04-04-2008, 11:11 AM
Un análisis interesante, sobre las condiciones que rodean al ramo petrolero (algunos fragmentos):
Fuente: www.argenpress.info/nota.asp?num=053720&Parte=0
Los pozos petroleros ultraprofundos, otra manera de seguir garantizando la dominación estadounidense sobre México
Por: Adán Salgado Andrade
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Resulta que México, a pesar de la disminución de su producción petrolera, aún exporta un millón 234,000 barriles diarios a EEUU - de un millón 577,000 que, en promedio, le exportaba durante el año 2006 -, casi 15% de las importaciones estadounidenses de crudo (me refiero, otra vez, sólo al petróleo no procesado). Otro país que le vende petróleo y que es su primer exportador es nada menos que Canadá, que a diario le entrega un millón 784,000 barriles, casi 20% del total importado. Así que entre México y Canadá, obtiene EEUU cerca del 35% de sus importaciones diarias de crudo.
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El problema para EEUU son sus reservas probadas, las cuales ascienden apenas a poco menos de 21,000 millones de barriles, que al ritmo del consumo actual apenas le alcanzarán para escasos dos años y medio, así que es extremadamente urgente para esa nación seguir contando con fuentes foráneas confiables que le surtan segura y regularmente todo el petróleo que requiere y seguirá requiriendo
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en esta ecuación entra México a la perfección, sobre todo porque resulta que además de contar con un entusiasta grupo de entreguistas, incondicionales y dóciles mal administradores, dispuestos a apoyar en todo a su patrón estadounidense, el país cuenta con supuestas potenciales reservas del tan necesitado oro negro en las aguas más profundas del así llamado Golfo de México, como veremos enseguida.
(...)antes que nada, enfatizo lo de supuestas reservas porque aunque muchas compañías petroleras extranjeras ya extraen petróleo de los llamados pozos ultraprofundos - algunas lo hacen desde 1995 -, en realidad muchas de las tan vituperadas potenciales reservas que están aparentemente localizadas en la parte media del golfo de México, en donde las aguas alcanzan su mayor profundidad (de 2000 o más metros), no está del todo comprobado que realmente existan. Esto lo ilustra el hecho de que los métodos de localización de mantos petroleros ultraprofundos, empleados por compañías extranjeras, tales como Chevron (estadounidense), Exxon Mobil (estadounidense), Shell (anglo-holandesa), British Petroleum (inglesa), entre otras, son totalmente indirectos y azarosos, consistiendo en la producción de fuertes exhalaciones de aire emitidas por cañones de aire, dirigidas hacia el fondo marino, las que al chocar con éste, rebotan en forma de ondas sonoras, las cuales son medidas en su intensidad.
De acuerdo con ciertos parámetros, tales ondas rebotadas señalarían si en tal o cual sitio existen posibles reservas de crudo (pero esto es tan azaroso y difícil, que, según un ingeniero de Chevron, equivaldría a que usted tirara una pelota de béisbol desde una altura de ocho kilómetros y le atinara a la base ¡pero siendo de noche!)
Así, con esa especie de ultrasonido oceánico se ha pretendido establecer que los fondos del golfo poseen suficiente potencial de crudo como para aumentar las declinantes reservas de petróleo estadounidenses hasta en un cincuenta por ciento, es decir, existirían, aseguran tales empresas, al menos entre 12,000 y 15,000 millones de barriles del petróleo más viejo hasta ahora descubierto (dataría del periodo terciario).
Y como resulta que muchos de esos potenciales depósitos se encuentran justo del lado mexicano del golfo, pues entonces hay que justificar con las pobres intentonas panistas de que allí hay una gran riqueza, pero que no podemos disponer de ella si no nos aliamos (léase, privatizar también la exploración, como otras tantas actividades de PEMEX que ya están en manos privadas gracias a los tramposos Contratos de Servicios Múltiples) con empresas extranjeras.
Por otro lado, si, como arriba menciono, muchas compañías ya están explotando esos mantos petroleros ultraprofundos desde hace más de 12 años, cabría preguntarse: ¿qué certeza existe de que tales mantos aún cuenten con suficiente petróleo como para que valga la pena explotarlos y realizar las altísimas inversiones requeridas? (esto porque por el llamado efecto popote el petróleo que pudiera estar del lado mexicano ya estaría siendo extraído desde hace tiempo).
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Así pues, las riquezas que yacen en el fondo del mar no son para beneficio de los mexicanos, no son para ampliar nuestras reservas, sino que todo lo dicho es parte del plan estadounidense para seguir amoldando a México a sus necesidades futuras, tanto energéticas, como industriales.
Fuente: www.argenpress.info/nota.asp?num=053720&Parte=0
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