02-14-2008, 10:36 PM
Cuando te detuviste en el pasillo, te esperaba para tenderte una emboscada, listo para desenvainar su espada.
-Su señoría parecía lamentar haber tenido que someter a Musashi a aquella prueba-.
Pero te diste cuenta de que eras atraído a una trampa y viniste por el jardín. -Mirando directamente a Musashi, le preguntó-: ¿Puedo preguntarte por qué lo has hecho?
Musashi se limitó a sonreír. Entonces habló Takuan:
-Es la diferencia entre el estratega militar y el espadachín, señoría.
Pág. 307.
-Es una cuestión de reacciones instintivas..., la de un estudioso militar que se basa en principios intelectuales contra la de un hombre que sigue el Camino de la Espada, basado en el corazón. Razonaste que si engatusabas a Musashi, él te seguiría. No obstante, sin ver nada ni poder mencionar nada definido, Musashi percibió el peligro y actuó para protegerse. Su reacción ha sido espontánea, instintiva.
Pág. 307.
-¿Instintiva?
-Como una revelación Zen.
-¿Tienes esa clase de premoniciones?
-La verdad es que no sabría decirlo.
-En cualquier caso, he aprendido una lección. El samurai corriente, al notar el peligro, podría haber perdido la cabeza, o quizá habría usado la trampa como una excusa para exhibir su dominio de la espada. Cuando vi que Musashi retrocedía, se ponía las sandalias y cruzaba el jardín, me sentí profundamente impresionado.
Pág. 307.
No simplificaba las cosas el hecho de que su actitud hacia la espada hubiera cambiado. Desde Hotengahara, la espada del conquistador y la del que mata eran cosas del pasado, ya carentes de utilidad y significado.
Tampoco ser un técnico, incluso uno que diera instrucciones a los hombres que formaban el séquito del shogun, excitaba su interés.
El Camino de la Espada, tal como él había llegado a verlo, debía tener objetivos concretos: establecer el orden, proteger y refinar el espíritu.
El Camino tenía que ser de tal manera que uno lo apreciara tanto como a su vida, hasta el mismo día de su muerte. Si existiese ese Camino, ¿no podría ser empleado para traer paz al mundo y felicidad a todos?
Pág. 307.
-Su señoría parecía lamentar haber tenido que someter a Musashi a aquella prueba-.
Pero te diste cuenta de que eras atraído a una trampa y viniste por el jardín. -Mirando directamente a Musashi, le preguntó-: ¿Puedo preguntarte por qué lo has hecho?
Musashi se limitó a sonreír. Entonces habló Takuan:
-Es la diferencia entre el estratega militar y el espadachín, señoría.
Pág. 307.
-Es una cuestión de reacciones instintivas..., la de un estudioso militar que se basa en principios intelectuales contra la de un hombre que sigue el Camino de la Espada, basado en el corazón. Razonaste que si engatusabas a Musashi, él te seguiría. No obstante, sin ver nada ni poder mencionar nada definido, Musashi percibió el peligro y actuó para protegerse. Su reacción ha sido espontánea, instintiva.
Pág. 307.
-¿Instintiva?
-Como una revelación Zen.
-¿Tienes esa clase de premoniciones?
-La verdad es que no sabría decirlo.
-En cualquier caso, he aprendido una lección. El samurai corriente, al notar el peligro, podría haber perdido la cabeza, o quizá habría usado la trampa como una excusa para exhibir su dominio de la espada. Cuando vi que Musashi retrocedía, se ponía las sandalias y cruzaba el jardín, me sentí profundamente impresionado.
Pág. 307.
No simplificaba las cosas el hecho de que su actitud hacia la espada hubiera cambiado. Desde Hotengahara, la espada del conquistador y la del que mata eran cosas del pasado, ya carentes de utilidad y significado.
Tampoco ser un técnico, incluso uno que diera instrucciones a los hombres que formaban el séquito del shogun, excitaba su interés.
El Camino de la Espada, tal como él había llegado a verlo, debía tener objetivos concretos: establecer el orden, proteger y refinar el espíritu.
El Camino tenía que ser de tal manera que uno lo apreciara tanto como a su vida, hasta el mismo día de su muerte. Si existiese ese Camino, ¿no podría ser empleado para traer paz al mundo y felicidad a todos?
Pág. 307.
Marco Antonio Arenas Chipola fue expulsado por insultar a mujeres y reclutador para sectas. Se confirma en el año 2009 que ha sido reclutado por la secta templo de la serpiente emplumada, y que realizó robo de un perro con pedigree hacia nuestra AC, además de despojo a su maestro de artes Marciales, Hoffner Long.
