10-03-2007, 10:13 AM
[color=#99CCFF][size=]Fragmento del camino de la espada[/size]
"Musashi sabía que existían unas reglas de etiqueta para servir el té, del mismo modo que las había para el manejo de la espada, y mientras observaba a My?sh? admiró su maestría. Juzgándola según las normas de la esgrima, se dijo que era perfecta, que no dejaba ningún cabo suelto. En los movimientos de la mujer al preparar el té percibía la misma pericia que se observa en un diestro espadachín que se apresta a atacar. « [color=#99CCFF]Es el camino se dijo- , la esencia del arte. Es preciso dominarlo para ser perfecto en cualquier cosa»
Dirigió su atención al cuenco de té que estaba ante él, Era la primera vez que le servían de esa manera, y no tenía la menor idea de lo que debía hacer a continuación. El cuenco de té le sorprendió, pues parecía un objeto que podría haber sido hecho por un niño jugando con barro. No obstante, visto contra el color del cuenco, el verde intenso de la espuma de té era más sereno y etéreo que el cielo.
Musashi miró impotente a K?etsu , el cual ya se había comido su pastelillo y sostenía de una manera encantadora el cuenco de té con ambas manos, como quien acaricia un objeto cálido en una noche fría. Se tomó el té de dos o tres sorbos.
-Señor- empezó a decir con vacilación-. Sólo soy un ignorante muchacho campesino y no sé absolutamente nada de la ceremonia del té. Ni siquiera estoy seguro de cómo se bebe.
My?sh? le reconvino cariñosamente.
-No tiene ninguna importancia, querido. En el acto de tomar el té no debe haber nada sofisticado o esotérico. Si eres un chico de campo, entonces débelo como lo harías en el campo.
-¿No importa de veras?
-Claro que no.[color=#99CCFF] Los modales no son una cuestión de reglas, sino que provienen del corazón. Lo mismo sucede con la esgrima, ¿no es cierto?
-Planteado de esa forma, sí.
-Si te sientes inseguro sobre el modo correcto de beber, no disfrutarás del té. [color=#99CCFF]Cuando usas una espada, no puedes permitir que tu cuerpo se ponga demasiado tenso, pues eso quebraría la armonía entre la espada y tu espíritu. ¿Me equivoco?
-No, señora.- Musashi inclinó sin darse cuenta la cabeza y aguardó a que la anciana monja prosiguiera la lección.
Ella soltó una risita cantarina.
-¡Hay que ver! Aquí me tienes hablando de esgrima cuando no sé una sola palabra de eso.
-Ahora me tomaré el té dijo Musashi con renovada confianza."
Bibliografía: Yoshikawa, Eiji. Musashi 3. El camino de la espada. Título original: The way of the sword . Traducción: Jordi Fibla. Ed. Ediciones Martínez Roca, México: 1993. Pag. 28 -29
"Musashi sabía que existían unas reglas de etiqueta para servir el té, del mismo modo que las había para el manejo de la espada, y mientras observaba a My?sh? admiró su maestría. Juzgándola según las normas de la esgrima, se dijo que era perfecta, que no dejaba ningún cabo suelto. En los movimientos de la mujer al preparar el té percibía la misma pericia que se observa en un diestro espadachín que se apresta a atacar. « [color=#99CCFF]Es el camino se dijo- , la esencia del arte. Es preciso dominarlo para ser perfecto en cualquier cosa»
Dirigió su atención al cuenco de té que estaba ante él, Era la primera vez que le servían de esa manera, y no tenía la menor idea de lo que debía hacer a continuación. El cuenco de té le sorprendió, pues parecía un objeto que podría haber sido hecho por un niño jugando con barro. No obstante, visto contra el color del cuenco, el verde intenso de la espuma de té era más sereno y etéreo que el cielo.
Musashi miró impotente a K?etsu , el cual ya se había comido su pastelillo y sostenía de una manera encantadora el cuenco de té con ambas manos, como quien acaricia un objeto cálido en una noche fría. Se tomó el té de dos o tres sorbos.
-Señor- empezó a decir con vacilación-. Sólo soy un ignorante muchacho campesino y no sé absolutamente nada de la ceremonia del té. Ni siquiera estoy seguro de cómo se bebe.
My?sh? le reconvino cariñosamente.
-No tiene ninguna importancia, querido. En el acto de tomar el té no debe haber nada sofisticado o esotérico. Si eres un chico de campo, entonces débelo como lo harías en el campo.
-¿No importa de veras?
-Claro que no.[color=#99CCFF] Los modales no son una cuestión de reglas, sino que provienen del corazón. Lo mismo sucede con la esgrima, ¿no es cierto?
-Planteado de esa forma, sí.
-Si te sientes inseguro sobre el modo correcto de beber, no disfrutarás del té. [color=#99CCFF]Cuando usas una espada, no puedes permitir que tu cuerpo se ponga demasiado tenso, pues eso quebraría la armonía entre la espada y tu espíritu. ¿Me equivoco?
-No, señora.- Musashi inclinó sin darse cuenta la cabeza y aguardó a que la anciana monja prosiguiera la lección.
Ella soltó una risita cantarina.
-¡Hay que ver! Aquí me tienes hablando de esgrima cuando no sé una sola palabra de eso.
-Ahora me tomaré el té dijo Musashi con renovada confianza."
Bibliografía: Yoshikawa, Eiji. Musashi 3. El camino de la espada. Título original: The way of the sword . Traducción: Jordi Fibla. Ed. Ediciones Martínez Roca, México: 1993. Pag. 28 -29
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