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Paulina Rubio se vuelve maya.

¿Perdón? ¿Leí bien? Una persona, de la que dudo mucho que haya leído siquiera el Popol Vuh, o que haya estudiado en su vida sobre la cultura maya, ahora quiere casarse en un ancestral rito religioso, como si fuera un juego. No hay respeto, no hay orgullo, tan solo la estupidez de una mujer que se cree estar por sobre las tradiciones.
Es increíble escuchar estas cosas, y que los medios de comunicación se lo aplaudan como si se tratase de una gracia infantil.
Es triste que en México se prostituya de esta manera nuestras raíces. Nadie puede estar por encima de nuestras herencias culturales, porque estas le pertenecen al pueblo, y en especial me refiero a las del pueblo maya.
Paulina Rubio, haciendo gala de la ignorancia que le caracteriza declaró el pasado 6 de mayo que:
“El rito es recibir café, azúcar y sal y tirarlo al agua”….”los antiguos mayas se lo ofrecían a los dioses para asegurar un buen año, lleno de prosperidad”.
Claro, que no se puede esperar menos de una mujer tan ignorante que no ha investigado ni leído un libro en su vida (leer el TvNotas no cuenta).
No sé quien le dijo eso, pero seguramente estaba al tanto de la estupidez de la cantante.
Fray Diego de Landa, que escribió la Relación de la Cosas de Yucatán a finales del siglo XVII, en donde redactó y describió las costumbres y tradiciones del pueblo maya a llegada de los españoles, menciona en el capitulo sobre las bodas, de manera meticulosa la forma en que se llevaban a cabo estas (y “tirar café, azúcar y sal al mar” no aparece entre eso).
Hoy en día las bodas mantienen una forma muy parecida a la antigua, aunque se le han agregado elementos post-hispanicos. En estas bodas, los novios deben pedir la mano de la novia en cuatro ocasiones, tres de las cuales será echado. A la cuarta el novio entrega el muhul, que es un paquete de regalos de matrimonio y está formado por una cadena de oro, dos listones para adornarse el cabello, un pañuelo de seda, algunos metros de tela de algodón, ron, pan, chocolate, dinero y un huipil especial que la mujer usará el día de la boda. La cadena de oro es el elemento más significativo ya que muestra la riqueza de la familia del novio.
La entrega del muhul a la novia tiene lugar en la cuarta visita de “pedida de mano” y toda la familia está invitada a presenciar este evento.
La novia prácticamente no interviene en el asunto: permanece en su hamaca y finge dormir.
En el casamiento, el novio pone los regalos sobre una mesa en la que hay una cruz de madera y mientras lo hace, pronuncia un discurso. El padre de la novia le agradece los regalos en su nombre y el de su esposa.

Como ven, el rito del matrimonio maya, es una ceremonia altamente simbólica, que representa la organizada estructura social del pueblo maya, y que por tanto no puede tomarse a broma. Ahora la pregunta es: ¿Qué va a pasar después? ¿Luís Miguel va a querer hacerle un jetz’mek a su hija? ¿Britney Spears va a oficiar un Cha’chak? ¿Los ricos y famosos van a seguir burlándose de las tradiciones del pueblo? Espero que no. Pero solo queda sentarnos a esperar.

Dificil decición

Escribo para solicitar la ayuda de este sacrosanto foro.
Verán, despues de leer tanto sobre charlatanes y vendedores de tradiciones me vino a la mente una situación que me pasó hace un año (mas o menos).
Por ese tiempo estaba preparando mi “colección” de instrumentos musicales indigenas para hacer una especie de taller para la universidad de musica experimental con un par de amigos (un grupo gratuito de enriquecimiento común, en los que los participantes puedan componer melodias, canciones o simplemente aprender de los más avanzados…nunca se hizo porque me mudé ).
La cosa es que quería comprar un tunkul (es lo mismo que el teponaztle, pero en maya), asi que me recomendaron ir a Chan Santa Cruz Balam Ná Kampokolché, que es una ciudad maya que me queda muy cerca, en donde vive un viejito que se dedica a hacer tunkules y enseñar musica maya (maya pax).
Ahi, me entrevisté con él y me hizo una magna demostración de sus alumnos (niños de 10 a 15 años), tocando el tunkul, el zacatán (huehuetl), el caracol, la ocarina y la chirimiya (especie de trompetilla, que luego me regaló). Se imaginarán que yo estaba al borde del orgasmo…
Despues estuve platicando con él y me dijo que de vez en cuando se iba a viajar de pueblo en pueblo para aprender nuevas melodías, ya que aunque los mayas no dejaron de forma escrita su musica, muchas antiguas melodias viven en comunidades mayas. Yo le creí. Luego me dijo que la construcción de tunkules era una cosa muy seria, y que se necesitaba un entrenamiento para su construcción. Yo le creí. Me habló de las matematicas dentro de los tunkules y de su espiritu interno. Yo le creí. Luego le pedí (muy amablemente) que me vendiera uno de sus tunkules…¡¡¡¡Y me zampó [size=]$3000[/size] en un tunkul!!! No le volví a ver jamás.

Despues de ese encuentro, mi padre, que recién había viajado a Tepoztlan, Morelos, me dijo que los teponaztles ahí salen más baratos ($500-$600) y que suenan mejor que el tunkul que me vendió el “maestro pipa” (como lo llamo ahora)…
Ahora me estoy involucrando con algunos proyectos interesantes en Chan Santa Cruz por medio de mi trabajo (trabajo en la televisión del estado) y no sé si volver a contactar al maestro pipa…
El señor tiene reconocimiento del CONACULTA, del IQC (instituto quintanarroense de la cultura), de la CDI, del congreso de pueblos chontales, supuestamente tiene la aprovación y reconocimiento de los ancianos sacerdotes (según me dijo mientras me mostraba un “amuleto” hecho de concha marina que supuestamente le dieron los ancianos, pero yo no lo puedo corroborar)…Pero hay algo en él que no me convence. Luego me enteré que él no es maya, sino que es de Guadalajara.
No sé si seguir a mi intuición o no. Ya me sentí embaucado una vez, y no se si arriesgarme a otra vez.

Carta a todos los quintanarroenses.

A la población quintanarroense:

Hace poco más de 400 años que el hombre blanco llegó a Ámerica por primera vez. Por ese entonces nuestra tierra mexicana estaba inunada de gente y culturas diversas que vivían aquí.
Lamentablemente la historia condenó a nuestros pueblos a la desaparición, y muchas de sus culturas, sus lenguas, sus religiones y sus conocimientos se extingiéron en el abismo del tiempo.
México, y los mexicanos estamos en un punto clave de nuestra historia en que los avances técnologicos y científicos nos permiten vislumbrar la grandeza de nuestro pasado, nos da la oportunidad, y la obligación, de buscar nuestras raíces para encontrar aquellos recuerdos que se perdieron, inevitablemente, en el abismo que provocó la intrusión europea.
No es de sorprender, de hecho, que la cantidad de conocimiento que nuestra raza mestiza heredó de los viejos pobladores de México retumbe en cada aspecto de nuestra vida, y que nos impulse a conocer más.
Es por esto, aquel deseo de autoconocimiento, que los mexicanos debemos estar alerta, y evitar dejarnos llevar por el ofuscamiento. Debemos ser pacientes, porque los descubrimientos que la ciencia nos regala son parte de un lento proceso: investigación, experimentación, fundamentación, etc..Y ahi afuera, hay muchas personas, traidores a nuestra cultura, que valiéndose de todo tipo de mentiras, tragiversan nuestra historia, tal vez a una versión más cómoda y rentable, para engañar y enriquecerse a costa de nuestros valores culturales.
Debemos ser cuidadosos ya que tenemos conocimiento que en el Distrito Federal, existe una agrupación de pseudo investigadores que se enriquece a base de mentiras y farsas que se denominan Xilam. Dicen haber creado un arte marcial fundamentado en bases prehispanicas, resultado de una investigación de 15 años. Sin embargo, dicha investigación jamás ha sido mostrada ni expuesta, y mucho menos ha sido validada por ninguna institución ni autoridad competente.
Claro que es de cuestonarse los motivos de esta agrupación, cuando se dedican a vender clases, seminarios y productos derivados de su creación, difamatoria y fársica.
El arte ha sido llamado Xilam, supesto derivado de la palabra maya Dzilam, y aseguran basarse en tres formas de combate indigenas: el chupa porrazo, el ihioki y el Ob Ye Te Kab.
Es de destacar, que el cualquier entendido en el tema sabe que el Chupa Porrazo, de origen zapoteca, no es una forma de pelea ni mucho menos un arte marcial. Se trata más bien de un juego. Y de hecho, así lo ha clasificado la Federación Mexicana de Juegos Autóctonos y Tradicionales, autoridad regulatoria que forma parte de CONADE.
El ihioki, supuestamente de origen azteca, no tiene base histórica ni arqueólogica, y pareciéra ser una mera invención, al igual que el ObYeTeKab, que según aseguran ellos, es un arte marcial de procedencia maya, pero sin embargo no existe bibliografía ni registro sobre su existencia.
Estas personas se aprovechan de la nobleza de los mexicanos que buscan reencontrarse con su pasado. Les engañan. Les mienten. Les venden un concepto falso, pero que hacen parecer verdadero valiéndose de la supuesta investigación.
Xilam es solo uno de los muchos ejemplos en nuestro país, de como se lucra, se trafica, con ideas falsas sobre nuestra cultura y nuestro pasado.
A los mexicanos, al pueblo quintanarroense, les pido que tengan mucha cautela, porque los estafadores y la gente mala están al asecho para apróvecharse impunemente del orgullo y patriotismo de muchos que desean retornar al tiempo de grandeza que el destino nos arrebató.

[div align=\\\”center\\\”]ATENTAMENTE

Alfredo Caamal Huchin.
Comisionado para el desarrollo de los pueblos indígenas.[/div]
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Esta carta fue enviada al periódico “Qué QuintanaRoo se entere” el pasado viernes, y será publicada en unos días. Le agradezco por todo su apoyo a Marco Arenas, a Fabricio y a Alfonso Orozco. No creo que esta cruzada contra la venta y trafico de cultura por parte de Xilam haya terminado aquí, pero si creo que ha llegado a un punto crucial. Seguiré aceptando toda la ayuda posible, y solo espero que las autoridades reaccionen. Gracias.