03-16-2008, 11:11 PM
Es bien difícil hablar de cosas tan personales... ya se sabe cada cuál lo suyo.
Yo creo que hay dos maneras de hablar del destino, en "pequeño", y en "grande".
Hablar del destino en pequeño es hablar de las cosas que creemos que tenemos que vivir, que nos tienen que suceder, porque está "escrito" o, más bien, porque parece la conclusión lógica del capítulo en el que estamos en nuestra historia personal. Y estas microhistorias que quieren ser vividas, a veces consiguen hacerlo, y "todo encaja"; pero otras veces se frustran, o quedan temporalmente suspendidas sin resolución, lo que nos deja en una situación a la que no sabemos encontrar un sentido, y ni siquiera la referencia del pasado, lo anteriormente vivido, nos sirve.
Así que es bastante probable que nos toque sobrevivir también a uno, o varios, de estos pequeños destinos. De modo que, para mí, el destino "en grande" es el que se forja uno mismo, el que se elije, el que da sentido a lo demás, independientemente de estos ciclos... independiente de cualquier otra cosa, se sostiene por sí mismo.
Yo creo que hay dos maneras de hablar del destino, en "pequeño", y en "grande".
Hablar del destino en pequeño es hablar de las cosas que creemos que tenemos que vivir, que nos tienen que suceder, porque está "escrito" o, más bien, porque parece la conclusión lógica del capítulo en el que estamos en nuestra historia personal. Y estas microhistorias que quieren ser vividas, a veces consiguen hacerlo, y "todo encaja"; pero otras veces se frustran, o quedan temporalmente suspendidas sin resolución, lo que nos deja en una situación a la que no sabemos encontrar un sentido, y ni siquiera la referencia del pasado, lo anteriormente vivido, nos sirve.
Así que es bastante probable que nos toque sobrevivir también a uno, o varios, de estos pequeños destinos. De modo que, para mí, el destino "en grande" es el que se forja uno mismo, el que se elije, el que da sentido a lo demás, independientemente de estos ciclos... independiente de cualquier otra cosa, se sostiene por sí mismo.
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

