11-24-2007, 07:34 PM
Más tensiones con China... ahora vs Alemania, por el Dalai Lama también.
http://www.lavanguardia.es/lv24h/2007112...88717.html
La polémica con el Dalai Lama enreda a China
La crisis con Alemania, su principal socio europeo, y las nuevas normas en materia de reencarnación, síntomas de una actitud inmovilista y defectuosa
Rafael Poch | Corresponsal. Pekín | 24/11/2007
(...) El exiliado (desde 1959) Dalai Lama tiene muchos seguidores en Tibet. Para China será muy dificil normalizar la situación en Tibet sin llegar a un consenso con todo lo que el Dalai Lama representa, señalan en Pekín observadores tibetanos de gran prestigio y autoridad, que operan dentro y fuera del régimen. Pero las autoridades chinas, están instaladas en la ilusa idea de que el mero desarrollo económico y social de Tibet acabará disolviendo el nacionalismo y el ansia de una autonomía real. La realidad, señalan diversas fuentes muy bien informadas en asuntos tibetanos, es que ese desarrollo se está realizando en Tibet, al margen de la población. A los problemas que el desarrollismo ocasiona en el conjunto de China, en términos de desigualdad, contaminación, expolio de la naturaleza y pérdida de identidad, en Tibet hay que sumarles el hecho fundamental de que ese "progreso" es visto por la población como algo foráneo e impuesto.
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Si los incidentes y detenciones, incluidos los de octubre, con motivo de las celebraciones espontáneas por la medalla que el Dalai Lama recibió del Congreso de Estados Unidos, forman parte de la crónica habitual tibetana, en los últimos meses el deterioro de la imagen exterior de China por motivo del Tibet está avanzando. Todo indica que las cosas se van a deteriorar, aun más, para los juegos olímpicos de agosto de 2008.
En septiembre la canciller alemana Angela Merkel recibío en privado al Dalai Lama en su despacho oficial de Berlín. Merkel rompió una tradición europea, sostenida durante varios años y especialmente en Alemania, de intentar no irritar a China. La Unión Europea asumió el tabú chino de hacerle el vacio al Dalai Lama. Merkel lo rompió, su predecesor Gerhardt Schröder lo considera un "error", y China se ha vengado, anulando desde septiembre toda una serie de contactos bilaterales con Alemania e incluso rechazando una visita del ministro de finanzas germano, Peer Steinbrück, a Pekín.
Mientras Merkel declara esta semana al diario sensacionalista "Bild"- que, "en política extranjera no tenemos derecho a la contradicción entre nuestros principios y nuestros intereses economicos", una afirmación bonita, pero sin el menor apoyo en la realidad, la crisis entre Alemania y su principal cliente y socio en Asia, está servida y le puede costar a Alemania muchos millones de euros en contratos y oportunidades perdidas.
"Lo mejor sería que los dirigentes chinos buscaran ellos mismos el diálogo con el Dalai Lama, que pide autonomía cultural para Tibet y garantías para los derechos humanos", ha dicho Merkel alimentando la espiral.
Pero la situación no está exenta de riesgos para la propia China. Incluso si Alemania se acaba plegando a la lógica empresarial, el prestigio de China saldrá tocado. Nadie en Europa ve con buenos ojos la histeria de Pekín en asuntos del Dalai Lama. El gran peligro para China es que otros países europeos se harten de las presiones chinas en este tema y se sumen a la actitud de Merkel. No parece probable que Francia vaya a seguir el ejemplo. Nicolas Sarkozy se estrena el domingo con una visita a China y viene cargado de cosas para vender; desde centrales nucleares hasta entre 100 y 150 aviones de "Airbus".
"Queremos establecer con China una relación fuerte, en un momento en el que las relaciones entre Pekín y ciertos países occidentales tienden a tensarse", ha dicho un portavoz del Eliseo, con toda franqueza.
El otro aspecto de la crisis es político-religioso. En septiembre, Pekín divulgó nuevas normas en materia de "reencarnación de Budas vivientes", por las que el estado ateo se adjudica un papel supervisor en la consagración de figuras religiosas. Las normas han sido interpretadas como un medio para seleccionar a un futuro Dalai Lama a la medida del poder chino, cuando el actual titular, que tiene 72 años de edad, desaparezca. Toda la historia tiene un precedente con la segunda autoridad religiosa de Tibet, el Panchen Lama, cuyo actual titular fue selecionado bajo la supervisión de Pekín y no ha logrado calar en el pueblo. En Japón, donde se encuentra de visita privada, el Dalai Lama ha declarado que está pensando en "nombrar" en vida a su sucesor, un procedimiento que rompe con la tradición secular de selección, pero que, dice, sale al paso de la maniobra china. Pekín ha denunciado esta intención como, "una violación de los rituales religiosos y la tradición histórica". Un nuevo malentendido en el enredo tibetano que complica más el futuro.
http://www.lavanguardia.es/lv24h/2007112...88717.html
La polémica con el Dalai Lama enreda a China
La crisis con Alemania, su principal socio europeo, y las nuevas normas en materia de reencarnación, síntomas de una actitud inmovilista y defectuosa
Rafael Poch | Corresponsal. Pekín | 24/11/2007
(...) El exiliado (desde 1959) Dalai Lama tiene muchos seguidores en Tibet. Para China será muy dificil normalizar la situación en Tibet sin llegar a un consenso con todo lo que el Dalai Lama representa, señalan en Pekín observadores tibetanos de gran prestigio y autoridad, que operan dentro y fuera del régimen. Pero las autoridades chinas, están instaladas en la ilusa idea de que el mero desarrollo económico y social de Tibet acabará disolviendo el nacionalismo y el ansia de una autonomía real. La realidad, señalan diversas fuentes muy bien informadas en asuntos tibetanos, es que ese desarrollo se está realizando en Tibet, al margen de la población. A los problemas que el desarrollismo ocasiona en el conjunto de China, en términos de desigualdad, contaminación, expolio de la naturaleza y pérdida de identidad, en Tibet hay que sumarles el hecho fundamental de que ese "progreso" es visto por la población como algo foráneo e impuesto.
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Si los incidentes y detenciones, incluidos los de octubre, con motivo de las celebraciones espontáneas por la medalla que el Dalai Lama recibió del Congreso de Estados Unidos, forman parte de la crónica habitual tibetana, en los últimos meses el deterioro de la imagen exterior de China por motivo del Tibet está avanzando. Todo indica que las cosas se van a deteriorar, aun más, para los juegos olímpicos de agosto de 2008.
En septiembre la canciller alemana Angela Merkel recibío en privado al Dalai Lama en su despacho oficial de Berlín. Merkel rompió una tradición europea, sostenida durante varios años y especialmente en Alemania, de intentar no irritar a China. La Unión Europea asumió el tabú chino de hacerle el vacio al Dalai Lama. Merkel lo rompió, su predecesor Gerhardt Schröder lo considera un "error", y China se ha vengado, anulando desde septiembre toda una serie de contactos bilaterales con Alemania e incluso rechazando una visita del ministro de finanzas germano, Peer Steinbrück, a Pekín.
Mientras Merkel declara esta semana al diario sensacionalista "Bild"- que, "en política extranjera no tenemos derecho a la contradicción entre nuestros principios y nuestros intereses economicos", una afirmación bonita, pero sin el menor apoyo en la realidad, la crisis entre Alemania y su principal cliente y socio en Asia, está servida y le puede costar a Alemania muchos millones de euros en contratos y oportunidades perdidas.
"Lo mejor sería que los dirigentes chinos buscaran ellos mismos el diálogo con el Dalai Lama, que pide autonomía cultural para Tibet y garantías para los derechos humanos", ha dicho Merkel alimentando la espiral.
Pero la situación no está exenta de riesgos para la propia China. Incluso si Alemania se acaba plegando a la lógica empresarial, el prestigio de China saldrá tocado. Nadie en Europa ve con buenos ojos la histeria de Pekín en asuntos del Dalai Lama. El gran peligro para China es que otros países europeos se harten de las presiones chinas en este tema y se sumen a la actitud de Merkel. No parece probable que Francia vaya a seguir el ejemplo. Nicolas Sarkozy se estrena el domingo con una visita a China y viene cargado de cosas para vender; desde centrales nucleares hasta entre 100 y 150 aviones de "Airbus".
"Queremos establecer con China una relación fuerte, en un momento en el que las relaciones entre Pekín y ciertos países occidentales tienden a tensarse", ha dicho un portavoz del Eliseo, con toda franqueza.
El otro aspecto de la crisis es político-religioso. En septiembre, Pekín divulgó nuevas normas en materia de "reencarnación de Budas vivientes", por las que el estado ateo se adjudica un papel supervisor en la consagración de figuras religiosas. Las normas han sido interpretadas como un medio para seleccionar a un futuro Dalai Lama a la medida del poder chino, cuando el actual titular, que tiene 72 años de edad, desaparezca. Toda la historia tiene un precedente con la segunda autoridad religiosa de Tibet, el Panchen Lama, cuyo actual titular fue selecionado bajo la supervisión de Pekín y no ha logrado calar en el pueblo. En Japón, donde se encuentra de visita privada, el Dalai Lama ha declarado que está pensando en "nombrar" en vida a su sucesor, un procedimiento que rompe con la tradición secular de selección, pero que, dice, sale al paso de la maniobra china. Pekín ha denunciado esta intención como, "una violación de los rituales religiosos y la tradición histórica". Un nuevo malentendido en el enredo tibetano que complica más el futuro.
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

