Algo de Zen

Miro el Sol
Ojos de Aguila

Halcón_Peregrino

Abrazos fraternos

4 Commentsto Algo de Zen

  1. Lux dice:

    [color=#ADD8E6][size=]Historias Zen[/size]

    EL MAESTRO CAMPANA

    Un nuevo estudiante se aproximó al maestro Zen y le preguntó como podía prepararse para su aprendizaje. \”Piensa que soy una campana\”, explicó el maestro. \”Dame un golpe suave y tendrás un pequeño sonido. Golpéame duro y recibirás un repique fuerte y resonante\”.

    PERSIGUIENDO DOS CONEJOS

    Un estudiante de artes marciales se aproximó el maestro con una pregunta. \”Quisiera mejorar mi conocimiento de las artes marciales. Además de aprender contigo quisiera aprender con otro maestro para aprender otro estilo. ¿Que piensas de esta idea?\”
    \”El cazador que persigue dos conejos\”, respondió el maestro, \”no atrapa ninguno\”.

    CONCENTRACIÓN

    Después de ganar varios concursos de arquería, el joven y jactancioso campeón retó a un maestro Zen que era reconocido por su destreza como arquero. El joven demostró una notable técnica cuando dio en medio de un blanco lejano en el primer intento, y luego partió esa flecha con el segundo tiro. \”Ahí está\”, le dijo al viejo, \”¡a ver si puedes igualar eso!\”.
    Inmutable, el maestro no desenfundo su arco, pero invitó al joven arquero a que lo siguiera hacia la montaña. Curioso sobre las intenciones del viejo, el campeón lo siguió hacia lo alto de la montaña hasta que llegaron a un profundo abismo atravesado por un frágil y tembloroso tronco. Parado con calma en el medio del inestable y ciertamente peligroso puente, el viejo eligió como blanco un lejano árbol, desenfundó su arco, y disparó un tiro limpio y directo. \”Ahora es tu turno\”, dijo mientras se paraba graciosamente en tierra firme.

    Contemplando con terror el abismo aparentemente sin fondo, el joven no pudo obligarse a subir al tronco, y menos a hacer el tiro. \”Tienes mucha habilidad con el arco\”, dijo el maestro, \”pero tienes poca habilidad con la mente que suelta el tiro\”.

    EGOÍSMO

    El Primer Ministro de la Dinastía Tang fue un héroe nacional por su éxito como estadista y como líder militar. Pero a pesar de su fama, poder, y salud, se consideraba un humilde y devoto Budista. A veces visitaba a su maestro Zen favorito para estudiar con él, y parecía que se llevaban bien. El hecho de ser primer ministro parecía no afectar su relación, que
    parecía ser la de un venerado profesor y un respetuoso alumno. Un día, durante su visita usual, el Primer Ministro le preguntó al maestro, \”¿Su Reverencia, qué es el egoísmo de acuerdo al Budismo?\” La cara del maestro se volvió roja, y con una voz condescendiente e insultante, le respondió, \”¿qué clase de pregunta estúpida es esa?\” Esta respuesta
    inesperada impactó tanto al Primer Ministro que se quedó callado y furioso. El maestro Zen sonrió y dijo, \”ESTO, Su Excelencia, es egoísmo\”.

    Fuente: http://www.holabondia.net/components/com_docman/dl2.php?archive=0&file=SGlzdG9yaWFzX1plbi5wZGY=

  2. Lux dice:

    [color=#ADD8E6][size=]Las puertas del cielo[/size]

    Un guerrero, un samurai, fue a ver al Maestro Zen Hakuin y le preguntó: \”¿Existe el infierno? ¿Existe el cielo? ¿Dónde están las puertas que llevan a ellos? ¿Por dónde puedo entrar?\”.

    Era un guerrero sencillo. Los guerreros siempre son sencillos, sin astucia en sus mentes, sin matemáticas. Sólo conocen dos cosas: la vida y la muerte. El no había venido a aprender ninguna doctrina; sólo quería saber dónde estaban las puertas, para poder evitar la del infierno y entrar en el cielo. Hakuin le respondió de un amanera que sólo un guerrero podía haber entendido.

    \”¿Quién eres?\”, le preguntó Hakuin.

    \”Soy un samurai\”, le respondió el guerrero. En Japón, ser un samurai es algo que da mucho prestigio. Quiere decir que se es un guerrero perfecto, un hombre que no dudaría un segundo en arriesgar su vida. \”Soy un samurai, un jefe de samuráis. Hasta el Emperador mismo me respeta\”, dijo.

    Hakuin se rió y contesto: \”¿Un samurai, tú? Pareces un mendigo\”.

    El orgullo del samurai se sintió herido y olvidó para qué había venido. Saco su espada y ya estaba a punto de matar a Hakuin cuando éste le dijo\”: Esta es la puerta del infierno. Esta espada, esta ira, este ego, te abren la puerta\”.

    Esto es lo que un guerrero puede comprender. Inmediatamente el samurai entendió. Puso de nuevo la espada en su cinto y Hakuin dijo: Aquí se abren las puertas del cielo\”.

    El cielo y el infierno están dentro de ti. Ambas puertas están dentro de ti. Cuando te comportas de forma inconsciente, estás a las puertas del infierno; cuando estás alerta y consciente estas en las puertas del cielo.

    La mente es el cielo, la mente es el infierno y la mente tiene la capacidad de convertirse en uno de ellos. Pero la gente sigue pensando que existe en alguna parte, fuera de ellos mismos… El cielo y el infierno no están al final de la vida, están aquí y ahora. A cada momento las puertas se abren…en un segundo se puede ir del infierno al cielo, del cielo al infierno.

    *

    fuente: http://www.oshogulaab.com/ZEN/TEXTOS/PUERTASCIELO.htm

  3. Lux dice:

    [color=#4169E1][size=]El mudo y el papagayo [/size]

    Un novicio preguntó a Zu Shou: Digamos que un individuo se ilumina pero no consigue expresarse con palabras, ¿con qué puede ser comparado?
    -Con un mudo que prueba la miel.
    -Digamos que un individuo todavía no ha alcanzado la Iluminación, sin embargo se expresa (al respecto) con palabras floreadas, ¿con qué puede ser comparado?
    -Con un papagayo parlanchín

    *

    Fuente: http://www.oshogulaab.com/ZEN/TEXTOS/HISTORIAS1.htm

  4. Lux dice:

    El pasado quedó atrás,
    el futuro aún no ha llegado,
    el presente se nos escapa;
    las cosas cambian continuamente, sin ningún fundamento firme;
    tantos nombres y palabras confusamente creados por sí mismos,
    ¿cuál es la utilidad de la vida, que transcurre inútilmente día a día?
    No retengas tus viejas ideas; no persigas tus nuevas fantasías;
    sincera e incondicionalmente, indaga y reflexiona en tu interior;
    indagar y reflexionar, reflexionar e indagar,
    hasta que llega el momento en ya no son posibles más indagaciones;
    ése es el momento en que podrás comprender
    que durante todo tu pasado has estado en el error.

    Ryokwan