06-25-2008, 08:40 PM 
		
	
	[color=#2E8B57][size=]El juego del dictador[/size]
En 1982 los economistas Güth, Werner, Schmittberger y Schwarze idearon un juego al que dieron el nombre del juego del ultimátum[2]. Es extremadamente sencillo. Hay dos jugadores, llamados el proponente y el contestador. Hay una suma de dinero a repartir. El proponente dice en qué proporción quiere que se reparta esa cantidad entre él mismo y el contestador. Si el contestador acepta, cada uno se lleva la parte que el proponente ha propuesto. Si el contestador se niega, ambos se quedan con las manos vacías. La fría lógica de maximización egoísta de la riqueza, debería llevarnos a pensar que la propuesta más coherente sería 99/1. En efecto si el contestador acepta esta propuesta, se lleva 1, mientras que si la rechaza, aunque castiga al proponente dejándole sin nada, él también se queda con las manos vacías. Mejor 1 que nada, ¿no? debería pensar con la lógica del egoísmo.
Desde que se inventó este juego, se han llevado a cabo miles de experimentos con dinero real en cantidades importantes hasta el equivalente al sueldo de tres meses de proponente y contestador y en distintos pueblos y culturas. Se han hecho de forma que proponente y contestador jugasen una sola vez y no se viesen las caras, para que no hubiese otro condicionante exterior al propio juego. Los resultados han sido muy diferentes de los predichos por la fría lógica egoísta, pero muy parecidos en todas partes, con independencia de la cultura en la que se realizasen. En general las propuestas eran próximas al 50/50 con una ligera ventaja para el proponente. Sí hay algunas culturas que muestran comportamientos más extremos. Los machihuenga, del Amazonas peruano suelen ofrecer y aceptar repartos del tipo 75/25. Parece que es una cultura fatalista y consideran que el hecho de que te toque ser proponente o contestador es ya parte del juego y por lo tanto ya has perdido cuando te toca ser contestador. El proponente no es más que un ejecutor de la fuerza del sino. En cambio, entre los pastores sukuma de Tanzania, los proponentes suelen ofrecer repartos próximos al 60/40 a favor del contestador. Parece que es un pueblo con especiales aptitudes para la cooperación social. Pero, casos curiosos aparte, en todas partes el reparto propuesto y aceptado suele acercarse bastante al 50/50.
Fuente: tadurraca.blogspot.com/2007/11/es-el-hombre-egosta-por-naturaleza-el.html
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