RECUPEREMOS LA LENGUA Y CULTURA IÑATO: RUFINO BENÍTEZ REYNA

RECUPEREMOS LA LENGUA Y CULTURA IÑATO: RUFINO BENÍTEZ REYNA

Ángel Trejo

Zitácuaro, Michoacán.- La palabra mazahua pertenece a la lengua mexica y quiere decir “lugar donde abunda el venado”, pero tal término no sólo designa una región habitada por mexicas sino también a un pueblo indígena diferente con lengua y cultura propias: los jñato, vocablo que en español significa “gente que habla”.

La etnia jñato se le ha aplicado el nombre mexica de una región antiguamente dominada por los aztecas -como ocurrió con gran parte de las culturas de Mesoamérica, de Zacatecas a Yucatán y Nicaragua y por razones históricas claramente definibles, o simplemente por costumbre y conformidad, dicho pueblo ha aceptado que así lo llamen.

“A los jñato no nos molesta que nos llamen mazahuas, pero el nombre verdadero de nuestro pueblo es jñato y lo correcto sería que se nos llamara con nuestro nombre propio”, dijo el maestro Rufino Benítez Reyna, autor de un vocabulario básico de su lengua (Jñaa Jñato), poeta y compilador de un libro de cuentos y una antología de poemas, cantos y fiestas en jñato.

Benítez, promotor y supervisor de escuelas bilingües en la región mazahua de Michoacán, no plantea esta reivindicación como una propuesta fundamental para el movimiento de recuperación de la lengua y la cultura jñato, pero sí la considera importante para el propósito urgente de atajar el acelerado proceso de desuso en que últimamente está cayendo su lengua madre.

De acuerdo con información extra-oficial el número aproximado de hablantes de jñato o mazahua es apenas superior a los 30 mil en 14 municipios de los estados de México y Michoacán, incluidos los migrantes en el Distrito Federal. Sin embargo muchas de estas personas sólo son “oyentes” y no hablantes de jñato, porque la entienden pero no la hablan ni quieren hacer el esfuerzo de hacerlo.

Este es un fenómeno cultural frecuente en jóvenes indígenas bilingües de otras etnias de la República al que no fue ajeno el mismo Benítez Reyna, quien de niño y adolescente en Crecencio Morales, su comunidad natal, entendía bien la lengua de sus padres pero sólo empezó a hablarla hasta que inició estudios especializados de docencia indígena y lingüística en su calidad de maestro rural.

El maestro Benítez Reyna ve detrás de este problema el inevitable e intenso intercambio con la cultura mestiza al que están sujetos los niños y jóvenes indígenas, con la consecuente pérdida de su identidad étnico-lingüística, pero advierte que existen diversas formas de frenar tal proceso con base al fuerte movimiento indigenista desatado en 1994 ahora impulsado por el actual gobierno federal.

“El camino está en la enseñanza bilingüe, en el uso sistemático de nuestra lengua por parte de los niños y en la adecuada valoración de nuestras expresiones culturales a través de la literatura, la música, las fiestas tradicionales y la producción artesanal”, afirmó el maestro, quien tiene diez años de trabajo en esta empresa de rescate en los municipios de Zitácuaro, Ocampo, Tuxpan y Tlapujahua.

En Michoacán, de acuerdo con datos del propio Benítez Reyna, hay unos tres mil hablantes de jñato y un número similar de personas que lo entienden pero no lo hablan. Entre los primeros se encuentran adultos con más de 30 años de edad y entre los segundos niños, adolescentes y jóvenes. La tarea estratégica, por lo mismo, está localizada en estos últimos segmentos sociales.

En el Estado de México la situación es parecida. El jñato es todavía hablado por unas 24 mil personas en alrededor de diez ayuntamientos –Temascalcingo, Atlacomulco, Ixtlahuaca, San Felipe del Progreso, Villa Victoria, Villa Allende, Donato Guerra y parte de los municipios de Ixtapan del Oro, Valle de Bravo y Jiquipilco- y entendido por una proporción igual de jóvenes.

El método empleado por los maestros bilingües de jñato-español consiste en enseñar las materias obligatorias de educación básica (pre-primaria, primaria y secundaria) en ambas lenguas y promover en niños y jóvenes la lectura de textos literarios y cantos exclusivamente escritos en jñato (sin traducción al español), así como juegos y fiestas tradicionales de su propia cultura.

Este es el caso de dos de los libros compilados por Benítez Reyna (La antología de fiesta, poesía, canto y cuento en lengua mazahua y Cuentos en lengua mazahua) publicados en 1997, 1998 y el año 2000 con respaldo de los gobiernos federal y estatal de Michoacán, la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas (DGCPI) y el Programa de Apoyo a Culturas Populares y Comunitarias (PACMYC) de Conaculta.
El Vocabulario Mazahua (Jñaa Jñato), también de la autoría del maestro Benítez, tiene como objetivo la enseñanza bilingüe y contiene cerca de 500 palabras en jñato y español que representan los conceptos de mayor uso cotidiano: integrantes de la familia, lugares, números, cuerpo humano, colores, instrumentos de trabajo, animales, días, pronombres y un alfabeto elemental.
Este se basa en el alfabeto latino con los sonidos equivalentes al jñato, lengua de pronunciación fundamentalmente nasal y gutural que obliga a su representación gráfica con letras combinadas como chj, jm, jñ, jn, kj, mb, nj, pj, tr y ps. La lengua jñato está emparentada con el hñahñú u otomí, matlazinca, tlahuica, zapoteco y mixteco, éstos últimos hablados en Oaxaca.
Los esfuerzos de Benítez por rescatar la lengua de su pueblo están asociados a una intensa movilización de otros muchos poetas, músicos y maestros que están traduciendo y adaptando al jñato expresiones de las culturas mestiza nacional e internacional (textos literarios, cantos, canciones populares, teatro, etc) para que niños y jóvenes no sientan que se pretende retrotraerlos al pasado o frenarlos en su presente-
“Estamos induciéndolos a mirar hacia nuestra cultura pero no para regresar al pasado, sino para que conozcan su lengua y nuestros valores culturales y puedan proyectarse hacia el futuro como orgullosos jñato o mazahuas. Estamos en el inicio de este trabajo, quizás cometiendo algunos errores, pero estamos tratando de ocupar los espacios que se están abriendo”, comentó finalmente el joven maestro.
Ejemplo de la alta calificación intelectual, moral y artística de Rufino Benítez Reyna, joven de 34 años, es el siguiente poema inédito, que escribió en su lengua materna y luego tradujo al español. En el tema de Agua de manantial se advierte la profundidad de su pensamiento, la sencillez de su expresión poética y una sutil alusión al drama de extinción que vive su pueblo

2 Commentsto RECUPEREMOS LA LENGUA Y CULTURA IÑATO: RUFINO BENÍTEZ REYNA

  1. Dark Crow dice:

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  2. Dark Crow dice:

    La palabra Mazahua es un vocablo Nahua que significa “gente del venado” . Las raíces del pueblo Mazahua provienen de la fusión racial y cultural de los asentamientos tolteca-chichimecas.

    UBICACIÓN GEOGRÁFICA

    El pueblo Mazahua O jñatjo es el más numeroso de la entidad, al haber identificado el Censo del 2000 a 101,789 personas hablantes de su lengua (46,709 hombres y 55,080 mujeres). Se encuentra asentado en la región noroccidental y centro-occidental del Estado, mayoritariamente en 13 municipios rurales que son: Villa Victoria, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Villa de Allende, Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca, Temascalcingo, El Oro, Jocotitlán, Atlacomulco y Valle de Bravo. Desde principios del siglo XVI, los Mazahuas han ocupado esta zona, que está integrada por una serie de montañas, lomas y valles en los que predomina el clima frío.

    De los municipios donde se asienta el pueblo Mazahua, nueve tienen un alto grado de marginación: Villa Victoria, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Villa de Allende, Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca y Temascalcingo; dos un grado medio: El Oro y Jocotitlán; y dos un grado bajo de marginación: Atlacomulco y Valle de Bravo, lo que significa que se trata de una región y un pueblo con grandes necesidades sociales y económicas. Algunos de esos municipios como, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Villa Victoria y Villa de Allende, tienen población predominantemente Mazahua.

    En los 13 municipios citados se localizan 427 comunidades con 10 y más hablantes de 5 años y más, de la lengua Mazahua.

    ACTIVIDAD ECONÓMICA

    La economía de las comunidades Mazahuas se basa en la agricultura de bajo rendimiento, particularmente de maíz, cuyo cultivo constituye su actividad económica fundamental, la cual se complementa con los ingresos obtenidos por elaboración de artesanías, alfarería, así como los que consigue la población migrante, en actividades de los sectores secundario y terciario en las ciudades.

    La falta de empleos, el bajo rendimiento de la parcela agrícola y la presión demográfica, son causa de la migración tanto temporal como permanente, de hombres y mujeres Mazahuas hacia los centros urbanos, principalmente a las zonas metropolitanas de las ciudades de Toluca y México.

    SERVICIOS CON QUE CUENTA EL PUEBLO MAZAHUA

    En materia educativa, la población Mazahua tiene dificultades –originadas por causas económicas y sociales– para concluir la educación primaria, lo que genera elevados índices de deserción escolar. Por ello se reduce el número de jóvenes Mazahuas que estudian la secundaria; y, más aún, el de los que continúan y concluyen su instrucción media superior o superior .

    En lo que respecta a salud y asistencia médica, en la región Mazahua el gobierno ha realizado continuos esfuerzos para dotar de este servicio a las comunidades que se localizan más allá de las cabeceras municipales. Sin embargo, los programas no han podido responder a la dimensión de las necesidades reales de la población, debido al número, dispersión y difícil acceso a las comunidades, así como a la falta de recursos humanos y presupuestales suficientes. El alto índice de fecundidad Mazahua tiene su origen en factores como, la reducida aceptación que hasta ahora han tenido los programas de planificación familiar, al analfabetismo y las condiciones de pobreza en que viven la mayoría de las familias; así como en factores de carácter sociocultural, que limitan el avance de dichos programas.

    Para el año 2000, los servicios en la vivienda, de las 427 comunidades indígenas mazahuas, tenían un déficit de hasta el 100%, un total de 49 comunidades en drenaje, 35 en agua entubada y 3 en energía eléctrica. En las comunidades donde existen estos servicios es necesaria su ampliación, mantenimiento y/o rehabilitación.

    VESTIMENTA TRADICIONAL DEL PUEBLO MAZAHUA

    Foto: Colegio de Lenguas y Literatura Indígena.

    El vestido de la mujer Mazahua, que constituye una preservación cultural, está compuesto de falda de manta blanca que remata con bordados de motivos zoomórficos o florales. Sobre esa falda, usa otra de satín, de colores fuertes, como el amarillo, el rosa mexicano, el morado, el verde, el lila y el azul rey. La mujer Mazahua también utiliza una faja de lana muy larga, hecha a mano, que alcanza para darle varias vueltas a su cintura. La blusa es del mismo material y color que los de la falda. El vestido se adorna con un collar de cuentas de papelillo, de numerosos hilos, cuyo color contrasta con el de aquél. El adorno se complementa con grandes arracadas de filigrana y con cintas que utiliza en sus trenzas, que pueden ser de color rojo, verde o guinda.

    USOS Y COSTUMBRES DEL PUEBLO MAZAHUA

    El pueblo Mazahua ha conservado sus expresiones culturales mediante la lengua, su patrimonio la tradición oral, la música, la danza y las artesanías; su forma de vestir, su visión del mundo y sus prácticas rituales y religiosas, las cuales han sido transmitidas de una generación a otra, y más recientemente en su Centro Ceremonial. La lengua materna constituye el principal vínculo de comunicación e identidad dentro de la familia y la comunidad. Sin embargo, cada vez son más frecuentes los casos de niños que ya no aprenden o que ya no hablan su lengua materna.

    En la organización social tradicional de las comunidades Mazahuas, destacan las figuras vinculadas a sus prácticas religiosas, como los mayordomos, fiscales y mayordomitos, que son elegidos de acuerdo a sus costumbres y con la periodicidad que marca el cargo. Sus funciones, por lo general se refieren a la organización de sus ritos y festividades.

    Otra característica importante lo constituye la “faena” que es una forma de organización para realizar trabajos o acciones comunitarias.

    La unidad social entre los mazahuas la constituye la familia, que puede ser nuclear o extensa. Entre ellos un compromiso de matrimonio requiere de por lo menos tres visitas previas a la casa de la novia, por parte de la familia del novio.