09-21-2007, 05:30 PM
Las tramas de la mitología son complejas... son muchas historias enlazadas. En algunas mitologías, se pueden trazar líneas paralelas o de continuidad entre las aventuras de cariz heroico de los Dioses y los trabajos de sus descendientes, héroes entre los humanos.
Es curioso mencionar al monstruo Medusa, que un día fuera una mujer demasiado hermosa, víctima de las rencillas divinas (concretamente de la rivalidad Atenea-Poseidón). Después de muerta por el héroe, dió vida a Pegaso; y mientras su cabeza cortada fue un arma en manos de Perseo, su sangre fue usada por Asclepio para resucitar algunos muertos.
Para algunos es significativo que la cabeza de Medusa, acabe en poder de Atenea, la misma que convirtió a la joven en monstruo, y ésta lleve consigo en su escudo o en su pecho. Esto recuerda la versión que cuenta que Atenea tuvo en su infancia una amiga llamada Pallas, a la que mató accidentalmente, y desde ese momento puso su nombre antes que el suyo, para que no fuera olvidada ( así, es conocida como Pallas Atenea).
Los Dioses, al menos los indoeuropeos, también pecan, y los héroes igual; sus faltas deben ser expiadas de uno u otro modo, aunque la relación entre la falta cometida y la expiación de la misma no se cuenten en un mismo episodio. De hecho, esta expiación en ocasiones se resuelve en varias generaciones, por medio de los descendientes que heredan la culpa de sus predecesores.
Es curioso mencionar al monstruo Medusa, que un día fuera una mujer demasiado hermosa, víctima de las rencillas divinas (concretamente de la rivalidad Atenea-Poseidón). Después de muerta por el héroe, dió vida a Pegaso; y mientras su cabeza cortada fue un arma en manos de Perseo, su sangre fue usada por Asclepio para resucitar algunos muertos.
Para algunos es significativo que la cabeza de Medusa, acabe en poder de Atenea, la misma que convirtió a la joven en monstruo, y ésta lleve consigo en su escudo o en su pecho. Esto recuerda la versión que cuenta que Atenea tuvo en su infancia una amiga llamada Pallas, a la que mató accidentalmente, y desde ese momento puso su nombre antes que el suyo, para que no fuera olvidada ( así, es conocida como Pallas Atenea).
Los Dioses, al menos los indoeuropeos, también pecan, y los héroes igual; sus faltas deben ser expiadas de uno u otro modo, aunque la relación entre la falta cometida y la expiación de la misma no se cuenten en un mismo episodio. De hecho, esta expiación en ocasiones se resuelve en varias generaciones, por medio de los descendientes que heredan la culpa de sus predecesores.
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

