12-28-2007, 01:01 PM
Musashi 1.
El camino del samurai.
A cien pies por debajo de él, las aguas que se unían para formar el río Aida fluían estrepitosamente entre los cantos rodados. El fragor llegó al monje, le llenó los oídos y penetró en todo su ser. Mientras orinaba, miró el cielo como si contara las estrellas.
¡Ah, qué deliciosa sensación! dijo, exultante. ¿Soy uno con el universo o es el universo uno conmigo?
¿Todavía no has terminado, Takuan? le llamó Otsü. ¿Cuánto tiempo necesitas?
Finalmente el monje regresó y explicó a su acompañante:
Mientras estaba en ello, he consultado el Libro de los Cambios, y ahora sé exactamente cómo vamos a actuar. Lo veo todo claro.
¿El Libro de los Cambios? No me digas que te has traído un libro.
No el escrito, tonta, sino el que llevo dentro de mí. Mi propio y original Libro de los Cambios, que llevo en el corazón o el vientre o alguna otra parte. Cuando estaba allí de pie, examiné la disposición de la tierra, el aspecto del agua y el estado del cielo. Entonces cerré los ojos y, cuando volví a abrirlos, algo me dijo: «Ve a esa montaña de ahí». Señaló un pico cercano.
Pág. 104
El camino del samurai.
A cien pies por debajo de él, las aguas que se unían para formar el río Aida fluían estrepitosamente entre los cantos rodados. El fragor llegó al monje, le llenó los oídos y penetró en todo su ser. Mientras orinaba, miró el cielo como si contara las estrellas.
¡Ah, qué deliciosa sensación! dijo, exultante. ¿Soy uno con el universo o es el universo uno conmigo?
¿Todavía no has terminado, Takuan? le llamó Otsü. ¿Cuánto tiempo necesitas?
Finalmente el monje regresó y explicó a su acompañante:
Mientras estaba en ello, he consultado el Libro de los Cambios, y ahora sé exactamente cómo vamos a actuar. Lo veo todo claro.
¿El Libro de los Cambios? No me digas que te has traído un libro.
No el escrito, tonta, sino el que llevo dentro de mí. Mi propio y original Libro de los Cambios, que llevo en el corazón o el vientre o alguna otra parte. Cuando estaba allí de pie, examiné la disposición de la tierra, el aspecto del agua y el estado del cielo. Entonces cerré los ojos y, cuando volví a abrirlos, algo me dijo: «Ve a esa montaña de ahí». Señaló un pico cercano.
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Marco Antonio Arenas Chipola fue expulsado por insultar a mujeres y reclutador para sectas. Se confirma en el año 2009 que ha sido reclutado por la secta templo de la serpiente emplumada, y que realizó robo de un perro con pedigree hacia nuestra AC, además de despojo a su maestro de artes Marciales, Hoffner Long.
