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La lectura de los mitos
#1

IV. El Drama Sagrado de Eleusis.

(...)La mitología griega agita ante nuestros ojos el velo ondulante de Maya, en el que están tejidos todos los seres, monstruos, hombres y dioses. Ella nos deja presentir las fuerzas ocultas de la Naturaleza, bajo sus juegos múltiples, combates y metamorfosis.

(...) Sin embargo tras el velo multicolor de la epopeya, aparece de cuando en cuando la doctrina secreta de la Gran Madre, de su hija, la diosa de los muertos, y del Dios que sufre. Los misterios de Deméter, Perséfona y Dionisos resumían desde los tiempos antiguos, para los iniciados, la historia del Alma del mundo, del Alma humana y del Espíritu viviente que evoluciona en el universo. Había tres maneras de comprender el mito: en el sentido natural, en el humano y en el divino. La primera era para la multitud; la segunda, para los hombres educados; la tercera, para un pequeño número de elegidos.

Cada significado era verdadero en su esfera y correspondía a un grado de comprensión. La segunda explicaba la primera, y la tercera justificaba las otras dos, sintetizándolas.
Así es como Deméter se podía concebir materialmente como la Tierra-Madre, que da nacimiento a todos los seres corporales; intelectualmente como la providencia que enseña la agricultura y la civilización a los hombres ; y espiritualmente, como la luz inmaterial, inteligente e inteligible, madre de las almas, que inicia a los hombres en las verdades últimas. Perséfona y Dionisos tenían, igualmente, tres significados. Los misterios se habían hecho para revelarlos sucesivamente a quienes podían comprenderlos, y para abrir el sentido de la visión intensa que ve el interior de las cosas tras su apariencia engañosa, y percibe su unidad en la multiplicidad de sus fenómenos. Pero como la mayor parte de los hombres son poco aptos para elevarse a las cosas santas, ya que en seguida se sienten inclinados a tergiversarlas y arrastrarlas por el fango, para rebajarlas a su nivel, el juramento de silencio se imponía a los antiguos iniciados bajo pena de muerte.

SCHURÉ, Eduardo. La Grecia heroica y sagrada. Serie Santuarios de Oriente, joyas espirituales. ed.Kier, Buenos Aires, 1976.

El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)
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#2

Aunque no lo consigues por Inbternet, hay un libro de Wasson sobre los hongos, la adrenalina y los mitos de eleusis.

Increible.
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#3

Este fragmento es anecdótico, pero siempre recurro a él cuando acosa el fantasma de la idolatría...


El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)
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