[Lux]

mmm... no la he visto. Pero sí he oído de ella. Al menos son maneras originales de responder preguntas incontestables =P

Bueno aquí con relación al aniversario del lanzamiento de la bomba rusa (De la nota que publicó Chipola en el foro técnico), me acordé de este otro relato, también de Asimov. A ver que les parece. Este si es más corto. =)

[div align=\\\\"center\\\\"][color=#FF0000][size=]Fuego infernal[/size][/div]

Se oía el murmullo de un público muy selecto. Sólo estaban presentes un puñado de científicos, altos funcionarios, algunos diputados y unos pocos reporteros.

Alvin Horner, de la oficina de Washington de la agencia Continental press, se encontraba sentado junto a Joseph Vincenzo, de los Álamos.

-Ahora tendríamos que aprender algo – observó.

Vincenzo lo miró fijamente y dijo:

-Pero no lo más importante.

Horner función el ceño. Era la primera filmación de una explosión atómica a una cámara superlenta. Con lentes especiales, que modificaban la polarización direccional de las películas, el momento de la explosión se dividiría en instantáneas de una mil-millonésima de segundo. El día anterior había estallado una bomba A, y esperaban que esas instantáneas les mostraran la explosión con increíble detalle.

-¿Cree usted que no funcionará?– preguntó Horner.

Vincenzo pareció molestarse.

-funcionará. Hemos hecho pruebas piloto. Pero lo importante…

-¿Qué es?

- Que estas bombas son la sentencia de muerte del género humano. Eso es lo que no aprendemos. – vincenzo señaló con la cabeza- Mírelos a todos. Están entusiasmados, no atemorizados.

-Conocen el peligro- dijo el reportero. También están atemorizados.

-No lo suficiente. Replicó el científico-. He visto a hombres que observaban cómo una bomba H transformaba una isla en un hoyo y se iban a su casa a dormir. Así son los hombres. Durante miles de años nos han amenazado con el fuego del infierno, y eso no ha causado la menor impresión.

-El fuego del infierno. ¿Es usted religioso?
-Lo que se vió ayer era el fuego del infierno. Una bomba atómica que estalla es el fuego del infierno. Literalmente.

Eso fue suficiente para Horner. Se levantó y cambió de butaca, pero miró al público con inquietud. ¿alguien tenía miedo? ¿Alguien se preocupada por el fuego del infierno? Parecía que no.

Se apagaron las luces y el proyector se puso en marcha. En la pantalla se erguía la torre con su bomba. El público se sumió en un tenso silencio.

Un punto luminoso nación en el ápice de la torre, un punto brillante, ardiente, que brotaba despacio, expandiéndose, cobrando formas desparejadas de luz y sombra, volviéndose ovalado.

Un hombre soltó una exclamación sorda; luego, otros. Un ronco murmullo seguido por un denso silencio. Horner olió el miedo, saboreó el terror, sintió que se le helaba la sangre.

La bola de fuego oval echó brotes y se congeló un instante antes de expandirse rápidamente en una esfera brillante y tersa.

En ese instante congelado, la bola de fuego había mostrado manchas oscuras como ojos, líneas oscuras como cejas delgadas y llameantes, el contorno de la melena con forma de V, una boca torcida hacia arriba, riéndose salvajemente en ese fuego infernal. Y cuernos.

Bibliografía: Asimov, Isaac. Cuentos completos I, Ed. Ediciones B, S.A. 2ª edición. España: Mayo 2003. Pág: 142.