08-14-2008, 07:30 PM
Sí, el documento Katei: el fin de un enigma. Michael estaba pensando: Donde está enterrado Tsuyo: pregunta a mi hijo si se acuerda del shintai. El espíritu orientador de un templo. El espíritu orientador de este templo concreto era el de Tsuyo.
El olor a cedro era muy intenso; en algún lugar, estaban quemando incienso. Se hallaban esperando la llegada del sacerdote.
Yo creo que éste es el corazón de la lucha, para adiestrarme en la cual mi padre me envió al Japón dijo Michael, sintiéndose sorprendido por la idea a medida que la enunciaba. Para estudiar bajo la dirección de Tsuyo.
p. 410.
El sacerdote les precedió a través de la sección principal del templo. Era aquél un lugar sagrado. El shintoísmo difiere de la mayoría de las demás religiones, en que sus templos son construidos específicamente para albergar kami espíritus y para rendirles culto, más que para hacer proselitismo o para enseñar la fe.
p. 411.
Esta batalla no sería diferente si los dos tuvieran su katana. Encuentra el lugar de la batalla, le había enseñado Tsuyo. Dirígete allá.
Michael estaba lleno de dolor, pero no debía preocuparse de ello. Si dejaba que su mente se demorase aunque fuera un solo instante en el dolor, sería derrotado.
Y esto era, naturalmente lo que se proponía Masashi. Ésta era la batalla suprema de resistencia. En la que la derrota no se medía por la cesación de un latido del corazón, sino por el derrumbamiento de una voluntad.
Hasta la mente misma empezó a cerrarse, a replegarse sobre sí misma, apartándose del terrible dolor. Encuentra el lugar de la batalla. Dirígete allá. Un susurro engullido por la rugiente conflagración. ¿La batalla? ¿La batalla? Se estaba ahogando en un mar de fuego, su mente se retraía de la aplastante agonía. Ésa era la batalla.
p. 435.
La estrategia de Masashi consistía en convencer a Michael de que el lugar de la batalla estaba dentro de su propia mente.
está...
Pero Michael veía ahora la falsedad de eso.
aquí...
Estaba, por el contrario, en el punto en que Masashi se encon traba. Y, verdaderamente, no era distinto que si empuñara una espada. El lugar estaba en sus manos. Era ahí hacia donde dirigía su energía y, por lo tanto, su mente.
Y entonces la mente de Michael quedó libre. Se movió. Y se convirtió así en Kara, El Vacío.
p. 436.
El olor a cedro era muy intenso; en algún lugar, estaban quemando incienso. Se hallaban esperando la llegada del sacerdote.
Yo creo que éste es el corazón de la lucha, para adiestrarme en la cual mi padre me envió al Japón dijo Michael, sintiéndose sorprendido por la idea a medida que la enunciaba. Para estudiar bajo la dirección de Tsuyo.
p. 410.
El sacerdote les precedió a través de la sección principal del templo. Era aquél un lugar sagrado. El shintoísmo difiere de la mayoría de las demás religiones, en que sus templos son construidos específicamente para albergar kami espíritus y para rendirles culto, más que para hacer proselitismo o para enseñar la fe.
p. 411.
Esta batalla no sería diferente si los dos tuvieran su katana. Encuentra el lugar de la batalla, le había enseñado Tsuyo. Dirígete allá.
Michael estaba lleno de dolor, pero no debía preocuparse de ello. Si dejaba que su mente se demorase aunque fuera un solo instante en el dolor, sería derrotado.
Y esto era, naturalmente lo que se proponía Masashi. Ésta era la batalla suprema de resistencia. En la que la derrota no se medía por la cesación de un latido del corazón, sino por el derrumbamiento de una voluntad.
Hasta la mente misma empezó a cerrarse, a replegarse sobre sí misma, apartándose del terrible dolor. Encuentra el lugar de la batalla. Dirígete allá. Un susurro engullido por la rugiente conflagración. ¿La batalla? ¿La batalla? Se estaba ahogando en un mar de fuego, su mente se retraía de la aplastante agonía. Ésa era la batalla.
p. 435.
La estrategia de Masashi consistía en convencer a Michael de que el lugar de la batalla estaba dentro de su propia mente.
está...
Pero Michael veía ahora la falsedad de eso.
aquí...
Estaba, por el contrario, en el punto en que Masashi se encon traba. Y, verdaderamente, no era distinto que si empuñara una espada. El lugar estaba en sus manos. Era ahí hacia donde dirigía su energía y, por lo tanto, su mente.
Y entonces la mente de Michael quedó libre. Se movió. Y se convirtió así en Kara, El Vacío.
p. 436.
Marco Antonio Arenas Chipola fue expulsado por insultar a mujeres y reclutador para sectas. Se confirma en el año 2009 que ha sido reclutado por la secta templo de la serpiente emplumada, y que realizó robo de un perro con pedigree hacia nuestra AC, además de despojo a su maestro de artes Marciales, Hoffner Long.
