel. A la tercera de Blade se sumó la nueva de Punisher y la segunda del Hombre Araña. Jonathan Hensleigh dirigió a Thomas Jane, Rebecca Romijn, Will Paton y John Travolta, en el segundo intento de trasladar la dureza del Castigador a la pantalla grande. El justiciero urbano por excelencia hace de la venganza una especie de arte en un título menor: The Punisher (El Castigador).

Por su parte, Sam Raimi vuelve a orquestar a todo su equipo en la segunda parte de las trágicas aventuras y desventuras de Peter Parker. Ahora, ya plenamente consciente de sus poderes y de sus responsabilidades, el joven Spìder-Man deberá enfrentarse a nuevos retos y a nuevos enemigos (el Doctor Octopus, interpretado por Alfred Molina). Spider-Man 2 es uno de esos casos excepcionales que luchan contra esa máxima de que “segundas partes nunca fueron buenas”, superando a su predecesora en casi todo.

Tim Story se hizo cargo de la primera familia de Marvel en su nueva andadura cinematográfica, cuya película Los 4 Fantásticos se estrenó en 2005. El público al que se dirigía este filme era un público familiar, por lo que el tono era de aventura y comedia ligera. Ioan Gruffudd se hizo con el papel de Míster Fantástico; Michael Chiklis fue la Cosa; Jessica Alba, la Mujer Invisible, y Chris Evans, la Antorcha Humana. Junto a ellos, o mejor dicho, frente a ellos, un villano a la altura de las circunstancias: Víctor von Doom (el doctor Muerte), Julian McMahon.

Aunque la segunda entrega de Daredevil nunca llegó, sí que lo hizo su spin-off Elektra (2005), de nuevo con Jennifer Garner como la letal asesina, esta vez enfrentándose a La Mano y buscando su camino hacia la redención. Dirige Rob Bowman y acompañan a la protagonista de la televisiva “Alias”, Goran Visnjic, Kirsten Prout, Terence Stamp y Will Yun Lee, entre otros.

Man-Thing también vio la luz en ese mismo año. Dirigida por Brett Leonard y protagonizada por Matthew Le Nevez, Rachael Taylor y Conan Stevens, principalmente, esta película pasó sin pena ni gloria. Fue pensada para el mercado del vídeo doméstico, pero con demasiados cambios en cuanto a la historieta original. El presupuesto, escaso, no consiguió siquiera que el resultado fuera digno de la serie B.

Cuando Bryan Singer eligió encargarse de Superman Returns en detrimento de X-Men: La decisión final, los augurios no fueron buenos. Cuando se conoció el nombre de quien le sustituiría frente a la franquicia de los mutantes marvelitas las expectativas disminuyen aún más. En 2006 se estrenó la tercera entrega de los hombres-X, con Brett Ratner como director de orquesta. Con la cura a la mutación y demasiados personajes nuevos en los dos principales bandos en conflicto (X-Men y Hermandad de Mutantes), el resultado fue el esperado, convirtiéndose en la más floja de la trilogía. Los personajes centrales volvieron a ser Tormenta y Lobezno, mientras que los demás sólo fueron dibujados por encima. Al reparto original se sumaron Ellen Page (Kitty Pryde), Kelsey Grammer (Bestia), Ben Foster (Ángel)… por citar sólo a unos cuantos.

La segunda parte de los Cuatro Fantásticos corrió una suerte similar. En 2007 Tim Story presenta Los 4 Fantásticos y Silver Surfer como un intento de más difícil todavía, añadiendo al devorador de mundos y a su plateado heraldo. Todo sigue igual. Solamente es digno de mención el diseño del surfista, al que pone rasgos el maestro Doug Jones, porque ni siquiera Galactus supone una verdadera amenaza (y su estética es más parecida a la versión del Universo Ultimate que a la original).

Parece que 2007 no fue un buen año porque también se estrenó entonces Ghost Rider. El motorista fantasma. El director de Daredevil, Mark Steven Johnson, acomete una nueva adaptación basada en un héroe de Marvel, esta vez con Nicolas Cage como protagonista, en el papel de Johnny Blaze. Le acompañan Eva Mendes, Wes Bentley, Sam Elliot y Peter Fonda. Demasiado abuso digital para una película que no da demasiado juego a los elementos con los que contaba. Ahora Cage volverá a interpretar al personaje en Ghost Rider: Espíritu de Venganza, dirigida por Mark Neveldine y Brian Taylor, que parece tendrá más mala baba y se podrá ver en cines el próximo año.

Raimi afrontó su última película centrada en Spìder-Man en 2007. Su Spider-Man 3 supone el fin de su ciclo arácnido (que volverá a abrirse también en 2012 con The Amazing Spider-Man, dirigida por Marc Webb y con un nuevo equipo, con Andrew Gardfield como protagonista), enfrentado a Peter Parker a su yo interior, al simbionte Veneno y a su mejor amigo, Harry Osborn, decidido a seguir el legado de su padre. Demasiados (villanos para un único héroe: el Hombre de Arena (Thomas Haden Church), el Duende (James Franco), y Venom (Topher Grace).

2008 supuso un antes y un después, un nuevo cambio de signo para Marvel en lo cinematográfico ya que Marvel Studios produce la primera película que compondrá el canon a seguir, con la traslación del Universo Marvel de los cómics a los cines. Se trata de Iron Man, en el que comenzaron a atisbarse subtramas y a aparecer conceptos, actores y personajes que luego se verían en El increíble Hulk, Iron Man 2, Thor o El Capitán América y que el año próximo confluirán en Los Vengadores.

En este año concreto Jon Favreau dirigió Iron Man, con Robert Downey Junior casi como protagonista absoluto de la función, haciendo suyo desde el primer minuto al personaje de Tony Stark/Iron Man. Gwyneth Paltrow, Terrence Howard, Leslie Bibb y Jeff Bridges completan el reparto.Y por primera vez vemos al Nick Furia de los Ultimates, con las facciones de Samuel L. Jackson.

A su vez, Louis Leterrier afronta la segunda parte de Hulk. El increíble Hulk, que cambia todo su elenco de actores. Edward Norton es Bruce Banner; Liv Tyler, Betty Ross; Willian Hurt, su padre, el General Ross, y Tim Roth interpreta a Emil Blomsky, la Abominación. La película es lo esperado, con acción a raudales y algunos puntos en común para configurar el Universo Marvel en el cine.

También fue el año en que reapareció el Castigador con un nuevo rostro, el de Ray Stevenson, mucho más duro que sus predecesores. El Castigador: Zona de Guerra fue estrenada en España directamente en DVD y contaba con más violencia explícita que la anterior. Lexi Alexander dirige un thriller en el que, además de Stevenson, participan Dominic West como Puzzle y Wayne Knight como Microchip.

Se veía venir ya desde la trilogía original de X-Men, pronto Lobezno se haría con una película propia. Y eso ocurrió en el 2009 con X-Men Orígenes: Lobezno, de Gavin Hood. En ella se narran las peripecias previas del mutante con garras de adamantium, sus orígenes. Aparece Víctor Creed (Liev Schreider), el coronel Stryker (Danny Huston), Gambito (Taylor Kitsch) y Masacre (Ryan Reynolds), entre otros. Jackman, de nuevo en el personaje principal, aumento de peso y de musculatura para dotar a Lobezno de más empaque.

Un año más tarde Favreau recupera al hombre de hierro en Iron Man 2. Más humor, en ocasiones referencial y autoparódico, y más acción, como corresponde a las segundas partes. Don Cheadle interpreta en esta ocasión a Máquina de Guerra y también aparece la Viuda Negra (Scarlett Johansson). Como enemigos están Justin Hammer (Sam Rockwell) y Ivan Danko (Mickey Rourke).

Y llegamos a 2011 año en el que las películas de personajes Marvel han sido preponderantes. Thor, contaba con la curiosidad de ver qué haría su director, Kenneth Branagh. Chris Hemsworth fue el elegido para protagonizarla y junto a él se posicionaron actores como Anthony Hopkins o Natalie Portman. La película cuenta con dos estéticas muy diferenciadas: en Asgard y en la Tierra. Y va más allá en la conjunción de películas Marvel, hacia ese todo general.

X-Men: Primera Generación, con Michael Fassbender, James McAvoy y Kevin Bacon liderando el reparto, supuso una vuelta a la grandeza de una franquicia que merecía retornar a los puestos principales. Matthew Vaughn dirige con solvencia un filme que, acertadamente, se ubica en los años sesenta para contar los primeros años de los mutantes de Xavier y Magneto. Bryan Singer retorna a la franquicia mutante en calidad de productor.

La elección de Chris Evans, actor que ya había interpretado a otro héroe Marvel, a la Antorcha Humana en Los 4 Fantásticos, como el Capitán América levantó cierto revuelo. Había ciertos temores en relación a que Evans no diera la talla, ni interpretativa, ni física, ni carismáticamente, frente a otros actores, como Robert Downey Jr., pensando ya en Los Vengadores. Pero demostró que su elección era la correcta cuando se le vio en acción en Capitán América: El primer Vengador, de Joe Jonhston. Sebastian Stan interpreta a James “Bucky” Barnes, Hayley Atwell es Peggy Carter, Tommy Lee Jones aparece como el coronel Chester Phillips, Dominic Cooper, como Howard Stark (el padre de Tony), Stanley Tucci el doctor Erskine. Como villanos, dos de los centrales de las historias del abanderado: Arnim Zola (Toby Jones) y Cráneo Rojo (Hugo Weaving). Con tono clásico de aventuras, esta película supone el último eslabón del macro proyecto de Marvel Studios: Los Vengadores, que se estrenará el próximo año 2012 bajo la dirección de Joss Whedon, con Chris Evans (Capitán América), Robert Downey Jr. (Iron Man), Chris Hemsworth (Thor), Scarlett Johansson (Viuda Negra), Mark Ruffalo (Hulk) y Jeremy Renner (Ojo de Halcón).

“Sería bastante ingenuo considerar que el presente boom cinematográfico del superhéroe responde a las mismas inquietudes que han alentado tanta ficción literaria y han propiciado la progresiva sofisticación del género (o del subgénero) en el ámbito de la historieta. Que las películas de superhéroes (y supervillanos) sean hoy incesante reclamo en las carteleras no obedece tanto al espíritu de la época como al nuevo horizonte de posibilidades técnicas abiertas por la revolución digital: la vehemencia expresiva de la viñeta ya no pierde calcio, sino que se anaboliza y se inflama de colores de radioactivo fulgor en la gran pantalla. En ese nuevo contexto, Marvel y DC han trasladado su pulso editorial a la industria del cine, sin caer en la grosería de condenar sus comic-books a la condición de mero merchandising”, asegura Jordi Costa en el prólogo del libro Películas clave del cine de Superhéroes, de Quim Casas.

Marvel ha sabido jugar con la promoción, la difusión y la notoriedad que aporta un estreno cinematográfico para dotar a sus cómics y a sus películas de una unidad intermedios, trasladando ideas del cómic al cine y viceversa, del cine al cómic. Cincuenta años de creación, de aventuras y de personajes dan para mucho. Adaptaciones que fueron, son y serán. Personajes que se imaginaron, adaptaron… y que también se reimaginarán, en ambos medios. El cómic tiene tirón en la taquilla, atrae espectadores, atrae atención y crea expectativas, por eso, las aventuras de los héroes de Marvel, de un tiempo a esta parte, no sólo se leen, sino que también se pueden ver y escuchar.

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