Notas sobre la figura femenina

La viejecita servicial y el hada madrina son personajes familiares al reino de las hadas europeo; en las leyendas cristianas de los santos ese papel lo representa generalmente la Virgen. La Virgen puede interceder para ganar la merced del Padre. La Mujer Araña con su tela puede dominar los movimientos del Sol. El héroe que llega bajo la protección de la Madre Cósmica no puede ser dañado. El ovillo de Ariadna devolvió a Teseo sano y salvo de la aventura del laberinto. Esta es la fuerza guía que corre por la obra de Dante en las figuras femeninas de Beatriz y la Virgen, y que aparece en el Fausto de Goethe sucesivamente como Gretchen, Helena de Troya y la Virgen. “Eres… vivo manantial de esperanza – reza Dante al final del feliz pasaje a través de los peligros de los Tres Mundos-. Eres tan grande, señora, y tanto vales, que todo el que desea alcanzar alguna gracia y no recurre a ti, quiere que su deseo vuele sin alas. Tu benignidad no sólo socorre al que te implora, sino que muchas veces se anticipa espontáneamente a la súplica. En ti se reúnen la misericordia, la piedad, la magnificencia, y todo cuanto bueno existe en la criatura”. [ Dante, “Paraíso”, XXXIII,12-21]

Joseph Campbell, El Héroe de las Mil Caras, pp.72

« (Previous Post)
(Next Post) »

Comments are Closed