Defensa Psíquica

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El estrés

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Enfrentarse a los problemas y situaciones imprevistas: El estrés nuestro de cada día

Siempre que las respuestas de estrés se repiten con mucha frecuencia o intensidad, el organismo encuentra dificultades para recuperarse y se manifiestan trastornos médicos y psicológicos asociados

Raro es el día en que la palabra estrés no forme parte de nuestro vocabulario habitual. Algunos expresan así sus penas laborales, otros lo hacen para pedir ayuda y muchos más de los que pensamos recurren a este vocablo para despertar admiración: “qué persona más exitosa y ocupada”, es su frase. En lo que casi todos coinciden, sin embargo, es en que el nivel de estrés actual está por encima del deseable. Pero, ¿las personas que dicen estar estresadas lo están de verdad? Se vive una situación de estrés cuando una persona percibe que las demandas de su entorno y los retos que se ha impuesto superarán sus capacidades para afrontarlos con éxito y que esta situación pondrá en peligro su estabilidad. Es decir, cuando anticipamos el fracaso y no nos conformamos (y cuando lo hacemos solemos deprimirnos), tendemos a estresarnos.

El estrés como aliado

El estrés se ha convertido en un compañero de viaje habitual en nuestras vidas. No sólo no puede evitarse, sino que facilita la adaptación a cualquier cambio que irrumpa en nuestro entorno. Esta forma de reaccionar ante problemas, demandas y peligros, viene predeterminada por una actitud innata de lucha/huida heredada de nuestros antepasados: sobrevivieron aquellos que, ante situaciones amenazantes para su integridad física (ver un enemigo) o que informaban de la posibilidad de obtener un beneficio (cobrar una presa), mejor activaban su organismo. Dilatación de pupilas para aumentar la visión periférica y permitir una mayor entrada de luz en la oscuridad, músculos tensados para reaccionar con más velocidad y fuerza, aumento de la frecuencia respiratoria y cardiaca para mejorar la oxigenación y aportar mayor flujo de sangre al cerebro y al resto de órganos vitales, son algunos de los cambios que les proporcionaba una clara ventaja sobre sus enemigos y sus presas.

Este complejo mecanismo de adaptación se ha perpetuado hasta nuestros días gracias a la selección natural. Si bien en la actualidad los peligros han cambiado de tercio, seguimos recurriendo a este recurso para garantizar el éxito en nuestra adaptación a las constantes alteraciones de nuestro entorno. Una mayor activación fisiológica y cognitiva nos permite percibir mejor y con más rapidez la situación, seleccionar la conducta más adecuada y llevarla a término de la forma más rápida e intensa posible.

Pero el inconveniente de este fabuloso mecanismo de adaptación es que genera un importante desgaste del organismo y un alto consumo de energía, por lo que es necesario desarrollar unos cuidados y un periodo de recuperación del que no siempre somos conscientes.

El estrés inútil

Siempre que las respuestas de estrés se repiten con mucha frecuencia o intensidad, o durante un prolongado periodo de tiempo (estrés crónico), el organismo encuentra dificultades para recuperarse y se manifiestan trastornos médicos y psicológicos asociados. Algunos autores llegan a considerar el estrés como causa directa o indirecta de más del 75% del total de consultas médicas.

La dificultad para detectar las señales de estrés y ‘desactivarlas’ para prevenir daños al organismo es cada día más habitual. Uno de los motivos es que nos hemos ido acostumbrando a un ritmo de vida acelerado que consideramos imprescindible para tener éxito, es decir, una conducta ocasional se convierte en un estilo de vida. Las respuestas de estrés también son “desadaptativas” cuando una situación no requiere un nivel tan elevado de activación e interfiere en la emisión de una respuesta adecuada, y el nivel de activación se mantiene (no ‘desconectamos’) a pesar de que la situación estresante ha desaparecido.

A todo ello hay que añadir que nos encontramos estresados cuando aparecen consecuencias negativas desde el punto de vista médico y psicológico, como aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca, liberación de triglicéridos y colesterol en plasma, irritación gástrica, supresión del apetito y desarrollo de sentimientos asociados a depresión, indefensión, o de desesperanza y de pérdida de control.

Causas de nuestro estrés cotidiano

Posponer la toma de decisiones. La engañosa tranquilidad que nos invade cuando ‘dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy’, no nos deja ver que nuestro cerebro seguirá activado por ese problema y que las tareas se acumulan hasta que la situación nos sobrepasa.

No desconectar de nuestros problemas y trasladarlos de un ámbito a otro. Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa. Intentar acabar un informe mientras estamos con nuestros hijos no sólo nos estresa sino que reduce en gran medida nuestra eficacia.

Me ‘preocupo’ en vez de me ‘ocupo’. Conviene recordar que ‘lo perfecto es enemigo de lo bueno’. En demasiadas ocasiones no se halla la solución perfecta, sino la mejor de las posibles o, incluso, la menos mala.

Los otros y sus necesidades. También las demandas de los otros, sus ritmos de vida, las expectativas que nos crean y cómo nos responsabilizamos en exceso de sus problemas contribuyen a crear estrés. Aunque resulte duro, la única manera de dejar crecer y madurar a los demás es que se enfrenten a sus dificultades.

No delegar. ‘Si quieres hacer algo bien, hazlo tú mismo’ dice el saber popular. Lo que no dice es que aplicado con desmesura, uno acaba agotado y enfermo. Invertir en enseñar a los demás y darles confianza es una fórmula para llegar al mismo sitio por caminos diferentes.

Más tareas y más objetivos. El tiempo no es elástico ni nuestras energías inagotables. La mayor dificultad en tomar una decisión es la inevitable renuncia a tomar cualquier otra diferente. Si queremos hacer algo nuevo, tendremos que dejar de hacer algo que ya estamos haciendo.

No saber jerarquizar. Cuando las tareas nos sobrepasan, tendemos a realizar las más asequibles y sencillas, y por ello exitosas, en lugar de atender a las que son más importantes para nosotros. La sensación al final del día es que se está agotado sin haber hecho ‘nada’.

No compartir los problemas y las emociones. Siempre que hablamos de nuestros problemas les damos forma y los comprendemos mejor. Y si el contexto es de apoyo, nos permite transformarlos en aceptables e integrables.

Utilizar estimulantes de forma masiva. Café, tabaco, té o colas aumentan el nivel de activación del organismo, pero también lo estresan.

Parálisis del sueño

[url=http://es.wikipedia.org/wiki/Par%C3%A1lisis_del_sue%C3%B1o]http://es.wikipedia.org/wiki/Par%C3%A1lisis_del_sue%C3%B1o[/url]

La parálisis del sueño (PS) es una condición muscular producida por la atonía que tiene lugar mientras la persona duerme. Se observa mayoritariamente en los momentos en que el individuo está despertándose o quedándose dormido, o comenzando una fase REM del sueño.

Según la Clasificación Internacional de Trastornos del sueño, la parálisis del sueño consiste en un periodo de inhabilidad para realizar movimientos voluntarios al inicio del sueño (hipnagógica o forma predormital) o al despertarse ya sea durante la noche o la mañana (hipnopómpica o forma postdormital).

La parálisis es totalmente normal y se produce cada vez que uno duerme. Es el mecanismo natural de defensa del organismo para evitar el “escenificar físicamente los ensueños”, lo cual podría resultar dañino y peligroso para el individuo dormido (sonambulismo).

Normalmente no estamos conscientes en ese estado, pero algunos individuos son susceptibles de sufrir episodios de parálisis estando conscientes. Esto puede ocasionar que el individuo mezcle sensaciones reales del entorno que le rodea con cualquier tipo de alucinación producida por un sueño, como puede ser sentir una sensación de ahogo o dificultad para respirar, con opresión del pecho, palpitaciones y otras sensaciones de origen fisiológico. Esta parálisis, acompañada por temor en la persona que la padece, se conoce como pesadilla, en el sentido clásico de la palabra.

En este estado, el sujeto se siente incapaz de realizar cualquier movimiento o de hablar, pero está plenamente consciente de su situación y de lo que ocurre en su medio ambiente circundante, ya que puede oír, oler o percibir sensaciones táctiles, incluso ver si tiene los ojos abiertos.

Prevalencia

La parálisis del sueño es un fenómeno extremadamente común que ocurre por lo menos una vez en la vida en el 40 a 50 por ciento de los sujetos normales. Sin embargo, como un problema crónico es mucho menos común. La parálisis del sueño de tipo familiar en individuos sin ataques de sueño o cataplexia es excepcionalmente poco frecuente, con sólo unas pocas familias descritas en la literatura. Del 17 al 40 % de los narcolépticos han reportado tener parálisis del sueño.

Puede aparecer de manera aislada en individuos sanos, en una forma familiar que es transmitida genéticamente, y como uno de los síntomas clásicos de la narcolepsia. Los casos aislados ocurren más frecuentemente al levantarse, mientras que en la forma familiar y en la narcolepsia, la parálisis es más común al inicio del sueño.

Alucinaciones más comunes

La Parálisis del sueño comúnmente se presenta con un conjunto de alucinaciones básicas que suelen ser experimentadas por la mayoría de las personas que han sufrido un episodio de PS. Estas alucinaciones ocurren solas o en varias combinaciones con o sin elaboración narrativa explícita. Una presencia puede, por ejemplo, ocurrir sola o con voces, o apariciones visuales, y, con menos frecuencia, con sensaciones de flotar o experiencias fuera del cuerpo (EFC). Si cuando sucede el individuo tiene los ojos abiertos, puede incluso llegar a ver el lugar donde se encuentra distorsionado, girado o torcido. Algunas veces, los episodios alucinatorios más complejos pueden tener una interpretación coherente, pero son a menudo experimentadas como sensaciones aisladas, incoherentes y desorientadoras.

Alucinaciones auditivas

Las alucinaciones auditivas durante la PS son extremadamente diversas. Aunque al parecer una cualidad domina a toda esta diversidad: Los sonidos son claramente experimentados como externos al oyente más que “en la cabeza”. Muchos de los sonidos son muy elementales. A menudo las experiencias auditivas son descritas como zumbidos, chillidos, siseo, rugidos, ráfagas, chirridos, crujidos, vibraciones y silbidos. Estos sonidos son a veces descritos como muy ruidosos y mecánicos.

Otro tipo de alucinación auditiva muy frecuente, es la de voces, que se experimentan como si fueran producidas externamente pero carecen de sentido. Las voces pueden ser experimentadas como gritos o susurros pero, en cualquier caso el sentido de lo que se está diciendo es elusivo. Las voces son descritas como muy enredadas o de otro idioma. En los casos en que las voces son comprensibles su mensaje es muy simple y directo, pueden simplemente llamar al nombre del que duerme, pero más a menudo, amenazan, advierten, ordenan, piden ayuda o se rien.

Alucinaciones visuales

Las alucinaciones visuales varían bastante, pueden ir desde imágenes muy detalladas y vívidas hasta muy vagas e indefinidas. Las siluetas humanas son muy comunes y usualmente están vestidas de negro, no necesariamente se tiene que ver a un extraño o algo no definido, ya que se han dado casos en que se ve a familiares, amigos e incluso mascotas. No es raro que estas figuras sean confundidas con intrusos de carne y hueso.

Las figuras que producen miedo suelen ser estereotipos, es decir, esqueletos, fantasmas, demonios, La muerte, etc.

Alucinaciones táctiles

Las alucinaciones táctiles son de las experiencias más comunes y parecen estar relacionadas con la alucinación de La Presencia. Sentir que se es agarrado de las muñecas y de las manos es bastante común.

La Presencia

Una de las experiencias asociadas con PS reportada más comúnmente es la de sentir una presencia, es también la experiencia menos específica y tal vez la más fundamental de las Experiencias Hipnagógicas e Hipnopómpicas. La Presencia es más como estar consciente de que hay una persona o una cosa en la habitación. Además, está la convicción de que esta entidad existe afuera e independientemente de la persona. La sensación de una presencia puede ser muy fuerte y claramente parece ser bastante real. En algunos casos la presencia puede ser descrita como “invisible”. Sin embargo, más comúnmente es simplemente “oculto”, es decir, la persona siente que si sólo pudiera voltearse podría ver lo que se está ocultando y ahora mismo está “fuera de vista”.

Aún sin ninguna otra información, muchas personas parecen tener una intuición inmediata de que la presencia es alguien o algo a lo que se le debe temer. Se interpreta comúnmente que la presencia tiene una intención malévola. Algunas descripciones no pasan de un sentimiento de temor y de miedo a una muerte inminente provocado por esta presencia.

La subida del muerto, la vieja bruja

La gente reporta frecuentemente dificultades para respirar durante la PS. Esto tiende a ser asociado con sensaciones de presión en el pecho, opresión alrededor del cuello y sensaciones de sofocación, es esta sensación a la que se le denomina (en muchos países hispanohablantes) como “la subida del muerto”, en la literatura inglesa se la conoce como “la vieja bruja” (Old Hag).

Las percepciones de dificultades para respirar probablemente llegan como una consecuencia directa de la parálisis de los músculos voluntarios. Aunque una respiración automática superficial continúa cuando la persona intenta, sin éxito, respirar voluntariamente, esto puede provocar pánico referente a una posible sofocación.Cuando la sensación de una presencia es asociada con sensaciones de presión y dificultad para respirar puede ser más frecuentemente asociado con pensamientos explícitos de muerte inminente.

Los sentimientos de sofocación también pueden ser inducidos por hipoxia e hipercapnia relacionadas con el sueño REM. Esta inhabilidad para “recobrar el aliento” a menudo genera sentimientos de pánico relacionados con la posibilidad de morir por sofocación.

como puedo desconectarme y no estar drenada todo el tiempo

[color=#FF0000][color=#4B0082]Tengo el problema de conectarme a las personas, osea de cuando estoy cerca de ellas sentirlas, ver cosas etc. Eso me afecta y me pone mal, (me mareo, me siento cansada).
Es automático, y no se como desconectarme.

Como puedo distinguir un ataque Psiquico?

Hola,

Este verano lo pase un poquillo mal por no saber distiguir un ataque psiquico . Me gustaria saber si hay alguno incidios que se deberian tener en cuenta para que no te pillen desprevenido.

Ya se que tiene que haber une sfuerzo previo, estoy en ello, pero no deseo que me vuelva a pasar algo por el estilo mientras avanzo.

Un Saludo

Videntes y crimen organizado un nuevo fenómeno delincuencial

[url=http://manuelcarballal.blogspot.com/2007/11/videntes-y-crimen-organizado-un-nuevo.html]http://manuelcarballal.blogspot.com/2007/1…o-un-nuevo.html[/url]

domingo 3 de febrero de 2008
Videntes y crimen organizado: un nuevo fenómeno delincuencial

Les seguía el rastro la policía de Santander, Zaragoza, La Coruña, y Córdoba, ciudades por donde habían dejado su rastro de víctimas, pero fueron agentes del Grupo de Delitos Económicos de la Policía Nacional de Palma de Mallorca, los que el pasado mes de octubre establecieron un operativo de vigilancia en torno al nuevo domicilio de la banda. Los agentes esperaron el tiempo que fue necesario hasta confirmar que, según las informaciones que llegaban de varias comisarías de la península, el clan de los “santeros”, todos ellos brasileños, se había reunido al completo con Dora N., alias “Esmeralda”, y entonces procedieron a la redada de todo el grupo. El saldo, siete detenidos, más 3 menores, uno de ellos, también sospechoso de haber colaborado en las estafas.

Durante la inspección ocular del domicilio donde fueron detenidos los integrantes del clan de “santeros”, se incautaron casi más de 70.00 euros, presuntamente fruto de las 3 últimas estafas que habían cometido en la capital balear. Según los denunciantes mallorquines, a uno le habían cobrado 40.000 euros por un complejo ritual contra el supuesto “mal de ojo” que lo atormentaba; a otra de las víctimas 20.000 y 10.000 a una tercera. Además, el registro domiciliario descubrió un amplio muestrario de fetiches mágicos e imágenes de santos, que utilizaban en sus rituales. También se encontraron gran cantidad de joyas y objetos de valor, empeñados por algunos de los clientes estafados, para hacer frente a las costosas facturas requeridas por los videntes para abonar los rituales mágicos que deberían solucionar todos los problemas de los consultantes.

No era la primera vez que los agentes del grupo de Delitos Económicos se enfrentaba a casos de este tipo. En octubre de 1991, según consta en mi archivo, la misma policía de Palma de Mallorca ponía a disposición judicial a cuatro videntes brasileños que habían timado más de 11.000.000 de pts. a varios clientes. Los cuatro brujos, que utilizaban indistintamente los nombres de Madoca, Sara, Teresa, Marisa, Devora y Donarosa, mantenían consulta de astrología, tarot, espiritismo, etc, en Mahon, Manacor, Can Picafor y Palma.

Los detenidos fueron conducidos inmediatamente a los Juzgados de la Via Alemania, en Palma de Mallorca, mientras que los niños fueron puestos bajo la jurisdicción del servicio de protección de menores.

Concluía así el último caso de “estafadores en serie” que ha dejado un amplio rastro de victimas en casi media docena de ciudades españolas pero, lejos de los conocidos precedentes de falsos videntes que engañan a sus clientes, este caso nos permite comprender la evolución de los fraudes paranormales que se esta detectando policialmente en España, y resto de Europa, en los últimos cinco años.

Organizaciones criminales de videntes

Desde el punto de vista jurídico y policial se entiende por “crimen organizado”, según la última concordancia legal realizada por Naciones Unidas, “…las actividades colectivas de tres o más personas, unidas por vínculos jerárquicos o de relación personal, que permitan a sus dirigentes obtener beneficios o controlar territorios o mercados, nacionales o extranjeros, mediante la violencia, la intimidación o la corrupción…”

Por otro lado, el capítulo VI del Código Penal español, en su sección 1ª “de las estafas”, dice: “Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno ”. (Articulo 248)

Y mientras tradicionalmente las estafas esotéricas eran cometidas por individuos aislados que realizaban el timo personalmente o, en el mayor de los casos, con la colaboración de un cómplice, en los últimos años los analistas de este tipo de criminalidad hemos detectado una evolución es este tipo de delitos, y es la creación de bandas o colectivos, de tres o mas individuos, con conspiran utilizando la violencia, la intimidación o la corrupción, para cometer los delitos de estafa en el contexto mágico y esotérico.

Uno de los primeros casos se produjo en Barcelona, hace ya más de 15 años, cuando un grupo de inmigrantes latinoamericanos, fundamentalmente argentinos, fueron puestos a disposición judicial tras ser detenidos en la ciudad condal, acusados de numerosas estafas. El modus operandi de los timadores consistía en abrir varias consultas esotéricas en la provincia de Barcelona. Uno de los encausados se especializaba en astrología, otro en tarot, otro en quiromancia, etc. Cuando el cliente acudía a cualquiera de los estafadores este, tras cobrarle la consulta, le aseguraba que su problema era demasiado grave y que iban a necesitar la colaboración de un colega, experto en otra disciplina esotérica mas poderosa. El cliente acudía a la consulta del cómplice, pagando una nueva cantidad, y era de nuevo remitido a otro cómplice, experto en otra habilidad mágica más poderosa, y más cara, que quizás podría ayudarle… y así hasta que el desafortunado desembolsaba hasta el último céntimo. Para alentar su credulidad los estafadores usaban burdos trucos de ilusionismo que hacian pasar por poderes mágicos.

Después del año 2000 se produjo un incremento en este tipo de casos, asociados con frecuencia a redes de inmigración ilegal. Por ejemplo, varios “doctores parapsicólogos” cubanos, fueron detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía especializados en sectas, en Oviedo, tras haber recibido la denuncia de una vecina de Gijón de 74 años, a quienes los falsos parapsicólogos cubanos habían estafado ya cientos de miles de euros.

En 2004, también agentes del CNP detienen en Pamplona a varios supuestos “brujos africanos” senegaleses, y a uno de Guinea Conakry que ya habían timado 97.000 euros a varios clientes. Especialmente deleznable el caso de un vecino de Pamplona, con sus capacidades psíquicas alteradas, que estaba dilapidando su herencia familiar con el que la policía califico de “grupo organizado” de estafadores. En el momento de producirse la detención sonó el movil de uno de los componentes de la banda. Se trataba de una vecina de Tafalla que ya había desembolsado quinientos euros y que solicitaba una segunda cita con los falsos brujos.

Un año después era el Grupo de Delincuencia Económica de la Jefatura de Barcelona, así como agentes de la Comisaría de Sabadell, los que desarticulaban una organización de falsos médiums y videntes, que ya había cometido estafas en Tarrasa, Tarragona, Pamplona, Jaen, Oviedo y Burgos. Tan solo en la Comunidad Foral de Navarra, y según los análisis económicos de la Jefatura Superior de dicha comunidad, esta banda organizada había estafado más de un millón de euros. Los siete detenidos eran de origen brasileño.

En otras ocasiones no fue tan sencillo, y las detenciones de estas redes organizadas no se consiguieron de forma tan sencilla, o fue después de largas persecuciones. En los últimos años falsos videntes, curanderos y médiums han pasado a engrosar las listas de “busca y captura” emitidas por la policía española. Como ocurrió en Málaga con el clan de los “Ristitisch” o los “Stefanos”, una organización de ciudadanos de nacionalidad brasileña y etnia gitana que habían instalado su consulta en la Calle San Andres de dicha localidad, dándose a la fuga tras varias estafas y en orden de busca y captura por el Grupo de Fraudes de la Brigada Provincial de Policía. O el caso de la también brasileña Ruth Vacite, cuña orden de busca y captura fue emitida, esta vez, por la policía de La Rioja, tras haber estafado más de 8 millones de las antiguas pesetas ejerciendo como vidente. La mayoría de estos estafadores fomentaba la credulidad de sus víctimas utilizando trucos de ilusionismo, como el diagnóstico con un huevo inyectado de tinta para diagnosticar el mal de ojo, supuesto control sobre el dolor, etc. Cualquier mago puede reproducir todos esos falsos efectos mágicos.

Con el paso de los años, y con la experiencia acumulada por los profesionales de las estafas esotéricas, los métodos se han perfeccionado y los delincuentes de la fe se han vuelto más escurridizos para la policía, y esto nos confirmaban en la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía en La Coruña, varios agentes de la Policía Judicial que trabajaron en el caso de la banda de la “santera”, desmantelada hace pocas semanas en Mallorca.

Según nos informan los policías, y al igual que había ocurrido en Santander, Córdoba o Zaragoza, los miembros de este “clan” de videntes acudieron a la ciudad con un plan muy elaborado para cometer sus estafas. Como en las otras ciudades, alquilaron un piso, en la Diego Delicado, y un bajo, concretamente el local C del número 7 de la calle Alcalde Sanjurjo, y procedieron a la impresión de folletos que varios de los implicados distribuían por las calles, locales y comercios de la ciudad, para reclutar clientes.

Uno de ellos, Renato N. R., contrató además varios anuncios en el principal periódico de la zona, en este caso La Voz de Galicia, que estuvieron publicándose interrumpidamente hasta el pasado 16 de agosto. En los archivos hemos localizado varios de dichos anuncios, con un texto muy parecido al de ofertas similares: “ ESMERALDA. Astróloga y vidente. Hecha las cartas de Tarot, caracoles y videncia de las manos. Trabajos garantizados al 100%.”, o “ Astróloga y Vidente Esmeralda, echa las cartas de Tarot. Caracoles y videncia de las manos. Hace cualquier trabajo. Seriedad y eficacia. Llame para una consulta”….

Algunos de los vecinos del piso y el local de los falsos santeros, que no son víctima de la superstición absurda que hemos encontrado en muchos casos similares: “¿y si le digo algo y me echan un mal de ojo?”, han colaborado con quien esto escribe, facilitándome ejemplares de los “folletos publicitarios” más que dignamente impresos por la banda de la “santera”. Elida Fuentes, vecina del bajo B del local de la banda, recuerda que sus vecinos eran extremadamente discretos y que nunca llamaban la atención. Ni ellos ni sus clientes. Sin embargo otros vecinos nos sugieren que los restos de rituales y ceremonias mágicas encontrados por la policía local en el cercano mirador de la Torre de Hércules, y sobre el que nos informan en el Ayuntamiento de La Coruña que se han abierto diligencias en varias ocasiones, podrían haber sido fruto de esta organización.

Según esta teoría el local, en esa calle especialmente discreta y ubicada a muy corta distancia de la zona donde se han encontrado restos de ceremonias afroamericanas, no habría sido escogido ahí por azar. Ya que permitía desplazar al cliente a una zona especialmente sugerente y discreta, donde elaborar vistosos y aparatosos rituales mágicos, con sacrificios de animales incluidos, que justificasen las abusivas sumas que iban a cobrar, y que además sugestionarían al consultante, haciéndolo más manipulable.

En este caso en concreto, y según la nota facilitada a un servidor por la Comisaría de La Coruña, la banda liderada por “Esmeralda” constituye “un grupo perfectamente estructurado para la comisión de estafas, de las que todos ellos son partícipes ya que se llevan a cabo en el domicilio que habitan todos ellos, se desplazan todos juntos y disfrutan de los bienes ilícitamente conseguidos todos juntos, participando todos de la preparación, soporte, comisión de los hechos y disfrute de los obtenido mediante ellos”. En otras palabras, criminológicamente podríamos hablar, perfectamente, de bandas de crimen organizado cuya especialidad es la estafa esotérica, una nueva modalidad delictiva que, por desgracia, comienza a abundar en Europa.

Criminalidad esotérica

En el número 119 de la revista oficial del Cuerpo Nacional de Policía, quien esto escribe publicaba el resultado de un estudio sobre estafas asociadas a las creencias religiosas realizado en España durante más de un año. Tras publicar anuncios en diferentes medios especializados en temas paranormales, solicitando denuncias de personas que considerasen haber sido estafadas por videntes, pudimos realizar un estudio estadístico sobre los tipos de timo y estafas más habituales en este tipo de criminalidad. En aquel estudio publicado en la revista Policía hace más de 10 años, ya advertíamos sobre un nuevo tipo de engaño que acabábamos de detectar entre el universo de casos recogidos para nuestro informe: los “videntes nómadas”.

Este tipo de timadores establecían sus consultas en hoteles o casas de alquiler, manteniendo el consultorio durante un periodo de dos, cuatro, seis meses, y desapareciendo posteriormente sin dejar rastro, antes de que los clientes insatisfechos pudiesen reclamar. Pues bien, en la nota sobre la banda de la “santera” facilitada por la Jefatura de Policía de La Coruña hace pocos días se detalla el modus operandi de esta organización: “A la llegada a las ciudades: antes de alquilar un piso, se alojan en hoteles, con el fin de conocer “in situ” la ciudad donde van a actuar y así alquilar en barrios, donde estén situados céntricamente y bien comunicados. Realizan una campaña masiva de publicidad, tanto en la prensa local escrita así como mediante regado de pasquines, donde dan a conocer sus servicios a posibles víctimas con problemas personales de diferente índole, al hacerse pasar un miembro de la organización, normalmente mujer, por “videntes” o “curanderos”. Este tipo delincuencial está perfectamente organizado y cada uno de sus miembros tiene una tarea específica en la preparación y ejecución de los hechos que van a perpetrar, siendo normalmente, como ya se ha dicho, las mujeres las que hacen de “astrólogas”, “videntes” o “curaderas”, tratando directamente con sus víctimas, y los hombres en cambio tienen una labor preparatoria previa para determinar la infraestructura necesaria en el lugar de acción. En un periodo corto de tiempo, habitualmente menos de un mes, y tras conseguir dinero o efectos de sus víctimas, se marchan del lugar precipitadamente, lo que dificulta enormemente ser descubiertos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pues las víctimas detectan la estafa una vez que dichas personas se han marchado, presentando acto seguido la correspondiente denuncia, si bien, en algunos casos no llegan ni a denunciar lo sucedido, bien por vergüenza o por miedo a posibles represalias”.

Pero en este caso en concreto, y sólo en la ciudad de La Coruña, al menos 4 víctimas se atrevieron a denunciar las estafas cometidas por esta organización, entre mayo y agosto de este año. Alguna de esas víctimas llegó a entregar en pago joyas familiares, valoradas entre 5 y 18.000 euros, y hasta a solicitar un crédito bancario para poder hacer frente a las minutas de los falsos santeros, que les amenazaban con todo tipo de desgracias, en caso de no realizar los supuestos “trabajitos” mágicos contra el mal de ojo que, supuestamente, pesaba sobre ellos.

Las denuncias por estafas esotéricas en 2007

Según el archivo de estafas esotéricas del autor, en 2007 se ha producido un incremento de operaciones policiales relacionadas con estafas esotéricas. Esto puede sugerir una mayor sensibilidad policial para con este tipo de delitos o bien que el aumento de denuncias es proporcional a un incremento en el numero de estafas cometidas. En febrero, por ejemplo, la Ertzaintza detuvo en Vitoria al “poderoso brujo africano” I. K., de 37 años, que había estafado 31.000 euros a una vecina de San Sebastián, tras someterla a una larga y costosa serie de rituales mágicos, llegando a cobrarle 300 euros por cada uno. Solos unos meses antes la misma policía autonómica de Euskadi había detenido a A. D., de 21 años, denunciado por haber estafado 5.000 euros uno de sus clientes, a través del timo de la “limpieza del dinero”, una de las formas de estafa que más se ha incrementado en España.

En junio agentes del Cuerpo Nacional de Policía detienen en Guadarrama (Madrid) al curandero Jorge Washington C. H., ciudadano ecuatoriano de 51 años, sobre el que ya pesaba una orden de busca y captura tramitada en Estados Unidos, donde el curandero había ejercido también como sacerdote, siendo acusado de abusos sexuales a menores. La detención se produjo en las inmediaciones del Complejo Cultural Residencial de Guadarrama, durante un retiro de “sanación interior”.

En octubre, y mientras el cerco policial se cernía sobre la banda de las “santera” en Mallorca, la Policía Judicial extremeña recibía varias denuncias contra la vidente Clara, una ciudadana brasileña recien afincada en Marida, tras abrir una consulta como vidente. Según el comisario Luis Ochagavia, la vidente había sido acusada de haberse apropiado de grandes sumas de dinero en efectivo, joyas y objetos de valor, de sus clientes.
Sin embargo el caso que ha eclipsado a todos los anteriores este año es el de la “vidente de los famosos”, Cristina Blanco. Conocida por sus intervenciones en televisión, y por contar entre sus clientes con afamados cantantes, actores y políticos, era condenada a 16 meses de cárcel, por el Juzgado de lo Penal nº 2 de Marbella, por el hurto de dinero, tarjetas de crédito y otros objetos de valor a sus clientes. Manuela Blanco, nombre real de la famosa vidente, era administradora única de la sociedad MICRISTA SL, en la que también figura como apoderado su marido Miguel Ángel Muñoz Martínez. Empresa, dedicada al estudio del esoterismo, la videncia, la astrología y el arte de la quiromancia, que gestionaba los ingresos de la vidente, y que le permitió adquirir una casa valorada en 138 millones de las antiguas pesetas en la elitista urbanización madrileña de Fuente del Fresno, y que esta año tuvo que cambiar por los calabozos de Marbella.

El negocio del “escepticismo” y los promotores de los charlatanes

Junto con los “viajes esotéricos” y el “ciber-ocultismo”, el negocio del “escepticismo mediático” es el nuevo modelo de timo paranormal, cada vez más de moda. Lucrativas conferencias, rentables apariciones televisivas y subvenciones universitarias han convertido a exacadémicos o simples aficionados sin titulación, y en paro, en autoriades internacionales sobre cuestiones pseudocientificas. Y al igual que en el caso de los vendedores de misterios, no se requiere ninguna titulación para tan lucrativos negocios.
Pero en algunos casos el afan de lucro es tan desmedido que sobrepasa todo lo imaginable. Por ejemplo, resulta paradójico que autotitulados “divulgadores científicos” se profesionalicen en el pseudoescépticismo, beneficiándose de presupuestos universitarios, lucrativos artículos, libros, conferencias, programas de TV, etc, cuestionando videncia, curanderos o los “contactos extraterrestres”… Con solo una visita a la página web del autodenominado “periodista cientifico” (en realidad fotografo erótico) y extrabajador de la revista “cientifica” Contactos Extraterrestres, Mauricio Schwarz descubrimos que al mismo tiempo que rentabiliza sus artículos, conferencias, debates, etc, atacando a los videntes se lucra anunciando en sus páginas web a esos mismos videntes, curanderos y demás charlatanes del misterio. Como demuestran estas capturas de su web, en el caso de Mauricio Schwarz, no se trata de un anuncio aislado, sino de una practica tan habitual como lucrativa. El autodenominado periodista científico, conocido como el “hombre de la coleta” intenta desmarcarse alegando que no controla los anunciantes… pero el caso es que los mantiene para seguir cobrando, tanto de unos como de otros.

Como protegerse de los falsos videntes

Al incluir en google la palabra “vidente” aparecen más de 1.930.000 entradas. La mayoría, al menos las primeras páginas, son anuncios de profesionales de la adivinación que ofertan sus servicios, pero muchos de ellos son estafadores. En base al estudio publicado por el autor en la revista Policía, ya publicado en esta misma web, es posible seguir unas pautas para evitar las estafas esotéricas.

1. Los últimos casos procesados policialmente coinciden en que los falsos videntes realizaban campañas de publicidad no controlable lealmente, imprimiendo folletos que repartían en la calle, a través de buzoneo, etc.
2. Desconfíe del vidente que pasa consulta en un hotel o habitación alquilada. Procure siempre que la consulta sea un lugar “controlado”.
3. Los precios por una consulta mántica (tarot, lectura de manos, astrología, etcétera) en el mercado esotérico oscilan entre los 20 y 60 euros. Una tarifa mayor puede indicar un abuso y una intención de estafa.
4. En caso de que le diagnostiquen un “mal de ojo” y le propongan un “trabajito” recuerde que, según la ley, un cobro injustificado de más de 300 euros está contemplado como delito de estafa; si la cifra reclamada es menor solo está tipificado como falta.
5. Desconfíe de aquellos videntes que por iniciativa propia se pongan en contacto con usted para advertirle de terribles desgracias que le esperan, de las que dicen pueden protegerles a cambio de dinero.
6. Jamás someta su dinero en efectivo, o joyas a rituales de purificación mágica, y si tiene el capricho de hacerlo utilice bolsas transparentes y no pierda el dinero de vista.
7. Siempre que sea posible acuda acompañado de un amigo a la consulta. Además de contar con un testigo presencial – que podría declarar en un juicio -, tendrá el consejo de alguien menos afectado por su problema, y por tanto más objetivo a la hora de detectar un posible timo.
8. Caso de entregar una gran suma de dinero a cambio de un trabajo de magia, exija un recibo o factura. Sólo así podrá demostrar el pago si se trata de una estafa. Si no le pueden expedir un recibo no pague en efectivo, hágalo con un cheque nominativo a nombre del vidente. Esto podría ser utilizado ante un tribunal como prueba.
9. Suponiendo que lo paranormal exista, estos fenómenos son aislados y escurridizos. Desconfíe del profesional que ostente alegremente supuestos poderes sobrenaturales, y si le es posible, consulte a un ilusionista. Cuidado especialmente con el truco de los huevos.
10. Y sobre todo, no tema denunciar una estafa. Ningún falso brujo que recurra al fraude tiene poderes mágicos reales para hacerle daño. De tener poderes no necesitarían recurrir al fraude.

Manuel Carballal
manuelcarballal.blogspot.com

Aprender a decir “no”

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Aprender a decir “no”

Cuando queremos decir “no” y decimos “sí”, estamos devaluando nuestro “sí”

Comunicarse eficientemente con los demás, con precisión y empatía y dejando un poso de imagen positiva ante nuestros interlocutores es uno de los cometidos clave en una vida en sociedad. Se trata de un proceso complejo, en el que debemos articular habilidades aprendidas y talentos naturales (como el dominio del lenguaje oral y gestual, el don de la oportunidad, la adecuada gestión de las emociones, el encanto personal…). Y en el que hemos de combinar la tolerancia necesaria para aceptar y entender al otro, con la capacidad de expresar nuestras opiniones o preferencias. Hay dos cosas que a muchas personas les resultan problemáticas o difíciles: una es de pedir o solicitar favores, y la otra, decir “no”. Centrándonos en esta última cuestión, dar respuestas negativas supone un esfuerzo, empeñados como estamos en caer bien, en resultar tolerantes, comprensivos, amables y diligentes. La timidez y el déficit de autoestima son problemas añadidos a la hora de decir que no.

Todo empieza en la infancia

Entre las primeras actitudes que aprende un bebé, la de negarse, la de rebelarse ante sus padres, ocupa un lugar preferente. Oponerse es la mejor manera que el niño o niña tiene para afirmarse. Es una forma de marcar una diferencia entre ellos y el exterior, una defensa ante la sensación de invasión que perciben por el requerimiento constante que viene de su entorno. Con el paso de los años la estrategia de él no va remitiendo, aunque en la adolescencia recobra su fuerza y se erige casi en patrón de conducta.

Pero en la medida que el joven va asumiendo mayores cuotas de responsabilidad y autonomía, le resulta más difícil decir no. Comienzan a adquirir relevancia planteamientos como los de evitar problemas innecesarios y propiciar un buen ambiente con su entorno, caer bien a los demás, soslayar las discusiones… El problema surge cuando esta tendencia se consolida en exceso y, por timidez, comodidad o pragmatismo se convierte en hábito.

Hay que diferenciar entre no contrariar a nuestros interlocutores porque coincidimos con sus propuestas, opiniones o planteamientos y entre hacerlo por sistema, siempre y en cualquier circunstancia. Si no manifestamos nuestro desacuerdo cuando discrepamos en cuestiones importantes, o si hacemos lo que consideramos inapropiado o lo que resulta perjudicial para nuestros intereses, anteponemos las necesidades, opiniones o deseos de los demás a los nuestros. Esto puede causarnos, además de los previsibles perjuicios de índole práctica, problemas de autoestima, y puede trasmitir de nosotros una imagen de personas con poco criterio.

Tras esta conducta complaciente puede hallarse la creencia de que llevar la contraria o no aceptar tareas que consideramos incorrectas o que no nos corresponden conduce a que se nos vea (o nos veamos) como egoístas. Muchos piensan que eso es casi lo peor que les pueden llamar, hasta tal punto tienen asumido que la generosidad, la compasión, la empatía y la incondicionalidad son atributos positivos, y del todo contrapuestos al egoísmo natural -y hasta cierto punto, lógico- de las personas.

¿Por qué el miedo a decir no?

Algunas personas sufren cada vez que se han de negar a algo, bien sea por miedo a defraudar las expectativas de otros, bien por temor a no dar “la talla” o a no saber argumentar su negativa, o por simple pereza y comodidad. Se trata, en definitiva, del miedo a no ser valorados y queridos. Nuestra necesidad de ser valorados, atendidos y tenidos en cuenta, puede llevarnos -desde el espejismo que crea una autoestima poco asentada- a mostrar una constante disponibilidad a todo, lo que nos sume en una dependencia no sólo de los demás, sino de esa imagen desde la que actuamos, dejando de ejercer nuestro derecho a decir “no”. Esa dependencia dificulta nuestra evolución personal, dinamita nuestra autoestima e imposibilita el libre ejercicio de la responsabilidad que propicia unas saludables y equilibradas relaciones de interdependencia con los demás, en las que decimos “sí” cuando lo consideramos adecuado y en las que mantenemos vigente la posibilidad a decir “no”.

La fuerza del sí

Un “no” a secas resulta demasiado expeditivo; después del “no” conviene decir “sí”, aunque sea a la postura contraria de la de nuestro interlocutor, proporcionando alternativas, exponiendo y defendiendo nuestros argumentos con convicción y firmeza pero eso sí, sin herir ni menospreciar a nadie. Y esto sólo es posible si previamente sabemos decir “no” sin sentirnos culpables por ello.

Cuando queremos decir “no” y, sin embargo, decimos “sí”, estamos devaluando nuestro “sí”, ya que, de puro rutinario, lo hemos despojado de su verdadero valor. Y devaluar nuestra afirmación es hacerlo con nuestro crédito como personas que sienten, piensan y tienen criterio propio. Equivale a devaluarnos ante los demás y ante nosotros mismos.

Hemos de buscar un equilibrio que nos permita ser tolerantes y comprensivos, pero siempre habilitando un espacio para expresar nuestros matices o discrepancias. Si cedemos siempre, nos estamos haciendo daño. Si no somos capaces de decir “no”, pensaremos que a los demás les puede ocurrir lo mismo. Y cada vez que obtengamos una afirmación a algo que pedimos o comentamos, dudaremos de si realmente es una respuesta sincera, y por ende, si importamos a nuestro interlocutor.

Ser nosotros mismos

Conectar con nuestras necesidades, atender a lo que queremos y necesitamos, priorizar el cómo estamos en cada momento y situación, nos obliga a saber decir “no”. En ocasiones, decir “no” deviene necesario para conocernos, para significarnos y mostrarnos al mundo tal como somos. Desde la sinceridad empática (acercándonos a la situación del interlocutor), entablaremos unas relaciones de autenticidad, en las que impere un diálogo más veraz, fluido y constructivo. Y podremos decir que sabemos con quién hablamos y cómo se encuentra la persona con la que lo hacemos. Hay demasiadas relaciones vacías, formales, vestidas de cordialidad y buenos modales. Una cosa es la sociabilidad y otra muy distinta, la hipocresía del “quedar bien” a toda costa.

No nos sintamos culpables por decir “no”.

Dar (adecuadamente) prioridad a nuestras necesidades, opiniones y deseos no es una manifestación de egoísmo, sino de responsabilidad, autoestima y madurez.

Decir “no” cuando lo consideramos justo o necesario es la mejor forma de comprobar en qué medida se nos valora y se nos quiere por cómo somos en realidad.

Permitámonos verificar que nuestras negativas no sólo no rompen vínculos con los demás, sino que plasman un compromiso de sinceridad, respeto (por los demás y por nosotros mismos), responsabilidad y autenticidad.

La confianza se fortalece cuando el diálogo y la interacción no se sustentan en falsos asentimientos y condescendencias.

Si ejercemos nuestro derecho a decir “no”, podremos pensar que los demás hacen lo propio, y asentaremos una comunicación más fiable, veraz y fluida.

informaciones acerca del vampirismo

I understand and answer Both in english and spanish.

First, i am not a specialist in Vudu things, but know more than the average people because i have training for and from to Houngan Priests. The Problem you are saying not look as a Vudu “job” Because lack of some common elements of the Vudu Jobs. Maybe is a Specific case of f Job, but look more at the problems mentioned in “Autodefensa Psiquica” By Dion Fortune Aka Violet Firth. Talking about Energy Vampires in my case is offtopic, and the mentioned book is easily asequible in a specialized Bookstore.

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Hola, antes que nada no soy especialista en cosas de Vudu pero conozco mas que el promedio de las personas porque tengo entrenamiento de y para sacerdote Houngan. El problema que mencionas no se ve como un “trabajo” de Vudu, porque le faltan algunos elementos tipicos de trabajos Vudu. Se ve como un caso especifico similar a lo mencionado en el libro autodefensa psiquica de Dion Fortune o Violet Firth. En mi caso hablar sobre vampiros energeticos me parece offtopic, y el linro mencionado se puede conseguir facilmente en una libreria especializada.

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Por la Ley y para siempre
For the Rule and forever.

—– Original Message —–
To: aorozco nagual.org
Sent: Monday, January 28, 2008 5:27 PM
Subject: informaciones acerca del vampirismo

Caro Alfonso Orozco, dicidi escrever-te com la esperanza de cambiar algunas palavras acerca de uno incidente que se paso com una amiga muy querida e comigo. Esa amiga é muy sensible, sente presenças y, en ciertos instantes, hasta vê. Ocorrio que ella teve uno ataque de pânico y tento matar a si misma con una estaca en brasas. Depues de unos dias ella sonho con uno trabajo de magia negra contra ella… descobrimos que un muchacho que se enamorara dela y con lo cual ella tinha tido uno encuentro amoroso muy extranõ hacia dois dias, havia feito uno vudu para ella… mi amiga conseguio desfazer o hechizo y lo muchacho lhe entrego el vudu y hablo ser uno vampiro, e que pretendio hacer-la una tambien. Usted sabes lo que és uno vampiro de energia? Como se comportam essas pessoas? Son hombres comunes? Como se alimentam? Eles hipnotizam sus vítimas? Poderia me passar qualquer informação sobre vampiros energéticos? Muy grato, M Simões, Del Brasil. Perdona-me lo español terrible! Escribo porque considere muy serio tu trabajo, espero que me compreendas. Gracias.

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“Círculo de protección”

No va por la cuestión mágica, sno por lo que puede significar un circulo para los humanos.

Fuente: Microsiervos [url=http://www.microsiervos.com/archivo/mundoreal/experimento-psicologico-callejero.html]http://www.microsiervos.com/archivo/mundor…-callejero.html[/url]

Psicología práctica de la calle: si dejas una cartera tirada en el suelo de una acera por la que pase mucha gente, durará menos que un caramelo a la puerta de un colegio. Pero basta un círculo dibujado con tiza a su alrededor para que, durante una hora, nadie la toque:

[url=http://www.metacafe.com/watch/783528/amazing_psichology_experiment/]http://www.metacafe.com/watch/783528/amazi…ogy_experiment/[/url]

Decalogo para ir al psicologo

El hilo de mensajes viene de otro dónde era “medio offtopic”:

que hacer?

 

El tema es complicado, pero por la experiencia tiene casi tanto peligro ponerse en manos de un psicologo cualquiera como de uno que se dice chamán sin serlo…

No es mi intención desprestigiar la profesión, he conocido algunos que hacen su trabajo muy bien y honestamente, pero también otros que juegan a crear problemas en sus pacientes, para seguir cobrando mes a mes.

Incluso cuándo buscas ayuda debes tener los ojos abiertos y no ponerte en manos del primero que pase.

Por cierto, Fabo, tu que conoces la profesión desde dentro; ¿Sabes si existe algún decálogo o norma o algo tipo juramento hipocrático para los psicólogos? Normalmente las personas que son víctimas de cosas así están tan drenadas que con suerte dejan de visitarlos, pero no les queda mucha fuerza para denunciar estos abusos, y me da que presentar pruebas es difícil en estos casos. Así que no estaría mal preparar un listado de advertencias para los que estén buscando uno, sobre características comunes en gentes sospechosas de esta ausencia de profesionalidad.

Experiencias con comerciales

En situaciones ideales, los comerciales/vendedores ni se acercan a uno, pero siempre tenemos días en los que podemos acabar cruzándonos con ellos. Hoy era uno de esos días para mí, no ha estado mal para refrescar algunas cuestiones.

Pero ya no hacen comerciales como los de antes…

Bajando por las escaleras del centro comercial me aborda un vendedor con pinta de modelo de anuncio de calcetines, pero de una conocida empresa de asistencia en carretera y servicios tipo seguros de viaje. Sacando el 75% de posibilidades de que me interese el producto, cabe una posibilidad y le digo, bueno, explíqueme. Entonces me lleva a una mesa con sillas, toma un folleto y empieza a leer por encima las características del servicio con una entonación propia de un alumno de primaria, dejando las frases por terminar. Además se autointerrumpe constantemente con comentarios a la búsqueda de empatización(?) del tipo “porque usas perfume, verdad?” – “Pues no“.

Después de pasar un rato así, esperando a que acabara y resistiendo la tentación de sacarle el folleto de las manos para leerlo yo misma, me dice:

-Bien, pues si estás de acuerdo, te llegará la targeta en X días.
-De acuerdo con qué?
-Creo que el proucto te interesa.
– Yo no he dicho tal cosa; no suena mal, pero hay que revisar las cláusulas, ver si me sirve realmente o no y compararlo con otros del mismo tipo – con la delicadeza de no mencionar que a esas alturas no había especificado ni el precio exacto, ni la forma de pago, ni la duración del contrato- .
Además, trabajo en turno de noche, y aún no he dormido, – me interrumpe para decir que tengo buen aspecto, lo cual es falso, y además no sirve, estoy consciente de mis circunstancias y no me acomplejan en absoluto, el comentario sólo lo deja como un adulador- así que no creo que sea el momento para tomar una decisión de este tipo.

Se enfada porque supongo que creía el negocio cerradísimo, y me dice:
– Ah y entonces que hago explicándote todo esto, me hacías perder el tiempo. -Yo lo miro con cara de ” Te recuerdo que es tu trabajo, por el cual me has abordado, y yo te he dado una oportunidad”-.
Deberías decir que decir sí o no ya – ¿Por qué, hay alguna ventaja en tomar la decisión en este momento y no en otro cualquiera?-.

Más enfadado aún;

– En todo caso te dejo mi teléfono, aunque la mayoría de personas me dicen que llamarán y no lo hacen.
– Yo no te diré eso, si me interesa te llamaré y sino, no veo el motivo.
– Pues por cortesía, será que por esto de ser comercial la tengo por defecto…

Y, pues ya, directamente le he sonreído, le he dicho “gracias” y me he ido porque me he estado a punto de decirle que, cuanto menos, un buen comercial conoce su producto – que es lo que tiene que vender y no a sí mismo!- y es capaz de anticiparse a las dudas y señalar correctamente los puntos que puedan interesar a un cliente potencial, al que además debería considerar un individuo que no tiene porqué encajar con el sujeto de ejemplo del manual de procedimientos.
Pasar directamente a la fase de halagar, crear culpabilidades, dar a entender que el cliente potencial le debe algo, o es falto de cortesía, es sólo una muestra de incompetencia.

No me extraña que con estos niveles de profesionalidad el recurso en auge sea robar datos privados para hacer directamente los contratos a espaldas del consumidor. Ya ni para vendedores sirven.