Conferencia sobre sobrevivencia de los pueblos indigenas y sus tradiciones

Realizada en una expoambiental al que nos invitaron…mandandonos al ultimo rincon. =P
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Cualli tonalli nochti amehuantin, nenotoca Yoltecuhtli Ohmanqui. Tlazohkamati huel miac nochtin amehuantin axcan nican ca.
(Buen día a todos ustedes, mi nombre es Yoltecuhtli Ohmanqui. Muchas gracias a todos por estar aquí y ahora)

Vengo con ustedes representando al Calpulli Thachcocan in Tlazohtla.

En esta charla hablaré sobre la necesidad de comprender las tradiciones originales de los pueblos de nuestro país y de su gente. Por un lado las tradiciones originarias son la cimiente de la cual se alimenta una sociedad, manifestándose a través de sus valores, principios y filosofía de vida. Son el “alma” de lo colectivo, aquello que sostienen la identidad, la voluntad, el conocimiento y el espíritu de un pueblo.

Ejemplo de ello son los CallpulTIN, palabra náhuatl que en su singular se pronuncia CALPULLI.

Los “calpulTIN” (plural de Callpulli), son formas de organización social que se practican desde tiempos “precuauhtemicos”, en donde un grupo de personas se unen consolidando su territorio, compartiendo sus tradiciones, enseñando y aprendiendo sus valores, su lengua, su calendario, su medicina tradicional, sus artes y oficios, así como sus costumbres, haciendo que estas se preserven; lo que significa que un Callpulli o LOS CALPULTIN fungen un papel educativo y formativo.

El propósito actual de los “calpullTIN”, es ser útil a la comunidad, realizando tareas que impacten socialmente en lo individual, para que esto se multiplique en lo social, a través de la práctica, filosofía y conocimientos ancestrales, integrándolos a la vida cotidiana de las personas. Es el caso del conocimiento y entendimiento del “Calendario Anahuaca”, el cual con mucha precisión nos alinea a los procesos naturales de nuestro planeta, volviéndonos más sensibles y respetuosos de la tierra y de todos los seres que habitamos en ella.

Antiguamente, cuando el conjunto de barrios o de distintos “calpulliTIN” se integraban, compartían su conocimiento entre ellos, aprendían entre ellos y llevaban a su grupo la retroalimentación ahí generada. Las mejores y más eficientes formas de sembrar ecológicamente, de construir y de relacionarse con el entorno es que se generaban dentro de los CALPULTIN para beneficio de la sociedad y no de un reducido grupo o de los dueños de cierta tecnología. Hoy en día en las empresas a esto le llaman “mejora continua”, cosa que para nuestros abuelos era ya su estilo de vida.

Los calpultin se organizaban en torno a la tradición oral ancestral que se les había trasmitido generacionalmente para dar continuidad a su conocimiento.

Si las tradiciones testimoniales desaparecen, las personas no tendrán una identidad que les permita reconocerse así mismas, es decir… saber de dónde vienen, porque son de tal o cual manera sus circunstancias actuales y de que son herederos, para poder construir su futuro

Nuestros abuelos fueron herederos de paraísos terrenales definitivamente perdidos. Eran unos 250 millones de hombres y mujeres repartidos en cinco mil culturas que vivían en armonía con la Tierra, una forma de vida que el hombre ha perdido.

Todo fue así por más de 6 mil años, aquí cabe recordar que nuestros pueblos del Anáhuac son herederos de una de las principales culturas que ha poblado la tierra, junto con los egipcios, los chinos, Africanos, Mesopotámicos, Sumerios, entre otros, hasta que gente de otro lugar en nuestra amada tierra, alentados por su avaricia y deseo de “lo material” descubrieron la riqueza de nuestros pueblos y se, abalanzaron sobre sus recursos, sus bosques, su minerales, su agua sus riquezas, asesinando en masa a nuestra gente incluso importando enfermedades antes desconocidas para nuestros pueblos. De esos 250 millones de hombres y mujeres quedaron poco menos de 225 millones.

Otro ejemplo de la magnitud de estas devastaciones quizás en otras latitudes, fue la biblioteca de Alejandría, consumada entre las llamas junto con los cimientos de la cultura occidental. Es así que se perdió gran parte de la memoria de un pueblo.

Esta es una tragedia que desafortunadamente se repite con muchísima frecuencia. Cada vez que en un pueblo indígena muere un anciano, una biblioteca se quema, un vasto registro de sabiduría y conocimientos que, “al parecer” no merece la atención del resto del mundo desaparece.

El propósito es pues, dar a conocer a ustedes, que existe todavía un gran bagaje de conocimiento originario representado por los ancianos, por los abuelitos, y por personas que le han dado continuidad al conocimiento original de nuestra tierra.

Gente que no busca poner a la venta con su conocimiento, como una “lista de precios de supermercado”, sino que lo comparte, porque con ello se es útil para la comunidad y para la tierra misma, gente que está consciente de la necesidad de transformación individual para generar un cambio global.

¿!Por qué es importante que comprendamos nuestras culturas originales?!, Cuando las personas se den cuenta de los “símbolos y simbolismos” de nuestra cultura, podrán comprender que aquello que buscan tan ansiosamente en otras culturas, países y “sabios” ajenos a nuestra tierra se encuentra aquí a simple vista, tal vez oculta a lo mucho con el velo de los idiomas como en náhuatl, que se van muriendo por que los jóvenes en muchos casos ya no quieren hablarlo ni les interesa, incluso les hacen mofa y los desprecian hablan. El conocimiento permanece vivo, oculto tras la marginación, la pobreza y el desconocimiento de lo que corre por nuestra sangre como herencia. Para hallarlo uno debe de buscarlo ahí donde se congregan los Abuelos. Ahí en donde hablan todavía sus idiomas originarios y se respeta otros modos de comprender a la tierra. Para encontrarlo lo primero que tenemos que hacer es comenzara a entender y hablar nuestros idiomas originales; Náhuatl, Pame, Otomí, Ñahñu entre otros.

2ª parte REVISIÓN
Las verdaderas tradiciones, las originales, no se encuentran enmarcadas de “folklorismos” ni en “exuberancias fastuosas”, tampoco en ceremonias a los “dioses”, que dicho sea de paso, Nuestros abuelos ¡NO TENIAN DIOSES! Si no que eran ¡ABSTRACCIONES DEL CONOCIMIENTO NATURAL! Ejemplo de ello “Tláloc” a quien la mayoría conoce como el “Dios del Agua o de la lluvia” cuando es simplemente “agua” que en el sentido original se compone de “TLALI”que significa TIERRA y OCTLI BEBIDA, por lo que podría interpretarse, la bebida de la tierra.

Las verdaderas tradiciones no engañan y a través del sentido común y de la intuición se percibe la verdad, si bien existen simbolismos en las plumas, en las piedras en las figuras, ellas son meras herramientas de expresión del conocimiento verdadero. Por ello hoy me encuentro como ustedes igual que ustedes, porque no soy ni más ni menos y lo que pretendo es simplemente compartir lo que a mí se me ha enseñado.

Mucha gente el año pasado siguiendo algo llamado profecías mayas estuvieron la expectativa de un apocalipsis o un holocausto. Los pueblos indígenas llevan más de 500 años viviéndolo. Desafortunadamente en la actualidad, muchos ecologistas los han convertido en bandera de sus reivindicaciones como símbolo de esta tierra contraponiéndolos a la Metrópoli, para después cuando ya no son útiles desechándolos, dejándolos solos para ser vejados incluso muertos.

Para muchos de ellos han sido quinientos años de resistencia. Heridos por siempre, enfrentándose ahora a lo que puede ser su exterminio.

Desafortunadamente hoy los partidos políticos los utilizan en sus campañas electorales, y una vez recogidos los votos no recuerdan las promesas efectuadas ni aplican o reglamentan las “leyes indígenas” promulgadas. Invadidos, pero no conquistados.

Viven en lugares maravillosos, pero no son libres. No pueden decidir sobre lo que es suyo. Dominan la tierra, y saben utilizar sus recursos sin llegar jamás a esquilmarla. Son capaces de identificar los diferentes tipos de suelo, de forma que evitan los más débiles y aprovechan los fértiles. Cambiando sus cultivos cada cierto tiempo, permitiendo que la naturaleza se recupere.

Sin embargo al parecer todo esto no sirve de nada a las sociedad actual. Los gobiernos de diferentes niveles los puede considerar desde indeseables hasta “anacrónicos”, y piensan que su presencia es un paso atrás en el camino hacia la modernidad o el futuro. El derecho a la libre determinación de los pueblos y la soberanía no existen para las naciones indígenas.

Muchos países le asignan por la fuerza la nacionalidad del estado invasor. No son tobas, mapuches o guaraníes, son argentinos, paraguayos o chilenos; perversa forma de negar la existencia de naciones soberanas preexistentes, malicioso proceder de los Estados “blancos” para evitar cuestionamientos a su legitimidad. Aquí en México la situación no es mucho mejor, viven en un país de mestizos donde estos se avergüenzan de sus orígenes y tratan a los indígenas discriminándolos como humanos de tercera categoría o inexistentes…..invisibles.

Considerados un estorbo que debe de ser eliminado para usar ocupar sus tierras ricas en minerales, o extraer sus maderas preciosas y demás recursos para seguir sosteniendo un modo de vida “americano” occidental que expolia la naturaleza y a una gran mayoría de personas.

Por cierto. ¿Alguno de ustedes me puede decir algún programa de televisión en donde el indígena o quienes representan una tradición ancestral americana son protagonistas y no la sirvienta ignorante o el brujo en turno?. Me conformo con que me digan el nombre de alguien que en los medios masivos de comunicación sea evidentemente indígena siendo protagonista del programa que aparezca.

Ahora díganme cuantas personas blancas aparecen en relación incluso a los mestizos. Entre más blanco más exitoso. Nos han heredado un mundo blanco. Aséptico. Carente de variedad. Carente de valores, principios, tradiciones, de un alma. Pero eso sí, lleno de futbol, alcohol y orgulloso del éxito ajeno.

Muchos indígenas ya han dicho basta. “Somos hombres, no animales o cosas que el gobierno pueda mover a su voluntad”, afirmó un habitante del valle Narmada. La gente muere por defender las tierras donde reposan los huesos de sus padres y preservar el vital ecosistema. Pero los intereses económicos no entienden otra cosa que no sea la ganancia y los gobiernos hacen oídos sordos.

¿Es un pecado querer vivir en paz con el planeta?. Acorralados por la cultura dominante, y empujados de sus territorios por ambiciones sin escrúpulos, los indígenas del mundo y su amplio espectro de etnias continúan marchando por el camino de una lenta agonía que los lleva hacia el abismo de la extinción. Pero aún siguen siendo libres a su modo: son los últimos HOMBRES en armonía con la Naturaleza.

Ahora vamos a la siguiente parte. Lo que muchos mal llaman chamanismo. Que en realidad es una multiplicidad de tradiciones de tipo oral, testimoniales y ancestrales. En donde no hay nadie llamado chaman por ser de entrada una palabra extranjera.

La gente olvida con facilidad que el “chamanismo” viene de un pueblo, tiene una sangre que late, tiene una carne que se mueve y huesos que a veces se rompen. De tal modo que no son “chamanismos”, son tradiciones, culturas y filosofías de vida que sobrevivirá mientras sobrevivan los pueblos indígenas, y sus practicantes no indígenas pero no gracias a los que dan cursos ni a los que se presentan como grandes líderes, sacerdotes o guías pero que nunca han levantado su mano para ayudar o vivir junto con el indígena. Las tradiciones originarias es algo que sobrevive gracias a la sangre de la gente. De su gente: los practicantes que las siguen sosteniendo desde hace siglos haya habido mestizaje o no en sus comunidades.

La filosofía y modo de vida originaria no es algo que se compra porque no se compra la sangre derramada. No se compra la fuerza de aquellos que han sostenido una tradición en medio de vejaciones y el estar siempre en constante vía de extinción. No se compra sus esfuerzos. No se compra su Vida. Y sobre todo no es posible comprar aquello que en esencia nos vuelve humanos. Que en cierta medida es reconocernos ser una parte de todos y que se requiere hacerse responsable uno de esa parte que nos corresponde de nuestro mundo y de nosotros mismos.

Los Abuelos de la tradición llevan más de 6 mil años viviendo así y sin necesidad de aprendices al estilo “de pago y me voy”. Si se quiere conocer eso que mal llaman chamanismo es necesario no solo conocerlo. Se necesita conocer a los pueblos donde existen las tradiciones originarias o a sus practicantes. Y de un modo u otro ser parte de ellos. No hay mucho de donde escoger.

Compartir las heridas de donde se derrama la sangre o poner las manos para cerrar las heridas.

Llevan más de 6 mil años sobreviviendo sin los “aprendices” que se interesan solo por los ritos y no por ellos. Vivirán otros 6 mil años sin necesidad de tenerlos a ellos.

Quienes hacen la diferencia es quienes deciden sostener su fortaleza espiritual, su identidad, su mundo como seres humanos conscientes de sus herencias ancestrales, conscientes de que deben de practicarlas porque ellas fortalecen su voluntad, le dan la sabiduría para actuar con sensatez, y una fuerza colectiva que no se tiene trabajando individualmente porque dichas tradiciones están para la colectividad y no para el sostenimiento de unos cuantos. No es tu color de piel o si eres indígena o no, es si sostienes todavía tu fuerza como ser humano, tu dignidad, tu honor, tu fe, tu esperanza, tu serenidad, tu sensibilidad, tu sencillez, tu sabiduría, tu honestidad y el respeto que te des a ti…o aquello que te vuelve humano.

Y lo puedes hacer en América, en China o en Europa. Para eso no se necesita gran conocimiento. Se necesita un compromiso. Serte fiel a ti mismo y a la Vida. Y le eres fiel a la vida cuando haces lo posible por sostenerla, cuando haces posible por mejorar la calidad de la existencia de otros y quitas a aquello que interrumpe el flujo natural de la existencia. He escuchado a varios que creen que necesitan vivir entre indígenas o ser indígena para ser algo que no han sido. Que necesitan estar en un lugar distinto al que estas. Pero no importa que tan lejos vayas, no es el lugar o la gente quien te cambia. No es el lugar, no son las personas. Es uno mismo. Es tratar de cambiar la mirada de uno mismo y de la percepción que tenemos del mundo que nos hemos creado a nuestro alrededor.

Ir a desaparecerte al desierto o al bosque para resolver tus problemas no resuelve tu vida, los problemas seguirán ahí y se multiplicaran cuando regreses. Lo que el chaman comentaba específicamente es que sería más meritorio que buscaras tu camino espiritual en el lugar más agreste para hacerlo. El lugar donde te encuentras.

Los indígenas no son espirituales por ser indígenas sino porque buscan donde están. Y lo sostienen. Sostienen cosas muy similares a los siguientes puntos que tomo del escrito de otro calpulli hermano:
Un conocimiento tradicional.
Una cosmovisión
Un conocimiento cultural.
Un idioma
Una disciplina.
Un modelo, estilo y forma de vida.
Costumbres.
Un código de ética.
Un conjunto de celebraciones.
Una forma de trabajo.
Un equipo comunidad de cooperación.
Una continuidad en educación.

Lo cual tanto lo encuentras con los pueblos indígenas como en un Calpulli que sostiene una de las varias tradiciones originarias. Busca aquellos grupos que hablan una lengua indígena o que sus ritos no están cristianizados, busca a aquellos que se reúnen en círculo y que escuchan a los ancianos. Busca a aquellos que tratan como iguales a todos independientemente de su estado social, cultural, étnico u económico.

Así que donde estés encuentra aquello que ha sobrevivido en el tiempo a la destrucción de las culturas tradicionales. Pero más que hablar de cosas para hacer que regresen a los museos o como un anecdotario hay que devolver la dignidad a uno mismo y a quienes reconocen esos vestigios de las tradiciones perennes de sus propios pueblos. Necesitas volverte un Hombre o una Mujer con integridad.

Siendo todo lo que hay que decir por el momento en este escrito resolveremos las preguntas o dudas.

¡Tlazohkamati huel miac Nochti amehuantin, Nican nehuatl!
(Muchas gracias a todos ustedes, hasta aquí yo)

2 Commentsto Conferencia sobre sobrevivencia de los pueblos indigenas y sus tradiciones

  1. admin dice:

    Ya lo lei cuando lo publicaste en ABIA YAla y en otro foro =)

    Gracias.

  2. Tlahuica dice:

    ¡Huey, Tlazocamati!