10-04-2007, 09:51 AM
Si no es el libro...
Yo escaneo este que tengo, no sé cuanto me lleve, pero sí puedo hacerlo! =)
Un fragmento más, esta vez sobre...
[size=][color=#9ACD32]El camino de la espada y las posesiones[/size]
Una tarde, K?etsu entró y le dijo:
-¿Estás mirando de nuevo ese dibujo de Kiang-k´aig? Parece ser que te gusta mucho. Cuando te marches, enróllalo y llévatelo. Quero que te lo quedes.
Musashi puso reparos:
- No podría aceptarlo de ninguna manera. Ya he abusado demasiado de tu hospitalidad. Además ¡esto debe ser una reliquia de familia!
- Pero te gusta, ¿No es cierto? El hombre mayor sonrió con indulgencia-. Quédatelo si quieres. La verdad es que no lo necesito. Las pinturas deben pertenecer a quienes las aman y aprecian de veras. Estoy seguro de que eso es lo que desaría el artista.
- En este caso, no soy la persona más adecuada para poseer una obra como ésta. A decir verdad, he pensado varias veces que sería muy grato tenerla, perso si así fues, ¿qué haría con ella? Sólo soy un espadachín errante. Nunca me quedo demasiado tiempo en el mismo lugar.
- Supongo que sería una molestia llevar una pintura contigo adondequiera que vayas. A tu edad, probablemente ni siquiera tienes necesidad de una casa propia, pero creo que todo hombre debería tener un sitio al que pudiera considerar su hogar, aunque no sea más que un pequeño chamizo. Si una persona carece de casa, se siente solitaria perdida en cierto modo. ¿Por qué no buscas unos troncos y construyes una cabaña en algún rincón tranquilo de la ciudad?
- Nunca había pensado en ello, Me gustaría mucho viajar a lugares lejanos, ir al extremo de Kyushu y ver cómo vive la gente bajo la influencia de los extranjeros de Nagasaki. Y estoy deseoso de ver la nueva capital que el shogun está levantando en Edo y las grandes montañas y ríos en el norte de Hounshu. Puede que en fondo no sea más que un vagabundo.
Bibliografía: Yoshikawa, Eiji. Musashi 3. El camino de la espada. Título original: The way of the sword . Traducción: Jordi Fibla. Ed. Ediciones Martínez Roca, México: 1993. Pag. 103
Yo escaneo este que tengo, no sé cuanto me lleve, pero sí puedo hacerlo! =)
Un fragmento más, esta vez sobre...
[size=][color=#9ACD32]El camino de la espada y las posesiones[/size]
Una tarde, K?etsu entró y le dijo:
-¿Estás mirando de nuevo ese dibujo de Kiang-k´aig? Parece ser que te gusta mucho. Cuando te marches, enróllalo y llévatelo. Quero que te lo quedes.
Musashi puso reparos:
- No podría aceptarlo de ninguna manera. Ya he abusado demasiado de tu hospitalidad. Además ¡esto debe ser una reliquia de familia!
- Pero te gusta, ¿No es cierto? El hombre mayor sonrió con indulgencia-. Quédatelo si quieres. La verdad es que no lo necesito. Las pinturas deben pertenecer a quienes las aman y aprecian de veras. Estoy seguro de que eso es lo que desaría el artista.
- En este caso, no soy la persona más adecuada para poseer una obra como ésta. A decir verdad, he pensado varias veces que sería muy grato tenerla, perso si así fues, ¿qué haría con ella? Sólo soy un espadachín errante. Nunca me quedo demasiado tiempo en el mismo lugar.
- Supongo que sería una molestia llevar una pintura contigo adondequiera que vayas. A tu edad, probablemente ni siquiera tienes necesidad de una casa propia, pero creo que todo hombre debería tener un sitio al que pudiera considerar su hogar, aunque no sea más que un pequeño chamizo. Si una persona carece de casa, se siente solitaria perdida en cierto modo. ¿Por qué no buscas unos troncos y construyes una cabaña en algún rincón tranquilo de la ciudad?
- Nunca había pensado en ello, Me gustaría mucho viajar a lugares lejanos, ir al extremo de Kyushu y ver cómo vive la gente bajo la influencia de los extranjeros de Nagasaki. Y estoy deseoso de ver la nueva capital que el shogun está levantando en Edo y las grandes montañas y ríos en el norte de Hounshu. Puede que en fondo no sea más que un vagabundo.
Bibliografía: Yoshikawa, Eiji. Musashi 3. El camino de la espada. Título original: The way of the sword . Traducción: Jordi Fibla. Ed. Ediciones Martínez Roca, México: 1993. Pag. 103
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